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El plan por Drakarys

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Notas del capitulo:

Hola ¿Cómo les va? Aquí pasando a actualizar capitulo el cual déjenme decirle que más que escribirlo lo parí. Tenía tantas ideas dentro de mi cabeza pero cuando las plasmaba no quedaban como me las imaginaba y eso fue lo más decente que conseguí así que ustedes me darán su opinión.

Una dedicatoria muy especial en este capítulo para Reynita, Damocles y Zia quien han seguido la historia desde el principio y nunca han dejado de comentar, son realmente una motivación, cada que estoy por desistir me doy una vuelta por sus comentarios y cargo baterías otra vez.

Un saludo también para las demás, para las nuevas lectoras y para quien les da flojera dar un comentario o simplemente a veces no saben que decir.

Y sin más: la conclusión de nuestra cita con Anthony Stark.

-Me preocupas Tony – dijo James por el otro lado de la línea. Hasta entonces había escuchado el relato con reverencial silencio, sin embargo había algo que no podía pasar por alto en todo lo que Tony le acababa de decir. –Yo entiendo, por lo que tú cuentas, que el chico  es inteligente, atractivo e interesante, y al parecer te simpatiza, así que espero que no tomes a mal el que te diga que está loco de remate ¿Si? Es decir, pareciera que su propósito en la vida fuera destruirte.


-¡Por favor Rhodey! –no le había contado todo para ponerlo en contra de Loki.


-¡No, escúchame! te ha golpeado, quemado, casi asesinado y ni que decir a los daños a tu propiedad. Entiendo que cuando alguien te gusta, como al parecer te gusta él, tiendas a perder la cabeza por completo, pero lo que más me llama la atención es que, según dices, ni siquiera te has acostado con él.


Tony resopló, por alguna razón que no entendía aquello le molesto, porque realmente sentía que con Loki no era una necesidad, es decir, lo deseaba ¿Cómo no iba a hacerlo? Pero lo que empezaba a sentir por él rebasaba y por mucho un simple deseo carnal.


-Realmente no sé qué es lo que te da ese chico, -dijo su amigo interpretando su silencio de una forma por demás acertada -pero si sigues a su lado va a terminar matándote Tony, de todas las formas posibles ¿Sabes a lo que me refiero?


-¡Lo sé! –exclamó como si fuera un hijo siendo regañado por su padre, a quien le desagradaba que le dijeran la verdad.


Decir que el corazón y la mente de Tony Stark estaba hecha un caos era decir poco, en ese preciso momento no sabía que pensar.


La noche anterior, luego de haber discutido con Loki y salir de la casa de Beth y George había tomado una decisión: ninguna apuesta valía ser tratado así, ninguna persona tenía derecho a hacerlo sentir así, es más, él nunca se había sentido así.


El aire nocturno del campo lo refrescó. El intenso aroma floral del jardín de Beth, donde se encontraba sentado en esos momentos, lo envolvió. Estaba empezando a dolerle la cabeza de tanto darle vueltas al asunto y cada que su racionalidad le indicaba que debía dejarlo así y que debía seguir su camino, su corazón daba un intenso vuelco haciéndolo reconsiderar.


Entonces apareció Beth y sin decir palabra se sentó con dificultad en la desvencijada banca que ahí se encontraba y lo abrazó. Hacía años que nadie lo abrazaba así y no pudo evitar cerrar los ojos y dejarse llevar por el calor que aquella anciana dama despedía, muy similar al de su mamá y con todo el corazón deseo que ella estuviera ahí, que no se hubiera ido nunca y que lo pudiera orientar porque por primera vez en su vida no sabía qué hacer.


-Parece que las cosas se pusieron un poco tensas entre ustedes dos –le dijo cariñosamente aquella mujer acariciando su cabello, Tony no quiso contestar así que Beth lo abrazo con más fuerza. –En el momento en que los vi creí que eran hermanos, fui una tonta al no notar lo que realmente había entre ustedes dos. ¿Cuánto tienen de relación?


-¿Qué? –contestó Tony soltándose de la mujer. - No tenemos ninguna relación. -De pronto sintió un poco hilarante aquella situación.


-Yo creo que si –le debatió –George y yo nunca hemos peleado con tanta pasión y te estoy hablando de casi cincuenta años de matrimonio. Hay una ¿Cómo lo llaman los jóvenes? ¿Química? –Tony asintió –bien, hay una química extraordinaria entre ustedes dos.


-¿Química? –Fue el turno de Beth de asentir, Tony sonrió sarcástico y se puso de pie –Permítame diferir. Y es que desde que lo conozco no ha hecho más que atormentarme ¿Si? Es decir, el chico es un riesgo constante a mi seguridad, no hay día a su lado que no salga lastimado de alguna manera, pareciera que en verdad disfruta con mi dolor. ¡Está loco! ¡Y quiere volverme loco además! –en aquel momento Tony caminaba de un lugar a otro sin ver realmente a Beth, movía brazos y gesticulaba monologando como si al que tratara de convencer fuera solo a él -Realmente creo que trae consigo un gran problema emocional que me está haciendo pagar y créame que no me importaría soportarlo si por lo menos, como usted dice, hubiera algo entre los dos, pero ¡Carajo! Ni siquiera lo he podido besar aun. –concluyo con verdadera frustración.


-¿Y entonces porque sigues ahí?  -preguntó tranquilamente la mujer -Digo, si es tan horrible como lo describes, ¿Por qué sigues ahí?


Tony se volvió a la anciana para verle detenidamente intentando descifrar lo que le intentaba dar a entender. Aunque en el fondo él lo sabía, o al menos una parte de él, que era la que no lo dejaba en paz.


-Porque… porque… -soltó el aire derrotado, no podía creer lo que estaba a punto de decir y sonrió –porque creo que me enamore de él…


 


-¡Un momento por favor! –intervino James frenando el relato. -¿Es en serio lo que acabo de escuchar? Porque realmente me estás dando miedo.


-Créeme que el más sorprendido fui yo.


-Eso es imposible Tony, o si se debiera decir que estás enamorado eso jamás seria de una persona, seria del amor. Solo piénsalo, de chico estabas obsesionado con esa mujer, Indries, porque no conocías a nadie más. Luego por supuesto empezaste a salir con toda una lista de personas hasta que apareció Potts, dijiste que era la mujer de tu vida y que sería la futura señora Stark ¿Quieres que te recuerde por quien la cambiaste?


-Por Steve.


-¡Exacto! Por Steve. Por quien por cierto te replanteaste toda tu orientación sexual. Decías que por fin habías encontrado a donde pertenecías y que Steve era tu otra mitad y ahora mírate, estás loco por ese chico Laufeyson. Antes de que te pongas realmente serio quiero que me respondas una cosa ¿Qué sería diferente esta vez? ¿Qué haría de este chico alguien verdaderamente especial?


Tony suspiro. En aquel momento había ya abandonado su taller y se encontraba en su habitación, había puesto el altavoz al teléfono y se hallaba echado bocarriba en la enorme cama King size. La  noche había caído y a través del inmenso cristal que tenía en lugar de pared, podía distinguirse la pálida luna que se lo recordó.


 


Loki se encontraba en el segundo piso de la casa, en la habitación que momentos antes había desatado su pasión. La ventana estaba abierta y se hallaba sentado en el balcón, con la luz de la luna bañándolo con sus tonos azulados y con la tenue briza de otoño despeinando su cabello. Parecía un espectro salido de su imaginación, un fantasma, algo casi intangible, un ser etéreo que se desvanecería en un suspiro si lo intentaba tocar.


 


-¿De qué sirve esto si él no siente lo mismo por mí? –soltó aquello sin dejar de contemplarlo a la distancia. Beth se volvió en aquella dirección y también lo vio.


-¡Ay los jóvenes! –Movió la cabeza de un lado a otro negando -Siempre enredando las cosas de más. “Yo creo que él cree”  y en lugar de aclararlo hablando de frente y sinceramente, actúan como su orgullo les dicta y vuelven las cosas un caos. Pero cuando se trata del amor no debes dejar que tu cabeza tome el control, porque te dará los peores consejos que alguien te pueda dar, solo tienes que dejarte llevar por lo que siente tu corazón.


-¿Y eso funciona en verdad? –Pregunto el castaño con total incredulidad, dudaba que solo eso bastara.


-Pues en un principio sí. –Dijo Beth con completa seguridad, -pero si crees que la chispa que brota entre dos personas es todo lo que hay, realmente estas mal. Hoy en día los jóvenes quieren todo fácil y en charola de plata y por lo que supongo de ti estoy segura  que todo lo has obtenido así, ¿O me equivoco?


Tony le concedió la razón, tenía sus ventajas tener el apellido Stark, eso no lo negaría. El mundo entero estaba siempre a sus pies. Sus caprichos no solo eran órdenes, eran designios.


-Estás acostumbrado a que hagan todo por ti ¿Cuándo fue la última vez que luchaste por algo que te importara de verdad? Algo que no pudieras comprar.


Tony se encogió de hombros, realmente no se acordaba de que se le presentara una situación así, incluso sus conquistas caían rendidas ante el deslumbrante poder de su dinero. Aunque había que reconocer que con Loki nunca fue así; no importaba que tan costosos fuesen los regalos con los que lo intentara impresionar, no importaba la extravagancia de los detalles, incluso la ropa con la que vestía para llamar su atención o el auto que ahora estaba en la laguna, nada de eso valía para él, lo único que le había pedido había sido honestidad. ¿A qué se refería con honestidad?


-Si en realidad quieres una relación –siguió diciendo Beth- debes entender que nadie te la puede entregar, la tienes que construir tú y cuesta trabajo y es difícil y a veces te hará sangrar pero si consigues mantenerla te traerá una gran satisfacción y felicidad. Así que, puedes quedarte aquí en lo que llegan por ustedes, ocultándote entre mis plantas o puedes ir y hablar con él. Es tu decisión.


La anciana se levantó con casi el mismo trabajo como con el que se sentó. Le dedico una sonrisa enternecida y regreso a su hogar. Tony continúo en la oscuridad un momento más meditando las palabras de aquella mujer. Miró hacia el cielo nocturno y sonrió. Nunca había sido de los que creían en cosas que no pudiera comprobar, pero por primera vez quiso creer que en algún lugar su madre lo estaba cuidando y había guiado a aquella mujer para señalarle el camino que habría de recorrer.


Tony regreso a la casa con las ideas un poco más claras y una tenaz resolución. George gruñó cuando paso veloz a su lado y atropelladamente subió las escaleras. Llego casi en un par de pasos hasta el cuarto y se detuvo justo en el umbral. De pronto todo el valor que había tomado y la seguridad en sí mismo se desvaneció en cuanto lo vio.


Estaba sentado en la barandilla del balcón, con los pies colgando al vacío de varios metros sin que le importara en lo más mínimo caer. Sus manos, las que en su lugar utilizaría para sujetarse con fuerza, se ocupaban de bailar sobre la superficie de un cuaderno de dibujo. Lucia concentrado en su labor, tan ensimismado en lo que estaba haciendo que pareció  no escucharlo llegar.


Tony tragó dolorosamente sintiendo su garganta terriblemente seca, en contraste a las palmas de sus manos que no dejaban de sudar. Su corazón retumbaba dentro de su pecho con cada paso que lo aproximaba y la respiración parecía dificultársele, como si todo el oxígeno del mundo hubiera sido robado en el preciso momento en el que aquel par de extraordinarios ojos verdes se posaron finalmente en él.


-Stark –dijo con voz queda mientras lo miraba aproximarse, lentamente, como si tuviera miedo de que al hacerlo de prisa Loki pudiera huir.


Por largos segundos no pudo pronunciar palabra, su voz había optado por dejarlo solo en la misión, se limitó a contemplarlo como a una obra de arte de portentosa belleza, porque eso era precisamente para él, una obra magnifica de la naturaleza, un ser perfecto, alguien de otro mundo.


-¿Por qué me ves así? –sonrió nervioso, un tanto turbado por la forma en como lo contemplaba Stark. Este se encogió de hombros sobrecogido por el rubor que de pronto había teñido su tez y que podía apreciar por la luminosidad de la luna llena que los bañaba a ambos.


-Yo… -carraspeo para aclarar la garganta –yo… venía hacia acá con el propósito de hacer las paces contigo… pero no.


-¿Ah no? –Loki cerró su cuaderno de dibujo y lo dejo a un lado para prestarle atención.


-Bueno, es… es evidente pero… pero la verdad –se acercó un poco más, Loki balanceaba sus pies juguetonamente riéndose de su turbación, tomo aire tratando de  tranquilizarse pero no funcionó. -No he sido muy justo contigo y la verdad quiero decirte que… ¿Quieres bajarte de ahí? La verdad es que me estas poniendo más nervioso y yo…


-No –pero si se giró para que sus piernas colgaran hacia el interior, dándole ahora la espalda al vacío. La ansiedad de Tony no aminoró, podía imaginarse mil formas en que Loki podía resbalar de ahí y caer.


-¿Sabes lo corta que es la vida? –continuó –Y si yo jamás expresara, lo cual es una revelación para mí y ya es decir mucho, y no me importa, es decir me importa y seria lindo si tú… lo que yo te quiero decir… ¡Ahhhh! –se estiro el cabello desesperado por su falta de elocuencia.


-Te voy a detener aquí, porque si no organizas tus ideas de una forma en que yo las pueda comprender y sigues balbuceando así, te voy a dar un golpe que te dolerá de verdad ¿Entendiste?


-Ok. Dame un segundo ¿Si? –Se giró para no sentir la demoledora fuerza de su mirada y trato de respirar profundo en un intento por recuperar el control, pero con Loki era imposible tener el control y dándose por fin cuenta de eso sonrió. – Hace un momento, cuando discutíamos, pensé mandarlo todo a la mierda y alejarme de una buena vez de ti. –Declaró con total honestidad, -pero acabo de darme cuenta que prefiero mil veces discutir contigo que estar con alguien más. –se volvió para verlo directamente a los ojos y recuperando su valor se atrevió a acercarse más. -Creo que no habría nadie en este mundo con quien yo deseara haber caído en esa laguna y estar en este extraño lugar que no seas tú. Sé que te acuse de sabotear esta relación, pero acabo de darme cuenta que no sé nada de lo que es una relación, tampoco se nada del amor, porque afortunada o desafortunadamente es algo por lo que no he tenido que pasar.  Entiendo que habrá veces que nuestras diferencias sean más grandes que nuestros egos pero creo que si no lo intentamos, al menos una vez, nos arrepentiremos el resto de nuestros días… yo me arrepentiré. 


-¿Qué es lo que quieres Stark?


-Para empezar, que dejes de llamarme Stark –Loki sonrió – Quiero esto que iniciamos aquí –señaló la habitación- también platicar contigo, saber qué piensas de las cosas, que es lo que lees,  preguntarte como fue tu día, sentarme contigo a la hora del almuerzo, que se yo, lo que se supone que hace una pareja normal. Sé que no es algo tan simple… pero quiero intentar. ¿Tú no?


Loki aparto la mirada con un gesto de dolor, parecía que estaba librando una terrible batalla interna.


-Quiero que entiendas que aunque te esfuerces en alejarte de mí, en perjudicarme, en agredirme, casi matarme, para que desista, no cambiara en absoluto los sentimientos que tengo hacia ti.


Entonces Loki se volvió con verdadera sorpresa y lo miro, parecía incapaz de creer lo que acababa de escuchar. Luego de unos segundos que parecieron congelarse en el tiempo gesticulo una mueca parecida a una sonrisa rota, limpío una de sus manos en su pantalón y la extendió hacia él. Tony se acercó con cautela hasta posicionarse entre sus piernas, tan cerca que Loki cerró los ojos nuevamente y recargo su frente en la de él.


-No suelo confiar en la gente –dijo en un susurro.


-Lo sé… -el pelinegro poso uno de sus pálidos y fríos dedos en sus labios para hacerlo callar.


-Vincularte demasiado a alguien conlleva expectativas que muchas de las veces no se van a cumplir… -su voz se escuchaba ronca y temblorosa como si estuviera a punto de echarse a llorar -sin embargo estoy aquí, a diez metros del piso completamente a tu merced. Puedes empujarme y yo irremediablemente caeré al vacío… o puedes…


Tony lo entendió y envolviendo su cintura con sus brazos lo bajo de ahí. Temblaba, sentía su fragilidad contra su cuerpo y lo abrazo con todas sus fuerzas tratando de infundirle valor.


-No te dejare caer –declaró determinado. Loki correspondió recargando su cabeza en su hombro.


-La gente no comprende la magnitud de lo que suele prometer. –dijo aun con un deje de duda.


-Es por eso que no pienso prometerte nada, esto será más bien un compromiso entre los dos, un contrato.


-¿Y cuáles serían las clausulas?


-Esas me gustaría discutirlas en otra ocasión, con más calma y un café.


-No me gusta el café. –le pareció que sonreía y Tony sonrió también. Loki se separó para verlo directamente a los ojos, tan cerca el uno del otro que parecía compartir una misma respiración. –espero que en verdad seas todo lo que dices ser o te va a pesar. –lo amenazó y sin más lo besó.


Tony se paralizó y casi hubiera jurado que hasta se sonrojó, algo completamente insólito en alguien como él. Y es que no fue un beso como tal, solo un roce ligero y torpe entre sus labios fríos y los de él; pero aquella caricia fugaz extrañamente lo estremeció de formas como ningún otro beso antes lo había hecho, por más apasionado que se lo hubieran dado. Y Tony supo que era porque venía precisamente de él, de aquel chico extraño, desquiciado y peligroso que desconfiaba de los demás, pero que excepcionalmente había depositado su confianza en él. Y la forma encantadora como sonreía luego de que se separaran y esa verde mirada, tierna e infantil le erizaba la piel. Ese simple roce le había costado sangre, le había costado un Galpin y por eso su valor no se podía comparar.


-Creo que han llegado por ti –dijo asomándose por el balcón cuando escucho el sonido de un claxon. Tony aún seguía petrificado.


-E… eso significa que… ¿Qué si? –tartamudeo.


-Tal vez. –contestó coquetamente tomando nuevamente su cuaderno de dibujo y haciéndole un gesto para que salieran de ahí.


-¿Cómo que tal vez? –la sangre había vuelto ahora a su cerebro y este nuevamente comenzaba a trabajar. Lo alcanzo cuando abandonaba la habitación y lo abrazo.


-Jamás te dije que me podías abrazar. –Espetó fríamente y Tony supo que el Loki esquivo había regresado otra vez.


-Puedo dejar que estrelles otros autos. –Le ofreció, con tal de sentir su frio contacto haría cualquier cosa por él.


-Tentadora oferta –sonrió de lado –lo pensare.


Y esta vez fue Tony quien lo besó y lo más maravilloso del mundo fue que Loki correspondió.


 


Guardo silencio unos segundos sonriendo como bobo en la oscuridad de su habitación, delineando suavemente sus labios con la yema de sus dedos, recreando con satisfacción las sensaciones tan extraordinarias que aquel beso le hizo sentir. El terso contacto de la boca ajena, su dulce sabor, la sensual caricia de su lengua cuando la rozó y los latidos acelerados de su corazón. El mundo se detuvo, la habitación giraba a su alrededor, sus pies se despegaron del piso… solo porque Loki lo beso.


-Ok –lo despabiló la voz de  Rhodey –hasta aquí creo que el relato va empalagosamente bien ¿Entonces que paso?


-No lo sé –suspiró Tony rompiendo la burbuja de su ensoñación.


Luego de que se despidieran de aquel par de “encantadores” ancianos regresaron a la realidad. Al día siguiente Tony le llamo ofreciéndose a llevarlo al colegio, pero como toda respuesta Loki le colgó. De cierta forma el entendía, estaba invadiendo un plano un terreno familiar, pero su celular se había fundido así que no le quedo alternativa. Luego Fury lo mando llamar y tan pronto como salió de su despacho no lo volvió a ver, había intentado abordarlo en el pasillo pero estaba tan enfadado que simplemente se disculpó y se fue. A la salida encontró una nota en su casillero con un “te llamare” pero ya era demasiado tarde para albergar esa esperanza.


-¿Y qué harás? –preguntó su amigo y cuando estaba a punto de responderle Jarvis entró.


-Disculpe señor, pero tiene una visita.


-¿Una visita? –se preguntaba si acaso había escuchado bien. Jarvis se hizo a un lado y un chico pelinegro entró en la habitación. -¡Loki!


-Gracias –le dijo al mayordomo quien haciendo una elegante reverencia se retiró.


Tony saltó de la cama y en dos pasos ya estaba ante él. Sin mediar palabra alguna simplemente se abrazaron y besaron de manera torpe y arrebatada hasta que les falto la respiración.


-Bien –dijo Loki sonriendo y tomando una fuerte bocanada de aire para continuar. –estaba pensando que… sería bueno tomarnos ese café.


Tony le regalo un beso tierno y corto, lo tomo de la mano entrelazando sus dedos y salieron de ahí.


-¡Hey! ¿Tony? –Se escuchaba hablando sola la voz de James -¿Te encuentras ahí? –pero era más que evidente que no.

Notas finales:

Bien, espero que hasta aqui todo haya ido bien, porque a partir del proximo hara su tan esperada aparicion Thor, asi que nos vemos en el proximo.


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