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Era solo una broma por Yusei156

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Notas del capitulo:

Actualizando como lo prometí en domingo, muchas gracias a todos quienes dejan sus comentarios y también a aquellos que siguen la lectura. Espero sea de su agrado este corto capítulo que ayudará a abrir más puertas.

 

Nos leemos más abajo!

Regulus Arcturus Black era bien conocido por su astucia e inteligencia, no por su paciencia con otros. Había decidido visitar a su hermano con la única intención de enterarse del paradero actual de Severus, desde inicios de vacaciones no había podido contactarlo y el temor le carcomía todas las noches. Es por ello que al llegar a la actual residencia de Sirius y toparse frente a frente con su amigo no había podido poner otra cara que una de total desconcierto y enojo.

Sin embargo no fue el único sorprendido ese día, en el momento en que abrió la puerta Severus a ambos se les subieron los colores al rostro. Snape no esperaba visitas tan temprano en casa, ni siquiera se dio cuenta cuando giro la perilla de la puerta y vio a su amigo. En ese momento reaccionó de golpe. Estaba en calzones, con tan solo una bata color menta cubriéndolo por completo.

-¿Severus?-preguntó aún sin poder creer lo que veía, ese día sería recordado como uno de los peores de su vida. Encontrar a la persona de la que estaba enamorado semi desnudo en casa de su hermano no era algo que te hiciera brincar de la felicidad.

-Regulus…-él tampoco creía lo que estaba sucediendo. En todo ese tiempo no se había comunicado con ninguno de sus amigos, así que se le hacía muy raro que fuera Reg quien se encontrara justo en ese momento en la entrada de la puerta. Lo único que podía darle sentido a ello es que en realidad buscará a Sirius y no a él.

Ambos se quedaron allí expectantes analizando la expresión que tenía el otro en el rostro, hasta que escucharon pasos provenientes de adentro de la casa. Estos no podían ser de otra persona además que el muy afortunado hermano mayor.

-¿Qué pasa Sev? Te juro que si fue Elizabeth tocando tan temprano solo para verme en calzones le echaré agua fría para que se calme-le dijo con cansancio mientras llegaba a la entrada de la que ahora era su casa. Grande fue su sorpresa al ver a su hermano con total cara de incredulidad. Hasta ese momento Sirius no se había percatado que efectivamente iba caminando en calzones, no tardó ni diez segundos antes de correr a su habitación a ponerse más ropa.

Snape invitó a Regulus a pasar y este entró sin decir nada. Tenía miedo de preguntar qué sucedía pero era evidente la respuesta. No sabía cómo había pasado y en ese momento tampoco le interesaba, sólo podía entender que su hermano de alguna muy afortunada manera había conseguido traer a Severus a vivir con él. No solo eso, ahora seguro tenían sexo. Cosa de la cual sospechó al ver tan radiante a Severus esa mañana aunque claro también estaban las pequeñas marcas que este mismo trataba de ocultar con la bata que traía encima.

-¿Puedo preguntar qué ha sucedido aquí?-dijo sin mucho ánimo de escuchar una respuesta que solo le confirmaría sus sospechas. Le dolía pensar en cómo había perdido al amor de su vida, como es que su hermano sin merecerlo lo había ganado, pero eso era algo que no diría jamás. Al menos no a Snape.

-Severus y yo ahora vivimos juntos-contestó Black-a él lo corrieron de su casa y ya que es mi novio le insiste con vehemencia que se quedara a vivir a mi lado-no tenía mucho que decirle a su hermano en realidad, las cosas eran así de simples y no era capaz de decirle los detalles íntimos de su relación, eso seguro le destrozaria el corazón.

-¿Qué te trae por aquí Reg?-preguntó Severus evitando tocar cualquier tema, no quería reclamos ni reproches de su amigo, mucho menos explicar cómo es que había terminado acostándose con su hermano ni nada por el estilo.

-Vine a buscar al idiota de mi hermano para al fin encontrarte, pero creo que con esto a sido suficiente-suspiró pesadamente para después poder ver a Severus a los ojos-Malfoy y Narcissa contraerán matrimonio en una semana, pero por los “preparativos” te necesitamos allá de inmediato.

La forma tan sutil en que mencionó el tema sorprendió a Severus un poco, si bien él sabía Lucius no se casaría al menos en un par de meses, así que solo quedaba una obvia opción del porque lo solicitaban. Sin poder decirle la verdad a Sirius sobre su partida y excusándose prometiéndole enviar varias cartas en su tiempo fuera se retiró junto con Regulus.

No se sentía preparado ni creía poder estarlo para confesarle a Sirius sobre su condición como mortífago al igual que Regulus, si bien no había sido algo que añorará ahora jamás podría deshacerse de aquello. Que le citaran le ponía un poco nervioso, no había esperado que su misión fuera más allá que enviar reportes de cómo se encontraba Hogwarts ahora que Lucius se había graduado.

-¿En qué piensas?-le interrogó Regulus al fin después de tanto observar lo, no le gustaba nada el tenerlo tan cerca, el poder verlo a los ojos y ni aun así saber en qué pensaba.

-Me parece un poco sospechoso la actitud del Lord para llamarme en un momento como este. Sobre todo cuando Dumbledore no se encontraba a su alcance-le confesó pero ni aún así Regulus pudo ver sus intenciones, deseaba poder decirle algo que le hiciera entender que sabía lo que sentía pero no era así.

-Quiere reclutas nuevos para unirse a nuestra causa, alguien le comentó de mi hermano mayor el “Gryffindor traidor de sangre” y quiere que esté de nuestro lado, al igual que el resto de los sangre pura-le dijo con obvio recelo, si bien él y Sirius no tenían ni tendrían jamás una relación estrecha no quería que la vida de su hermano fuera consumida por aquel a quien debía de seguir ciegamente.

-¿Traidor de sangre? Sirius no se ha casado con una muggle, no puede ser considerado como traidor-se notaba la preocupación en su voz. Regulus no pudo evitar hacer una mueca de descontento por su comentario nada camuflajeado, pero no dijo nada más.

No tardaron mucho en llegar a la mansión Malfoy donde tuvieron que entrar del lado de servicio pues no “estaban vestidos a la altura” cosa que molesto de sobremanera a Regulus pero Snape solo camino con la frente en alto. Los condujeron al salón principal donde se encontraron bajo mirada de otros miembros más seguidores del Lord.

El sonido se hizo nulo al momento en que Voldemort ingresó a la habitación seguido por Rabastan Lestrange y Lucius Malfoy. Expectantes nadie tomó asiento, ni hizo ademán de poner sus ojos o cualquier otro sentido que no fuese en aquel hombre a quien muchos seguían. Ton Riddle paseo elegante mientras miraba a cada uno de los allí presentes a los ojos, su figura alta y alargada imponía respeto. Sus ojos eran verdes de un tono intenso y su piel blanca que parecía enfermo.

-Mis leales compañeros, la guerra está cerca. Veo en unos cuantos años un campo repleto de la peste mágica que desea aparearse con muggles todos muertos, a nosotros como vencedores resguardando nuestros privilegios y coronándonos como lo que somos, una raza superior en todo sentido. Solo les pido una cosa su lealtad-al acabar de decir aquello se escucharon muchos gritos de apoyo y ganas de continuar con lo que sería una odisea.

Todos callaron nuevamente cuando el Lord hizo ademán de proseguir, varios sabían ya lo difícil que era interrumpirlo y no recibir un <<cruciatus>> por tal insubordinación.

-Se que no todos aquí son de sangre pura. Es por eso que les ordeno prediquen con el ejemplo. Ninguno de ustedes que sea de mestizo puede hozar a retarme teniendo un hijo, aunque sé que es la minoría en el grupo y confió en que ustedes entienden al igual que yo la peste que traerían al mundo.

Por un momento Severus pensó que aquellas palabras eran especialmente dirigidas a él. Como si supiera el estatus de su relación. Se sabía que en el mundo mágico para tener un hijo ya sea entre dos magos o dos brujas se necesitaba que ambos fuesen poderosos y para mantener al bebé antes de nacer ambos debían de darle de su magia o corrían el riesgo de perderlo.

El resto de la reunión se concentró en hablar sobre los beneficios de hacerse de aliados antes que estos salieran de su determinada escuela para así tener miembros incluso en el futuro cuerpo de aurores, también hablaron sobre conseguir nombres de futuros enemigos e hijos de muggle para comenzar con la eliminatoria. Esa fue la tarea de Igor Karkarov, Bellatrix Black, Regulus Black y Severus Snape.

Efectivamente en esas semanas se casó Lucius Malfoy con Narcissa Black, ahora Malfoy, para poner el “buen ejemplo” entre las filas de los mortífagos. En esa fiesta Snape por fin entendió el porqué su madre había huido en vez de casarse con Orion Black, era fácil ver en el rostro de Narcissa el descontento que le causaba esa unión. Y el solo observar a su amigo Lucius cuyo rostro solo podía reflejar la felicidad que sentía por poder demostrar su superioridad al haber invitado a Voldemort y que este en persona aprobará su matrimonio frente a todos. Sin duda era alguien a quien le importaba él mismo sobre todos los demás.

Severus fue elegido por el novio para que fuese el padrino de boda y seguramente de su futuro hijo. Él y Lucius habían sido amigos, era obvio que aceptara la propuesta. Aunque en ese momento no sabía que llegaría el momento en que perdería a la persona que conoció y que fue su mejor amigo en aquel tiempo. Evitándose la molestia de que cierta persona con quien vivía le enviará una carta que sería mal vista le escribió:

Pulgoso:
Regresaré a finales del mes, no te pongas impaciente es solo una semana más de lo acordado. Si necesitas salir a pasear mejor piensa en que tienes trabajo o repasa algo de pociones, ambos sabemos que te va mal y si me entero que E. se paseó seguido por la casa te bañare con la manguera. No me busques. Confía en que R.A.B. estará conmigo, T.A.
Atte: Severus Snape”

Aquella carta llegó a Sirius al cuarto día en que se encontraba lejos del ahora denominado amor de su vida. Solo que llegó en un momento poco oportuno o quizá el indicado. Sirius con el fin de poder ser sincero no sólo con su pareja sino también con sus amigos había decidió decirles la verdad en las vacaciones, lo último que deseaba era que se armara un escándalo en Hogwarts y que el único que pagará las consecuencias fuera su bello novio.

-Canuto te llego una carta-obvio Colagusano quien la tomó en sus manos al ver al ave abandonarla justo en la ventana que daba a la sala. Sirius volteo a verla y se la arrancó de las manos al pensar de quién era. Esperar cuatro días para al fin tener información de su novio había sido un total suplicio.

-¿De quién es?-preguntó Cornamenta mientras se la arrancaba de las manos a su amigo quien al parecer sabía de quién era por cómo se le había quedado viendo. Aunque esta no tuviera nombre.

-Verán…-tomó aire y exhalo, no había pensado que sería tan difícil confesar la verdad. Antes de poder seguir escucho como tocaban la puerta de la casa. Salió a abrir a la única persona que podía estar molestando a cualquier hora del día en ese lugar. No fue sorpresa encontrar a la señorita Elizabeth allí.

-Sirius, hola. Buscaba a tu hermano, quería saber si podía ayudarme a preparar algo-ella sabía que Severus no se encontraba en casa ya que no lo había visto hace tres días y pensó que esa era su perfecta oportunidad para convivir otro rato con el.

-No se encuentra y yo tengo visitas, así que debo ir a atender a mis invitados-casi al instante cerró la puerta. No podía concebir que esa chica tan tierna fuese así de molesta cada que se proponía hablarle, además dejó a sus amigos con una carta de su novio, tenía que correr.

-¿¡Canuto!? ¿¡Por qué Snivellus te manda cartas!?-preguntaron al unísono los tres merodeadores que acaban de leer aquel papel. Era curioso y muy extraño lo que le había escrito.

-¿Chicos?-río con algo de nervios, no era así como el deseaba contarles lo que sucedía, pero ya no tenía otra opción-Verán ustedes saben que Severus es mi novio-todos asintieron aún buscando explicaciones, se suponía que todo era un vil y sucio truco para romperle el corazón no que se mandarán cartitas.

-¿Así que…-continuó Lunático intentando ayudar a su amigo, el era el único que sabía que era lo que estaba pasando, se debía de estar ciego para no ver el cambio que él Slytherin había causado en su amigo.

-Severus y yo vivimos juntos-en ese momento tanto James como Peter cayeron al suelo en un estrepitoso y doloroso golpe de la impresión.

Cornamenta no tardó mucho en volver a reaccionar, en ese momento sentía que su mejor había dicho el peor chiste de la vida, pero cuando cruzó su mirada con él no percibió ni una pizca de diversión. Absorto en sus pensamientos se paró y comenzó a buscar en toda casa a la sabandija que debía de encontrarse allí, quería gritarle, seguro había usado <<amortentia>> para poder atrapar a su mejor amigo en sus asquerosas garras de Slytherin.

Corrió y abrió la primera puerta que encontró en el interior de la casa. Allí había una gran colección de libros, había cosas para hacer pociones y claro alguno que otro aparato muggle que Sirius había decidido guardar en la casa. También encontró allí una caja cerrada que ni siquiera se molestó en abrir y corrió rumbo a la otra habitación.

Al entrar no pudo describir su asombro, se adentró y lo que encontró fue una cama matrimonial mal tendida, la habitación era de colores naranjas, rojos y verdes. Abrió el armario y pudo ver que allí dormía más de una persona. Sirius quien junto con Remus se encontraba observando desde el marco de la puerta al fin decidió hablar.

-Bienvenido a nuestro “nido de amor”-río después de decirlo, la cara de su amigo era totalmente indescriptible. Pocas veces vería algo que le hiciera querer retorcerse de la risa como en ese momento, pero no podía reír.

-¿nido?-preguntó sabiendo la respuesta. Odiaba tener que oír aquello.

-Bueno déjame decírtelo una vez más, Severus Snape es mi novio, tuvo sus problemas así que lo obligue a vivir conmigo. Ahora vivimos juntos y somos una pareja feliz-les comento divertido, lo repetiría hasta que sus mejores amigos lo entendieran. Ellos eran su familia y era obvio que buscaría que aceptaran a la persona que se había robado su corazón.

-¿Te hace feliz? ¿No ha intentado matarte? ¿Ya le dijiste a él la verdad? ¿No te da miedo lo que vayan a pensar de ti? ¿En serio te hace feliz?-preguntó Lunático mientras Cornamenta y el recién despertado Colagusano observaban esperando la respuesta a esas preguntas.

-Me hace feliz, me hace sentir la persona más afortunada del mundo. ¿Sabes? es la belleza en persona…-suspiro un poco pensando en cómo seguir hablando, solo tenía en mente la piel porcelana adornada de esos bellos he intensos ojos negros-No me ha intentado matar, aunque una vez casi me muero en sus labios jaja, también planeo decirle la verdad solo que quería que ustedes lo supieran primero. Por otro lado no me importa que piensen los demás, solo ustedes.

-¿Qué pasó para que te enamoraras de Snivellus, el idiota, torpe que nos quería hacer la vida imposible, el que está enamorado de Lili, quien también nos ha lanzado encantamientos-respiro un poco antes de continuar, James sabía que había una forma de hacer entrar a su hermano de alma en razón-¡Estamos hablando de Snivellus! La estúpida serpiente de Slytherin, no es para nada hermoso, tiene el cabello todo grasoso y su piel se ve de un color enfermo, sus ojos no son más que…

La razón por la que cayó fue por la penetrante mirada de enojo que tenía Sirius. Era claro que no le gustaba que dijeran cosas feas de su novio. Si su piel era blanca y hasta había pensado que era enferma pero era debido a la mala alimentación que tenía con sus padres, su cabello de hecho era suave y sedoso. Su aroma era como de cedro y menta.

-Creo que no le ha gustado nada de lo que dijiste-comentó divertido Remus, mientras se ponía en camino hacia Sirius. Para sorpresa de todos lo abrazo y este descenso los músculos-Pareces perro defendiendo a su cría, tranquilo Canuto. Yo ya sabía que te ibas a enamorar de Severus desde el baile de invierno.

-¿Desde el baile de invierno?-preguntó algo sorprendido, jamás se había puesto a pensar en realidad desde cuando sentía algo más por aquella persona.

-Si, cuando te peleaste con Phoenix Walker por el. Severus me contó lo que había sucedido preguntándome si era normal en ti no llamar tanto la atención, supongo que te creyó enfermo o algo por el estilo.

-¿Tú lo sabías Lunático?¿Porque no nos dijiste nada?-preguntó Peter desde su lugar, no era capaz de decir algo malo de Snivellus en ese momento por temor a la reacción de Canuto.

-Porque ni él cabeza hueca de Canuto se había dado cuenta de lo que sentía en ese momento, además para que salieran juntos debían de darse más tiempo. Aunque sí me sorprende que tan pronto se fuesen a vivir en la misma casa, además conociéndote seguro ya hicieron “eso y aquello”.

-¡Ay dios! ¡¿Lo hicieron?!-preguntó consternado James, recibiendo solo un asentimiento por parte del enamorado.

-¿En serio te acostaste con esa….-antes de completar su oración Colagusano sintió el peligro sobre sus hombros-persona…

-Si, Severus y yo nos acostamos, de hecho dormimos juntos todas las noches-si iba a decirlo lo diría claramente, además no parecía que a sus amigos les entrará la idea por completo-¿Saben chicos? Yo creo que lo amo, así que de ahora en adelante quiero que dejen las bromas hacia el.

-Estas pidiendo algo difícil, sobre todo cuando no sabemos si es verdad que no estás bajo un hechizo o algo por el estilo.

-Bueno James así está la cosa. Tú querías que yo alejara a Severus para que no interfiriera contigo y con Lili ¡listo! Ahora, bien la broma se me revirtió y ahora yo soy quién quedará destrozado si Severus me deja. Si alguien de ustedes no acepta que esté enamorado de esa persona bien, no son más mis amigos-le dolía tener que hacer eso, pero era lo mejor o al menos eso creía.

-¿Entonces debemos aceptar que salgas con Snivellus para seguir siendo tus amigos?-preguntó Colagusano lo más obvio.

-Si, y tampoco deben decirle lo de la “broma”. Eso me toca solamente a mí, ¿entonces, seguimos siendo amigos?-comentó Sirius viendo a su hermano del alma, no quería perderlo.

-Cuenta conmigo-contestó Remus poniéndose a su lado, no iba a perder a ninguno de sus preciados amigos que le habían ayudado y acompañado durante todos estos años. Ahora era momento de pagarle con la misma moneda a Sirius.

-¿Sabes que tu novio es un completo fastidio?-El joven Black solamente asintió-Pero también sabes que eres mi hermano del alma, mi compañero de bromas y sin duda alguna mi mejor amigo, no puedo dejar de hablarte ni aunque tu pareja sea el inútil de Snivellus.

-Yo tampoco te dejaré de hablar, pero no le hablaré jamás a Snivellus-contestó Peter uniéndose a ellos.

-Gracias chicos-dijo Sirius mientras abrazaba a sus amigos, ahora solo faltaba que cumplieran su promesa.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Si gustan comentar se los agradecería mucho, ya que es una fuente más de inspiración.

 

la siguiente actualización será el domingo sin falta! Hasta entonces y tengan un buen inicio de semana!!

atte: Yuu


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