Capítulo 25: Un amor intacto.
El disparo sonó retumbando en toda la iglesia. Los padres de Kibum tal como Minho y todos los presentes cerraron los ojos esperándose lo peor y cuando el peor momento pasó los volvieron a abrir, Kibum había esquivado el tiro pegándole una patada a Taemin haciendo que el arma se desviara hacia el techo.
El personal del psiquiatra corrieron junto con una camisa de fuerza para agarrar a Taemin que lloraba y gritaba desquiciado, lanzando todo el odio contenido.
Los padres de Kibum corrieron a abrazar al pelinegro mientras no paraban de llorar.
-¡HIJO POR DIOS! ¡ESTÁS AQUÍ! ¡ERES TÚ! - la madre de Kibum lo dejaba sin aire, lloraba sin poder controlar su respiración al igual que el padre. Kibum solo podía abrazarlos con más fuerza mientras recuerdos comenzaban a dominar su mente, cuando él era feliz, cuando tenía su vida completa la cual quería recuperar, se arrepentía completamente de los errores del pasado... como el haberse peleado con su madre por una simple estupidez.
-Perdóname madre, perdóname por todo, perdónenme por todo lo que les estuve haciendo pasar este tiempo. - apenas pudo susurrar, Kibum.
-Hijo, ni que fuera tu culpa, tranquilo... por favor, te amamos y nos recriminamos día a día no haber sabido que seguías vivo, dios ¡MI HIJO! - el padre de Kibum acariciaba la espalda de la mujer mientras se aferraba más a su hijo.
-Yo sabía, muy en el fondo yo sabía que tú estabas con nosotros, en alguna parte pero aquí. - Kibum sonrió ante el comentario de su padre, sus ojos lloraron con más fuerza al ver que no lo habían olvidado a pesar del gran tiempo que había pasado.
Los tres se separaron y se dieron vuelta viendo como los médicos psiquiatras se llevaban a Taemin a la fuerza.
-Es una lástima que... - sollozó la mujer.
-Le hará bien, ya verás, se recuperará. - dijo el padre, acariciando su hombro, viendo cómo se llevaban a Taemin y Jongin iba detrás, acompañándolo en el auto.
Se volvieron a dar vuelta y Kibum pareció estar soñando, Minho estaba detrás de él, muy cerca, el más alto fue caminando lento a lo que Kibum también comenzó a ir hacia él, entre pasos lentos, temblorosos, el ver al amor de su vida después de tanto tiempo hacía que su corazón latiera rápido, sin control alguno.
Lagrimas comenzaron a correr en los dos rostros, mirándose con ojos rojizos y sonrisas de lástima, una vez que estuvieron lo demasiado cerca se quedaron mirando, inspeccionando el rostro del otro, cuanto se habían extrañado.
Minho sacó su collar de debajo de la camisa, mostrando una "K" reluciente... como en ese tiempo en que se habían entregado las iniciales del otro, confesando lo que ambos sentían a pesar de todas las barreras que tenían que cruzar.
Kibum reprimió un quejido de llanto y se lanzó a los brazos de Minho abrazándolo con todas las fuerzas que le permitía su cuerpo, sintió como Minho lo apretaba contra él, ambos lloraban desesperados, el destino les había jugado en contra en millones de situaciones pero ahí estaban, luchando de nuevo, a pesar de todo.
Minho de un segundo a otro sintió como el agarre de Kibum se desgastaba y caía en sus brazos.
-¡UNA AMBULANCIA POR FAVOR, UNA AMBULANCIA! - gritó desesperado y sus padres junto con los de Kibum llamaron enseguida a una ambulancia que estaba en un hospital cerca. Al llegar, Minho alzó en sus brazos a Kibum con más firmeza entregándoselo con total confianza a los médicos.
-Tranquilo Minho, todo va a estar bien, ahora solo ocúpate de estar con él en todo momento, conteniéndolo, nosotros iremos detrás junto con sus padres. - Minho sonrió, soltando más lagrimas que caían por si solas por las palabras de su padre, no pudo evitar mirar a su madre que lo miraba sin poder creer lo que estaba escuchando, su padre no había necesitado de palabras, él ya lo había intuido, había intuido que nunca fue feliz con Taemin y como todo padre... quería la felicidad de su único hijo.
-Gracias y por favor, estén con los padres de Kibum, están pasando un momento terrible, como yo. - los padres asintieron y sin esperar más, Minho se subió a la ambulancia rápido, sentándose en un pequeño banco que había en la enorme camioneta mientras agarraba la mano de Kibum, su Kibum que aún seguía con los ojos cerrados.
-Todo va a estar bien Kibum, sea lo que te haya pasado todo va a estar bien, te lo prometo, ya estás en mis manos. - el moreno besó la mano pálida apretándola con sus grandes manos. Sentía como la ambulancia iba con rapidez, esquivando a todos los autos hasta que por fin llegaron. Los médicos bajaron a Kibum y Minho fue detrás de ellos hasta que les cerraron la puerta en la cara indicándole que no podía pasar, tendrían que examinarlo.
Horas pasaban y no había respuesta. Minho se encontraba sentado con sus dos manos juntas y la mirada baja, imaginándose lo peor, con los minutos fueron llegando sus padres, los de Kibum y Jonghyun y Jinki esperando una respuesta como él, todos estaban preocupados por el ataque repentino de Kibum, no se sabía que le pasaba. Los padres de Kibum le insistían al médico pero éste solo decía que "tuvieran paciencia" pero el alto bien sabía que pedir paciencia en un momento como éste era imposible.
-¿Quieres? - Jonghyun le ofreció una taza de café a lo que Minho la aceptó, no tendría otra opción, no quería comer por lo tensionado que estaba.
-Gracias.
-Tranquilo Minho, estamos contigo. - Jonghyun le palmeó el hombro sonriéndole a la vez que Jinki se acurrucaba más a él, se había quedado dormido, Jonghyun se le quedó haciendo mimos en el pelo hasta que vieron un uniforme que identificaron enseguida venir hacia ellos, haciendo que directamente se pararan.
-¿Familia Lee?
-Sí, aquí, como está Kibum ¡Doctor díganos por favor! - gritó la madre, estaba fuera de control, quería saber que le había pasado a Kibum.
-¿Kibum ha sufrido algún tipo de conmoción últimamente?
-Emm... ha perdido la memoria por... tres años ¿Por qué? - todos miraban fijamente al doctor, queriendo saber a donde quería llegar.
-Con razón, era eso, bueno, no es nada grave, Kibum ha colapsado y quería preguntar la causa, saben algo... su comportamiento cerebral me ha dado a entender que él estuvo recibiendo tratamiento los primeros años.
-Es que así ha sido doctor, él me lo ha contado. - Jinki se metió.
-¿¡QUE!? - gritaron todos, mirándolo fijo.
-Sí, yo lo sabía, lo supe... ayer, pero quería que Kibum viniera por sus propios medios, quería que estuviera preparado.
-Bueno, perdón por interrumpir la discusión pero quiero informarles que la causa de que él haya colapsado tan repentinamente se debe por lo que me dice su amigo, a que estuvo pasando por mucha tensión últimamente y el ser humano en sí, cuando recibe estrés o demasiada emoción al punto de querer estallar lo podemos hacer de distintas maneras y bueno, en el caso de Kibum, fue esta, pero no pasó nada grave, solo se desmayó por el impacto y el estrés.
-Gracias doctor, ¿Podemos pasar a verlo?
-Ya es tarde, disculpen pero no se puede... aunque puedo hacer la excepción por una sola persona.
-¡MINHO! - gritaron todos y cuanta razón tenían, Minho era el que más necesitaba verlo.
-Yo iré, doctor. - dijo Minho, ansioso de poder ver por fin al amor de su vida.
-Está bien, sígueme.
-Espere doctor. - la madre interrumpió - ¿Cuándo darán de alta a Kibum?
-Eso no se sabe aún señora pero de seguro en estos días, tenemos que inspeccionarlo bien antes de dejarlo ir, es un tema muy delicado el de su hijo.
-Muchas gracias. - dijo no muy convencida la señora.
-Anda Minho y por favor transmítele nuestros saludos, Kibum al que más necesita ahora es a ti. - el padre de Kibum acarició el hombro del más alto, apretándolo.
-Lo sé y por eso no lo voy a dejar solo en ningún momento, muchas gracias. - a medida que se iban yendo, todos abrazaban a Minho, brindándole su apoyo, su fuerza para transmitírsela a Kibum.
-Muy bien, sígueme, te daré un par de indicaciones, no puedes decirle ninguna noticia que lo altere mucho, cuando despertó estaba consciente de todo pero aun así, está muy débil.
-Entiendo doctor. - asintió levemente.
-Muy bien, mucha suerte, eres libre de pasar. - el doctor le sonrió y a Minho literalmente le tembló todo el cuerpo, estaba a nada de ver esos ojos de nuevo, estaba a un paso de poder ver a Kibum, el chico que tenía su corazón a pesar de los años, nunca pudo mirar con los mismos ojos a nadie, a ninguna otra persona que no fuera él. Lo amaba demasiado.
Abrió la puerta despacio y pasó, vio como Kibum giraba su rostro y lo miraba, lo vio en una habitación blanca, aburrida, acostado en una camilla, tan hermoso como siempre... su Kibum.
-Por dios Bummie, que te han hecho. - Minho cerró la puerta rápido y avanzó hacia la camilla agarrando el rostro de Kibum entre sus manos, acercándolo a su boca, besándolo al fin, sintió como Kibum correspondía mientras ambos se quejaban en el llanto, sus lágrimas caían pero aun así no quería separarse de los labios contrarios. Kibum estrujó el traje de Minho entre sus manos, dejando sus nudillos blancos porque era demasiado lo que estaba sintiendo, Minho... estaba ahí con él a pesar de todas las barreras, estaba ahí... llorando con él, besándolo como lo hacía en el pasado, juntos... como tendría que haber sido siempre.
-Minho... - susurró Kibum con la voz desgarradora, se separaron solo un poco después del beso y Minho repartió besos por todo su rostro.
-Te extrañe, te extrañe, te extrañé... te extrañé como no tienes ni idea.
-Yo también Minho, todo esto fue una locura, una verdadera locura, te amo mucho, enserio, nunca más te alejes de mí. - Minho bajó la mirada y vio desesperación en Kibum y rió.
-Nunca, nadie, podrá separarnos, por favor... no pienses más en eso que el doctor me dijo que cualquier emoción fuerte podría causar otra recaída.
-Sí... también me lo ha dicho. -Minho arrastró un pequeño banco y lo puso al lado de la camilla, sentándose, agarrando la mano de Kibum. - ¿Mi familia... está bien?
-Ha sido fuerte, estábamos todos desesperados desde el momento en que te desmayaste en mis brazos, temía que pasara lo peor, pero aquí estas... conmigo. - Kibum seguía llorando mientras apretaba la mano de Minho.
-Te amo Minho, mucho, mucho, nuestro amor pudo con todo.
-Con todo Kibum, con todo, yo también te amo, demasiado, no te das una idea de cómo me ponía el verte en frente mío, siendo otra persona... no reconociéndome, me dolía el alma. - los ojos rojizos de Minho comenzaron a acompañar a los de Kibum, ambos estaban sacando fuera todo el dolor.
-Y yo... cuando me enteré que esos farsantes me habían robado la vida... que habían hecho lo que quisieron conmigo me dolió también, porque en algún momento pensé que ya te había perdido.
-Nunca Kibum, ¿Escuchaste? Nunca, mi amor es solo para ti. - Minho agarró del mentón a Kibum con la otra mano, volviéndolo a llevar a su boca, Kibum se enderezó más agarrándolo de las mejillas correspondiendo el beso, el beso más largo que habían tenido. - No te imaginas Kibum, no te imaginas como me tuve que controlar para no romperle la cara a Taemin o a Jongin.
-Tranquilo, por favor, no te tenses, estamos juntos, como debe ser.
-Sí... como debe ser. - se volvieron a besar entre lágrimas hasta que volvieron a separarse solo un poco, Minho directamente llevó sus manos a las mejillas coloradas de Kibum borrando todo el rastro de lágrimas, limpiándolas. Después, sacó su collar de adentro de su camisa, mostrándoselo al pelinegro de nuevo. - Lo recuerdo Kibum, recuerdo patente la noche en que decidí darnos nuestro collar como sello de nuestro amor, dos iniciales que nunca se separaron y que hasta el día de hoy siguen unidas, recuerdo ese mismo día en donde hicimos el amor en esa hermosa playa, donde juramos amor a pesar de todo, donde prometimos dejarlo todo de lado por nosotros, lo recuerdo. - Kibum sacó su collar también, mirando a Minho con adoración mientras sus manos volvían a las manos morenas apretándolas mientras le sonreía. - Pero... - suspiró - Ya no es necesario seguir recordando el pasado, estamos en nuestro presente, el presente que vamos a vivir de hoy en adelante ¿Me acompañarás en este camino largo e interminable?
-Te acompaño. - respondió Kibum sin dudar, esta vez besándolo él, pasando sus brazos por el cuello del más alto, besándolo con adoración, con amor, con miles de sentimientos que se acumulaban en su estómago haciéndolo sentir las mariposas que cualquier niña sentiría, porque estaba amando al hombre de su vida, al hombre que amaba con todo el corazón. Estaba dispuesto a apostar todo por él, a quemarse las manos por él, amaba tanto a Minho. - Minho... - dijo Kibum en un leve susurro, muy despacio, rompiendo el beso- Pasa la noche conmigo, no quiero que te vayas.
-Pero... Kibum, me echaran.
-Shhh, tú solo hazlo. - Kibum dejó un espacio en su camilla y Minho lo miró expectante.
-Siempre tan caprichoso. - rió y se levantó del pequeño asiento, sacándose su saco y sus zapatos, se acercó lento a la camilla y se acostó junto a Kibum, pasando un brazo por la nuca de éste mientras Kibum apoyaba su mejilla izquierda en el pecho de Minho, el moreno le dio un beso en la coronilla de su cabeza y lo apretó más a él, hasta que finalmente se durmieron, ambos en los brazos del otro... como tanto necesitaban.
Habían pasado por tanto que ahora solo querían estar juntos, arriesgándolo todo por ellos, querían ser feliz de una vez por todas, como tendría que haber sido... siempre.