(POV TAO)
Después de la clase de canto, Baek-hyung, Kyung-hyung y yo nos dirigimos a la salida, dejando a Min-hyung con el profesor de canto.
-Kyungie, te estoy diciendo que se ve a millas que Min-hyung tiene algo con ese profesor. –dijo Baekhyun un poco hastiado de estar defendiendo su punto o como el decía, su teoría.
Kyung-hyung suspiró y lo volteó a ver. –Baek, que tú tengas pensamientos pecaminosos con los profesores y que sea tu fantasía, no significa que nuestro adorable Min-hyung tenga algo que ver con el profesor Kim.-decía más que seguro Kyung-hyung, aunque si me preguntaran, incluso yo sospechaba de una relación entre Min-hyung y el nuevo profesor de canto por las miradas que se daban secretamente el uno al otro.
-Aish, está bien … ¡Apostemos!, me das a tu hermosa Betty si yo gano~ -dijo con una sonrisa inquisitiva Baek-hyung.
Kyung-hyung lo miró entre ofendido y sorprendido. -¡Byun Baekhyun!, ¡Tú ya tienes a Mark! –dijo entre gritos a Baek-hyung y yo solo estaba entre ellos, tratando de aguantarme la risa que estos dos hyungs producían en mi.
-¡No trates de ir robándole a otros, sus amores platónicos! –dijo Kyung-hyung ya que en verdad amaba a Betty.
-La verdad es que amo a Mark, pero eso no me restringe de tener a más de uno a mi servicio~ -dijo muy normal Baek-hyung que enarcaba una ceja en pos de reto. –Entonces, ¿Aceptas?
-Baekhyun, sabes que nunca sería capaz de apartarme de Betty-
-No digo que no, pero tú estás tan seguro que Min-hyung sea todo un santo por lo que no pasará nada si apuestas a Betty.
No pude aguantar más su infantil pelea y estallé en risas, cayendo al suelo de tanta risa, haciendo que los dos que estaban muy inmersos en su pelea se acordaran de mi presencia.
-¡Yah, Huang Zitao! ¡¿De qué te ries?! –dijeron los dos al unísono mirándome atentamente.
-E-es que… -no podía hablar de tanto que me estaba riendo al punto de llorar.
-Seguimos esperando una respuesta jovencito.-
- Es que ustedes están peleando por sus carros como si en verdad fueran personas –dije entre risas- cualquiera que pasara pensaría que es una pelea amorosa! –finalicé para levantarme del suelo y limpiar mis lágrimas restantes.
Los dos me miraron ofendidos. -¡¿Cómo te atreves a tomar de menos a nuestros hermosos carros?! ¡¿Qué pasa si ellos te escuchan y se sienten mal?! ¡¿Qué vas hacer Huang Zitao?! –dijo Baek-hyung más que ofendido mientras se abanicaba con su mano dramáticamente haciendo que su perfecto cabello oscuro se sacudiera elegantemente.
-Además, ¡No tienes autoridad de burlarte cuando tu llamas a tu carro Candy! –dijo en defensa Kyung-hyung a lo que yo me sonrojé y me acordé de ese pequeño detalle.
-Aunque sea Betty y Mark suenan mejor que Candy –dijo Baek-hyung que seguía abanicando con su mano, en modo Diva On.
-Sí, claro.-dije con sarcasmo. A veces pensaba que lo diva de Baek-hyung se le contagiaba a Kyung-hyung de ves en cuando. (mira quien habla)
Después de seguir discutiendo por unos minutos sobre que auto tenía mejor nombre, nos dirigimos a nuestros respectivos autos, estacionados en donde se encontraban nuestros nombre y salimos uno detrás del otro.
Hasta parecía un desfile de carros deportivos de lujo.
En la fila de los tres al salir, al frente iba Baek-hyung con Mark, un Lotus Exige S Coupe, azul marino. Luego estaba Kyung-hyung, con Betty, un Lotus Evora Enduro GT, negro. Y a lo último yo les seguía con Candy, mi Maserati Granturismo, blanco.
Después de salir del estacionamiento, nos dirigimos a la heladería en la que siempre nos reuníamos luego de salir de la escuela, Baskin Robbins.
Al entrar al local, el gerente que nos reconocía después de frecuentar tanto, salió a saludarnos.
-Hola chicos, ¿Cómo se encuentra hoy? –dijo con una sonrisa amable mientras nos pasaba los menús.
-Muy bien, Leeteuk-hyung~ Hemos venido de nuevo a probar tu delicioso helado~ -dijo un animado Baek-hyung que amaba el helado.
-Me alegro mucho~ -dijo sinceramente. Después de tanto venir, el se había convertido en un amigo cercano a nosotros.-¿Qué desean ordenar hoy? – preguntó sacando su pequeña libreta.
-Lo mismo de siempre~ -dijimos al unísono.
-Ah, y lo de siempre también para Min-hyung que llegará en unos minutos. –aclaró Kyung-hyung.
-Entiendo, se los traigo en unos minutos, disfruten su estancia~ -dijo antes de retirarse y yo le contesté un “Como siempre” con una sonrisa.
-Entonces Kyung … si no quieres dar a Betty, apostemos otra cosa. Porque estoy más que seguro que mis instintos de diva me dicen que Min-hyung tiene algo con el guapetón profesor de canto.-dijo Baek-hyung trayendo de nuevo la discusión de antes, haciendo que Kyung-hyung rodara los ojos ante la persistencia del divo.
-Bien … -lo pensó por un momento y luego una sonrisa se formó en sus labios en forma de corazón. –Si es que estás en lo correcto, te conseguiré una cita con Chanyeol~ -dijo con malicia nuestro pequeño Kyung-hyung.
Baek-hyung que estaba tomando el agua que nos daban antes de traernos el helado, se atoró. – ¿C-c-chanyeol? –contestó mientras sus mejillas se tornaban de un rojo intenso que en su piel blanca se notaba mucho.
-Exacto, él mismo.-
-N-no está tan mal la oferta-
-Entonces, ¿Aceptas? -
-Trato hecho, mi querido amigo.-
-Fue un gusto hacer tratos con usted, señor Byun.-
-Pienso de la misma manera, señor Do, es un gusto hacer tratos conmigo.-
Kyung-hyung frunció el ceno y bufó, murmurando un “Sí, claro.”
-¡Ya llegué, mocosos! –dijo con entusiasmo Min-hyung mientras se sentaba a nuestro lado. Pero sospeché que estaba más emocionado y feliz de lo usual.
-Hyung, iremos al grano, ¿Le tienes ganas al profesor Jongdae? –dije sorprendiendo a los otros dos que me miraban atónitos y Min-hyung que lo tomé desprevenido.
-Y-yo…- no supo de responder y se sonrojó ante la sola mención.
-Bien, eso lo dice todo.-dije recargándome de nuevo en la silla y cruzando mis piernas muy elegantemente. –Baek-hyung gana.-sentencié y vi como Kyung-hyung parecía devastado después de haber perdido la apuesta.
-Yo te dije que Min-hyung no era tan puro como parece. –dijo Baek-hyung sonriendo y ofreciéndole un asiento a Min-hyung que no entendía nada de lo que estaba pasando.
-¿Estaban apostando sobre mi?-
-Algo así-
-Niños malcriados y malagradecidos que sólo piensan en hacerle mal a su adorable e inocente hyung.-
-Inocente Baek y eso que es imposible.-
-En eso tienes razón Kyung-hyung.-
-Suenas como una mujer en menopausia Min-hyung.-
-¡Yah! ¡Byun Baekhyun!-
-Yo sólo dije la verdad~ -
-Espero que haya valido la apuesta.-
-Sí que lo valió ~ ¿Verdad Kyungie?-
-Sí, sí … le diré a Jonginnie…-
-Wow, tan avanzados están en su relación que hasta que lo llamas tan cariñosamente?-
-No comiences a joder Baek, que ya te quiero ver cuando llames a Chanyeol “Channie~” –imitó la voz chillona de Baek-hyung
-Do Kyungsoo, yo no hablo de esa manera tan salida de moda, mi hermosa voz suena como la voz de los ángeles, eso fue lo que me dijo mi mami Kibum.-dijo orgulloso
Después de meterse en otra pelea de que si la voz de Baek-hyung sonaba o no como la de los ángeles, les dije que si salíamos al club el sábado en la noche a lo que ellos asintieron y decidieron en encontrarnos en el club a las 8:00 pm.
***
(POV KRIS)
A veces no podía comprender como la gente no podía apreciar mi hermoso arte. Yo sabía y creía firmemente que era mil veces mejor que Picasso, Miguel Ángel y Leonardo da Vinci juntos, pero al parecer nadie era lo suficiente inteligente y apasionado en el arte como yo para captar eso, porque siempre criticaban mi arte.
Aunque eso me podía valer menos, ya que yo sabía que era el mejor en lo que hacía y ellos solo tenían celos de mi perfección.
Mi celular comenzó a sonar en mi bolsillo, así que dejé mi pincel que había estado usando para pintar un lienzo en las ultimas dos horas y saqué mi celular.
-Yifan al habla, ¿Qué desea?-
- Kris, vamos a ir al club este sábado. Te aviso para que te prepares y nos encuentres en el club a las 8:00 pm. –decía un calmado Luhan desde el otro lado de la línea.
-Eh … pues veras yo tengo algo que hacer así que no cre-… ¿Luhan? … ¿Luhan?-
-Desgraciado ciervo del mal, siempre se sale con las suyas. –suspiré vencido y seguí pintando.
[El sábado en la noche]
-¡Wu Yifan, mueve tu artístico culo que te estamos esperando! –dijo antes de colgar Luhan.
No entendía para que me invitaban si bien sabían que no me gustaba ir a esos lugares.
Sin otro remedio, me levanté de mi cuarto (uno de los tantos) de mi departamento y me dirigí a mi espacioso closet, eligiendo unos jeans negros ajustados y una camiseta blanca sin mangas, que podían revelar los músculos de mis brazos en los que había estado trabajando estos últimos meses.
Después de lavarme la cara, aplicarme una buena ración de perfume y peinar mi cabello en tiempo record, salí de mi departamento y me dirigí al estacionamiento en donde mi hermoso Lykan hypersport, rojo me esperaba.
El color lo había elegido porque como soy todo un artista, no hay mejor color que describa la pasión que el rojo.
Rojo de la pasión. Sí. La pasión es muy importante para un artista profesional como yo.
Sin perder mucho tiempo divagando en las mil razones por las cuales el rojo representaba la pasión de un artista, emprendí mi camino hacia el club que extrañamente se llamaba Lightsaber Night Club, me imagino que al dueño le encantaba Star Wars o algo por el estilo.
Habíamos visitado ese club más de una vez junto con Jongdae, Jun y Luhan porque era el club nocturno más famoso de Seúl en el que varias veces te encontrabas a celebridades que iban a desestresarse en el local.
Al llegar, me estacioné a lado de los otros dos carros y la moto que se me hacían tan familiares. Un Corvette Stingray blanco de Luhan, un Ferrari FF blanco de Suho y una Kawasaki Ninja H2r Slim negra de Jongdae.
Me adentré al lugar buscando con la mirada a mis estúpidos amigos que me traían a estos lugares muy poco “artísticos.”
Al verlos al otro lado de la pista de baile, en la mesa VIP, me adentré a la pista tratando de pasar sin terminar medio violado.
Casi al salir, tropecé con alguien. –¡Lo siento! –tuve gritar por culpa de la música alta que se estaba reproduciendo. Le ayudé a levantarse y creo que cometí un error al verlo de cerca.
Creo que en alguna vez en mi vida me había burlado de las ideas de enamorarse de primera vista, diciendo que eso era imposible y tonto, pero creo que en ese momento, mandé mucho a la mierda lo imposible y creí fervientemente en la idea.
Creo que me había enamorado… NO. No creía. Era un hecho que me había enamorado a primera vista de ese joven alto, casi a mi altura, con su cabello negro perfectamente peinado hacia arriba, sus ojeras que extrañamente lo hacían ver como un sexy panda, su perfecto trabajo con las sombras en sus ojos, haciendo un toque de smokey eyes, sus contactos azules y su piel blanca que se podía ver en la oscuridad del club.
Me perdí en su belleza y al parecer yo igual había captado su atención porque no me dejaba de ver, hasta una mano tocó mi hombro haciendo que volteara a ver al enano de Jongdae.
-Hyung, nos estamos sentando en esa mesa esperando por ti desde hace unos cuantos minutos… y al parecer Luhannie-hyung no está muy feliz al respecto… ¿Por qué te estas tardando tanto? –dijo Jongdae y al parecer no había notado la figura del chico.
Iba a regresar mi mirada hacia al chico que había captado mi atención pero cuando miré en el lugar, el no estaba ahí.
Suspire molesto por que el idiota dinosaurio de Jongdae me había quitado la perfecta oportunidad de preguntarle al chico su nombre y sacarle platica.
Sin prestarle atención a Jongdae o contestarle, me dirigí a la mesa en donde me esperaban un calmado Suho que bebía whisky y un furioso Luhan que sacaba humo por la cabeza con una botella de vodka recién abierta. Por lo visto Luhannie iba enserio en lo de olvidar todo por una noche. Ya le preguntaría la razón cuando me sentara.
-Desgraciado Krisus de mierda, te hemos estado esperando por más de media hora –dijo con furia Luhan.
Dirigí mi mirada a Suho mientras que me sentaba a su lado, junto con Jongdae. –No me digas que Luhan está en ese momento del mes. –suspiré dramáticamente ante un asentimiento de parte de Suho- Luhan, ¿Quieres que pase por la farmacia para comparte unos cuantos paquetes de toallas sanitarias? –dije con sarcasmo y pude ver como Luhan se trataba de parar a mi dirección pero no pudo por el efecto de alcohol.
-Si no estuviera en esta condición, te juro que te cortaría las pelotas y con las mismas te estrangularía.- dijo en tono de amenaza pero el vez de asustarme, reí ante sus intentos fallidos de parecer masculino.
-¿Cuántas lleva?-pregunté a Jongdae que se encontraba bebiendo una botella de cerveza. –Esta es la tercera… -suspira- No sé que problemas amorosos se trae, pero si que le están carcomiendo la cabeza. –dijo entre suspiros Jongdae.
-¡MALDITO SEAS OH SEHUN POR SER TAN JODIDAMENTE CALIENTE! –gritó de la nada Luhan que llevaba mas de la mitad de la botella.
-Ahora creo que sabemos la razón … -dijo Suho que trataba de pelear con Luhan para quitarle la botella.
Después de otra botella de vodka de parte de Luhan, este quedó dormido a menos de una hora desde que llegué.
Yo llevaba unas cuatro botellas de cerveza pero al parecer el alcohol no me hacía mucho efecto.
Suho nos contó de su encuentro con Yixing y de cómo casi se lo había violado en el salón, pero de que definitivamente lo iba a conquistar a toda forma. Chen también contó su historia con Minseok. Había escuchado de Minseok antes, pero nunca pensé que en verdad algún día lo encontraría. Sinceramente me hizo muy feliz, porque Chen había buscado por el desde hacia mucho tiempo.
Mientras nos reíamos de las ocurrencias de Chen, Luhan se despertó aun borracho y nos contó entre sollozos que había estado torturándose mentalmente con su alumno de nombre Oh Sehun que estaba muy buenote y que lo ponía para después volver a caer dormido.
Al visto todos mis amigos se habían metido con algún estudiante. Que indecente me dije mentalmente. Eso de meterse con los alumnos no era bueno. Pero lo que nunca pensé es que yo igual iba a terminar con uno.
Dejé de prestarle atención a la conversación que tenían los hermanos Kim y observé en la barra al chico que había visto antes.
Pero al ver como otro le coqueteaba descaradamente, hizo que mi ceño se frunciera y mis celos salieran a flote.
El muy hijo de su muy puta madre intentó besarlo en contra de su voluntad y no supe como pero a velocidad de la luz, me acerqué a ellos dos y lo separé bruscamente, acercando al lindo muchacho panda a mi, pasando mi mano por su cintura. –No lo toques inmundo. Es mío –espeté con autoridad en un tono tan frío como el hielo de Antártida e imponiendo mi altura sobre el enano pervertido que me veía furioso.
Pude sentir como el pequeño panda temblaba ligeramente entre mis manos. Me imagino que el estúpido ese lo había puesto muy nervioso.
-¡¿Quién eres tú para decirme que hacer, Ah?! –dijo furioso el enclenque ese. -¡Vete a buscar tu propia puta, yo lo encontré primero! –terminó de decir mientras se acerba a nosotros tratando de arrebatar a el chico. Al parecer el enano había estado bebiendo más de lo debido porque a puras penas podía pararse dirigiéndose a nuestra dirección.
El que lo llamara puta, hizo que mi sangre hirviera al punto de solar gentilmente al pequeño panda y que me acercara al tipo con claras intenciones de romperle toda su deforme cara. -¡A el no lo llamas puta, inepto de mierda! –dije mientras me acercaba muy peligrosamente.
Estaba a punto de ser detenido pero el chico panda, paso sus manos por mi brazo deteniéndome. –N-no vale la pena… -dijo con la cabeza baja.
Juré que si no hubiera sido por el, el inepto hubiera muerto a sangre fría por mis manos.
Agarre la mano del chico y para no crear más problemas, llamé a uno de los de seguridad y le dije que sacara a la bazofia humana del club y que no lo dejaran entrar de nuevo.
Al decirle mi nombre, el guardia aceptó inmediatamente y lo sacó.
-G-gracias.- susurró adorablemente el muchacho después de habernos sentado en la barra. –No hay problema, hermoso. –dije con una de mis mejores sonrisas. –Todo haría por una belleza como tú. –dije sorprendido de mis propias palabras, porque nunca en mi vida había tratado de ligar a alguien, ya que ellos se servían en bandeja de plata sin que yo levantara un dedo.
Pude ver como sus hermosas mejillas se inundaban de un color rojizo que se notaba aún en la oscuridad del club. –M-mi nombre es T-tao… ¿Cuál es el tuyo? –preguntó tímidamente a lo que yo respondí con una sonrisa. –Yifan, pero puedes llamarme Kris, Tao~ -dije lenta y sensualmente.
Al parecer se dio cuenta de que seguíamos agarrados de la mano, porque miró a donde nuestras manos se enlazaban y se sonrojó mas, pero en ningún momento intento separarse.
Después de unos tragos, aun sin quedar borracho ninguno de los dos, le pregunté si quería ir a la pista a bailar y el asintió de manera adorable. Creo que estaba comenzando a usar toda la fuerza mental que podía para no besarlo en ese momento.
Wiggle de Jason Deroulo estaba sonando en ese momento. Él y yo estábamos bailando al compás de la música.
Debía admitir que Tao era muy bueno bailando y moviendo su sensual trasero.
De un punto a otro nuestro baile se volvió demasiado sensual y los dos nos restregábamos el uno con el otro.
Me seguía sorprendiendo a mi mismo de que yo me pusiera a hacer cosas tan indecentes. Los artistas debían ser reservados pero a la mierda la reservación cuando tenia a Tao bailándome de esa manera.
Después de un rato bailando, el sudor bajaba por el cuello de los dos.
Sus ojos se posaron en los míos y los míos en los suyos. Hubo una conexión que no podría explicar.
Luego nos estábamos besando apasionadamente cerca de los baños del club
Si me preguntaran cómo habíamos llegado a ese lugar, no tendría ni la mínima idea, porque de un momento a otro estábamos en ese lugar.
-K-kris~ ah~ -dijo entre gemidos mientras lamia desesperadamente su cuello. Sus ya hinchados labios sacaban suaves gemidos cuando besaba su cuello, bajando hasta su clavícula.
Lo aventé gentilmente contra la pared y me puse enfrente de él, apretando nuestros cuerpos con necesidad y madre mía que se sentía de maravilla.
Levanté la camiseta negra que tenía puesta y besé su marcado abdomen. Gotas de sudor recorrían todo su cuerpo, dando un matiz perlado a su clara piel.
Su respiración era entrecortada.
Volví a atacar sus labios mientras acariciaba su abdomen y cintura ahora desnudo. –T-tao eres más sensual de lo que alguna vez pude haber imaginado~ -dije caliente a su oído. –Al punto de que eres un pecado~ -gruñí sensualmente antes de volver a besarlo.
El respondió entre gemidos, pronunciando mi nombre entrecortadamente.
-¡Yifan, tenemos que irnos, Luhan-hyung se levantó y esta tratando de matar a Suho-hyung diciendo que es Sehun! -interrumpió nuestro momento el maldito troll de Chen. –Oh, perece que he interrumpido algo. Lo siento–dijo sin en verdad sentirlo, porque podía hasta oír su maldita sonrisa.
Maldije a Jongdae de las mil maneras y en todos los idiomas que sé, pero me quedaba de otra manera, porque tenía que detener a Luhan de ahorcar al pobre de Suho.
-Precioso, parece que tendremos que terminar esto luego…~ -dije mientras sacaba de sus bolsillo lo que parecía su celular e introducía mi número de teléfono. –Me llamas, lindo~ -dije para darle un último beso y salir corriendo junto con Chen para salvar a Jun.
Juré por mis habilidades artísticas que me vengaría del desgraciado de Jongdae.
Después de salvar a Suho que estaba siendo fuertemente estrangulado por Luhan que gritaba a los cuatro vientos, “DESGRACIADO SEHUN POR HACERME SENTIR COSAS QUE NO SON.” Chen se encargó de llevar a Suho hasta su casa y mandó a su mayordomo para recoger el carro de Suho.
Yo por mi parte llevé a Luhan a su departamento y de igual manera mandé a uno de los asistentes de Luhan a que fuera a recoger su auto.
Después de dejar a Luhan en su departamento, me dirigí al mío y al llegar me aventé a mi suave cama como si fuera todo un saco de papas.
Estaba demasiado cansado tanto físicamente como psicológicamente.
Las imágenes de Tao vinieron a mi cabeza, haciéndome sonreír involuntariamente. Sólo esperaba que me llamara pronto.
Ese chico me había enamorado con sus encantos. Pensaba que en un futuro cuando le pidiera ser mi novio, le pediría que modelara para mi y así pintarlo en uno de mis lienzos.
Mañana era domingo por lo que pensé en levantarme hasta muy tarde, porque estaba demasiado cansado.
Me fui a dormir anhelando encontrar al hermoso Tao en mis sueños.