(POV KAI)
Decir que estaba sudando por todas partes era poco para lo que estaba sintiendo. En ese momento no me oriné porque no quería que se llevara una mala impresión de mí, pero si no fuera por eso, agüita caería de todas partes.
No era muy cómodo hablar con el padre de tu novio al que personalmente vi una vez cuando su esposa se murió. Y por si no fuera poco, no habíamos obtenido su permiso para salir y encima de eso lo dejé preñado. Que san Siwon se apiade de mi pobre alma.
Kyungsoo había gritado a los mil vientos que estaba embarazado y ese mismo momento su padre había entrado. ¿Será que los dioses me odiaban para tener este tipo de suerte?
El hombre estaba quieto, aún asombrado. Mis otros amigos, habían salido ya de su asombro y felicitaban a mi novio con mucho entusiasmo, en especial Baek que ya estaba dando la opción de diferentes nombres para el bebé.
Cuando levantó su mirada hacia mi persona, creo que un pequeño gritillo de miedo se escapó de mis labios al tener su oscura mirada en mi.
-Kim Jongin, sígueme. –dijo así sin más, dejando el lugar y saliendo de nuevo por la puerta
Kyungsoo me volteó a ver asustado. Supe que ese era el mejor momento para explicarle a su padre sobre nuestra relación. Por lo que aunque mis piernas temblaban como pollo, me armé de valor para salir detrás del director de mi escuela.
Cerré suavemente la puerta para ver al hombre que se encontraba sentado en la pequeña sala VIP para todos los pacientes de esa ala del hospital.
-Siéntate. –dijo cuando apenas me acerqué a su lado.
Yo obedecí para no hacer las cosas más complicadas.
-S-señor director y-yo quier-… -estaba diciendo mis disculpas cuando él me interrumpió empezando a hablar.
- Conocí a Minhye cuando apenas tenía 16 años, tu edad. Ella era mi compañera de clase, la mas hermosa he de decir. Ella era una estudiante brillante que siempre se llevaba el primer lugar en toda la preparatoria. –sonrió como recordando la imagen de su difunta esposa.
>> Ella a diferencia mía, no vivía un vida llena de lujos, por lo que tenía que trabajar todos los días después de clases en una cafetería. Yo en ese tiempo era un chico tímido por lo que no me atrevía a hablarle. Pero mi timidez no me paraba de irla a ver a la cafetería todos los días después de clase, solo pidiendo una taza de café y un pedazo de pastel de chocolate. –dijo riendo. –De esa manera me fui acercando cada vez más y más a ella, hasta que llegó el momento de ser más que amigos.
>>Yo les había dejado en claro a mis padres que nos seguiría el camino que ellos habían planeado para mi vida y convertirme en un empresario, si no que yo sería un profesor. Ellos como siempre han sido muy amables y comprensivo, me dejaron hacer lo que quisiera de mi vida. Por lo que luego de graduar, me casé con Minhye. Ese se convirtió en el primer mejor día de mi vida, porque el segundo fue cuando vi nacer a Kyungsoo. El tener en tus brazos a tu propio hijo es una experiencia y un nudo de sentimientos que no pueden ser comparados con ninguna otra cosa.
>>El ser padre me cambió de manera radical porque ahora mi mundo giraba en torno a un nuevo miembro de la familia. Minhye siempre fue una persona que supo elegir a sus amistades y personas de su entorno de manera sabia, al igual que Kyungsoo.
>>Jongin. –Me miró, haciendo que me estremeciera. –Te estoy contando todo esto porque le estoy dando crédito a Kyungsoo que al elegirte ha hecho una buena decisión. Muchacho no hagas que tenga una mala impresión de ti. –dijo poniendo su mano en mi hombro. –No me gusta que no me hayan pedido mi permiso para salir y que a tan corta edad lo hayas dejado embarazado pero espero de ti lo mejor para mi Kyungsoo. Te estoy confiando lo que más quiero en este mundo y lo último que me queda.
>>Se que el convertirte en padre a tan corta edad no era parte de tus planes a futuro y que probablemente será difícil para ti, pero quiero que sepas que yo voy a apoyarlos en lo que sea. –dijo sonrientemente. –Sólo espero que de ahora en adelante hagas lo correcto.
>>Kim Jongin, yo creo que las personas pueden cambiar, Minhye me mostró eso, por lo que no te juzgaré por tu pasado. Las personas se pueden equivocar pero mientras encuentren el camino correcto, será más que suficiente. –Unas cuantas lágrimas cayeron de mi rostro.
El me abrazó como un verdadero padre lo haría. Algo que mi padre nunca hizo desde que mi madre murió. –Todo va a estar bien muchacho, no te preocupes. –me alejó del abrazo y limpió los rastros de mis lagrimas. –Sólo te pido un favor. –asentí. -¿Cuidarías de mi pequeño Soo?
Lo abracé, tal vez sorprendiéndolo pero no me importó, porque él era lo que nunca había obtenido de mi padre. Calidad, entendimiento y cariño. –Le prometo que incluso daré mi vida para proteger a Kyungsoo y a nuestro pequeño retoño. –El sonrió y palmeó mi espalda, asintiendo.
-Bienvenido a la familia, hijo.
-Gracias padre… Gracias.
(POV D.O)
Esos dos habían dejado la habitación desde hacía un buen tiempo y todavía no habían regresado. ¿Qué habrá hecho mi papá con Jongin?
Mordía mis uñas mientras esperaba a que alguno de los dos se dignara a aparecer. Baekhyun junto con los otros cuatro se habían ido porque Baek dijo que tenían que comprar cosas para el bebé y todo ese tipo de detalles. Creo que Baekhyun estaba aún mas emocionado con la idea del bebé que nosotros.
-Frijolito, ¿piensas que papá va a estar bien? –pregunté refiriéndome al bebé adentro. Definitivamente me estaba volviendo loco al estarle hablando a mi estómago y aún más llamándole frijolito cuando no tenía idea de su género.
-¿Ya te encuentras hablándole a nuestro hijo o hija? –preguntó Jongin mientras entraba y cerraba la puerta suavemente. Esa pregunta hizo que me avergonzara, haciendo que mis mejillas se tiñeran de un rosa suave.
-¿Y-ya llegaste?
Él sonriente, se acercó a mi cama y depositó un suave beso en mis labios.
-Sí, no te preocupes, todo está bien. –respondió acariciando mi vientre.
Sorprendido lo miré con confusión.
-¿A qué te refieres con que todo está bien? ¿Hablaste con mi padre?
-Sí… me contó algunas cosas y al parecer congeniamos un poco porque me dijo que ya era un miembro de la familia y que nos iba a apoyar con nuestro frijolito.
La manera tan cariñosa con la que se refería a nuestro bebé hizo que mi corazón se derritiera.
-Me alegro por ustedes dos. –dije riendo.
-Siento interrumpir su calurosa conversación pero vine a ver cómo están las cosas. –dijo un sonriente Seung desde la puerta acercándose tras cerrar la puerta.
Los dos le sonreímos en respuesta.
-No interrumpes nada, nos agrada tu presencia. –Contesté. –Gracias por salvarme antes…
-Sobre eso… -dijo cambiando su semblante.
Seung me explicó toda la situación sobre el aborto que estuve a punto de tener, haciendo que me volviera un mar de lágrimas mientras Jongin me consolaba. Acepté el asistir a unas sesiones con tu amigo psicólogo, todo sea para la salud de frijolito.
-Gracias Seung… por todo. –dije entre hipidos.
-No hay problema. Me alegra que lo hayan entendido y ya saben. Yo estoy aquí para ayudarlos. –respondió sonriendo.
-Bueno, me tengo que ir. –dijo parándose de la silla. –Recuerden la cita en un mes~ -dijo antes de irse del lugar.
Lo que restaba de la tarde, yo tanto como Jongin nos pasamos hablándole a frijolito, diciéndole lo mucho que le amábamos y lo mucho que estábamos esperando de verle.
La idea de formar una familia con Jongin no sonaba para nada mal, es más era una imagen muy adorable y bonita.