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Era solo una broma por Yusei156

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Notas del capitulo:

Una disculpa a todos y todas las personas que leen este fic, la universidad comienza a consumirme, y me fue imposible en la semana acabar el capítulo.

 

Apartir de hoy me temo que publicare solo los domingos, ya que me es imposible hacerlo entre semana. Espero les guste el capítulo de hoy.

 

Nos leemos abajo!

Severus Snape se encontraba caminando por las transitadas calles de Londres, su actual pareja y dueño de la casa donde vivía había discutido con él sobre cuál de ellos sería el más capaz de ir a la ciudad para comprar las provisiones necesarias sin contar con la pintura o cualquier artefacto necesario para arreglar la casa como era debido. Por obvias razones él elegido de Slytherin era quien se encontraba caminando de un lado a otro como lo había hecho días anteriores.


Este también aprovechaba la oportunidad para tener un empleo, de cualquier cosa sin embargo conseguir un empleo en el mundo muggle era tan dificil como en el mundo magico, solo que allá buscaban talento, determinación y claro dependia de la ascendencia familiar (como en el caso de los Black o los Malfoy) sin embargo con los muggles parecía que se lo daban a quien más se dejará sobreexplotar sin poner resistencia. Una total desgracia y pérdida de tiempo.


Más allá de querer seguir a merced en la casa con Sirius buscaba una manera de ayudarle con los gastos y contribuir al que sería su hogar provisional de allí hasta que pudiera irse a otro lado o en el peor de los casos que terminara la relación y lo corriera. Tenía miedo de que eso pasara pues había desarrollado más que unos leves sentimientos hacia el. Terminando su recorrido de ese día por la ciudad e igual de derrotado que el día anterior se dirigió a la dichosa casa que se encontraba demasiado lejos como para llegar de otro modo si no era caminando.


Sirius se sentía una de las personas más inútiles que existía en la tierra, debía quedarse en casa limpiando y tratando de hacer una comida decente para él y su pareja; estaba totalmente convencido de que el siguiente hogar que firmará con Severus sería en el mundo mágico, donde pudieran usar sus poderes y no ocultarse por poder actuar extraño frente a los muggles.


Ya estaba anocheciendo cuando visualizó por fin a su novio llegar, le encantaba esa parte del día, era cuando al fin podía besarlo y abrazarlo, si se lo permitiera llegaría aún más profundo, se entregaría a él pero igual no se lo permitían. Se haría fuerte y paciente hasta que el momento ideal llegará.


-Hola amor, ¿qué tal el trabajo?-preguntó con tono femenino, si algo había que no perdería jamás era su curioso sentido del humor.


-Te sorprenderá que aún no encuentro nada, además los Dunne nos volvieron a invitar esta noche a cenar-suspiro un poco resignado, pero no había que hacer jamás regresaría a su casa-nos deben de estar esperando, les dije que solo vendría a avisarte e iríamos para allá.


-Al menos dame un beso de bienvenida, tu bello novio trabajo todo el día para mantener de pie esta casa y es lo mínimo que merece-solo Sirius podía decir tremenda mentira sin reír,malos muebles estaban mal sacudidos, su cuarto era un desastre y hasta había pensado que era cuestión de suerte que los invitaran a comer esa noche que había quemado el estofado. A pesar de saber la mentira y conocer al novio Severus lo beso para luego salir acompañado de él hacia la casa vecina.


No tardaron más de cuatro minutos para llegar a su destino, era la tercera vez que comerían en la casa y siempre era la misma rutina. Se sentaban les servían guisado de pollo y verduras, tomaban té con galletas y luego Elizabeth ayudaba a Severus a lavar los trastes mientras su “hermano” platicaba con los padres.


-Severus, perdona mi osadía pero tú y tu hermano no se parecen, ¿por qué?-preguntó con camuflajeada inocencia la señorita Dunne. Mientras observaba intentando analizar la expresión puesta en el rostro de su oyente, sin embargo no pudo deducir nada.


-Ambos tenemos el mismo padre, diferente madre-fue lo único que te dijo y prosiguió lavando, le molestaba cada que la muchacha curiosa trataba de interrogarlo.


-¿Sabes si tu hermano tiene novia? Sé que estoy siendo algo atrevida pero realmente es un joven muy apuesto-se había ruborizado levemente, desde que los había visto pensó en ello. Su idea era casarse con alguno de los hermanos a final de cuentas ambos eran guapos y seguro de una familia con dinero.


-La tiene, se ve muy feliz a su lado-comprimió esa sensación de desagrado y náuseas cuando ella le dio la pregunta para responder lo más calmado posible evitando así que un ataque de celos tuviera lugar.


-¿Y tú?-si no era uno sería el otro, además una mujer sabe bien que no todos los hombres son fieles así que aún no perdía su oportunidad.


-También tengo una-su respuesta fue tan contundente que la chica no volvió a dirigirle la palabra en toda la noche hasta que llegó el momento de la despedida. Los jóvenes caminaron hasta la casa solo para darse un beso de buenas noches y volver a despedirse, una rutina que no tenía mucho que empezaba y aún así ya estaba fastidiando al mayor de ellos.


Había sido una tortuosa semana para el joven Black, su novio lo sabía, era tan perfectamente consciente de ello que se ocultaba cada que escuchaba cuando su novio terminaba de desahogarse en el baño, era más por pena de que Sirius se enterara de que lo había escuchado que otra cosa.


Al Gryffindor no le quedaba otra opción más que tratar de hacer como era debido los quehaceres de la casa, revisaba su parte del huerto y recolectaba las verduras que estuvieran listas, como en el caso de las calabazas, que se habían vuelto sus favoritas en comparación con las berenjenas. Esa tarde se sentía especialmente ansioso de que llegara la noche para al fin poder volver a tocar ese tema tan delicado con su novio.


No tardó mucho en llegar Severus esa tarde al nuevo hogar que había formado con su novio, la suerte al fin le había sonreído. En un café necesitaban un nuevo mesero, alguien agradable, sociable y que siempre mantuviera un buen humor, no tardó nada en decidir qué sería nada más ni nada menos que su enamorado el que tomaría aquel puesto y la entrevista de trabajo sería justo al día siguiente.


-Amor, te conseguí empleo-le dijo a Sirius quien se encontraba justo enfrente de él al momento de llegar, tanta fue su sorpresa y emoción al escuchar la palabra “amor” que no se enteró de la parte del empleo-¿Qué dices?


-¡Claro que si! Soy solo tu amor y de nadie más-sonrió de tal manera que hasta para Snape era cruel corregirle. Sirius prosiguió a acercarse de forma precipitada para robarle un beso a su novio, un beso tierno.


-Sirius, te conseguí un empleo-comentó una vez fueron separados del beso, la emoción del interlocutor no se había ido por tanto no hizo ademán de queja alguna. En serio parecía que no le importaba tener que trabajar un rato.


-Bien amor, acepto. Pero primero deberíamos de celebrar la ocasión, seré todo un hombre de casa-río por un momento de solo pensar en lo rápido que sucedían las cosas-bueno, de aquí hasta que regresemos a Hogwarts.


-Si…-no quiso seguir la platica, aún no le había comentado a su novio que en realidad le sería muy difícil regresar ese año a la escuela. Sin el financiamiento de su madre se había quedado totalmente en la calle. No podía contactarla ni saber qué había pasado, pero era totalmente seguro que el bastardo que lo engendró era el culpable de aquella conducta. También por eso seguiría buscando empleo, necesitaba dinero para conseguir sus libros, los materiales y el instrumental. Pero no quería que por ningún motivo Sirius se terminara ofreciéndose a comprarle lo que necesitará, no se iba a aprovechar así de él.


-Severus-susurro cerca de su oído, se había percatado de la ligera tristeza que tenía en su mirada, pero decidió respetar su decisión de no contarle qué le pasaba, aunque era obvio que le pasaba algo, quería cuidarlo y protegerlo pero a veces no sabía como, solo podía transmitirle el desarrollado sentimiento que tenía por el-Te amo.


-Yo también te amo-le contestó en casi un murmullo. Lo había pensado varias veces, no quería apresurarse a decircelo si no era sincero pero en ese momento así lo sintió. Real y vivido como si no hubiera otra razón de porque se encontraba en aquel lugar, vio reflejado su deseo de protegerlo y estar a su lado en ese indiscutible y tierno sentimiento.


En esta ocasión el beso fue propinado de una forma violenta en los labios de Severus, desbordaba pasión, deseo, la mente fría del Gryffindor se había perdido al fin. Que la persona de la que estabas enamorado té correspondiera era felicidad pura, en ese momento decidió que por el resto de la vida su corazón le pertenecía al Slytherin.


Sirius comenzó a lamer el labio inferior de su novio, le succionaba levemente para después propinarle suaves mordidas, se notaba que le gustaba a Severus su manera de besar pues se lo reafirmaba tras cada gemido que producía su boca. Dejó de besarle para pasar de forma lasciva la punta de su lengua delineando los labios ajenos. Ver la cara suplicante de su novio no tenía precio alguno, era delicioso.


Corresponder aquellos besos era difícil cuando no lo has experimentado por tiempo suficiente, siendo su Sirius un experto en la materia sentía algo de celos en pensar en ello, aunque también veían y sentían los beneficios. Si alguien podía sacarlo de su zona de confort y adentrarlo a un mundo completamente nuevo lleno de placeres aún desconocidos para el.


-Quiero hacerte el amor-susurro mientras seguía besándolo con mayor intensidad ahora en el cuello, buscaba no sólo hacer sentir a su pareja, quería gozar del momento y nunca olvidar lo que estaba pasando.


Continuó su camino moviendo sus manos por el interior buscando el tacto de la blanquecina piel de su amado, era sorprendente la cantidad de ropa que podía traer Severus puesta un día de verano. Se apartó un poco y volvió a besar los labios contrarios, buscaba la manera más eficaz de desvestir al causante de su deseo.


-Sirius…-Severus quería decirle a su novio que aún no era el momento, que quería esperar a otra ocasión y los incómodo que le resultaba imaginarse desnudo y expuesto. Pero aquellas palabras nunca salieron de su boca, su cuerpo no se lo permitía. Se limitó a solo presenciar lo que ocurría y disfrutar de cada roce que dejaba en si como si una leve corriente eléctrica le recorriera.


-¿Vamos a la habitación?-el Gryffindor sabía que tarde o temprano sería interrumpido por su bello novio, pero era justo. Tampoco pretendía hacérselo en plena entrada de la casa, sería en su habitación que con un poco de esfuerzo podría convertirla en el cuarto de ambos. Cargo entre sus brazos a Severus, se notaba que no le emocionaba la idea por la cara que puso de molestia pero en ese momento tampoco importó.


Entrando a la habitación lo acostó en la cama y luego se alejó buscando su varita, cuando la encontró realizó un hechizo para que ningún sonido saliera de la casa, también otro para que nadie pudiera entrar y otro último para que al asomarse por las ventanas solo vieran el interior vacío. No se iba a arriesgar que alguien más viera la perfección de su novio en todo su esplendor.


-Sirius, yo…-respiro un poco, desde que habían llegado al cuarto solo pudo observar lo que ocurría pero aún así no dejaba de pensar en lo que sucedería si no decía nada-Yo estoy nervioso, tengo al de miedo de hacerlo contigo-la palabra para definir lo que sentía en ese momento era “inseguridad” sobre todo con la fama de su novio, aunque su interior, en su corazón deseaba confiar en él ciegamente.


-No tengas miedo amor, yo jamás te haría daño-las palabras más sinceras salen de tu boca cuando te encuentras frente al amor de tu vida, cuando tienes tu corazón en la mano esperando a que todo salga bien, esperando ser correspondido y amado en la misma intensidad que tú lo haces. Para Sirius esa fue una promesa, una promesa de no lastimarlo en la vida.


Snape medito un poco, creía en sus palabras. Decidido se aproximó a los labios contrarios para intentar besar a su novio con el mismo vigor que este lo había hecho antes, agradeció mentalmente a Sirius por continuar con el contacto. Era más fácil recibir los besos para perderse en ello. Dejó de pensar cuando sintió un par de manos recorrerle el dorso.


Poco a poco sentía como la ropa que tenía puesta era desprendida, el joven Black era bueno en eso, ocasionalmente Sev también se movía para ayudarlo. Sirius no paró con su labor hasta que tuvo a su novio sin prenda alguna, entonces dejó de besarlo y se levantó de la cama.


Severus lo miró atento y expectante, curioso de saber qué pasaría. Cuando su mirada se cruzó con la de Sirius este sonrió de forma lasciva, lo cual ocasionó que el corazón del menor se agitara un poco más. El Gryffindor decidido a continuar con lo que había empezado, poco a poco comenzó a desvestirse de la forma las insinuante que podía, se notaba la sorpresa y la pena que tenía su servantillo en ese momento pero continuó así hasta quedar completamente desnudo.


El rostro de Snape tenía una expresión de asombro y miedo, todo porque su mirada se encontraba enfocada en el miembro de su novio. Al notarlo Sirius rió levemente, también estaba nervioso, más que cualquier otro día, pero no iba a demostrarlo, quería transmitirle a su amor la seguridad y confianza que este merecía.


Canuto bajo su rostro para comenzar a devorar sus labios con fervor pasional y caótico que no le dejaba pensar con claridad. Continuó dejando mordidas al rededor del camino marcado en su cuerpo desde el vientre hasta llegar a donde se encontraba el miembro de su pareja, se lo metió a la boca succionando y lamiendo consecutivamente para brindarle para vez más placer, le encantaba hacer eso solo por el rostro que tenía su amor al hacerlo.


Comenzó a acariciar suavemente la entrada de Snivellus el cual se retorcía de placer al ser tocado cada que le masturbaba con las manos o la boca. Todo se volvió un poco menos atractivo cuando al fin introdujo el primer dedo en su interior.


Severus sentía como si algo se fuese a romper dentro de él en ese momento. No le quedó más que aferrarse a la espalda de su novio, a sus hombros mientras esté buscaba la manera más placentera y fácil para poder al fin prepararlo. Lo último que quería era que en su primera vez sintiera como si fuera algo horrible.


Sirius siguió introduciendo de forma lenta y certera sus dedos hasta que vio el rostro de su amor cambiar de uno de dolor a una expresión llena entre placer y poco dolor, le gustaba esa expresión en su rostro y deseaba ser el único que sacara aquella mirada perdida pidiendo por más de él.


Siendo más experimentado y sabiendo que lo que vendría podría ocasionar mucho dolor decidió besar a Snivellus devorando poco a poco su boca con ansias de más. Introdujo la cabeza de su miembro de forma delicada mientras seguía besándole de frente, sintió el primer gemido de dolor ahogarse entre sus labios, no se movió. Espero hasta que su novio se acostumbrara a la sensación de tenerlo dentro aunque este no tardó mucho en hacer ademán de que siguiera.


Introducirse cada vez más y sentir aquel lugar cálido, húmedo, apretado sin poder moverse a su antojo sería el precio que iba a pagar por no lastimar a su novio. Era un precio que para él no importaba, poco a poco; con un poco de lentitud que tenía desesperado al mejor de los Black pudo al fin introducirse casi por completo. La sensación que recorría desde su miembro hasta su columna era totalmente indescriptible.


Con una mirada pidió permiso para comenzar a moverse, no tarde mucho para notar el sonrojado rostro de su amado asentir para al fin comenzar con las estocadas. Primero fueron lentas y suaves, poco a poco aumentaba el ritmo mientras deseaba no parar nunca.


-Mmm…-se escuchó el gemido ahogado de Severus mientras este trataba de formar una oración-...Sirius…-no era pena lo que le carcomía al Slytherin en ese momento, era la impotencia no poder hacer nada para corresponder a su pareja, también deseaba hacerlo sentir bien, pero en ese momento sentía que sería su perdición-más…


No tuvo que esperar mucho después que aquella “inocente” palabra había salido de su boca, pronto sintió el desesperar de su novio acumularse en estocadas cada vez más rápidas y un poco violentas, no pudo quejarse, el placer que sentía superaba el dolor que seguramente le precedería. Severus sucumbio a la entrega y la pasión olvidándose de sí mismo por un instante.


Pronto sintió una corriente eléctrica seguida de ligeros movimientos involuntarios en sus piernas, aquello que sentía era lo más placentero hasta ese momento en su vida, pronto ambos terminaron eyaculando sobre la piel contraría. Sirius con una mirada de satisfacción y orgullo, Severus tenía la mirada perdida pensando en lo que había pasado recien.


Esa noche durmieron en la misma cama, abrazados. Se besaron antes de dormir, un beso de los que se acordarían tiempo después añorando ese sentimiento de felicidad y tranquilidad que vivían juntos. Black en sus sueños no tuvo espacio más que para su amado novio, no hubo pensamiento alguno sobre su familia, sus amigos, ni siquiera remordimiento alguno por su hermano. No se arrepentiría de nada, no lo haría porque estaba con la persona que amaba.


Ninguna pesadilla paso por los sueños de Snape esa noche, nada de su madre siendo golpeada, nada del abuso que tenía su padre con él, nada ni siquiera de los brutales golpes que había recibido por el besar a otro chico. En ese momento pensaba que valía la pena, en ese momento solo quería seguir durmiendo entre sus brazos y soñar con él toda la vida.

Notas finales:

Hola nuevamente, tambien me temo que tengo proximamente el final de esta primera parte (he pensado hacer una continuación pero aún no decido en que línea de tiempo será) quizá le queden al rededor de 5 capítulos. Si tienen alguna idea o crítica sobre ello me encantaría que me lo escribieran.

 

Sin más espero les siga gustando esta pequeña historia de mi pareja favorita de Harry Potter.

atte: Yusei


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