Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Twin Uchiha por Kuroyami Mirai

[Reviews - 117]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hohohoholaaaaa… >_<heheh… coómo están las personas más bellas del mundo?!!. Imagino que bien y con ganas de leer esta suculenta conti que les traigo hahaha… me esforcé, lo puedo asegurar. Además de que el capítulo lo tuve que escribir dos veces, el primero se me borró y lo tuve que hacer otra vez, algunas cosas cambiaron porq no recordé todo y bueno… mi cabeza explotó. Incluso me di cabezazos contra la pared hasta hacerme sangre, pero logré escribir después de todo, sip, lo que sea por comenzar a desarrollar el romance. Sin embargo no diré el de quién, ustedes deberán descubrirlos por sí mismos. Cuando termine este capi les pondré un concurso en las notas finales, veremos quien logra atinar. Al ganador le dedicaré el próximo capítulo muajajajaja (^A^)… ahora a leer dattebayo!!

Disclaimer: Ninguno de los personajes de Naruto me pertenece. Solo las versiones OOC que se me ocurran y Rasuke… él es todo mío…muahahahahaha….

 

Ayer sentí que el cielo eras tú, que mi vida solo pasa por ti, que mis labios necesitan besarte, que mis manos pertenecen a tu piel, que mis ojos solo pueden mirarte, que mi sonrisa es tuya…, que mi corazón solo puede enamorarse de ti.

 

Llevaba toda la noche pensando, acostado en su cama con los brazos tras la cabeza y sus ojos brunos clavados en el techo. Apenas durmió unas horas y volvió a levantarse con los mismos pensamientos invadiendo su subconsciente. Naruto. Eso era todo en lo que podía pensar. No entendía como era que ese chico podía trastornarlo tanto. Desde el primer momento que lo vio, en aquel tren mientras era acosado por un pervertido, sintió como su pecho se calentó al verlo, al tenerlo cerca, al tocarlo yal aspirar su aroma natural; esa mezcla entre mandarinas y algodón de azúcar.

Era inquietante que su hermano también se hubiera fijado en él. No teníatributo alguno, él lo había visto primero, Naruto lo conoció primero;tenía todo el derecho de reclamarlo y hacerlo suyo. Sin embargo su jodida réplica seguía insistiendo y martiriándole la vida. Se empeñaba en demostrar todo el tiempo que era mejor que él, que podría sobresalir en el ámbito que quisiera.

Para Rasuke, ese comportamiento de su mellizo era unaréplica. Quería hacerle le sentir a él, lo que siempre sintió con Itachi. Celos. Como sabía cuál era su plan desde un comienzo, nunca le tomó importancia, pero ahora se estaba pasando de la raya, se estaba metiendo el lugar equivocado…, o más bien, con el rubio equivocado.Le demostraría que podía ganarle, que podía estar en su nivel con cualquier cosa que se proponga. Después de todo, y aunque nunca lo demostraba, él también era un genio.

Esas cavilaciones le hicieron recordar a Rasuke cierto acontecimientos de su infancia, en el momento le parecieron triviales, ahora creía que eran relevancias que pasó por alto. Como por ejemplo, cuando él y su mellizo aprendieron a caminar, Itachi ya sabía montar la bici, sin ruedas de entrenamiento… y sin manos. Aprendieron a hablar, Itachi ya sabía decir poesía… improvisada. Cuando aprendieron a escribir, Itachi había escrito un tomo de reflexiones sobre lo “perdida que estaba la juventud”. Se interesaban en alguien por primera vez…, y ya su hermano mayor  estaba a punto de casarse.

Nunca le tomó importancia a ese tema, sabía que Itachi era más que un genio, era casi un dios. No lo envidiaba, más bien lo admiraba con todo su ser, lo hacía querer superarse y alcanzarlo, pero no de la forma obsesiva que lo hacía Sasuke.

Éste siempre mostró cierto resentimiento cuando las diferencias abismales en habilidad se hacían notar entre el mayor y ellos. Desde muy chicos, pudo percibir la hostilidad y la rabia que lo carcomía cuando Itachi los superaba con creces. No es que Sasuke lo odiara, al igual que él, Sasuke adoraba a Itachi… a su manera.

Cuando cumplió los siete años, Sasuke se dio cuenta que no superaría a Itachi por mucho que lo intentara, ¿y cómo decidió mitigar su impotencia? Demostrándole a su gemelo que él era el mejor de los dos. Si no podía ganarle a Itachi, al menos le ganaría a Rasuke, con eso era “suficiente” para que se vanagloriara de sus capacidades y tratara de demostrar todo el tiempo que él era el más capaz, el que está más cerca de Itachi.

Rasuke decidió darle esa oportunidad, pero ahora las cosas se habían salido de control. Por más que quisiera a su hermano, ayudarlo en su tonto y estúpido anhelo de ser el mejor. ¡Ya era el colmo! No permitiría que le robara a Naruto, nunca. Oficialmente le declaró la guerra, a partir de ese momento le demostraría que él también era un Uchiha. Sabía cuál era el punto que más le dolía a su hermano…, su orgullo. Atacaría por ahí, le mostraría a la escuela entera ambos podían estar al mismo nivel, de esa forma su enorme ego y sus aires de grandeza quedarían por el suelo.

Una media sonrisa surcó sus labios al imaginarlo, ya podía ver su cara desencajada cuando viera la tablilla de notas después de los exámenes.

Su mueca burlona se desvaneció, cambiándola a una de molestia cuando escuchó la puerta de su habitación tronar estrepitosamente contra la pared. ¿Es que no podía entrar sin hacer tanto ruido, o solo era otra de sus malas costumbres de querer captar la atención… su atención?

Sasuke aún tenía la mano abierta en la madera, tratando de mitigar su furia contra esa cosa que decía ser su hermano. La noche anterior no había podido reprenderlo porque cuando llegó a la casa, Rasuke no estaba y volvió muy tarde en la madrugada cuando ya se encontraba durmiendo. Pero ahora, oh sí, ahora le haría saber unas cuantas verdades.

_ ¿Qué haces en mi habitación?- le preguntó el mayor con indiferencia, aparentemente calmado.

_Tenemos que hablar.- Valla, nunca pensó que esa línea en los labios de su hermano le causaría tanta gracia. Por alguna razón le vino a la mente una graciosa escena. Él, siendo un padre de familia, llegando tarde del trabajo, su hermano en la cocina con un delantal púrpura, lo intercepta con un cucharón en la mano y un bebé enroscado en su pie. Lo mira con el ceño fruncido y le dice “tenemos que hablar”. Entonces se sientan en la sala y Sasuke le dice que quiere el divorcio porque no soporta ser su esclavo. Rió por dentro, una escena bastante peculiar.

Se incorporó sobre el colchón, sentándose en el borde con la mirada fija en su gemelo- ¿De qué?

Sasuke se acercó con los puños cerrados, se detuvo justo en frente de él, haciéndose valer de la diferencia de tamaño por las posiciones para saberse más intimidante- Naruto.

Rasuke suspiró, sobándose la nuca- No lo esperaba- ironizó con una media sonrisa- ¿por qué querría mi adorado hermanito hablar de Naruto?

Sasuke frunció las cejas- No estoy para bromas.

_Ni yo tampoco- se puso de pie con repentina seriedad- ¿qué es lo que quieres hablar?

_Aléjate de él- contestó escueto, sin intenciones de alargar la “orden” con una banal explicación.

_Esa es mi frase- contestó molesto; agarró las solapas de Sasuke y lopegó a su rostro de un tirón, provocando que este abriera mucho los ojos cuando empezó a hablar entre dientes- siempre te he dejado ser el mejor, quedarte con el crédito; esta vez no lo haré. Naruto es mío.

Sasuke se sintió un poco mal; sabía perfectamente a lo que se refería Rasuke, pero esto no era un problema de rivalidad, de demostrar cuál de los dos es el mejor. Le gustaba Naruto, en verdad quería tenerlo para él, y lo tendría, aún si tenía que pasar por encima de su hermano.

Llevó su mano hasta la muñeca de Rasuke y la apretó con fuerza- Suéltame- gruñó por lo bajo.

Rasuke aseveró la mirada, pero soltó el agarre, en el fondo no deseaba pelear- ¿qué harás entonces?

_Lo que yo haga no te incumbe, solo quiere que te alejes.

_Y yo quiero un pent-house en Fondo de Bikini, ¿no te jode?

Sasuke frunció más el entrecejo- No pienso renunciar a él… ¡hug!- recibió un puñetazo en la mejilla que lo hizo trastabillar hacia atrás varios pasos. Miró a su hermano con una mirada iracunda mientras se limpiaba el hilillo de sangre que se escapaba por la comisura de su labio roto.

Rasuke aún tenía el puño cerrado a la altura del pecho, respirando fuertemente por el estrés del momento. En verdad no deseaba pelear, pero Sasuke estaba llevando su paciencia al extremo- Naruto…- hizo una pausa, tratando de tranquilizar su respiración- él es importante. No sé qué tiene él, pero lo deseo, me ha hecho pensar que…

BANG

La cama resintió el impacto del cuerpo de Rasuke cuando se estrelló contra ella. Se incorporó lentamente, sosteniéndose las costillas por el dolor que le provocó la patada de Sasuke en su pecho. Ni siquiera lo dejó terminar de hablar ese maldito infeliz.El menor solo deseaba descargar la furia que lo llenaba por dentro, y el deseo de venganza por su labio roto (deseaba venganza para variar… ¬¬)

_Sabes que no me gusta repetir las cosas.

Rasuke se irguió imponente y se lanzó contra su hermano con la intención de dejarle otro derechazo, pero Sasuke lo esquivó con un ágil movimiento; aprovechando su posición, juntó ambas manos en un puño y golpeó la espalda del mayor.

Rasuke cayó al suelo, giró rápido hacia un lado y tomó el tobillo de Sasuke para hacerlo caer a su lado. Cuando lo logró, se colocó encima de él a horcajadas, dispuesto a golpearlo hasta desfigurarle ese lindo rostro para que no le jodiera más la existencia. Su puño se detuvo a escasos centímetros deltabique de Sasuke, pero no logró su cometido. ¿Por qué? Podría partirle la nariz, hacerlo entender de una vez, que no permitiría que se acercara a lo que es suyo por derecho, podía hacerlo… no podía. Por mucho que deseara a Naruto, que Sasuke le fastidiara casi a diario, no podía hacerle daño…, porque a pesar de todo, Rasuke amaba a su hermano.

Sasuke aprovechó la vacilación y de un firme empujón logró invertir posiciones, colocándose él esta vez a horcajadas sobre el mayor. No dudó, su puño si golpeó una y otra vez el rostro de Rasuke, desatando de una sola vez toda la furia contenida que guardaba.

Rasuke no se movió, recibió los golpes sin decir nada, indiferente y calmado, esperando pacientemente a que su hermano terminara de descargar sucoraje.

Al ver que su ataque no surtía efecto, Sasuke se detuvo, observando con recelo la mirada penetrante de su hermano, una mirada que lo estaba analizando a fondo.

_ ¿Terminaste?- preguntó, conteniendo un gesto de dolor por los hematomas en su rostro.

_Tsk.- chasqueó la lengua y se puso de pie. Habría preferido que Rasuke se defendiera, que hiciera algo. Esa repentina seriedad lo ponía por demás nervioso.

Rasuke se quedó en el suelo, con los brazos estirados hacia los lados y apreciando el techo de su habitación como si estuviera meditando en algo profundo.

_Te odio- afirmó con los puños cerrados, esperando que al menos con eso su hermano reaccionara…, nada, seguía tirado como alfombra.

_...

Rasuke seguía sin hablar, se llevó el antebrazo a la nariz para limpiar la sangre que se le escapaba, suspiró sonoramente y volvió a quedar largado.

Sasuke no se sentía culpable, ¡no podía sentirse culpable, coño! Tenía la razón, Sasuke siempre tenía la razón. La culpa es un sentimiento innecesario, es un estorbo, igual que su mellizo, alguien que ni siquiera debía existir. Lo odiaba, lo detestaba, quería que desapareciera, se esfumara, que nunca volviera…… ¿a quién estaba engañando? Culpa era poco para el remordimiento que lo castigaba por dentro. A pesar de todo quería a Rasuke.

Observó sus puños, sus nudillos llenos de sangre…, la sangre de su hermano. ¿Qué tan lejos estaba dispuesto a llegar? No estaba seguro, pero al parecer había puesto su encaprichamiento por el áureo por encima de su hermano, y se sentía muy mal.

_Que no te haya golpeado, no significa que renuncié a Naruto.

Sasuke abrió los ojos con sorpresa, la repentina confesión de su gemelo fue algo que no esperó.

_Sigues siendo un idiota.

_Y lo dice el imbécil que se siente culpable después de ganar una pelea.

_ ¡¿Quién se siente culpable?! El imbécil eres tú, que no pudiste siquiera terminar lo que empezaste.

_Yo… a pesar de todo no puedo lastimarte- suspiró, cerrando los ojos con parsimonia para relajar sus tensos músculos- eres mi preciado hermanito.

Sasuke separó los labios para decir algo, pero los volvió a cerrar, sin saber qué expresar para contrarrestar lo dicho por Rasuke.

_Prefiero que no digas nada- Rasuke seguía sin mirarlo, como si pudiera leerlo sin necesidad de verlo a los ojos, lo conocía demasiado bien.

_No te voy a dar a Naruto- frunció las cejas, tratando de convencerse a sí mismo de que mantener la hostilidad entre los dos era lo mejor, sino, terminaría confundiendo las cosas, sus sentimientos mezclados en una encrucijada que no quería desatar.

Rasuke reaccionó, apretó los puños y abrió los ojos, centrando toda su atención en la renovada plática sobre “a quién le pertenecía Naruto”- ¿qué te hace pensar que es tuyo? Al final será Naruto quien decida.

_Pareces confiado- se puso una mano en la cadera y cambió el peso de su cuerpo a la pierna izquierda- Pero eso no importa, Naruto ya es mío.

Rasuke se incorporó apoyándose sobre los antebrazos y clavó sus ojos brunos en los azabaches de su hermano- ¿Qué quieres decir?

_ ¿No te lo dijo?... ¡ah! Que tonto soy…- fingió reprocharse a sí mismo mientras se golpeaba la frente con la palma de su mano. Rasuke frunció el ceño.- Claro que no te lo diría, después de todo es bastante tímido.

_ ¡Deja las estupideces!- Rasuke estaba muy molesto, ¿desde cuándo Sasuke usaba ese tono burlesco? ¿Lo estaba imitando para hacerlo enfadar?

_Ayer en la tarde-se llevó una mano a los labios para imitar un roce- disfruté bastante de su cuerpo mientras jadeaba mi nombre- sonrió satánicamente, haciendo un movimiento con sus manos para simular caricias en el aire- no tienes idea de lo bien que sabe su piel…

BANG

La mesita de noche que estaba al lado de la cama cayó al suelo junto a la lámpara con forma de pelota de Básquet y las cosas que tenía encima. Sasukese quejó con la certera patada que recibió sus costillas, cayendo al suelo de rodillas para contener el dolor abdominal. No pensó que Rasuke reaccionaría así, después de todo se había mostrado sereno todo ese tiempo.

_Eres un imbécil- sentenció con la mirada severa, acercándose a su hermano con pasos lentos para poderlo golpear hasta saciar su furia- Ni siquiera te das cuenta de lo que estás haciendo- agarró las solapas de Sasuke para acercarlo a su rostro y poderlo fulminar con los ojos- ¿No te das cuenta que estás usando a Naruto para llamar mi atención? Él no es un objeto, déjale tranquilo.

_ ¿Yo lo estoy usando?- empujó a Rasuke para alejarlo de su cuerpo y poderse incorporar- Eres tú quien lo utiliza para tus tontos juegos de “casanova”.

_Sasuke… déjale en paz- gruñó por lo bajo, conteniendo las ganas que tenía de romperle la nariz a su hermano. ¿Es que no se daba cuenta? Se había convertido en un idiota capaz de jugar con la gente para lograr su cometido. Eso no se lo perdonaría nunca.

_No me gusta repetir las cosas, Rasuke.

Los hermanos se asesinaban con la mirada, conteniendo apenas las ansias asesinas que los bañaban en ese momento. La energía se volvió cortante, las paredes se rajaron, el suelo tembló cuando una grieta se abrió en el centro de la habitación. De la espalda de los Uchiha salieron un par de alas de plumas negras que se blandían sin control, de sus dedos crecieron unas filosas zarpas oscuras, los colmillos sobresalieron por las comisuras de los labios y los ojos cambiaron su tono ónix a uno escarlata. Empezó a hacer más calor en el lugar, la espesa lava del averno se escurría por las salientes y el apocalipsis estabapor comenzar…, o eso fue lo que vio el pajarillo que se posó en la ventana.

Las miradas analíticas se cruzaron, leyendo los movimientos del contrario. Justo cuando Sasuke desenvainó su katana y cuando Rasuke agitaba ágilmente una lanza entre sus manos, dispuestos a acabar con la vida del contrario como los respetables guerreros que eran… el teléfono sonó.

Ambos parpadearon varias veces antes de reaccionar y que todas las fantasías desaparecieran de golpe. Sasuke descolgó el ruidoso tareco, sospechando de antemano de quién podía tratarse.

_Voy a asumir que no estaban peleando- efectivamente, era su padre que los llamaba desde Alemania. Sasuke seguía preguntándose cómo hacía para descubrir que peleaban.

Le dirigió a su mellizo una mirada de soslayo antes de responder- No te preocupes, solo nos preparábamos para el colegio.

_Eso espero- Fugaku resopló antes de continuar- Sasuke, llamo para avisar que nuestra estadía aquí se extenderá por un tiempo.

_ ¿Qué sucedió? ¿Le pasó algo a Itachi?- Rasuke se mostró preocupado por lo que decía Sasuke, no quería que le pasara nada a su aniki.

_No es eso, es que la boda se atrasó porque la pareja de tu hermano es una persona muy irresponsable y ahora está en cama. Al parecer inhaló unos tóxicos extraños por andar jugando con explosivos.

_Ya veo- suspiró aliviado, al menos no era nada grave.

_Tu madre está emocionada, pero me tiene harto con sus lloriqueos de que quiere un nieto.

_ ¿Un nieto?

_Sí. Itachi y su novio no quieren tener hijos tan pronto, pero ella quiere nietos y no para de llorar- resopló agotado el adulto- ¿Rasuke está ahí contigo? Me gustaría hablar con él.

_Espera un momento- le mostró el teléfono al mayor y con un ademán le indicó que era Fugaku en la línea.

Rasuke lo tomó desconfiado y pegó la oreja al auricular- ¿Hola?- tuvo que despegarlo del golpe por el alarido que soltaron del otro lado de la línea.

_ ¡¡Hijo!!- justo como esperaba, era su madre- mi niño, los he extrañado mucho. ¿Cómo están?

_Estamos bien mamá- soltó en un suspiro- pensé que era papá quien quería hablarme.

_Quería, pero le arrebaté el teléfono para hablar con ustedes.

_ ¿De qué?

_Estoy triste, tu hermano no quiere darme nietos todavía. Y yo que quería comprar ropita y juguetes para la criatura- Rasuke se imaginó el puchero que estaría haciendo su madre en ese momento. Cuando se trataba de tema de los nietos, Mikoto cambiaba su serena personalidad a una de loca desquiciada.

_ Mamá, ¿eso qué tiene que ver conmigo?

_Bueno, tú siempre fuiste bastante popular. Desde peque ya estabas trayendo noviecitos y noviecitas a casa. Pensé que tal vez tú serías el primero en traerme mis nietecitos. Sasuke es demasiado serio, siempre creí que él sería el último en casarse.

Rasuke resopló, su madre definitivamente había perdido la cabeza… aunque… la idea no era tan descabellada después de todo. Se imaginó a Naruto por un segundo, con una pancita redondona y un pequeño en brazos, una tierna sonrisa maternal… casi se ahoga con la sangre que se acumuló en su tabique de solo imaginarlo.

_ ¿Sabes qué mamá? Conocí a alguien que quiero que sea el padre de mis hijos.

_ ¡¡De verdad!! Quiero conocerlo. ¿Es lindo? Mis nietos tienen que parecer querubines. ¿Cuándo me lo vas a presentar?

_Te puedo asegurar que es hermoso, además…

La frase quedó a medias cuando Sasuke le arrebató el teléfono de repente.

_ ¿Madre? ¿Escuché que querías nietos? ¿Es cierto eso?

_Emh… si, ¿por qué lo preguntas mi niño?

_Si quieres nietos yo te los daré primero, conocí a alguien…

Ahora fue Rasuke el que arrebató el teléfono.

_Eso no es cierto, mamá, te los daré yo primero.

_Deja las estupideces- cuestionaba Sasuke que tironeaba junto a su hermano por la custodia del bendito teléfono.

_Sabes que yo tengo más posibilidades, hasta mamá lo ha dicho.

_Puedo sorprenderla.

_Eso lo veremos.

_Espero que no estén peleando- los gemelos dejaron de moverse cuando escucharon la voz de Fugaku del otro lado de la línea- ¿cómo se les ocurre decirle eso a su madre? Ahora está dando vueltas por ahí soñando que tendrá doble ración de nietos.

_ ¡Pero es cierto que le daré nietos!

_ ¡¡Dejen de hablar a la vez, saben que me molesta!!

_Lo sentimos- respondieron los chicos al unísono.

_Chicos… espero que esto no sea lo que estoy pensando- se hizo el silencio, los gemelos no respondieron, en cambio su padre pudo llegar a sus propias conclusiones después de escuchar por lo que peleaban sus hijos-… ¿en serio se han encaprichado los dos con el mismo doncel?

_ ¡No es encaprichamiento!

_ ¡No me levanten la voz! ¿Y qué les dije sobre hablar a la vez?- hizo una pausa, el mutismo de sus hijos lo preocupó de sobremanera. Esta situación se estaba saliendo de control- la boda demorará un poco más, espero que se estén portando de forma responsable, volveré a llamar pronto, adiós- colgó.

Los gemelos se miraron con seriedad, sabían lo que querían decir las palabras de su padre. Era un claro mensaje; si cuando volvía los encontraba peleando por Naruto, les prohibiría verlo a los dos con tal de detener sus riñas, sin importarle si era encaprichamiento o si en verdad se habían enamorado.

No podían permitirlo.

Intercambiaron un par de miradas más antes de separarse y meterse cada cual en sus asuntos. Sasuke se detuvo en el alfeizar para observar a Rasuke por encima de su hombro- ¿sabes lo que quiso decir nuestro padre, verdad?

_Claro que lo sé-apretó los puños- si seguimos peleando nos va a separar de Naruto.

_Aléjate de él, Rasuke.

_No lo haré. ¿Por qué debo alejarme cuando yo voy en serio con él?

Sasuke suspiró, su mellizo seguía siendo un cabezota, negó con la cabeza ante lo obvio- Yo también, así que tampoco lo haré- dijo con seriedad y salió del cuarto sin decir nada más.

 

<><><><><><><><> 

 

La segunda clase ya había comenzado. Naruto se removió en su asiento por décimo cuarta vez. Estaba incómodo, no, más que incómodo estaba intimidado. Hinata no había ido a clases, raro en ella, porque a pesar de su mal carácter y su propensa manía por golpear a la gente, no era una persona irresponsable. Podía estar hirviendo de la fiebre y aun así no se perdería ni una clase. Por eso se extrañó al entrar al salón y no encontrarla allí. Quería que volviera, que entrara rápido por esa puerta, sin ella se sentía demasiado vulnerable.

Con Hinata cerca, podía pasar un día tranquilo, incluso podía hablar con las personas sin tener que bajar la vista…, sin ella se sentía observado. Sentía las miradas de sus compañeros clavadas en su espalda, señalándolo. Se hizo bolita en su asiento hasta que casi era un bulto invisible, al menos para su mente se había vuelto algo abstracto, así estaba más tranquilo.

En Australia era igual, siendo víctima de abusos y reproches por parte de sus compañeros. No solo por ser el preferido de los profesores, sino por las extrañas y llamativas marcas que tenía en las mejillas. Raro, fenómeno, monstruo. Todo tipo de insultos y barbaridades le gritaban en su infancia. Los chicos en cambio decían que era exótico, novedoso, algo nuevo. Naruto tenía miedo y odiaba sus marcas con todas sus fuerzas desde el día en que se las hicieron.

<<¡No… duele, detente por favor!>>

Aquella vez, no importó cuantas veces lloró y suplicó, él no se detuvo. Le dolía, le dolía mucho. Aún podía recordar con nitidez como la navaja se extendía por sus carrillos, lacerándolo horizontalmente; una, dos, tres veces en cada mejilla hasta dejar grabados eternamente esos “bigotes de zorro”.

<<Esto es para que recuerdes que tienes un dueño>>

Apenas tenía tres años cuando eso sucedió, sin embargo no lo olvidaría jamás, los mismos “bigotes” le impedían hacerlo cada vez que veía su reflejo. Esas cicatrices que nunca abandonaron su piel, que muchas veces habían sido acreditadas por otros como tatuajes, como un acto de rebeldía de su parte. Pero no, solo era una marca de propiedad, dos marcas iguales, dos zorros, uno más pequeño que el otro…, él.

La campana del descanso sonó, gracias a dios. Sintió que estaba a punto de llorar otra vez con solo recordar su pasado, pero no lo hizo. Pudo retener las lágrimas, pudo ser fuerte, aunque para otra persona pudiera aparecer algo insignificante, para él era un gran paso. Estaba cambiando, por fin estaba cambiando.

 

<><><><><><><><> 

 

Rasuke aún estaba enojado por lo de esta mañana. Frustrado por la “plática” con su hermano, por las revelaciones que dejó salir, por los regaños de su padre, porque Naruto pasaba de él magistralmente, por todo. Resopló mostrando los dientes con el humor de pitbull sobresaliendo por todos sus poros, casi había ladrado de la rabia que tenía acumulada.

_ ¡Pasa el balón!

Ahora se encontraba en el campo deportivo practicando para el campeonato. Era el capitán del equipo de básquet, por lo que tenía que tener su mente en el juego al cien por ciento. ¡Pero no podía, joder! Que por muy buen jugador que fuera, su cerebro seguía procesando una información que no tenía nada que ver con las acciones de ese deporte.

Varias veces se quedó inmóvil mientras el balón le pasaba de largo en las manos de un jugador del equipo contrario. Recibió reproches del entrenador y de su equipo, que se centrara, que solo mirara la bola. Un montón de estupideces, a pesar de estar distraído estaban ganando, era el capitán del equipo y no tenía ese puesto por gusto.

Algo fastidiado de que lo siguieran señalando como si fuera un crío, hizo un rápido movimiento y robó el balón a tiempo. Dribleó girando sobre su cuerpo para esquivar a los delanteros, hasta llegar justo dónde estaba el enorme círculo blanco del centro de la cancha; lo tenían rodeado y no podía esquivar a la defensa para llegar hasta el aro…, solo le queda una opción. Dejó de driblear y se irguió con la pelota entre ambas manos, se acuclilló un poco, luego estiró las piernas de un salto y el balón levitó en el aire, siendo observado con asombro por todos los presentes hasta que se clavó en el aro sin siquiera tocar el borde, un tiro demasiado perfecto.

Se acabó el partido de entrenamiento, todos lo estaban elogiando por tan maravillosa proeza, diciendo que el papel de armador lo tenía más que merecido. Estaba justo en medio de la circunferencia de su equipo cuando distinguió en las gradas un punto amarillo que rápidamente captó su atención, Naruto lo estaba observando.

Emocionado, se dirigió dónde se encuentra el rubio y se sienta a su lado con una botella de agua en la mano y una toalla alrededor de los hombros, aún está agitado por el reciente encuentro. Naruto lo mira con seriedad, notó al instante los hematomas en el rostro del moreno, la bandita que tiene en la mejilla y su labio roto, sin embargo no dice nada, permanece callado mientras espera que Rasuke termine de beberse el agua de la botella; sospecha en primer instancia que tuvo una riña con su hermano, pero no quiere meterse en el asunto.

_Viniste a verme- dijo en cuanto terminó de beber, tomó la mano del áureo y le dio un beso en el dorso como acostumbraba hacer- que honor, pequeñín.

Naruto frunció el ceño- No he venido a verte, solo quiero que me devuelvas la llave.

Rasuke lo observa en silencio por unos minutos, tratando de interpretar la expresión melancólica del rubio, sus ojos tristes y llenos de agonía antigua.

_No te la pudo dar- respondió después un rato en silencio- sería como darle una oportunidad al imbécil de Sasuke para tenerte cerca.

Naruto resopló fastidiado- Rasuke, ya te expliqué que no iré al club por tu hermano. Necesito estudiar los kanjis para los exámenes y no me gusta ir a la biblioteca.

_Entonces yo te daré clases- respondió muy convencido- puede que no lo parezca, pero soy bueno para los estudios.

_ Tú… ¿harías eso?- preguntó liado, entre emocionado y dubitativo por la reciente propuesta.

Rasuke le puso una mano en la mejilla y la acarició con suavidad- Haría eso y más… adoro verte sonreír.

Naruto se sorprendió, sonrojado como farola de carnaval, decidió separarse del gesto. Podía sentir la tibiez de esa caricia en su mejilla, aun cuando los dedos de Rasuke dejaron de tocarlo. Llevó su propia mano a la zona donde se encontraban las marcas, sus hombros cayeron como si pesaran toneladas cuando un flash de lo que pasó esa noche le invadió el cerebro.

El moreno notó su repentino decaimiento y le pasó un brazo por encima de los hombros para pegarlo a su cuerpo en un abrazo de consuelo. El áureo reaccionó tensando todos sus músculos, pero cuando la mano de Rasuke le acarició la cabeza con ternura, se relajó, cerrando los ojos para disfrutar del suave tacto.

Su mejilla fue acariciada nuevamente, un efímero toque, delineando el contorno de las cicatrices.

_Me gustan tus “bigotitos”- susurró el moreno en su oído sin dejar de tocar esa zona- pareces un gatito con ellos.

_ ¿Te… te gustan?- sorprendido, era decir algo absurdo, Naruto estaba en shock. Era la primera vez en su vida que alguien elogiaba esas marcas. Siempre había sido señalado por ellas, como una abominación o algo peor. Incluso los adultos lo señalaban pensando que se las había hecho a propósito.

_Por supuesto- su tono de voz era diferente, más ronco, más lujurioso, susurrante- son adorables.

Deslizó la punta de su nariz por el cuello de Naruto, acariciando sensualmente hasta la clavícula. Escuchó como el áureo suspiraba tras su toque, como su respiración se volvía más errática cuando pasó la yema de sus dedos por la nuca, poniéndole los bellos de punta. Naruto lo ponía, de solo tenerlo cerca, de solo sentir su aroma ya podía llegar al cielo.

_Rasuke… para…

_No pareces muy convencido- delineó el contorno de sus labios con el índice, Naruto volvió a suspirar- ¿en verdad quieres que pare?

_ ¡…!- ni siquiera pudo expresar una respuesta cuando sus labios habían dado un choque con los del moreno, impidiéndole el habla. No rechazó el contacto, como siempre, Rasuke era muy tierno con él, cariñoso, mucho más delicado que Sasuke.

¿Por qué no lo detenía? ¿Por qué se dejaba besar? No estaba seguro, ni podía pensar en una respuesta, su mente quedó en blanco cuando un húmedo músculo se coló entre su boca, abrazando al suyo posesivamente. Separó más los labios, degustando del placentero roce, de las caricias en su espalda, de las luces que podía ver tras sus párpados cerrados.

Rasuke colocó una mano en cada hombro de Naruto y lo fue empujando con suavidad hasta que quedó acostado sobre la grada. Sin romper el beso, se puso sobre él, sosteniendo su cuerpo con los antebrazos y las rodillas, dejando al blondo encarcelado bajo suyo. No le importó el lugar dónde se encontraban, de todas formas el resto de su equipo ya se había marchado junto al entrenador, estaban solos en ese gran espacio.

Naruto gimió quedito cuando uno de sus pezones fue pellizcado, quiso protestar, pero la invasión de una demandante lengua se lo tenía bien complicado. Rasuke dejó el beso a medias para bajar dejando pequeños besitos por el cuello hasta el pecho de Naruto. Lamió cada parte con fervor, ansiando grabar en su memoria ese sabor a mandarina y algodón de azúcar.

Aún podía escuchar las palabras delcapullo de su hermano… que ya había probado a Naruto. Lo dudaba, Naruto era demasiado tímido, asustadizo. Tal vez si logró propasarse con él, pero no creía que hubieran llegado a mayores…, seguro.

Su lengua torturó uno de los botones del rubio, provocando con el acto que se sonrojara y se tapara el rostro con las manos, se sentía avergonzado, que lindo. Usó sus dedos para estimular el otro pezón y los gemidos del rubio no tardaron en resonar por todo el campo de entrenamiento. Abrió un par de botones más de su camisa para seguir saboreando su piel, llegar hasta el abdomen y degustar de su ombligo, tal vez un poco más abajo.

_ ¡Espera!- Naruto se sobresaltó cuando Rasuke intentó sacarle los pantalones- ¡No!

Rasuke suspiró y se sentó a su lado sobándose la parte trasera de la cabeza.- Tranquilo pequeñín, no haré nada que tú no quieras.

Naruto apretó los labios, haciendo una línea recta con ellos.- ¿No lo harías?

_No te forzaré… si es lo que estás pensando- enarcó una ceja ante la reacción del blondo- no es divertido si no lo disfrutamos los dos.- lo encerró nuevamente en un abrazo para hablarle al oído y relajarlo- tranquilo.

Naruto agachó la cabeza, divagando en su mente sobre una comparación que se reusaba a hacer y aun así su mente lo traicionaba. Eran tan diferentes. Si rechazaba a Sasuke, éste se ponía furioso y le recriminaba. En cambio Rasuke, lo consolaba y le decía que estaba bien. ¿Qué tan diferentes podían ser ese par de hermanos?

Se separa del abrazo con una expresión meditabunda, no sabe que pensar, no sabe qué hacer… decide marcharse. Rasuke lo toma del brazo, preocupado por haberlo hecho enojar. Naruto lo mira con ojos profundos, ojos que ocultan un secreto… y sonríe.

El gesto hace que Rasuke lo suelte, Naruto aprovecha ese lapsus para irse corriendo y perderse en el pasillo. Cada vez estaba más confundido, indeciso. Los Uchiha le atraían, los dos, también ambos le asustaban. Cada uno tenía sus propias características, sus defectos y sus virtudes. Prefiere estar solo, de esa forma no se confundirá más, de esa forma no tendrá que escoger en un futuro; porque Naruto lo sabe, no es tonto…, los gemelos están peleando por él.

Salió al patio de la escuela para disfrutar el resto del descanso cerca de los sauces, allí la brisa era mucho más refrescante, era el sitio más aislado y dónde casi ningún estudiante iba, el sitio perfecto para descansar.

Llega hasta uno de los árboles y recuesta la espalda en el tronco para relajarse, su corazón está latiendo como loco, sus pómulos están acalorados y siente un cosquilleo en la pelvis que no puede retener. Le gusta como Rasuke lo toca, como lo acaricia con ternura y como lo besa de forma dulce y lenta. Pero también como lo toca Sasuke, esa pasión que desborda, esa agresividad de su boca y la posesividad de sus manos. Menudo problema en el que se ha metido, no tiene la menor idea de cómo librarse, solo está seguro de algo, uno de los tres saldrá lastimado y puede afirmar que será él quien lo haga.

_ ¿Hinata?- la ve caminar con prisa por la pradera que separa los sauces del terreno deportivo, parece huir de algo, pero no ve de qué, está sola. Se incorpora para darle alcance, la Hyuuga apresuró el paso al captar su presencia. ¿Lo estaba esquivando?- ¡Hinata!- la llama pero ella no se detiene. Naruto corre y la agarra del hombro para que voltee- Hinata…

La ojiperla volteó con el semblante serio, distante- ¿Qué pasa, Naruto?- pregunta indiferente, sin vestigio de emoción alguna.

_Hinata, tú… ¿me estabas evitando?- sus palabras salen tartamudas al ver la herida que tiene Hinata en el labio- ¿qué te pasó?- intenta acariciar la zona con sus dedos pero la chica le da un manotazo y se aleja.

_ ¿Qué quieres?- preguntó con el ceño fruncido- no tengo tiempo para hablar ahora, Naruto. Así que dime qué quieres.

_Yo…- no sabe qué decir, ¿por qué Hinata se pone así con él? No le ha hecho nada- solo quería saber.

_No estoy enojada contigo, ¿vale?- aclaró levantando una mano para marcar el punto- solo quiero estar sola un momento, tengo cosas en qué pensar.

_Hinata, si puedo ayudarte en algo…

_ ¡No puedes!- rugió con desespero, pero el alarido le provocó una punzada de dolor en su cadera y las costillas, trató de contener una mueca de dolor, pero fue inútil, la agonía se reflejaba en su cara- Naruto… déjame sola.

_ ¡Estás herida!- ya estaba desesperado, Hinata se aguantaba el costado con una mano, parecía dolerle mucho. Haciendo caso omiso a la advertencia de la chica, la empujó hasta dejarla en el suelo y la inmovilizó con sus manos para levantarle la camisa.

_ ¿Qué haces idiota?- Hinata forcejeó con él, pero fue inútil, sus heridas dolían demasiado.

Naruto abrió los ojos desmesuradamente al ver la pálida piel de la chica manchada con enormes moretones en la zona de la caja torácica,el vientre y las caderas- ¿Qué te pasó?- preguntó preocupado.

La ojiperla desvió la vista hacia otro lado- No fue nada, una tonta pelea.

_Hinata…- Naruto no pudo aguantar más, las lágrimas que había tratado de retener durante todo el día comenzaron a salir. Si Hinata estaba herida por su culpa no se lo perdonaría jamás- ¿con quién peleaste?

La ojiperla se sacudió los cortos cabellos en un gesto nervioso, resopló varias veces y al final suspiró resignada- Con un chico, tal vez me pasé a la hora de insultarlo.

Naruto estuvo a punto de hacer otra pregunta pero la Hyuuga lo detuvo colocando un dedo en sus labios.

_No llores, no es nada grave- dio un pequeño empujón al rubio para sacárselo de encima y se puso de pie- no me duele tanto, solo necesito unos analgésicos, por eso iba a la enfermería.

Naruto se puso también de pie con la mirada más que preocupada- ¿Quieres que te acompañe?

_No es necesario. Además, me quedaré a dormir un poco y Shizune-sensei estará conmigo.

_Pero…

_Escucha rubio- se puso ambas manos en las caderas, optando una pose socarrona- no necesito que te compadezcas, yo soy Hinata, el doncel con problemas de carácter que no le teme ni a Rex- ladeó una sonrisa- ¿crees que no seré capaz de llegar a la enfermería por mi cuenta?

_Estoy preocupado por ti.

_Lo sé, pero te repito… no es necesario, estaré bien. Ahora ve a corretear por ahí con tus amiguitos- hizo un ademán con las manos como si estuviera incitándolo.

_ ¡No me trates como un niño!- exasperó con fastidio- Y sabes que tampoco tengo más amigos a parte de ti.

_ ¿Y qué hay de los Uchiha?- enarcó una ceja burlesca- ¿ellos no son tus amigos?

_ ¡No! Ellos son…- lo meditó un segundo, ¿cómo podía catalogar a los gemelos? No tenía la menor idea, pero estaba seguro de algo, amigos no eran.

_Bueno, está bien- suspiró la chica- trata de adivinar lo que sean ellos dos mientras descanso un rato. Nos vemos a la salida para irnos juntos a casa, ¿vale?

Naruto agachó la cabeza algo decaído- Vale- la ojiperla le da la espalda y se va con paso apresurado. Naruto creyó que aún ocultaba algo, pero no quiso indagar más para darle más espacio a su amiga.

Ahora se sentía un poco deprimido. Tal vez atacaron a Hinata por su culpa, sabiendo cómo es ella, impulsiva y de carácter fuerte, si dijeron algo de él en su presencia, ella actuaría por impulso y pelearía contra uno de sus preciados dragones de ser necesario. Había dicho que fue un chico, que lo había insultado más de la cuenta, pero… ¿quién? Tendría que averiguarlo, por el bien de su amiga y por el suyo propio, no quería que las personas que quería siguieran siendo lastimadas por su culpa.

 

<><><><><><><><> 

 

Sasuke está frustrado, enojado, colérico, un maratón de sensaciones que no puede mantener bajo control. En las actividades del Consejo Estudiantil casi golpea a su vicepresidenta y estrangula a su tesorera. Las dos eran del equipo de porristas, amigas inseparables, fangirls que no podía quitarse de encima. Ino y Sakura. Una sola de ellas era como una patada en las bolas, imagina las dos juntas. Si el consejo lo hubiera podido forma él, definitivamente escogería a alumnos responsables y capacitados, no a incompetentes con complejo de superioridad.

Desgraciadamente para él, en la jodida escuela de “prestigio” donde estudiaba, el consejo era decidido por votación de los alumnos; a excepción del puesto del presidente, que era escogido por los profesores al alumno con mejores calificaciones. Chasqueó la lengua, ¿por qué esas jodidas plastas no se negaron cuando salieron candidatas? Su hermano lo hizo, había tenido un millón de botos, pero prefirió no ingresar porque alegaba que ser parte del consejo era un dolor de trasero. Pero no, el chicle rosa y la pasta amarilla no renunciarían ni aunque le sacaran los ojos, después de todo “Sasuke-kun” era el presidente.

Estaba fastidiado, el dolor que tenía en los hombros por la acumulación de estrés no se quitaba con nada y el día aún no hacía además de terminar. Suspiró. Al menos ya había acabado con las actividades del consejo, ahora podría relajarse en su preciado club de Literatura, el cual le dijo a los demás miembros que permanecería “cerrado” por reparaciones, una inofensiva farsa que se le ocurrió con tal de tener un poco de paz.

Sacó la llave de su bolsillo, pero después la volvió a guardar, recordó que había dejado la puerta abierta en el primer descanso para escabullirse allí en cuanto no lo estuvieran viendo. Entró con aires agotados, resoplando por lo ajetreado que había estado su día, y todo por las preparaciones para el Festival Deportivo, menudo problema.

Sasuke se sorprendió, los ojos casi salen de sus órbitas al notar el cuerpo de Naruto sentado en el alfeizar de la ventana, con las piernas colgando hacia afuera y la vista clavada en el horizonte. Caminó rápidamente hasta él y lo abrazó desde atrás. Naruto dio un brinquito de susto por el repentino agarre, era algo que no esperó tan improvisto.

_ ¿Q… Qué haces?

Sasuke no respondió, solo enterró su nariz en la nuca del blondo y aspiró su aroma, después dejó un beso dulce, lento, captando la ternura de la piel acanelada, haciendo cada vez más fuerte el abrazo.

_ ¿Sasuke?

_No sé qué tipo de problemas pueda tener una personita como tú- le susurró en el oído, sin dar señal de querer apartarse- pero no creo que sean tan graves como para que quieras lanzarte.

_ … ¿Eh?- Naruto no entendía nada, ¿lanzarse? ¿Acaso tenía cara de suicida? Él solo estaba observando los árboles, se sentó en el alfeizar porque aún se sentía aturdido por el encuentro con Rasuke y las heridas que descubrió de Hinata. Pensó ir al club aver si tenía suerte y alguno de los miembros lo dejaba pasar la tarde allí;pudo escuchar cantos celestialescuando intentó abrir y descubrió la puerta abierta- yo no pensaba matarme, solo estaba viendo el patio.

_Pero tu mirada…-Sasuke se apartó un poco para hacerlo girar y verlo directamente a los ojos- parecía tan triste- dijo mientras le agarraba la barbilla con la mano.

_Sasuke… no empieces- el moreno había comenzado a acercar su rostro  para darle un beso, quería devorar sus labios, era una necesidad.

_Lo siento… pero no puedo detenerme- agarró a Naruto por la nuca y lo pegó de golpe para comerle la boca en un beso demasiado demandante, asfixiante, sofocante y apasionado, metiendo su lengua hasta la campanilla y ahogar los gemidos quedos que se escapaban de su garganta.

_Sasuke… no….- era inútil, por más que deseara soltar una réplica, el moreno no lo dejaba; apenas podía moverse, sus muñecas estaban siendo sujetadas por la mano derecha delpelinegro y la izquierda lo sujetaba de la nuca. Quiso patalear, pero aún estaba sentado en el alfeizar de la ventana, podría caerse si se movía demasiado.

Sasuke se fue inclinando hacia delante, pegando su cuerpo todo lo que podía, el cuerpo de Naruto cada vez sobresalía más y más por fuera de la pendiente hacia el vacío, lo único que lo mantenía seguro era el agarre del moreno. Estaba acorralado, o correspondía el beso y se dejaba hacer o caería hacia el jardín, y la altura no era muy pequeña, vamos que eran casi siete metros de altura.

El azabache soltó sus muñecas y empezó a acariciar su pecho, el vientre, la pelvis y se detuvo en la entrepierna. Naruto brincó con el tacto en su zona casta, quiso que parara, que lo dejara libre, pero sus protestas quedaban ahogadas en el beso. Una vez más se removió, forcejeando para que lo liberara, era inútil, Sasuke estaba tan concentrado en disfrutar del momento que no  notó que estaba asustando al chico.

_ ¡¡Árgh!!- se sobresaltó cuando Naruto le mordió con fuerza el labio inferior, lastimando así la herida que le provocó su hermano en la mañana. Le dirigió al rubio una mirada furibunda pero al notar sus ojos bañados de lágrimas y la hiperventilación de su cuerpo, se sintió culpable en demasía, otra vez- ¿Naruto?

El áureo no respondió, aprovechó que Sasuke se había separado de él considerablemente y saltó del alfeizar para correr a la salida. Una vez más estaba asustado, una vez más sitió esos espasmos en su cuerpo, la sensación de que lo iban a lastimar… ¿por qué? Aún no entendía por qué reaccionaba así, pero su anatomía seguía respondiendo de la misma forma. ¿Por qué no pasó en el segundo beso que le dio Rasuke, o en el tercero? ¿Por qué no se asustó la primera vez que Sasuke lo tocó y esta vez sí? No podía encontrar repuesta y eso solo lo asustaba más.

No quería tener miedo a algo desconocido, así le sería imposible enfrentarlo. ¿A qué tenía miedo? ¿A que lo besaran? ¿A que lo tocaran? No. Entonces, ¿a qué? No entendía nada y la desesperación le hacía jalarse los cabellos con fuerza. Se hizo bolita en el suelo mientras se abrazaba a sí mismo, tratando de procesar todas las preguntas a la vez.

De repente sintió unos brazos que lo rodearon en un abrazo fuerte por detrás, volteó rápidamente y la severa mirada de la persona a sus espaldas lo hizo tragar duro la saliva que se le acumuló en la garganta.

_Por fin te encuentro.

 

Continuará…

Notas finales:

Bueno buenobueno..aquí termina este capi n_n.. espero les haya gustado y si no, pues me lo dicen para poder mejorar. Sé que la trama está avanzando lento, pero es necesario, un trauma no se supera tan fácil y Naru tiene más traumas de los que pueden imaginar. Aquí se reveló uno, las cicatrices de sus mejillas. Pero faltan más… así que esto se pondrá interesante, principalmente cuando los gemelos se enteren muahahaha…

Naruto: Te gusta hacer me sufrir, a que si?¬¬

Mirai: solo un poquito >///<

Naruto: Maldita -_-*

Bueno, dejando de lado las estupideces (Naru: ¡oye! Ò.Ó) Aquí les dejo el concurso:

¿De quién se enamorará primero Naruto? Esa es la pregunta, no se enfrasquen solo en los gemelos, hay más personajes en la historia xd ¬¬ .. Además d que no estoy hablando de la pareja final sino de quien lo hara primero. Me gustaría escuchar sus opiniones, déjenme en un rew los candidatos y por q´lo escogieron n_<… veremos quién o quienes son los ganadores y serán los dueños dl próximo capítulo muahahaha…


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).