///Ichigo///
Calor, tengo demasiado calor. Siento mi cuerpo arder y derretirse a la vez que algo dentro de mí se convulsiona debido a una ráfaga de placer recorriéndome hasta concentrarse entre mis piernas. Sin mencionar lo lleno y pesado que me siento. Apenas si puedo gemir al abrir los ojos y mirar a Grimmjow sonriéndome de lado, claramente metido entre mis piernas y abriendo mis muslos para entrar aún más profundo en mí. Grimmjow maldición…hah.
-Buenos días Ichi…y que buenos y bien se sienten.
Lo fulmino con la mirada, pero con trabajos logro mantener la compostura entre gemidos vergonzosos por sentirlo tan duro, hinchado y punzante dentro de mí. Me retuerzo entre las colchas, estrujándolas y sintiendo claramente como me queman la piel por el roce de mi cuerpo sudoroso contra ellas. Hah…Grimmjow. Mi marido sonríe lascivamente para mí mientras mantiene los ojos cerrados y hecha a cabeza para atrás disfrutando de mi calor apretado y carnoso a su alrededor.
-Mierda Ichigo…hah. Me encantas, me fascinas, me enloqueces.
Ambos gemimos enloquecidos mientras yo aferro mis manos a su trasero firme y lo atraigo hacía mi en busca de sentirlo aún más profundo. Sí…sí, carajo sí. Hah. Tan sólo aprieto los dientes y los puños al sentir como Grimmjow se entierra en mi interior, para correrse dentro de mí abundantemente y finalmente caerme encima, mientras yo termino entre nuestros abdómenes debido al asfixiante placer golpeándome con fuerza. Respiramos agitadamente sintiendo las gruesas y pesadas gotas de sudor caliente recorrernos debido al día tan caluroso, más la primera actividad del día, que claramente tenía que ser follar.
-Te amo Ichigo.
Y yo a ti idiota. Nos sonreímos entre besos mientras acaricio su espalda ancha y musculosa, asegurándome de recorrer y trazar cada tatuaje y línea con mis dedos. También me percato de lo claro que está y estiro mi mano para tomar el celular de Grimmjow de la mesita de noche y mirar que es casi el medio día. Vaya que dormí bastante, pero es de entenderse con la tremenda revolcada que nos dimos toda la noche con Grimmjow. ¿Qué haremos hoy? Se lo digo mientras tomo su rostro con mis manos, para acariciarlo y darle un par de besos.
-Mhm…¿Qué tal follar, follar, comer algo, volver a follar, dormir un poco y follar algo más?
¿No hay nada que quieras hacer aparte de follar?
-¿Algo cómo follar?
No idiota. Otra cosa.
-¿Follarte por detrás y contra cualquier superficie posible cuenta?
Eres un imbécil sabes. Ambos nos reímos mientras yo disfruto sus besos sobre mi cuello, estremeciéndome al sentir como por fin sale de mi interior y se levanta para darme una mano y ayudarme a salir de la cama. Una vez de pie él se va hacía la cocina a seguramente beber un poco de agua, mientras yo claramente siento los borbotones ardientes de semen comenzar a brotar de mi cuerpo y deslizarse por mis piernas por lo mucho que hemos follado. Y no es que sea queja, de hecho me encanta, después de todo somos una “adorable”, si como no, pareja de recién casados.
Pero ahora sí, suspiro derrotado y totalmente adolorido consiguiendo llegar al baño, donde abro la regadera con agua tibia y me meto para darme un baño. Introduzco mis dedos dentro de mí gimiendo un poco conforme intento sacarme el exceso de “pasión” de Grimmjow. Claro, hasta que siento como me abrazan por la cintura y Grimmjow pega mi espalda contra su pecho a la vez que deposita pequeños besos y mordidas leves sobre mi cuello y nuca.
Tiemblo entre sus brazos, dejando que sus dedos tracen mi abdomen, bajando hasta meterse entre mis piernas. Grimmjow saca mis dedos para remplazarlos por los suyos y moverlos dentro de mí hasta hacerme gemir y sentir mi miembro endurecerse de nuevo. Grimmjow… Jadeosunombre, disfrutando de susdedos moviéndose agresivamente en mi interior y delagua tibia recorriéndome el cuerpo. Pero obviamente sé que no escaparé fácilmente al sentir algo totalmente duro tallarse contra mi trasero.
-Mira como me pones por ti Ichigo.
Así que apenas si puedo respirar cuando me pega contra la pared y saca lo suficiente mis caderas y trasero para darme pequeños golpecitos con su erección. Rápido…hah. Grimmjow no me hace esperar volviéndome a penetrar con fuerza y haciendo que me corra al instante. Mi cuerpo se convulsiona por las placenteras corrientes eléctricas recorriéndome de pies a cabeza mientras intento aferrarme a la pared para no caer conforme Grimmjow me embiste con fuerza.
-Ah…me succionas tan rico.
Sonrío entre jadeos sintiendo mi cuerpo abrirse placenteramente para él, mientras mi cabeza golpetea insistentemente contra la pared entre cada brutal estocada. Pero se siente tan bien tenerlo dentro de mí. Los minutos pasan tan rápidos y tan lentos a la vez, sin embargo mi placer no hace más que crecer por lo sensible que me encuentro debido a lo mucho que hemos follado. Más…más, no te detengas.
-Así me gusta carajo.
Grimmjow me da una ardiente nalgada a la vez que se clava en mi interior con rudeza hasta hacerme sentir sus testículos pesados rebotar contra mis nalgas por la fuerza con la que me folla. Hah…sí, Grimmjow justo así maldición. Claramente siento como Grimmjow vuelve a correrse dentro de mí provocándome la misma sensación de placer extremadamente increíble. Casi al instante mis piernas temblorosas me amenazan con rendirse pero Grimmjow me sostiene, sale de mí y me gira para abrazarme. Mierda Grimmjow, esto es demasiado.
-Tenemos problemas…probablemente. ¿Vamos a detenernos? Joder no.
Ambos nos sonreímos entre besos y ahora sí, él me ayuda a bañarme, enjabonándome el cuerpo y tallándome el cabello. Me encanta cuando hace eso, digo a todo el mundo le gusta que lo consientan. Y por fin cuando terminamos también me ayuda a secarme, para luego darme un traje de baño que me coloco más una camiseta. Una vez vestidos vamos a nuestra terraza con el paisaje más hermoso del mundo sobre el agua y nos ponemos a desayunar o algo así, un poco de fruta, jugo y un rico omelette con pimientos y pequeños tomates crujientes más pan y café que Grimmjow preparó.En cuanto comienzo a comer mis ojos se van para atrás, más algunos gemidos se escapan de mis labios por lo bueno que está todo.
-¿Rico?
Muchísimo. Ambos nos sonreímos mientras yo como y como hasta terminarme todo y sentirme totalmente satisfecho. Platicamos un montón de todo y a la vez nada, riéndonos de algunas bromas estúpidas de Grimmjow y claro dándonos un par de besos. Una vez que terminamos Grimmjow se lleva los platos y los deja en el fregadero ya que me toca lavarlos pero lo haré después. Así que sólo me tiro a un camastro, me pongo mis lentes de sol y me quito la camiseta para gozar el delicioso sol caliente mientras admiro el paisaje.
Mi bello paraíso azul que incluye un mar inmenso, cristalino y transparente y claramente a mi guapo tritón que se desnuda totalmente, mostrándome su brutal cuerpo marcado y bronceado. Y que claramente como el pececito que es se arrojar al mar para nadar, no sin antes dejarme una piña colada cerca. ¿Ya había dicho que amo a ese hombre estúpidamente sensual y perfecto? ¿No? Pues lo amo. No hace más que consentirme, mimarme y darme todo lo que quiero.
Mierda, de haber sabido que así eran los matrimonios me hubiera casado hace años. Aunque sé que obviamente sólo aplica con el príncipe encantado de los siete mares, ósea con Grimmjow. Hasta levanto mi copa apuntando al cielo y brindo por el tarado de Urahara, por haberme hecho tan, pero tan feliz y nótese mi sarcasmo, que gracias a él hui de todo y termine cayendo en los brazos de mi ahora marido. Ahora que lo pienso tal vez debería mandarle una botella y una postal a Urahara, sí que se la merece. Mentira, sarcasmo de nuevo.
Pero sea lo que sea estos han sido los mejores tres meses y medio de casados de mi vida. No nos hemos movido de Bora Bora y solo hemos estado aquí disfrutando la buena vida. Follando casi todo el día, nadando, yendo a surfear, a pescar, a pasear al centro y a islas cercanas en nuestro bote. Y claramente a recorrer nuestra diminuta pero hermosa isla privada. Juro que ni los tipos de ´La laguna azul´ se la pasan tan bien como nosotros. Lo malo es, que aunque amo esta vida sé que tarde que temprano tendremos que volver y no quiero. Me niego. ¡Me niego rotundamente carajo! Debería ser pecado pedirle a un hombre que renuncie a su comodidad.
-Hey Ichi, ya que no quieres follar todo el día ¿Nos vamos de paseo? Contacte a un amigo mío y dice que nos dará un tour privado.
Apenas si me levanto los lentes de sol y me relamo los labios al ver a mi marido el Adonis del mar, desnudo y pasándose las manos entre el cabello para quitarse el exceso de agua que escurre lentamente por su perfecto cuerpo.
-¿Ichi?
Ah…¿Un tour? Se lo contesto apenas dejo de babear mientras él me sonríe.
-¿Quieres ir?
Sí claro. Él me sonríe y se mete mientras yo no soy nada discreto mirándole ese perfecto trasero que tiene. Sí, definitivamente o nos vamos de tour o termino quebrado a la mitad y no es que no quiera, pero carajo, hasta yo sé que los dioses de Bora Bora nos van a castigar por tanta jodida lujuria. ¡Y es que no tenemos suficiente! Debe haber algo mal con nosotros.
-Listo, vámonos.
Giro viendo que ya se ha colocado su traje de baño y sus lentes de sol y me tiende la mano para que la tome. Y claro que lo hago. Nos vamos tomados de la mano para salir por la puerta principal que da hacía la isla y es el camino de muelle del cual nos brincamos a nuestro bote de carreras, que Grimmjow dice que no es, ya que aún cree que puede verme la cara. Y claramente Grimmjow arranca casi sacándonos volando como siempre, mientras yo veo nuestro lindo hogar sobre el mar alejarse conforme nos adentramos más a las gamas de azul y rodeamos un par de islotes pequeños.
No temo dejar nuestro hogar solo y que algo pase, en primera porque es un tanto difícil llegar a nuestra islita privada y en segunda, cada seis horas pasa un pequeño bote del gobierno que patrulla todo el borde de la isla principal y sus alrededores pasando muy cerca de la nuestra. Y obviamente ya nos conocen…y muy bien. Los oficiales nos han encontrado tantas veces en situaciones candentes, en la orilla de la playa, en la terraza, en la alberca, en el jacuzzi y en pleno mar que ya cada vez que pasan ni siquiera nos prestan atención. Es como “Oh, otra vez son los recién casados que parecen conejos, simplemente ignorémoslos a ver si así se cansan” Y claro que no nos hemos cansado.
-No puedes dejar de beber esas cosas ¿Cierto?
Me indica mi piña colada que traigo en la mano y la cual me hace reír y darle un trago. Las piñas coladas me dan vida, además tu eres el que me las prepara, es tu culpa por lo bien que saben. ¡Me has vuelto un adicto! Grimmjow se carcajea mientras niega.
-El viejo verde de Kyoraku me enseñó a hacerlas, y no es una piña colada porque esas tienen ron. La que tú te estás tomando es una piñada que es la pura crema de coco, el jugo de piña y hielo todo molido.
¡¿Qué tú qué?! ¡¿Me has estado viendo la cara?! ¡¿Me embriagas pero a la vez no?! ¡¿Cómo te atreves Grimmjow J. Kyoraku?! Ambos nos reímos mientras yo le saco la lengua tiernamente.
-No puedes beber alcohol y menos si estás esperando.
De inmediato mis mejillas arden por esa idea, pero solo me limito a asentir. Aunque no hemos ido a un doctor a confirmarlo, ya me hice una prueba casera hace casi dos meses y medio y salió positiva. Y digo si en ese momento era mentira, es obvio que con todo lo que hemos follado hasta la fecha ya debo de estar embarazado. Creo que en parte es una de las causas del exceso de amor de Grimmjow. Y obviamente lo voy a aprovechar. Así que disfruto la brisa del mar y los rayos cálidos del sol conforme seguimos avanzando, hasta que pasamos a recoger a su amigo a otra isla y luego nos indica a donde ir.
-Sabía que tú no me defraudarías Grimmjow. No te da miedo nada.
Apenas dice eso su amigo, escupo mi piña colada que no es piña colada y lo miro asustado ya que la sonrisa perversa de Grimmjow, esa que grita “Impulso de estupideces” ha surgido en él. Oh mierda, oh carajo.De inmediato mi sexto sentido me grita ¡No! ¡Ten cuidado! Grimmjow ¿A dónde vamos?
-A nadar mi amor.
Mi amor y una mierda, claramente no quiere decirme y lo sé apenas desvía la mirada. Sólo no lo golpeo por su amigo que se encuentra en la parte trasera. Y así, por fin nos detenemos en una zona algo profunda, justo en medio de dos pequeños islotes a lo lejos.
-Déjenme ver que tal está todo allá abajo.
Su amigo que ya está en su traje de baño se arroja al agua que es de un azul ligeramente más intenso que el cristalino que rodea nuestra isla, por lo que no veo bien a donde se va. Grimmjow ¿Me quieres decir que mierda hacemos aquí? Y no me vengas con que a nadar, que nadar podemos hacerlo en casa. Habla ahora o te meto esta copa por el culo. Mi marido se ataca de la risa mientras se quita la camiseta y me jala para levantarme. Grimmjow hablo en serio. Te juro que no vas a conocer a tu hijo de la golpiza que te voy a meter cabrón.
-Vamos Ichi, ¿No dijiste que me seguirías hasta el fin del mundo?
No empieces con mamadas y dime ya qué hacemos aquí.
-Venimos a nadar con los pececitos mi vida, es todo. Dicen que aquí hay unos muy bonitos.
Oh…es eso. Está bien.
-¡Grimmjow aquí están!
Es su amigo que ha salido a flote y nos indica que entremos. Por lo emocionado que está supongo que no hay mucho de qué preocuparse ¿O sí?
-Ya lo oíste, vamos.
Juro que mi instinto me dice que claramente Grimmjow me está viendo la cara de estúpido y se aprovecha de lo mucho que lo amo, pero aún así termino colocándome unos visores, el estúpido tubo para snorkel a la boca y me meto al agua con él. El agua está ligeramente fría pero lo compensa lo fuerte del sol.
-¿Listo bebé?
Asiento, respiro hondo y rápidamente nos metemos al agua. Apenas si descendemos unos dos metros y un cardumen de colores me atraviesa y me hacen sonreír debido a la sensación graciosa que me provocan los pececitos contra la piel. Nado feliz con Grimmjow hasta que muy abajo veo algo que pasa a prisa y me hace apretar los ojos para ver bien. Ese era un pez algo grande. O eso pienso hasta que siento como Grimmjow me sujeta del brazo para hacerme girar y señalarme algo.
Y ahora si, en cuanto veo de lo que se trata, claramente trago agua y comienzo a ahogarme por lo que salgo a prisa. Una vez en la superficie, me quito el tubo, toso y respiro hondamente a la vez que vuelvo a meter solo mi rostro para verlo claramente. No es uno, sino varios tiburones. ¡Putos tiburones! Tiburones de un color mostaza dándole a verdoso oscuro. ¡Oh carajo! ¡Maldición! ¡Joder! Grimmjow no tarda en salir y apenas se quita los visores le doy una tremenda bofetada que casi le tira los dientes. ¡Esos no son pececitos estúpido hijo de puta! ¡Nos vamos ahora! El muy idiota todavía comienza a reírse mientras yo casi me infarto.
-Tranquilo Ichi, son tiburones limón. No te hacen nada.
Oh sí idiota, dime eso cuando te arranquen las jodidas pelotas. ¡Me largo! Grimmjow se ríe nuevamente a la vez que me detiene.
-Vamos mi amor, confía en mí. No tengas miedo.
¿Qué no tenga miedo? Vuelvo a asomarme al agua y veo a uno de los tiburones claramente nadar casi a lado de su amigo. ¡Mierda, mierda, mierda! ¡Esa cosa ha de medir mínimo unos dos metros Grimmjow! ¡No jodas!
-Por lo menos no es un megalodón.
Apenas me dice eso se me eriza el vello del cuerpo y rápidamente niego. ¡No me hables de megalodónes que apenas lo había superado, y ahora me traes aquí! ¿Es que estás loco? Es más, ¿Sabes qué? No contestes eso ¡Sí que lo estás! ¡Cabrón demente!
-Ichi, ya había nadado con ellos antes aquí y en otros lados. No pasa nada en serio. La gente viene a nadar con ellos todo el tiempo. Y si tú no les haces nada ellos tampoco.
No inventes Grimmjow, ¿Esas cosas no huelen el miedo o algo así?
-Probablemente, pero lo más que pasa es que uno te diga que eres un pinche llorón.
De inmediato le doy un puñetazo en el pecho que lo hace reír mientras yo ruedo los ojos. ¿Perdiste la cabeza verdad? Se te jodió el cerebro de tanto follar. Lo sabía, sabía que había algo mal contigo. ¡Por qué no me di cuenta antes! Yo dramatizo solo un poco y es que se lo merece, mientras Grimmjow se ríe y me abraza por los hombros.
-En serio que no pasa nada Ichigo, te lo juro. Mi amigo está calificado, ha nadado con ellos toda su vida y le da tours a todo tipo de turistas.
-¡Grimmjow ya llegaron las mantarrayas!
Giro viendo a su amigo que nuevamente ha salido a la superficie y nos sonríe emocionado, genial el otro loco.
-Ven, puedes acariciarlas. También tu esposo.
Yo lo miro con terror mientras Grimmjow me da un beso y termina poniéndose sus visores para ir y tocar a sus compañeros del mar. Pero claro, tenía que ir y enamorarme de la pinche sirenita. Tan sólo suspiro derrotado y me meto más profundo, viendo a Grimmjow acariciar tenuemente a una mantarraya para luego nadar y pasar tremendamente cerca de los tiburones que lo ignoran. Juro que casi me da un infarto, pero supongo que para ellos Grimmjow es otro pez más en el agua.
Al final termina convenciéndome y acaricio una mantarraya, sonriendo por la graciosa sensación. Pero es apenas un roce ya que no queremos molestarlas. Y ni hablar de los montones de pececitos que pasan entre nosotros, pero claramente yo me alejo de los más grandes con colmillos pequeños pero tenebrosos. No mentiré, que naden tan cerca me perturba, aunque probablemente Grimmjow tiene razón y sino les haces nada ellos tampoco.
Pero después de tantas historias sobre tiburones asesinos del capitán Yamamoto, lo que menos quiero es tener que contar mis experiencias propias. Pero sin más, una hora después nuevamente nos subimos al bote y pasamos a dejar a su amigo a la isla principal, donde también nos bajamos para comer algo. Nuestro favorito es un pequeño restaurante, donde literalmente las mesas y bancas están metidas en la orilla de la playa y puedes sentir el agua moverse mientras comes.
-Hable con Neliell hoy por la mañana.
Me lo dice Grimmjow mientras yo me meto un bocado más a la boca de mi Poisson cru, que es una combinación de pescado con un toque de limón, algunas verduras y leche de coco servido en un bonito plato con forma de concha. ¿Y qué te dijo?
-¿Aparte de que nos va a patear el trasero por habernos casado a escondidas, no haber vuelto en más de un año y prolongar nuestra luna de miel indefinidamente?
Ambos nos reímos mientras yo asiento.
-Dijo que ya no pospondrá más su boda y que nos quiere ahí el viernes por la noche a más tardar ya que la ceremonia es el sábado por la tarde en el centro de Bali.
¿Este Viernes? Grimmjow asiente mientras yo suspiro derrotado. Hoy es Miércoles Grimmjow. ¿Y debemos ir a Bali en menos de dos días?
-Eso dijo. Ya sabes cómo es Nel, quiere que todo se haga como ella quiere. Pobre Nnoitra, realmente lo compadezco.
Volvemos a reírnos mientras yo me lo pienso. Lo sabía carajo, sabía que tendríamos que regresar tarde que temprano pero no quiero. Aunque supongo que no es una buena manera de iniciar una relación familiar faltando a la boda de mi cuñada, así que no me queda más que asentir un tanto de mala gana.
-¿Por qué esa cara Ichi?
Grimmjow se encarga de acariciarme el rostro y hacerme mirarlo. Es solo que…estoy tan feliz aquí contigo. No puedo evitar sentir el rostro quemarme por lo estúpido, patético y llorón que sueno mientras Grimmjow se ríe, atrayéndome hacía él y dándome un jugoso beso picante.
-Tranquilo, solo iremos para la boda más un par de días, conviviremos con mis padres, inclusive con los tuyos, con los chicos que hace más de un año no vemos y cuando terminemos regresaremos ¿Está bien?
¿En serio?
-Claro.
Le sonrío y vuelvo a besarlo, sin embargo hay un montón de cosas más que me pasan por la cabeza, las cuales ignoraré hasta que ya no pueda más.
-Ah, por cierto el idiota de Starrk me mandó una foto, mira.
Grimmjow me muestra una foto en su celular de Starrk utilizando su enorme trofeo de madera como reclinable para subir los pies. Es un trofeo parecido al que tiene Grimmjow por ser el campeón del mundo, título que ahora tiene Starrk ya que claramente en todo el año que pasó Grimmjow no participó en ninguna competencia, con tal de estar viajando a mí lado. Al principio creí que extrañaría la competencia y sostener su título pero cuando se lo pregunte, simplemente me dijo que realmente el título nunca le importó.
A Grimmjow lo que le encanta es la adrenalina de surfear sin necesidad de un trofeo, y después de haber vencido a su azul intenso en la competencia pasada, se considera como bastante satisfecho con su trayectoria. Aunque para ser sinceros, sé que es una manera de vivir y no me importaría verlo ganar un par de trofeos más, digo, si queremos una familia grande necesitamos mantenerlos ¿Qué no? Y entre eso y mí ahora trabajo como escritor independiente nos iría de lujo. Y es que ahora hago pequeñas reseñas sobre donde vivo por el momento y lugares que he visitado con Grimmjow.
También de transporte de los lugares, comida, cultura, tradiciones de las locaciones y los mando a mi editorial para que los impriman en el periódico más un par de fotos. Y hasta el momento a la gente parece encantarle mi sección y yo estoy bastante alegre con ello. Antes escribía algunas críticas, o reportajes más columnas de opinión sobre eventos y tonterías en ciudades que ni siquiera me gustaban. Pero ahora por fin escribo sobre algo que simplemente me hace feliz, que es mi vida junto a Grimmjow. Es simplemente mi trabajo de ensueño.
-¿Nos vamos Ichigo?
Asiento y después de pagar nos retiramos del lugar y nos despedimos de los dueños que claramente ya nos conocen por ser frecuentes. En el centro de la isla pasamos a hacer unas pequeñas compras como víveres y demás. Para al salir ir a la orilla de la playa y ver el bonito atardecer hasta que se obscurece totalmente. Luego de ahí Grimmjow me dice que vayamos a beber algo y claramente acepto, por lo que tomamos nuestro bote y rodeamos la isla, donde al otro lado hay un precioso bar en la orilla de la playa que nos recuerda tanto al “Edén” de los padres de Grimmjow, por ese ambiente cálido y divertido que tiene.
Ahí claramente platicamos y nos reímos mientras yo me harto de beber piñadas y Grimmjow de probar la variedad de cócteles del lugar, claro teniendo en cuenta su crítico paladar, ya que está acostumbrado a las buenas bebidas por Kyoraku-san. Y luego de darle el buen visto a algunas y el feo a otras, me invita a bailar aprovechando la música en vivo. ¿Debo mencionar que ya no soy un desastre ni una vergüenza andante? Pues por fin he aprendido un par de pasos, digo, era eso o quedarme sentado cada que fuéramos a un bar con Grimmjow y con eso de que en todos nuestros viajes siempre nos íbamos a tomar algo, pues no me quedó más que aceptar sus clases de baile.
Lo mejor es que bailamos hasta que se da la jodida media noche y ambos sentimos que se nos va a salir hasta el alma por la boca, para por fin declarar la retirada; sólo para irnos a cenar ya bastante tarde. Y es que la cena no puede faltar. Así que una vez que terminamos de llenarnos, es hora de regreso por lo que ya en el bote me froto mi pequeño vientre abultado, del cual culparé al bebé y no a que como mucho claramente. Me entre duermo para despertar ya en casa y darme cuenta que aun a pasos torpes he logrado llegar a uno de los camastros que hay a la orilla de la playa.
Es gracioso que considere este lugar como mi hogar después de andar vagando por el mundo, pero no sé, tal vez tiene ese algo especial que me hace querer quedarme. Sonrío al ver a ese “algo especial” o más bien alguien quitarse la ropa y venir contra mí para meterse entre mis piernas y besarme. Eres un cabrón pervertido ¿Lo sabes verdad? Espero de corazón que lo sepas, porque mi trasero sí que lo sabe maldición ¡Y duele! Ambos nos reímos mientras él me ignora besando mi cuello e intentando quitarme el traje de baño. Grimmjow, gracias por tu atención pero ¿Oíste lo que te dije?
-¿Qué quieres que te la chupe? Bien por mí.
Grimmjow yo no…hah. Apenas si puedo gemir y apretar los puños al sentir como le da una larga y pesada lamida a mi ya creciente erección, desde los testículos a la punta, la cual chupa y succiona despacio, volviéndome totalmente loco. Me estremezco entre gruñidos, deleitándome con su lengua rugosa y carnosa recorriéndome mientras meto mis manos entre su cabello, empujándolo solo un poco en busca de que me tome más profundo. Carajo sí…ah.
Maldigo por lo alto al sentir sus dedos abrirme aún más de lo que lo estoy, para que en cuanto se despega, me besa a la vez que me penetra con fuerza. Mis ojos se salen de orbita mientras me abrazo a su cuello para gemir deseoso entre sus labios, mientras disfruto lo tremendamente duro que lo tengo dentro de mí. Sonrío entre bruscas estocadas, mirando hacia el cielo obscuro y como millones de estrellas nos iluminan como en un precioso domo, que pareciera querer hacer nuestros sueños realidad.
-Quiero correrme dentro de ti.
¿Cuándo no quieres? Maldita sea Grimmjow, me vas a matar. Se lo digo aun entre sonrisas y violentas embestidas, sintiéndolo tan profundo. ¿Qué…hah, no te duele?
-Me gusta que me duela, que me arda el tanto follarte. Me pone caliente.
No sé porque no me sorprende. Nos sonreímos hasta acortar la distancia y volver a besarnos. Le rasguño la espalda hasta escucharlo gruñir debido a las filosas marcas a la vez que gozo todo a sobre manera, el lugar, el momento, las sensaciones y sobre todo a él.
-Dime lo que quieres Ichigo…La luna, las estrellas, el mismo sol. Pídeme lo que sea y te lo daré.
Quiero que me beses hasta que se me duerman los labios, eso quiero…Nos miramos fijamente, como si fuera la primera vez. Y puedo jurar que amo a este salvaje y siempre lo haré. Y aunque hay momentos en que miro atrás sin saber lo que pasó, sólo que desde que lo encontré nada volvió a ser lo mismo, sé que eso jamás lo cambiaría por nada.