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El plan por Drakarys

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Notas del capitulo:

Hola, he aqui un nuevo capitulo que sea de su agrado.

Tengo muchas ideas en mi cabeza que no se como concretar asi que espero que no se les vaya a hacer muy pesada la historia o lenta, estoy tratando de centrarme pero mi mente es muy dispersa.

Es por eso que agradezco que les haya gustado y no saben como me animan cuando se toman el tiempo de dejar un review. ire contestando todos, los prometo.

Había diferentes clubs en el colegio a los cuales pertenecer. Su novio, por ejemplo, se dirigía a arquería mientras Bruce, como era de esperarse, se perdía en el de ciencias. Natasha por su parte prefería algo más rudo.

En un principio se inclinó por teatro, siempre había sido una buena actriz, pero lo que más le llamaba la atención era la pelea; por eso cuando Sif formo todo un movimiento para incluir a las chicas en el club de combate, ella inmediatamente se le sumo.

Ellas no eran amigas ni tampoco enemigas, “compañeras” era la mejor forma en que se les podía definir. Así que cuando Sif se le acerco aquel día en verdad la desconcertó.

-¿Puedo? –le pregunto a Rogers, quien entrenaba a su lado y este se alejó para ir a golpear un saco de boxeo.

En un principio se limitaron a entrenar. Después, poco a poco, intercambiaron unas cuantas palabras triviales en un vago intento por medirse. Luego Sif, a quien nunca le había gustado andarse con rodeos, se le planto.

-¿Qué ganas tú con todo esto Nat?

Esta fingió que no sabía de lo que estaba hablando aunque desde luego que no se podía tratar de otra cosa más que de la apuesta.

-Tal vez hayas embaucado a esa bola de trogloditas con cerebro de testosterona, pero a mí no me engañas. Tu planeaste todo esto y quiero saber porque.

Natasha la observo detenidamente, Sif estaba tan furiosa que parecía salirle humo de la cabeza. Aquello la hizo reír.

-¿Acaso temes que puedas perder el cariño de Thor? –le preguntó y la morena  en respuesta pareció atragantarse de repente. A Nat eso le basto, no necesitaba que agregara nada más. Poseía un certero talento para leer a la gente y aquella chica por muy ruda que pareciera, no iba a ser la excepción.

Por supuesto Sif estaba enamorada de Thor, de la forma dulce e infantil que solo desea el bien del amado sin esperar nada más. Desconocía cuanto tiempo llevaba sintiéndose así, pero era evidente que este la había ignorado por completo. A pesar de ser una chica linda, aguerrida e inteligente además de incondicional, Thor la había omitido como una candidata en potencia para inclinarse por todo ese sequito de chicas bobas que lo idolatraban como un dios. Aquello debía doler.

-¡Vamos, Sif! ¿No me digas que no te mueres por un poquitito de venganza? –La tentó -¿No te gustaría ver como ese par de machos alfa se dan de golpes contra la pared? Que por un momento sientan el sabor del rechazo, de la impotencia, la frustración. Que se sientan inseguros por no saberse suficientes ¿No te interesa saber?

Por un instante Sif enmudeció y su actitud se relajó mientras cavilaba aquellas palabras.

-¿Acaso eso te interesa a ti también? ¿Deseas ver sufrir a Stark?

Para Nat era evidente que deseaba una pequeña muestra de complicidad para abrir su corazón, por eso contesto con un escueto –Puede ser.

Por supuesto jamás diría que enamorar a Loki había sido idea de Bruce, aunque el escoger a ese par de zopencos había sido por completo su autoría. Y si, muy en lo profundo de ella se albergaba el retorcido deseo de ver sufrir a Stark, pero ella no era la cuestión. Sujetos como Tony nunca habían sido su tipo y además ella tenía a Clint.

No, todo era por su mejor amigo, quien de una u otra manera tenia que abrir los ojos ante una realidad que era irrbocable, el estaba enamorado de Stark.

También era un poco por Clint. Después de todo, Loki le había hecho algo a su novio aunque aún no pudiera averiguar qué.

-Bien –concluyo Sif con una sonrisa traviesa -¿Cuál es el plan?

 

*-*-*-*-*-*-*-*

 

“Lo siento, Bruce, pero no puedo” –Decía  aquel mensaje en su celular. –“Ya sabes porque”.

Bruce lo sabía muy bien, el motivo estaba sentado justo frente a él, solo, para variar.

-¿Sucede algo? –pregunto Clint.

-Nada –suspiro frustrado tecleando en su celular.

“Estoy trabajando en eso, ya lo veras”

Había pasado una semana y ningún avance se había concretado. Mientras Tony obtenía desastrosos resultados en su intento por acercarse al pelinegro, Thor se había abstenido de participar. Lo único que hacía era burlarse de los patéticos intentos de Stark. Cualquiera hubiera pensado que al ser dos los aspirantes, los resultados no se harían esperar, en especial con su reputación, pero…

-Tranquilo –Clint parecía leer su semblante –es demasiado pronto, debes dales tiempo.

-¿Cuál es el record de Stark? –pregunto en un tono irónico que a Clint no le gusto –Tres días ¿No? Con aquella chica, la pelirroja…

-¿Potts?

-¡Exacto, Potts! ¿Y Thor? No recuerdo que alguna chica le haya dicho alguna vez que no.

-¿No crees que si fuese sencillo ya lo hubiera logrado alguien más? ¡Mira el pobre Tony como esta!

Aquellos días habían sido especialmente duros para el playboy. En una semana había visitado más la enfermería que en todos los años que llevaba ahí, y la única razón era su insistente propósito de acercarse a Laufeyson. En una ocasión lo había seguido hasta que una puerta se estrelló con su nariz. Cuando por fin había encontrado el escondite donde solía ir a leer, acostado en la parte superior de los libreros de la biblioteca, le había dejado caer un ejemplar bastante grueso que casi lo descalabro. Se necesitaron unos cuantos puntos y unas horas para que pudiera dejar de ver doble y por fin ponerse de pie. Esa misma mañana en la clase de química hizo arder su ropa sin necesidad de prenderle fuego, simplemente con un poco de bromuro y un pequeño trozo de papel aluminio ¡Ni siquiera sabía que eso se podía hacer!

Y ni que hablar de los presentes que le había hecho llegar. Aquel pobre chico, con el que le había hecho llegar un gigantesco oso de peluche, había salido huyendo de él. Y el pobre animal apareció después colgado de un árbol, sin ojos, con las entrañas saliendo por su blanda panza y con un letrero que decía “jódete Stark”. Su auto había tenido la misma suerte. Cuando a la salida se había ofrecido a llevarlo, Laueyson le ponchó las cuatro llantas con una navaja.

Y aun así ahí estaba otra vez, en la puerta de la cafetería buscándolo entre la multitud.

-Hay que reconocerlo –le concedió Bruce –es bastante tenaz.

 

Por la puerta también atravesaron un par de vengativas damas, que luego de compartir una mirada de complicidad, se separaron para ir con sus amigos.

-¿Desde cuando eres tan amiga de Romanoff? –le pregunto Fandral a Sif tan pronto como esta se les unió.

-¿Celoso? –tomo el almuerzo que Volstagg le acerco y sonrió – ¿Qué me perdí? –se giró para contemplar disimuladamente al pelinegro que almorzaba ignorando a los demás.

-Nada aun –contesto Volstagg –el marcador sigue 6-0 a favor de Laufeyson.

-Ya veo… ¿Y Thor?

 

A unos metros de ahí, en la esquina de siempre, Loki se concentraba en su libreta de dibujo y se abstraía en su música sin siquiera notar cuando el atrevido castaño se detuvo frente a él.  Stark portaba galantemente unos pantalones cortos de un color demasiado chillante y una playera dos tallas por arriba de la suya. Llevaba además unas sandalias que le había comprado a un compañero hippie que se le atravesó, porque sus mocasines no combinaban para nada con su atuendo, y Tony Stark ante todo tenia estilo.

-¿Se te perdió la playa galán? –le pregunto Loki con una sonrisa burlona mientras lo recorría con su verde mirada de cabeza a pies. Llevaba además la mano izquierda vendada, la nariz inflamada, un parche en la cabeza y una rodillera por un suceso del que nadie se enteró, por fortuna para Stark.

-¿Tienes un minuto? –pregunto un tanto nervioso. Aquella mirada afilada le daba una desagradable sensación de vulnerabilidad.

-No –contesto rotundo y tranquilo él otro.

-¡No tienes nada que hacer! –Protestó –Dame al menos un minuto, creo que me lo gane.

Loki sonrió una vez más ¿Aquello había sido una súplica o un reclamo por parte del egocéntrico Stark?

-Tu tiempo corre –le concedió guardando los audífonos, pero volvió su atención a su trabajo.

Tony se sentó un poco adolorido por las quemaduras su cuerpo, preguntándose si aquel ángel siniestro no intentaba en verdad acabar con él.

-¿Sabes? Primero que nada quería pedirte una disculpa por todos estos días, por parecer…

-¿Un estúpido? ¿Un imbécil? ¿Un engreído, narcisista, ególatra y pedante? Además de…

-¡Si! –Lo corto antes de que continuara. Era evidente que dominaba el lenguaje tanto como con la química –por… por todo lo anterior. Pero tú también debes aceptar que no eres precisamente una blanca paloma.

-No lo soy. –Le respondió quitado de la pena –siempre voy a ser un trastornado, excéntrico, travieso y cruel con tendencia hacia la destrucción, pero me encanta. ¿Podrías decir lo mismo de ti? 

Ahora Stark fue quien sonrió.

-Realmente no somos muy diferentes tú y yo. Si te dieras la oportunidad…

-¿De qué? –Lo miro de soslayo –¿De conocerte mejor? ¿Para qué? Hemos vivido bastantes años ignorándonos, no veo la necesidad de cambiar.

-A veces los cambios son buenos, a veces…

-¡Ya dime de una vez que jodidos quieres Stark! –Loki cerro su libreta y Tony entendió que su minuto había terminado y probablemente la paciencia del menor también.

-¡Hey! –Levanto las manos como muestra de rendición –Tan solo quiero que seamos amigos nada más

-¿Amigos? ¿Tú y yo? –los señalo a ambos. La incredulidad le había hecho levantar una de sus cejas y la altanería sonreír de lado. -¿Cuál sería propósito? –indago cruzándose de brazos.

-Pues lo común, conversar sobre intereses mutuos, salir a divertirnos, tomar un par de cervezas mientras maldecimos viendo un partido de futbol y después no se...

-¡Escucha! –frenó todo lo que para él era un reverendo disparate –En primera, no bebo, no saldré contigo a ningún lado, odio el futbol y jamás habrá un después. Así que te lo preguntare otra vez y espero que ahora si contestes con la verdad ¿Qué-jodidos-quieres-Stark?

Tony resoplo irritado. Era claro que a menos que cambiara de estrategia, aquello no lo llevaría a ningún lado. Sonrió para inyectarse seguridad.

-Aposte con mis amigos que conseguiría seducirte.

Loki se echó imperceptiblemente para atrás, era evidente que no se esperaba algo así. Aquella información lo descoloco y Tony pudo notar con satisfacción que se comenzaba a sonrojar. Sus grandes ojos verdes estaban tan abiertos que le daban un semblante en verdad encantador. Por muy difícil, travieso, inteligente y feroz que fuera, no era más que un jovencito a quien las relaciones interpersonales no se le daba muy bien. En eso Tony tenia las de ganar.

-¿Se… seducirme? –su voz tuvo un ligero temblor.

-Si –afirmo el castaño sintiéndose un poco más seguro de sí.

-¿Tu a mí?

-¡Aja!

Loki estalló en una carcajada que retumbo en todo el comedor.

Los que ahí se encontraban voltearon a verlo atónitos. Esa era la primera vez que veían a Loki reír de aquella forma, divertida, espontanea, carente de maldad. Pero lo que principalmente llamo la atención es que… su risa era realmente hermosa ¿Quién iba a decirlo? Tony tuvo que reconocer que jamás había visto una risa como esa. De hecho jamás se había topado con alguien tan extraordinario como él.

Durante aquella tortuosa semana había aprendido tantas cosas de él: que era un adicto a la lectura, que le encantaba dibujar y además lo hacía bien, que se sentía a gusto en las alturas y que tenía un ingenio sin igual. Además se había dado cuenta de que tenía unos rasgos hermosos, unos ojos increíblemente expresivos y ahora una sonrisa de fábula.  Más allá de la apuesta, se estaba interesando genuinamente en él.

-Suerte con eso –contesto Loki poniéndose de pie. Le obsequio una palmada en el hombro y se fue.

-¿Eso significa que si? –le grito para hacerse oír sobre la marea de murmullos se empezaba a levantar.

-¡Púdrete Stark!

Pero el hecho de que no lo hubiera agarrado a patadas le indicaba que había ganado al menos la simpatía del moreno y eso era un buen signo, uno genial.

 

 

-¡No lo puedo creer! –exclamo Frandal ¿Aquello realmente acababa de suceder? ¿Tony Stark había hecho a Loki reír? Eso no pintaba nada bien.

“Realmente no me interesa si gana alguno de los dos –recordaba Sif lo que Natasha le había dicho hacía menos de una hora –lo que me interesa es atormentar a Stark y eso no va a pasar si Loki le dice que sí, para eso necesitamos a Thor.”

“¿Cómo estas tan segura de que le va a decir que si? –pregunto.”

“-¡Por favor! Estamos hablando de Tony Stark. El muy maldito encontrará la forma, ya lo veras.”

Y sorprendentemente aquellas palabras parecían una premonición. Tenía que hacerse algo y tenía que hacerse ya.

-Sera mejor que le digamos a Thor. –concluyo Sif.

Notas finales:

Ya va a intervenir Thor, no desespereis. Esperemos que en el proximo capitulo ya lo podamos ver porque esta brillando por su ausencia y eso no esta bien.

 

Nos leemos despues.


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