Capítulo 19: Dejándolo todo.
POV: Kibum.
-Quise venir aquí porque mis padres llamaron... sospechan que tengo un romance con alguien del personal de la empresa y amenazaron con quitarme el cargo y el dinero.
-Con que... por eso quisiste venir... Ellos... ¿Sabían lo que tenías con Kibum? ¿Conmigo? - Suspiré y junté mis piernas subiéndolas a mí mientras las abrazaba. Minho me había llevado a un lugar lejano, pero era hermoso, estábamos sentados frente a una fogata, el clima era fresco pero nos arropábamos por una manta que Minho tenía en el asiento trasero del auto.
-No, nunca tuve la posibilidad de decirles, porque en ese momento en donde estaba dispuesto a decirles todo... desapareciste de mi vida. - Me agarró la mano con delicadeza y me apretó más de la cintura para que recostara mi cabeza en su hombro.
-Mh... ya veo, y... ¿Qué les dijiste cuando te dijeron todas esas groserías?
-Solo corté, no quería discutir... aunque igual deben estar furiosos pero lo único que me importa es... estar aquí, contigo. - Besó mi cabeza y solo pude mirarlo mientras le sonreía, me hacía tan feliz.
-¿Estás dispuesto a arriesgarlo todo por mí?
-¿Acaso ya no habíamos hablado de este tema? - Me miraba intrigado.
-Lo sé, sé que lo prometimos, pero... te pregunto.
-No necesitas respuesta para eso Kibum, sabes la respuesta. - Me quedé asimilando el nombre, la sola idea de pensar que viví una vida antes totalmente diferente a la mía me daba un poco de miedo. - Sabes... en el pasado vinimos a un lugar parecido a éste, lo que tenía de diferente es que ese lugar era una playa y este no.
Me abracé aún más a él mientras miraba hacia abajo todavía con mi cabeza apoyada en su hombro. - Quisiera poder recordarlo. - Suspiré.
-Podrás Kibum, podrás y si no es así... construiremos recuerdos. - Subí mi rostro a su altura mirándolo con mis ojos que ya empezaban a humedecerse, miraba con paciencia sus grandes ojos, miraba con amor su penetrante mirada y sin darme cuenta una lágrima se caía de mis ojos y Minho acercaba lentamente su mano hacia mi mejilla borrándola y como si fuera consiente de mis acciones me dejé llevar y acerqué mi rostro al suyo besándolo, apoyé mis manos a su cuello mientras Minho se aferraba con delicadeza a mi cintura acariciándola.
Me encontraba degustando lentamente sus labios, los chupaba, los mordía. Minho después de unos breves minutos metió su lengua para unirla con la mía y así empezar a degustar con más ganas la boca del otro.
El frio se iba haciendo cada vez más notorio y mi cuerpo empezaba a tiritar con más fuerza pero quería seguir aferrado al agarre de Minho y al contacto de sus labios.
Tuve un escalofrío fuerte haciendo que interrumpiéramos el beso y Minho riera fuerte. - ¿Frio?
-¿Se nota? - Sonreí.
-Un poco bastante. - Rió y se apartó de mí sacándose la manta, se paró y me ofreció su mano la cual agarré parándome junto a él, agarré la manta con mis dos brazos y lo quedé mirando.
-¿Y ahora?
-¿Vamos a un hotel? No quiero... volver, por lo menos no hoy. - Bajó la mirada y sostuve la manta con un solo brazo mientras con mi mano libre agarré la suya incitándolo a que me mirara.
-Te entiendo, vamos, yo tampoco quiero volver. - Comenzamos a caminar hacia el auto. Una vez dentro, Minho aceleró en busca de un hotel el cual encontramos y decidimos pasar la noche allí, el hotel nos prestaba piyamas los cuales nos pusimos y nos adentramos a la cama, había sido un día muy cansador.
Suspiré fuertemente tratando de olvidarme de todo, aunque fuera por esta noche. - ¿Qué pasa? - Minho interrumpió mis pensamientos de seguro mirándome con curiosidad.
-Nada... solo pensaba.
-¿Tienes sueño?
-Sí, fue un día muy...
-Largo. - Me interrumpió.
-En verdad que lo fue. - Me di vuelta ya que le estaba dando la espalda y me acerqué más a él buscando que me abrazara lo cual comprendió al instante y me apretujó más a él, me miró a lo que le correspondí y esta vez yo inicié el beso, de verdad que quería sentir más de Minho.
No sé qué habrá pasado en mi vida pasada pero lo quería a pesar de mis dudas, Minho comenzó a agarrar mi cintura con más firmeza... al separarnos por falta de respiración bajé a su barbilla mordiéndola bajando hasta su cuello lamiéndolo lentamente... podía sentir la respiración agitada de Minho como también su aliento caliente sobre el lóbulo de mi oreja mientras lo chupaba y lo mordía.
De la nada sentí como Minho se iba alejando de mí, solo un poco y me miró fijamente mientras me acariciaba la mejilla.
-¿Dormimos? - Podía ver su mirada insistente en que no quería ir rápido conmigo y en parte lo entendía porque yo tampoco quería que las cosas fueran así. Mejor era ir despacio.
Moví mi cabeza en gesto de afirmación y me volví a aferrar a él abrazándolo mientras que Minho enredaba mi cintura con sus fuertes brazos, mi nariz estaba justo más debajo de su cuello y lograba aspirar su tan varonil aroma.
Amaba estar así tan cerca de Minho, sentía que estaba en otro mundo cuando él me abrazaba y me besaba, sentía como si en verdad pudiéramos ser felices a pesar de la mochila bastante pesada que teníamos que cargar.
Minho besó mi frente y como si fuera un niño me dormí al instante totalmente aferrado a su cuerpo, abrazado a él. Pero como si se tratara de una pesadilla, un mal sueño, un mal presentimiento me desperté de repente y vi todo apagado, Minho seguía agarrado a mí y lo único que pude hacer fue separarme disimuladamente y miré la hora, tres de la mañana.
Volví a poner mi cabeza en el pecho de Minho pero no paraba de pensar que hacía las cosas mal, que esa no era mi vida, que no convenía meterme en terreno ajeno, Minho iba a ser feliz con Taemin, no tendría por qué meterme e interponerme entre ellos, no tendría razón para hacerlo. Estaba tan confundido, no sabía si yo en verdad pertenecía al mundo de Minho, si en realidad lo amaba, teníamos una conexión tan extraña pero no podía parar de recriminarme a mí mismo que con el que tendría que sentir amor es por nadie más que Jongin, él me había salvado de tal accidente del cual nunca hablamos, había hecho todo por mi ¿Y yo qué? Solo le pagué actuando fríamente con él y buscando una familia nueva a la que pertenecer.
Mis sentimientos tendrían que ser por Jongin, nadie más que él, en verdad merecía ser feliz y conmigo, había hecho mucho por mí y no podía herirlo de esta manera. Ni siquiera sabía si mi vida estaba del lado de Minho, en verdad no sabía nada, capaz solo era una ilusión, una atracción física, nada más que eso.
Me fui separando lentamente del cuerpo de Minho, con delicadeza me cambié en el baño y al salir pude ver como Minho seguía profundamente dormido, lagrimas comenzaban a caer por mi rostro y me odiaba tanto porque no sabía el porqué de esas lágrimas.
Ignoré todo tipo de sentimiento y agarré mi celular metiéndolo en el bolsillo trasero de mi pantalón, el mismo estaba apagado. Abrí la puerta despacio y la cerré con cuidado asegurándome que no haya hecho mucho ruido.
Bajé las escaleras y despedí al recepcionista y sin más me fui corriendo hacia una parada de taxi que había visto cuando veníamos a este lugar.
Me subí, el taxista me saludó a lo cual correspondí y me preguntó la dirección la cual se la di y rápidamente encendí mi celular. Al encenderlo recibí muchos mensajes notificándome las muchas llamadas perdidas de Jongin.
Apreté con lentitud su nombre y lo llamé, fue sorprendente porque no tardó en responder la llamada.
-¡Dios! Key ¡¿Dónde estás?!
-Jongin... - Dije con voz temblorosa - ¿No... has dormido?
-Quería una señal tuya por el amor de dios, Key ¿Estás viniendo? Dime que sí. Perdóname por reaccionar así, sabes que... - Podía oír su voz desesperada como también el nudo en la garganta que tenía.
-No, no digas más por favor, hablaremos cuando llegue. - Corté y lágrimas caían por mis ojos sin que me diera cuenta, ahora... me tocaba apretar el nombre de Minho, le enviaría un mensaje porque estaba claro que no podía marcharme así como así.
Al escribirle más lagrimas caían y suprimía quejidos de llanto, no quería que el taxista se diera cuenta de mi malestar, al terminar apreté el botón de enviar y apagué el celular, no necesitaba nada más por hoy.
El recorrido hasta el departamento habrá durado unos veinte minutos, al llegar, el taxista me cobró el dinero correspondiente, el cual lo pagué y terminé subiendo, no alcancé a tocar la puerta que Jongin ya me estaba abriendo. Me abrazó al instante y podía sentir su desesperación de lo tan fuerte que me abrazaba, correspondí a su abrazo mientras palmeaba despacio su espalda.
-¿Estás bien, Key? ¿Dónde has estado? - Se alejó solo un poco mirándome, sus ojos estaban llenos de lágrimas.
-Tranquilo Jongin, he... tomado una mala decisión, pero ahora solo sé que voy a hacer las cosas bien de ahora en adelante y si eso requiere que quieras que renuncie... lo haré, todo por ti. - Podía sentir mis lágrimas caer porque sabía lo que eso significaba, sabía que eso requería dejar de ver a Minho pero después de todo... tenía que dejarlo todo de lado, por su bienestar y el mío.
END POV: Kibum.