Acosos por Regu

1:00 Pm, centro vacacional cercano a las costas de Tokyo.

Ayato y Kaneki habían empacado al día siguiente y se habían ido de su departamento, para la tarde, ya se encontraban registrándose en un hotel muy lujoso, al parecer una de las ventajas de trabajar en el CCG era que la paga era alta y de esa forma, Kaneki podía mimar y llenar a Ayato de todo lo que necesitara, y ahora también, a su nuevo bebe que venía en camino.

El peliazul se encamino con el azabache hacia su habitacion correspondiente, y ahí, dejaron todas sus cosas en su lugar.

Al terminar de acomodar todo, el menor se encontraba en el balcón de la habitación observando el hermoso paisaje que le regalaba aquel lugar, entonces, Haise sonrió y se acercó a el abrazándolo por la espalda, para después comenzar a besar su cuello suavemente, mientras que le susurraba con una voz bastante gruesa y ronca.

- Haise: Mmm…Cariño que tal si tú y yo vamos un rato a la playa, caminamos por la arena hasta que anochezca…y luego tu y yo, llegamos aquí…nos damos un baño y te hago el amor toda la noche ¿Te parece?

Ayato quien no se sorprendió del todo por el abrazo ya que lo escucho llegar, se dejó abrazar y cerro sus ojos con suavidad, mientras que se deleitaba con la cálida sensación que le brindaban los labios del mayor al tocar su cuello.

- Ayato: Me leíste la mente Parchesito…

Y así fue, ambos Ghoul salieron de la habitación y caminaron por toda la playa, de vez en vez se metían al agua y jugaban por un rato, también se abrazaban y besaban mientras nadaban para después salir y recostarse en la arena para besarse con pasión.

- Ayato: Mmm…Hacia tanto que no teníamos este tipo de escapadas….

- Haise: Mgnmm…Recuerdo que nuestra última cita igual a esta fue hace años en Aogiri ¿Recuerdas nuestra misión en aquella ciudad? Jejeje aun puedo recordar tu cara cuando te prepare aquella cena en la terraza del hotel Mmm

- Ayato: Como olvidarla…Mmm jejeje…me haces cosquillas

El azabache besaba con dulzura el cuello del menor mientras que las pequeñas olas les empapaban solo un poco.
Después de eso, caminaron un rato más hasta que llego el atardecer y después la noche. Algo sucios, entraron a la habitación y Haise cargo a Ayato llevándolo directo al jacuzi del lugar, ahí, ambos se quitaron la ropa y entraron a la relajante tina. Ahí, el mayor tomo al menor con cuidado y lo coloco en su regazo para comenzar a besar su pecho con deseo y amor.

- Haise: Mmm….Ayato…Mmm…Eres tan delicioso

- Ayato: Mmm…¿En serio? ¿Qué sabor…Que sabor tengo?

Susurro entre suspiros, mientras que abrazaba su espalda y sentía sus bien marcados músculos. Haise, al escuchar su pregunta, le respondió sin separar mucho sus labios de su pecho, para que de esa manera su aliento rosara contra su piel y le causara cosquillas.

- Haise: Sabes salado…pero también dulce…Ah…tu piel tiene un sabor tan único que no logro describirlo

- Ayato: ¡Ngh!

El menor se estremeció al sentir su aliento y, cuando el azabache sintió su reacción, este decidió subir la intensidad, comenzando a besar y a lamer de vez en cuando uno de los pezones de Ayato.

- Ayato: A-Ah…Haise…Ah…Se siente…

- Haise: Mmm…¿Cómo…se…siente?

- Ayato: A-Ah…se siente bien…Ah….muy bien

Jadeo excitado, mientras que alzaba su cabeza hacia atrás.
Después de un rato de morder y lamer los pezones del peliazul, Haise comenzó a bajar más y más dejando marcas en todas partes, para demostrar que Ayato era solo suyo y de nadie más. Cuando llego hasta su vientre, este sonrió al ver lo abultado que estaba, era como una pequeña bolita apenas. Enternecido, el hibrido no pudo evitar besarlo con cariño y susurrar.

- Haise: Cuando tu nazcas, yo y tu madre seremos las personas más felices

Aquellas palabras provocaron que los ojos de Ayato se cristalizaran, dios realmente amaba al mayor, en ese momento ni siquiera estaba presente el miedo de la posible situación que Kaneki y Ayato trataban de evitar, lo único que importaba ahí eran ellos y su bebe.

Tomando el rostro de Kaneki con sus manos, Aytao le beso profunda y apasionadamente mientras que Kaneki algo sorprendido, correspondía de igual manera, para después comenzar a lamer su labio superior, pidiendo permiso para que el peliazul le permitiera el paso, el cual, se lo cedió abriendo su boca levemente; entonces, el azabache introdujo su lengua comenzando a explorar aquella boca que tanto conocía, mientras que Ayato correspondía rozando su lengua con la de Kaneki.

- Haise: Mmff…Ah…Ayato…quiero más…Mmm…Ngh

- Ayato: Ngg…Ah…mmff…¿Q-Que…Mff…Que esperas…?

Esas palabras fueron como una especie de autorización por parte del menor, y Haise obediente, se acomodó en el agua para después colocar a Ayato sobre él y, tomando un poco de lubricante que había colocado cerca de la bañera, comenzó a preparar la entrada del menor introduciendo un dedo con cuidado. Ayato, quien al sentir su dedo entrar en él, gimió excitado para después morder levemente el hombro de Kaneki.

- Haise: Mmm…¿Te gusta cierto?

Entrelamiendo sus labios, introdujo otro dedo más y comenzó a hacer como si estos fueran tijeras.

- Haise: Aha Ayato…Estas tan apretado

- Ayato: Ca-Cállate pervertido…Ngh…Ah…

Riendo levemente, Kaneki beso su hombro con ternura, para después de un rato introducir un tercer dedo.

- Haie: Creo que con esto…Ah…Ya estás listo…

Susurro después de algunos minutos de preparación. Sacando sus dedos, el mayor acomodo a Ayato y con cuidado comenzó a introducir su miembro en el interior del menor, sentándolo con cuidado en su regazo.

- Ayato: ¡A-Ah!...¡Mierda!... ¡Haise!

- Haise: ¡Ah! Ngg…No sabes cuánto amo que hablas de la misma forma que hablabas cuando estábamos en Aogiri…Ngh…Ah dios Ayato…

El menor se abrazó al cuello del azabache mientras que gemía en su oído para después morderle con suavidad y susurrarle una que otra palabra de amor o a veces hasta pervertida.

- Ayato: Ah…Haise…¡Ngh!

- Haise: Ngh…A-Ayato…Sabes que mis orejas son…son sensibles…Ah…dios…

Entro aún más ante los tratos de Ayato en su oreja y logro llegar hasta ese punto en especial.

- Ayato: ¡AH! ¡Haise! ¡Justo ahí! ¡Ah!

- Haise: Ah…¿Comienzo a moverme conejito…?

Susurro risueño, mientras que besaba la mejilla del menor y la mordía con levedad.

- Ayato: Ah… ¡Sí! ¡Si! ¡Hazlo ahora parche!

Exigió con sus ojos cerrados, mientras que se estremecía por el placer, aunque claro, apenas comenzaba.

Al escuchar sus deseos, Haise los cumplió sin dudarlo y comenzó a moverse algo despacio.

- Ayato: Ah…Ah…así Haise…así…!Ah!

- Haise: ¡Ngh! Ah…Ayato…Estas tan apretado…a pesar de que te he hecho el amor muchas veces…Ngh…sigues tan apretado como un virgen jajaja

- Ayato: Ca-Callate…idiota…Ah…Tu…Tu…sigues tan sensible ¡Ah!...Tan sensible como un virgen

Le respondió burlón, mientras que se acercaba a los labios del mayor y le besaba con intensidad, mientras que rasguñaba levemente su espalda.

- Haise: ¡Mmff!

Esos rasguños le excitaban, todo en Ayato le hacía sentir en las nubes, no había nadie más en el mundo que le hiciera sentir de tal manera. El menor le susurró al mayor, sin despegar sus labios de los suyos para que así rosaran cuando hablara.

- Ayato: Mas rápido…Mas rápido Haise…

Mordio levemente el labio inferior del hibrido, mientras que este último se sonrojo y tomo al menor de sus caderas, para después comenzar a moverse con más fuerza.

- Ayato: ¡AH! ¡HAISE!

Rápidamente comenzó a sentir una fuerte corriente que subió por toda la espalda, provocando que soltara fuertes gemidos mientras que ambos chapoteaban el agua caliente fuera de la tina. Haise, se movía rápidamente, sintiendo sus cabellos húmedos golpear contra su frente con cada movimiento.

- Haise: Ah…¡Ayato!...Me vuelves loco….Ah

Gruñía de placer, sintiendo como el interior de Ayato apretaba su miembro cada vez más.
Sonrojado y jadeante, Ayato se aferró al mayor para después gritar.

- Ayato: ¡Ah! ¡Haise! ¡Voy a correrme!

- Haise: ¡Ah!...¡Yo también!

Terminaron corriéndose al mismo tiempo, Haise dentro del menor y Ayato entre sus vientres, provocando que el agua se ensuciara un poco. Agitado, Ayato se recargo en el pecho del mayor, mientras que Haise posaba su espalda contra las paredes de la tina, deteniendo al menor y besando sus cabellos con dulzura.

- Haise: Ah…Eso se sintió tan bien…

- Ayato: Lo se…Ah…te amo tanto Kaneki…

Sintió un cosquilleo en el estómago al escucharlo llamarle por su viejo nombre y, riendo con levedad, volvió a besarle, esta vez en la frente, para después verle a los ojos y responderle.

- Haise: Yo también te amo Ayato…