(POV LAY)
Mi relación con Suho había sido la mejor, el hombre era tan tierno y atento conmigo que hasta me prometió comprar un gran unicornio de peluche en nuestra próxima cita.
Claro, aún teníamos que ocultar nuestra relación de todos los demás, porque en caso de que el director lo descubriera, nos echaría a los dos.
Después del incidente de la muerte de la madre de Kyungsoo, los momentos habían sido muy molestos para él porque todo mundo le molestaba o sentía pena de el. Pero dado a la personalidad de Kyung, nada le hacia mal. Es de hecho muy gracioso porque recuerdo muy bien un día en el que todos estábamos sentados en la mesa de la cafetería (Ahora nos sentábamos junto con los amigos de Kyung por eso de el noviazgo de Kai y Chanyeol, los 8) y una chica que era la ex de Kai se acercó a Kyung y le dijo con falsa tristeza, “Siento mucha pena por ti” para luego reírse en la cara de Kyung. Kai se levanto para ponerla en su lugar, pero la mano de Kyung lo detuvo y le respondió a la chica “Que mal, yo no siento nada por ti. Piérdete” con su voz autoritaria para luego mostrar una sonrisa de autosuficiencia que la dejó helada y con vergüenza salió corriendo de la cafetería.
Ese muchacho me caía muy bien para nuestro Kai y sin mencionar al otro que se llamaba Baekhyun con sus amigos divos Tao y el tal Minseok.
De alguna extraña manera, los 8 nos habíamos hecho muy buenos amigos en poco tiempo y nos habíamos llegado a conocer a fondo como si hubiéramos sido amigos desde infancia. Incluso el tarado del pokerface de Sehun se reía cuando Baek se ponía a criticar la manera en la que las chicas usaban el uniforme, alegando que él se vería mil veces más hermoso usando falda que todas esas guarras juntas.
En cuanto al problema de las molestas personas que molestaban a Kyung, lo solucionamos entre Kai, Sehun, Chanyeol y yo al ir a buscar a cada una de las personas que esparcían rumores falsos o propiciaban los actos de violencia en contra de Kyung. Al encontrarlos, nos encargábamos de dejarle MUY en claro que no queríamos que eso volviera a suceder y efectivamente Kyung dejó de ser molestado.
El timbre sonó indicando que el almuerzo había acabado y eso significaba … ¡CLASE DE MATEMÁTICAS! Y no es porque me gustaran las matemáticas, NO, DEFINITIVAMENTE NO ERA POR ESO. YO VOMITO ARCOIRIS CADA VEZ QUE VEO NUMEROS. Y cuando digo que vomito, es porque en serio me refiero a vomitar…
Dejando de lado mi odio hacia los números, nos dirigíamos al salón cuando algo o mejor dicho, alguien me agarró y me arrastró adentro del cuarto del conserje y me pregunté, ¿Qué no hay mejores lugares para raptar a alguien que el clásico cuarto del conserje?
-Mi amor~ -susurró con su voz grave Suho
-Joder Suho, por san patricio, casi me da un paro cardiaco-
-Mi amor hará que tu corazón se pare… no, no… espera, no era eso. –sacó un papelito que contenía algo escrito- Ah, era, “Te daré amor hasta que tu corazón se pare”-
-…-
-¿No te gustó? … Joder, ¡Lo sabía! Maldito Jongdae, va a saber de mi cuando lo encuentre.-murmuró enojado y al verlo tan lindo comencé reír sin poder realmente detenerlo.
-¿Estuvo tan mal que hasta te ríes de mi? No se vale tanta maldad Xing-xing… -dijo con un puchero en la boca que no me contuve de besar.
-No, estuvo perfecto. Las palabras mas románticas que me han dicho en toda mi vida~-
-¿Enserio?...Wow, el desgraciado tenia razón~
-Si, pero si no salimos de aquí, se van a estar preguntando dónde demonios se encuentra el profesor de matemáticas. –dije aún riendo.
Él asintió y luego de darme otro pequeño beso, salimos del lugar y en diferentes tiempos entramos al salón para no levantar ninguna sospecha.
La clase estuvo muy… normal diría yo. No porque Suho no se viera tan caliente como todos los días en su traje, sino porque me seguía preocupando el problema de que no tuviera un compañero para el proyecto de la clase de baile.
Me la pasé pensando toda la clase en posibles candidatos pero ninguno vino a mi cabeza.
Al terminar el periodo, dejé que todos salieran del salón para acercarme al escritorio de Suho.
-Jun-jun, ya me tengo que ir~ -
Levantó la vista de lo que estaba haciendo y me dio una de sus hermosas sonrisas de oro, como yo las llamo. –Esta bien Xing-xing, te veo mañana~ -le di un beso un poco húmedo y antes de que esto terminara en más, salí corriendo traviesamente de él.
Cuando estaba llegando al estacionamiento, me acordé que dejé uno de mis cuadernos en el salón de Suho y decidí regresar. Al regresar escuché una voz que cantaba desde su salón.
En mis memorias, Suho nunca dijo que sabía cantar por lo que cuando entré a su salón me sorprendí al verlo cantando con una suave voz.
- My answer is you, My answer is you, only you… Oh, ¿Olvidaste algo? … -dijo un poco sorprendido al verme en el marco de la puerta de su salón parado literalmente babeando.
-Eh, yo… si.-
-Jun, ¿Podrías ayudarme en un proyecto?-
-¿Proyecto?-
-Si y necesitaré mucha ayuda~ -dije muy emocionado para proseguir con mi explicación de todo el proyecto que Taemin nos había dejado.
-Yo… no soy muy bueno, pero si necesitas mi ayuda, te la daré más que encantado Lay~ -
Lo besé porque me declaraba la persona mas afortunada en el mundo por tener un novio tan talentoso y guapo como Suho.
-Te veo el domingo donde siempre para practicar la coreografía y una canción. Me tengo que ir, ¡Te amo~! –dije para salir corriendo porque en verdad iba a llegar tarde a casa y no es que alguien estuviera en casa para esperarme, pero mi madre me hablaba a esa hora.
No entendía su terquedad al quererme hablar a la casa cuando poseía un teléfono celular ultimo modelo al cual podía dirigir sus llamadas, pero esa mujer a veces era paranoica y no podía hacer nada en su contra.
Cuando terminé de estacionar mi auto en la cochera de mi casa, corrí adentro de la casa para encontrar que el teléfono estaba comenzado a sonar como lo hacía cada miércoles desde que vine a vivir a Corea del Sur. Y sin dejar que sonara la segunda vez lo contesté.
-¿Mamá?-pregunté en mi idioma nativo.
- ¡Mi unicornio rosado! ¿Te encuentras bien? ¿Por qué no contestaste antes?-
-Mamá, no seas paranoica, sólo sonó una vez.-
- ¡No soy paranoica, me preocupo por ti, niño malagradecido!-
-Mam-…-
-¡No me rezongues!
-Pero yo no est-…-
-¡A callar he dicho!-
-…-
-Ahora sí mi amorcito, ¿Cómo has estado bebé?-
Suspiré por la bipolaridad de mi madre, pero hice como hacia antes, contarle lo que había hecho esa semana, claro, excluyendo que tengo una relación con mi profesor de matemáticas.
Después de terminar de contarle a mi madre de todas las cosas que suceden en mi vida, terminé la llamada y fui a darme una ducha para luego irme a dormir.
La semana pasó muy rápido y llegó el domingo. Ese día en especial, me vestí con mis mejores atuendos porque iba a ver a mi novio.
Manejé al lugar al que usualmente planeábamos reunirnos, el cual era un parque un tanto alejado de el centro de Seúl. Ese día en especial noté que estaba un poco solitario a comparación de las otras veces que nos habíamos reunido en el lugar pero no le puse especial atención a ese detalle.
Me dije a mi mismo que el llegar media hora era un poco extremista pero no tenía nada que hacer en mi casa por lo que venía temprano.
Estacioné el auto en el estacionamiento que se encontraba en el centro del parque a esperar que Suho tocara mi ventana para dejarlo entrar y tener nuestra cita en el carro como usualmente hacíamos.
A ver que este se tardaba un poco comencé a preocuparme pero una llamada me distrajo.
-¿Diga?-
-¡Amor!, lo siento pero voy a tener que llegar un poco tarde porque hay mucho tráfico casi al llegar al parque. Parece que hay oferta o algo así y hay muchos carros, pero en unos 20 minutos llegaré.-
-No te preocupes Jun, te estaré esperando en donde siempre~ -
-Gracias cariño, llegaré lo más pronto posible que pueda.-
-Sale.-
-Bye.-
Colgué la llamada y me decidí a esperarlo mientras me ponía cómodo en el carro y jugaba con algunas de las aplicaciones de mi celular.
Después de unos diez minutos aproximadamente escuché el golpeteo de algo contra mi ventana y me emocioné al pensar que Suho había llegado antes de lo planeado.
-¡Suh-…! –mis palabras se quedaron atoradas cuando el cañón de una Deagle apuntaba directamente a mi cara, siendo empuñada por un tipo que tenía cubierta la mayor parte de la cara y venía vestido de completo negro.
-Baja.- ordenó y sin poder carburar mucho, decidí obedecer y bajar del auto.
-Te tengo las noticias que desde ahora has sido secuestrado y probablemente serás llevado al mercado negro para ser vendido. – dijo mientras reía con una voz grave y hosca, producto de fumar y tomar.
Las imágenes de mis amigos, mi familia y Suho pasaron enfrente de mis ojos y por primera vez en mi vida, tuve miedo y quise llorar.