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Twin Uchiha por Kuroyami Mirai

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Notas del capitulo:

HOLA!!!!! Hahaha… espero que el capítulo anterior les haya gustado. Algunos dirán: Jodida pija que ha dejado a Sasukito de lado ¬¬…. Jejeje..pero no es cierto camaradas, tienen que ser pacientes y si lo fueron, pos aquí les tengo la recompensa. Un capítulo dedicado exclusivamente al menor de los gemelos. SASUKE!! Hahahah… espero lo disfruten porque estuve tres madrugadas escribiéndolo ¬¬… pero bueno, ya me lo dirán en los rew n_n…

Los ganadores del concurso son… chachacháaaannn….: TODOS!!!!! Hahahaha... todoas acertaron con la preguntaasí que to9dos son ganadores )(increíble chicos!!!) hahaha Felicidades!!! Este capítulo es completamente suyo, disfrútenlo muahahahah…. Nos vemos en las notas finales n_n7

Disclaimer: Ehm… no tengo ganas de poner esto ¬¬… RASUKE ES MÍO!!! Eso sí lo pongo. Hump!

“Ámeme cuando menos lo merezca…, es cuando más lo necesito.”

 

Desde muy pequeño, Sasuke fue catalogado por su familia como “delicado”, el bebé que debían mimar entre todos y consentirlo siempre. Pero, ¿quién los culpa? Siendo Sasuke el menor de tres hermanos, siempre se portó muy adorable, al menos a los ojos de Mikoto así lo era. Sin embargo, Sasuke era cualquier cosa menos “delicado”, o “adorable”. Era cínico, vengativo, posesivo, impulsivo y hasta algo violento; pero esas características de su persona nadie las notó nunca, a excepción de su gemelo, Rasuke.

Era el menor, es verdad, pero no por eso se convertía en el más débil de los tres, él solo quería que lo notaran, que su presencia no fuera invisible. Itachi destacaba irremediablemente por ser el primogénito, por ser un genio, por su belleza elegante y noble, vamos que era casi un dios. Rasuke destacaba por su personalidad extrovertida y llamativa, siempre sonriendo como un Uchiha no hacía nunca, siempre complaciendo a su madre y estresando a su padre; a su manera, también recibía atención.

En cambio Sasuke, a penas lo veían. No importaba cuanto se esforzara, siempre quedaba de lado, siempre era olvidado. Odiaba eso, también quería la atención de sus padres, pero sus deseos no fueron escuchados. Siempre sería el “perfecto hijo” del cual no había que preocuparse por él. Eso lo frustraba, lo aborrecía desde pequeño; como aquella vez en que tenía nueve años y había sacado la mejor calificación de toda la escuela, fue corriendo a mostrar sus logros, pero fue ignorado magistralmente.

Iba caminando por los pasillos de su casa con el volante de notas en las manos, llegó hasta el despacho de su padre y al ver la puerta abierta, decidió entrar sin tocar.

_ “¿Padre?”- Fugaku estaba sentado en su silla acolchonada con los codos apoyados en la mesa y los ojos clavados en su hijo mayor, Itachi, que permanecía parado frente a él con una mirada impávida.

_ “¿Qué pasa, Sasuke? Ahora estoy ocupado.”- resopló cuando vio como Itachi estrechaba los ojos, no le gustaba que desplazaran de esa forma a suhermanito. Fugaku soltó otro suspiro y decidió mejor explicar la razón del desplazo, sino Itachi no escucharía sus sermones- “A tu hermano lo han escogido para que sea el presidente estudiantil,estando tan solo en su primer año de secundaria, pero no quiere aceptar, así que estoy platicando con él para convencerlo.”

Sasuke apretó el volante de notas en su puño y agachó la cabeza, impidiendo que su hermano y su padre pudieran ver su mirada enfurecida por la cortina que formó su flequillo- “Entiendo, padre, no molestaré entonces”- bufó fastidiado cuando la puerta del despacho se cerró tras de sí y se fue a la cocina a buscar a Mikoto, tal vez ella sí lo escuche.

_ “¡Kyaaa!”- esa era definitivamente la voz de su madre, al parecer estaba soltando un alarido eufórico por razones que seguramente tenían que ver con sus nietos no nacidos.- “¡qué lindos!”- volvía exclamar la matriarca de la familia Uchiha.

Sasuke entró en la cocina con expresión meditabunda, casi caminaba de puntillas por estar haciendo una travesura, pero es que cuando su madre se ponía en “EuphoricMode” no había forma de salir en una sola pieza. Asomó su cabeza sigilosamente por la apertura de la puerta y pudo comprobar que ahí estaba su madre con su gemelo y dos niños más, una niña de cabellos café, pupilas grises y un característico lunar debajo de su ojo izquierdo, que rápidamente identificó como su prima Izumi; a su lado estaba su hermano Rasuke y después estaba el hermano mayor de Izumi, Uchiha Izuna, un doncel que de hecho se parecía más a él y su mellizo que a su propia hermana.

Se acercó despacio para escuchar de lo que hablaba su madre con su odioso gemelo y sus primos- “Suéltame, mamá”- se quejaba Rasuke cuando Mikoto empezó a llenarle la cara de besos.

_ “Tía Mikoto, no es lo que usted cree”- trataba de explicar la niña- “mi hermano y mi primito no son novios, solo van a ir a la playa con unos amigos”

_ “Es cierto, mamá. Solo iremos a divertirnos, además, a mí no me gusta Izuna, es muy callado”- Rasuke cruzó los brazos en el pecho e hizo un puchero- “creo que debería estar mejor con Sasuke que conmigo”- Sasuke reaccionó ante aquel argumento, chasqueó los dientes y frunció el ceño, a él tampoco le gustaba Izuna, era más inexpresivo que Itachi, ¿cómo podrían tener una relación?- “yo prefiero a Izumi”- rebatió Rasuke mientras abrazaba a su prima y esta empezaba a reír con diversión, sabía que todo eso era un juego de su primo.

_ “¿Izumi?”- Mikoto parecía meditar en algo, después sonrió de esa forma maniaca que hacen solo los Uchiha y besó a su Rasuke una vez más en la mejilla- “Está bien mi niño, dame nietos con Izumi”

Rasuke parecía divertirse con todo eso, aunque no era cierto que le gustaba su prima, prefería jugar con ella que con Izuna, el cual había permanecido indiferente ante la plática, con los brazos cruzados y los ojos cerrados como si meditara en algo, o estuviera muy concentrado…, o simplemente dormía de pie.

_ “Claro que te daré nietos, ya lo verás”- Rasuke sonrió satánicamente y se acercó a Izumi para darle un beso en los labios. La niña se puso como tomate cuando Mikoto les sonrió ante la escena, entonces empujó a su primo y empezó a llorar.

_ “¡YO NO QUIERO NIÑOS TAN JOVEN!”- salió corriendo de la cocina, empujando a Sasuke cuando le pasó de largo en el alfeizar- “¡KYAAAA, MI PRIMO ME EMBARAZÓ!”

A Mikoto le salió un goterón en la cabeza por lo ingenua que podía resultar su sobrina, la culpa la tenía su hermana por criarla en una burbuja de cristal. Rasuke quedó en shock, él solo estaba jugando, además, ¡así no se hacen los bebé! Él ya sabía cómo se hacían y estaba seguro que aún faltaron muchos pasos después del beso para que Izumi pudiera quedar “embarazada”. Al cabo de unos segundos rió por dentro por lo tonta que era su prima y se volteó hacia Izuna.

_ “Entonces, Izuna, ¿a qué quieres jugar?”

Izuna lo miró con cara de sueño y le mostró un juego de naipes que sacó de su bolsillo.

_ “¿Naipes? ¿Por qué querrías jugar a eso si tenemos consola?”

Izuna frunció el ceño, entrecerró los ojos y volvió a levantar la baraja hasta ponerlo en la cara de Rasuke.

_ “Ya entendí, tranquilo. Juguemos a los naipes entonces”- ambos salieron del comedor pasándoles de largo a Sasuke y Mikoto.

_ “Madre”- trataba de llamar el menor de la familia mientras tiraba de la falda de su madre con su mano para que le prestara atención.

_ “¿Qué pasa, Sasuke?”- le dijo al niño con una sonrisa angelical.

_ “Quiero que veas algo”- estuvo a punto de mostrarle el volante, pero Mikoto le amplió la sonrisa y le puso una mano en la cabeza para revolverle los cabellos.

_ “Lo siento, mi niño. Tengo que hablar con Izumi para que se reconcilie con tu hermano. Además… tengo que explicarle algunas cositas respecto a los bebés”- lo último lo dijo por lo bajo, parecía más una nota mental que una respuesta para su hijo.

Sasuke agachó la cabeza con desánimo- “Entiendo”- Mikoto se dirigió a dónde se había ido llorando su prima y él caminó hasta su habitación arrastrando los pies. Cuando llegó, cerró la puerta a sus espaldas y se recostó en la madera, dejándose caer hasta el suelo con lágrimas en los ojos. Observó el volante en sus manos con las letras mayúsculas en la parte superior que decía: <<NIÑO DE HONOR>>, lo arrugó haciéndolo bolita y lo tiró lejos. ¿De qué servía ser el mejor si nadie se enteraba de su esfuerzo?

Encogió las rodillas hasta el pecho y enterró la cara entre ellas, más lágrimas cayeron de sus párpados. Odiaba que lo vieran débil y vulnerable, pero ahora estaba solo en su habitación, no había nadie que pudiera verlo…, o consolarlo, así que se dejó llorar hasta desahogarse por completo.

¿Por qué su familia pasaba de él así? No tenía idea, casi siempre se sentía excluido en su propia casa. Su padre siempre estaba al pendiente de Itachi. Itachi siempre estaba al pendiente de sus estudios. Mikoto siempre estaba al pendiente de Rasuke porque alegaba que era el que primero que le daría sus esperados nietos, ¿y Rasuke? Bueno, él no pasaba de él como el resto, Rasuke siempre estaba ahí con él, aunque fuera solo por pelear, al menos con su gemelo se sentía acompañado…, a menos que hubiera una cara bonita cerca, era en esos momentos que Rasuke se olvidaba de él y corría a sacar a la luz su “Espíritu Casanova”.

Fue entonces que Sasuke se propuso una meta, se haría notar. Ya no quería ser el hijo perfecto que no hacía falta preocuparse por él, no, ahora las cosas cambiarían. No dejaría de ser un buen hijo, pero ya no sería tan bueno con su hermano. Le declaró la guerra, de esa forma sus padres lo notaría. Las pequeñas discusiones que tenía con Rasuke siempre las resolvían ellos mismos sin la intervención de terceros, pero la diplomacia se acabó. Si tenía que llegar a los puños con Rasuke, lo haría.

Desde ese momento, Sasuke no perdía oportunidad de hacer enfurecer a su gemelo, de provocarlo en frente de sus padres. Siempre le restregaba en cara que era mejor, que era un prestigio, que él era el arreglo para la mancha que hicieron sus padres al traerlo al mundo.

Al comienzo se sentía culpable después de insultarlo y decirle todas esas cosas, después de todo, Sasuke amaba a Rasuke, pero al ver como sus desplantes causaban efecto, recibiendo más atención de sus padres, aunque solo era para regañarlos por pelear, dejó de sentir culpabilidad y los insultos hacia su hermano se volvieron cotidianos.

Cuando creció lo suficiente como para tener pareja, Rasuke volvió a llevarse la atención de su madre. Mikoto siempre hacía fiesta cuando Rasuke llegaba a casa con una novia o un novio dependiendo del caso. Fugaku seguía con su atención clavada en Itachi y él (Sasuke) volvía aquedar desplazado. Entonces se le ocurrió la maravillosa idea de joderle todos los noviazgos a su hermano.

En ocasiones se hacía pasar por él y rompía con sus parejas, o las ofendía de tal forma que eran ellos quienes rompían. Incluso hubo veces que llegó a tener relaciones sexuales con ellos, pero se comportaba como un bastardo, lastimándolos, de esa forma no querrían saber más de su hermano después de romper.

Sasuke creía que lo estaba haciendo para que su hermano no llevara más a sus parejas a la casa y se robara la atención de su madre, pero al cabo de unos escasos años, se percató que no lo hacía por Mikoto, lo hacía por Rasuke. Le fastidiaba que unos extraños se llevaran su atención, que lo alejaran de él, entonces hacía todo lo que estaba en sus manos por “traer a su hermano de vuelta”. Tarde se dio cuenta que eso no eran más que celos, miedo de que lo alejaran de la persona que más quería de su familia (N/A: Si señores, incluso más que Itachi ;)… era Rasuke hahaha).

En un principio, fue por esa razón que se acercó a Naruto. Simplemente era un chico interesante, pues Rasuke nunca se había formado tan posesivo con alguna de sus parejas, y ese día que lo enfrentó en el auto cuando le contó lo que pasó en el club de Literatura, se dio cuenta que Naruto se había vuelto prescindible para Rasuke, y no podía permitirlo.

Pero, con apenas unos escasos minutos, Naruto logró cautivarlo, hacerlo olvidar el rencor y los celos que tenía por dentro. Inesperadamente se enamoró de ese áureo con cara de cordero. No era idiota, Sasuke era un chico muy inteligente, y sabía que ha Rasuke le había pasado lo mismo, por lo que de forma inconsciente crearon una guerra entre ellos por el corazón del rubio.

Ya no se estaba acercando a Naruto para que odiara a Rasuke y que así su hermano volviera a ser el de antes, ahora lo hacía porque quería de verdad tenerlo para él. Pero no había forma de que hiciera las cosas bien, como siempre se había acercado a las personas para que lo odiaran – en todo caso a Rasuke, ya que se hacía pasar por él – no tenía idea de cómo acercarse a Naruto para enamorarlo, por lo que estaba en un punto en el que nunca se había parado antes. ¿Cómo enamorar a alguien?

 

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Naruto sintió que todos los huesos de su cuerpo se congelaron cuando sintió ese repentino abrazo en su espalda, pudo jurar que el corazón se le detuvo por varios segundos. Volteó en cámara lenta, sabía quién lo había abrazado, y conociendo su carácter, lo más probable era que lo golpearía por no haber ido a su encuentro como habían acordado.

_Yoh…- saludó tímidamente, temiendo que “el” dueño de aquella mirada siniestra se lo tragara de un bocado- …Hinata.

_Naruto…- la ceja izquierda de Hinata tembló varias veces, conteniendo lo mejor que podía a la vena hinchada de su frente- se supone que nos encontraríamos a la salida para irnos juntos.

_Lo sé, me distraje… lo siento.

_ ¿Te distrajiste?- la vena de Hinata no se pudo contener más y salió enorme en medio de su flequillo- Así de tranquilo me lo dices… ¡jodido rubio!- trató de no soltar aquel alarido, pero no se pudo aguatar y lo dejó salir desde su pecho.

Naruto salió corriendo en cuanto tuvo oportunidad, tampoco deseaba morir tan joven- No me mates, aún tengo que pagar el libro de Ágata Christie que compré la otra noche…

_ ¡Cómo si esa porquería me importara!- Hinata iba detrás de él con un aura asesina del demonio- ¡Ven aquí a que te dé tus buenas ostias!

_ ¡Espera!- Naruto se detuvo en seco, haciendo con el gesto que Hinata chocara con su espalda y los dos cayeran al suelo.

_ Joder, ¿por qué te detuviste tan de repente? Quería perseguirte un poco más y después matarte.

_Dejando a un lado tu vena sádica- le decía el blondo con seriedad- tengo que hacerte una pregunta.

Hinata entrecerró los ojos- ¿Qué es?- preguntó recelosa. Si Naruto volvía a preguntarle sobre sus moretones, no estaba segura de poder esconderle la verdad, aunque siendo sincera, no deseaba contarlo.

_ ¿Ya terminaron las actividades de tu club?-la ojiperla suspiró, al parecer aliviada con su pregunta. Naruto no entendió muy bien, pero se mantuvo con la misma expresión seria.

_Terminé con todos ellos, por eso te estaba buscando.

_Oh…- se le había pasado ese detalle. Hinata estaba en varios clubes, todos de artes marciales, a excepción del de artesplásticas dónde se encerraba para pintar sus preciado dragones; pero volviendo al primer punto, quería que Hinata le hablara sobre sus otras actividades- dime, ¿en cuántos clubs de artes marciales estás, Hinata?

_Pues…- Hinata lo meditó unos segundos llevándose una mano a la barbilla, después levantó su otra mano y estiró los dedos para empezar a enumerar- Estoy en Kárate Do, Aikidô, Jiu Jitsu, Judo, KickBoxing, Kung Fu, Muay Thai y Taekwondo.¿Por qué preguntas?

Naruto se sintió mareado, ¿cómo es que una chica podía estar en tantos deportes dónde el sistema protagónico era el de pegarse unos a otros? No le extrañaba que fuera tan fuerte y muchos le temieran. Solo había preguntado para intentar averiguar si fue en una de sus clases dónde le hicieron los moretones de su torso.

_ ¿Cómo logras sobrellevar tantos clubes a la vez?- la pregunta salió sola, pues la duda del espacio de tiempo lo carcomía.

_Fácil- se encogió de hombros- soy buena en todos ellos, por lo que no necesito ir todos los días. Reparto las prácticas por semana y así puedo participar en todos. Los entrenadores me dieron un permiso especial por mis habilidades- lo último lo soltó con un notable orgullo.

_Entiendo- mentía, no entendía nada. No el hecho de los horarios, ni como Hinata se repartía los entrenamientos, sino el tema de los hematomas. Si era tan buena en cada uno de esos deportes, entonces no fue allí donde la golpearon. A menos que ella se haya dejado golpear a propósito…

_ ¿Por qué estás tan curioso?- le preguntaba la ojiperla con una mirada entre inquisidora y divertida- ¿quieres que te de clases sobre cómo patear traseros?

_No gracias- se apresuró a responder, agitando las manos en el aire con desespero- prefiero mantener mi cuerpo en una pieza.

_Bueno- la chica se encogió de hombros- ¿y tú?- Naruto le dirigió una de sus miradas de idiota, esas que dicen “¿de qué hablas?” o “no entiendo una palabra de lo que dices”- Hablo de las actividades de tu club, idiota- especificó con fastidio.

_ ¿Mi club?- ni siquiera recordaba que estaba en uno el pobre, tardó varios segundos antes de darse cuenta- ¡Mi club!- sí, definitivamente Naruto era un idiota con buenas calificaciones, no había otra explicación.

_No me digas que lo olvidaste.

_ Yo… pues…- se sintió un estúpido, ¿cómo pudo haber faltado a su primer día en el club de música? Seguro lo expulsarían por ser tan irresponsable- Hinata, ¿puedes esperarme un par de minutos? No me tardo, lo prometo.

_Bueno…- ni siquiera le dio tiempo a responder cuando ya el blondo se encontraba corriendo por el pasillo en dirección del corredor de Música- ¡Naruto!

No la escuchó reclamar, Naruto siguió corriendo todo lo que le dieron sus pies hasta que un arco dorado muy conocido para él se deslumbró antes sus ojos. Soltó un suspiro muy mal contenido y caminó hasta el salón de su club, el cual milagrosamente aún estaba abierto. Empujó despacio la puerta, asomando la cabeza con un poco de temor de que esté el maestro encargado y le suelte el sermón de su vida, pero no, solo estaba el presidente, sentado en un diván al final de la sala, concentrado en una lectura que Naruto no pudo identificar por la lejanía.

Terminó de abrir la puerta y se acercó al pelirrojo para disculparse por no asistir. Cuando se detuvo frente a él, Sasori levantó la mirada para verlo a los ojos. Naruto se sintió incómodo y se rascó el brazo derecho con nerviosismo.

_Yo…- boqueó varias veces, cambiando la vista hacia el suelo, sin poder decir aquellas simples palabras.

A pesar de que Sasori permanecía sentado y lo miraba desde abajo con su mirada cárdena, no pudo conectar sus ojos con los del doncel, parecía intimidado. Suspiró cansinamente y dejó la partitura que estaba revisando a un lado para ponerse de pie. Eso fue un error. La diferencia de altura intimidó al rubio mucho más y se encogía dentro de su propio cuerpo, tratando de volverse invisible.

_ ¿Qué te pasa?- Sasori no era una persona muy paciente. Si el chico quería decir algo, pues él era todo oídos, pero no podía permanecer allí por siempre.

_Los siento- soltó de forma fugaz mientras hacía una reverencia de disculpa y apretaba los párpados con fuerza, temiendo un alto reproche- se supone que soy oficialmente un miembro del club y sin embargo no vine.

El pelirrojo bufó mientras se sobaba la cabeza- No tienes que disculparte, las actividades del club no son todos los días.- Naruto se irguió con una mirada sorprendida, Sasori se encogió de hombros- Es mi culpa, debí haberte dado el horario. Hoy no tenemos práctica, es mañana.

_Entonces, ¿no me salté el día?

_No, puedes estar tranquilo.

_ ¡Genial!

_Menuda energía se carga el rubito- pensaba el pelirrojo.

_ Entonces no me van a sancionar.

_Exacto.

Naruto tomó las manos de Sasori en medio de su euforia y las sacudió de arriba abajo- Gracias, Sasori-senpai.

El purpúreo sintió que las mejillas se le calentaban ante aquella vista. El áureo tenía una enorme sonrisa angelical, unos ojos redondos y muy azules, llenos de vida, una actitud infantil, demasiado aniñada para su edad…, era hermoso. Carraspeó incómodo, ¿en qué demonios estaba pensando?

_No hay de qué- dijo mientras le revolvía los dorados cabellos- que suaves son…- pensó por un instante, arrepintiéndose al momento por sus impropios pensamientos mientras negaba con la cabeza- ¿Quieres que te acompañe a casa?

Naruto brincó como si acabara de recordar algo- Lo siento, senpai. Mi amigo está esperando por mí afuera. Iré a casa con él.

_No hay problema, entonces te acompaño hasta la salida. Yo también estaba por irme.

_Vale- le respondió un sonriente Naruto mientras esperaba a que Sasori recogiera sus cosas.

Cuando tuvo todas sus cosas listas, Sasori le extendió su brazo a Naruto para que éste lo enlazara y poder salir juntos. Naruto se preguntó si en Japón éste era un gesto normal de los chicos. Sasuke y Rasuke hacían lo mismo cuando querían que los acompañara a algún lugar. Se encogió de hombros. Tal vez sí era una cultura del país. A diferencia de Australia, que allí los donceles no eran muy bienvenidos, algunos los odiaban y repudiaban con fuerza.Por eso le extrañaba tanta amabilidad, desde que llegó a Tokyo las personas no dejaron de ser buenos con él.

Sasori se mantuvo impávido durante el trayecto. Parecía ser un chico perezoso, pero en realidad no era nada de eso. Era bastante responsable, demasiado impaciente, siempre alegando que no le gustaba hacer esperar a las personas, y que tampoco le gustaba que lo hicieran esperar. Su porte era muy erguido, rígido como si su espalda fuera metálica. Su rostro le daba una apariencia muy joven, a pesar de que ya estaba a punto de graduarse tenía cara de estar en primer año.

Naruto se sentía respaldado con él, no sabía explicarlo, pero era como estar con su hermano mayor, el antiguo Menma que siempre lo mimaba y le inspiraba ese aire protector que desprenden los hermanos. Suspiró. Después de todo lo extrañaba, deseaba verlo de nuevo aunque fuera solo de lejos, o para decirle que estaba bien.

Desde que recibió la solicitud de su colegio para que hiciera el programa de intercambio, se sintió contrariado. Menma era su única familia, lo único que le quedaba y no le gustaba la idea de dejarlo solo. Pero conociendo a Menma como lo conocía, estaba seguro que no lo dejaría salir de Australia ni en sueños, aunque supiera que lo mejor era alejarse. Por eso decidió no comentarle nada del programa e irse sin decir adiós. Ahora estaba arrepentido, quería volverlo a ver y pedirle disculpas.

Al salir de la institución, Hinata lo interceptó con el ceño fruncido y su mirada del demonio, le dejó un golpe en la cabeza mientras le gritaba improperios por tardarse demasiado. Después de descargar toda su frustración, fue que pudo notar que Naruto no venía solo. Escaneó al chico a cuerpo completo, guapo, alto, elegante, bien dotado, todo unPrettyBoy, según su propio análisis. Agarró a Naruto del brazo para llevárselo a rastras y le sacó la lengua a Sasori como niña pequeña antes de darle la espalda e irse con el rubio.

El purpúreo enarcó una ceja ante semejante acto infantil del doncel. Sabía quién era, no había nadie en toda la escuela que no conociera las anécdotas y leyendas de “Hinata no Shedu”, como indicaba su “nombre”, un demonio. Era el doncel más problemático que había visto en toda su vida, por lo tanto no trató de relacionarse con él nunca. Sintió un poco de compasión por ese pequeño rubio, el carácter de aquel chico de ojos perlas era la ostia de inestable.

Se encogió de hombros y acomodando la bolsa de sus libros mientras se encaminaba hasta la salida para ir a su empleo. No podía perder tiempo, ya que odiaba hacer esperar a las personas.

Desde lo alto de la ventana del salón de Literatura, un moreno observaba con cierta molestia como Naruto se le escapó de las manos. Y no solo eso, sino que el ¡jodido rubio!, había ido derecho a los brazos de otro barón. Pudo ver como salieron los dos tomados del brazo con demasiada confianza, ni siquiera sabía el nombre del pelirrojo y ya lo odiaba. Lo apuntó en su libreta interna de venganzas y le puso dos asteriscos, acababa de bautizar a su nuevo rival y enemigo como: “Fósforo del demonio”. Si, ese nombre le quedaba perfecto.

Se metió las manos en los bolsillos y salió del salón para ir al parking a por su preciado auto. Ya pensaría con más calma en una forma de vengarse de “Fósforo del demonio”, por ahora necesitaba un descanso y una ducha fría y relajante para su adolorido miembro que aún estaba… de pie, por el casi polvo que estuvo a punto de tener con Naruto.

Suspiró al no ver el auto de su hermano junto al suyo, seguro se fue por ahí de fiesta y volvería tarde en la noche. No sabía por qué, pero ese hecho lo enfurecía bastante. Rasuke tenía que aprender a ser más responsable y volver temprano a casa (N/A: Sí, era por eso, no porque le preocupara ni nada por el estilo ¬¬... idiota). Resopló con fastidio mientras se subía en su auto, Rasuke no cambiaría nunca y ese hecho le molestaba.

Salió de los terrenos de la escuela con el semblante sombrío y contraído por una furia que ni él mismo entendía. El pobre volante se sentía estrangulado por el fuerte agarre del moreno con sus puños. Pasó por una intersección y se detuvo en el semáforo. Pudo ver por la ventanilla que Naruto y su otro amigo doncel estaban parados a un lado de su auto, pero como sus cristales eran polarizados, no podían verlo.

El chico de los ojos perlas empezó hacer varias reverencias frente al rubio, mientras Naruto negaba con la cabeza, sonriendo tontamente. Entonces el ojiperla le revolvió los cabellos y se fue en dirección contraria. ¿Sería eso… una oportunidad? Al parecer el destino le estaba sonriendo, porque empezó a llover a mares de repente y el blondo tuvo que refugiarse en la entrada de una tienda que estaba a sus espaldas. Parecía indeciso entre salir corriendo bajo la lluvia o permanecer allí hasta que escampara.

Sasuke sonrió de medio lado y bajó la ventanilla del copiloto. Naruto dio un brinquito cuando lo vio, parecía no estar muy feliz de verlo. El moreno sintió una punzada en su pecho, ahora más que nunca se sentía culpable. Salió de su auto sin importarle la lluvia ni que estaba parado en un semáforo. Se dirigió hasta dónde estaba el blondo con un semblante algo decaído y acunó sus majillas con las manos para que lo viera a los ojos.

_Lo siento- soltó de repente, aunque aquello había sido casi una tortura griega. Sasuke era bastante orgulloso y soberbio, decir que lo sentía era una utopía para cualquiera. Sin embargo estaba dispuesto a dejar su orgullo de lado con tal de que Naruto lo perdonara.

_ ¿Lo… sientes?- el áureo estaba bastante sorprendido. Creyó por un momento que Sasuke se le acercó para recriminarle por haber huido y dejarlo en el intento. No pensó que saldría de su reconfortante automóvil, bajo la lluvia, solo para disculparse.

_Soy un bastardo, lo sé- comenzó a decir con los ojos entrecerrados, algunas gotas de agua cayeron de sus pestañas cuando parpadeó, Naruto lo miró embelesado- pero…, solo te pido una oportunidad. Prometo ser más gentil contigo.

_Sasuke yo…- agachó la cabeza, no sabía cómo responder a eso.

_Escúchame- Sasuke hizo más presión de sus manos sobre las mejillas de Naruto, pero no era un gesto agresivo, más bien parecía tembloroso y desesperado- yo no soy Rasuke, no puedo ser gentil con las personas- Naruto entrecerró los ojos, no entendía a dónde quería llegar- …quiero decir, ya sabes… amable- parecía serle difícil darse a entender, boqueó varias veces antes de continuar- pero puedo intentarlo contigo. Puedo ser “bueno” contigo, Naruto.

_No entiendo lo que quieres decir.

_ ¡Joder, Naruto, me estoy esforzando, trata de entender!- Sasuke parecía nervioso más que molesto, no sabía cómo acercarse al rubial, en serio se estaba esforzando, tratando de ser paciente, lo estaba intentando con ganas, ¡pero Naruto no ponía de su parte!

_Creo que ya te entiendo- le respondió el blondo con una mano levantada, Sasuke se iluminó de repente- necesitas ir al baño.- y la paciencia del moreno se fue por el desagüe.

_No me dejas más alternativa- sin más preámbulos, sujetó a Naruto por la parte trasera de la cabeza y lo besó. Igual que siempre pasaba, el áureo se tensó como cuerda de guitarra…, pero no se asustó. Ésta vez se sintió “bien” que Sasuke lo besara, siempre con esa forma pasional y posesiva que lo caracterizaba, con ese ímpetu y ese deseo de querer domarlo.

Naruto dejó su mente en blanco, dejándose guiar por la lengua del moreno, la cual se movía ágilmente por su boca, buscando contacto con la suya para abrazarla y poseerla como estaban haciendo esas pálidas manos con su cuerpo.

Sasuke pegó las caderas de Naruto a las suyas en un empuje que había sido bastante rápido y después lo cargó desde la parte inferior de los muslos para llevarlo hasta el costado de la tienda, el cual era un callejón desolado. Naruto enrolló las piernas en su cintura para no caerse, Sasuke se sintió satisfecho, incluso feliz, Naruto le estaba correspondiendo, sentía el deseo de su boca, de sus manos al enredarse en sus cabellos cuando las envolvió en su cuello, de sus caderas al moverse en un vaivén que él mismo compuso con su pelvis, rozándose sin pudor.

Pegó un brazo en la pared cuando la espalda de Naruto chocó con ésta. No podía dejar de besarlo ni para tomar aire, quería cogerlo en ese momento, pero como ya tenía una vasta experiencia con las reacciones del rubio y sus repentinos rechazos, decidió ir despacio. Lo mejor era calentarlo, excitarlo hasta que estuviera igual de necesitado que él, entonces podía dejarse llevar y por fin terminar lo que empezaron el día anterior.

Naruto afianzó más el agarre en su nuca, profundizando él mismo el acto, dejando que Sasuke lo estrellara contra la pared cuantas veces se le antojó por el contante vaivén. Sentía una corriente eléctrica que le recorría las venas y se acumulaba en su pelvis. Podía sentir la dureza del moreno rozar su entrepierna, haciendo que él también se pusiera duro. No tiene idea de por qué su cuerpo reacciona así, pero quiere que Sasuke lo siga tocando con esa ferocidad que lo caracterizaba.

Casi como escuchando sus pensamientos, Sasuke dejó de apoyarse en la pared con la mano izquierda y la llevó a la espalda de Naruto para enterrar sus dedos en la piel y recorrer la columna hasta la nuca, después la volvía a bajar hasta las caderas, y así reiteradas veces hasta que el mismo Naruto bajó una de sus manos y agarró la suya. Pensó que ese gesto había sido para detenerlo, pero se había equivocado. Naruto colocó,bajo su propio deseo, la mano del moreno en su trasero para que lo acariciara ahí.

Sasuke se calentó más y el beso se volvió más pasional de la que ya era. Bajo todo el consentimiento del rubio, acarició los globos del trasero a su antojo, apretándolos, pellizcándolos y sobándolos sin quedar satisfecho. Sonrió dentro del beso cuando Naruto jadeó quedito por el contacto en su zona más privada y por las constantes caricias. Ya casi estaba en su punto, solo hacía falta calentarlo un poco más. (N/A: parece que habla de unas galletas en el horno o algo así ¬¬…)

_Sasuke…- Naruto volvía a provocarlo de esa forma. Que dijera su nombre en medio del placer era el mejor de los paroxismos que pudiera experimentar. Era lo que más le ponía, porque de esa forma sabía que solo él ocupaba la mente del rubio, que no había quedado invisible, que no era desplazado.

Naruto se sentía muy caliente, pero le gustaba lo que estaba sintiendo, quería que Sasuke continuara, que le hiciera conocer más y más emociones de ese tipo. Sin dejar de tocarlo, el azabache desabotonó su camisa para empezar a lamerle el cuello y el hombro, logrando que soltara suspiritos de placer ante el contacto húmedo y caliente de su lengua. Estuvo a punto de empezar a desabrochar sus pantalones cuando escuchó unos gritos desde la salida del callejón.

_ ¡¿Pero qué demonios hacen, mocosos calentones?!- regañaba el dueño de la tienda con una escoba en mano y una mirada muy molesta.

Sasuke – a diferencia de cómo hubiera esperado Naruto que reaccionara – sonrió con gracia y lo tomó del brazo para arrastrarlo hasta su auto que aún permanecía olvidado en la calle. No se quejó, se dejó guiar por el moreno y se subió en el asiento del copiloto con la respiración entrecortada. ¿Qué fue todo eso?

_Vámonos- le dijo el moreno y encendió el motor.

_ ¿A dónde?

Sasuke rió a medias y le dirigió una mirada de soslayo- Te llevaré a casa.

_ ¿Casa?- Naruto parecía no entender. ¿Sasuke estaba hablando de su casa o la de él?

_Sí, dime la dirección- oh, ahí estaba la respuesta.

_Mmnh…- lo meditó unos segundos mientras se golpeaba la sien con su dedo índice- lo siento, no la recuerdo.

El moreno enarcó una ceja- ¿No recuerdas la dirección de tu propia casa?

_Es que no soy bueno con los Kanjis- rió burlándose de sí mismo- pero te puedo ir señalando hasta llegar.

_De acuerdo- Sasuke amplió la sonrisa, no esperaba que Naruto lo perdonara tan pronto, en verdad era un chico ingenuo y bastante sumiso. (N/A: Hijo con un cuerpo como el tuyo hasta yo te perdono n_<) Quedaron en silencio unos segundos mientras esperaban en otro semáforo, sin embargo no era un silencio incómodo, era agradable, un relajante para su cuerpos sobrecalentados. Claro, hasta que la afonía fue invadida de repente por el rugido de una bestia- ¿Tienes hambre?- preguntó el moreno con su sonrisa marca Uchiha.

_Je… Jeje- reía el blondo apenado, se sobó el vientre cuando volvió a rugir y su sonrojo aumentó- es que no he comido nada.

_Entonces te llevaré a comer- Sasuke cambió la velocidad en la palanca de cambio y retrocedió algunos metros sin importarle si algún oficial lo veía conducir en reversa en una avenida. Dobló en una esquina y aumentó la velocidad, llevaría a Naruto a uno de sus lugares favoritos.

_No te molestes, puedo prepararme algo en casa.

_Insisto, quiero que pruebes la mejor comida de la ciudad.

Naruto se sorprendió un poco por el detalle, de verdad no estaba acostumbrado a que fueran tan amables con él. Se hizo bolita en su asiento mientras miraba por la ventanilla para disminuir un poco del rubor que se acumuló en sus mejillas. No pasaron ni tres minutos cuando Sasuke ya se había detenido y estacionado frente a un enorme edificio con muchas luces y cristales.

El moreno bajó del auto, lo rodeó y abrió la puerta de Naruto mientras le extendía el brazo para que lo enlazara. Naruto lo hizo con gusto, volvió a clavar su vista en el lugar y casi cae de espaldas, parecía ser un restaurante muy caro. Si hasta tenía varios pisos.

_Sasuke, no me digas que es aquí donde comeremos.

_ ¿No te gusta?

_No es eso… es que parece ser bastante costoso.

Sasuke le dio un beso en la mejilla, beso que shockeó al blondo por ser tan repentino- Quiero solo lo mejor para ti.

Naruto clavó sus ojos en el suelo, decir que estaba avergonzado era bien poco, y más cuando sus orejas estaban soltando vapor de lo calientes que se habían puesto. Un hombre vestido de traje se acercó a ellos, Sasuke le lanzó las llaves de su deportivo y el hombre hizo una reverencia mientras se dirigía al auto. Una vez estuvieron dentro, un alto caballero, igual de traje, se acercó e hizo una reverencia hacia el moreno.

_Bienvenido de nuevo, Uchiha-sama.

Sasuke observó con indiferencia tal muestra de respeto y cuando el caballero se irguió, se le acercó para decirle algo al oído. El hombre asintió con otra reverencia mientras miraba a Naruto de soslayo.

_Como usted guste, enseguida preparamos su mesa- chasqueó los dedos y tres meseras muy elegantes se acercaron al rubio- Llévenlo a la sala de atrás, es el compañero del señor Uchiha.

Las meseras asintieron y remolcaron a Naruto – a la fuerza – hasta unas puertas dobles que estaban al fondo. Sasuke resopló y se dirigió al lugar que le indicaba el caballero con un ademán.

Naruto no sabía a dónde lo estaban llevando, pero pudo sospecharlo cuando las meseras empezaron a desvestirlo sin su permiso. Forcejeó, pero aquellas mujeres – que además parecían mudas porque no dijeron ni ostia – lo siguieron desvistiendo con semblantes inexpresivos.

Quedó en calzones frente a un espejo de cuerpo completo, las meseras se acercaron con varias perchas y se las fueron superponiendo por encima para analizar cómo le quedaría la ropa. Naruto estaba cada vez más mareado, no dejaron de tironearlo de aquí para allá como un muñeco. Hasta que por fin las mujeres se decidieron por una camisa blanca de mangas cortas, encima un chaleco gris azulado que resaltaba sus ojos y unos pantalones de tela color oscuro. Quisieron obligarlo a ponerse una corbata, pero el rubio se negó, al final coincidieron que el conjunto iba mejor sin corbata, por lo que lo dejaron tranquilo.

Salió de la sala con la respiración agitada, recargándose en el alfeizar mientras su corazón dejaba de latir tan rápido a causa del “ejercicio” que le forzaron hacer esas mujeres por obligarlo a que se cambiara tan rápido.

_Te ves bien- el áureo reaccionó cuando sintió esa conocida voz. Sasuke estaba parado frente a él, vestido con un traje a la medida color negro, pero al igual que él no llevaba corbata. Se veía elegante y casuala la vez, y más con esa pose de supermodelo, la camisa por fuera del pantalón y su mano derecha en el bolsillo, su peso recargado en la pierna izquierda y su sonrisa a medias… por dios. (N/A: soy yo, o el moreno estaba bien sexy?)

_Tú también- elogió mientras trataba de mantener el color de sus mejillas bajo control. Sasuke se acercó y jugó con uno de sus dorados mechones, moviéndolo circularmente con sus dedos índice y pulgar.

_ ¿Comemos?- nuevamente le extendió el  brazo a Naruto, éste lo enlazó como siempre y siguieron al mesero hasta un ala del restaurante que estaba apartada por unos paneles al estilo oriental, con bellos dibujos de jardines y dragones.

Naruto se sentó con timidez cuando Sasuke le apartó la silla, dio un saltito de sorpresa cuando le dejó otro beso en la mejilla antes de ir a su propio asiento. Por más que quisiera no podía acostumbrarse al nuevo comportamiento del Uchiha, era como otra persona.

Carraspeó cuando le fue entregada la carta. En ella habían varios menús, todos dependiendo del país de procedencia. Habían muchos nombres que no escuchó en toda su vida, algunos graciosos, otros eran trabalenguas. Decidió prudente escoger un plato japonés, así podría acostumbrarse a la cocina de ese país, pero no sabía cuál.

_Sasuke- murmuró con la mitad de la cara escondida detrás de la carta, solo dejando a la vista sus ojitos suplicantes.

Sasuke se vio afectado por tanta ternura y tuvo que apretar las piernas cuando un largometraje de Naruto desnudo, jadeando y debajo de su cuerpo pasó por su cabeza.

_ ¿Qué pasa?

_No sé qué pedir- decía bajito, como si estuviera haciendo una fechoría- no entiendo el menú.

_ ¿Te ayudo?

_Por favor…

El azabache le mostró su carta- ¿De qué país quieres probar?- preguntó mientras señalaba los marcadores de los países con sus dedos.

_Japón- respondió muy convencido.

El moreno enarcó una ceja- ¿Japón? Pudiendo probar manjares de cualquier lugar del mundo, ¿y me dices que Japón?

_Es lo que quiero comer- respondió con un puchero.

_De acuerdo- suspiró y ojeó un poco el menú de Japón- ¿Qué tipo de comida te gusta?

_Me gustan las pastas- respondió muy seguro- y la carne de cerdo.

_ ¿Puedes ser más específico?

_Mnnh…- lo meditó con un dedito en su barbilla- no sé, ¿los huevos duros?

_ ¡…!- Sasuke se atragantó con el agua que estaba bebiendo en ese momento, teniendo que expulsarla en un chorro a presión de su boca. ¿Había escuchado bien?- … ¿cómo dices?

_Ehm… ¿los huevos duros?

Sasuke se volvió a atragantar, tuvo que tomar más agua para poder recuperar el aire. Menuda película se había hecho en su cabeza con el doble sentido de aquel par de palabras. Decidió no inmiscuirse con el tema, sus rodillas ya temblaban de tanto que apretaba las piernas. Ojeó de nuevo el menú y recapituló lo dicho por Naruto… incluso lo de “los huevos duros”. Carraspeó mentalmente cuando pensó en ello. Al final solo un plato cumplía con todo eso, pero no era nada elegante, más bien era… normal.

_Puedes probar un plato que tiene esos ingredientes, si no te gusta, pedimos otra cosa, ¿de acuerdo?

Naruto asintió- De acuerdo.

Sasuke hizo un ademán con su mano y el caballero de antaño se acercó- ¿Ya tiene su orden, señor?

_Ya la tengo- respondió convencido- Para mí, quiero una ensalada de tomates con carne blanca y unos onigiri- el hombre asintió mientras anotaba el pedido en una libretilla pequeña- Para el joven…- dijo refiriéndose a Naruto- un plato de…

 

Continuará…

Notas finales:

Muahahahahahahaah…. Que mala soy, mira que cortar la cita en la mejor parte buahahaha… soy malévola. Si quieren matarme tendrán que pasar por el infierno hahaha…

Sasuke: Ya era hora de que me sacaras más en la historia jodida hada del infierno, no solo mi familia me desplaza, tú también ¬¬

Mirai: Gomen… nasai? n_n? Al menos fuiste feliz en este capítulo, admítelo. Incluso hiciste “cositas” con Naruto.

Sasuke: Hump… te perdono solo por esta vez ¬¬

Mirai: Jejeje… pillín…^_<

Sasuke: ¬¬…

Bueno, dejándonos de bromas, ¿qué les pareció el capítulo? Espero les haya gustado n_n… déjenme sus impresiones en un rew y así sabré si mis esfuerzos valen la pena, ahora:

PREGUNTAS:

¿Quién es la hermana de Mikoto? ¿Dónde estuvo Rasuke todo este tiempo? ¿A dónde se dirige todos los días después de clases? ¿Sasori se volverá importante? ¿A dónde huyó Hinata y por qué lo hizo? Si no fuera por el viejo de la tienda, ¿hubiera habido lemon? Y por último… ¿cuál es el plato que escogió Sasuke?Respondan ……!!!!!!


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