¿Qué necesita el ser humano para vivir ? Todas las mañanas el CEO Bang se realizaba ese cuestionamiento pero a sus 30 años nunca obtuvo una respuesta que englobara las necesidades básicas de la pirámide de Chomsky aunque ahora todo era diferente, su vista era atrapada por los movimientos demenciales de una cadera donde parecía encontrar la anhelada respuesta, bueno, tal vez solo se topo con la primicia de su propia necesidad, él requería de ese castaño de piel color nieve, de esos ojos brillantes, no para vivir sino para sobrevivir, estiro la mano llamando al joven este camino usando simplemente una camisa, sin ropa interior que cubriera su intimidad tomo asiento en las piernas del CEO, estiro sus brazos para rodear su cuello, sus labios se encontraron como si muchos años los amantes perversos estuvieran separados, aquellos finos dedos largos se colaron entre las doradas hebras, no hay una necesidad estándar para satisfacer al ser humano ya que somos distintos y cada uno le asigna un peso diferente a los sueños algunos pueden ser imposibles y otros un tanto "simples".
— ¿Quieres que te programe una cita con el director general de bailarines de la empresa? — le cuestiono mientras sus dedos delineaban aquellas finas facciones.— Eres bueno y puede haber una vacante en el grupo serás de apoyo pero tendrás un estudio para ensayar, compañeros para crecer y un profesor de quien aprender ¿que te parece? — Jun estaba hechizado por esa varonil voz, acerco sus labios para morder las clavículas que sobresalían del desnudo pecho del hombre que solo llevaba el saco puesto.— Solo es una idea podemos probar con otra cosa.
— Me agrada tu propuesta.— Por fin habló deteniendo sus actos para tratar de compactar su cuerpo y resguardarse en el regazo del hombre.— Hace muchos años que nadie me ofrece algo sin esperar nada a cambio.— Pego su oído para escuchar ese corazón latir.— Eres mi dueño no me opongo a tus deseos.— Bang se removió nervioso gesto que Jun interpreto como molestia.— Voy a ir a la envista por que quiero hacerlo busco la nueva vida que quieres regalarme.— Beso la piel expuesta.— Pero debes ser parte de esa nueva vida.
¿alguna vez se han sentido amados sin merecerlo? Jun se sintió de esa forma cuando sus padres gritaban lo orgullosos que estaban de sus logros pero el joven por dentro se podría, se quebraba, su orientación era una cualidad de la cual se debía sentir pena, vergüenza por eso nunca pudo aceptar los cumplidos, hay personas que no nos creemos merecedoras de muestras de amor, tememos que esos aduladores estén impresionados por una mascara emitió una sonrisa nunca uso una delante de ese hombre, quería caer en el juego de creer de nuevo en elefantes rosas, en cerdos voladores, no le importaba levantarse el día de mañana descubriéndose aplastado por sus fantasías, herido por sueños estúpidos que solo los tontos creen, anhelaba ser uno, elevo los labios para besarlo, era dulce, suave, bello y exquisitamente perfecto ¿De esa forma se siente el amor? concepto ambiguo, desgastado y sobre explotado por banalidades sin sentido, un gemido escapo de su garganta al percibir como sus muslos eran acariciados, hay veces que simplemente cerramos los ojos y nos dejamos llevar por el dulce néctar de las fantasías creadas en el interior de nuestras locas mentes, ese instante te sientes vivo, Bang se levanto cargando a su amante para sentarlo sobre la fina superficie del escritorio de caoba, lo sujeto de la barbilla para morderlo.
JunHong caminaba con varias bolsas de compras en sus manos una sonrisa se dibujaba en sus labios al recordar el fantástico día que tuvo cuando se acercaba a su destino encontró a un chico sentado en el piso con el rostro escondido en sus rodillas, alcanzaba escuchar unos sollozos cuando la figura percibió su presencia levanto la cabeza y sus miradas se cruzaron fue entonces que descubrió la identidad del extraño, era YoungJae quien llevaba la mirada perdida, los ojos rojos y vidriosos, el mismo chico del día anterior su semblante era mas angustioso, mas doloroso, mordió su labio inferior ese rostro le conmovió por ello Jun le tendió la mano invitándolo a ponerse de pie.
—Lo siento Bang tuvo una reunión de emergencia ¿quieres pasar?— El mayor asistió sujetando fuertemente la mano de Jun quien abrió la puerta dejando entrar al chico, Jae al verse en el interior rápidamente coloco el seguro.—¿Qué sucede? —Cuestiono sorprendido su respuesta llego en una ráfaga de golpes a la madera.— ¿Qué diablos? ¿Quién toca de esa manera?
YoungJae con movimientos mudos le indico que guardará silencio, Jun no alcanzaba a comprender la situación parecía que ese pedazo de madera en cuestión de segundos se iría a bajo, bufidos, gritos, golpes con el puño se alcanzaban a escuchar, JunHong se percato que su compañero temblaba debido a que no soltaba su mano sino la sostenía fuertemente, lo rodeo con sus brazos como un movimiento inconsciente aunque no tuviera ni la mínima idea tuvo muchas ganas de llorar, ese chico le agradaba, Bang le platicó la forma tan graciosa que lo conoció, en un inicio salieron un par de veces pero después le confeso que estaba enamorado de alguien más para él era uno de sus mejores amigos, le fascinaba molestar a DaeHyun con quien no se llevaba bien debido a que era bastante celoso.
—Youngjae necesitamos hablar no puedes dejarme, no puedes simplemente irte.— Un grito ahogado de un chico se coló por las ranuras.— No estoy dispuesto a perderte, a ti no, tienes que salir y hablar.— Una nueva ráfaga de puñetazos se hicieron presentes.— Te prefiero a ti sobre mi familia no me importa comenzar de cero, por favor vuelve conmigo.—Los golpes cesaron, Dae pegaba la frente en la madera, sus dedos acariciaban esa superficie, lagrimas rodaban por sus mejillas.—No me dejes, por favor amor mío vuelve a mi lado juro que voy a morir sin ti.
— No, es tu deber como único hijo ser el sucesor de la compañía en la que tanto has trabajado no puedes perderlo todo por un capricho ambos éramos consientes de que te casarías.— Le contesto YoungJae tratando de nivelar el tono de su voz se aferraba fuertemente a la camisa de su compañero.— Estuve a tu lado conociendo que nuestra relación tenía fecha de caducidad y ahora que expiro nuestro tiempo he aceptado mi futuro sin ti.—Su voz se quebró pero junto todo su coraje para proseguir.—No quiero que me vuelvas a buscar, no es justo que pierdas quien eres por un pedazo de carne que calienta tu cama en las noches, no soy necesario en tu vida, olvidarme y sigue tu camino.
Una ráfaga de atropellos salieron de los gruesos labios del heredero Jung para terminar en un berrinche, el hombre bufaba como una bestia herida que solo sabe atacar para tratar de defenderse, con su último aliento pelearía para detener a la persona más importante en su vida, apretó su mano derecha para formar un puño, sus nudillos se ponían blancos por la presión, se sentía como un inútil, un imbécil sin talento todo ese tiempo trabajando para volverse más poderoso para lograr librarse del matrimonio arreglado se habían ido a la basura, no fue suficiente, esas arduas jornadas no sirvieron, no obtuvo las ganancias requeridas por ello ahora debía cumplir la palabra de su padre o abandonar a su familia, en lo más profundo de su ser no podía, esa empresa era parte de su personalidad tantos años manejándola, Jae lo valía de eso estaba seguro pero simplemente le costaba irse con las manos vacías.
—No quiero estar a tu lado, lo siento Dae, lo siento.—Habló en un hilo de voz.—Traté de imaginarme como tu amante pero no puedo, no puedo compartirte, me desgastaría hasta amargarme por dentro y pudrirme así terminaría odiándome y detestando tu presencia.—JunHong apretó más a ese delgado cuerpo contra su pecho.—Quiero una nueva vida, un nuevo amor, ella te agrada lo sé y no esta mal yo siempre te anime a tratarla.—Mordió su labio con tal fuerza que un pequeña herida se formo.— Sé que podemos ser felices separados.
—Lo dices porque quieres quedarte con él ¿Verdad? la primera vez que terminamos comenzaste a salir con él por más que te rogaba dejar de contactarlo continuaba estando a su lado.—Aquellas palabras eran dichas por un hombre cansado y atestado de ideas locas provocadas por los celos, el dolor de perder a su tesoro.— Por ello aceptaste trabajar en su empresa, siempre que peleamos huyes a su lado, él es mi reemplazo.—La lagrimas escurriendo por su cuello mojaron el cuello de su camisa.— Ahora lo entiendo todo, no te voy a buscar, lo nuestro simplemente termino.
Unos pasos se escucharon recorrer el pasillo en cuestión de minutos las piernas del mayor fallaron y se doblegaron sino fuera por Jun el chico de cabellos negros hubiera dado contra el piso, el maknae consoló a su compañero por un par de minutos hasta que este dejo de llorar para enfocar su mirada en la nada, crecer con el amor de tu vida como mejor amigo debe ser la historia de amor más aburrida y tediosa, las sorpresas se acabaron, no hay secretos, ni misterios que resolver solo el amplio conocimiento del contrario, esa idea Jae todas las noches se las repetía delante del espejo para aprender a dejar a DaeHyun, eran mentiras, cada una de ellas, no le interesaba una historia llena de drama le bastaba con convivir todos los días con esa persona especial, cocinarle todas las tardes, pelear por pequeñeces, molestarse mutuamente cuando miraban televisión, pelear por quien se baña primero, amigos y amantes, una dulce confinación que le dio sentido a su aburrida existencia nunca estuvo lo suficiente preparado para dejarlo ir, esa fue la razón porque se acerco a Bang, él sería su apoyo, su refugio, la razón principal que Dae lo dejará.
— No tengo pensado iniciar una relación con Bang.—Deletreo lentamente tratando de mantener la calma.—Amo demasiado a Dae como para pensar en alguien más, cuando conocí a Bang me sentí atraído por su personalidad terminamos siendo amigos era lo que ambos buscábamos, un consejero, un apoyo.—Los dos chicos estaban sentados en el sofá la situación era incomoda.— No me veas como un rival porque no lo soy.
Pasados unos minutos el mayor logro calmarse entre balbuceos el chico no dejaba de contar sobre anécdotas chistosas ocurridas entre él y su pareja, la primera vez que se conocieron en el colegio, la forma que todos se burlaban por el acento de Busan de DaeHyun la forma que Jae le ayudo a superar aquellas criticas, compañeros, amigos que compartieron sus miedos, ansias, deseos, anhelando un nuevo mundo, juntos, tomados de las manos, el segundo que dejaron la amistad para iniciar el romance, amantes, esa etapa que disfruto al máximo, sus escapadas a la playa, visitaron países extraños, se comieron al mundo porque en lo más profundo conocían que no tenían un final feliz, no un epilogo donde el escritor narre la feliz que fueron, sus caminos tenían una trifurcación que los separaba, los llevaba a recorrer andadores contrarios.
—¿Quieres tomar algo? .—Les cuestiono el maknae al notar que el llanto disminuir y solo se acercaba un terrible silencio.— Tengo algo de chocolate que puedo calentar así te relajas un poco, no tienes que contarme sino quieres pero debes saber que me agrada escuchar tu historia, en verdad fueron afortunados por conocerse y amarse tanto.
—Disculpa por haberte molestado de seguro piensas que soy un tonto por no pelear por él pero enserio no merece perder por lo que ha trabajado, lo he visto luchar tanto.— Se justifico el moreno sus ojos estaban cansados, raramente lloraba pero en esos instantes deseaba quedarse vacío decirle adiós a un amor que lo marcó, —Te agradecería mucho, solo quiero descansar y sé que en este lugar DaeHyun no regresará ¿Crees que tarde mucho Bang?.—Jun negó con la cabeza.—Debes ser muy especial para dejarte vivir en su departamento.
Nuevamente esa palabra desarmaban a JunHong, hace muchos, varios años dejo de ser alguien especial para volverse un objeto reemplazable, un bello juguete que se puede comprar si cuentas con el dinero necesario, eso le decían los clientes cuando se aburrían de su actitud, ni siendo niño se creyó ser “especial” sus mejillas se tiñeron rosas, les gustaba escuchar que lo era para YongGuk, no le importaba la opinión del resto del público solo de su héroe personal, calentó un poco de chocolate para servirle en una taza y dársela a su compañero quien agradeció, la vista YoungJae se detuvo en un gafete que colgaba del cuello del maknae.
—¿Vas audicionar?.—Le cuestiono nuevamente recibiendo como respuesta una afirmación.— Escuche que mañana inician, soy fotógrafo de la empresa y a veces trabajo como manager pero lo mío es la cama ¿Si gustas mañana puedo llevarte? .—Enfoco su mirada en la taza que se encontraba entre sus manos.— Me has consolado sin conocerme, estas a mi lado sin saber mi pasado, escuchas y sonríes, eres una agradable persona.
Estiro su mano para acariciar la blanca mejilla de JunHong, se sorprendió de lo suaves que eran, le regalo una sonrisa ese chico lucia como un cachorro que se sorprende por recibir una caricia en lugar de un golpe.
—No me agrada que toquen lo mío.—Una grave voz hizo acto de presencia ambos chicos giraron el rostro hacia el recién llegado.—Por los destrozos en el pasillo asumo que por fin terminaste con DaeHyun.—El hombre dejo varias bolsas sobre una mesa.—He traído la cena, HimChan me comunico que la próxima semana se dará a conocer la fecha de la boda ademas me comentó que ..—Bang se detuvo al sentir la fría mirada de JunHong, nunca tuvo tacto para dar malas noticias.—Todo esto te lo esperabas pero temo que no puedes quedarte en …
—Claro que puedes quedarte con nosotros el tiempo que necesites hay otra habitación donde puedes descansar.—Interrumpió Jun caminando hacia la mesa para sacar los platillos comprados por Bang.—Ademas mañana me acompañaras a la audición tengo muchas dudas, podemos pasar tiempo juntos a veces me aburro.
Bang miraba de reojo las sonrisas que JunHong formaba en ese perfecto rostro, era claro que se esforzaba por hacer sentir cómodo a Jae quien también comenzaba animarse, el fotógrafo se puso de pie para ayudar al menor a poner la mesa, el sentido egoísta de Bang le invitaba a correr a ese chico, alejarlo de Jun pero no podía simplemente porque su pequeño amante era feliz ¿En que momento prefirió la felicidad de otros antes que la suya? ¿Porqué esa necesidad de verlo sonreír? camino hacia el castaño para sujetarlo por la cadera y guardarlo en sus brazos, sencillamente quería sentirlo a su lado ¿Por qué? ¿Por qué esa necesidad imperiosa de hacerlo feliz? YoungJae junto sus labios para no reír era la primera vez que veía a su amigo ser celoso se sintió aliviado al descubrir que era capaz de amar y que debajo de esa enorme muralla era un mortal, los tres cenaron en calma olvidando el evento de DaeHyun conversando sobre banalidades, Jae parecía amar su trabajo le presumía a JunHong sobre todos los artistas que había fotografiado, al finalizar los dos menores lavaron los trastes parece continuar conversando sobre sus gustos personales a YoungJae le ayudaba a sentirse mejor, hay veces que solo debemos llorar una vez, sacar el dolor a flote, quedarnos vacíos, huecos para llenar nuestros pulmones de un nuevo aire y levantarnos para continuar corriendo, no todo son lagrimas, ni todo son risas, necesitamos a ambas para conocer su propio valor.
—¿Porqué pedirle que se quede? .—Cuestiono el mayor desabrochando su saco mientras Jun se encontraba secando el cabello.—Honestamente no me importaría que nos escuchara hacerlo pero temo que te incomodaría.—El hombre se acerco al menor rodeándolo por la cintura.—Te dije que no era una agradable persona no me importa sacarlo con tal de que yo sea feliz.
—También recuerdo tu deseo de hacerme feliz.—Contesto levanto los brazos para colgarse de su cuello y acercar su rostro.— Ayudarle a curar sus heridas me hace feliz.—Confeso besando sus labios con dulzura.— Me agrada y quiero verlo sonreír hace años no tengo amigos, siempre he sido un juguete que no crea lazos para no sentirse abandonado.
YongGuk lanzó al menor sobre la cama donde se quito el saco para colocarse encima, lo guardo en sus brazos, mordió su barbilla, lamió aquel suave cuello donde sobreviven marcar rojizas nuevo distintivo en el cuerpo de Jun, tal vez etiquetas que nunca desaparezcan si los dientes salvajes de Bang no pierden el hambre de marcarlo, sus miradas volvieron a encontrarse, ¿Alguna vez has sentido tanta felicidad que tu pecho explotará para dejar liberar mariposas? situación infantil que solo se lee en los libros, en esos trazos negros donde el mundo es fantasioso, YongGuk siempre tuvo la fe ciega de que las novelas rosas eran para las mujeres, niñas que continúan esperando al príncipe azul quien va descender de un corcel blanco, tontas fantasías que alimenta huecas cabecitas pero en ese segundo, cuando sus dedos delineaban tan finas acciones, se miraba a si mismo como una adolescente sentada en una banca en un parque fascinaba, hechizada por palabras dulces que solo autores de la vieja guardia pueden describir, beso la punta de su nariz, su mejilla derecha, lograba ver como esas pestañas negras bajaban y subían, acto que le quitaba el aliento.
—¿Qué quieres que haga para que seas feliz? Pídeme lo que sea.—Le susurro enfocado en besar aquellos labios rosas.—Cumpliré tus sueños pero quédate a mi lado, no huyas de mi, sé completamente mío.—Lo tomo del rostro juntando sus frente.—Yo seré todo para ti, a quien necesites, solo a mi.
—Quiero que YoungJae y DaeHyun sean felices deben estar juntos.—Hablo dulcemente al oído del mayor para besar su cuello.—YongGuk hazme reír, aleja el dolor a mi alrededor, que viva en el mundo rosa que siempre soñé .—Sus labios se plantaron en esas clavículas marcadas por tinta negra.—Cumple mi deseo, sé que puedes volverlo realidad.
La juguetona lengua del menor delineo cada una de las lineas que componían ese tatuaje desabotono la camisa con suma delicadencia intercambiando lugares con el CEO, beso su cuello teniendo cuidado de no dejar huellas visibles conocía del estatus del hombre que se removía bajo él, las manos de Bang fueron introduciéndose debajo de la camisa gris del menor, acaricio su abdomen, delineo aquella esbelta cintura, el tacto en ocasiones le bastaba en otras anhelaba fusionarse, compaginarse hasta ser uno, lo apreso en sus pecho obligándolo a descansar la frente en su pecho, acaricio el contorno de su oído.
—Hay una solución para el problema de YoungJae, la prometida de DaeHyun debe recibir una oferta de matrimonio de una familia más rica, con más prestigio.—Habló abriendo la palma derecha de la mano de Jun, juntándola con la suya.—Hay pocas familias com más renombre que las Jung y la mía es uno de ellas.—Entrelazo su dedos para llevar el dorso a sus labios y besar aquella blanca piel.—Puedo pedirle a ese mujer que sea mi esposa ¿Eso no interfiere con tu felicidad?
JunHong resguardo su rostro en el arco del cuello del mayor beso la piel a su alcance, ¿Ser un amante de un hombre casado? muchas veces antes lo fue, por unas horas, por unos minutos cuando esos bastardos lo compraban, ¿Compartir a Bang? no, nunca pero él no compartiría nada, YongGuk sería solo suyo, el matrimonió sería una fachada, poco o nada le importaba si esa niña sufría aquella chica de rostro desconocido, prefería verla llorar a ella que a YoungJae, lastimar a desconocidos con nuestras acciones es sencillo cuando ponemos nuestros intereses en primer término, daños colaterales a quienes les restamos importancia mientras la felicidad no escape de nuestros dedos.
—No me importa ser tu amante, no afectan mis pocos valores morales que poseo.—Se levanto un poco para mirarlo al rostro, beso sus labios, delineo la comisura con su lengua.— No voy a compartirte, nunca le perteneceras a ella, tú mismo lo haz dicho no eres una persona amable ella debe saber que solo es un negocio, eres mío para que sea feliz debes quedarte a mi lado.
Mordió su labio inferior rozando su entrepierna con la cadera del mayor quien deliraba sus manos hacia ese firma trasero ambas narices se rozaban en forma de juego, Jun desde pequeño fue un niño egoísta, no le agradaba compartir sus juguetes, que otras personas fueran felices con lo suyo le parecía despreciable, la belleza no es sinónimo de bondad, personas que lo conocían repetían esa frase, es verdad, por ser un protagonista de su propio drama no significa estar llenos de virtudes, los herreros más interesantes, los personajes más entretenidos son esos llenos de defectos, errores, tonterías, pequeños seres humanos cometiendo descabellados movimientos que van contra cualquier norma legal o moral establecida, en ligero gemido escapo de sus labios al sentir que su pantalón junto con su ropa interior eras deslizadas por sus muslos quedando desnudo de la parte inferior, mordió su labio inferior como respuesta al percibir como unos dedos acariciaban su entrepierna.
—No quiero incomodar a nuestro invitado.—Se sonrojo ante sus propias palabras “nuestro” la primera vez que unia la existencia de ese hombre con la suya, en ese nuevo mundo la idea de ser una pareja lo ahogaba de alegría.—YongGuk, YongGuk, nunca me cansaré de llamarte aún si me dejas atrás.—Introdujo la lengua en aquella cavidad bucal, compartiendo su propio sabor, la falta de aire los separo.—Aún si un día te cansas de este juguete roto desde la esquina donde me botes continuare llamándote.
—Nunca, nunca, nunca te dejaré.—Contesto intercambiando lugares quitándose la camisa, desabrochando su pantalón para arrinconar a su víctima sobre los almohadones de la ama.— No puedo aburrirme de los rayos del Sol, tú eres mi Sunshine, mi todo.