Su primer impulso fue gritar como de manera muy poco masculina pero no, aun tenia dignidad para eso pero ¿Quién era este Akashi? Era completamente diferente con el que había convivido esta semana, este incluso parecía algo déspota y en su mirada había cierto brillo de que algo no bueno iba a pasar con Furi si se quedaba ahí como estúpido mirándolo fijamente.
-Sei…-Antes de decir algo más fue agarrado bruscamente de la boca y fue jalado hasta quedar cara a cara con el pelirrojo, su mirada era aun más tétrica de lo que podía imaginar estando así de cerca, sintió más terror si esto era posible. Pensó en ese momento que iba a morir o de mínimo su trasero no quedaría virgen.
-No me llames así con esa sucia boca que tienes. Soy Akashi Seijūrō que no se te olvide, soy mucho mejor que tu…-
Lo soltó de manera brusca haciendo que Furi se caiga de culo al suelo. Genial, ahora lidiaba con un trastornado que al parecer lo quería matar y con un dolor en el trasero.
-Por favor…Akashi-sama-A ver si llamándolo así se tranquilizaba un poco- ¿Puedo saber que sucede?
-Sigo analizándote y no me pareces nada más que un cachorro inútil, creo que debería deshacerme de ti. –Mira al agua- Si te ahogo aquí, podría decir que fue un accidente.
El de pelo marrón se acerco con enojo, aunque estaba asustado como nunca y quería correr de allí y desaparecer decidió enfrentar a aquel Akashi insolente abofeteándolo, pero este le sujeto la mano
-No me estas demostrando lo contrari- Recibió una bofetada con la mano izquierda del castaño.
-¡No sé quién eres pero quiero a Sei de vuelta! ¡No me importa lo que digas no tienes derecho a ser así conmigo! ¿No se supone que somos pareja?-Lo ultimo lo dijo con algo de timidez.
-Eso es lo que trato de decir-Akashi lo apretó del cuello- Escúchame escoria, no quiero estar atado a alguien que-
Kōki desesperado por la fuerza que le ahogaba retrocedió soltándose del agarre, pero resbalo con el jabón haciendo que se fuese hacia adelante. En su empeño por querer sujetarse, se aferro a una rama que había cerca de un árbol que había que podar pero la rama se quebró haciendo que el castaño no solo cayese encima del pelirrojo si no que la rama que sostenía casi quedara clavada en la cabeza de este solo por centímetros haciendo que sudara frío.
-Me venciste una vez más.-El de ojos dispares dijo esto mirándolo incrédulo por poco y ese chico le perforaba la cabeza.
-¡No es lo que piensas! –Sentía que ahora si el pelirrojo lo iba a matar por amenazarlo así (aunque fuera por mero accidente)
-Esto es humillante, e sido vencido dos veces por la misma persona…puedes hacer lo que gustes conmigo.-Dice mirando hacia cualquier parte. Merecía que el otro acabase con su vida por tratar de él acabar con la suya.
-¿A qué te refieres con eso?
-Mátame. –Dijo de manera inexpresiva.
-¡No voy a hacer tal cosa! ¿No se supone que estamos comprometidos? Quizás a usted no le importe Akashi-sama pero a Sei si…
El de ojos heterocromaticos sonrió por primera vez de una manera natural y suave.-Ya veo, entiendo ahora porque Oreshi te escogió.
-¿Oreshi?
Pero antes de que el chico de hebras castañas dijera algo fue tomado del rostro de manera suave y besado esta vez por el de ojos dispares, en un beso pasional abriendo sus labios y explorando con su lengua la ajena separándose suavemente dejándolo un poco en shock y respirando agitado.
-Tienes un olor excitante…Creo que va a ser delicioso el momento del apareamiento.-Le guiño un ojo coqueto y Furihata se desmayo de nuevo.
Cuando despertó estaba enjuagado y vestido, bastante seco y agradable. Recordó el beso de hace poco y el cuerpo le hirvió por completo, había mucha luz ¿Había dormido toda la noche? Akashi no estaba, impulsivamente lo busco buscando su olor, él solía dormir junto a Furi incluso aunque el castaño se opusiera, pues para este ya eran como esposos.
Y allí estaba desayunando tranquilamente, al parecer ya era el mismo de siempre pero lo veía algo distante.
-Buenos días Kōki-Saludo formalmente, no es que no lo hiciera normalmente solo que solía ser más cariñoso.
-Buenos días… Seijūrō –Parpadeo sirviéndose su propia comida-¿Pasa algo malo?
-Yo no puedo hacer el amor contigo… ¡¿Sin embargo Bokushi si puede tocarte?!
-¿Eh? ¡Nadie me a tocado Sei! ¿Quién es Bokushi tu otro yo?
El pelirrojo asintió.
-Cuando volví a ser yo mismo te vi desnudo, algo sonrojado, desmayado y con las nalgas rojas ¿Qué quieres que piense?
-Ah, eso debió ser cuando me caí al suelo… ¡Y tu otro yo casi me mata! ¡¿Por qué no me dijiste que tenías otra transformación así de peligrosa que involucraba personalidades alternas?!
- Lo siento, debí controlarlo ayer, pero estaba enojado y frustrado, no me di cuenta cuando salió. Debería habértelo contado, pero temía que te apartaras aun más, siempre eres muy distante de mí.
-No es que quiera ser distante, pero recuerda lo que te dije… No es fácil acostumbrarse a que tengo un prometido y…-Miro un sobre que tenía el pelirrojo-¿Qué es eso?
-Ah, ya sabes, sobre el torneo, es tuyo Kōki-Se lo entrega-Aunque debe tener la misma información de que aplazaran todo, creo que tuvieron un altercado con los cambiaformas metales y minerales.-Suspiro.-Esos tipos siempre meten líos en todos lados.
-¿Eh? ¿A ti también te enviaron una? Perdón que lo diga pensé que al vencerte no seguías jugando.
-Bien según dicen quieren que vuelva a enfrentarme a ti porque creen que fue un poco engorroso la manera en que ganaste.
El castaño hizo una mueca.
-Obviamente me negué, pero siguen en que quieren que siga participando.
-Yo creo que debería dejarlo, no soy tan fuerte y creo que me toca contra un cambiaforma metal, no creo vencerlo.
-¿Y si tomo tu lugar? Siendo tu prometido puedo hacerlo. –Furihata asintió a la idea, además los metales le daban terror por una experiencia personal que por el momento no le contaría al pelirrojo.
Había comido tranquilamente después de esa conversación, pero algo no lo dejaba tranquilo, se acerco casi mas como en un impulso y se acerco a su pareja que se había dispuesto a jugar un juego de estrategia que para el castaño era muy complejo, cuando Akashi percibió la mirada ajena miro al contrario y dejo el juego a un lado.
-¿Pasa algo Kōki?
-Lo siento, creo que me e pasado un poco ayer al empujarte, entiéndeme no es que no me gustes ni que tu olor no me atraiga ¡Necesito tiempo para asimilarlo!
Su pareja le acaricio los cabellos y le sonrió amablemente. Furi se quedo mirando aquellos ojos escarlata que le parecían preciosos y luego los labios de aquella persona que le parecían tan tentadores para luego depositar un suave beso en ellos un dulce roce apenas. Y luego se separo tan bruscamente que hasta se torció el cuello un poco.
-¡Es verdad hoy sale un libro nuevo que e estado esperando! ¡Volveré pronto!-Salió raudo de la casa antes que su pareja le dijese nada.
Se había dejado llevar, pero es que ya era casi imposible contenerse, sin embargo está seguro que es porque ya su olor y el de él pelirrojo están entremezclados que actuó así.
Akashi por su parte sonreía bastante. No se lo esperaba pero bien que le gustó
-Ya eres mío. Solo un poco más y nos uniremos.
En otra parte estaban el chico oso y el que se hacía invisible caminando juntos fuera de los lugares donde comúnmente iban los cambiaformas, era el lugar de humanos, humanos comunes y corrientes tratados a veces como escoria por algunos cambiaformas. La sociedad entre humanos y cambiaformas era un poco complicada, muchas veces habían tenido conflictos y hasta casi guerras.
El peliceleste miro al pelimorado con curiosidad pues no sabía porque era llevado a aquel lugar.
-¿Por qué se supone que estamos por acá Murasakibara-kun? La gente ya está empezando a notar que no somos como ellos, no quiero perturbarlos aun más.
-Es que aquí venden unos dulces muy deliciosos y no quería ir solito porque queda lejos y lejos no me dan ganas de salir.
-Ah, um comprendo. –Camino un poco aburrido el de cabellos celestes cuando vio un letrero en particular, al parecer uno de aquellos cambiaformas metálico estaba empezando a meterse con los humanos. No le gustaba nada. Estaba abusando de su poder, como odiaba a ese tipo de gente, sin embargo negó y le pregunto a su acompañante.
-¿Y que han dicho los de tu clan Murasakibara? ¿No te han dicho nada porque no tienes pareja?
-Si, pero les dije que aun no me interesan esas cosas, yo prefiero comer. ¿Y tu Kuro-chin?
-Me quieren buscar pareja, pero a mí tampoco me atrae nadie, no es como Akashi-kun que enlazo su vida a quien le venciera y yo estoy seguro que Furihata no le es indiferente. Aunque…¿Qué tal si le echamos una mano a ese par? Ya sabes para que sus lazos se unan…
-Suena divertido Kuro-chin.
-Reuniremos a los demás y les contare para que también ayuden.
-Dudo que Mido-chin quiera ayudar ¡Ya llegamos!
Era una tienda simple, pero habían bastantes dulces de los que el pelimorado era fanático, habían 3 personas extrañamente las tres eran cambiaformas. ¿Se estarían escondiendo de alguien en particular? Quizás solo pensaba demasiado.
En un lugar, muy, muy lejano, no la verdad no.
-¿Entonces ese chiquillo conquisto también a Bokushi? No puede ser –Dijo el padre de Akashi que estaba que se arrancaba los pelos-Creo que tendré que ir por ese chiquillo personalmente. Tú síguelos vigilando Mayuzumi…-
Corto la llamada y empezó a preparar las cosas para su viaje, que no crea ese pequeño cachorro que las tenia ganadas, no, claro que no.
Y mientras observaba sin ver realmente algunos libros del lugar Furihata pensaba en los suaves labios de Akashi, era el primer beso que el mismo había decidido darle al pelirrojo, suspiro y tomo el libro sobre ferrocarriles que tanto quería, también llevaría uno de cocina para hacerle algo a su pareja, no sabe porque pero aun se siente culpable de empujarle o quizás sea algo más aun no lo comprende. Aunque estaba un poco preocupado por esa personalidad extraña en que se había convertido este cada vez le tenía menos miedo y más confianza.
-Little pet ¿Eres tú? –Dijo una voz con tono extranjero que él conocía demasiado bien. Volteo lentamente para verlo.
-Nash Gold…-Dijo con frialdad apretando los labios, aquel cambiaforma metálico que le había traumado tanto en un pasado.
-Vaya, parece que Little pet aprendió a sacar los dientes. ¿Es cierto que ahora estas comprometido con uno de los leones? –Lo olio desde la mismo punto en que estaba-Vaya parece que sí, apestas.
-No te incumbe lo que haga con mi vida. Y me parece raro verte en una biblioteca.- Apretó mas los labios y los puños.
-No es coincidencia, te seguí a propósito- Se acerco al de menor tamaño y lo sujeto de la cintura pegándolo a él de manera sorpresiva- ¿No crees que será decepcionante para tu pareja darse cuenta que tiene un novio frígido? Sabes que un novio que no se deja coger es muy aburrido.
-Tu intentaste violarme…aun no olvido eso-Lo miro con odio tratando de separarse del sujeto como pudiese.
-¿Y crees que ese peluche si te respetará? Los animales son mucho más sucios que nosotros los metales. Si lo hice es porque no te dejabas coger chihuahua. –
Paso una mano contra una de las nalgas del castaño haciendo que este sintiese un profundo asco y tuviese ganas de golpearlo pero sabía que hacer eso haría que le fuese mucho peor, los metales eran de cuidado y si los golpeabas se entusiasmaban y solían dejarse llevar por la adrenalina, eran de golpearte hasta matarte-Pero si algún día cambias de parecer sabes que podemos coger cuando quieras. Te haré gozar como una puta –Dijo con una sonrisa de arrogancia soltándolo y marchándose.
En realidad este solo había venido a molestar al castaño quien tenía profundas ganas de vomitar realmente no le producía más que asco ¿Cómo pudo haber estado saliendo en un pasado con alguien así?
-Apestas.-Menciono el pelirrojo apenas su pareja llego a casa.
-¿Qué?
-Tu… ¿Con quién estuviste? –Menciono un alterado pelirrojo sin dejar de olerle- ¿Por qué le dejaste acercarse tanto a ti? Encima un cambiaforma metálico ¿Lo abrazaste? ¿Te tocó? Cuenta.
-No era porque yo quisiera.-Dijo aun algo molesto por lo que había pasado. Su pareja abrió los ojos preocupado por lo que escuchaba.-El tipo me apego a él y me toco el culo, lo quería matar, pero ese tipo es peligroso incluso si me transformaba tendría problemas.
Ahora sí que estaba enojado. Nadie toca a su prometido.-Ya verá que pasa cuando tocan a mi pareja-Hace crujir los nudillos-Voy a encargarme de él.
-Sei…-Abrazo a este no muy fuerte.-No lo hagas, ese sujeto es peligroso.
-Más peligroso soy yo cuando se meten con lo mío.
El de pelo marrón se soltó de pronto.
-No me trates como un objeto, es exactamente como él me trataba.
-Espera, eso significa que él…
-Si, el era mi ex.
Continuará...