Jun junto los labios haciendo un ligero puchero claramente no se encontraba contento de observar como su maestro, amo, ¿Amante? abrazaba a otro individuo de manera tan fraternal mientras le susurraba frases melosas, era cierto, quizá no tenia derecho a sentir ese cosquilleo en su abdomen pero el mayor también le había dado la libertad de agregarse alas, de creer en mutantes volando en el espacio color rosa, la punta de su nariz se arrugo al percatarse que el CEO tenia segundos de notar su presencia pero no deshacía el abrazo sino continuaba actuando de manera provocativa, retando su calma personal, el sonido de una llamada separó por fin a la pareja.
—Tengo que salir.—Le hablo dulcemente al extraño para después simular una cara de sorpresa al mirar de frente a un castaño quien tenía las mejillas infladas de molestia.—¡Oh Jun no te había visto! regreso en un momento.
El mencionado entrecerró los ojos fastidiado por esa hipocresía, mentía descaradamente conocía sus gestos, miradas, esa traviesa sonrisa cuando disfrutaba molestarlo con alguna broma tonta, Jun deseaba no demostrar el centenar de emociones que esas sonrisas acusatorias provocaban en su cuerpo, le era imposible esconder lo que un loco corazón grita desde el interior, al desaparecer aquel playboy detrás de la puerta el silencio inundo la habitación en un pesado ambiente el extraño chico de cabellos púrpura se giro para regalarle una mediana mueca de desaprobación a un bastante contrariado castaño quien deseaba mantener su mueca de molestia pero esa mirada brillante derrumbaba su frontera ¿Porque ese extraño lo observaba tan molesto?.
—Hola mi nombre es JongUp y soy hermano menor de YongGuk.— Comentó seriamente estirando su mano, el menor quiso relajarse pero las palabras de Bang continuaban divagando por su cabeza le contesto el saludo para no ser descortés.—¿Tú eres? bueno escuche tu hombre pero no creo conocerte. JunHong ¿verdad?
—Si, soy amigo de YongGuk.— Contesto chasqueando la lengua no le agradaba la forma que ese chico se dirigía a él, no le gustaba para nada los aires de grandeza que se daba con su tono de voz inflado de soberbia.— Estoy viviendo con él.
Jun no sabia como desaparecer la tensión formada entre sus miradas cargadas de odio, aseguraba que si alguno de los dos tuviera el poder de clyclops de la saga X-Men fácilmente hubieran freído a su enemigo en esa batalla silenciosa, tomo asiento en el sofá para alcanzar una revista y leerla no dejaría solos a esos hermanos, JongUp tampoco parecía ceder por lo tanto se sentó en la silla frente al escritorio no le agradaba ese extraño chico, era guapo y parecía simpático pero sus modos, su falta de educación le daban mala espina ¿Porqué vivía con su hermano? ¿Qué hacia en esa oficina? ¿Porqué YonGuk parecía tan interesado? simplemente no le gustaba que un cualquiera conquistara a su hermano pasaron varios minutos y la fricción entre ambas auras aumentaba alarmadamente al final del pasillo Bang conversaba tranquilamente con un abogado al cual le encomendó la tarea de recuperar la documentación de Jun no le importaba si tenía que ir a la casa de los Choi a exigirla, era capaz de destruir al mundo con tal de que Jun fuera feliz cuando volvió a su oficina se topo con una extraña sensación.
—Lo siento estaba arreglando algunos detalles ¿Ya se presentaron?.—Ambos personajes asintieron fuertemente denotando su molestia, JongUp se puso de pie para sujetarlo del brazo.— ¿te vas a quedar en mi departamento?—Le cuestionó recibiendo una afirmación como respuesta la cual no le gusto al castaño.— No sé si Jun te comentó que él esta viviendo conmigo.—Nuevamente Up asintió con la frente fruncida.— No te preocupes tu habitación no ha sido tocada sabes que siempre habrá un espacio para ti a mi lado, eres irreemplazable.
El menor se aferro al pecho de su hermano mayor, Jun dejó escapar un pesado suspiro esa muestra de palabras cariñosas entre los parientes le enfermaban unas profundas ganas de vomitar aparecieron por tal aberración, mentía, simplemente no le agradaba ver que Bang fuera amable con alguien más, esa tarde quería ir a comer con el CEO pero si ese mocoso con cabello ruidoso los acompañaba prefería ir solo.
—Me gusta tu cabello luce genial en ti.— Volvió hablar el chico despeinando para después besar esa caballera.— ¿Qué te parece ir a comer los tres juntos?.—Ante la pregunto la sonrisa de Up se desvaneció.— Es bueno que se conozcan también podemos invitar a YoungJae le dará gusto verte.
—Lo siento YongGuk pero quede con mis nuevos compañeros para comer solo había subido a saludar.—Se excuso el castaño no soportaba la interacción entre ambos hermanos, no aguantaría a ese tipo y sus aires de grandeza que se cargaba, mejor interrogaría a Jae sobre ese sujeto.— ¿en la tarde te espero para irnos juntos a casa?
Le cuestionó levantando los brazos para colgarse de ese grueso cuello del pelinegro y dirigir sus labios a su mejilla derecha donde dejó la marca de un dulce beso, JongUp se quedo sorprendido por tal acto nunca en el pasado alguien fue tan osado para mostrarse cariñoso con Bang, lo más increíble era que su hermano no reacciona de manera violenta o molesta sino todo lo contrario disfrutaba de ese acto tierno cargado de celos inocentes ¿Qué le sucedió a su insensible pariente? ¿Al hombre intachable incapaz de sentir ternura?.
JunHong se dejaba caer fastidiado sobre la cama estiro las manos tratando de alcanzar el techo inultilmente, conversó un largo rato con YoungJae y la opinión que le dio de JongUp le causo temor, no era amable o dulce con aquellos que se sospechaban ser pretendientes de YongGuk los atacaba, buscaba sus pecados para después exhibirlos destrozarlos con palabras hirientes y dejar que su hermano mayor los desechara como objetos inservibles dejó escapar un suspiro él tenía una fila de faltas morales fáciles de evidenciar, al escuchar que alguien entraba a la habitación se giro para encararlo pasaban de las 12 de la noche él llevaba casi varias horas en ese departamento completamente solo esperando aunque el CEO le aviso que iba al cine con su familiar habían tardado más de lo esperado, sus labios unidos, su frente fruncida demostraba la rabia contenida por su impuntualidad por ese abandono momentáneo, YongGuk al ingresar a la recamara quedo sorprendido por esas mejillas rojas apunto de explotar nunca en su vida había contemplado la idea de que un hombre se viera “lindo” o “cute” naturalmente los hombres no pueden tener esas banales expresiones, pero, solo por un segundo creyó ciegamente que ese mote le pertenecía a ese chico de cabellos castaños ¿Se puede adorar aquello a quien se le ha erguido un altar? sencillamente cada gesto en él era perfecto, hermoso podría pasar la eternidad contemplando tan maravilloso regalo del cielo.
—Respira o te pondrás morado.— Le comentó quitándose la corbata para lanzarla a una esquina del piso tomo asiento en un banco frente al tocador.— ¿Qué sucede? ¿Celoso?.— Le cuestionó descaradamente mirando al castaño por el reflejo del espejo, el individuo negó enérgicamente su orgullo estaba herido por tal sospecha.— Pase todo el día con Juppie fuimos a comer a tu restaurante favorito es una pena que no nos acompañaras..—Se giro para observar como ese chico le daba la espalda y se arrinconaba en las almohadas mordiendo su mano para no explotar de furia.— Después fuimos al centro comercial, ya vi la película que querías ir a ver lo siento, caminamos por la orilla del río Han como los viejos tiempos.—Bang desabrocho su camisa para montarse en la cama y gatear hacia el castaño.— Tomamos un cafe a la orilla contemplado la forma que el Sol se esconde en el horizonte después vimos brillar las estrellas en un cielo oscuro, una agradable cita romántica.
—Es tu hermano.—Contesto molesto levantando el rostro para enterarse que ese hombre se encontraba encima suyo apresándolo entre las sábanas.—No puedes hablar tan dulcemente de tu propia sangre, es asqueroso. —Esquivo los labios que trataban de tocarlo.—Es bastante repugnante imaginar que tienes un atracción hacia tu hermano.
Bang emitió una perversa sonrisa, la maldad es una condición negativa del comportamiento humano causado por distintos factores, nace cuando deseamos venganza, de un arranque de ira, un conjunto de emociones entremezcladas pero hay una, la más pura, cruel y sádica, aquella acción que creamos consientes del daño que causaremos y sin importar la llevamos acabo, Bang era una educada persona pero sin duda poseía una inocua porción de maldad en su alma por ello disfrutaba de ver sufrir a quien tanto idolatraba, lo sujeto de la barbilla para obligarlo a mirarlo a los ojos ver dibujando un mar de confusión en tan inocente ser.
—Tuvimos diferente madre por lo tanto no poseemos la misma sangre.—Le susurro acercando su boca a esos labios rosados que se apretaban para negarse a responder.— El incesto no es completamente aberrante cuando se lleva acabo en nombre del amor.— Comunicó con tanta seguridad que la respiración del menor se congelo.— JongUp es todo para mi.— Su fría mirada, su aliento a menta se coló por los poros abiertos del atacado que no creía tal confesión.— ¿Hay un problema?
JunHong tenía cientos de respuesta válidas para esa declaración aberrante pero no logro articular ninguna, esos ojos desnudando su alma lo dejaban sin aliento, sin paz interior, la idea de tal pecado mortal debían doblegar su voluntad dejarlo asustado pero no, sucedía lo contrario le excitaba el reto de volver a conquistar esa errante alma condenada al purgatorio se colgó de ese cuello para devorar tan crueles labios, levanto su cadera rozando esa excitación, le irritaban aquellas confesiones deseaba que fueran mentira pero por la dureza usada lo dudaba, mordió la comisura, deslizó la punta de su lengua por su barbilla hasta llegar al cuello el cual mordió sin ningún remordimiento dejaría marcas, recuerdos que sobresalieran en las elegantes camisas no le interesaba los rumores creados por los empleados quería que hablaran, inventaran amantes de largas piernas, solo él sabría la verdad, conocería el significado, usando su fuerza interna intercambiaron lugares, Jun se montó en las caderas del pelinegro se quito la playera por encima de la cabeza sujeto las manos del mayor para posarlas sobre su pecho lo guió por el contorno de su figura, disfruto de ser acariciado, tocado de forma tan provocativa.
—Es una pena que tengas una atracción nefasta hacia tu hermano.—Se agacho para lamer esos labios que formaban una macabra sonrisa cargada de deseo.—Tú eres mío, solo mío y nunca dejaré que te vayas de mi lado, a mi es a quien necesitas.
Jun se quito el short de pijama que usaba quedando completamente desnudo a merced de un ser que disfrutaba del exhibicionismo de su pareja, el cuerpo del menor inicio un continuo roce de su piel expuesta con la ropa del mayor, si en realidad ese hombre tenía un amor no correspondido borraría cualquier rasgo, cualquier anhelo con sus besos, caricias, con el calor de su piel crearía una nueva necesidad, YongGuk era suyo, era completamente su propiedad por ello dejó marcas rojas, por ello gemía sonoramente para que su voz traspasara las paredes y ese nuevo inquilino lo escuchara gritar, que supiera el momento que era embestido por su hermano, la forma que lo poseía y la locura que él causaba ambos perdiendo la vergüenza dentro de esa habitación tapizada, quedarse roncos por gemir con tanta fuerza.
JunHong salía de su cuerpo hacia la cocina envuelto solamente en la camisa de su amante y su ropa interior cuando llego a su meta abrió la puerta del refrigerador para sacar un cartón de leche ignoro al sujeto que desayunaba tranquilamente en la mesa, JongUp seguía con la vista a ese chico le impresionaba que no poseyera un gramo de pudor al paseaba por el departamento como si fuera su propiedad, observo detenidamente tan vulgar figura sus muslos aún estaban pegajosos, un liquido blanco corría por ellos, en su pecho semi desnudo se dibujaban mordidas hechas en esa ruidosa noche, el joven de cabellos púrpura tuvo que subir la música a todo volumen de sus audífonos para no escucharlos cada minuto se percataba del gran cambio de personalidad que tuvo su hermano, era más libre, más relajado pero también vulnerable, su admiración a ese insensato mocoso podría causarle un daño irreversible por desnudar sus sentimientos tan precipitadamente.
—¿Cuánto te paga? .—Le cuestionó de golpe, JongUp no era tonto ese chico tenía toda la pinta de ser un prostituto un personaje que vende sus caricias al mejor postor, su hermano era usado por ese ser sin escrúpulos. — Puedo darte lo doble si dejas de jugar con mi hermano.
JunHong dejó el empaque sobre la mesa para evocar una mediana sonrisa no le interesaba el dinero, el poder, hasta ese momento fue un juguete de hombres poderosos, lo material perdió el brillo que le atraía en el pasado, desde el segundo que conoció al CEO anhelo adueñarse de su persona, obligarlo atarse al extremo de una cadena mientras él lo hacia del otro y nunca más volver a estar solos, compartir una misa prisión bajo la oscuridad pero sin pasar frío porque se acompañaban.
—Ni todo el dinero que tengas en tu cuenta bancaria me alejarás de YongGuk, él es mío poco me importa lo que me puedas ofrecer.—Le dijo duramente mirándolo a la cara, desafiándolo, una sombra escuchaba la conversación desde el pasillo le complacían esas palabras.—Admito que el dinero lo hace más atractivo pero eso no es lo importante para mi, para una persona como yo los lujos no son necesarios me quedaré a su lado hasta que se cansé de mi presencia, solo él me puede alejar ni siquiera intentes usar una artimaña contra mi, él sabe todo de mi y yo conozco todo sobre él. —El menor se acercó al rostro del extraño.—Él es mi dueño y nadie me hará cambiar de opinión.
El castaño caminó hacia el pasillo orgulloso de su andar se había prometido así mismo no dejarse robar lo que por ley le pertenecía, no se tocaría el corazón, no remordimientos si era capaz de mantener a Bang a su lado se detuvo a mitad del pasillo al notar al mayor quien poseía una enorme sonrisa trato de hablar pero el ruido del timbre capto su atención, YongGuk jalo del brazo al castaño para pegarlo a la pared he imposibilitar que los vieran, JongUp quien se había quedado con la vista puesto en el piso capto la sonora melodía del timbre se puso de pie y se dirigió a la entrada donde al abrir se topo con el rostro de HimChan, ambos personajes se quedaron estáticos, mudos, el centenar de ideas se abarrotaban en sus gargantas imposibilitaron evocar palabras sin esperar un segundo más el invitado sujeto de los hombros al hombre de cabello llamativo y lo beso sin pedir permiso.
—Se había tardado el idiota.—Dijo Bang, Jun se sorprendió abrió los labios para iniciar una pelea.—Tonto, él es mi hermano como puede gustarme de otra manera, la idea es asquerosa.—Jun quiso volver a enfrentarlo pero unos labios lo interrumpieron.—No olvides que tú también eres mi dueño.