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Era solo una broma por Yusei156

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Notas del capitulo:

Hola chicas y chicos, volviendo a actualizar en sábado! Gracias a sus comentarios. Aun nadie me ha dicho si subo o no la clasificación (aunque yo creo que si) espero les siga gustando la historia, no dire más por temor a spoiler. Hasta pronto!

 

Yuu

Regulus Black se sentía triunfante al llegar al baile y que nadie apartara la mirada de él y su bella acompañante Evangeline era una mujer bien educada pero no sabía muchas cosas del mundo, la principal razón por la que salió con ella no era sólo su sangre pura, si no también que ella se le había declarado. Las cosas no podían ser más fáciles.

Tan pronto vio a su mejor amigo (o él lo consideraba así) a lado de su hermano no pudo controlarse, había escuchado antes del partido de Quidditch y de que mandara a varios de los merodeadores a la enfermería a Peter y James que hablaban de una nueva forma para dañar a Severus, tan pronto como los interrogó estos lo negaron le preocupaba más él no saber si su hermano estaba inmiscuido en la broma pues de ser así era obvio lo que trataban de hacer.

Cuando vio levantarse a su hermano le pidió a su compañera que lo acompañara aunque ella no podía entender de qué se trataba la situación hasta que se vio en la misma mesa que Severus Snape y Sirius Black.

La situación se sentía tensa por parte de ambas parejas. Severus mantenía una amena plática con Regulus de la cual sus acompañantes no entendían absolutamente nada, podían deducir que era sobre alguna clase y algún embrujo que alguien o algo había hecho que funcionara o algo así. Sirius decidió apelar a la desesperación de la pareja de su hermano pero tan pronto iba a decir algo ella se levantó a “polvearse la nariz”. Estupida la suerte suya.

-Bien, ahora que estamos solos debes de contestar. ¿Están saliendo juntos?-lo lanzó así como si no se tratara de algo fuera de lo normal, Sirius trago profundo antes de dar una respuesta.

-Aún no-era cierto, aunque él esperaba un sí por parte de Snivellus pero este nunca llegó-quizá si lo hagamos, yo esperaría que pronto-no importaba el ocultarle algo a su hermano, ambos se conocían lo suficiente como para deducir algunas cosas el uno del otro.

-¿Quizá?-preguntó confundido, sabía que su hermano ya se había declarado eso significaba que su amigo estaba al tanto de la situación y ese horrible “quizá” era la oportunidad del beneficio de la duda. Severus no lo había rechazado. No había querido pensarlo así antes pero ahora todo era demasiado real para su gusto.

-Tiene sus posibilidades-confesó Severus que se había mantenido ajeno a la conversacion que tenian ese momento. Aquello hizo sonreír a su acompañante aunque su amigo no se veía del todo disgustado lo que le pareció raro en su momento pero él era un hombre de palabra y se iba a seguir manteniendo así aunque a sus amigos no les emocionará la idea.

Tan pronto llegó de vuelta la pareja de Regulus este se despidió de ellos, no tenía más que decir, si su amigo estaba dispuesto a tomar el riesgo de salir con su hermano lo iba a apoyar pero sobre todo iba a tener bien vigilados a sus amigos, no eran de confianza, sobre todo James.

La recién abandonada pareja no se había dirigido la palabra, pero no era un silencio incomoda, era uno expectante para saber quién daría el primer movimiento o en el caso de Canuto quien la regaría primero. Sirius se levantó haciendo ademán de que lo siguieran, era casi obvio que algo así iba a pasar él más desesperado de ambos sería bien moviera primero sus piezas.

Salieron al balcón cerca de su mesa, todo la diversión se encontraba dentro con la música y el baile, además aún era muy temprano para que las parejas románticas salieran a declarar sus típicos sentimientos a la luz de la luna, a Sirius le pareció el lugar perfecto. Su pareja no creía lo mismo.

-¿Bailarías conmigo?-pregunto un poco dudoso, no era muy bueno bailando y tampoco sabía si su pareja lo hacía, solo quiso intentar poner algo romántico el ambiente. Con algo de dificultad bailaron media pieza. Ninguno de los dos era bueno ni remotamente, terminaron rindiéndose y prefiriendo asomarse por el balcón.

-Yo…-comenzó el de ojos color ónix, pero fue interrumpido por su compañía mientras este le pedía guardar silencio. No estaba listo para lo que pasaría. No importaba cual fuera su respuesta para el pulgoso, igual tendría que cargar con las consecuencias no solo ese día, no solo lo que durara la relación o lo que no pasara, tendría que pensar en esa noche el resto de la vida. Si le decía que no podía arrepentirse.

-Tengo que ir por algo antes, esperame. No tardó más de cinco minutos-pensó un momento, primero tenía que encontrar a Lupin el cual en ese momento estaba de pareja con su prima, si evitaba el querer morderlo entonces no tardaría realmente mucho-quiza 10-corrio dentro del salón en busca de su amigo, era importante lo que había olvidado.

Severus no dijo nada, aun si hubiese querido decir que no no pudo. Se quedó allí mirando expectante la luna, era media luna pero iluminaba de forma majestuosa. Hacía mucho tiempo que no se quedaba así. Ensimismado en sus pensamientos mientras contemplaba el mismo cielo que le había visto crecer. [Siempre es el mismo cielo, no importa donde estés.]

Sintió como unos brazos rodeaban su cuerpo, por un momento pensó en quitarse de forma abrupta pero se trataba de su cita; en vez de eso volteo calmadamente esperando que al ver al dueño el no haberlo hecho valiera la pena.

-Me sorprende lo dócil que estas él día de hoy-dijo una voz algo ronca, con un tono seductor. Tan pronto lo vió igual no intento apartarse, no iba a demostrar que había bajado la guardia y lo habían tomado por sorpresa. Fue soltado por el joven Walker ya que este quería estar de frente hacia él.

-¿Qué crees que vas a lograr?-le preguntó con cierto enfado en su tono de voz.

-Quiero decirte algo importante-posicionó su mano en la mejilla del contrario mientras le miraba a los ojos-Me gustas, te quiero desde inicios de este año cuando me dí cuenta de que en realidad no eres tan malo como todos creen. Se que no soy el mejor del mundo, pero deberías considerar darme una oportunidad. Por favor se mi novio.

-No quiero-le contesto secamente, quizá si hubiese sido en otro momento en otra circunstancia o incluso antes de que Sirius se le declarará podría tomarlo en cuenta, pero ese ya no era el momento. No después de estar meditando sobre la respuesta de esa noche. Decirle que si en ese preciso momento significaba no haber tomado en cuenta al pulgoso.

-¿Es por Sirius? ¡Ese idiota no te merece, no ha hecho más que lastimarte!-le encaró. Snape lo pensó, sabía que era cierto, años antes ese estúpido pulgoso había sido uno de los principales torturadores suyos en la escuela, le había odiado y ahora se encontraba allí dándole una oportunidad de pertenecer a su vida. Era válido que se enojara.

-Es por él-le contestó sin inmutarse, de nada le servía mentir-pero también es por mi, no deseo salir contigo-quería rechazarlo y echarlo de allí antes de que llegara su cita a empeorarlo todo, seguro si se veían tendrían una gran confrontación.

-¿Puedes darme una oportunidad?-le pregunto dudoso, no se quería rendir tan rápido, creía que sí lo hacía dudar entonces podría obtener una respuesta asertiva de su parte.

-¿Le darás una oportunidad?-preguntó confundido y enojado, había corrido hasta encontrar a Remus, había evitado el querer matarlo cuando lo vio bailando muy cerca de su prima y regreso del mismo modo casi tirando a más de una persona para encontrarse con eso. ¡Increible su suerte!

-¿En serio me vas a rechazar por quedarte con ese idiota que solo te ha hecho daño?-dolió, eso simplemente le dolió, no a Snape, si no a Sirius. Era cierto, solo estaba allí para hacerle daño, incluso el querer salir con él por “amor” era un engaño. Se arrepintió por un momento pensando en que quizá sería mejor abortar la broma, dejar que el Slytherin saliera con alguien más. A final de cuentas así también se alejaría de Lili y no tendría que lastimarlo.

-Le di mi palabra al idiota que consideraría sus sentimientos, por ello no puedo aceptar los tuyos-tan pronto dijo eso las lágrimas brotaron de los ojos de Phoenix, pensaba que quizá si se hubiera declarado antes él tendría esa ventaja, ese beneficio y pudiera ser que no le hubiesen rechazado. Partió sin decir más, no quería verlo, menos quería saber cual sería al final la respuesta de su amado hacia el idiota allí presente.

La pareja se quedo callada, pronto el aire levantó los cabellos de Sirius que venían despeinados, sacándolo de su trance de arrepentimiento. Decidió seguir, él no hacía eso solo por diversión era también un acto de ayuda a un amigo, no cualquier amigo. Su mejor amigo.

-¿Eso qué fue?-preguntó mientras se acercaba a Snivellus, estaba lo suficientemente cerca como para sentir su aliento cálido en ese frío clima. Pronto sintió un leve roce de labios sobre los suyos, se dedicó a disfrutarlo. Quería aborear ese momento. No volverían a estar así nunca más, ya nada volvería a ser igual entre ellos y ambos lo sabían, ambos lo aceptaban.

-Un sí-le miró nuevamente a los ojos, esta vez no se besaron. Observaron la luna, las nubes, las estrellas, el cielo. Quien los viera habría dicho que estaban enamorados, Potter habría afirmado que sin duda Sirius debería ser merecedor al más grande premio de actuación otorgado en el mundo.

-Remus me contó que tú cumpleaños es el 9 de enero, para entonces aún no regresamos a Hogwarts así que decidí adelantar tu regalo-Le dijo amablemente mientras sacaba de sus bolsillos una cadena de oro blanco, tenía un dije con un bello grabado que decía: para Sirius Black III, Snape no se lo podía creerlo era imposible que aceptara semejante regalo.

-No puedo, es tuyo-declaró devolviendo aquel objeto, sin embargo su réplica fue inútil.

-Justo porque es mío puedes aceptarlo, piensa en mi cada que lo veas. Nos veremos hasta regresando de vacaciones, será una eternidad él estar lejos de ti-confesó mientras le podía la cadena. Esta solo lograba resaltar sus ojos.

-Entonces escríbeme y yo te contestare-acto seguido escribió su dirección en una servilleta y se la entregó a Sirius. Así siguieron el resto de la noche platicando, en ocasiones riendo, besándose, intentando bailar sin éxito alguno. Había sido una buena noche, no la mejor que tendrían juntos pero si una de tantas.

El tiempo empezaba a correr para Sirius Black, ahora ya tenía a Severus en sus manos. Solo debía de esperar un “Te amo” sincero de su actual pareja para después romperle el corazón. Ya daba inicio la cuenta regresiva.

Notas finales:

¿Alguien más cree que Sirius es un idiota? ¡Yo lo amo!

 

Bonito fin de semana!!

Atte: Yu


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