(POV KRIS)
-No mi amor, por favor no llores, te compraré todas las bolsas Gucci que quieras. ¡Es más! Hasta te compro la marca si eso deseas, pero por todo lo que quieras, no llores. –dije ya desesperado al ver que mi Tao de seis meses de embarazado estaba a punto de romper en llanto.
-¿En serio? –me preguntó con ese hermoso puchero que rompía todos mis muros y hacía que el orgulloso Kris se volviera un completo sirviente.
-Todo lo que quieras. –dije muy convencido.
-¡Yay! –dijo inmediatamente cambiando su estado de humor, cosa que había estado haciendo desde que cumplió los cuatro meses.
Solamente suspiré y dejé salir una pequeña sonrisa, porque realmente me había enamorado de ese bello hombre enfrente mío.
Sin que tuviera tiempo para pensar más, sentí como me jalaba brutalmente al pasillo donde se encontraban las bolsas Gucci. No sé. Tal vez el estar embarazado le duplicaba el doble de su fuerza porque sentí como mi brazo casi era arrancado de su lugar.
-Y quiero esta… y esa… ¡Ah! Y esa de allá con diamantes y letras de oro. –señaló muy emocionado a la empleada que sorprendida asintió y tomó las bolsas para envolverlas en tela fina.
-Gracias Yifan. –dijo en chino mientras mostraba su hermosa sonrisa y me daba un pequeño beso en los labios.
Y por esas pequeñas acciones eran la razón por la cual no me importaba gastar millones de wons con tal de hacerlo feliz.
(***)
Después de pasar cinco horas en el centro comercial entrando y saliendo de diferentes tiendas como Prada, LV, Valentino y otras, por fin Tao se cansó y decidió regresar a nuestro nuevo hogar que… realmente no era nuestro… ni siquiera cerca de ser NUESTRO.
-¡Jongdae no me mires como su estuviera gordo! –dijo llorando-gritando-comiendo, la verdad no sé, Minseok.
-¡Pero si ni se quiera te estoy viendo! –dijo Jongdae desde el otro lado de la cocina.
-¡Y ahora me gritas! –exclamó derramando muchas más lágrimas que antes.
-No, no no… perdón. –dijo mientras inmediatamente se levantaba de su lugar y llegaba a consolar su bollo que acababa de cumplir los cuatro meses de embarazo.
-¿Entonces helado de frijoles con … ceviche y kétchup…? –repitió Junmyeon mientras observaba a su prometido con mucha confusión. –¿Es esto comestible?
-Sip. Eso mismo~. –dijo Yixing muy adorablemente mostrado sus muy famosos hoyuelos, tan adorable que a todos nos dio sobredosis. –Te espero Jun-Jun~ –simplemente dijo mientras movía su mano de un lado a otro despidiéndolo cuando el pobre ni siquiera había salido de la cocina.
-¡HUN! –gritó otro llorón. Como que el tema de las hormonas era muy común.
-Luhan, por centésima vez, en verdad no murió, es simplemente un drama. –dijo cansado Sehun.
-Oh Sehun… -sentenció Luhan y Sehun tragó fuerte. -¿Me estás llamando básico? –y todo quedó en silencio.
Desde mi posición podía ver como Sehun estaba sudando frió, ya que el tema de ser o no básico era muy delicado entre nuestros novios.
-C-claro que no… jejeje, tú eres mucho mejor que todos aquellos básicos.
- Gracias Hunnie~ -dijo un Luhan completamente diferente que del que estaba apunto de rebanarle su cuchi cuchi al Maknae. –Por cierto, ¿Me podrías traer carne de cordero asada con kétchup? Se me antojó. –y otro con sus gustos raros.
-Pero amor… es casi le media noche. ¿De dónde voy a obtener carne de cordero asada a esta hora? –dijo Sehun muy despacito.
-Oh Sehun. –y el demonio adentro de Lú, salió de nuevo.
-D-digo… ¡En este momento voy amorcito! –salió corriendo como si su vida dependiera de ello, pero no creo que no se acordó que estaba en boxers… Lo bueno es que son esos boxers de talla grande que cubre todo.
-¡Channie, acaba de llegar el nuevo látigo que ordené! –gritó Baekhyun a los siete vientos, haciendo que los presentes nos sintiéramos un poco… un tantito incomodos.
Como si del diablo se hablara, Chanyeol bajó las escaleras más rápido que cualquier medallista de oro en las olímpicas.
-B-baekkie… n-no creo que se apropiado ventilar nuestros secretos. –dijo un muy nervioso Chanyeol mientras intentaba jalar a Baekhyun afuera de la cocina.
-Así que eres de esos… -dije asintiendo consecutivamente con burla.
-N-no es lo que piensas H-hyung…
-¡Channie, azótame! –gritó Baekhyun completamente absorto de toda la situcion. Respuesta: hormonas de un embarazo de gemelos y de cinco meses.
Chanyeol inmediatamente cubrió su boca aún más nervioso que antes.
-Wow, hyung… nunca lo pensé de ti. Tan inocente que te veías. Bien dicen que los mas calladitos son los peores. –dijo Sehun negando mientras sonreía pervertidamente.
-¡No es lo que piensan! –dijo Chanyeol al punto de llanto mientras corría hacia las escaleras, arrastrándose a Baekhyun consigo. Y antes de que se escuchara el portazo de su habitación, Baekhyun le preguntó: “¿Y entonces si me vas a azotar o que onda?” haciendo que todos nos muriéramos de la risa.
-Kyungie, amor, ¿Qué deseas de cenar? –preguntó muy melosamente Jongin mientras Kyungsoo le seguía a la cocina.
-Mandilón. –le gritó Sehun haciendo que nosotros riéramos y al mismo tiempo ganándose una mirada matadora de parte de Kyungsoo.
-Un sándwich de aguacate por favor. –al menos el era el único normal de los embarazados. –Con atún y wasabi. – O eso pensaba.
Probablemente no les había contado, pero hace un poco menos de dos meses, los doce nos habíamos movido a una Penthouse de dos pisos en el centro de Seúl. Este lugar contaba con diez habitaciones, dos piscinas, un jacuzzi en cada cuarto, una cocina, un cuarto de juegos, en fin, millones de cosas que entre todos nosotros habíamos cooperado para comprar.
La razón por la cual lo hicimos era porque nuestros muy apreciados ukes, necesitaban cada vez más y más a como el tiempo iba avanzando, por lo que decidimos mudarnos todos a un mismo lugar.
Aunque este lugar era como vivir un circo todos los días. Aunque ellos se trataran como perros y gatos. Finalmente, todos éramos familia, por lo que podíamos aguantarnos los unos a los otros.