La curiosidad le mataba, ese día no tenía ni una sola clase con el Slytherin así su tarea de alejarse de él era mucho más sencilla. Pero durante los cambios de salón por los pasillos había visto a Phoenix, y este le había dicho “gracias por todo” en un leve susurro. No sabía a qué se refería, pero quería ir y estrangularlo hasta obtener respuestas. ¡Apenas eran los dos de la tarde! El baile sería hasta el anochecer.
No le cabía que en ese poco tiempo sin ver a Snivellus hubiera pasado algo que cambiará las cosas entre ellos. Pero no aguanto la tentación y había visto que este estaba con Walker y quiso ir corriendo y matar a ambos, no iba a soportar que todo su trabajo fuera hechado a la basura.
Cuando vio que se alejaban el uno del otro decidió ir a enfrentar a Snivellus una vez estuviera lejos y solo. James y Peter miraban sorprendidos como Canuto tenía la mirada fija en el mapa, más que preocupación pensaban en todo lo que podía estar pasando por su mente y James esperaba que su mejor amigo pronto quedará librado de su sacrificio.
Lo visualizo en el tercer piso, solo. Probablemente en un ventanal leyendo. Dijo <> y salió corriendo de allí, esa era su oportunidad.
Snape no sabía quién de los dos era más insoportable, aunque Walker le había hablado durante clase no mencionó nada de lo anteriormente sucedido, lo agradeció. No sabría qué decirles y si lo arrinconaban probablemente rechazaría a ambos. No estaba listo para que le dijeran algún tipo de declaración.
Se encontraba recién arrepentido, había sido tanta la velocidad con la que corrió en busca de su presa que no desaceleró cuando se encontraba cerca. Logrando así chocar inevitablemente con el Slytherin y ahora se encontraba sobre él, uno frente al otro y podía jurar que si bajaba media centímetro más le besaría de forma inevitable.
-¿Te molestaría moverte Black?-preguntó con algo de sarcasmo en su voz, no le gustaba nada esa situación era sin duda una de las más incómodas en las que había estado con alguien. Pronto el pulgoso se quitó y le ayudó a levantarse, cosa que lo sorprendió un poco.
-Quiero saber algo ¿te gusta Phoenix?-lo soltó tal y como lo traía en mente, no podía contenerse como era debido ¡estaba celoso! Él pensar que su víctima estaba siendo alejada de él le causaba frustración y enojo, pero también le carcomía las entrañas la idea de que alguien más besara a Snivellus.
-¿Por qué preguntas Black, acaso estás celoso?-había notado el cambio de humor tan brusco de Sirius y el verlo en esa situación sería algo que quizá no se fuera a repetir. Como todo un Black, el pulgoso ese era orgulloso y soberbio. Aunque por alguna extraña razón le gustaba el ver la furia en los ojos de su pareja para el baile.
-¡Estoy jodidamente celoso! ¡Es injusto que no tomes mis sentimientos en cuenta! ¡Sabes que te amo y aún así me haces dudar si puedes corresponderme o no!-le gritó sin más, al ver la cara que tenía Snape de sorpresa y un poco de enojo pensó que había exagerado un poco, por un momento quiso decir algo para calmar un poco las cosas o para quitarle importancia a lo que recién había dicho, pero antes de que pudiera hacer nada vio como Severus sonreía.
-Te dije que me demostraras que era cierto y que yo trataría de corresponderte-le dijo mientras se acercaba a él y le daba un beso en la mejilla. No quería admitirlo o al menos no tan pronto pero era cierto de resistirse a Sirius era una tarea difícil, siendo tan explosivo como era le hacía pensar en que quizá no sería tan malo como novio, quizá podría hacerlo madurar a su lado y se convertiría en un buen hombre.
-¿Entonces estas aceptando lo que siento? ¿Me quieres?-estaba algo sorprendido, quizá había sido su imaginación lo de Walker y tenía la mayor parte del campo libre, sonrió con triunfo.
-No lo sé, habría que pensarlo bien. Salir contigo podría significar un gran riesgo para mí-le confesó y era cierto. Si alguien en Hogwarts empezaba a esparcir el rumor de que ellos salían podía causarle problemas no sólo con los Gryffindor si no también con todo Slytherin.
-Soy un riesgo que vale la pena-sonrió nuevamente, era cierto él también pensaba lo mismo del contrario, sería riesgoso que el gran Sirius Black saliera con una serpiente-Tú también eres un riesgo, pero uno que quiero tomar.
Ambos callaron e instintivamente se acercaron, no es que se hubieran besado en muchas ocasiones pero en esta era diferente. Severus se acercó con algo de miedo, sería la primera vez en que iniciaría a la par un beso con Sirius y estaba nervioso, su corazón latía a mil por hora y por un segundo creyó que se desmayaría.
Sus labios se rozaron tiernamente, los movían con cuidado. Uno para no equivocarse, el otro solo para sentir mejor los de su compañero, así siguieron unos breves segundos hasta que el más alto comenzó a profundizar el beso. Sirius estaba algo nervioso, sentía como su corazón latía descontroladamente, no quería admitir que besar a Snivellus sí causaba algo dentro de él.
Sirius abrazo a Severus con sus fuertes brazos, lo acercó más a él y siguió profundizarlo. En ocasiones metía de a poco su lengua y la entornaba en los labios contrarios, los lamía y buscaba el contacto más y más profundo, por un momento quiso parar para decirle a Snivellus
que le prestada su lengua pero la pena pudo con el. Se separaron cuando el aire les hizo falta.
-¿Eso es un si?-aún estaba algo entusiasmado por el beso, casi quería continuar el contacto pero era inevitable que se separaran.
-Si te digo que si no voy a ser una más de tus aventuras. Deberás ir en serio conmigo ¿o no estás dispuesto a hacerlo?-estaba decidido, si le diría que sí no sería una más de sus estúpidas conquistas a la cual botaría sin pensarlo después de unos cuantos días.
-Voy en serio contigo. Te lo prometo-puso su mano en el corazón, estaba feliz pues cada vez avanzaba más a su objetivo-pero tú debes ser igual de serio conmigo.
-Entonces te daré respuesta en la noche, en el baile-fue todo lo que dijo antes de retirarse de allí, Sirius nada más lo miraba expectante y bastante sonriente, parecía que cada que le daba una evasiva este se encantaba con la persona que no era fácil de convencer. Le fascinaba verlo así, tan digno y orgulloso con sus largos cabellos enmarcando su rostro. Sirius decidió regresar a su habitación intentando ocultar ese gran logro, aún no era momento de celebrar.
A pesar de la felicidad que desprendía Sirius está paso extrañamente desapercibida por sus amigos cuando entro a su dormitorio, no era normal que tanto Peter como James estuvieran vigilando a alguien en el mapa. Pronto se dio cuenta de que faltaba Rems, pensó que algo malo había pasado. Sus amigos le explicaron que este se había ido platicando con Malfoy hace apenas unas horas y que aún seguían juntos, solos en la biblioteca. Solo querían saber que su amigo estaría bien.
Si los hubieran presenciado en vivo y directo no se habrían preocupado por la salud de su amigo, pero si por su estado mental. Este estaba junto con Lucius, pero no de la manera en la que dos jóvenes entran a estudiar en la biblioteca.
Recordar cómo había quedado abajo del Slytherin se le hacía aún un poco confuso. Se habían encontrado entre pasillos y tan pronto como lo vio y le pidió hablar de lo “sucedido” no dijo nada mientras le seguía. Fue mucha su sorpresa cuando Lucius le confesó que no podía dejar de pensar en él.
-Quizá no deberíamos de estar haciendo esto-confesó Remus cuando se separaron de aquel beso-tú estás comprometido con Narcissa, no deberíamos-pero fue callado nuevamente con los labios del rubio. El mayor introdujo su lengua perspicazmente como lo había hecho con anterioridad, sentir sus labios, su aliento y su boca era increíblemente deliciosa.
-Ella no me importa, todo fue un compromiso arreglado por nuestros padres-le dijo ahora besándolo en los ojos, en las mejillas y tomándolo de la mano. Le gustaba mucho el castaño, probablemente una de las razones era el simple hecho de que Lupin era un mestizo, lo que su familia jamás aceptaría. Además desde que había comenzado a observarlo se había dado cuenta de que era una persona amable, lista, era atractivo y carismático, sin duda era alguien casi perfecto.
Ya no le contesto, siguieron besándose. Las manos traviesas del Slytherin recorrían sin pudor alguno el cuerpo del licantropo, estaban tan ensimismados el uno con el otro que tan pronto como habían escuchado que alguien abría la puerta de la biblioteca para entrar se separaron abruptamente, ellos se encontraban en el fondo por tanto era poco probable que los hubieran visto.
-Remus, te estaba buscando. Necesito tu ayuda con algo…-pronunció Lili mientras veía como su amigo estaba alejándose de la mesa donde se encontraba posteriormente con Malfoy aunque no creía que ellos estuvieran juntos. Solo quería comentarle sobre su vestido del baile y preguntarle sobre el extraño comportamiento de Sirius con su amigo. Pronto se lo llevó de aquel lugar dejando a Lucius enojado y calmando la molestia que tenía en su entrepierna.
Molesto salió tan pronto todo había regresado a la normalidad en su pantalón, debía de prepararse para el baile de esa noche. Iría solo y tendría que soportar que el idiota de Pettigrew estuviera toda la noche con su futura esposa. Por otro lado eso le daría una excusa para escabullirse y quizá secuestrar a Remus un rato para más tiempo de calidad.
En su habitación no era el único que se estaba arreglando, Regulus traía puesto un traje color plateado con una camisa rojo vino; si alguien no pensaba que era un chico atractivo solo podía ser si lo comparaban con su hermano, por otro lado este miraba expectante como su amigo se arreglaba frente al espejo algo raro en él.
-¿Estás saliendo con mi hermano acaso ó solo te arreglas para seducirlo?-preguntó en broma, aunque sabía que había algo de eso era verdad. Algo raro sucedía entre ellos y temía que James y el resto de los merodeadores estuvieran involucrados en ello.
-Solo quiero verme bien-dijo sin inmutarse, si en algo era experto era en ocultar sus emociones, nada ni nadie vería lo que él sentía si no lo deseaba.
-¿Escuche bien? ¿Sales con Sirius?-preguntó Lucius con curiosidad, de ser así entonces quizá si lo suyo con Lupin pasaba mayores rasgos podría darse el lujo de contarlo con toda la tranquilidad del mundo.
-No, pero me lo pidio-vio el rostro sorprendido de sus dos amigos-voy con cuidado, no deseo que solo juegue conmigo, pero le di mi palabra de que tomaría en cuenta sus sentimientos-no iba a ocultarle eso a sus amigos. Sí todo era cierto y si al final Sirius y él terminaban en una relación seria no tardarían mucho en enterarse y mejor que fuera de su boca que de alguien más. Ya ninguno dijo nada, los había dejado sin palabras pero a él no le molesto.
Lucius iba vestido con un traje azul petróleo ceñido al cuerpo, su cabello iba suelto y adornando su bella persona, la camisa blanca que traía puesta solo resaltaba el color de su piel. Tan pronto entró al gran salón vio con satisfacción como todas las personas le miraban y varias de ellas no podían apartar su mirada de él.
Cuando se dio cuenta de la mirada de asombro que traía Remus le sonrió de modo seductor, aunque nadie más lo noto. Podía parecer que le coqueteaba a cualquiera allí presente pero de inmediato lunático se dio cuenta de que era para él.
Sirius estaba caminando de un lado para el otro buscando a su cita, no habían quedado de verse en ningún lado en especial y era muy probable que esté deseada pasar desapercibido y por ello hubiese llegado temprano, entrado por alguna puerta lateral y sentado en una mesa con poca iluminación o al fondo. Se empezaba a desesperar un poco cuando finalmente lo vio.
Como era de esperarse Severus venía vestido completamente de negro, al joven Black le sorprendía lo bien que ese color le podía quedar a alguien que no fuera él mismo. Pero ese día Sev tenía el cabello recogido con un listón color rojo vino, aunque quisiera no podía dejar de verlo. Unas increíbles ganas de besarlo le pasaron por la mente y lo habría hecho si no hubiera tanta gente presente.
-Te ves espectacular-dijo mientras sonreía de forma coqueta, al ver el ligero sonrojo que tenía Snivellus decidió sentarse a su lado y susurrar a su oído-si no hubiera tanta gente ten por seguro que te devoraría en este momento.
-Te ves muy apuesto-le dijo aún sereno a su pareja, no iba a permitir que este lo manejara a su total antojo, él no era así. Aunque claro manejar a Sirius era cosa fácil cuando se trataba del coqueteo.
-Ya que no podemos bailar traeré algo de comer, quédate aquí mi preciosura. No tardo-se levantó corriendo estaba más nervioso de lo que había pensado y si las cosas salían tal y como él las esperaba tardarían alrededor de un mes en terminar para ser libre nuevamente. Aunque ver a Snivellus así de apuesto le había hecho dudar un poco de su plan.
Tomo un plato grande y lo lleno de aperitivos que a su parecer eran deliciosos, evitó aquellos que dejaran mal aliento o cosas pegadas en los dientes esa no iba a ser noche para no poder cuidarse. Sirvió dos vasos de sidra de calabaza y como si fuera un mesero experto llevo todo solo a la mesa.
Casi deja caer todas las cosas cuando ve que en la misma mesa en la que se encontraba su cita estaba ahora sentado su hermanito con una chica que a su parecer no era ni la mitad de bonita que su pareja, cuando Regulus se dio cuenta le devolvió la mirada y sonrío. Sirius tragó profundo y empezó a caminar, esa sería una noche larga.