Nuevamente el sonido del timbre había resonado en todo el departamento y como siempre Ayato ya tenía ese mal presentimiento de ir a abrir la puerta.
Al llegar a esta la abrió de mala gana encontrándose con una solitaria carta en el tapete de entrada. “Bingo” al parecer nuevamente había adivinado que se trataba de otra de esas irritantes cartas.
- Ayato: …
No estaba seguro de si tirarla o leerla, pero el sentía que lo mejor era no leerla y simplemente tirarla, pero por alguna razón el sentía que si no la leía se arrepentiría, después de todo, no era la primera vez que le llegaba una. Aprovechando que su pareja no estaba este se sentó en la mesa y abrió el sobre que la contenía, desdoblando así el papel en su interior.
Carta:
"Parece que no has hecho caso a mis advertencias…Deja en paz a Haise, solo lo atormentas.
El está contigo porque se siente atado y ya deberías dejar de hacerlo sufrir y dejarlo venir a mí, esto seguro de que el piensa en mí y que en poco tiempo puedo hasta hacerlo mío.
No engañas a nadie con esa actitud tuya de mocoso enamorado, en el fondo tu y yo sabemos que eres una zorrita que usa su enfermedad para retener a Haise, ríndete de una vez o tu y yo tendremos problemas.”
P.S "Espero que tu visita al doctor haya sido cómoda Ayato-Kun."
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Sus manos temblaban por la ira y sin más arrugo la carta y la lanzo al bote de basura, era la décima carta en este mes ya estaba harto de estos incesantes acosos que habían comenzado hace algunas semanas. Seguro se preguntaran ¿Por qué no se lo dice a Haise? Bueno, fácil. Desde su pelea con Eto Haise había estado muy estresado por el trabajo y la investigación para eliminar a todo el Aogiri que un problema más seria como clavarle otro cuchillo al mayor en la espalda y Ayato no quería eso, además, últimamente el peliazul se había sentido muy mal, tenía mareos y de repente palidecía.
Este ya había ido de visita al doctor y este le dijo que esperara al resultado de los análisis pero si se trataba de lo que este sospechaba entonces le recomendaba a Ayato no estresarse para nada ya que eso provocaría que empeorara su condición.
Desde ese aviso del doctor Ayato trataba de estar tranquilo además de que oculto este pequeño diagnostico a su hibrido para no preocuparlo más, pero, el hecho de que esas cartas llegarán cada bendito día solo estaba haciendo que se estresara más y más.
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Ya había oscurecido y el reloj estaba a punto demarcara las 9:00 Pm, el peliazul se encontraba leyendo en la sala. ¿Puede creerlo? Ayato Kirishima leyendo un libro que no fuera una revista o un comic, pero bueno era norma, desde el incidente con Arima hace 3 años el menor había cambiado de sobremanera volviéndose un poco más reservado y por así decirlo maduro, por eso y porque le reconfortaba el hecho de estar cerca de los libros cuando creía que Kaneki había muerto, es por lo que había comenzado a leer como Kaneki.
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Este leía tranquilamente su libro hasta que el tono del teléfono se hiso presente y poniéndose de pie se decidió a contestar, creía que se trataba de Haise avisándole que pronto llegaría a casa, pero no, ya que la voz que se hiso relucir al otro lado de la línea no pertenecía al hibrido, no, esta era una voz disfrazada, con un tono computarizado y ronco; era tan horrible que hasta le provoco escalofríos al menor.
- ???: Hola Ayato-Kun
- Ayato: *Glup* Quien habla? Si es una broma deténgase…
- ???: O no Ayato no es una broma…Me sorprende que no me reconozcas puesto que has estado leyendo mis cartas desde hace un mes…
- Ayato:¿Q-Que…?
Paralizado sus manos comenzaron a temblar.
- ???: Jejeje así es…tuve que llamarte ya que precisas no entender con mis cartas…así que pensé que si intercambiábamos palabras dejarías de ser una molestia para mí y te apartarías del camino
Molesto este apretó sus dientes y dijo.
- Ayato: Escúchame cabron no se quien mierda eres pero si tanto quieres pelear conmigo ¡Adelante!...¡Tu di cuando y donde y yo con guste estaré Ahí para romperte la cara!
El menor solo puso escuchar la irritante y burlesca risa del contrario.
- ???: Jajaja tan salvaje como siempre…Aun no entiendo como Haise se pudo fijar en alguien tan vulgar como tu…En fin…Como te dije y te seguiré diciendo en mis cartas…Alejate de Haise y deja de molestar con tu asquerosa presencia o me vas a conocer….
- Ayato: ¡No te tengo miedo Hijo de puta!
- ¿???: Por cierto…Esa ruta que sueles tomar para ir al doctor es algo peligrosa…alguien podría aprovechar y atacarte por la espalda…mejor cuídate estorbo
Tras decirle aquellas palabras este colgó.
- Ayato: ¿Q-Que?.... ¡Oye! ¡¿Qué demonios?! ¡Respóndeme desgraciado!
Furioso estrello el teléfono contra la pared y recargándose en otra de estas el menor se dejó resbalar hasta el suelo donde se cubrió el rostro con las manos y apretó sus dientes con fuerza.
No es que Ayato tuviera miedo por el mismo, el era lo suficientemente capaz de defenderse, pero a lo que realmente temía era a las posibilidades que le dijo el doctor, si sus predicciones eran ciertas sería peligroso tener a ese acosador tras de sí ya que podría intentar algo aprovechándose de la situación y era lo que menos deseaba Ayato. Pero ¿Qué podía hacer? No podía decirle a Haise, el azabache ya estaba demasiado presionado, sufría constantes pesadillas y además su obsesión por parar a Eto lo estaba estresando tanto hasta el punto de tener repentinos ataques de ira y frustración.
Era oficial, Ayato tendría que lidiar con esto solo.
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La puerta del departamento se abrió dejando escuchar la cansada pero amable voz de su pareja.
- Haise: ¡Ayato! ¡Estoy en casa!
Poniéndose de pie este se tragó su frustración y estrés, trato de no dejar que los mareos se apoderaran de él y caminando hacia la puerta lo recibió con la mejor sonrisa que pudo fingir mientras que por dentro se moría por el terror y la preocupación.
- Ayato: Bienvenido…
Flashback
Dctor: Ayato-Kun aún no sabemos los resultados de tus análisis, pero al juzgar por tus síntomas yo creo saber que es
- Ayato: ¿Y qué cree que tenga doctor…?
- Doctor: Ayato tu…
Fin del Flashback