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Tritón por Lubay Nue

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Notas del capitulo:

Bueno, aquí está el siguiente capítulo, ahora veremos qué clase de acciones ira a tomar Jun para con el tritón quien, no se ustedes, lo último que pasaría por la mente es que es un ser “indefenso” ¬u¬ pero lastima… a ver como descubren la realidad los demás XD bueno, sin más que decir

 

¡A leer!

-al parecer es imposible que puedas dormir luego de lo que vimos ¿cierto mi amor?-  preguntaba suavemente Aichi a su amado prometido observando cómo este veía directo al techo a ojos bien abiertos y sus brazos detrás de su cabeza haciéndolo ver se modo tan sensual que tanto amaba Aichi verlo

 

-algo tan autentico como lo sería una sirena no es algo que pueda estar simplemente resguardado tras cuatro paredes… esa cosa debe ser mostrada al mundo entero… ¿te das cuenta de cuánto podríamos ganas si la mostráramos?-  pregunta suavemente pero sabiendo lo que desea, Aichi solo gira levemente su rostro girando sus ojos divertido pero ya sabiendo de antemano como se pondría su amado prometido

 

-es un tritón, no una sirena… además, tal vez deba ser así… hay cosas que los humanos tal vez aun no tenemos la inteligencia para comprender y mucho menos aceptar-  le trato de hacer entrar en razón

-además… yo soy el único tritón-sirena que hay en el circo cariño-  le menciona levantándose de la cama donde ambos se encuentran y subiendo de un modo sensual a su cuerpo comenzando a acariciarlo y mover de un modo provocativo sus caderas

 

-sí, eres nuestra única sirena mi amor-  menciona gustos sonriendo de medio lado, sus manos comienzan a acariciar suavemente sus piernas, subiendo aquel camisón largo que cubría su cuerpo, Aichi sin tiempo que perder ha bajando entre pequeños movimientos para quedar cara a cara con su amado y aun antes de sonreírse unen sus labios llenos de amor, ahora es Jun quien gira suavemente a su amado doncel para dejarlo recostado en la cama, continua subiendo su pijama hasta dejar al descubierto que, mas allá de aquella pieza, no traía ropa interior, logrando una sonrisa picara de parte de su amado prometido

-¿te habías preparado verdad travieso?-  pregunta divertido mientras que el contrario solo finge hacerse el desatendido

 

-no sé de qué me hablas… las sirenas somos buenas en hipnosis-  le guiñe el ojo notando como su esposo sin tiempo que perder ha bajado a besar sus piernas y comienza a subir lentamente abriendo sus ropas, Aichi deja de reír al sentir las caricias de su esposo y cierra sus ojos suavemente dejándose hacer por este, comenzando a soltar suaves suspiros de gozo por ser tocado por aquel que tanto ama

 

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Ha esperado tranquilamente a que quedase dormido su amado y en ocasiones insaciable futuro esposo, aun le parecía algo lamentable que Aichi no pudiera tener hijos pero no había nada de qué preocuparse, después de todo, siempre estaban las adopciones… aun así, valla que recordaba lo mal que la había pasado cuando se enteraron ambos que el doncel era estéril… fue un golpe duro para su amado, pero eso ahora no era lo importante, sino todos los planes a futuro que había pensado en un par de horas Jun luego de que tuvieran aquella noche llena de pasión juntos…

 

Una vez que vio que Aichi ya se encontraba profundamente dormido con cuidado lo arropo y beso su frente para salir despacio de la cama, vistiéndose tan rápido como podía, salió de su carpa encontrando aun despiertos a un par de amigos suyos, entre ellos, se encontraba Gaillard, un experto mago de las ilusiones y gran ladrón de carteras cuando la suerte no les sonreía, daba gracias de que no fuera muy seguido aquello

 

-¿Mitsusada ya se fue a dormir?-  solo gano un asentimiento por parte de este y de la niña morena de cabellos negros a su lado que no paraba de comer donas con gran sonrisa en rostro, Jun sin tiempo que perder ha caminado en su dirección

 

-pero no se fue a dormir solo-  aquello detuvo los pasos del pelinegro quien giro a ver a Gaillard, aunque quien había dicho aquello había sido la pequeña Ratie

-Kou-chan se fue a dormir con las hermanas trapecistas… con Kourin y Misaki, ya sabes, gustan de él las 2-  dijo como si nada y por unos momentos se sorprendió no solo de que Mitsusada se fuera con ambas a la cama al mismo tiempo, si tenía tanta fuerza física era de suponer que su apetito sexual fuera igual de grande… lo que realmente le sorprendía era que la pequeña “adivina” de tan solo 14 años supiera tanto para su tan “corta” edad, aun así, gruñendo y viendo a todos lados solo se le ocurrió una única idea

 

-¿Qué esperabas mi amigo? Las ventajas de tenerla así-  se mofó Gaillard, después de todo, el también había estado un par de veces con él, no era nada nuevo para un doncel como él, pero… prefería mantenerse su secreto bien guardado, después de todo, no lo representaba mucho

 

-ve a despertarlo, tenemos que movernos en 15… y ya llevan 10-  gruño Jun caminando en dirección contraria, Gaillard, quien se encontraba con Ratie se miraron y finalmente, encogiéndose ambos de hombros se fueron a diferentes direcciones, Ratie a la carpa que compartía a veces con Gaillard “cuando no estaba de noche pasional con Koutei”

 

-rayos… todo yo… ve a dormir Ratie-  la otra solo le dio un leve puchero y con una sonrisa divertida, mientras ambos se alejaban el peliturquesa le grito

-¡y lávate los dientes!-  por supuesto solo recibió un único comentario de la pequeña

 

-¡no!-  y risas por todos lados se hicieron notar

 

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El golpe de algo siendo roto fue demasiado estruendoso aun para una casa tan grande, por una puerta trasera entraron rápidamente Jun, Gaillard y Mitsusada con trajes negros y armas en mano los 2 últimos, siendo Jun quien caminase al frente para guiarlos por entre los pasillos de aquella casa vieja

 

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*ya están aquí… es el momento*  sus ojos que se encontraban tan tranquilamente cerrados se abren suavemente viendo al techo de aquella prisión suya, abriendo sus labios y emitiendo una frecuencia sonora imposible de escuchar para el oído humano como tal, sus ojos esmeralda cansados se afilan y permiten ver un color carmesí igual de vibrante que el de su larga cola para a los pocos segundos volver a cerrar sus ojos con la misma tranquilidad con la que los abrió

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El repiquetear de sus pasos era lo único que sonaba además de pequeñas exclamaciones que hacían de cuando en cuando ya fuera Gaillard o Mitsusada al ver semejante casa tan grande y vieja, pero solo era Jun quien se mantenía firmemente viendo al frente para poder dar cuanto antes con aquel ser que esperaba le diera todo el dinero que tanto había soñado para él y su futuro esposo doncel

 

Sin decir ni una sola palabra da señales a Mitsusada para que se dirija por un lado diferente, asintiendo a sus palabras, entre señales lleva a Gaillard por su lado hasta que finalmente dan con la habitación donde yace la vitrina de cristal donde se encuentra el tritón

 

El asombro de Gaillard es grande al verle, Jun solo sonríe de medio lado ya saboreando la fortuna que hará apenas lo muestre una primera vez al mundo y la fama que ganaran por haberlo atrapado, por su parte, el castaño solo los observa molesto, golpeando apenas un poco el cristal que lo encierra y alejándose lo más que puede aun dentro de su encierro y sus cadenas, Gaillard no sabe qué decir, aun le cuesta creer que aquello que ve es cierto, pero todo queda aun más silencioso que antes cuando se escucha el crujir de un arma cuando es preparada para el disparo, a un costado de Jun hay una pistola mágnum apuntando y rosando con sus fríos metales la mejilla del pelinegro

 

-creí que con un simple “no” sería suficiente… joven Jun-  suelta con amenaza tranquila haciéndose notar el rubio con mirada molesta y amenazante

 

-estoy seguro que podemos llegar a una negociación que nos complacerá a todos-  menciona tranquilamente Jun aun teniendo frente suyo el arma apuntándole

 

-ya lo creo… yo dejo que usted muestra a la criatura al mundo y cuando se vuelva famoso comparte sus ganancias conmigo… pero por desgracia olvida el momento en que la criatura no está de acuerdo y le ataca perdiendo todo lo que alguna vez tuvo, dejándolo si bien le va como un viejo decrepito, paranoico y sin cordura que solo podrá pensar en aquella criatura como su más grande posesión-  menciona cada vez con mas y mas enfado apuntando en diversos lugares del cuerpo del mayor, siendo Jun quien molesto trata de sujetar el arma para tratar de hacerlo entrar el razón

-esa criatura no irá a ningún lado… ambos sabemos, que su vida me pertenece y que yo tengo el deber de verle morir…-  sentencia con seguridad asustando ligeramente a Gaillard quien observa alternadamente tanto la situación como al tritón que le mira fijamente y que de un momento a otro, con asombro puede ver que sus ojos cambian de color a unos carmesí, Gaillard desea llamar a su amigo Jun pero este se encuentra más entretenido con el rubio frente suyo que con lo que ve a continuación

 

En un pequeño gemido que apenas es escuchado, aquel tritón golpea ligeramente el cristal que lo encierra llamando la atención de todos los presentes, finalmente, ahora es el rubio quien siente un frio metal en su cuello, girando levemente su rostro se encuentra con un hombre castaño bastante alto quien le mira de un modo fiero

 

-no quiero hacerle daño a un joven como usted… cálmese y nadie saldrá herido-  sentencia haciendo presión para que Miwa retroceda, este, molesto comienza a gritar

 

-¡ustedes no tiene derecho de llevárselo! Esa cosa mato a mis padres… así que yo lo matare a él… su vida me pertenece… ¡no tienen derecho!... ¡¡¡él es mi-… haaggg…-  de un momento a otro, los gritos del rubio han parado, se inclina levemente a ojos de los presentes, incluso el tritón le mira fijamente con ojos serios pero pareciera que burlescos, Miwa se ha tomado el pecho y hace gestos de dolor mientras les da la espalda a todos

-mis pastillas… mis pastillas-  susurra suavemente con trabajo, apenas ha sacado de su saco unas, observa como Jun aun continua viendo con esos mismos ojos al tritón y dejando caer un frasco con medicamentos, finalmente sujeta un fierro levantándolo tanto como puede

 

-¡largo de aquí!-  grita con fiereza, pero entre el miedo que le invade y el dolor de cuerpo del rubio, sin darse cuenta Jun ha disparado y le ha dado en un costado al rubio, este gime de dolor y finalmente cae en el suelo, el tritón se remueve, crea suaves sonidos susurrantes, Mitsusada y Gaillard le miran preocupados, corren a auxiliar al rubio pero ya es tarde… ha dejado de respirar

 

-no puede ser… Jun… lo has matado-  dice asustado Mitsusada, aunque Jun solo observa el inquieto movimiento del tritón que ahora parece más que molesto y se remueve con fuerzas aun para su situación actual, gruñe y golpea en repetidas ocasiones el cristal que lo encierra, sus ojos, Jun puede apreciar con claridad cómo se tornan carmesí intenso y le miran con odio mal disimulado

 

-eso no importa, fue en defensa propia… vamos, tenemos que darnos prisa Mitsusada-  ordena Jun aun sin poder creer lo que ha pasado, el castaño por su lado solo se encuentra al punto de sufrir ahora él un colapso nervioso al saber que ha matado a alguien por error, aunque Gaillard es quien reitera una y mil veces más que no ha sido ni siquiera el y mucho menos fue su culpa, pero no parece querer reaccionar el castaño

 

-no te apures, el sujeto casi nunca salía, no se darán cuenta que ha muerto sino hasta mucho mas tarde, para cuando se den cuenta nosotros estaremos muy lejos de aquí, así que muévete… tenemos que sacarlo de aquí-  suelta con enfado Jun cargando de nuevo su rifle y yendo directamente hacia el castaño quien mira intermitente tanto al rubio en el suelo como a Jun, viendo a este con enfado y haciendo sonar su voz para llamar al rubio ahora muerto

 

En cuanto el tritón puede ver que ahora es a él a quien apuntan coloca su cola como escudo y golpea con mas fuerzas el cristal que le protege y encierra, los sonidos suaves que creaba con su voz de un momento a otro se vuelven rugidos desgarradores clara muestra de amenaza hacia Jun, pero este, sin detenerse un momento a apuntado directo al tritón… no puede matarlo, así que solo apunta al único lugar que puede… apunta al a base de la cola donde dispara… un terrible grito se hace notar en ese momento y finalmente todo es silencio

 

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-date prisa, no sabemos cuánto tiempo duraran los sedantes-  regaña Jun jalando al tritón envuelto en telas mojadas y dejado un camino por aquellos lugares por donde pasaba, aun siguiendo a Jun quien sin tardar ha comenzado a buscar todo lo que puede sobre las sirenas, los libros que había visto de parte del rubio

 

-¿Qué hay con el estanque?-  pregunta Mitsusada ahora ya más tranquilo y vuelto a la realidad, Jun, quien no para de moverse por todos lados de la casa le ordena vaciar el estanque, habría que transportarlo

 

-¿y mientras que rayos estas buscando?-  pregunta Gaillard aun apuntando con los dardos al frente del tritón, observándolo fijamente asustado que cada cierto tiempo se movía ligeramente entre pequeños gruñidos, como si amenazara con despertar

 

-al parecer los padres de ese sujeto escribieron todo sobre el tritón, si es así, necesitaremos toda la información sobre esta cosa para estar prevenidos en todo caso, rápido, no nos queda tiempo-  menciona, Gaillard asiente y al ver que aquel tritón ha levantando una mano ha disparado una vez mas

 

Ahora un dardo con sedante se encuentra enterrado en uno de los hombros del tritón quien, sin poder siquiera defenderse ha caído una vez más en el suelo sin poder moverse, suspira asustado y se miran entre él y Jun, siendo el doncel quien pida disculpas, pues el miedo le había ganado, Jun solo niega suavemente y le observa

 

-ve por Mitsusada, es hora de largarnos y necesitamos esa cosa ahora-  ordena, Gaillard apenas tiene tiempo de asentir antes de salir disparado, tiene miedo de seguir tanto tiempo con el tritón y apenas logra llegar encuentra al castaño ver en una dirección como si buscara algo

 

-Koutei… ¿a qué rayos esperas? Jun necesita ese tanque ahora para llevarnos a la sirena-  dice nervioso, siendo que por fin este gira y asiente no muy centrado, entre ambos logran llevarlo hasta el pelinegro y finalmente entre todos sacar a la criatura y poder dejarlo en la carroza donde lo transportarían…

 

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No ha pasado mucho, el silencio ahora dentro de aquella gran mansión es grande, se levanta con trabajo, la herida le duele pero ha sido beneficioso la torpeza del castaño que los acompañaba… si bien ha habido una pequeña puerta para vaciar el estanque y dejarlo seco, no ha cuidado donde lo ha esparcido y el agua donde yacía el tritón ha dado directamente sobre su cuerpo empapando sus piernas completamente

 

Gracias a aquel simple tacto del agua puede respirar extrañamente, sus ojos se abren por fin, parece ser que ya ha recuperado el conocimiento, tal y como era de esperarse, los humanos se han llevado al tritón con todo y tanque, no le preocupa ni le molesta, muy por el contrario, se permite sonreír de medio lado permitiendo que sus ojos plata azulada cambien a carmesí no tan vibrante como los del tritón pero de todos modos cambiante

 

Se levanta y estira, gruñe al sentir aun el dolor que le ha producido aquella arma de fuego, al abrir sus ropas puede ver aun como aquella herida de a poco se va cerrando, gruñe adolorido pero en su camino para salir de aquella mansión va quitándose sin prisas la ropa, con una sonrisa burlesca y oscura aun recuerda lo divertido que había sido ir de cacería aquella vez, el ver como aquella pareja habían tenido que escapar de ellos, y como tan fácil y tan sencillo ellos habían acabado con estos y desde ese momento habían esperado, tendiendo su trampa para que llegaran aquellos que serian las presas perfectas, sin lugar a dudas su rey era verdaderamente inteligente y sabio, no había duda alguna de eso, pero no quitaba que estuviera preocupado por él y su situación…

 

Aun así, viendo desde las orillas de la casa como con cierto resquicio de cuidado cargan con el cuerpo semi consciente del tritón castaño le hace soltar un bufido de enfado, esos humanos no saben ser cuidadosos con un ser tan poderoso y peligroso como lo es él… aun así, bufando con mas fastidio finalmente desnudo detrás de aquella casa y viendo le mar frente suyo, sus ojos vuelen a tornarse rojos y sin tiempo que perder ha saltado al mar que se agita con ferocidad

 

Y en menos de lo que nadie más pueda apreciar, su cuerpo comienza a cambiar a su gusto, dejando ver la verdad que nadie más ha de conocer, esperando para la siguiente parte de aquel plan que les dará lo que han estado buscando desde hace algún tiempo…

 

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El amanecer se mostraba en los nuevos recintos cercas del océano y el trasatlántico partiría pronto, así que el movimiento era bastante activo aun para antes de que el sol saliera…

 

Mitsusada estaba terminando de ayuda a aquellos que eran los tripulantes a subir la caja más importante del equipaje que transportarían, una gran caja metálica que era levantada con una grúa dentro del barco, por su parte Gaillard terminaba de pagarle al rubio de ojos amatistas por los lugares faltantes

 

-¿eso sería todo señor capitán?-  pregunta Gaillard al rubio quien termina de aceptar el dinero

 

-eso sería todo, pero aun no entiendo, ¿para qué pagar por mas pasajeros que aun no veo cercas?-  responde guardando el dinero, notando como el peliturquesa solo niega tranquilo palmeando suavemente su hombro

 

-es algo excéntrico mi jefe, no se apure, ha hecho cosas más raras que esto, créame-  dicho esto se ha marchado para ayudar a su amigo Mitsusada a continuar ayudando a la tripulación, notando a lo lejos a un joven de cabellos lilas ligeramente ondulados que le mira con una suave sonrisa que hace a su corazón dar un salto y girar la mirada de inmediato para posteriormente correr en dirección donde yace su amigo castaño

 

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-rayos Jun… te tenias que ir a mitad de noche y comprar a una criatura que es un posible asesino… ¿es que te has vuelto loco? Además… ¿Por qué rayos me levantas tan temprano? Sabes que odio pararme temprano luego de una noche llena de pasiones… me canso mucho haciéndote el amor-  gruñe el peliazul con un sonrojo por lo último que menciona, sin embargo mientras el continua colocándose sus ropas, Jun continua empacando todo lo que cree importante

 

-rayos Aichi… ¿Qué llevas aquí?-  pregunta al levantar una maleta ya hecha pero pesada, Aichi, aun molesto y terminando de colocarse los pantalones lo mira superior y con un claro puchero

 

-¿Qué esperabas? Mis trajes y disfraces… tonto-  da un leve puchero

-además, no me cambies la conversación ¿Cómo diablos has hecho para que ese sujeto rubio te diera al tritón? Se veía que no lo iba a dejar por nada del mundo-  reitera molesto, Jun por su parte continua metiendo tanta ropa de ambos puede en maletas

 

-al final he logrado hacer que cambie de opinión… no le hagas caso a todo lo que dice, es un loco, por eso no es bueno vivir encerrado tanto tiempo, ya lo sabremos nosotros-  responde igual de molesto y cansado, finalmente Aichi se levanta para colocarse su camisa de botones y sin dejar de verlo

 

-¿y qué hay con el resto de la compañía? No podemos dejarlos Jun-  le recrimina, aunque esta vez, molesto y cansado, el pelinegro deja por fin todas sus ocupaciones y finalmente se acerca a él para callar sus quejas y dudas con un profundo beso que termina por tumbar a ambos en la cama siendo Aichi quien quede entre la cama y el cuerpo del mayor hasta que le roba el aliento

 

-se reunirán con nosotros dentro de 2 semanas, ahora, tenemos que irnos cariño-  dice colocándole su abrigo, Aichi molesto termina primero por acomodarse sus ropas aun gruñendo

 

-esto es incorrecto Jun-  masculla aunque esta vez ha logrado detener al pelinegro de sus acciones quien le ve molesto de todos modos

 

-bien ¿Qué es lo que a según tu está mal en todo esto Aichi?-  pregunta con fastidio, Aichi lo mira molesto y se endereza, sabe que su amado esta estresado pero si no le hace entrar en razón nadie más lo hará…

 

-para comenzar, es incorrecto tomar a esa pobre criatura como si fuera una mascota, hasta el tenía libertad antes de ser encerrado, tampoco me parece que lo compren como un objeto, es un ser vivo por todos los dioses… Jun-  gruñe molesto, siendo este quien le observe por fin con sus maletas listas

 

-no, ¿quieres saber que está mal?... que yo atraiga con mentiras a gente ingenua para robarles su dinero y en especial que tu coquetees con todo el que te ve dejándote casi desnudo frente suyo para que los muy malditos fantaseen con hacerte sepa dios que clase de atrocidades a alguien como tu-  dicho esto se acerca y se sienta a su lado

-todo lo que quiero es lo mejor para ti Aichi… jamás hare algo que te haga daño… y aunque no me quieras creer, esto es por nuestro bien, es porque deseo un futuro mejor para nosotros… te amo y lo sabes-  dicho esto lo ha besado lenta y tan dulcemente como siempre lo ha hecho y así, muy internamente Aichi termina siendo convencido a mala manera

 

-esto me da mala espina…-  suelta al final dejándose llevar por parte del contrario hacia la salida, Jun solo ríe suavemente mientras lo abraza y le dice todas esas palabras llenas de amor que le tiene

 

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No me gusta esto… para nada me gusta la simple idea de hacer esto que parece más una locura que una buena idea, pero si Jun ha dicho que es algo confiable, no me queda de otra más que acompañarle, después de todo, creo en el, aunque no sea una persona que pueda ser llamada como una persona honrada, se que el solo desea lo mejor para nosotros 2

 

Algún día seremos familia oficialmente y dejaremos de preocuparnos por lo demás, así que, hasta entonces seguiré creyendo en el, finalmente el llegar al barco es algo que me hace salir de mi ensoñación, observo el inmenso barco… es un trasatlántico el que hay frente nuestro, niego suavemente, aun lo están cargando con el equipaje de los demás mientras que la gente de clase va subiendo según su nivel…

 

-es solo por un momento… ya verás que algún día nosotros compraremos nuestro propio barco para pasear-  dice mi amado besando el costado de mi cabeza, lo miro con una media sonrisa y asiento suavemente caminando a su lado, es una desgracia que tengamos que ir por la parte de tercera clase, pero no me importa mucho realmente

 

Luego de subir detrás de Jun quien parece estar buscando al capitán al mando, yo me quedo observando, esta es la primera vez que subo a un barco y estoy algo más que emocionado de poder verlo, sonrió emocionado al menos hasta que siento una mirada en mi, al girar a mis espaldas no encuentro a nadie… o al menos eso quiero creer…

 

*no puede ser… tu no…*  pensé asustado de verlo… ¿Qué hacia Sera aquí?... trago duro y tratando de no llamar más la atención corro para llegar al lado de Jun, aunque sé que es tarde, el ya me ha visto, solo ruego por qué no se me acerque realmente…

 

Al final, el gran barco a zarpado… y mientras nosotros nos alejamos de tierra firme, adentrándonos al mar hermoso, el amanecer llega con nosotros en un nuevo día plagado de esperanzas para todos…

 

*ojala no ocurra nada malo en este viaje*  suplico a los vientos por nuestra protección…

 

Notas finales:

Sip, ojala no pase nada malo XP pero si no pasara nada malo no habría fics así que, ¬u¬ que creen que hará el tritón… además ¿si comprendieron la parte de Mmiwa? ¬u¬ esto, como bien dicen… apenas está por comenzar >:D

 

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Que tengan un buen día

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