Prometidos [2/5]
- ¿De qué hablas Luhan? – el joven de cabello caramelo había quedado algo confundido con la respuesta de su esposo – Yo no pedí casarme contigo en ningún momento, es más se podría decir que antes de este día yo ni siquiera sabía quién eras – dijo el menor en tono neutro, los ojos del más bajo se abrieron al igual que su pequeña boca, cosa que no pasó desapercibido por el alto.
- Entonces… ¿Por qué… estamos casados?… no lo entiendo… - Sehun se compadeció un poco de su esposo, la expresión de confusión en su rostro era cualquier cosa menos falsa, y de hecho eso era algo que había percibido a primera vista, un aura de sinceridad y transparencia rodeaba a Luhan de pies a cabeza. Sin embargo notó algo más detrás de la afligida expresión de Luhan, podía notar también como sentía un dolor algo incompresible dentro de él. Sehun suspiró y se removió sobre la enorme cama que tenían para ambos y tomó la mano de su esposo, obteniendo su atención, Luhan no observó un poco ido, pero dejó que Sehun tirara de él para ambos quedar sentados en la cama.
- Luhan, no sé qué fue lo que dijeron sobre nuestro casamiento, pero estoy seguro que no es la verdad – Sehun a pesar de intentar confortarlo no podía evitar ese tono frío e indiferente.
- Entonces dímela tu – Luhan se acercó peligrosamente hasta Sehun mientras mencionaba esta frase, lucía algo inquieto y nervioso, su esposo analizó sus ojos con cuidado, dándose cuenta al instante de dos cosas, la primera era que Luhan tenía un par de ojos muy hermosos, el brillo color caramelo era algo que Sehun jamás había visto en su vida y lo segundo era que Luhan sufría de ansiedad.
- Solo si te tranquilizas un poco, ¿Qué es lo que te sucede? – las manos de Luhan temblaban terriblemente, y sus mejillas estaban muy rojas, su respiración se agitaba cada vez más, su pecho subía y bajaba mientras se elevaba lentamente, había comenzado a desprender sudor frío a través de sus poros y eso estaba poniendo algo preocupado a su esposo.
- … y-yo… ¿p-puedes… a-alcanzarme mi pantalón…? – la voz quebrada de Luhan lo dejó algo perturbado, se escuchaba completamente destrozada, Sehun se levantó de la cama yendo en busca de lo que su esposo necesitaba, encontrando la prenda doblada en la esquina del objeto de madera, lo agarró rápidamente y regresó con Luhan que se encontraba levemente recostado sobre la cama.
- Luhan – el más bajo tomó la prenda con la respiración más agitada que hace algunos instantes buscando con desesperación en los bolsillos hasta encontrar un pequeño estuche de color amarillo bastante oscuro pero translucido, por el cual se podían ver largas píldoras blancas, Sehun observó serenamente las acciones de su esposo, como abría el pote y dejaba caer dos pastillas en sus manos, llevándolas directamente a sus labios y pasándolas aun sin agua, cerrando los ojos con fuerza cuando las píldoras pasaron por su garganta, seguramente raspando toda la cavidad a su paso.
Luego regresar el pote a su lugar, Luhan se hizo una pequeña bolita a un lado de la cama, cerrando los ojos y recogiéndose en sí mismo, bajo la mirada de Sehun. El alto dejó que Luhan se quedara dormido en la misma posición en la que se había acomodado anteriormente, cuando comprobó que Luhan estaba profundamente dormido lo levantó con cuidado para acomodarlo mejor en la cama, su esposo era bastante ligero y… de alguna manera huesudo, notaba como sus brazos colgaban inertes dejando a la vista los huesos de sus muñecas y el de la cadera, lo arropó con una manta y lo dejó solo en el cuarto para que descansara.
Sehun se quedó echado sobre el sofá de la estancia, Luhan había entrado en cuadro de ansiedad ante sus ojos, al enterarse de que él no había sido el que solicitó la boda, quien sea que le haya dicho semejante mentira a su esposo debió haber esperado que nunca se enterara si es que terminaría en una situación así.
Pero esa no era la única duda que pasaba por su mente, Luhan parecía tener ya una medicación para este tipo de caso, como si sucediera con continuidad, la manera en la que reaccionó solo agrandaba más sus dudas, pero por alguna razón no se sentía asustado o intimidado por Luhan, no parecía ser agresivo en ese estado y se había controlado por su cuenta hasta que pudo obtener sus medicamentos, así que si tenía que aventurarse con alguien que no conocía comenzaría por el principio.
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Su teléfono móvil sonó temprano por la mañana, se levantó con pereza del sofá y buscó en la habitación el aparato para apagarlo, una vez lo tuvo en sus manos de dio cuenta de que en su madre lo estaba llamando.
- ¿Qué? – dijo respondiendo enojado.
- ¿Esa es manera de saludar a tu madre? Hola mamá, ¿Cómo estás?, bien gracias hijo – Sehun rodó los ojos ante el sermón.
- ¿Qué es lo que quieres madre?, es muy temprano y tengo sueño – dijo mientras se dirigía hasta la isla y se sentaba en una de las sillas giratorias.
- Solo llamaba para saber cómo estaban ambos, y también para saber si les gustó el lugar –
- Bueno sigo creyendo que esto es muy exagerado para mí, pero viniendo de ti supongo que está bien, bueno ¿eso es todo? –
- Aish, sí que eres un tonto hijo, ¿Qué tal está Luhan, está contigo ahora? – el alto miró hacia la puerta que daba hacia la habitación notándola cerrada.
-No, no está conmigo ahora, está durmiendo en la habitación –
- Vaya, ¿tuvieron sexo? – una de las cosas que había aprendido de su madre es que no debía avergonzarse de hablar sobre ningún tema y ya notaba de donde lo había sacado.
- No madre, no tuvimos sexo, de hecho tuvimos un pequeño inconveniente anoche –
- ¡Oh, no! Lo siento hijo, debí haberte dicho que te dejé protección en el buró de la habitación, compré de sabores pero no sabía cuál te agradaría más, así que pueden escoger –
- Mamá basta - Sehun se enderezó sobre la silla en la que se encontraba sentado mirando hacia la ventana – No estoy hablando de ese tipo de accidentes, me refiero a Luhan, él anoche tuvo un ataque de ansiedad –
- Oh, ¿en serio pasó algo así? ¿Qué fue lo que ocurrió? – la mujer sonaba preocupada. - Bueno, estábamos hablando y él se “enteró” por así decirlo de que yo no había pedido su mano –
- Espera, ¿te refieres a que Luhan sabe que no fuiste tú el que deseaba casarse con él? –
- Pues sí, a eso me refiero, dime ahora mismo que está sucediendo ¿Qué fue lo que le metieron en la cabeza? – Dijo enojado el menor – Porque créeme que ver a mi esposo sufrir un ataque de ansiedad delante mío no es muy agradable – Sehun escuchó como la mujer suspiraba a través de la línea.
- Escucha Sehun, el sr. Xi me dijo que ellos se encargarían de que Luhan crea que fuiste tú el que pidió su mano –
- Pero… ¿Por qué hicieron eso? – - Es que el sr. Xi estaba seguro que si le pedía a Luhan que se casara contigo por conveniencia se negaría rotundamente –
- Bueno creo que se olvidaron mencionarme ese pequeño detalle porque ayer cuando Luhan me preguntó porque razón había pedido su mano, yo simplemente le dije la verdad, yo no pedí su mano, luego de eso entró en un cuadro ansioso –
- Lo siento mucho hijo, las cosas no salieron como esperábamos, pero ya están casados, ahora solo deben conocerse mejor – el muchacho suspiró, escuchando las palabras de su madre.
- Bien, hablamos luego –
- Cuídense mucho – la llamada terminó y Sehun lo único que quería era dejar de mentir de una vez por todas, se levantó de la silla para dirigirse a la habitación. Cuando entró Luhan se encontraba sentado con las piernas cruzadas sobre la cama observándolo atentamente.
- Despertaste – dijo Sehun mientras se acercaba para ver cómo estaba en mayor. - Sehun, aun quiero saber que está pasando – el alto suspiró sentándose en una esquina de la cama cómodamente.
- Primero dime que es lo que tú sabes, ¿Qué fue lo que te dijo tu abuelo? – Luhan frunció los labios mirando sus manos entrelazadas sobre sus piernas.
- Bueno, no fue el exactamente, fue su asistente… ella dijo que el hijo de la familia Oh había pedido casarse conmigo y que me conocía… aunque en realidad me di cuenta de que tú no tenías ni idea de quien era yo y bueno en la boda… te veías algo enojado… así que… supe que no estabas ahí por voluntad propia – Luhan lo miraba directamente a los ojos, para Sehun eso era una clara señal de que no mentía.
- Bueno Luhan, no voy a mentirte, yo realmente no quería casarme – el rostro de Luhan se entristeció al instante – pero no es por ti, bueno al principio sí, es decir estaba enojado, mi madre arregló un contrato con tu abuelo en el que debíamos casarnos para heredar las empresas familiares y fusionar las asociaciones, yo no quería hacer esto, no estaba de acuerdo, aun soy joven ni siquiera he cumplido veinte años y sigo en la universidad, pero entiendo que desde que mi hermano se casó y tiene una familia no puede seguir haciéndose cargo de todo y mi madre no está suficientemente preparada para tomar el cargo, por eso tu abuelo es el indicado para poder seguir como presidente de las empresas y cuando yo cumpla la mayoría de edad me haría cargo de todo esto, pero ellos sabían que tú te negarías si se trataba de un matrimonio por conveniencia – Luhan hizo un gesto algo extraño.
- Yo no tenía idea… lo siento Sehun no tenías que pasar por todo esto… - Luhan lo abrazó delicadamente – Podemos anular el matrimonio – dijo rápidamente.
- No es necesario hacer eso, los contratos ya están firmados y en realidad ahora ya no me importa, si te sirve de consuelo prefiero haberme casado contigo, no estás nada mal – las mejillas de su esposo se tiñeron de rojo intenso, mientras este miraba con ternura a su joven esposo.
- Oh, gracias… supongo – Sehun rodó los ojos.
- Bien, ahora que ya sabes todo, yo tengo una pregunta para ti – el mayor asintió aun sentado sobre la cama - ¿Qué son esas pastillas que tomas? – Luhan abrió la boca pero ninguna palabra salió de ella.
- Verás… yo… -