Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El plan por Drakarys

[Reviews - 146]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola.

He aqui una nueva actualizacion, no se si ya lo dije antes pero realmente no tengo fecha para subir capitulo, eso de tener una fecha determinada de entrega me estresa e incosnientemente me saboteo para no cumplir, asi que decidi que conforme terminara cada capitulo los subiria, lo que hace un promedio de dos a tres dias mas o menos entre actualizaciones porque a veces ya lo tengo avanzado en una libreta y otras no y me cuesta un poquito mas.

 

Este capitulo esta cargado de dialogos asi que espero no sea muy pesado de leer.

Y sin mas...

Una de las ventajas de tener a su tía en casa era sin duda los exquisitos postres que solía preparar, si estaba de humor complacía hasta los más descabellados antojos de sus sobrinos, pero lo que a Loki realmente le enloquecía era el flan. Podía acabarse un flan entero y seguir deseando más, y por lo regular era así, todos sabían que si Skadi preparaba ese postre, en realidad era solo para él y por consiguiente nadie lo podía tocar.


Así que Skadi llego con un par de porciones hasta la recamara de su sobrino para sobornarlo para que la dejara pasar. Luego de la llegada de aquel extraño rubio regreso a su nido y se encerró a leer excluyendo de su mundo a todos.


-El día que Nietzche lloro –señaló tan pronto entró y se acomodó junto a él en su cama que al parecer había terminado por tender. Siempre solía hacer lo mismo, proclamaba al principio del día un “hoy no tengo ganas de limpiar” pero pasando de las doce terminaba se ponía a arreglar desesperado por el desorden.


Loki tomó de muy buena gana la gran porción que le ofreció su tía y rápido la comenzó a devorar, dejo el libro sobre el edredón negro con esmeralda, y Skadi lo agarró.


-Irvin D Yalom –leyó el nombre del autor –aquí dice que es psicólogo así que debe ser muy bueno –Loki sonrió -¿De qué trata?


-De amor.


-¿De amor? –releyó una vez más la contraportada del libro que resumía sobre el psicoanálisis de Nietzche por Breuer ¿en dónde se mencionaba la palabra amor?


-No es lo que parece –dijo divertido con la reacción de su tía –es la historia de una depresión causada a causa de un desamor.


-¿Cuántas veces lo has leído? –por el color de las hojas suponía que más de una vez.


-Varias. No he tenido tiempo, ni dinero, para visitar las librerías a ver que hay.


-Lo cual me recuerda… espera –Skadi se puso de pie y salió del cuarto solo para regresar un par de minutos después con un paquete  envuelto en un áspero papel color caqui que le entregó. –Es para ti, dicen que está en el ranquin de los más leídos.


-Por favor, dime que no es Cincuenta sombras de Grey, –se burló tomando el obsequio y girándolo tratando de adivinar su contenido.


-¡Dios, no! –le siguió el juego divertida. –Ese le toco a Helblindi por supuesto. –Loki sonrió, con ese tipo de sonrisa cargada de complicidad y cariño que solo reservaba para gente especial.


-Si mi padre se entera que le estas dando de leer a su retoño libros de literatura erótica te despescuezará.


-¡Por favor! Ni que fuera Calígula. Además si no los deja experimentar por si mismos solos les queda el refugio de fantasear. Estoy segura que tu hermana mojara unas cuantas pantaletas con Christian Grey.


-No estoy seguro que sea buena idea que le alborotes las hormonas más de lo que ya están.


-Son adolescentes, eso está implícito con o sin libro.


-Si. –Concluyó cambiando de tópico y mirando la portada del libro en donde lucía un extraño unicornio. –El fin del mundo y un desesperado país de las maravillas –rezaba el título. –Haruki Murakami –y se dio un tiempo para leer la reseña del libro, dos historias que se desarrollaban en escenarios diferentes y que estaban conectadas entre sí.


-Bastante complicado de leer según me han contado así que te caerá bien.


-Gracias. –Dejó el obsequio en su mesita de noche y se levantó para dirigirse hacia uno de los dos libreros que tenía a sendos lados de un gran ventanal. –Aquí tienes –le entregó un libro: Las mujeres que aman demasiado de Robin Norwood cuyo propósito era ayudar a mujeres adictas al amor a reconocer, entender y cambiar su manera de amar.


-¿Te sirvió? –le preguntó tan pronto lo tomó.


-En realidad mi intención era que una amiga lo leyera, pero fracase.


-¿Una amiga en “especial”? –le pregunto guiñándole el ojo pícaramente a lo que Loki se rio.


-Sabes que no. Pero si es muy especial para mí, aunque no de la manera “heterosexual”.


-Heterosexual, homosexual, nunca he entendido la necesidad de catalogarlos. Todos somos humanos independientemente de hacia donde se inclinen nuestros afectos, porque es solo eso, amor.


-Discúteselo a un homofóbico. –Concluyó volviendo a tomar su postre y recargándose en la ventana que daba hacia el patio trasero.


-Al próximo homofóbico que vea se lo diré, -declaró tajante.


Luego por unos segundos no se tuvieron anda que decir, pero no era de esos silencios incomodos que solía a veces tener con su papá, con Skadi se entendía realmente tan bien que a veces no hacían falta las palabras. Aun así esta volvió a hablar.


-¿Sabes que hay un rubio enorme rondando por la casa, verdad? –le preguntó. Loki sin apartar la mirada de la ventana simplemente asintió. -¿Sabes que esta increíblemente guapo, verdad?


-¿Qué? –fue entonces que Loki reaccionó, sus mejillas se ruborizaron y Skadi sonrió.


-Me pregunto si está interesado en Helblindi o en ti.


-¿Y porque tendría que estar interesado en alguno necesariamente?


-Porque lleva medio día poniendo trampas en el patio con Býleist.


Loki observaba atentamente desde su ventana a su pequeño hermano conviviendo tranquilamente con Thor. Había pensado que luego de estar solo un tiempo considerable se aburriría y desistiría de estar ahí, jamás considero que encontrara algo que hacer.


-Además ayudó a Laufey con algunas reparaciones que había pendientes en la casa –continuo diciendo su tía- y hasta hizo un par de mandados para mí. Creo que es un chico encantador.


Loki resopló y torció los labios, todo eso no era parte del plan.


 


Thor se afanaba por terminar aquella trampa con los materiales que le había dado Býleist, el cual consistía en un bote unido a una puerta de madera deslizable que caería cuando el animal entrara por fin.


-¿Dónde aprendiste a hacer esto? –preguntó el pequeño.


-En un campamento al que fui una vez. –Contestó sin despegar la mirada de su labor.


-¿Es divertido un lugar de esos?


-Depende, para mí lo fue ¿alguna vez has asistido a uno? –Býleist negó -¿Y Loki?


-No somos esa clase de gente –declaró el castaño tan solemne que desconcertó a Thor.


-¿Qué clase es esa?


-Gente de acción. Lo nuestro es el diseño de planes maquiavélicos y elaborados que pueden o no funcionar dependiendo de su efectividad.


Thor sonrió divertido por esa extraña forma que el niño tenía de hablar, también porque entendía bien a que se estaba refiriendo.


-¿Qué harás con las criaturas cuando las captures? ¿Las usaras para tus experimentos diabólicos?


-¡Claro que no! –Saltó horrorizado -¿Qué clase de ser desalmado crees que soy? Los colocare en el casillero de Devan Stone, -dijo quitado de la pena.


-¿Quién?


-Un chico que cree que, porque la naturaleza lo proveyó de una musculatura más desarrollada y un par de centímetros por arriba del promedio, tiene derecho a someter a los demás.


-Un brabucón –resumió Thor poniéndose de pie, había concluido con los últimos detalles y sacudía las manos en su pantalón. Býleist caminaba alrededor de la trampa admirando la creación, parecía un juez asintiendo en silencio dando su aprobación. -¿Has probado decirle a alguien?


-¿Crees honestamente que eso resolvería algo?


-Pues…


-Supongo que jamás sabrías lo que se siente estar en esa situación –dijo en un tono comprensivo –porque con solo verte  uno puede darse cuenta que nadie se metería con alguien como tú. El que lo haga sería realmente estúpido o un suicida en potencia. – Y entonces lo volteo a ver, como si analizara los posibles resultados de un encuentro entre los dos, muy desfavorables para su persona, por eso negó. -La única forma de que seres despreciables como esos paren, será cuando alguien tenga el valor de hacerlos parar. Por desgracia la única manera en que alguien como yo pueda hacerle frente a un espécimen como ese es con mucha imaginación.


Thor recordó entonces el primer día de clase de Loki y como su puño fue a dar a su nariz. La verdad no se había parado a averiguar qué era lo que realmente había pasado, simplemente reacciono en defensa de Sif; aunque ahora que lo pensaba, esta era muy capaz de meterse en problemas sola y también de salir. ¿Y si había sido por culpa de Sif? De ser así tal vez había sido muy injusto con Loki.


Por una vez Thor se puso en su lugar. Un pequeño niño en una nueva escuela con compañeros mayores a él, de pronto un grupo de brabucones se había metido con su persona, lo había agredido, insultado, golpeado y puesto un apodo despectivo que rápidamente se popularizó. Viéndolo desde esa perspectiva tal vez Loki había tenido la razón, tal vez solo se estaba defendiendo de la única manera que tenía para dejarle claro que no estaba dispuesto a dejarse de gente como él.


“Gente como él”. Aquello de pronto le sonaba terriblemente mal.


Tal vez si no fuera tan impulsivo e imprudente no estaría metido en tantos problemas, empezando por el motivo por el que ahora estaba metido ahí. Se preguntaba si habría alguna manera de volver en el tiempo y rehacer aquella situación, de conocer a Loki en circunstancias diferentes y llevarse bien. ¿Acaso era posible para ambos el llevarse bien?


-No necesitas comadrejas –dijo empatizando ahora con el niño. –Si tienes la técnica adecuada hasta tú los puedes derribar. ¿Quieres que te enseñe?


-¿En verdad funciona?


-No siempre he sido tan alto como me vez. –Sonrió de la forma simple y honesta en que solía hacerlo y Býleist le creyó y la siguiente hora la dedicó a inculcarle algunos truquillos para sobrevivir.


 


Luego de un rato Skadi consiguió hacer a Loki salir, lo había convencido para que bajara y le ayudara a preparar la cena y tratara de convivir con su familia. Y mientras este picaba metódicamente las verduras y las colocaba en un refractario, su hermana estaba haciendo todo un caos. Avanzaba demasiado lento porque no hacia otra cosa que hablar de Thor, de lo guapo que era, del hermoso cuerpo que poseía, de lo popular que se podría volver andando con él, algo que realmente sería una hazaña porque a pesar de coquetear con muchas al parecer a ninguna le había dado el sí.


Skadi la escuchaba divertida mientras Loki rodaba los ojos con desesperación. Luego de un rato entraron por la puerta de la cocina Thor y Býleist.


-Veo que han estado ejercitándose –dijo al verlos bañados en sudor. Helblindi rápidamente sirvió un vaso con limonada que coquetamente le ofreció al rubio. Skadi sin embargo pudo notar perfectamente como sus ojos se desviaban con disimulo hacia otra dirección.


-Thor me estaba enseñando como cazar comadrejas –dijo el chico, riendo con complicidad, si alguien se enteraba de lo que habían estado practicando la iba a tener realmente mal.


-¿Enserio?


Una alarma en la muñeca del niño comenzó a sonar y como si fuese un simulacro de incendio, todos reaccionaron a la vez. Mientras Býleist la desactivaba Loki dejaba su labor, abrió una alacena y saco una serie de frascos con diferentes medicamentos que empezó a racionar. Skadi lleno un vaso con agua y se la tendió al menor, este, sin detener su emocionante relato de lo que había sido su día, fue tomando pastilla tras pastilla hasta que las termino sin chistar. Luego volvió a acomodar la alarma para la siguiente toma y se sentó en la barra junto a Thor.


-¿Sabías que Thor fue scout? –decía el chiquillo alargando la mano para tomar pequeños trozos de comida que Loki con un golpecito le impidió. -¿Cómo has podido estar dos años en la misma escuela y no ser amigo de alguien tan genial?


-Porque no tenemos nada en común –dijo tajantemente su hermano sin voltear a ver a Thor. Pero este no podía despegar su mirada de él.


Por alguna razón ya no lo veía como la amenazante serpiente que siempre creyó que era, en su lugar veía a un chico callado desenvolviéndose tranquilamente en su ambiente familiar, bueno, tal vez no tan tranquilo debido a su presencia, pero definitivamente no tenía el porte amenazante que solía tener en el colegio para alejar a los demás.


Cuando este sintió que lo contemplaba insistentemente volteó. Fueron unos segundos en donde sus ojos se encontraron, pero algo en él se cimbró, Loki tenía algo intenso en la mirada que le causaba ese efecto en él. Luego la dirigió hacia Býleist acusándolo de traición,


-Creo que ya va siendo hora de que me vaya –dijo el rubio viendo que el sol estaba por ocultarse.


-De ninguna manera –lo atajó Skadi. –Te quedaras a cenar.


-¡Si! - Býleist y Helblindi brincaron gustosos.


-Yo… no… seria mucha molestia… -Tartamudeó cuando sintió la acerada mirada de Loki sobre él, ante todo la advertencia de lo que le haría si aceptaba la invitación.


-No fue una pregunta –respondió la mujer. –Así aprovechamos para concerté mejor.


-¿Está bien?


Loki bufo molesto y Thor se encogió como un niño pequeño al que acababan de regañar.


La forma tan cohibida como aquel enorme rubio se comportaba tenia completamente desconcertada a Helblindi. Siempre le había parecido que Thor debía ser un chico decidido, extrovertido y no alguien con un problema de seguridad. Siempre se había plantado en el colegio como alguien digno de imitar. Sin embargo decidió pensar que era porque estaba nervioso al no conocer a nadie ahí y ella estaba más que dispuesta a relajarlo.


-¿Quieres ver una película? –le ofreció. Había intentado acercársele durante todo el día, pero ya fuera por la presencia de su padre, de su tía o de las comadrejas que intentaba cazar Býleist y a las cuales ella temía, no lo pudo hacer.


Por un segundo Thor desvió nuevamente su mirada hacia Loki y al ver que este se irritaba sonrió. Tal vez estaba forzando su paciencia pero a menos que aceptara darle las tutorías él no estaba dispuesto a irse de ahí.


-Claro, ¿porque no? –aceptó. Y aunque no estaba muy convencido con la idea de pasar su tiempo con Helblindi, la siguió.


-¿Te molesta…? –dijo Skadi y Loki estallo.


-¡Pero por supuesto que me molesta! Ese grandísimo cretino no sé qué se cree, –descargaba su furia acuchillando violentamente los trozos de ternera como si estuviera descuartizando a Thor. –Como si no fuera suficiente tener que ver su carota en la escuela de lunes a viernes, ahora tengo que tragármelo aquí, en mi propia casa, en mi lugar.


-A mí me cae bien –dijo Býleist.


-Y encima se adueña del afecto de mi familia, como si no fuera ya lo suficientemente popular. ¿Qué? –le espetó a su tía quien lo observaba abiertamente divertida. -¿Qué?


-Te gusta Thor.


-¡¿Qué?! –exclamo horrorizado y Býleist se rio.


-Ni intentes negármelo, sabes que a mí no me puedes mentir.


-Eso… eso, eso no es verdad  ¡Y tu deja de reír! –señaló a su hermano con el cuchillo.


-Iba a decir que si te “molesta…ría” pasarme aquel sartén cuando estallaste con toda esta queja así que… -Loki se puso de pronto tan rojo como un tomate. -Sera mejor que me des eso antes de que no quede carne que podamos comer –le retiró la tabla con los cortes y el cuchillo –y definitivamente antes de que te puedas herir.


Loki respiraba agitado, con el ceño fruncido y la mandíbula tensa en un intento por contenerse y no hablar de más.


-Yo no creo que haya nada de malo en eso –le dijo dándole la espalda. El sonido de la carne friéndose y su delicioso aroma inundo el lugar. –Me parece que es un chico encantador.


Y sin poder seguir escuchando tanta tontería, Loki simplemente se fue.


-A mi también me parece que le gusta –dijo su pequeño hermano. –Y creo que también le gusta a Thor. –Skadi se volvió preguntando con la mirada a que se refería y este encogiéndose de hombros continúo. –Hoy mientras me asesoraba no dejaba de preguntar a cada momento por él.


-¿Sabes qué? –Se volvió su tía con un trocito de queso que dividió para que compartieran –Yo lo creo también.


 


Cuando Loki paso por la sala rumbo a las escaleras se sorprendió de no encontrar ahí a Thor. Cuando le pregunto a su hermana por su paradero esta simplemente le informo que de pronto le había pedido usar el baño y que llevaba ya rato ahí.


Lo que no había dicho era que Thor había salido casi corriendo más bien a ocultarse por el insistente acoso del que estaba siendo objeto por la menor. Tan pronto se sentaron en el sillón, esta, no dejo de repagársele a pasar de sus intentos por mantener una distancia apropiada entre los dos.  El colmo fue cuando sin recato había puesto una mano sobre su pierna y con disimulo la había comenzado a subir.


-¡Necesito usar tu baño! –había saltado del asiento y luego de que molesta le hiciera una seña de donde se encontraba, había salido corriendo hacia allá.


El baño de invitados se encontraba debajo de la escalera y una vez que se asegurara de colocar correctamente el pasador, convencido de que aquella chica sería capaz de seguirlo, saco su celular. Respiro profundamente un par de ocasiones para tranquilizarse y llamo a la única persona que sería capaz de sacarlo de semejante situación.


-¿Qué paso? –escuchar la voz conocida de Fandral al otro lado de la línea lo reconforto.


- ¡No voy a ser capaz¡ –dijo llanamente tomando la taza de baño como asiento y dejándose caer ahí.


-¿Thor?


-Yo lo miro y lo miro y… ¡No voy a hacer capaz! –su voz estaba bañada de ansiedad.


-Tranquilo hermano, cuéntame que paso ¿En dónde estás?


-En casa de Loki


-¡¿Y cómo demonios fuiste a parar ahí?! –y el sonido de cosas cayéndose le dio una idea de que tanto aquello lo sorprendió.


-Fue idea de Sif. Dijo que tenía que hacer acto de presión.


-¡Sif! –bufó Fandral, estaba empezando a creer que tenía algo contra Thor. –Bien ¿Y dónde exactamente estas? ¿Encerrado en las mazmorras?


-En el baño escondiéndome de su hermana.


-¿Te está amedrentando una niña de quince años? Me preocupas Thor.


-¡Tu no la tienes pegada como un chicle, así que no juzgues! –Se dio un segundo para respirar y continuó. – He estado pensando que tal vez no hemos sido justos con él. Tal vez no es lo que pensamos, tal vez solo lo juzgamos sin conocerlo como lo hicieron todos los demás.


-Pero él se ganó esa reputación a pulso.


-Pero no conocemos sus motivos. Y ya no estoy seguro de poder hacerle algo así.


-Escucha. Entiendo que sientas remordimientos porque tu sueles ser así, un enorme oso con corazón de pollo, pero en este momento ya es muy tarde para poderse retractar. Fury hablo con el entrenador y estamos a un suspiro de ser suspendidos del equipo y no podemos darnos el lujo de que eso pase ¿verdad? Además Stark te está ganando la partida. Está trabajando mucho más rápido y se la está jugando toda, no podemos esperar a que simplemente no sea su tipo ¡hay que atacar!


-¿Atacar? Lo dices muy fácil, como no eres tú el que está en su casa ahora. No, yo primero tengo que… que mediatizarme porque… porque esto es traumático… se van a tener que cooperar para mandarme a una terapia. –Fandral se rio y su risa jocosa lo contagio. -Tengo que colgar o pensaran que me he enfermado.


-Bien. Suerte y tan pronto salgas de ahí quiero saber en que acabo ¡Animo campeón!


Así que Thor volvió a respirar profundo para tomar valor, pero a cómo iban las cosas iba a necesitar mucho más que aire para lo que vendría a continuación.


 


Laufey encabezo la mesa de seis plazas no muy de acuerdo con el invitado de honor. Más que pedirle su autorización, su hermana simplemente le había dado aviso de que se quedaría a cenar con ellos el hijo de Odín.


-Creí que ya se había ido –susurró a su hermana tan pronto lo vio entrar.


-¡Oh, vamos! No puedes culpar al muchacho por los errores de su padre, ni siquiera se parece a él. -Laufey lo escudriño de arriba a abajo tomándose su tiempo y evaluando si aquello era una posibilidad. -¿Has hablado con él?


-No detenidamente.


-Entonces no te atrevas a juzgarlo sin antes conocerlo y ten –le extendió el plato para que le ayudara a servir.


Al lado derecho de Laufey se sentó Loki haciendo un enorme esfuerzo por ignorar a Thor, a su costado estaba su pequeño hermano y frente a él su tía, a la izquierda de su padre; Helblindi en al lado de Skadi y frente a Býleist. La otra cabecera había sido reservada para Thor. El lugar estaba cálidamente iluminado por una araña de cristal que pendía por encima de la mesa. La comida lucia exquisita, fajitas de res con pimientos de diversos colores y una guarnición de arroz, el platillo era acompañado por agua de sabor.


Thor no paso por alto el hecho de que no hicieran, como en su casa, una oración, simplemente dieron gracias por la comida y empezaron a comer. Y como él estaba acostumbrado a eso de que donde fueres has lo que vieres, los imitó. Al cabo de un minuto en donde todos silenciosamente degustaban de la cena, el interrogatorio comenzó.


-Así que eres hijo de Odín. –Comenzó Skadi -¿Cómo esta él?


-Bien –contestó simplemente llevándose una porción a la boca. ¿Qué más podría decir?


-¿Sabías que él y yo mantuvimos una relación? –comentó para asombro de todos, en especial de Loki que no parecía estar enterado de aquella parte de la historia familiar. –Pero no funcionó porque nos llevábamos muchos años.


-Y él siempre prefirió a Jörd, –agregó Laufey porque sabía que eso irritaba terriblemente a su hermana quien siempre soñó con casarse con Odín.


Thor no pudo evitar sonreír al evocar el dulce recuerdo de su madre.


-No sabía que ustedes conocían a mis padres. –Dijo sorprendido tanto como desconcertado estaba Laufey. Al parecer el viejo tuerto jamás había hablado de él ante su hijo ni contado la causa de la ruptura de su amistad.


-Eran viejos amigos ¿No es así? –contestó Skadi en represalia por lo de Jörd. –De alguna manera estaban destinados a conocerse ustedes dos.


Y fue entonces que Loki levanto la vista de su plato y miro a Thor. Este simplemente trago grueso, ahí estaba esa mirada otra vez. No alcanzaba a entender porque lo descontrolaba que lo mirase así.


-Por cierto ¿Qué te traes con mi hermano? –preguntó de pronto el menor.


-¡Býleist! –exclamó avergonzada Helblindi, quien trataba de quedar bien con Thor.


-¿Qué? Todos tienen esa duda y nadie se atreve a preguntar. Es demasiado genial para estar aquí.


-¿Qué quieres decir con demasiado genial? –inquirió su padre con un tonillo irritado. Su hijo lo miro como si fuera lo más obvio del mundo.


-Intento hacer que me ayude con una materia. –Se apresuró a contestar Thor, antes de que la conversación se fuera por ahí. –Soy un desastre con la química y tu hermano es el mejor.


Loki bebió completo su vaso con agua, pareció turbarse un poco con el cumplido de Thor.


-¿Y lo ayudaras? –le pregunto su hermano.


-No dispongo de tiempo –contestó el moreno y Thor se percató de que sin importar que tan inapropiada fuera la pregunta o que tan molesto estuviera con su presencia, este siempre respondía sus dudas.


-¡Que mal! –Exclamo Helblindi –aunque si quieres yo te podría ayudar –y rosó sutilmente su meñique en la mano del rubio haciéndolo saltar.


-Eso no pasara –dijo tajante su padre acribillándolo con la mirada como si acabara de manosear a la menor.


-Te dije que ese libro sería contraproducente –susurró Loki a su tía, esta lo pateó juguetonamente por debajo de la mesa.


-¿Y tienes novia Thor? –pregunto Skadi con una sonrisa traviesa sin apartar su mirada de su sobrino mayor. Este entendió la indirecta y le sostuvo la mirada con rabia.


-De hecho si –y su respuesta cayó sobre todos como un balde de agua helada.


-¿Y la conozco? ¿Va en nuestra escuela? ¿Cuál es su nombre? –arremetió molesta Helblindi.


-Se llama Jane.


-Foster –escupió Loki.


-Así es. -A Thor le molesto su reacción, era su novia después de todo, pero poco sabia de lo mal que esa pequeña sabelotodo le caía a él.


-¿Y porque no la conozco? –insistió la chica.


-Gano un concurso de astrofísica y se fue a un programa de intercambio en Londres.


-¡Entonces debe ser muy lista! –se sorprendió Skadi lo que infló con orgullo el pecho de Thor. –Lo ves Laufey, no todos los adolescentes son unos descarriados sin control, también hay buenos chicos.


-Permiso –se disculpó molesta Helblindi para ir a contestar el teléfono que había empezado a sonar.


-Y no lo dudo, pero no estoy poniendo en tela de juicio su bondad sino su imprudente forma de ser. No tienen la capacidad para comprender lo que es correcto de lo incorrecto y posiblemente no la tendrán hasta que tengan cuarenta y entonces ya no les servirá de nada porque tendrán que vivir con las consecuencias de sus estúpidos actos.


-¿Y qué me dices de Loki?


-A mí no me metan –se quejó el pelinegro.


-¿Crees que es un imprudente el también? ¿Acaso no es lo suficientemente maduro para saber distinguir entre lo que está bien o no?


-Loki sabe que yo confió en él


-Te hablan –dijo Helblindi volviendo y pasándole a su hermano el auricular. –Dice que es tu novio.


-¡Que! –exclamaron Thor y Laufey a la vez. Loki miro aterrado a uno, sorprendido a otro y con furia al auricular. Helblindi sonreía divertida, hasta que le había podido hacer una a su perfecto hermano.


-¿Cómo está eso de que tienes novio? –Pregunto su padre -¿Cuándo me lo pensabas decir?


-¡Ves, a eso me refiero! –Dijo su tía –donde está la confianza que profesas tener.


-¿Bueno? –se escuchó la voz de Stark, al parecer Helblindi le había hecho el favor de ponerlo en altavoz. Se volvió a fulminarla con la mirada


-Estas muerta –le susurró.


 -¿Tony Stark? –preguntó Thor sin creerlo.


-¿Stark? –Reconoció el nombre su padre -¿Así que esa es la larga historia de la que querías hablar?


-¿Esa era la voz de Thor? –se escuchó a un Tony un poco confundido.


-Laufey no te ensañes con él –trato de defenderlo su tía.


-¡¿Tu novio es Tony Stark?! –exclamó sin creerlo su hermana.


-¿Qué hace Thor ahí? –insistió Tony.


-Tony ahora no es el momento. –Y en verdad que no lo era, todo de pronto se estaba saliendo de control, todos hablaban y alzaban cada vez más la voz.


-¿Yo no puedo ni llamarte y tienes a Thor ahí?


-¿Es eso una escena de celos? –preguntó ingenuamente Býleist.


-¿Por qué Loki si puede salir con alguien y yo no? –se quejó Helblindi.


-¡Yo no estoy saliendo con él! –si apenas llevaban un día.


-Yo pensé que si –se escuchó la voz dolida de Tony por el auricular. -¿Qué hace el idiota de Thor ahí?


-¡Esos no son tus asuntos Stark! –espetó Thor


-Por supuesto que lo son ¿Acaso andas con él?


-¿Sales con Thor? –preguntó alarmado su padre ¿Acaso andaba con dos a la vez?


-Ya quisiera –escupió Helblindi con rabia.


-Ya quisieras tu –le debatió Býleist.


-Yo no ando con…


-¿Por eso lo tuvimos todo el día aquí? –quiso saber su padre, fulminando a ambos chicos con la mirada.


-¿Todo el día? -Pregunto Tony - ¿enserio? Y yo buscando la hora prudente para llamarte.


-Es más obvio que esta no fue –dijo Býleist.


-¿Y tú liándote con Thor?


-No puedo creerlo Loki –reclamo su padre.


-¡Loki sale a escondidas con alguien! –dijo teatralmente alarmada su hermana.


-¡¡Basta!! –grito Loki para hacerlos callar.


Todos enmudecieron en el instante permitiendo a Loki respirar. En ese momento daría lo que fuera por estar en el lugar de alguien más. Todos lo observaban atentamente en espera de lo que tenía que decir. En ese momento volvió a sonar la alarma de Býleist y automáticamente Loki alargo su mano a una vitrina que se encontraba tras de él y tomando un frasco con medicamentos se los extendió a su hermano.


–En primera no ando con Thor. –Empezó a hablar despacio pero seguro en sus palabras. –Tony no puedo creer que me estés armando una escena.


-Pero… -trato de defenderse el castaño.


-¡Cállate! – le ordenó y se volvió a su hermana quien sonreía con divertida malicia. –No ando a escondidas con él porque apenas acepte salir con él ayer.


-¿Qué? –fue el turno de Laufey de opinar.


-Y si papá, lamento mucho que te hayas enterado de esta forma… -suspiro derrotado, - pero ya que no ya vuelta atrás… quiero presentarte a mi novio…Tony Stark.


Y un silencio más pesado cayó sobre el lugar.

Notas finales:

Nota: Jörd, segun la mitologia nórdica es la verdadera madre de Thor y no Frigga como nos lo han hecho creer y por lo pronto quiero respetar eso ya luego veran porque.

Debido a las proximas vacaciones no se con que regularidad podre actualizar ya que pienso irme de vacaciones y lo mas seguro es que no tenga internet, pero si encuentro una oportunidad me dare una vuelta por aqui.

Un abrazo a todas y nos vemos en el proximo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).