Capítulo 17: Cruzando el límite II.
Minho despertó en su cama totalmente mareado, tenía la ropa seca pero se sentía húmedo por más que su ropa hubiera secado naturalmente. Recordaba parte de lo que había pasado la noche anterior, muy poco, recordaba no haberse podido contener y haber abrazado a Key... en realidad a su Kibum, recordaba como Kibum lloraba con él y no entendía ¿Por qué lloraba si acá el único herido era él? Capaz le había dado pena su estado pero ni aun así lograba entender del todo.
Por otro lado, recordaba a Taemin llorando mientras le pegaba cachetadas ¿Cómo había llegado a eso? Esfumo los pocos recuerdos de la noche pasada y se levantó, se sacó toda la ropa y la puso en el lavarropas mientras esperaba que el agua de la ducha calentara y tomara la temperatura justa para bañarse.
Una vez lista, entró y se puso el shampoo y acondicionador (dos en uno) mientras se masajeaba el pelo, trataba de relajarse, trataba que su cuerpo se relajara y olvidara todas las escenas desastrosas de la noche de ayer.
Pero de algo estaba seguro, no renunciaría a Kibum, le dolía el alma tener que lastimar a Taemin pero así sería, no podía ir más en contra de él, contra su corazón, su corazón estaba atado a Kibum y si tenía que hacer de todo para conseguirlo lo haría porque él le pertenecía, no le importaba si sonaba como un loco obsesionado, es más, lo sería por Kibum, por el amor de Kibum, por tenerlo de regreso.
Al terminar de enjuagarse el pelo y enjabonarse el cuerpo, salió y agarró una toalla envolviéndosela en la cintura, estaba dispuesto a cambiarse pero sonó su celular, era una llamada.
Desbloqueó el celular y el nombre le llamó la atención, era Jonghyun, bastante preguntas tenía que hacerle.
-¿Hola?
-Por dios, hasta que al fin contestas.
-¿Eh? ¿Qué dices? ¿Has llamado antes? No lo he escuchado.
-No, pero solo lo digo para dramatizar. - Minho se echó a reír fuerte ante el comportamiento juguetón de su mejor amigo.
-Eres un gran idiota ¿Lo sabías?
-Encima que llamo para saber cómo estás ¿Me tratas así? Que malas amistades que tengo. - Dijo riendo haciendo reír al moreno también. - ¿Y? ¿Cómo andas? Te has pegado una borrachera que mejor ni te cuento.
-Bien o... eso creo, estaba mareado cuando desperté pero después de la ducha se me pasó.
-Perdona por lo de ayer pero si o si tuve que llamar a Taemin, no podía dejarte solo. - El más alto podía escuchar el suspiro arrepentido de Jonghyun.
-Algo recuerdo, recuerdo haber visto a Taemin aquí, pero pensé que se quedaría... pero se fue, no sé si fue por algo que hice.
-Qué raro... a mí no me dijo nada.
-¿Recuerdas haber visto a Key anoche?
-Sí, pero solo cuando estábamos en la ronda tomando entre todos que ahí fue donde te abusaste del control del alcohol, pero después que tú te cayeras al piso él extrañamente también desapareció.
-Lo recuerdo, recuerdo que lo abracé y de la nada me fui cayendo despacio, como una cámara lenta.
-Tendrás que preguntarle.
-Eso pensaba. - El moreno se quedó pensativo.
-¿Iras ahora a la empresa?
-Sí, ya es tarde ¿Por qué...? ¿Tú no vas?
-¿No te acuerdas que soy segundo jefe?
-Idiota - Rieron ambos. - ¿Tienes algo que hacer?
-Si, en realidad debo hacerle compañía a Jinki, quiere encontrar algún consultorio para empezar a trabajar como psicólogo, ah, y también irlo a dejar a su curso.
-Está bien, veo que están muuuuy ocupados, cuidado Kim Jonghyun, me voy a poner celoso. - El de pelo platinado rió.
-Cuídate Minho ¿Si?
-Sí, despreocúpate, te estaré esperando en la empresa, suerte con Jinki.
-Gracias. - Ambos cortaron la línea y Minho se apuró en vestirse, agarró las cosas que necesitaría y sin más se fue hasta el estacionamiento para subirse al auto.
Al llegar a la empresa concretó el plan que había pensado desde que se levantó, arreglaría su departamento al llegar e invitaría a Kibum. Hoy todo el personal no trabajaba ya que algunos habrán terminado destrozados de la fiesta así que se ocupó de ir a la oficina de Jonghyun y buscó la carpeta con los datos del personal.
Buscó en específico la tienda de ropa y ahí estaba, el número de Kibum, lo agendó y sin más cerró la carpeta guardándola de vuelta en su lugar.
Volvió a su oficina y no dudo en marcarle un mensaje para que no se olvidase después.
Para: Bummie.
"Key, soy Minho, sí, tu jefe, espero que no estés muy ocupado en la noche porque te invito a que vengas a mi departamento, un rato más te paso la dirección, necesito hablar contigo, es urgente, nada de excusas."
Siguió con lo suyo, esperando una respuesta de Kibum, cosa que no llegaba, seguía completando papel tras papel hasta que extrañamente su celular sonó, su corazón empezó a latir fuerte de los nervios y sin esperar más, ansiosamente, lo desbloqueo y ahí estaba, un mensaje de Kibum.
De: Bummie.
"Nada de excusas, está bien, después mándame tu dirección y estaré ahí."
Minho sonrió y rápidamente acomodó todos los papeles en su lugar, dejando el escritorio totalmente ordenado y salió corriendo de la empresa cerrándola, Jonghyun ya no vendría, era tarde. El alto se subió al auto y comenzó a acelerar como nunca antes, estacionó al llegar y subió a su respectivo piso, le mandó un mensaje a Kibum con su dirección y diciéndole que lo esperaba y sin esperar más comenzó ordenar todo, va, no todo ya que a él le gustaba el orden y ese no era problema para él.
Una vez ordenado todo prosiguió con un montón de paquetes de galletas, bizcochuelos poniéndolos todo sobre la mesa junto con la pava eléctrica, tazas y todo servido para que Kibum eligiera que servirse.
No quería que todo fuera un interrogatorio, así no lograría más que incomodar a Kibum, por eso era más conveniente ofrecer que comiera mientras hablaban.
Pasó media hora y cuando menos lo esperó estaban tocando la puerta, se acomodó el traje ya que todavía seguía con el y abrió mirando al otro lado de la puerta a Kibum, el rubio estaba ahí frente a sus ojos.
-Hola, Minho. - Sonrió y le dio un beso en la mejilla a lo que Minho también sonrió.
-Hola. - Dijo medio incómodo porque en realidad no sabía por dónde empezar. - Ven, pasa, siéntate cómodo, sírvete lo que quieras.
-Oh... ya tenías todo preparado. - Alardeó extrañamente. - ¿Para mí?
-¿Y esa confianza? No te ilusiones Key. - Dijo haciéndose el arrogante a lo que Kibum rió.
Kibum se sentó y colocó un saco de té sobre la taza y hecho agua hervida. - En realidad, me intriga mucho porque me has invitado aquí hoy.
-Lo sé y a eso voy a ir. - El más alto pudo ver a Kibum revolviendo el azúcar que le había puesto a el té, el cual ahora tomaba incómodo, el moreno notaba que el rubio estaba incómodo y él igual porque tenía tantas cosas que decir, tantas cosas que preguntar.
-¿No tomas nada?
-No, prefiero... solo hablar. - Kibum dejó la taza en el plato y miró a Minho incitándolo a que hablara.
Minho suspiró fuerte y pasó saliva mientras miraba fijo a Kibum. - ¿Quién eres, Key?
-¿Qué es esto? - El rubio preguntó inmediatamente. - No entiendo.
-¿Quién eres? El que no entiende soy yo, eres igual a Kibum.
-¿Y eso que? ¿Qué tiene que ver eso conmigo, Minho? Creo haber hablado de esto contigo.
-Todo, todo tiene que ver, ¿Por qué has llorado conmigo ayer mientras te abrazaba? ¿Por qué desde el momento en que pisaste esta empresa te interesó tanto la historia de Kibum?
-Minho... - El rubio lo miraba con insistencia y Minho solo pudo pararse de la silla, sentía que su "calma" se había ido a la mierda, se sentía frustrado porque sentía que él era Kibum pero a la vez Key le demostraba que no lo era, era todo confuso. Sentía que se había calmado del todo antes de que el rubio viniera pero cuando lo tuvo en frente de sus ojos se encontraba en un callejón sin salida, totalmente desesperado, frustrado, buscaba respuestas que no encontraba.
-Minho nada, quiero que me expliques, ¿Por qué te interesa tanto el caso de Kibum? No entiendo, lo único que haces es volverme loco.
-Porque yo he pasado por algo igual...
-Lo único que haces es que cada vez me gustes más y no pueda controlar aquello, haces que me vuelva loco cada vez que te veo porque me traes tantos recuerdos, tienes su mismo corazón, tienes... todo de... ¿Qué dijiste? - Minho no había procesado las palabras dichas por Kibum anteriormente y ahora no conseguía otra cosa que sentirse confundido. Miró con más atención a Kibum y vio como el mismo se echaba a llorar como un niño pequeño mientras tapaba sus ojos, Minho fue hasta él y lo levantó de la silla atrayéndolo hacia él. - ¿Por qué lloras?
-Por... porque tú, tú... también me confundes. - Kibum respiro fuerte preparándose para dejarlo ir todo, se sacó las manos del rostro y miró a Minho como siempre quiso hacerlo, con amor. - Ayer... lloré contigo porque tú también me traes recuerdos, siento una conexión muy grande y tan fuerte que nunca sentí con alguien, no sé porque pero siento que te conozco de algún lado Minho.
-¿Qué... que quieres decir?
-Yo... sufrí un accidente, esto no se lo he contado a nadie pero creo que ya es hora de sacarlo fuera, hace dos años... me atropellaron y... perdí la memoria. - Minho abrió los ojos repentinamente, no, esto no podía estar pasando, sus ojos lagrimearon al instante. - Hasta ni yo entiendo cómo fue, hubo una persona que me tuvo todo ese tiempo y ni a esa persona le he podido preguntar qué fue lo que me sucedió-
-¿Quién esa persona?
-No importa ahora, Minho, no importa, ayer lloré porque tengo tantas dudas en mi cabeza, tengo tantas preguntas sin poder resolver y tu tacto en la noche de ayer no me ayudaba de mucho, solo puedo alucinar cuando estás tan cerca como ahora, siento que te he visto, capaz en mi pasada vida pero te he visto antes, no estoy loco.
-Key...
-También... - Interrumpió - Tengo esto. - Sacó su collar de la larga remera que traía, tocándolo, dejándolo a la vista del moreno y el mismo no pudo hacer más que abrir aún más los ojos, si es que aún se podía. - No sé qué es, no sé quién me lo dio, no sé qué significa, que significó en mi vida pasada.
-Para, por favor para... - Minho se agarró del pelo mientras bajaba la mirada y sus lágrimas comenzaban a caer, no lo podía creer.
-Minho...
-Esto... esto... no puede estar pasando, eres mi Kibum, ¡Mi Kibum! - Minho sacó su collar de adentro de su camisa y Kibum se quedó estático, veía el mismo material, el mismo tipo de letra en la inicial de los collares, era irreal esto que les estaba pasando, era muy loco. Las lágrimas de Minho caían solas mientras acercaba su mano a la mejilla del rubio, ambos comenzaron a llorar con más fuerza y Minho lo único que pensó fue en abrazarlo y así fue, apretó a Kibum como nunca lo había hecho y el rubio correspondió, lloraban en el hombro del otro.
-Asi que... era por esto, era por esto que te recordaba tanto Minho, lo fuiste todo en mi vida antes de que me atropellaran y ahora...
-Ahora también lo soy Kibum, lo soy todo en tu vida ahora también por más que no me recuerdes.
-Perdona por eso pero pronto...
-Pronto me recordarás, lo sé. - Minho se alejó solo un poco y ambos vieron los ojos hinchados y las mejillas llenas de lágrimas del otro.
Minho no se resistió, había esperado demasiado por Kibum y esta vez había acertado... Kibum no estaba muerto, nunca lo había estado, siempre estuvo ahí... cerca, sin poder recordar nada pero ahí estaba junto a él a pesar de todo. Agarró con fuerza la cintura del rubio y lo besó como tanto había extrañado estos dos años, como tanto le había hecho falta. Kibum correspondió acariciando la nuca del moreno mientras más lagrimas caían tocándose, ahí estaba la conexión de ambos, la que siempre intuyó, ahí estaba lo que tanto sentía por Minho.
-Kibum, ¿Aceptas arriesgarte conmigo? Como en ese entonces... que prometimos dejarlo todo por nosotros ¿Aceptas? - El moreno miraba fijamente con sus ojos lagrimosos a Kibum con desesperación
-Acepto Minho, todo sea por nosotros. - Sonrieron mientras sus narices se tocaban y se volvían a besar.
"-¿Y? ¿No serias egoísta una vez en tu vida por más que signifique serlo con tu hermano? ¿No pintarías pasándote de la línea alguna vez en tu vida? Tú mismo lo has dicho, eres muy correcto, tu vida te aburre. ¿Es que no quieres salir de eso? ¿Es que te has acostumbrado tanto que quieres seguir viviendo así? Aquí me tienes.
Sería egoísta, lo sería tanto de la manera en que ahora estaba disfrutando de los labios del moreno, disfrutando de él, cruzando el límite, arriesgándose, como tanto quería hacerlo."
Si por alguna razón el destino no permitió que estuvieran juntos antes del accidente ahora si lo estarían porque no le importaría tener que cruzar el límite por segunda vez, no le importaba con total de tener a Minho a su lado de nuevo.