En el capítulo anterior.
-Vamos a morir –Jinki apretó la mano de Jonghyun tan fuerte que pensó le había triturado los huesos. Tenía miedo, pavor, pánico y cualquiera de los adjetivos que pudiera calificar su terror interno- no quiero morirme sin haberte amado primero.
Para Jonghyun el miedo en los ojos de Jinki significaba más allá de todo, amor, era simple y perfecto, lo que necesitaba saber para comportarse prácticamente como un escudo con tal de que nada le tocara siquiera un pelo al mayor.
-No vamos a morir y si es así… que sea juntos ¿No? –el mayor asintió aun con miedo nublando sus pensamientos. Morir no era su problema, su problema era haber perdido tiempo al no darse cuanta cuanto lo amaba el menor – Nada va a pasarnos, ¿Sabes porque? –Jinki no respondió pero a cambio dejo sentir a Jonghyun que confiaba en sus razones entrelazando sus manos – estaremos juntos, es todo lo que importa.
-Eso es un alivio a mi corazón, pero el miedo dentro de mi es incontrolable. ¿Cómo vamos a defendernos? – no sabían mucho de lucha, pero Jinki tenía una ventaja. Minho prometió protegerlo y si lograba enseñarle cosas básicas de defensa podría usarlas – tal vez… Minho podría- aquello fue acido para el corazón de Jonghyun.
-No pienses en el por sobre mí –pidió celoso- yo sería el primero en la fila a morir por ti.
-No quiero a nadie muriendo por mí –acaricio su cabello olvidando que habían ojos sobre ellos- quiero que nos enseñe, tan solo a si no seremos unos completos inútiles, presa fácil para mounstros de múltiples cabezas.
-yo puedo arreglarles ese problema –comento el alto chico antes mencionado detrás de ellos- puedo enseñarles lo básico. Son muchos los que participaran en esta estupidez, muchos de ellos se irán de cabeza a matar a las creaturas y es donde ustedes pueden aprovechar de ir debilitando a dichos animales, deben sobre vivir, no luchar.
-Cabeza de musculo tiene cerebro después de todo – otro observador celoso se les acerco. Key era hijo de la belleza, pero también tenía envidia de lo hermoso que era Minho, más que nada lo deseaba de manera ferviente y se estaba quemando por dentro con aquello- sería bueno hacer una alianza, ¿No?
-Después de todo, todos queremos cuidar de Jinki, pero solo Jonghyun quiere cuidarlo de maneras más profundas – no era maldad lo que bailaba en las palabras de Taemin que también hizo su aparición tras Kibum. Un aire tenebroso que les ponía la piel de gallina a todos excepto a Jinki quien lo recibió con un abrazo cuando se le acerco- un hombre tipo ángel, cobijando en sus brazos a un pequeño demonio, vale la pena ser cuidado.
-Puedo cuidarlo, no soy inútil y no quiero a nadie lo suficientemente cerca de Jinki –celos, era inevitable cuando tienes a tres ejemplares de hombres que aun siendo egoístas en sus necesidades, estaban dispuesto a proteger a su amado –es mío.
-No tenemos interés romántico en él, bien sabemos que ustedes son uno y no necesito inmiscuirme en amor puro y genuino- se defendió el rubio hijo de afrodita- hagamos una alianza, si salimos vivos podemos llegar a ser amigos.
-Desde este momento estamos siendo amigos –Jinki los reclamo como parte importante en su vida y se unirían para sobrevivir a estas barbaries –volviendo al tema… primero serán las hidras… tienen gas venenoso y una de ellas escupe fuego.
-¿Hacer que explote con sus propias “virtudes”? -proceso el más bajo- intentar que trate de matar a alguno de nosotros y atrapar la atención de la cabeza que escupe fuego ¿No?
-Mucho más que una cara bonita, tesoro- el aire de volvió densamente romántico y los demás se apartaron un poco –haremos lo que sea necesario.
Ese mismo día por la tarde, al anochecer se dio la partida a estas especies de olimpiadas por ser parte de los grandes dioses del olimpo. Muchos se aproximaron de manera precipitada directamente hacia la hidra, siendo envenenados y rostizados, otros pocos cortaban algunas de sus cabezas pero estas volvían a crecer. Taemin atrajo la atención de una de las cabezas, la del gas venenoso y se paseaba como si se tratara de un gato. Los mayores le observaban preocupados, alerta y con el corazón en la mano. Minho silbó y llamo la atención de la cabeza que escupía fuego.
-Ven por mi desgraciada- comenzó a provocarla, la bola de fuego comenzó a formarse en su garganta y Taemin hizo lo propio seduciendo a la otra cabeza de la hidra para que soltara gas venenoso por todo el lugar. Jonghyun rasgo un pedazo de su túnica blanca y cubrió la boca de Jinki, haciendo que la acción fuera imitada por el mismo y los otros tres.
-Es tiempo… - murmuro el mayor poco audible pues la tela le impedía el buen hablar. Un gritito y la hidra cabeza de fuego soltó las llamas y todo el lugar se transformó en fuego, destruyendo así a la creatura y algunos de los participantes – mierda, eso fue…
-Destructivo y peligroso, pero estamos vivos –termino Taemin por el- debemos ir a las montañas, allá estará plagado de grifos.
-Son bastante domésticos a decir verdad- hablo Jonghyun- mi hermano encontró a uno de pequeño y digamos que sociabilizo un poco, lo tenía de mascota hasta que mi madre lo descubrió y le ordeno alejarlo.
-¿Deberíamos encargarnos de él?
-Descansemos hasta mañana, ha sido mucho por hoy, muchas impresiones, veremos todo con claridad por la mañana- sugirió Jinki dándole un poco de descanso a su propio corazón por la impresión de hace unos momentos-Entonces los veré por la mañana- los chicos siguieron su camino montaña arriba y Jonghyun también había comenzado a caminar- No, tu no.
-¿Pasa algo?- lo miro preocupado, de inmediato lo inspecciono por donde sus ojos podían ver ¿Respiraste algo del gas venenoso? – Jinki negó con una sonrisa enternecida pegada en su cara, el amor de Jonghyun era tan evidente cuando lo miraba que hacia bailar su alma – ¿Entonces?
-Quiero tenerte solo para mí un rato, que pases la noche conmigo, abrazándome. ¿Suena bien para ti?- el más bajo respiro tranquilo, se estaba preocupando de más para terminar siendo una proposición muy dulce- ya eres mío, quiero tener la certeza que no deben haber más noches en las que tenga que pedirte que duermas en tus brazos.
-Acunare tus sueños por siempre si es lo que quieres de mí. En cambio mi amor no es una promesa, es un hecho obligatorio. Mi amor por ti es como la luz del día acompañando al sol, o la luz de la luna acompañando la noche.
-Suena a algo que yo quiero de por vida, ¿Qué quieres tú de mí?- por la mente del hijo de la diosa de la noche pasaron muchas cosas- ¿Que necesitas de mí, Jonghyun?
-Nada, jamás nos pedimos nada y aun así lo tenemos todo del otro. No necesito pedirte amor pues lo veo en cada acción tuya. Solo quiero que tengas vida para no extrañarte para luego enloquecer con tu ausencia. Solo eso necesito.
-Queremos lo mismo- esta vez junto sus labios, se sentido cálido y tierno. No era forzado y no era apasionado aun, una unión de parte de sus cuerpos demostrando que podrían electrificar al otro con toques simples- Ahora solo te quiero a ti.
Subieron la montaña ayudándose mutuamente, era más de la media noche y encontraron un refugio entre arbustos gigantes y arboles ancestrales. Se abrazaron hasta dormirse, lejos de ellos se escuchaba gente batallando, quizás los desafortunados que quisieron ir a enfrentar los grifos en plena noche, ellos yacían en tranquilidad escucharlo el respirar del otro, pausado, calmado, casi rítmico.
La mañana los despertó con los primeros rayos del sol, era realmente temprano y no tenían intención de moverse aún, querían disfrutar de aquella tranquilidad unos minutos u horas más. Ambos querían que estas pruebas se acabaran pronto.
-¿Que tan despierto estas?- pregunto el más bajo, depositando besos en el cuello del mayor.
-Lo suficiente para sentir tu erección matutina en mi trasero, pero no tanto como para hacer algo con ella – Jonghyun sonrió alejándose un poco de la nula distancia que tenían- no me molesta, es solo que si he de sentir tu pene estimulado espero que sea por mí y no por la costumbre de las mañanas.
-Tendremos tiempo de hacer eso luego, de momento podemos concentrarnos en lo que se avecina – su cuerpo volvió a la normalidad y Jinki lo miro de frente- benditos los cielos, eres tan hermoso.
-Ese es un excelente “buenos días” –junto sus labios por unos segundos extensos, moviéndolos de manera suave sin llegar a entrometerse en su boca, pero lo bastante delicioso para dejarlo sin aire – quiero despertar así, contigo, por siempre.
-Lo haremos –repartió besos en su cuello haciendo cosquillear al mayor – pero ahora hay que levantarse.
-Aguafiestas- le saco la lengua de manera infantil a lo que el menor respondió con un cálido beso en la frente- pero tan lindo.
Dejaron el lugar que los cobijo por la noche y metros más arriba por la montaña se encontraron con los chicos, quienes estaban comiendo algunas frutas que el rubio llevo con él. Se les unieron y parecían muy felices para tener una nueva amenaza asechándolos.
-¿Han pasado buena noche?- Key preguntaba sabiendo la respuesta, pues la felicidad irradiaba en los tortolitos mayores –no dormimos tan lejos de ustedes pero no escuchamos ruido alguno, son gente silenciosa.
-¿Deberíamos hacer ruido durmiendo?-expuso Jinki bajo la sonrisa de Jonghyun al ver la cara de derrota en Kibum –no toda relación debe conllevar al sexo de manera inmediata, el deseo esta, pero las circunstancias no son las indicadas.
-Por lo menos estamos más cerca del final. Anoche un grupo de semi dioses, hijos de Ares, acabaron con todos los grifos, al parecer esas águilas con cuerpo de león no eran tan feroces, de hecho… - de pronto un animal cuya descripción calzaba con las palabras de Taemin apareció ante ellos –es la nueva mascota de Minho.
-Es tierno, pero puede ser feroz si así lo decido, nos ayudara en algún momento… no fue difícil ponerlo de mi parte cuando lo salve de una lanza- explico el hijo de Cratos, bajo la mirada atenta del hijo de afrodita. Otra relación que era más amor/ odio que otras cosas, extraño pero funcionaba para ellos.
-Nuestro héroe- comento el rubio callando en los encantos del fornido cuerpo de Minho, llegando a lo descarado- en fin, tenemos por lo menos día y medio hasta llegar al mar y ver que nos depara el futuro con el Rey Tritón esperándonos. Espero sepan nadar.
-Ese no es el problema, ¿Qué pasa si nos encontramos con sirenas o el Kraken*?- la personalidad de Jonghyun a veces era alarmista y ahora se estaba poniendo en evidencia con aquello- debemos ponernos en todos los casos.
-Ya lo pensaremos luego, créeme las sirenas no se me acercaran, soy un chico demasiado tenebroso y hasta ellas lo saben- Taemin tenía razón pero no se arriesgarían solo porque si- además… Jonghyun y Jinki están enamorados, bajo ese punto el canto de ellas no lograra hechizarlos.
-Y probablemente encuentren tan hermosos a Key y Minho ellas serán las hechizadas por ellos- en la mente de Jinki aquello sonaba tremendamente chistoso aunque la situación no lo era tanto- después de todo son mujeres y ya sabemos que en todo el monto olimpo no hay chica que no quiera amanecer en sus camas. Las sirenas no serán una excepción.
-Bien… caminen, no quiero que el sol empiece a quemarme la piel- reclamo el rubio, tenían un largo camino por recorrer y muchas cosas en las que pensar.
La noche nuevamente se hizo presente y los tres menores acamparían metros más allá, en cambio Jonghyun fue a dar una vuelta por los alrededores en busca de un buen lugar para dormir y sin querer encontró un ser maravilloso, un Pegaso*. Era un corcel de pelaje blanco inmaculado, ojos inocentes, comiendo pasto y sus alas estiradas mostrando cuan magnifico era.
-Hola hermoso… - se acercó lentamente y el caballo alado dejo de comer, miro a Jonghyun como si hubiera tensión pero no era incómodo y no había aire de peligro tampoco- ven, no voy a dañarte… aunque puede que tu si- el Pegaso camino lento pero seguro hasta Jonghyun, el cerro los ojos, casi dejando de respirar hasta que sintió la cabeza del caballo chocando despacio con la suya –creo que nos entenderemos – comenzó acariciarlo.
Lo llevo con el dejándolo entre unos arbustos muy verdes, el animal se alimentaria allí y tendría tiempo de darle una sorpresa a Jinki. Cuando volvió al lado de su pareja este era iluminado por la luz dela luna, sentado sobre una especie de mesa de piedra a la cual le puso una de las túnicas que cubrió la fruta que comieron hace un rato. Se veía perfecto y Jonghyun esta noche lo deseaba de manera carnal, como un animal y cuando Jinki volteo para mirarlo entendió que el deseo era mutuo.
-Mientras más nos acercamos al final, más peligroso se vuelve- le comento el mayor cuando Jonghyun se sentó a su lado- creo haberte dicho que tenía miedo de morir y no haber vivido mi amor contigo y me tranquilicé cuando dijiste que si moríamos, seria juntos. Pero…
-Puede sonar estúpido si lo menciono durante todo lo que está pasando, pero si hemos de morir-Jonghyun intento hablar – no, espera. No digo que sea así, pero si llegase a pasar- hizo contacto visual- no quiero morir virgen.
-Es una manera poco ortodoxa de pedirlo, pero mentiría si dijera que no lo deseo- esta vez la unión de sus labios se volvió más cálida, pidiendo más, haciéndolos sentir cosquilleos y Jinki abrió su boca dejando entrar la lengua del platinado. Un cosquilleo excitante apoderándose de su entre pierna que pareció dormida por mucho tiempo, sentía la sangre fluir con rapidez y su corazón acelerarse- demonios… te necesito.
-Tómame –se entregó a la lujuria que parecía dormida como una bestia en su ser, una bestia que ahora estaba hambrienta –despójame de todo, sé que dolerá tanto que pronto se transformara en placer.
El platinado retira las túnicas blancas pegadas en el cuerpo del mayor, como el otoño deshojas los arboles cuando la estación estaba en su apogeo. La piel de Jinki era suave, se calentaba con rapidez y estaba colocándose un poco enrojecida por el calor que se estaba propagando por la excitación. Jonghyun no estaba mucho mejor, su erección podía distinguirse entre sus túnicas plomizas haciendo a Jinki pensar cuanto lo deseaba y cuando disfrutaría una vez que se acostumbrara a la idea de algo introduciéndose en su cuerpo.
Jinki se supo desnudo y ataco sobre el cuerpo del más bajo quitándole la ropa de a poco, recostándolo sobre la mesa de piedra que usarían como cama, su trasero se sintió extraño cuando la virilidad de Jonghyun fue libre de rozarse contra él, repartió besos por su pecho, haciendo que el platinado no quisiera otra cosa en el mundo más que el tiempo se detuviera en este momento.
-Estoy listo.
-Va a doler- aun teniendo su pene erecto, muriendo en excitación y con ganas de follar al hombre que amaba como si no tuvieran mañana; seguía preocupándose por el dolor que esto le causaría- quiero hacerlo, te juro que quiero hacerlo, pero…
-No hay pero que valga, se lo que pasara, se cuánto puede doler y está bien para mí –tomo el miembro de Jonghyun en sus manos adentrándose de a poco – ¡Mierda!
-…- Sabia que en Jinki había dolor, pero el sentía un placer tan delicioso que le provocaba espasmos –podemos parar – quería llorar de placer y a la vez rogaba que Jinki no quisiera parar.
-Está bien, sigamos –las lágrimas escapaban de sus ojos, pero la satisfacción en los gemidos suplicantes de Jonghyun le daban fortaleza para resistir un poco más. Al cabo de unos minutos ya no dolía, pero incomodaba demasiado- ¿Se siente bien?
-Siento el cielo en mis manos- los gemidos de Jonghyun iban más alto –solo un poco más rápido- Jinki le dio el regalo de un clímax perfecto-Dios bendito- exclamo con gran fervor y cambio de posición, volteo a Jinki para dejarlo bajo de él, separando sus piernas, logrando ver con perfección como su pene entraba y salía del cuerpo del mayor y podía sentir que ahora Jinki comenzaba a disfrutar lo que por minutos fue dolor e incomodidad, entonces entrelazos sus manos – te amo, siempre… siempre será así.
-Te amo mucho- fue la declaración de Jinki acompañada de gemidos y en ese momento todo fue perfecto, seguía siendo incomodo pero ahora lo disfrutaba.
El gran orgasmo llego segundos después, no fue coordinado y tampoco fue avisado. Jonghyun se corrió mitad dentro mitad fuera y Jinki mancho ambos cuerpo, pero sentían satisfacción y lo era todo.
-Hacer el amor es sucio ¿No?- comento el platinado abrazando el cuerpo de Jinki –es placentero, pero sucio.
-Nos acostumbraremos, amor –lo lleno de besos- podemos ser salvajes y luego tiernos. El amor es así, va de un extremo a otro.
-Recorreré gustoso todos los altibajos de un extremo al otro. A propósito, te tengo un regalo- le paso su túnica para que cubriera su cuerpo, haciendo lo mismo para caminar hacia el bosque.
-¿De qué se trata?- Jonghyun dio un silbido y el Pegaso apareció –wow… es… digo, es… hermoso.
-Es tuyo si lo quieres- lo abrazo por la espalda- todo lo que tengo es tuyo si lo quieres.
-Lo quiero, porque viene de ti –acaricio al caballo alado para luego besar al hombre que era suyo.
Horas Después.
-No los molestaría si no fuera urgente –Taemin los movió mientras dormían- chicos…
-Niño… deben ser como las cuatro de la mañana- refunfuño el platinado – ¿Que paso?
-Zeus parece tener apuro y quiere que no haya descanso. Quiere que terminemos las pruebas antes del mediodía.
-Maldito desquiciado- Jinki se enderezo- lo que quiere son muertes múltiples y rápidas. No pretende darle un lugar en el concilio de los dioses a nadie. Solo quiere ver a sus hijos bastardos muertos para que no le jodan la vida. Y también a quienes sean lo suficientemente fuertes para debatir su puesto.
-Y como imbéciles todos caímos- dijo Taemin maldiciendo –ahora quiero ganar solo para verle sufrir.
-Y yo sé que puedes, Tae – Jinki le daba confianza al pequeño y por otro lado también deseaba venganza porque gracias a Zeus su madre estaba encerrada en el tártaro.
-No esperemos más, vamos de una vez.
Estaban al borde del mar y por lo menos una veintena de sirenas tenía entre sus brazos a muchos de los chicos que cayeron en sus encantos, se estaban ahogando y perecerían en cualquier momento.
-Key es momento de que dejes actuar a tu belleza y sensualidad heredada –comento Minho convencido –hazle saber a esas hijas de perra que no pueden venir u matar dioses así como así.
-¿Y qué consigo yo?- Minho lo tomo de la cintura plantando un beso apasionado –wow…
-ayúdanos y habrá muchos más como esos- le dio otro beso apasionado –no es secreto que nos deseamos, puede hasta que te amé un poco, si salimos vivos…
-Bien, yo los distraigo- se convenció el rubio – y oye… si salimos vivos quiero a las ninfas lejos de ti.
-SI, si… ahora ve –como si fuera cosa de magia la sola presencia de Kibum en las orillas del mar trajo la conciencia de los hechizados por las sirenas, el chico era bastante irresistible para la mayoría, pero ya estaba reclamado por un joven atleta llamado Minho. Aquello le emocionaba.
-¿Crees que Tritón se enfade? –solo basto que Jinki preguntara para que el mar se pudiera bravo, las olas eran gigantes y el agua parecía rugir con furia –creo que si…
-Tan solo no vayas a soltarme en ningún momento-el platinado lo agarro con fuerza – pase lo que pase. No me sueltes.
El mar continuaba subiendo, arrastrando a muchos a sus profundidades. Taemin parecía tranquilo pero se levantó de donde estaba sentado y se escabullo mar adentro. Jinki quiso ir tras el por qué aquello era suicidio, pero Jonghyun negó con su cabeza, aquello solo era decisión del menor.
Minho alejo a Kibum de la orilla, también afirmándolo con fuerza, ambos agarrados de una roca. Jonghyun se agarró con Jinki de un árbol, lo más alto posible y entonces la ola los cubrió a los cuatro por completo.
-No me sueltes –alcanzo a decir Jonghyun antes de que el agua le callara.
Podía sentir las manos de Jinki resbalándose, pero cuando se soltaron las sintió en su cintura, junto con sus piernas, el mayor se pegó a él con tanta fuerza que lo estaba dejando sin aire, pero estaba seguro que no se soltarían. El agua bajo un poco, sus cabezas era lo único que sobre salía.
-Estoy aquí, sigo contigo- las palabras de Jinki eran alivio y esperanza- donde… donde están los chicos.
-Tranquilo, estarán bien- el cambio fue rotundo, la marea comenzó a bajar y el amanecer parecía bastante hermoso- que carajo…
-Mira- le apunto a unos metros de ellos – es Taemin… con el tridente de…
-Tritón – finalizo el platinado – y mira por allá están Minho y Key.
-¡EL DESGRACIADO ME SUBESTIMO!- grito el menor contento, llegando al fin al lado de sus mayores- pero… lo atravesé con esto.
-Muchacho… tú sí que das miedo- fue la expresión de todos.
Cuando todo estuvo en calma hicieron un conteo de cuanta gente quedaba. Alrededor de treinta personas, después de ser casi doscientos. Eran muchas vidas desperdiciadas por un premio inútil. Pero al parecer algo volvió a cambiar en los planes de Zeus. Todos quienes quedaban vivos fueron llamados ante él.
-Gracias a los acontecimiento y viendo quienes quedan vivos, Medusa no tiene intenciones de arriesgar su vida. Pero… si todo termina ahora tenemos dos ganadores y yo solo prometí un premio.
-Podríamos asesinarte a ti y encerrarte en el tártaro junto con tu padre Cronos, una linda estadía, ¿No?- Jinki hablaba desde la rabia – ahora que una de tus concubinas se retira del juego, las vidas de los cientos que murieron ¿No valen nada?
-Jinki, Jinki… Jinki – el dios se acercó al chico de cabellos castaños- ¿Sigues dolido por lo que le paso a tu madre?
-Es tu culpa – escupió con furia- tú te haces llamar rey de los dioses, pero no era más que una mentira.
-¿He de suponer que eres mejor?- lo recorría con la mirada – ¿Un dios enamorado de otro dios?- dijo aquello mirando a Jonghyun y Jinki aleatoriamente- eso es una vergüenza.
-Es lo que deseo y está bien para mi –Jinki le enfrento –solo hay una cosa para la cual necesitaba valentía y eso es…- saco la espada de la cintura de Minho y la enterró en el estómago de Zeus, luego en su pecho- solo necesitaba matarte a ti. Esto- llamo la atención de todos quienes vieron con horror y algo de gozo al rey de los dioses muerto en el suelo- es venganza por todos quienes murieron en un juego imbécil por simple poder. Ahora que este imbécil está muerto todos los dioses pueden comenzar a vivir como lo que son, dioses. Ninguno mejo que otro.
-Opino que Jinki tiene razón, ¿Alguien tiene el valor de oponerse?- Taemin los asecho con la mirada, infundado miedo y nadie dijo ni pio – bien, supongo que el concilio de dioses da por concluido, bienvenidos a un monte olimpo libre.
Algunos días más Tarde.
El jadeo del esfuerzo físico esta vez era solo placer y gemidos. Jinki se estregaba con deleite cada noche al hombre que amaba, ya no deseaba morir, solo quería estar viviendo su presente con el único amor del cual podía jactarse era incondicional.
-Eres lo más hermoso que he visto jamás- el platinado le acariciaba con dedicación –no me importa que mancharas tu manos matando al culpable de que no veas a tu madre nunca más. Si bien es una mala acción, te trajo conformidad y tranquilidad.
-No volverá a pasar, de ahora en adelante solo quiero una vida tranquila contigo. Sera duradera y pasaremos por muchas cosas, para mi… vale la pena. Tú vales la pena, Jonghyun.
Ese amor delirante que sentía Jonghyun creció al triple. Jinki jamás volvió a sentir ganas de no volver a existir pues era el mundo entero para el platinado y sus ojos se gritaban dulces te amo, cada vez que estaban cerca. Era amor genuino, puro e incondicional.
Fin.