(POV LUHAN)
Un hijo… un bebé… una creatura humana creciendo en mi vientre… tres meses y una semana.
Suspiré pesadamente por sexta vez en el día. Esto de la idea de tener un bebé creciendo en mi cuerpo me estaba volviendo loco. En ese momento debería de estar preparando mi próxima clase para el siguiente día, pero en vez de eso, me encontraba en mi cama, tirado cual perro sin casa con la tele prendida y sin poner atención.
Me estaba persiguiendo la idea de que todavía no le había dicho a Sehun de que íbamos a tener un hijo. Pero me preocupaba al mismo tiempo que Sehun no fuera lo suficiente maduro como para ser padre.
Él era un estudiante seis años menor que yo. ¿En qué estaba pensando cuando acepté salir con él?
Hasta me podían meter en la cárcel por estar saliendo con un menor de edad, pero… de ese menor de edad era del que estaba enamorado.
Ugh… que cursi sonó eso.
-En las noticias de la tarde, se encuentra el caso de un profesor que fue llevado a la cárcel por pedofilia. –dijo el reportero del noticiero, haciendo que pusiera detenida atención. –Tendremos los detalles con María del Carmen. María, adelante. –la otra mujer empezó a relatar el incidente con la usual voz monótona que usan los reporteros.
-Gracias Joaquín. –respondió la mujer. –Este Viernes pasado, un profesor en la Academia Luz de mi Ser en el norte de Seúl, fue arrestado por pedofilia. –se podían apreciar fotos del profesor siendo llevado a la patrulla. –Según los testigos, este profesor mantenía una relación secreta con uno de sus estudiantes masculinos de 16 años. Y por si no fuera suficiente, el profesor tenía 22 años, haciendo una diferencia de 6 años entre los dos.
-Que horror… -dijo Joaquín cubriendo su boca.
-Eso mismo Joaquín y no solo eso, si no se dice que mantenían relaciones sexuales de vez en cuando.
-¡POR MARÍA PURISIMA! –exclamó dramáticamente Joaquín.
-Eh… sí…Estamos en espera de más detalles sobre el caso, regresamos contigo Joaquín.
Y apagué la tele. No pude ver más. ¿Qué si me metían en la cárcel por andar de pedófilo con mi estudiante?
¿Qué haré yo solo y embarazado en la cárcel? ¿Qué sería de mi carrera?
Rodé con frustración de la cama hasta caer al frio suelo. Tal vez… ¿Aborto?
NO, NO, NO, NO. ¿Cómo pude siquiera pensar en eso?
-¡AH! –me jalé desesperadamente mi cabello castaño claro. No tenía ni la menor idea de lo que iba a hacer.
[Al día siguiente]
El viento soplaba muy fuerte, haciendo que las cortinas blancas de seda volaran a causa de la ventana abierta que había olvidado de cerrar la noche anterior en un intento de tomar aire fresco.
Los pajarillos cantaban alegremente en el árbol cerca de mi ventana, el sol brillaba contento de otro nuevo día, como si todo el mundo estuviera feliz de mi miseria.
Un estornudo resonó en toda la habitación. –Joder… creo que me he enfermado… -dije con la garganta casi cerrada. Perfecto, lo que me faltaba; enfermarme. ¿Qué más vida?
Pero no podía darme el lujo de faltar a clase, porque Sehun iba a sospechar del embarazo y todo ese rollo.
Por lo que a mi pesar, con el cuerpo doliendo y la cabeza dando vueltas, me puse mi uniforme deportivo negro y me arrastré a la cocina en donde las sirvientas preparaban el desayuno. Las cuales al verme, hicieron una reverencia de 90 grados.
-Muy buenos días joven Luhan. ¿Cómo se encuentra en este hermoso día? –preguntó una sirvienta muy amablemente pero a como estaba, no se me antojaba tanta amabilidad.
-De la gran mierda. ¿Tienes huevos fritos con frijol? –pregunté, dejando en shock a la pobre sirvienta por mi lenguaje.
-¿Qué acaso nunca habías visto a alguien decir una mala palabra? –pregunté para luego estornudar tapando mi boca con mi brazo.
La mujer boqueaba como pez fuera del agua sin saber qué decir. –Entonces ¿Si tienes huevos fritos con frijol o no?
-E-eh a-ah… si. En un momento se lo llevamos a la mesa. –dijo para salir corriendo a preparar mis huevos.
-Gracias.
Al terminar de desayunar, arrastré mi cuerpo hacia mi amado Corvette. ¿Saben lo peligroso que es manejar cuando sientes que te vas a desmayar en cualquier momento? ¿No? Pues yo sí.
Siendo que pronto en vez de ser llevado a la cárcel por pedófilo, me iban a llevar por casi atropellar a múltiples ancianitas que se metían en el camino de mi auto deportivo y me decían de palabras en todos los idiomas inventados por el hombre.
Cuando llegué a la escuela, estacioné a mi bebé en su lugar asignado y con pesadez me bajé del mismo para dirigirme al gimnasio.
A causa de algún milagro, había llegado a tiempo esta vez.
En mi camino al gimnasio, recordé la primera vez que entré a esta escuela y como me perdí como vil newbie al intentar encontrar el condenado gimnasio.
E igual recordé cuando conocí al tan nombrado Oh Sehun.
-Ah… Me estoy haciendo viejo. –comenté al viento mientras sorbía mis mocos.
-Pero en mi opinión, eres el viejo más sexy que he conocido en mis 16 años. –dijo una voz grave a mis espaldas que ocasionó que me volteara a verlo.
-Sehunnie…
-El mismo, Lu-ge~ -dijo sonriendo como muy pocas veces hacía. Por algo lo llamaban el sin expresión.
Se acercó a abrazarme.
-Siempre vueles a viejito… -comentó, oliendo mi cabello.
-¡Oye! –me quejé, tratando de zafarme de su agarre, pero perdiendo vilmente.
-Pero es un olor que enamora~
Los dos comenzamos a reír o yo intenté porque la jaqueca que tenía no me dejaba reírme a gusto, pero intenté disimular enfrente de él.
-Lu-ge…
-¿Sí?
-¿Soy yo o te siento más caliente de lo usual? Y no me refiero a lo hermoso que te vez diariamente… -preguntó con el ceño levemente fruncido.
-Y-yo… ¡Es tu imaginación! –dije riendo nerviosamente ante su atenta mirada que decía: “No te creo nadita pero voy a hacer como que si te creo”
-Si tu lo dices…
-Sí… jejeje… ¡OH! ¡Se va a hacer tarde, vamos a clase! –dije zafándome a como pude y con todo el dolor de mi alma a causa de la fiebre y tratando de correr hacia el gimnasio fallando al momento de tropezar, caer de lleno en el piso y rodando tal como un saco de papas cuando lo patean. Todos los estudiantes se sorprendieron de mi tan épica caída que se acercaron inmediatamente a auxiliarme.
-¡Luhan!
-¡Hyung!
-¡Ge!
Pude ver como Jongin, Sehun y Tao que se encontraban en la clase que impartía, se acercaron corriendo hacia mi persona con expresiones de horror y más de parte de Tao.
-Llevaré al profesor al hospital. No habrá clase por el día de hoy. –sentenció Sehun e inmediatamente me levantó al estilo princesa del suelo y junto con Jongin y Tao siguiéndonos, se dirigió a su auto para recostarme en el asiento trasero junto con Tao y manejando rápidamente al hospital.
Al llegar al hospital, Sehun comenzó en gritar en la sala de emergencias para que alguien me ayudara. Nunca lo había visto de esa manera, tan agitado y en pánico.
Tao habló con la enfermera con más calma y demandó la presencia de Seung para que me revisara. Después de eso me pusieron en una camilla y me llevaron de inmediato a un cuarto que estaba equipado con varias cosas.
Seung entró no muy después con la respiración agitada de correr me imagino.
-Seung… -dije con los ojos entre abiertos.
-No te preocupes Luhan, vas a mejorar, te lo prometo… -dijo sonriendo y poniendo su mano en mi hombro.
Pude alcanzar a ver como Sehun frunció el ceño al presenciar tanta confianza entre los dos.
-Por favor pónganle una intravenosa y pásenle un paquete de solución salina y quiero un químico sanguíneo. Ah, igual necesito que traigan la maquina para realizar un ultrasonido. –ordenó a las enfermeras que inmediatamente salieron del cuarto y regresaron con cosas que necesitaba.
Cuando ya estuve conectado a todo esos molestos cables y todas esas cosas medicas que realmente no entiendo, la maquina de ultrasonido llegó al cuarto.
-¿Tú eres el padre? –preguntó Seung observando a Sehun que había estado estático todo el tiempo.
-¿De Luhan? No. –dijo confundido.
-No me refería a… -Seung volteó a verme confundido. -¿No le has… -medio preguntó y yo asentí, bajando mi cabeza.
Seung se levantó suspirando. –Tiene que ser ahora, Luhan, tenemos que ver cual es el estado del feto a causa del golpe que tuviste… Yo sé que puedes hacerlo… -dijo de nuevo sonriendo.
-Doctor… ¿A qué se refiere? –preguntó mi novio con un leve deje de molestia en la voz.
-Luhan te lo explicará. Los dejaré solos por unos minutos y después regresaré para realizar una ecografía. Con permiso. –y eso fue todo lo que dijo antes de que desapareciera por la puerta.
Sehun se sentó en la silla en la que Seung se había sentado antes, a lado de mi cama.
-Luhan, ¿Por qué ese doctor te llama por tu nombre? –preguntó ceñudo, lo que hizo que soltara una pequeña risita por sus celos.
-Nos conocimos antes cuando…
-¿Cuándo?
Dejé salir el aire que estaba conteniendo e intenté hablar con el nudo que se había formado en mi garganta. Esas molestas ganas de vomitar cuando estas realmente nervioso.
-Hun… Tengo que decirte algo realmente importante que va a cambiar tu vida… pero primero… ¿Realmente me amas como para quedarte a mi lado por siempre? –pregunté con miedo.
Sehun frunció más el ceño. -¿Qué tipo de pregunta es esa? –y eso fue lo suficiente como para que mi corazoncito se rompiera en pedazos. Parecía que ahora iba a ser un padre soltero. –Obviamente que te amo.
-¿AH? –levanté rápidamente mi mirada para posarla en sus ojos.
-Te amo, Luhan. Te amo tanto que soy capaz de dar mi vida, toda mi fortuna y todo lo que poseo, incluyéndome, para que tú seas feliz. ¿Por qué siquiera lo cuestionas? –dijo un poco dolido. –Pensé que habíamos estado el suficiente tiempo juntos para que te hubieras dado cuenta de eso.
-…
-¿Luhan? –dijo sorprendido. -¿Por qué estas llorando?
-P-para ser llamado niño inexpresivo, expresas muchas emociones. –dije entre risa y llanto.
-Si eso te hace feliz, me seguiré expresando con libertad, solo contigo. –respondió con una sonrisa.
Acunó mi cara entre sus frías manos y me dio un beso en la frente. –Todavía tienes fiebre, por favor descansa para que te puedas recuperar. Iré a buscar un poco de agua para que bebas. –dijo quitando sus manos de mi rostro y levantándose, pero lo detuve. Tenia que ser en ese momento o no iba a ser nunca.
-Sehun, estoy esperando un bebé tuyo. –sentí como su cuerpo se tensó y se volteó a verme con la cara de acabar de haber visto un fantasma. Hasta creo que estaba más pálido que lo usual. Era simplemente una hoja de papel blanco con forma humana.
-¿Sehun?
Me imagino que del impacto o algo por el estilo, terminó desmayado en el piso.
-¡¿Sehun?! –grité y apreté rápidamente el botón en la cama para llamar a la enfermera que no llego mucho tiempo después.
-¿Pasa algo?
-¡Mi novio se ha desmayado!
Volteó a ver al piso y se percató de Sehun tirado en el piso, por lo que llamó al camillero para que se lo llevaran.
Después de que se llevaran a Sehun, Seung regresó con un rostro que demostraba que se había estado riendo.
-Escuché que tu hombre se desmayó al escuchar la noticia. –dijo tratando de aguantar la risa.
Simplemente cerré mis ojos y pasé mi mano por mi cabello, suspirando. –Creo que han sido muchas emociones para un solo día.
Seung regresó a su faceta de doctor. -¿Te ha bajado un poco la fiebre? Ya fui a hacer tu expediente y ordené unas cuantas medicaciones para ayudarte con eso.
-Gracias, Seung…
-No hay de qué~ Ahora hay que ver ese pequeña o pequeña traviesa. –dijo con una sonrisa para luego agarrar la maquina.
-Luhan, por favor sube tu camisón y te voy a poner un gel que se va a sentir frio por un momento. –obedecí y subí mi camisón. El puso ese gel que me dio escalofríos por todo el cuerpo por lo frio que estaba y puso una pequeña maquina con una bolita que se movía alrededor de mi vientre ya un poco abultado.
Observaba la pantalla nervioso aunque no tenia idea de lo que estaba viendo porque todo era blanco y negro.
-Te encontré pequeño~ -dijo capturando varias imágenes de una mancha blanca. ¿Ese era el bebé?
-Mira Luhan. –Apuntó con su lapicero a la mancha blanca mientras seguía moviendo la otra cosa. –Esa es su cabecita, esas son sus manitas y sus piecitos.
-Oh por Dios… -exclamé a punto del llanto cuando pude entender la figura. Era tan pequeñito.
-Le he tomado fotos para que se las puedas mostrar al otro cuando despierte. –dijo riendo.
-Por cierto… Ya puedo saber el sexo a esta etapa… ¿Quisieras saber qué es lo que vas a tener? –preguntó.
Mordí mi labio impacientemente. Realmente quería saber pero igual quería que fuera una sorpresa para cuando Sehun estuviera a mi lado.
-Mejor me dices cuando Sehun esté conmigo.
-Entendido~ -se levantó de la silla que estaba a lado de la maquina y me pasó un pedazo de papel para que me pudiera limpiar los residuos del gel.
-Te he puesto para que te den de alta mañana en la mañana, si mis cálculos están bien, para mañana deberías sentirte mucho mejor. Pero recuerda descansar mucho y si se presenta cualquier percance, me avisas.
-Gracias, Seung~
-De nada Luhan, nos vemos luego. –dijo sonriendo para luego salir del cuarto.
Un sentimiento de felicidad se apoderó de mi cuerpo, haciendo que inconscientemente acariciara mi vientre.
¿Sería una niña o un varoncito que se pareciera a Sehun?
[***]
Definitivamente los hospitales no eran lo mío. Era muy incómodo dormir bien con todos los cables y soniditos sonsos a los que estaba conectado. Lo bueno era que ese día me iban a dar de alta.
Lo que me preocupaba es que no había sabido de Sehun y supuestamente, el había sido dado de alta desde ayer.
No quería darme ideas raras pero no podía no pensar en cosas malas cuando no ha venido a visitarme después de la noticia. ¿No estaba igual de feliz que yo?
-Lu-ge~ -al escuchar esa tan conocida voz, hizo que me volteara a ver a su propietario.
-Minnie~ -dije abriendo mis brazos para que me abrazara.
-¿Cómo te sientes? –me preguntó sentándose a mi lado.
-Mucho mejor de salud. Todo bien. –mentí en la parte de todo bien.
-¿Y tú, se lo has dicho a Jongdae? –su semblante cambió.
-Se lo dije el día cuando se Xing fue traído al hospital a causa del incidente, pero desde ese día, se ha mantenido ocupado en mil cosas de las cuales no tengo idea que son, pero me ha estado evitando. –y en ese momento se puso a llorar, lo cual me hizo llorar a mi y ya éramos dos embarazados llorando como magdalenas.
Sorbí mis mocos y traté de hablar. -¿Helado en mi casa?
Sin decir nada, asintió y en cuando fui dado de alta nos fuimos en mi Corvette a mi casa.
[***]
De alguna manera, todos los embarazados, incluyendo Yixing habíamos terminado viendo Secret Garden por recomendación de Tao.
Lo más extraño era que todos estábamos entre comiendo helado, llorando y maldiciendo a la mamá de protagonista por ser tan hija de puta. Y hasta Kyungsoo había participado de ese espectáculo, lo cual no se veía a menudo.
Tanto nos estaba gustando en drama que hasta estábamos cantando el OST de la serie que a cada rato pasaba cuando había una escena triste.
- Eolmana eolmana deo neoreul
Ireohke baraman bomyeo honja
I baramgateun sarang i geojigateun sarang
Gyesokhaeya niga nareul sarang hagenni… ¡OHHHH!
Todos nos encontrabamos gritando la canción con mucho sentimiento hasta que tocaron la puerta
Todos inmediatamente apagamos la tele, escondimos el helado y las palomitas, y nos pusimos en posicion recta como si nada hubiera pasado.
-Pase. –dije muy elegantemente.
Sehun se asomó por la puerta, haciendo que mi corazón latiera al mil por hora. Detrás de el apareció Jongdae. Los dos entraron de lleno ante la atenta mirada del club de los embarazados, los cuales habian escuchado de las cosas que esos dos nos habian hecho.
-Eh…
-Minnie, ¿Podrías salir conmigo? Tengo algo que mostrarte. –dijo un tanto nervioso Chen, algo que usualmente no se veía.
-Ahora sí quieres hablarme ¿No? Por que antes me igno-… ¡Bajame Kim Jongdae! ¡TE VOY A PARTIR EL BOLILLO EN DOS SI NO ME BAJAS EN ESTE INSTRANTE! –sin que nadie se lo esperara, Minnie fue secuentrado en nuestras narices.
Sehun carraspeó y me volteó a ver con cara de cachorrito sin hogar, cosa que no pude resistir.
-Hannie, perdon por no haberte ido a ver, estuve ocupado en unas cuantas cosas… -dijo mostrandome la bolsa que traia en la mano.
Los otros 4 embarazados a mi espalda exclamaron con ternura al ver que la bolsa contenia ropita de bebé, escepto Lay porque este ya estaba en el mundo de los unicornios.
-No sabía su sexo, por lo que compré de color amarillo, dicen que ese es color universal para hombre y mujer.
-Gracias, Hun~
-Quiero que sepas que siempre voy a estar a tu lado Hannie~ -dijo acercandose para besarme pero se detuvo en seco cuando sintió las miradas emocionadas de los otros 3 embarazados, como si estuvieran viendo un drama en vida real.
-¿Lo vas a besar o no? –preguntó Baekhyun con estrellas en sus ojos.
-P-pues…
-Besalo de una vez hijo, que no tenemos todo el día. –dijo Kyung haciendo que Sehun me besara.
-¡Así se hace Hun! –exclamó Tao.
Sehun se despegó de mi todo avergonzado. –Pero eso no es todo… -dijo como emocionado.
-¿A qué te refieres? –pregunté.
-Sigue viendo el interior de la bolsa.
Sin entender realmente busqué en la bolsa y saqué delicadamente la ropita que habia conseguido para el bebé.
No solamente yo, pero todos en la habitación habian guardado silencio, esperando a que encontrara algo inusual.
Y lo vi.
Dentro de un calcetincito color azul, se encontraba un anillo de compromiso plateado con una piedra de topacio azul incrustada en el centro.
-¡AHHHHHHH! –grité como colegiala al verlo y llevé mis manos a mis mejillas de la emoción.
-¡Luhan! –todos mis amigos embarazados, esta vez incluyendo a Yixing que se había despertado por el grito que pegué, se acercaron emocionados.
-¡Hun! –grité y literalmente me avalance a él y rodeé mis piernas en su cintura de un salto.
El me sostuvo firmemente, mientras sonreía. -¿Entonces, eso es un sí?
-¡Mil veces sí! –dije dejando varios besos en su rostro, mientras el reia con su caracteristica risa boba que tanto enamoraba.
Todos en la habitación nos felicitaron mientras presenciaban con lágrimas en los ojos nuestra felicidad que de mi punto de vista, duraría para siempre.