Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El plan por Drakarys

[Reviews - 146]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola.


Soy mala para los titulos asi que si a alguien se le ocurre alguno que le pueda quedar hagamelo saber y se lo cambiamos.


Existe una foto de los vengadores de adolescentes que es donde me estoy inspirando por si la quieren buscar.


Bien sin mas, el siguiente capitulo que espero sea de su agrado, nos leemos al final.


 

¡Estamos jodidos! Pensó Fandral y no había otra mejor forma de describir su situación. Estaban jodidos.


En los días siguientes Stark había atacado con todo su arsenal: Cada hora cuando Loki llegaba a clase había escrito alguna declaración en el pizarrón, frases como “Si supieras cuanto te pienso, me demandarías por acoso mental” o “Mi felicidad tiene nombre y apellido… y unos ojos hermosos” se volvieron pan de cada día. Había contratado un avión de los que escriben mensajes en el cielo con humo preguntando “¿Y si salimos hoy?” Había tapizado la escuela con carteles con su rostro y la frase “solo di que sí a Stark”. Los profesores quienes sabían que no había alguna campaña en puerta se los hicieron quitar. Rápidamente se corrió el chisme de que alguien le interesaba de verdad a Stark, despertando desde celos hasta admiración y el que no se supiera el nombre de la afortunada acrecentaba la curiosidad. Esta por fin fue saciada el día en que recibió a Loki con un camino de pétalos de rosas hasta su casillero, donde lo esperaba un ramo espectacular, que este, como de costumbre, ignoro. Y por supuesto había quien pensaba que se trataba de un error, pero cuando a la hora del almuerzo dispuso la mesa en  donde siempre se sentaba con un blanco mantel, copas, vino, velas, una comida deliciosa y un violinista para que amenizara supieron que no había ningún error.


Loki por su parte no hacía más que escabullirse de Stark. Fandral intuía que para un alma solitaria y oscura como la de Loki todo aquel desplante de extravagancia podría resultar en verdad abrumador. Sin embargo ya no atacaba a Stark, se limitaba a reírse de cada nueva ocurrencia, la desechaba y seguía como si nada; pero eso era lo que más terror le daba a Fandral porque sabía lo cerca que estaba realmente de que algún día le diera el sí.


-¡Debe haber algo que podamos hacer! –exclamo al fin Thor.


Cuando le contaron del incidente en la cafetería en donde Stark lo había hecho reír ni siquiera se inmuto. Para el, eso carecía de importancia. Pero después de una semana de ir observando los progresos poco a poco realmente se alarmo.


-La única opción es contraatacar –opino Sif y en parte tenía razón, pero ellos no podían llegar simplemente y declararse como Stark, primero porque aquello resultaría evidentemente muy sospechoso y en segundo porque…


-Loki odia a Thor –sentencio lo obvio Hogun.


-Y el sentimiento es reciproco –declaro Thor.


Fandral lo compadeció.


Thor y Loki se volvieron enemigos naturales desde la primera vez que se vieron, cuando este choco contra Sif en uno de los pasillos y se hicieron de palabras. Realmente no recordaba quien había provocado a quien o de qué forma se habían insultado, lo único cierto es que Loki fue el primero que trato a Sif como si realmente le importara un carajo que fuera mujer, algo que ella había estado intentando desde siempre, pero que extrañamente no le gusto y a Thor le agrado menos. Como consecuencia estrello su puño contra la nariz del pelinegro derribándolo contra el piso.


Pero Laufeyson no lloro, como hubiera hecho cualquier otro que hubiera recibido tremendo cañonazo de Thor, hasta él mismo lo había hecho un par de ocasiones en que se le había pasado la mano. El simplemente se quedó en el suelo cubriéndose la hemorragia con el puño de su sudadera y se había echado a reír, no como la risa que le había arrancado Stark, sino la risa más escalofriante que hubiera escuchado en su vida. Aquella actitud desconcertó por completo a Thor, pero más la intensa mirada que le dedico, como si fuese una serpiente a punto de atacar. Lo único que atino a hacer su amigo fue retirarse no sin antes regalarle aquellas palabras hirientes que marcarían su destino:“aléjate de mi pequeño pitufo”. Y es que Thor era tan alto que todos eran unos enanos para él y más aquel Loki de quince años que aún no se desarrollaba por completo y que se veía como un niño con aquella sudadera azul.


Al parecer a Loki no le había hecho mucha gracia aquel apelativo con el que poco a poco lo comenzaron a llamar y tarde que temprano se lo hizo pagar tiñendo el agua de las regaderas con un pigmento azul que los baño luego de los entrenamientos. Por más duchas que se dieron o por más fuerza con la que se tallaron, el pigmento no salió de su piel dándoles un cerúleo aspecto por días. Habían recurrido a todo tipo de remedios y la única conclusión de los expertos era que no toxico y que solo se iba a quitar.


Los más destacados profesores de química no pudieron determinar con exactitud la fórmula que Loki utilizo, porque no quedaba duda de que se trataba de él aunque no tuvieran forma de probarlo ¿Quién más tenía un dominio semejante sobre la química y un buen motivo para hacerlo? En especial cuando a los pocos días del incidente se presentaron a un partido contra los justicieros de Happy Harbor  y fueron recibidos por una pancarta que en lugar de decir “los guerreros de Shield” decía “los pitufos de Shield”. Todos se habían reído de ellos, y aun cuando ganaron el partido aquella victoria les supo terriblemente amarga.


Los días siguientes se paseó por el colegio con esa condenada sonrisa de autosuficiencia que incitaba a todos a tratar de borrársela a patadas, pero Thor jamás permitió que se metieran con él, a todos les quedaba claro que ese era un asunto personal y en los días siguientes era frecuente verlos fastidiándose mutuamente a la menor oportunidad, hasta que las cosas se salieron tanto de control que ambos terminaron en la dirección con sus respectivos padres enfurecidos. Luego de eso las cosas se calmaron, como si hubiesen llegado a una clase de tregua silenciosa, quedando solo un odio profundo que se percibía atreves de sus miradas cada que estas se encontraban.


Pero de eso ya había pasado mucho tiempo y Fandral pensaba con optimismo que no era posible que alguien pudiera guardar rancor por tanto tiempo. No supo lo equivocado que estaba hasta que llego Volstagg, quien compartía la última clase con él. Había estado indagando “sutilmente” como estaban las cosas con Loki el día de hoy respecto a Thor y lo que obtuvo fue:


-“Como la unión soviética y los estados unidos en la guerra fría” –sito con alegría. Era obvio que su amigo era una bestia en historia.


-Solo hay que encontrar algo que tengan en común –dijo Hogun con su eterna sabiduría.


El problema radicaba en que no había tal cosa, Thor y Loki eran tan parecidos como una piedra y una manzana, tan opuestos como el blanco y el negro, tan cerca de relacionarse como el hielo y el fuego. Mientras que Thor era todo carisma Loki era un maldito bastardo. Thor podía pasar riendo por horas y nadie había visto reír a Loki a menos que fuese una especie de escalofriante amenaza de lo que le esperaba por meterse con él. Thor amaba los deportes, las chicas, las fiesta y Loki… bueno en realidad no tenían ni idea de nada sobre él, solo que a veces tenía una inteligencia que a veces desquiciaba a los profesores, que era adicto a la lectura y siempre estaba escuchando algún tipo de música.


-No existe nada que pueda unirlo a Thor. –Concluyo luego de mucho meditarlo y se dejó caer en el césped del campo de football. –Son tan parecidos como el sol y la luna.


-Bueno –dijo Volstagg encogiéndose de hombros- hasta ellos tienen de vez en cuando su eclipse ¿No?


¡Exacto! Pensó Fandral, el problema era averiguar cuando podía suceder semejante fenómeno.


-Déjenmelo a mí –dijo Sif. Tenía un plan.


 


*-*-*-*-*-*-*-*


 


Cada jueves después de clases, Loki cruzaba la ciudad para visitar una humilde cafetería en la salida de la ciudad. A Loki le encantaba ese lugar, muchos vehículos de paso paraban a comer ahí y se llenaba de gente extraña con apariencia rara y anécdotas entretenidas de lugares que él se moría pon conocer. Pero Amora era la principal razón de estar ahí.


La había conocido cuando tenía catorce años y ella diecisiete. Lo había defendido de todo el equipo de rugby sin siquiera conocerlo y se había vuelto su incondicional. Un año después, cuando ella huyera de su casa lo había buscado a él. Vivió con su familia hasta que consiguió un trabajo y un lugar para vivir. Desde entonces no había un solo jueves en que Loki no la pasara a visitar, se sentaba en la barra y mientras comía un emparedado de pavo con papas fritas se ponían a platicar.


-¿Ves ese chica de allá? –le pregunto disimuladamente la rubia, quien deslucía bastante en se sobrio uniforme beige. Loki volteo a su derecha y sonrió coquetamente a una adolescente que se sonrojo como un tomate.


-¿Qué con ella? –pregunto sin entender.


-Yo tengo esa misma blusa ¿Porque se le ve mejor?


-Pues… -sonrió, no podía creer que eso fuera lo que le preocupara – tal vez porque es anoréxica, tiene mejores pechos y esta menos vivida que tú.


-¿Insinúas que debo operarme los pechos o que es más joven que yo? –Lo fulmino advirtiéndole con la mirada. Loki se rio.


-¿Cualquiera de los dos?


Y Amora tomo la libreta donde anotaba pedidos y lo golpeo.


-No deberías decir algo así de cruel, en especial a alguien con antecedentes psiquiátricos.


-Ser una golfa no se considera una enfermedad mental.


-¿Me lo dice el desviado con tendencias homicidas?


-¡Auch!


Detrás de la barra, Amora se afanaba por ganarse la paga y unas cuantas jugosas propinas de más. Coqueteaba descaradamente con los clientes y se inclinaba al momento de atenderlos mostrando “sutilmente” sus voluptuosos senos, cuando no se agachaba a recoger algo mostrándoles el trasero. Por supuesto no lo hacía con todos, ella tenía un sexto sentido para saber a quién embaucar.


-Por cierto ¿Qué paso con aquel tipo con el que salías? –pregunto Loki cuando una vez más se desocupo.


-¿Cuál? ¿El profesor?


-No, el roquero ¿Cómo se hacía llamar? ¿El demoledor?


-El ejecutor.


-Ese ¿Que paso con él? –No había semana en que Amora no le hablara de un nuevo amor. Para Loki se había convertido en un pasatiempo mas escuchar los pormenores de cada relación, para luego acordar que todos los hombres eran una mierda, excepto él.


-Termine con él. Toda la belleza de nuestra relación radicaba en que era una gran aventura y entonces se enamoró ¿Puedes creerlo? ¡Se enamoró de mí! –Exclamaba ofendida -No hay nada más patético que un chico malo ablandándose


-Ni que lo digas –asintió.


-Dejo de pelear, de embriagarse, empezó a serme fiel. ¡Cielos! Hasta me componía canciones de amor.


-Con razón lo dejaste. –concedió irónicamente Loki.


-Sí, las cosas no iban como debían, tú me entiendes


- Completamente.


Aunque Loki sabía que probablemente la que se había enamorado era ella y que había salido huyendo de la relación. Amora tenía terror al compromiso, a salir lastimada una vez más. Le costaba abrirse a los demás, algo que tenían en común.


-¿Y qué hay de ti? –hizo la pregunta de rigor.


No había semana en que no le preguntara a Loki por algún romance, pretendiente, amor, faje, lo que fuera pero Loki no hacía más que reír.  El pasaba de esas cosas, su atención se centraba por completo en su futuro, uno que lo arrancaría de aquella patética ciudad y lo impulsaría a volar muy muy lejos de ahí dándole un glorioso propósito a su vida.


-El mismo marcador. –dijo simplemente.


Amora sonrió, ya esperaba esa respuesta.


-¿Entonces aquel castaño que lleva rato observándote, no viene por ti?


Loki se volvió tan rápido que casi se rompe el cuello al hacerlo.


Afuera de la cafetería se encontraba un Galpin Ford plateado espectacular. Una obra maestra de la ingeniería en todos los sentidos. Fabricado a mano completamente de aluminio con detalles de fibra de carbón. Alcanzaba velocidades de 362 km/h en apenas 3 segundos. Solo se fabricaban a medida y existían solo seis en el país, cuyos dueños eran unos pocos privilegiados entre ellos…


-¡Stark! –exclamo agriamente.


El castaño lo observaba recargado en el auto, con las piernas cruzadas y poyado en los brazos extendidos un poco hacia atrás. Su presencia en aquel humilde lugar estaba causando un gran revuelo. Rápidamente fue rodeado por un grupo de hombres curiosos y chicas impresionadas que le empezaban a coquetear.


-¿Entonces lo conoces? –pregunto Amora. Llevaba rato viendo en su dirección, pero Loki tan abstraído como siempre en su mundo ni cuenta se dio.


-Me temo que sí.


Luego de guardar sus cosas se despidió de su amiga y salió del lugar. El castaño lucia unos jeans oscuros, una playera y una chaqueta de piel. Llevaba tenis, lentes oscuros y sonreía de forma encantadora. Loki tenía que reconocer que uno de sus más grandes atractivos era esa forma de sonreír: seguro de que tenía el mundo a sus pies.


-¿Estas acosándome? –Le inquirió molesto sin dejarse impresionar.


-Si –dijo levantándose del auto y yendo directamente hacia él. –Pero solo hasta que aceptes salir conmigo.


-Olvídalo Stark, esto no funcionara.


-No lo sabrás si no te das la oportunidad de averiguarlo.


No supo en qué momento se había acercado tanto a él. Se había quitado las gafas y lo veía directo a los ojos acechándolo. La evidente invasión a su espacio personal lo hizo estremecer.


-No necesito hacerlo –retrocedió –simplemente no eres mi tipo.


-Tal vez no sea tu tipo pero en el fondo yo sé que me deseas –le sonrió sexy.


Loki volvió a reír ¿Es que ese hombre no se rendía?


-¿Es que acaso soy tan obvio? –Dijo sarcástico- ¡Oh si Tony! no sabes cuánto te deseo, me existas. ¡Oh baby! ¡Oh baby! Piérdete. –Lo empujo para pasar, pero el castaño no pudo pasar por alto el que lo hubiera llamado “Tony” y no Stark, ese era un gran avance.


-¿Cómo puedo hacer para que aceptes ir a tomar algo conmigo? –le seguía diciendo mientras iba detrás de él. – ¿Intento la adulación? “Loki eres el chico más sorprendente que he conocido en mi vida”. Puedo intentar el chantaje “si no aceptas te juro que me partirás el corazón”. Puedo llorar si quieres para darle un poco de realismo al drama o simplemente te amenazo “si no sales conmigo juro que te va a pesar”


-Esa es precisamente lo que no me agrada de ti, tu actitud –puntualizó.


-Estoy trabajando en eso.


-¿Crees que me vas a poder manipular? ¿Por qué no intentas ser honesto para variar?


-¡Más honesto no podría ser! Soy tan honesto que me doy asco. Oye, –lo detuvo del brazo para hablarle con toda seriedad. –Al menos dame la oportunidad de cambiar la imagen que tengas de mí. Te  juro que te darás cuenta que tenemos más cosas en común de las que crees.


-¿Cómo qué? ¿Cómo nuestro historial delictivo? –Se soltó -Lo dudo. –y siguió.


-¿Sabes lo que significa tanta negativa de tu parte? Que te afecto y no lo puedes controlar.


-¿Disculpa? –El moreno se detuvo de golpe y se volvió completamente indignado, Stark simplemente sonrió. Aquello había sido una clara provocacion y en parte era verdad, por eso Loki le iba demostrar que no tenía razón. –Bien, ¿Quieres invitarme a tomar algo? Ok. Vamos allá.


-¿Allá? –Loki había señalado un minisúper junto a la gasolinera -¿Por qué allá?


-Porque no quiero que pienses que se trata de una cita.


-Se trata de una cita sin importar a donde vallamos. Podríamos ir a pararnos de manos en medio de un parque y aun así sería una cita.


-¡Genial! Entonces tú elige el lugar.


Tony estaba feliz. Por fin después de mucho padecer había aceptado salir con él. No era como se lo imaginaba, pero con Loki nada lo era. Con un elegante ademan de su mano le cedió el paso en dirección a su deportivo, pero justo cuando estaba a unos pasos de la puerta se detuvo.


-¿Pasa algo?


-No pienso subir.


-¿Qué? ¿Por qué? ¡No te pienso secuestrar!


-¿Y yo como lo sé?


-¡Por favor! –Se desesperó, estaba a un paso apretar ese blanco y delgado cuello. -¿Entonces como le hacemos para llegar?


-Dame las llaves y conduzco yo.


-¿Qué? No. Por supuesto que no.


-Entonces no lo hare. –Concluyo tajantemente –Nos vemos Stark.


-¡Alto! –Tony sabía que lo hacía para librarse de él, pero ya le había dicho que sí y no lo iba a desaprovechar. Sin embargo era su carro – ¿Por qué carajos tienes que ser tan caprichoso?


-No confío en las personas.


-Aunque no lo creas, eso ya lo note – la irritación brotaba por sus poros.


-Las personas mienten, malinterpretan y se desilusionan entre ellos. Me pides que confié en ti, pero tú no estás dispuesto a hacer lo mismo por mí. Así no va a funcionar. Por eso es mejor despedirnos aquí.


-¡Está bien! –se apresuró a decir Stark antes de que se marchara otra vez. Realmente no podía creer lo que acababa de aceptar, pero había entendido el punto, si deseaba algo de Loki, primero debía demostrarle que él mismo era capaz de darlo. –Está bien. –le entrego las llaves con todo su dolor y se acomodó en lugar del copiloto antes de arrepentirse de su decisión.


Loki tampoco lo podía creer pero subió son una sonrisa triunfal. En verdad pensó que se iba a negar, después de todo ¿Qué tarado entrega las llaves de un Galpin? Por él estaba bien ¿de qué otra forma un chico como él podría conducir un auto así? Y por supuesto se iba a divertir.

Notas finales:

Ya tenia escrito mas de la mitad del capitulo por eso casi no tarde en actualizar. Habra algunos donde pasara asi y otros donde demore un poco mas, sinembargo espero no pasar mas de tres dias entre capitulo porque luego uno como lector le pierde el hilo cuando pasa mucho tiempo.

Muchas gracias a las que se dan el tiempo para leer y muchas mas a las que dejan review, son toda una motivacion.

Nos leemos el proximo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).