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El plan por Drakarys

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Notas del capitulo:

Hola, ¿como se la pasaron el pasado fin de semana? Yo aun sigo de vaga, como pudieron darse cuenta, peeero, me tome mi tiempo para escribir un poquitillo y aprovechandome del internet de la vecina de mi hermana, pues aqui se los dejo para no hacerlas esperar mas.

Thor no podía describir el rostro de Laufey cuando Loki dijo aquellas palabras, aunque si la forma como un rojo intenso se había apoderado de repente de él,  como un personaje de caricatura al que lo único que le faltaba era el humo brotando de su cabeza. Con movimientos pausados tomó el teléfono y colgó, Loki estuvo a punto de reclamarle algo pero la sola mirada de su padre bastó para callarlo. Esta era dura e intensa, cargada de una mezcla de emociones que iban desde la ira contenida hasta la decepción. Thor jamás había visto en su propio padre una mirada así y entendió porque Loki de pronto pareció empequeñecerse y agachó la cabeza con reverenda sumisión.


-Skadi –habló con una voz que parecía de ultratumba –hazme el favor de despedir a nuestro invitado como es debido. Loki –dijo sin mirarlo –a tu habitación.


Y este salió casi corriendo y su padre lo siguió.


Thor no entendía muy bien la magnitud de lo que estaba pasando hasta que Helblindi, con una sonrisa traviesa, se lo aclaró.


-No nos permiten salir con nadie ¿sabes?


-Blindi –le advirtió su tía para que callara.


-¿Qué? ¡Es verdad! Acaba de meterse en un problemota y lo sabes. Ahora tendrá que permitirme tener un novio a mí también.


Thor la observó con interés ¿Qué clase de reglas eran esas? ¿Por qué no les permitían salir? Aunque por una parte entendía ahora porque los hermanos no se involucraban con nadie y se preguntaba si aquello lo sabría también Stark y si sabría de todos los problemas en los que acababa de meter a Loki, una parte se compadecía de él.


 


En su habitación Loki se dejó caer en la orilla de su cama mientras Laufey cerraba la puerta tras él. No dijo nada, en lugar de eso comenzó a caminar de un lugar a otro como león enjaulado hasta que por fin estalló.


-¿Te das cuenta de lo que acabas de hacer? –inquirió volviéndose hacia él.


-Padre yo…


-¡Guarda silencio! –Rugió –Por estos años te he puesto ante tus hermanos como un ejemplo a seguir, Como un chico inteligente que piensa, que analiza las cosas antes de actuar; que está por encima de las expectativas, de la presión social, que enfoca sus prioridades y deja a un lado todo lo nocivo y las distracciones ¿Sabes cómo me haces quedar? ¿Teniendo un novio a escondidas? Cuando presumo lo orgulloso que me siento de la confianza que existe entre los dos, de que tú y yo podemos hablar de lo que sea.


-Lo siento –balbuceó quedamente Loki.


-¡No piensas en tu familia, en tu hermana! ¿Cómo demonios le voy a decir ahora que no puede salir con muchachos si tú le das el ejemplo? ¿Y tus estudios? No tolerare que bajes tus notas por andar perdiendo el tiempo con este muchachito.


-Apenas llevo un día, yo no…


-¿Y cuándo pensabas decírmelo? Porque si no hubiese sido por su inoportuna llamada dudo mucho que me lo fueras a compartir.


-Te lo iba a decir, -le aseguró y no mentía, solo que aún no había encontrado la manera y el momento adecuado para hacerlo y ahora la situación se había salido de control.


-¿Sabes acaso quién es él? ¿Lo conoces bien? ¿Cuáles son sus intenciones? Seguramente no son buenas por qué nunca antes habías mencionado a ese tal Tony Stark ¡Maldita sea Loki! ¿Otra vez vamos a empezar? –Loki bajo la mirada avergonzado -¿Acaso se te olvido tan pronto todo lo que pasó?


-No –dijo amargamente.


-Pues no lo parece ¿Deseas pasar otra vez por esa situación? Dímelo para ir buscando los antidepresivos de una vez.


Los ojos de Loki se anegaron de lágrimas ante la mención de aquella vez.


-Esta vez no será igual –sentenció con la voz entrecortada.


-¿No?


-¡No! –zanjó completamente seguro.


-¿Cómo puedes estar tan seguro? ¡Lo mismo dijiste la otra vez y ya vez lo que paso! ¡Terminaste casi cortándote las venas por ese estúpido infeliz!


Loki no pudo evitar sentir rabia al recordarlo y un par de lágrimas amargas rodaron por sus mejillas contra su voluntad. El recuerdo de aquel bochornoso video y como rápidamente se había vuelto viral. La humillación que tuvo que pasar, como deseo dejar de existir, todo porque se atrevió a confiar en alguien como él.


Había amado a Balder con todo su corazón, con cada partícula de su ser. Estaba absolutamente seguro que jamás volvería a amar igual, que no volvería a entregarse como se entregó y él lo traicionó.


-No será igual –dijo completamente decidido. Tony le gustaba, sentía atracción por él, incluso le tenía cierto aprecio pero definitivamente no era amor, ni mucho menos estaba enamorado de él, jamás volvería a caer.


Laufey suspiró al percibir lo que revelaba el semblante de su hijo, se dejó caer a su lado pasando un brazo por su hombro en un amago de abrazo.


-A mí me educaron de una manera distinta, –dijo con un matiz diferente en su voz, con uno que trasmitía completa comprensión. –Crecí en una época distinta en donde a los hombres no se les era permitido llorar. Mostrar sentimientos o debilidad era casi un delito. Pero verte destrozado de aquella manera me partió el corazón, no poder hacer nada para evitar tu dolor me hizo sentir tan impotente. Quise ir y retorcerles el cuello a ese hijo de puta y a cada uno de los que te hicieron llorar. No quiero que vuelvas a pasar por algo así. Jure que mataría a todo aquel que se volviera a meter contigo y tenlo por seguro que lo cumpliré.


Loki asintió comprendiendo, tal vez su padre estaba más aterrado con esa relación que él. Sobaba su hombro de manera casi ansiosa causándole un leve dolor.


-¿Vale la pena ese chico Stark? –le pregunto luego de unos instantes en donde solo hubo silencio.


-No lo sé, -dijo honestamente -espero que sí.


Laufey enarco una ceja ante aquella inesperada respuesta y Loki sonrió.


–Él me gusta, me hace reír y me siento muy a gusto con él.


-¿Pero lo amas? – Loki negó con la cabeza.


-Yo no creo en el amor… -fue su tajante respuesta. –Ya no. Solo que he decidido que es tiempo de avanzar, de dejar el pasado atrás, de ya no atormentarme tanto por un estúpido error. Yo solo quiero ser un chico normal, con una vida normal y tal vez, no sé, hacer lo mismo que hacen los demás.


-Eso me aterra.


-No pienso drogarme –le aclaró con una sonrisa, -tampoco prostituirme o pertenecer a algún culto satánico, te lo prometo.


-No sabes que tranquilidad –dijo sarcástico poniéndose nuevamente de pie. –Bien, –suspiró, –Supongo que tendré que acostumbrarme a la idea de ser llamado suegro contra mi voluntad. –Y Loki se rio de tal forma que contagio a su padre. –Así que, antes de dar mi último veredicto me gustaría conocer a ese niño Stark.


-¡Gracias papá! –Loki saltó y abrazó a su padre con todas sus fuerzas, algo poco común en él. Sin embargo el tener la confianza de su padre significaba mucho para él


-Nada de gracias, -le dijo rompiendo el abrazo, por más moderno que Laufey intentara ser aún le costaba eso de la emotividad. -Aún hay cosas que tenemos que discutir.


-¿Cómo que cosas?


-Como todo ese asunto de la visita de hoy.


Loki resopló con fastidio, algo le decía que dado que su padre había cedido con Tony ahora era su turno de ceder con Thor y esa perspectiva no le entusiasmaba en lo absoluto.


 


 


Aquel lunes, Steve Rogers iba puntual como de costumbre rumbo al colegio. Se había encontrado a Natasha por el camino y le había ofrecido llevarla en su triumph thruxton, una motocicleta que el mismo había restaurado con ayuda de Stark. El carácter recto y su personalidad a veces inflexible le dificultaban hacer amigos con facilidad, pero era leal con los pocos con los que contaba y Natasha se podría contar en aquella lista a pesar de ser tan dispar a él.


-¿Saliste el sábado a divertirte? –le preguntó la chica mientras arribaban al estacionamiento del colegio.


-Bueno, mi abuela me pidió que la acompañara a jugar bingo al templo, así que no yo diría que no. –Contestó con una sonrisa amable mientras su amiga le entregaba el casco y se arreglaba el pelirrojo cabello.


-Si invitas a salir a Kirsten de segundo es probable que te diga que sí.


-Por eso no le digo – dijo sonriendo ante el nuevo intento de su amiga de conseguirle pareja y caminaron alegremente hacia la entrada.


-¿Tímido o asustado? –quiso saber su amiga, con esta eran ya una docena de chicas a las que decía que no.


“Enamorado” deseó contestar, pero eso abriría el tópico hacia una discusión que no pensaba tener, podría confiar mucho en su amiga, pero no tanto para revelar a quien pertenecía en secreto su corazón.


-Ocupado –fue entonces su escueta respuesta cuando cruzaron las puertas del plantel.


Dentro la escuela era un caos.


Todos iban y venían por los pasillos comentando los pormenores del fin de semana anterior, nada diferente a lo que acontecía cada lunes a excepción del tema de conversación. Todos comentaban el nuevo chisme y nadie estaba dispuesto a creer que fuese real, porque a pesar de todo lo que presenciaron la semana anterior, todos habían dado por hecho que se trataba de alguna broma excéntrica de Anthony Stark.


-¿Te enteraste ya de la nueva? –recibió Clint a su novia además del beso habitual. –Loki Laufeyson es novio de Anthony Stark.


Y entonces Steve sintió que se le acababa de estrellar el corazón.


 


Tan pronto Loki cruzo la puerta del colegio supo que algo no andaba bien. De repente el chismorreo propio de los lunes y que el solía comparar con el de un gallinero enmudeció, como si un hechizo hubiese caído en aquel lugar. Podía escuchar casi el eco de sus pasos mientras avanzaba por el pasillo teniendo cada una de las miradas fijas en él. Aquello le causo un escalofrió muy familiar, trató de ignorarlos y fingir que no le incomodaba el murmullo que se levantó como una ola a sus espaldas cuando su nuevo novio lo alcanzó.


-Hola primor –lo saludó alegremente, ajeno por completo a aquella situación, parecía que nada podía afectar a Tony Stark.


-Hola –contestó mientras discaba la combinación de su casillero.


-Te traje un obsequio –le entregó un paquete rectangular. Loki dejo de lado momentáneamente lo que estaba haciendo para tomar el regalo de Stark. No pudo evitar escuchar el revuelo de conjeturas que dicho presente causo a su alrededor y se dio cuenta que al parecer todos tenían su atención puesta sobre ellos dos.


-Un teléfono –se sorprendió al encontrar entre sus manos un celular.


-Así podremos comunicarnos sin tener que usar de intermediario a tu papá. La verdad es que solo su voz me causa un terrible escalofrió.


-Y eso que no lo conoces aun. –Sonrió al recordar la escena del sábado anterior.


-Espero que nunca se dé el caso, soy muy joven para morir


-Pues yo en tu lugar iría haciendo el testamento porque te quiere conocer.


-¿Es en serio? –Loki asintió -¿Por qué?


-Digamos que desea saber qué clase de patán pretende seducir a “su adoración”.


-Eso debe ser una broma –Loki negó. -¿En qué siglo cree que vive tu padre? Espero que tu dote realmente valga la pena.


-Eso tendrás que discutirlo con él. –Tony se rasco la cabeza un poco incómodo, no le apetecía en lo absoluto conocer al padre de Loki.


-Bien, tengo que irme. –Le dijo antes de que lo comprometiera a algo y lo besó.


Aquel secuestro de sus labios por los de Tony no se lo había esperado, tomándolo desprevenido y quedando por consiguiente completamente a su merced. Las demostraciones de afecto en público no eran lo suyo y mucho menos con tantos ojos a su alrededor. Tan pronto sus bocas se hubieron unido las exclamaciones brotaron por doquier, esto confirmaba lo que llevaban toda la mañana especulando. Loki intento separase de Tony, pero este lo tenía bien sujeto por la cintura y arrinconándolo contra el casillero no lo dejaba escapar, cuando intento reclamarle lo que hacía, una lengua traviesa lo silenció. El sonido de un flash lo despabiló y tuvo que morderlo con todas sus fuerzas para que lo dejara respirar.


-¿Qué demonios tienes en la cabeza? –le reclamó sonrojado y completamente furioso.


-A ti,.. Todo el tiempo. -Le respondió limpiando con el pulgar la sangre que brotaba de su labio inferior. –Vamos, no te enojes, solo fue un inofensivo beso.


-No tuvo nada de inofensivo a mi parecer.


-Nadie nos estaba viendo


-¿Estas demente? En menos de un minuto seremos la comidilla de cuanta rede social exista.


-No estas siendo objetivo, solo nos besábamos y ya.


-No, no fue solo eso, tú lo hiciste a propósito ¿Crees acaso que no lo sé? Te encanta ser el centro de atención y causar controversia, pero a mí no.


- No creo que la gente…


-¡No lo entiendes! Porque tú eres tú y todo el mundo sabe cómo eres ¡la novedad aquí soy yo!


-Yo creo que exageras.


-Y yo que eres un idiota –cerro su casillero y se largó lejos de él.


¿Es que no entendía lo rápido que circulaba el internet? Mientras hacia el recorrido hacia su aula pudo ver como todos tecleaban su celular, alcanzo a ver como la foto era compartida y en un minuto hasta los que no estaban presentes ya hablaban de lo que había pasado. En ocasiones como esas odiaba los medios de comunicación.


Estaba perdido en sus pensamientos y temores cuando una mole choco contra él. La falta de atención le hizo perder el equilibrio y caer sentado contra el piso, cuando alzó el rostro se encontró al estúpido de Rogers frente a él. Respiraba agitado y su mirada reflejaba una mezcla entre dolor y furia, una descomposición emocional del que parecía hacerlo responsable. Su cuerpo entero estaba tenso y sus puños se crispaban como si estuviera a punto de atacar.


Loki no se dejó amedrentar, se puso de pie elegantemente irguiéndose con la arrogancia que solía caracterizarlo y lo encaró. Rogers lo barrió con una mirada despectiva de pies a cabeza y se marchó.


Trato de ignorar ese incidente, así como también intento ignorar los cuchicheos que lo siguieron por doquier, que señalaban su espalda y que se silenciaban a penas volvía su mirada en dirección al origen. Aun en el aula, mientras el profesor escribía en el pizarrón y explicaba con apasionamiento la clase, nadie le prestaba atención. Sentado en el último banco de la última fila, Loki podía percibir todo lo que pasaba a su alrededor. Escuchaba el incesante tecleo de los teléfonos, el inconfundible tono de una actualización, las risillas burlonas que se esforzaban por sofocar para no ser evidentes y la forma como disimuladamente se volvían a verlo a él, como si de repente descubrieran que se tratara de un espécimen raro en extinción.


¿Entonces es cierto?” “no lo puedo creer” “¿Te lo llegaste a imaginar?” “Pensé que solo era broma de Stark” “¿Entonces ambos son gay?” “¿Así que es la nueva puta de Stark?”


Eran frases sueltas que sus oídos alcanzaban a captar. Loki trataba de respirar una bocanada de aire a la vez, sus manos empezaban a sudar y el lapicero se le resbalo, cuando se agacho a recogerlo alguien hizo el sonido de un chupeteo y todos comenzaron a reír. Se incorporó rápidamente mirando a todos lados tratando de dar con el responsable, pero todos disimularon muy bien.


Estaba volviendo a pasar, por más que intentara convencerse de lo contrario, estaba volviendo a suceder. Se sintió entonces descompuesto, todo daba vueltas a su alrededor, vio aterrado como sus manos comenzaban a temblar. De pronto ya no tenía diecisiete años sino catorce y era el equipo de rugby quien lo señalaba y se burlaba de él.


 “Miren la linda mariquita” “gimes como una puta” “¿Quién diría que sabes coger tan bien?”


Loki estaba a punto de ponerse a llorar, apretaba sus ojos intentando con todas sus fuerzas contenerse o desaparecer. El aire de pronto se había vuelto empalagoso, denso, lo empezaba a sofocar. Sintió su cuerpo helado y una fuerte punzada en su corazón. Creyó que estaba por darle un infarto y sin meditarlo se puso de pie, el profesor guardo silencio y todos se volvieron en su dirección. Sintió sus miradas como dardos atravesando su cuerpo, escrutándolo como sucias y repugnantes lenguas sobre su piel.


Tomo sus cosas y haciendo caso omiso de las protestas del maestro salió del lugar. Caminó lo más aprisa que pudo pero todo era difuso frente a él, en ratos estaba en Shield y al siguiente segundo estaba en Gladheim, su anterior colegio. Tuvo que recargarse en un casillero para no caer, temblaba como una hoja en otoño a punto de ser arrasada por un fuerte viento, así de vulnerable se sentía ante sus recuerdos, expuesto y supurante como una llaga que no había podido sanar bien.


La campana sonó y todos abandonaron las aulas e inundaron los pasillos. Rostros viejos y nuevos se mezclaban haciendo más confusa su situación. Risas frescas y añejas repiqueteaban como campanas aturdiéndolo aún más. ¿Acaso no podía escapar a ellas? Deseaba desaparecer.


Fue abriéndose paso a base de empujones y quejas entre la marea de adolescentes, pasando de caminar rápido a correr desesperadamente, en un vano intento por alejarse de ahí. Sus pies actuaron por si solos a falta de una guía adecuada y lo condujeron hasta los sanitarios, justo a tiempo de que se quebrara por fin y su estómago comenzara a devolver lo que hacía unas horas acababa de ingerir.


Otra vez –repetía una voz dentro de su cabeza- está sucediendo otra vez.


Su vientre convulsionaba con todas sus fuerzas haciendo su cuerpo temblar, el sabor acre raspaba su garganta y el fétido aroma lo hacía vomitar más. Cuando su cuerpo se convenció que ya no existía nada más que pudiera salir, se echó a llorar. Limpió la boca con la manga de su sudadera mientras bajaba la palanca y la tapa de la taza y se sentaba sobre esta en posición fetal. Rodeo sus rodillas con sus brazos y enterró su cabeza entre estos deseando desaparecer… otra vez.


Entonces unas risas maliciosas se escucharon fuera del cubículo donde se encontraba y se detuvieron justo frente a él. La puerta se abrió con un fuerte golpe sobresaltándolo, el equipo de rugby estaba nuevamente ahí.


 


Luego de que Thor fuera despedido amablemente por la familia de Loki había llamado a Fandral para contarle lo que acababa de acontecer. Este no salía de su asombro, en primera porque no le cabía en la cabeza que aquel chico odioso, peligroso, rebelde y transgresor en la escuela, en su casa fuese un hijo obediente, bien portado y ejemplar; en segundo y lo más importante para ellos es que fuese novio de Tony Stark.


-No puedo creer que ese bastardo lo haya conseguido –decía mientras se dirigían al cambio de hora.


Se detuvieron frente a los casilleros como era costumbre mientras alguno de ellos intercambiaba sus libros. Al igual que el resto del colegio, aquella noticia había sido durante toda es mañana, su tema de conversación. Pero mientras ellos debatían un sinfín de posibilidades, Thor no había pronunciado ni media palabra.


Todo el domingo no había podido dejar de pensar en Loki. Por un lado, cavilaba en la manera para arreglar las cosas con él, independientemente si decidía seguir adelante o no con la apuesta, sentía que lo había juzgado de manera errónea y deseaba, si bien no ser grandes amigos, al menos dejar de llevarse mal.


Por otro lado estaba su reciente relación con Stark. Loki lo había presentado formalmente a su padre con todo lo que eso implicaba, entre otras cosas el ser severamente reprendido por él. Y Thor no dejaba de preguntase ¿Qué tan serio seria lo de ellos dos? Porque si de alguna manera lo era, no se le hacía propio intervenir en esa relación solo por ganar una apuesta estúpida, pero por otro lado ¿Y si era solo una estrategia de Stark? ¿Acaso era justo que jugara así con él? Que lo pusiera en aprietos con su padre ¿Para qué? ¿Por humillarlo a él?


-¿Y ahora que vamos a hacer? –se cuestionó Fandral mientras cerraba el casillero.


-¿Acaso no es obvio? hay que sabotearle el romance a Stark. –dijo tajantemente Sif.


-¿Eso no es hacer trampa? –preguntó Volstagg. Fandral y Hogun estuvieron de acuerdo con él.


-¿Qué más da? Esto es una competencia, ¿O acaso creen que lo de ellos va enserio? ¡Estamos hablando de Stark! Si un fuese por la apuesta ¿Cuánto creen que duraría antes de botar a Laufeyson?


Thor golpeo su casillero con indignación. Le irritaba todo eso, le irritaba lo que le estaban haciendo a Loki y le irritaba la forma como hablaba Sif de él, como si fuese una cosa y no un ser.


-No pienso seguir con todo esto –declaró determinado.


-¿Qué? –los presentes se volvieron preguntándose si habían escuchado bien.


-Lo que oyeron, no pienso seguir con este estúpido plan. Yo hice algo indebido y yo voy a afrontar las consecuencias de mi idiotez.


Fandral y Volstagg asintieron porque entendían cómo era Thor, jamás haría algo que fuera en contra de su honor o de sus principios. De hecho Fandral pensaba que ya se había tardado demasiado en abdicar. La que parecía no poder con la idea era Sif.


-¿Estás hablando enserio? –Inquirió tan enfadada como si eso la ofendiera. Thor simplemente asintió. – ¡No lo puedo creer! ¿Ahora te llenas de escrúpulos?


-¡Estamos hablando de una persona Sif, no de un saco de papas! –le debatió él con el mismo ahínco. -¡Esa idea de enamorarlo, utilizarlo y botarlo! ¿Quiénes somos nosotros para hacerle algo así?


-¿De cuándo acá te importan las emosiones de otras gentes? No te importaron los sentimientos de Jarxana, los de Brunilda o los de Elfride ¿Porque lo de Loki si?


-Es diferente. Ellas sabían a qué atenerse conmigo, yo jamás les prometí algo que no pudiese cumplir.


-Y tú sueles ser fiel a tus promesas –dijo con un tono sarcástico que molesto a Thor.


-¡Por supuesto que sí!


-¿Así como prometiste a Fandral y a Volstagg estar juntos en esto? –Thor retrocedió, aquello había sido un golpe bajo. –Dijiste que saldrían juntos del reporte ¿Lo recuerdas? que no tendrían nada que temer pues tú lo iba a resolver ¿O ya se te olvido?


-No. –Contestó amargamente, sus amigos le pesaban también.


-Porque déjame decirte una cosa, quien empezó con todo esto fuiste tú, quien se metió en todo este embrollo arrastrando además a estos –dijo señalando a sus amigos –fuiste tú. Y ahora te resulta muy cómodo decir simplemente “me salgo”  porque tu conciencia no te deja ¿sin consultarlo con los demás? ¡Claro! Como tu único problema es el regaño de tu padre, pero estamos hablando del futuro de ellos dos.


Thor se volvió en dirección de sus amigos, estos bajaron la mirada sin podérsela sostener. Sif tenía razón, pero por más que le pesara a Fandral, jamás podría obligar a Thor a hacer algo en contra de su voluntad.


-Ellos confían en ti, -siguió atacando su amiga- tanto que no han movido un solo dedo, seguros de que tú lo ibas a resolver ¿Los vas a traicionar?


-¡Basta Sif!- intervino Fandral cuando vio que su amigo estaba poniéndose mal. Thor tomo sus cosas y huyo de ahí.


-No debiste hablarle así –le recriminó el rubio.


-Era necesario –contestó sin mostrar una pizca de culpabilidad.


-¿Por qué? Que yo sepa estabas en contra de todo ¿Qué fue lo que cambio?


-Nada cambio. Es solo que creo que Thor debe irse haciendo responsable por su estupidez. –Cerró de un portazo su casillero y también se fue.


-Esa mujer me da miedo –declaró Volstagg mientras la veía alejarse ondeando su cabello.


-A mí también.


-Hay que vigilarla, –dijo Hogun tras de ellos –creo que algo se trae.


 


Por un momento Loki creyó haber retrocedido en el tiempo, acorralado y solo en el reducido espacio de un cubículo de baño, completamente a merced de un equipo de idiotas más fuertes que él; solo que esta vez no era el equipo de rugby como a él le había parecido en un principio, sino el de futbol.


-Mira nada más a quien tenemos aquí, –dijo Bran, el líder de ese pequeño grupo de cinco. –Pero si es la nueva putita de Stark.


Y antes de que Loki pudiera responder, aquel enorme sujeto lo tomo por el cuello de la sudadera y lo jalo fuera aventándolo contra alguien más. Todos se rieron ante su indefensión y comenzaron a arrojárselo entre ellos como si se tratara de un balón.


-¿Qué jodidos quieren? –preguntó cuándo cayó al suelo en medio de todos. Intento no demostrar lo aterrado que estaba pero su voz lo traicionó.


-Así que la bella mariquita tiene valor, –se burló Lennart, un chico más bajo pero fornido, de rostro cuadrado y ojos pequeños.


Bran lo tomo con su enorme mano por el cuello y lo levanto. Loki apenas si podía rozar el suelo con la punta de sus pies, se sostenía con todas sus fuerzas del musculoso brazo que lo izaba haciendo un esfuerzo por respirar.


-¿Dónde está el carbón que normalmente sueles ser? –le espetó con desprecio. Y haciendo acopio de todo su coraje Loki lo escupió.


Iracundo, aquel chico lo arrojó con todas sus fuerzas y su cabeza  rebotó contra la pared, aturdido perdió el equilibrio y cayó, luego como si eso no bastara se acercaron y lo comenzaron a patear. Loki se hizo un ovillo y trato de cubrirse con sus brazos pero el dolor era demasiado abrazador. El líder lo tomo de los cabellos y alzo su rostro para que lo viera directo a los ojos.


–Stark me debe muchas, –dijo dándole a su sonrisa un sádico matiz, –y contigo me las voy a cobrar.


Y los cuatro amigos que lo acompañaban comenzaron a reír.


Loki abrió mucho los ojos sin podérselo creer ¿En qué momento había terminado así? él se había forjado una reputación, le había costado tiempo pero nadie se había vuelto a meter con él, ¿Y ahora todo se había ido a la mierda solo por decirle “si” a Stark? Sus ojos comenzaban a escocerle con lágrimas de impotencia y la rabia lo sacudió de pies a cabeza cuando Bran estrelló con fuerza su puño en su rostro reventándole el labio.


-Parece que la pequeña serpiente se prepara para atacar –dijo Roland y todos rieron burlándose de su tembloroso intento por ponerse nuevamente de pie. Escupió sangre mientras sus afilados ojos se clavaron en cada uno de los rostros frente a él, memorizando cada detalle para luego hacérselos pagar -¿Qué vas a hacer? ¿Nos vas a pintar de azul otra vez? –este lo empujó con un pie  y antes de que cayera fue sostenido por Frank, para nuevamente ser lanzado hacia Herman como un balón.


Cansado de ese juego sádico se intentó defender, juntando sus fuerzas alcanzo a darle un cabezazo a Lennart en la nariz.


-¡Ahh! ¡Ese cabrón me golpeó! –aulló su víctima, llevándose ambas manos al rostro ensangrentado. Sus colegas pronto se lo hicieron pagar. Roland se acercó y le propino un fuerte golpe en el estómago que lo dobló.


-Veremos qué tan valiente eres con un palo enterrado en el trasero. –Amenazó Bran. – ¡Sosténganlo!


Y obedientes los tres restantes lo tomaron por brazos y piernas mientras Loki pataleaba y se retorcía intentando liberarse del agarre.


-¡Suéltenme! –rugió enfurecido, pero como respuesta tuvo más burlas hacia él.


-Seguro no lo notará –dijo Herman, –estará acostumbrado a que se la metan.


-Seguramente le gustará. –Se rio Frank.


-¡Si no me dejan juro que me la pagaran! -los amenazó pero sus palabras se perdieron entre las estruendosas carcajadas. -¡Bastardos hijos de su grandísima puta!


-¡Shhh! –lo silencio el líder apretándole los labios y negando con su índice como si lo reprobara -¿Y con esta boquita se la chupas a Stark? –se rio de una forma que le helo la sangre. Con un cabeceo dio la orden y uno de sus secuaces comenzó a desatar su cinturón.


-¡No! –Gritó removiéndose con más fuerzas para impedir que bajaran su pantalón, -¡No! -pero fue inútil y las lágrimas comenzaron a brotar presa de la indignación y el miedo. –Por favor –dijo casi sin voz. –Por favor.


-¿Así que sabes rogar? –preguntó Bran entre divertido y complacido por lograrlo someter. -Esto será más divertido de lo que pensé.


-No.


Loki ignoraba lo que tenían planeado hacerle, pero en definitiva no iba a ser agradable para él. Las sádicas miradas de sus adversarios y sus risas morbosas lo hicieron temblar. Sin poder defenderse lo único que le quedaba era prepararse para lo que vendría y eso lo tenía aterrado.


-¿Qué está pasando aquí? –resonó como un trueno una voz que sobresalto a sus atacantes. Loki no pudo identificarla en ese momento, pero si le resultó muy familiar.


-Thor –saludo alegremente Bran y los demás se tensaron. –Nos estamos divirtiendo, nada más.


Loki aprovechó la distracción de sus agresores para soltar uno de sus pies que fue a estrellarse directamente al rostro de Frank.


-¡Maldita sea! –Se quejó –sosténganlo bien.


-¡Déjenlo ir! –Ordenó el recién llegado y su voz autoritaria hizo eco en el lugar. Sus atacantes de pronto dudaron si obedecer o no, sus ojos asustados oscilaban rápidamente de Bran a Thor.


-Vamos Thor no seas aguafiestas. –Lo encaro el líder, pero el rubio parecía querer desmembrarlo con la mirada.


-Suéltalo –siseo rechinando los dientes, sus músculos se tensaron peligrosamente como un depredador preparado para atacar.


-¿O si no qué… Odinson? –Bran se acercó peligrosamente a Thor, midiéndose con él. Ambos eran altos y fuertes casi en la misma magnitud.


Thor se rio obsequiándole una mirada despectiva.


-No lo querrás averiguar. Ninguno, de hecho. –Se volvió hacia el resto mirándolos enérgicamente.


Aquellos que instantes antes lo golpearan envalentonados por órdenes de Bran, ahora lo soltaban rápidamente y retrocedían como asustados corderos. Loki ágilmente se acomodó la ropa pero no se movió de ahí, estaba tan pasmado como ellos.


-¡No me asustas Odinson! –rugió furioso el ex líder. – Este y su noviecito me deben muchas y no pienso irme de aquí hasta que este pendejo me pague todas y cada una.


-¿Y para eso necesitas de lambiscones? Muy valiente cuando son cinco contra uno ¿No es así? Pero solo, no eres más que un  estúpido marica carente de cojones.


El líder se encabrono ante las hirientes palabras haciendo frente a Thor.


-¡Yo no necesito de nadie para romperte la cara!


-¿Enserio? Como se la rompiste a Henrik, ¿Cuántos de estos lameculos necesitaste para mandarlo al hospital?


-No puedes probarlo


-Rétame y te aseguro que lo lamentaras.


Lo que siguió fue el duelo de miradas más intenso que Loki hubiese presenciado en su vida. Si se hubiesen tratado de dagas ambos estuvieran desangrándose en el piso en ese momento. El primero en romper el contacto fue Bran con una jactanciosa sonrisa. Hizo una seña a sus compinches y estos pasaron a una distancia prudente de él y Thor. Bran se acercó divertido a Loki y le susurró.


-Esto lo dejaremos para después… princesita, –le advirtió y luego de barrerlo con la mirada se alejó. Tan pronto como paso al lado del rubio este lo tomó del cuello y lo estrello contra la pared.


-Déjame dejártelo claro porque parece que no me entendiste bien. –Le dijo sin gritar pero podía sentirse el peligro en aquella voz –No te atrevas a meterte con él otra vez. Si me entero que tú o alguno de tus amigotes le toca un solo pelo a Laufeyson conocerán un nuevo significado de la palabra dolor ¿Quedamos claros?


-¿No me digas que es tu puta también? –Dijo riendo Bran y el puño del rubio no se pudo contener un segundo más y fue a dar directo a su nariz.


La sangre de Bran salpico el suelo cuando este cayó de bruces sobre él.  Thor lo tomó de sus cabellos y empuño su mano resuelto a partirle la cara al infeliz. Sus ojos eran odio puro y parecía que un instinto asesino se dibujaba sobre su faz, Loki jamás lo había visto así y él ya había estado en el lugar de Bran.


-¡Thor! –lo llamó al verlo tan fuera de sí y su voz pareció despertarlo del trance en el que estaba deteniendo el golpe a escasos centímetros del rostro de Bran. Este último temblaba con los ojos fuertemente cerrados en espera del cañonazo que no llegó, el lugar de eso Thor lo arrojó con fuerza contra sus amigos.


-¡Largo de aquí! –Le ordenó –o juro que te partiré la cara de tal manera que ni tu puta madre te reconocerá.  


Y Bran juntó el poco orgullo que le quedaba y le gritó un “esto no se quedara así” mientras salía  corriendo de ahí.


Loki los vio alejarse despavoridos y luego miró a Thor, abría y cerraba la mano salpicada en sangre que no sabía si le pertenecía o era del idiota de Bran, camino lentamente hacia el lavamanos y comenzó a lavarla con tanta calma que lo desconcertó. Loki apenas lo podía creer ¿Thor Odinson lo acababa de defender? ¿O acaso era su turno de enfrentarse a él?


Thor levantó el rostro y lo vio por el reflejo del espejo. Lentamente se dio la vuelta y Loki se sobresaltó, su cuerpo inmediatamente se puso en guardia por lo que estuviera a punto de suceder, pero contra todo pronóstico el rubio simplemente tomo una sanita de papel y se comenzó a secar las manos.


-¿Te encuentra bien? –le preguntó.


Loki quien no podía pronunciar palabra simplemente asintió. Se percató por su reflejo que sangraba y se limpió con el puño de su sudadera disimulando una mueca de dolor. Thor alcanzó una nueva sanita y se la arrojó. La tormenta que minutos antes calcinaba a todos con su mirada había pasado ya, sus ojos intensamente azules como un lago cristalino ahora lo miraban con absoluta calma, incluso con simpatía, pero no sonrió.


-Bien –fue todo lo que dijo y después se fue, dejando a Loki con la cabeza hecha un caos de dudas que no sabía cómo responder.


Aquel había sido un jodido día de locos y aun no terminaba, pero él decidió que ya había tenido suficiente, así que decidió mejor largarse de ahí.


 

Notas finales:

Bien, al parecer me voy a quedar otros dias por aca donde ando asi que lo mas seguro es que nos leeremos la siguiente semana. 

Algunas aclaraciones sobre la historia las he ido dejando en los comentarios conforme me han ido preguntando por si quieren darse una vuelta.

Adiosin.


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