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Era solo una broma por Yusei156

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Notas del capitulo:

Una disculpa por la hora, en españa ya es lunes 8 de Mayo, pero me temo que yo soy de México por lo tanto aun estoy en tiempo, apenas son las 9:30 de la noche.

Esta es la primera parte de el final de dos partes. Espero les guste y agradeceria que comentaran tanto en este como en el siguiente. Sin más preambulos el capitulo:

“Snape: Lo acepto, soy más cobarde de lo que creía pero si te tuviera de frente apuesto a que sería mucho peor para ambos. En realidad ya no tengo mucho que decir, nada más que la verdad. Comencé a salir contigo como un juego, quería usarte, romperte el corazón y desecharte. Pero me convencí de que sentía algo por ti y durante mucho tiempo así fue. Ahora con los  años me doy cuenta de que no puedo, ni quiero pasar mi vida con alguien como tu, eres simplemente el tipo de persona a la cual aborrezco ver cada día al levantarme.

¿Como soporte eso tanto tiempo? En realidad creí que podías cambiar, que podríamos superarlo pero no paso. Encontre a alguien más, es alguien que ya conocía y sin duda una de las mujeres más maravillosas de todas ¿Recuerdas a Olivia Carrow? Sí, mi ex novia. Hazme el favor de no buscarnos o me vere en la necesidad de correrte de la forma menos agradable posible. Haz con el niño lo que te venga en gana, no quiero saber nunca nada más de ti, de ustedes.

ATTE: Black”

 

Se necesitó de más de una segunda lectura para que al fin pudiera ser procesada la información que acababa de leer. En la mente del pelinegro solo había una cosa rondando una y otra vez, eso no podía ser posible.  Nada tenía sentido, esa noche antes de dormir se habían despedido como era costumbre cada que alguno de los dos tenía que ir a una misión que bien sabían podía volverse más peligrosa de lo que uno desea.

 

El leer se que su pareja tenía a “alguien más” era un golpe muy duro, no quería creerlo. Realmente no quería, esa noche se habían besado como lo hacían a diario desde que comenzaron a vivir juntos, durmieron abrazados, hasta había hablado sobre futuros nombres que podían ponerle a su hijo cuando éste naciera.

 

Severus se dispuso a revisar en la habitación hasta encontrar el espejo mágico con el que tenían contacto cada que la situación podía tornarse peligrosa. Lo tomo entre sus manos y le habló esperando ver la brillante sonrisa de su amado, cosa que no paso. Por más que lo intentar o buscará otro medio no podía contactarle. Pronto noto que la mayoría de sus cosas ya no se encontraban en casa.

 

Perdío la esperanza a los 3 días de intentar contactar con el. Solo sabía que se había ido por la misión de la orden y que no regresaría pronto. Tratar de pedirle información a Dumbledore era igual de irritante que ver el espejo vacío, como última instancia decidió abandonar esa que ya jamás sería su casa. Se dirigió al único lugar en que se sentiría seguro en ese momento y con la única persona con quien podría confiar.

 

-¿Estás seguro de lo que dices?-pregunto con total incredulidad Regulus mientras caminaba de un lado al otro en su habitación. Pensar en que su hermano había abandonado a la persona que amaba y que además estaba esperando un hijo se le hizo la cosa más estúpida que pudo haber hecho en el mundo y eso era poco.

 

-Adelante-le extendió la carta, no quería volverla a leer, pero era un recordatorio constante de que Sirius se había ido. Sí lo volvia a ver algún otro día no estaba seguro sobre si querría hablar con el o le atacaría por dejarlo de tal manera.

 

-Definitivamente es su letra, pero no tiene mucho sentido-suspiro un poco temía tener que darle las malas noticias a su amigo-Veras Sev, cuando ustedes comenzaron a salir yo sospechaba que algo se encontraba mal, en resumen acose a mi hermano y me enfrente a él. Yo sabía de la broma, sospechaba que mi hermano estaba involucrado y planeaba decirtelo pero llego el momento en que me convencí de que en realidad Sirius si te ama, vaya que lo hace y por eso lo deje estar a tu lado aunque no quería…

 

-¿Tú lo sabías y no me dijiste nada?-preguntó con un tono de molestia y a la vez de alivio-Si lo que dices es verdad entonces solo me dejo por la chica…

 

-Eso no lo se, yo no conocí a esa chica, pero si es su ex novia seguro no fue nada importante debemos de considerar que tuvo muchas-trataba de animarlo pero simplemente no podía.

 

-¿Qué haré con el niño? Se necesita de la magia de ambos para tenerlo estable, ese maldito al menos debió de haber esperado a que naciera, o mejor lo hubiera hecho desde hace mucho antes-se notaba la ira que destilaba de sus palabras, pero más allá de ira estaba el miedo, la preocupación y el dolor impregnado en cada movimiento que daba, en cada sílaba que pronunciaba. En su esfuerzo por contener las lágrimas.

 

-Yo te ayudare, jamás te dejaría solo-con un poco de nervios estrecho su mano con la de Severus, la entrelazo buscando darle alivio y consuelo. Se dispuso a besar delicadamente la palma de la mano de este mientras al mirar a sus profundos ojos negros le dedicaba una cálida sonrisa. En ese momento solo deseo que todo fuera una mentira y su hermano regresara para aclarar las cosas.

 

~°~oOo~°~

 

Casi cuatro meses y medio fuera de Londres, un brazo recuperándose de fractura y una nueva cicatriz situada en la espalda arruinando sus bien formados músculos no podían ser lo peor de todo lo que le había pasado. Para arruinar su suerte ahora debía de ir a su hogar a explicarle a su seguramente muy enojado novio que era lo que le había sucedido y porque no habían podido hablar en todo ese tiempo.

 

-¡Amor! ¡No me mates piensa en nuestro hermoso bebe!-grito angustiado mientras sonreia amablemente y revisaba la entrada a la casa. Sintio al respirar el aire pesado que poseia el cuarto. Con cuidado reviso las habitaciones y encontro absolutamente todo vacio, los muebles estaban llenos de polvo, las cosas de Severus había desaparecido y muchas de sus propias cosas faltaban.

 

Su instinto le indico que buscara en la habitacion que seria destinada el bebe y así lo hizo, no encontro nada. Nisiquiera rastro alguno de la ropa que antes habían comprado, mucho menos estaba el dije que habia destinado al niño como regalo cuando fueron por primera vez a San Mungo a revisar la salud del bebe.

 

-¿Donde estan mis amores?-pregunto al aire mientras se dirigia nuevamente a su habitación esperando encontrar algun vestiguio de batalla. Alguna pista que le diera siquiera una idea de que era lo que había sucedido en ese lugar.

 

Para su desgracia nuevamente se encontró que no había señal alguna de pelea, por otro lado sintió un alivio inigualable al pensar que sus amores se encontraban a salvo y no habían sido atacados ni dañados, ahora solo quedaba saber dónde se encontraban y porque cambiaron su ubicación. Lo único que pudo hacer fue desvanecerse para reaparecer en la casa de la única persona en quien había confiado.

 

-¡Sirius! ¡Qué agradable sorpresa!-le dijo James mientras iba hacia él con un bebé en brazos-Aquí está tu ahijado-no tardó mucho en darle a Sirius a cargar a su hijo, con sus 3 meses apenas y pesaba el bodoquito.

 

-James necesito saberlo ¿le diste a Sev mis recados? Dime por favor que sabes dónde se encuentra-el tono de su voz sonaba como si le hubiesen estado torturando. Ciertamente durante la misión había pedido a James que le entregara varias cartas a Sev cuando esté estuviera de regreso pues su mejor amigo solo duró un par de días en el extranjero.

 

-En realidad…-suspiro resignado, debía de hacer algo para contarle lo sucedido a su amigo sin que se diera cuenta que la huida de su pareja había sido culpa suya-Cuando fui a tu casa esta estaba vacía. Pero no quería decirte porque estabas en pleno frente contra los rusos eso hubiera afectado tu juicio y temía que erraras en el combate.

 

-¡Temías que errara en el combate! ¡¿Sabes lo que siento?! ¡Mi pareja y mi bebe están quién sabe dónde y tú no pudiste haberme avisado antes!-entre enojado y furioso Sirius no sabía lo que sentía en ese momento, no podía creer que su mejor amigo no le hubiese dicho de algo tan importante solo por su “seguridad”.

 

-Tranquilo Sirius o vas a despertar a Harry-trato de tranquilizarlo por el bien de su hijo y el por suyo propio-Por algo debió de haber huido, porque no tratas de contactarlo o buscas a alguien más que te pueda ayudar a encontrarle-trato de sugerírselo con tono serio pero en el fondo sabía que eso no sería posible. Había hechizado cada objeto que ellos usaban para contactarse y así evitar que estuvieran juntos.

 

-Gracias James…-suspiro un poco resignado mirando a Harry dormido en sus brazos, un profundo deseo de ver a su hijo y cargarlo de igual manera se posó en su interior, lo que más quería en el mundo en ese momento era estar a lado de su persona amada para poder huir antes de que les pasara algo y no pudiera recuperarlos.

 

-Pero Sirius, también encontré esta carta-le extendió un sobre sellado, solo quería ayudar a su mejor amigo a olvidarse de una persona que lo unico que haria seria dañarlo.

 

“Black: me voy, no soporto estar más a tu lado. No me busques te odio y siempre lo hare.

Tengo que confesarte que fue divertido mientras duró, utilizarte y jugar contigo ha sido muy satisfactorio. No te preocupes por mi hijo, tu no eres su padre, pero si es un Black ¿hace falta escribirlo?

Snape”

 

-¿Dónde encontraste esto James?-pregunto algo desorientado después de leer aquello. No podía ser cierto su mente se negaba a creer tal cosa.

 

-Estaba en la mesa de noche en su recamara-contestó tranquilo fingiendo no saber qué era lo que decía aquel papel.

 

-Debo ir a Grimmauld Place, alli encontrare a Reg, seguro esta Severus con él. Ya después me explicaran la estupidez esta de que ese niño no es mío-le dijo a James mientras se acercaba con Harry con toda intención de devolverselo y desaparecer nuevamente.

 

-No puedes ir allí, tu hermano es miembro de tu-sabes-quien no puedes pararte en la puerta de tu casa sin esperar que te ataquen, lo mejor será esperar.

 

-Tienes razón-le dolió admitirlo pero así era, no podía darse el lujo de ir sin pensar y poner en peligro la vida de su hijo, debía de ser paciente y cuidadoso todo por ellos-seguro cuando enfrentemos más mortifagos llegará el momento en que vea por fin a Snape, nadie sabe sobre su condición y nadie debe saberlo-confesó Sirius, se suponía no debía revelarlo a nadie pero ya era tarde. Estaba cansado de ocultarlo y si lo seguía haciendo seguro no recibiría ayuda.

 

-¡¿Sabías que Snape es un mortifago?!-pregunto sumamente sorprendido James, tanto que casi tira al niño de la sorpresa.

 

-¿¡Tu sabías que es un mortifago!?-pregunto doblemente sorprendido, no entendía cómo es que su mejor amigo se había enterado de ello. Aunque podía deducirlo debido al incidente de las quemaduras, que si bien no le reclamó nada a s mejor amigo era porque no había podido.

 

-En el combate que tuvimos, yo pense que era alguien más y le queme la ropa-era mejor decir la verdad a medias, ni loco podría decirle a Sirius que pensando en que no sabía que era un mortifago les puso a ambos una trampa para separarlos y quien sabe donde estaba Snivellus.

 

-Ya veo, Sev debe estar en problemas si se encuentra con Regulus. Cuando le encuentre buscaré la forma de escapar con el. Debemos irnos antes de que le suceda algo a él y al bebé.

 

-Sirius yo…

 

-Te debo una James, sino me hubieras dado esa carta no tendría pistas de dónde están mis amores. Además te tomaste bastante bien lo de Snape así que te lo agradezco-abrazo a su amigo intentando aferrarse a la idea de que juntos podrían encontrar a su familia-Antes de irme ten por seguro que asistiré a la ceremonia de Harry, muero de ganas de ser su padrino.

 

El castaño suspiro en su interior, ahora debía buscar la forma de que su amigo no se encontrará con el psicópata del que aún creía estar enamorado. No podía concebir que Sirius estuviera involucrado con alguien como esa alimaña de Slytherin. Pero en el interior sentía el dolor de la tradición y la culpa,  sabía muy bien que si Sirius se enteraba de la verdad sería el fin de su amistad.

 

~°~oOo~°~

 

Las paredes eran frías al igual que todo aquel objeto que habitara en la mansión, los cuadros le miraban con profundo desprecio debido a su condición de sangre y ni en su alcoba se sentía lo suficientemente seguro para desvanecer el <<glamour>> y observar la curva creciente de su vientre con ternura, como debía de hacerlo al pensar en su pequeño hijo. Encontrarse a en la  Mansión Malfoy era más terrible de lo que imagino. Deseaba volver ver a Regulus.

 

Mil y un veces pensó en una manera de escapar de Grimmauld Place  e ir en busca de Sirius, con la única intención de lanzarle un <<crucio>> por abandonarlo, seguido de eso no estaba seguro sobre proseguir y matarlo o perdonarlo por su ausencia. Una parte de él sabía que no importaba que tanto dijera que lo quería muerto. Deseaba estar nuevamente entre sus brazos.

 

Había perdido el apoyo de Regulus, lo había perdido seguramente para siempre. Mentiría si dijera que no le dolió el escuchar sus últimas palabras o al menos las últimas que le había dedicado con esos brillantes ojos negros idénticos a los de su hermano.

 

La mañana en que se despidió de él lo dejó totalmente consternado. No solo por la forma en que se despidió sino por la confesión de amor que no se esperaba. “Yo te amaba, te amaba mucho. Decidí que si eras feliz yo también lo sería y así fue, disculpame. Se que te prometi que te ayudaria durante todo el embarazo pero simplemente ya no puedo hay algo más importante que debo de hacer y me temo querido amigo que esta sea la ultima vez que no veamos. Adios Sev...” seguido del primer y unico beso que recibiria de esos jovenes labios.  Tan solo de recordar su tenue voz impregnada de una seguridad e indignacion que no habia conocido antes.

 

-Ojalá estuvieras aquí…-susurro tocando donde se encontraba su pequeño de unos 5 meses creciendo. Desde que se había quedado solo para cuidar del embarazo se sentía cada vez más cansado. Se concentraba en tomar pociones para disminuir su esfuerzo al momento de cuidar al niño y ocultar su imagen. Sabia que debia de escapar del peligro creicente que representaba para su hijo, pero simplemente no podia escapar de Lucius y el resto de su familia.



Camino rumbo al comedor principal, tenian una reunion con el Lord para hablar de la proxima misión y aunque hasta ese momento no habia fallado en nada temia que ese momento llegara pues sabia con certeza cual seria el castigo.

 

-Snape, que bueno que nos acompañas. Toma asiento a lado de Bellatrix para comenzar con la reunión-le ordenó Lucius mientras volvía a recorrer la sala en espera del señor oscuro, persona que no se hizo esperar mucho más. Tan pronto entro todos callaron para dejar como único sonido audible en esa recámara sus pasos firmes.

 

-Se deben de estar preguntando el porque los he reunido aquí-les dijo a los mortífagos presentes mientras tomaba asiento en la parte central de la mesa. Seguido por Nagini la cual se desplazaba silente desde el otro extremo con la única intención de asustar a todos los allí presentes-La guerra se acerca cada vez más, el tomar control del ministerio es la mayor prioridad. Seguido de esto tendremos el poder y la información suficiente para eliminar a todos los muggles, nacidos de muggle, squibs. Es por ello que para evitar mi caída mataremos a todo aquel que resulte ser una amenaza, como es debido.

 

«El único con poder para derrotar al Señor Tenebroso se acerca... , Nacido de los que lo han desafiado tres veces, vendrá al mundo al concluir el séptimo mes...Y el Señor Tenebroso lo señalará como su igual, pero él tendrá un poder que el Señor Tenebroso no conoce...Y uno de los dos deberá morir a manos del otro, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras siga el otro con vida...El único con poder para derrotar al Señor Tenebroso nacerá al concluir el séptimo mes...»

 

-Snape, sigueme-le dijo mientras caminaba fuera de la habitacion, nadie los siguio. Era bien sabido el aprecio que le tenia Voldemort a Severus mas que nada por ser un mago muy poderoso y habil pero ademas habia sufrido en carne propia lo que era tener a un inmundo muggle como padre.

 

Snape prosiguio con calma, la seguridad que tenia al ir asustaba incluso a los presentes. Cuando el Lord decidia que devia de hablar con alguien a solas terminaba en un castigo peor que ser toeturado por el resto alli presentes. En caso contrario causaba espectativa en los demas.

 

-Sabias que hay un traidor en mis filas…-fue una confirmacion más que una pregunta-Regulus Black escapo de nuestras filas y quiso llevarse algo muy importante para mi. Afortunadamente no lo logro

 

-No sabia que Black intentaria algo tan esrupido y mucho menos contra usted mi Lord. Pero yo no tengo absolutamente nada que ver con él, ni deseo nunca más tener algo que ver con aquella persona. Si me lo permite ire en su busqueda para liquidarlo.

 

-No hara falta, los inferi se han encargado de eso. Pero hay algo que me sigue dando vueltas en la cabeza. Me llego información sobre que una persona de mis filas habia desafiado mi orden de no reprpducirse con sangre sucia, dime Snape ¿Quien es el padre de tu hijo?

 

Severus sudo frio, habia esperado que ese momento no llegara jamas y ahora se encontraba alli. Mirando fijamente los ojos rojos de Riddle mientras esperaba no demostrar pizca alguna de dolor y duda al momento de hablar, pero sentia inutil su esfuerzo. Parecía que su mundo se derrumbaria de un momento al otro.

 

-Es Regulus Arcturus Black-al momento de terminar de pronunciar su nombre sentio el dolor punzante de mil agujas clavandose en todo su cuerpo, seguido de ello sintio como si sus huesos tronaran. Sabia lo que estaba pasando e igualmente sabia que aquello lo hacia con toda intencion de dejarlo con vida.

 

Pasaron 15 minutos antes de que por fin lo liberara del hechizo, Snape se encontraba inconsciente con los brazos agarrando su ya visible vientre de forma protectora como si en realidad algo de lo que pudiera hacer protegiera a su nonato.

 

Lo siguiente que vio fue la cabellera cafe y blanco de Narcissa mientras que esta iba de un lado al otro con quien sabe que cosa. Trato de enfocar mejor la imagen pero al momento de levantarse sintio un terrible mareo y comenzo a descender nuevamente en la cama quiza con la ayuda de alguien.

 

No queria pensar en lo que habia pasado. No queria recordar lo sucedido pero en ese momento en que recobro la conciencia por unos breves segundos supo que habia un vacio en su interior.

 

-¿Severus?-pregunto con dulzura la joven de cabellera bicolor, deseaba tanto que despertara como de que no. No queria ser quien le diera la mala noticia aunque creia que no seria necesario.

 

-Cissa-dijo con dificultad, al verla pudo notar sus ojos rojos y quizo evitar llorar con ella con todas las fuerzas que le quedaban pero era tarde. Frias lagrimas salieron de su rostro, no podia pararlas ya que sabia que no sentiria más la dulce y tierna precensia del bebe en su vientre.

 

-El bebé esta en un ataud, me encargue de ponerlo alli. Sev no sabes cuanto lo lamento-solto en llabto junto con él, queria ser fuerte pero como madre sabia el dolor que representaba-El ataud esta cerrado, si me lo permites podemos enterrarlo aqui en la mansión.

 

-No, mi hijo sera enterrado en su hogar-fue lo unico que pudo decir al momento de recomponer su postura. No sabia como se habia enterado el Lord pero en ese momento poco importaba, solo deseaba salir de la Mansion y quedarse en el unico lugar en que se habia sentido seguro ej la vida. No dejaria el pequeño cuerpo en formacion de su hijo enterrado en el lugar de su asesinato.

 

Una semana despues cuando al fin pudo ponerse en pie por si solo partio de la Mansion y se desvanecio a la que fue su casa junto con Sirius Black.

 

En el patio cabo una tumba para depositar con sumo cuidado la caja de cedro que contenia el fruto de un amor ahora olvidado. Con magia coloco hortensias al rededor de la tumba, puso una lapida que decia lo siguiente:

 

“Regulus Orion Black/ Eileen Black

Amado/Amada

hijo/hija”

 

Después prosiguió a retirarse, esperando que si alguna vez su amado regresaba a aquella casa se enterara que habia sucedido. Al menos asi sabría que era libre de tener una nueva vida y olvidarse definitivamente de él y su bebé.

 
Notas finales:

Nos leemos en la siguiente parte.

Espero tenerlos con el corazon en la mano...


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