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Fuego y Hielo (pausado) por sharedey

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Notas del capitulo:

Hoooola =D 


Hoy vengo con un nuevo capítulo de esta historia ^0^ esta algo corto :( aún así espero que lo disfruten n.n 


 


Gracias a las maravillosas personas que se toman el tiempo de comentarme :D me anima mucho ^0^ y a tod@s en general, muchas gracias por leer =D 

 El sol se asomaba por la ventana y el ruido de las tropas ejercitándose hizo que despertara. Se tallo los ojos y en seguida noto que el rey de Nihon ya no estaba al lado suyo, lo busco por el alrededor con la vista, pero era un hecho de que ya se había marchado,  algo in poco extraño, pues normalmente él siempre lo veía marchase. Quizá hoy había salido más temprano por el acontecimiento que se efectuaría esa noche y no quiso despertarlo, sonrío tras ese pensamiento.
 
 Decidió ponerse de pie y alistarse. Aun cuando ahora era el reihí de Nihon, no sabía con exactitud cuál era su principal deber en aquel palacio, no quería creer que solo estaba ahí para complacer al rey, no podía conformarse con ayudar solo de esa manera a su pareja. 
 
—Ya despertaste…— escuchó de pronto la voz de aquella mujer, la cual le había dicho llamarse Yuuko— perdona que entre sin tocar, pero lo que vengo a decirte no podía esperar— eso lo confundió un poco.
 
— ¿de qué se trata?… — se limito a preguntar.
 
—Es sobre tu presentación a la madre del rey…— y eso lo sorprendió; ya llevaba días en aquel palacio y era la primera vez que oía de la existencia de dicho personaje.
 
— ¿la madre del rey? 
 
—así es. Ella es una mujer un poco estricta, pero es una buena persona. Hasta ahora estaba en contra del acuerdo que hiso Kurogane, el trato que él propuso a cambio de su ayuda en esta guerra, el de unirte tú con él y el príncipe de Clow con su hermana. Ella consideraba que tal cosa traería problemas, y que lo mejor era actuar por cuenta propia; sin embargo el rey no la escuchó y se empeño en ejecutar esas uniones para formar la alianza con los reinos vecinos, tomando en cuenta el numero de guerreros que tienen los usurpadores del reino de hielo, yo misma le aconseje que era la mejor opción a riesgo de que se supiera la verdad…- concluyó
 
 
 El chico rubio escuchaba atentamente; las últimas palabras eran las que más lograron captar su atención ¿Qué se supiera la verdad? ¿Qué significaba exactamente eso?
 
— ¿Cuál es esa verdad que oculta este reino?... — preguntó directamente, por lo que la pelinegra tomo aire antes de responder. 
 
—ahora formas parte de este reino y la verdad te será revelada; sin embargo eso no es algo que me concierna hacerlo a mí, solo vine a prevenirte porque será la reina misma quien hable contigo…— el rubio sintió un poco de miedo al escuchar lo último. Conocer a la madre de Kurogane no le parecía una buena idea— el rey Kurogane ordenó no dejarte salir de aquí, así que tendrás que recibir a la reina en este lugar. Será mejor que te vistas— y después de decir aquello, la llamada bruja se marchó dejando a un ojiazul algo confundido. 
 
 
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 Las tropas se preparaban para el ataque que efectuarían esa noche; habían planeado llevar esa hazaña desde hace mucho tiempo y si todo salía bien, hoy por fin darían el primer paso para conseguir la victoria final,  la conquista al reino de hielo 
 
  En uno de los campos de entrenamiento practicaban un gran número de jóvenes que habían sido escogidos por el mismo rey para formar parte del escuadrón de arqueros, el cual sería comandado por Yue, el general enviado del país de Clow. Su destreza con el arco no tenía comparación, pues cada tiro que daba llegaba justo en el blanco.
 
— ¡si no consiguen obtener esta puntería, tengan por seguro que esta noche solo irán a morir!...- hablaba el peliplata después de mostrar sus habilidades con el arco y flecha, luego prosiguió a poner a prueba a cada uno de los allí presentes. 
 
 
  Uno por uno los chicos lanzaban sus flechas; sin embargo la mayoría solo lograba dar en lugares cercanos al blanco, más no al blanco en sí mismo, se les dificultaba el hecho de tener que hacerlo montando a caballo.
 
 Hasta que llegó el turno del peligris, el cual se subió al caballo, aún era incomodo, pero comenzaba a acostumbrarse. Tomó su arco y apunto al blanco mientras el animal avanzaba; una a una fue lanzando sus flechas. Para todos fue una gran sorpresa ver que de los seis tiros que dio, no había fallado ninguno.
 
—Eres bueno Jhin…— le felicitó el general de Clow, al momento que el más bajo bajaba del caballo.
 
—Diría que he practicado mucho…—- respondió sonriendo pasivamente; mientras el príncipe de Clow hacía acto de presencia acercándose apresuradamente al lugar
 
—hable con el rey…— habló de pronto el moreno captando así la atención de los dos ahí presentes— acabo de ver tu destreza con el arco y flecha, así que creo que eres el candidato perfecto para quedarte esta noche a proteger a la reina, la princesa y el reihí mientras las tropas de Nihón marchan al campo de batalla— continuó mirando fijamente al chico peligris
 
  Por su parte Yukito guardo silencio ante la repentina orden de Touya. El moreno sabía cuán grande era su deseo de descubrir la verdad acerca del rey de Nihon, y no le importaba tener que enfrentarse a la muerte con tal de conseguir su objetivo; pero ahora se presentaba de un modo tan improvisto para sobreprotegerlo, como lo había hecho siempre. Eso de algún modo lo molestaba. 
 
—podemos dejar a otros encargarse de eso, aquí hay muchos novatos que no están listos para enfrentarse a una batalla real, ellos serán los que cuiden el palacio en nuestra ausencia. Jhin no, el es muy bueno con el arco y su ayuda es mucho más útil que la de diez soldados que están allá…- habl-o serio el peliplata señalando a un grupo de soldados inexpertos
 
 Aún así Touya no se inmuto, el ya lo había decidido; no permitiría que el de piel albina se exponga al peligro de un modo tan imprudente. podría tener mucho entrenamiento y ser bueno en muchas cosas; pero estar en un campo de batalla era algo muy diferente, estaba seguro que por muy talentoso que fuera Yukito, jamás sería capaz de atentar contra la vida de un ser vivo, y eso en una guerra podría ocasionarle la muerte. 
 
—no voy a discutir esta decisión, el soldado “Jhin”… —- pronuncio el nombre un poco dudoso, pues sabía que ese no era el verdadero nombre del peligris— se quedara a comandar a los novatos que se encargaran del cuidado del reino. Esta es una orden directa del rey— y tras decir lo último se marchó, dejando a los dos ahí presentes un poco molestos.
 
  Yukito entendía que Touya se preocupaba por él, pero sabía también que el hecho de que el príncipe de Clow tuviera especiales atenciones con él podía ponerlo al descubierto.
 
—Bueno, al parecer hoy no será tu primera batalla…— habló Yue captando la atención del más bajo.
 
—tal parece que no…— respondió casi en un suspiro mientras se alejaba llevándose al caballo ante la atenta mirada del peli plateado. Su intuición no lo engañaba, había algo diferente en ese chico, y en la relación que tenía con el esposo de la hermana del rey.
 
………………………………………………………….
 
  Caminaba en dirección al cuarto de su hijo para conocer a su nuero. Todavía sentía que toda esta situación era muy peligrosa, pero conociendo como era Kurogane, sabía que si había tomado una decisión difícilmente podría hacerlo cambiar de parecer; por lo que no tenía más opción que tomar sus propias cartas en el asunto; después de todo, era evidente que necesitaban con urgencia el nacimiento de un heredero y esta no era la forma más peligrosa de conseguirlo. 
 
 Llego al lugar y se mantuvo quieta por un momento, antes de que una de las mucamas que la acompañaban abriera la puerta para que pudiera pasar. Al entrar lo primero que vio fue a un chico de piel blanca, ojos azules y cabellos rubios, muy distinto a lo que se acostumbraba ver en el reino de Nihon. 
 
—mucho gusto…— saludó el chico; sin embargo la mujer tan solo hizo una señal a las mucamas para que los dejaran solos en la habitación, mientras ella tomaba asiento. 
 
— ¿te llamas?... —preguntó sería, eso ponía nervioso al menor. 
 
—Fye…— respondió tratando de ser amable. 
 
—bien Fye, seré directa contigo. La verdad yo estaba en contra de los planes de mi hijo, pero ya que aún con mi objeción los llevo a cavo no me deja otra opción que cooperar. Por lo que te diré esto: Aquí tu única misión es brindarnos un heredero, si después de hacerlo quieres marcharte yo te lo permitiré, no hay más razones para que te quedes. Cómo puedes ver, Nihon es un reino muy grande, pero a causa de esta guerra que perdura ya casi un siglo, la vida que llevamos no es prospera, por lo que las leyes también son corruptibles. Ganada la guerra, se termina la alianza, no es difícil comprender…— concluyó sin dejar su expresión sería. 
 
 El rubio guardo silencio por esas palabras; le dolía pensar que después de todo solo estaba ahí para complacer al rey. Saber que no era visto más que como un objeto que podía ser usado y desechado fácilmente, lo entristecía.
 
—no planeo marcharme…— habló sorprendiendo un poco a la reina— es verdad que mi unión con Kurogane se dio en circunstancias poco comunes, pero si acepte fue en honor a una promesa y no la voy a romper. Quizá a usted le cueste verme emparejado con su hijo, o tenga otras razones, no importa; pero ahora que formo parte del reino de Nihón planeo tomar mi lugar como reihí, me rehusó a ser tratado solo como un objeto…—- concluyó serio y sin dejar de mirar a la reina; por lo que esta sonrió de medio lado.
 
—no sé porque mi hijo te eligió, pero al parecer no es tan desagradable que lo haya hecho…—- esas palabras lo confundieron un poco— la verdad creía que aceptarías la oferta de marcharte enseguida; sinceramente yo lo habría hecho, pero si planeas quedarte es mejor que sepas la verdad, dependerá de tu respuesta mi decisión— y eso lo confundió aún más ¿la verdad? ¿A qué decisión se refería? 
 
— ¿este reino oculta algo?
 
—el reino en si no, la gente común que vive dentro y fuera del palacio tampoco; sin embargo no puedo decir lo mismo de mi hijo y yo, ya que nosotros tenemos un secreto que hemos guardado por generaciones, una maldición que quizá tú puedas romper— la mujer lo miró fijamente al decir lo último, eso lo ponía nervioso.
 
 
— ¿Cuál es ese secreto?...- se limito a preguntar
 
—no es fácil de explicar si no te cuento la historia primero. Pero antes debes saber que si decides escuchar esto tu vida correrá un grave peligro, y en caso de que me des la respuesta correcta, pase lo que pase no debes decirle a Kurogane lo que te contare.
 
   El rubio quedo en silencio al escuchar aquello. El relato apenas comenzaba y ya sentía que no estaba entendiendo nada; pero estaba dispuesto a continuar oyendo si con eso lograba disipar todas sus dudas; no podía evitar preguntarse si en verdad ese secreto era algo tan malo.
 
 

 

Notas finales:

Bien :D hasta aquí por hoy, espero haya sido de su agrado ^^ la continuación la traere lo antes posible =D y ya saben, cualquier duda, sugerencia, critica, o comentario es bien recibida ^0^ cuídense mucho por favor. Hasta pronto ^_^ 


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