Pov' yato
Ese chico se marchó, se llama yukine o eso me dijo pero estaba seguro que lo volvería a ver, una corazonara quizás, salí de la cama y me dirigí a la ducha, me desnudé y entre, deje que el agua y el jabón me limpiarán cuando salí me seque mi cuerpo y mi cabello, me vestí con él uniforme de mi trabajo, desayune y me fui, entregar correspondecia no era ¡wow! Lo mejor de este maldito mundo pero quien no trabaja no come, había más trabajo de lo normal ni idea porque pero no me importaba, cuando recogía las cartas todos o casi todos hablaban del nuevo asesino o no se como lo consideren porque ayudaba librándose de escoria que no necesitaba el mundo, las personas ya estaban muy podridas y necesitan que alguien las libere, pero al final era otro asesino creyéndose héroe, un delito imperdonable, lo llamaban "Él asesinó de ojos azules" que original...quienes lo habían visto y seguían con vida así lo nombraban porque sólo eso veían ya que cubría la mitad de mitad de mi rostro asi no me reconocerían y seguía con mi vida relativamente normal, muchas personas tanto hombres como mujeres me coqueteaban demasiado, era algo incomodó pero divertido, las ultimas cartas eran para una familia, cuando llegue notaba algo raro pero no le tome importancia hasta que un grito me alertó, entre sigilosamente, el haberme hecho asesino a temparana edad me ayudaba a pensar como ellos, caminar sin hacer ningún ruido y matar sin titubear a parte de poseer un poco de habilidad digna de un asesino de elite, había mucho desastre dentro de la casa, escuchaba risas y sollozos, por el sonido eran 3 víctimas y 7 atacantes, lo sabía, me escondí en un rincón de la sala y lance un jarrón lejos rompiéndose, al menos uno debía revisar, cuando estuvo lo suficientemente cerca salí de donde estaba y rápidamente tome su cabeza girándola a mi derecha rompiéndole él cuello propinandole una muerte rápida, hubiera querido más diversión pero debía darme prisa para salvar a las víctimas auqnue me gusto el sonido que provoco su cuello al romperse, jamas me cansaría de esto, tome sus dos pistolas que llevaba y una navaja igual, mire el interior de la cocina, quedaban seis, me concentre en los que estaban cerca, tres victimarios, dos hombres en el suelo amordazados y a lo lejos una mujer, no me gusto esa escena ya que, estaban abusando de ella, que trauma ver como violan a alguien de tu familia sin poder hacer nada, cerré los ojos y me concentre, tres disparos solté, dos certeros en la cabeza y uno fallido dándole en él hombro, joder ahora debía moverme, corrí detrás del muro y empezó el tiroteó, solo debía concentrarme, mi puntería era perfecta, salí y solté solo un disparo, escuche como cayo al suelo pero no contaba con que:
-Sal o los matamos-
-Mierda- Escondí la navaja en mi mano tirando él arma al suelo escondiendo la otra y antes que dijera algo le dispararon a la mujer.
-Esto por matar a mis compañeros- Él chico del suelo gritaba pero no se escuchaba demasiado ya que seguía amordazado y lo reconocí, me acerque poco poco a él, al menos a él lo protegería porque el otro cuerpo ya llevaba rato desangrándose, tome la navaja y la lance, quedó en su pecho, no lo mataría al instante pero cuando iba a sacar la otra pistola ahora el que caía de rodillas era yo, sentí el dolor cuando la bala me perforó el estómago, dolía y mi ropa rápidamente se llenaba de sangre, caí al suelo tratando de acercarme a yukine, veía como lloraba, no debía llorar por alguien como yo, ahora sentí como me pateaban alejándome de él.
-¿Que hacemos con él chico?-
-No lo llevamos, de algo servirá-
-Y este bastardo- dijo acercándose a mi tomándome de mi cabello
-Dale otro disparó y deja que se muera- y de nuevo dolor, veía borroso, todo pasaba muy lento mientras veía como arrastraban a yukine y solo sus ojos naranjas llenos de lágrimas pude ver...