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Los ojos de un asesino por Akane Natsu

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POV Yukine 

Esa noche Yato había llegado más tarde de lo normal aunque no le pregunte la razón ya que era su vida privada al menos ya regresaría a la escuela y de cierta forma me alegraba, no es que tuviera mucho amigos pero si tenía un mejor amigo que seguro estaba muy preocupado por mí ya que su personalidad era la verdad no sabía describirlo exactamente.

-Mañana regresas a la escuela ¿no?- me pregunto Yato una vez que ya ambos estábamos en la cama dispuestos a dormir aunque parece que ninguno de los dos podía hacerlo.

-Si ya mañana estaré de regreso y debo estar al día con mis clases pérdidas- me daba pereza tener que reponer todo lo perdido pero no tenía otra opción.

-Mañana deberías tener cuidado ¿A qué hora sales de clases?-

-Seis de la tarde más o menos ¿Por qué?-

-Solo tenía duda-

-Está bien, buenas noches- le dije dándole la espalda para poder dormir, minutos después solo sentí el brazo de Yato en mi cintura, cada vez que dormía con él tenía la manía de hacer eso, no me molestaba en lo absoluto porque también me gustaba cuando lo hacía o bueno más bien me estaba acostumbrando así que solo cerré mis ojos para poder dormir.

La luz de la habitación me despertó repentinamente, me talle los ojos para adaptarme a esa luz, Yato como siempre ya se había ido, creo que ahora estaba entrando más temprano de lo normal y aunque llegaba más tarde seguro no era por su trabajo porque a veces llegaba molesto e incluso fastidiado, no me imaginaba la razón ya que yo lo consideraba una persona tranquila.

Me duche como todas las mañanas, medio prepare el desayuno ya que no tenía ni hambre ni ganas de hacer nada, ya almorzaría en la escuela y al menos aún tenía dinero aunque estaba tratando de ahorrar todo lo posible pero tampoco quería ser una carga para Yato, me lave los dientes, tome mi mochila y me Salí de su casa directo a la escuela, iba tranquilo lamentablemente no me podía confiar mucho, esta era una ciudad peligrosa siempre lo había sabido pero ya lo había comprobado.

Cuando llegue algunos compañeros me miraron raro ya que llevaba días sin presentarme, quizás hasta creerían que estaría muerto y más por lo que sucedió en mi hogar, no dudo que hubiera salido en las noticias de todos los días pero ignore ese hecho, sé que me querían preguntar pero no es como si me hablaran desde que entramos, para mi eran completos extraños, me senté en mi lugar a esperar que dieran las clases ya después pediría los trabajos, tareas, ensayos y proyectos que quizá hubieran dejado.

-¡Yukine!- escuche como me gritaban y antes de fijarme en la persona ya estaba aferrada a mi o más bien aferrado ya que reconocería ese cabello gris en cualquier lado.

-Atsushi, podrías soltarme, todos nos están mirando raro- y era verdad, todos o al menos la mayoría nos veían así.

-Ehh...Perdón- dijo apartándose de mi -Pero es que llevas días sin aparecer y lo que sucedió en tu casa, creí que no te volvería a ver- me dijo casi a punto de llorar, en verdad que siempre había sido así desde que lo conozco, un pequeño llorón.

-Estoy aquí, no me paso nada- una pequeña mentira no le afectaría y al menos que no me descubriera porque me conocía muy bien para mi gusto.

-¿Seguro que estas bien?- me dijo analizándome con la mirada, le hubiera sonreído pero yo no había eso y él lo sabía así que le respondí con simple "si" con mi característico tono de seriedad.

-Mmmm... te creeré y dime ¿Dónde has estado en este tiempo?-

-En casa de un...conocido- le dije ya que no tenía en claro que era Yato para mí ya que ni amigo me consideraba-

-¿Tu novio?- pregunto de lo más tranquilo, la sangre se me subió a la cabeza y rápidamente negué.

-Claro que no, solo es un conocido-

-Ohh lo comprendo- La maestra entro en ese momento, me salvo de su interrogatorio que ya me parecía eterno, él se fue a su lugar que estaba al lado de mi pero no me decía nada durante las clases ya que ambos llevábamos buenas calificaciones y rara vez nos distraíamos.

En el descanso tampoco me hablo del tema, solo hacia tonterías y bromeaba conmigo o algunas veces cuando estaba triste hablaba de los problemas de su hogar, él no era deseado y sus padres se lo repetían hasta el cansancio y a pesar de todo aparentaba estar bien y tener una vida cotidiana como cualquier estudiante.

-¿Cómo vas con tus padres?- le pregunte y pude como sus ojos color violeta con amarillo reflejaban tristeza-

-Lo normal, ya sabes lo que me dicen pero creo que me acostumbrare-

-No debes acostúmbrate Atsushi, eso sería lo peor-

-Lose pero por ahora fingiré que no me importa nada de lo que me digan mis padres-

-Solo finge ante ellos, yo soy tu amigo y puedes contar conmigo para lo que sea-

-Gracias Yukine, no sé qué hubiera hecho si no regresabas pero tenía la esperanza de que lo harías- la campana para entrar a clases sonó y nos dirigimos a nuestro salón, las clases iban bien, exactamente igual, bilogía siempre me daba sueño al igual que a todos, cuando tocaba esta asignatura sería mejor que nos pidieran nuestra almohada porque la maestra explicaba de una forma tan aburrida aparte de aburrirnos no aprendíamos nada, mire a Atsushi que se encontraba perdido creo que hasta estaba babeando en su libro, solo me pude reír, al menos esa era la última clase, cuando la maestra se fue todos nos despertamos como por arte de magia aunque Atsushi seguía perdido, lo levante casi a gritos porque no quería levantarse

-Cinco minutos más- me dijo entre sueños.

-Nada de cinco minutos, vamos levántate que no me quedare hasta tarde- y ahora si me hizo caso, guardo sus cosas y salimos de la escuela, íbamos tranquilos hasta que en la puerta de salida estaba nada más ni nada menos que Yato, me estaba esperando o quizás tenía una novia en el instituto, me iba a pasar de largo pero me tomo del brazo

-Todavía de que vengo por ti me ignoras- me dijo, Atsushi se le quedaba mirando con curiosidad

-Creí que vendrías por alguien mas- le respondí

-Vengo por ti- miro a Atsushi y por primera vez lo vi sonreír, tenía bonita sonrisa -Te lo robare-

-Ehh... así claro adelante- Atsushi salió corriendo y desde lejos solo me grito que quería los "Detalles"

-Vamos- dijo Yato y ambos nos dirigimos a su casa.

 


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