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Estaré a tu lado una vez más por Shiru-sama

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Notas del capitulo:

 Holaaaaaaaaaaaaaaa, disculpen el retrazo, veran no tenia internet y por ello no pude subir el cap, pero ahroa si tengo y aquí esta (?

  Por cierto el cap de hoy sera narrado en primera persona, se me hace un poco extraño escribir asi, pero queria intentarlo y espero que sea de su agrado 

   Una cosa más, disculpen si hay algun error o algo

El despertador suena y suena, pero no quiero levantarme y apagarlo… incluso la luz ya está empezado a colarse por los espacios que las cortinas no llegan a cubrir, y aunque no pude pegar un ojo en todo la noche, no me siento con sueño, pero si siento mi cuerpo pesado.

Mis ojos viajan a través de la habitación, ya está lo suficiente claro para que pueda mirar y distinguir fácilmente los objetos, aun así, el distinguir objetos en la oscuridad no es tan difícil para mí, puedo ver bien su forma aunque no los detalles como cuando está iluminado, pero definitivamente “mi vista nocturna” es mucho mejor que la de mis amigos. Pronoto mis ojos quedan parados observando el calendario que hay sobre la mesita de noche ubicada junto a mi cama, el día de hoy está marcado con un círculo rojo y con el dibujo de un pequeño pastel aun lado… No lo eh olvidado… el día de hoy es imposible para mi olvidarlo.

Sin casi fuerza me siento en la cama y apago el despertador, con mucha menos gana, me levanto de la cama.

Mi cuarto es grande, no puedo quejarme de eso, tiene un gran ventanal que da hacia un balcón, también cuento con varios muebles y una cama muy cómoda, para los días calurosos cuento con un aire acondicionado que me mantiene fresco y el lugar es algo cálido en el invierno.

Camine a paso lento hasta el ropero, pues debía buscar algo de ropa para cambiarme y bajar, obviamente, no podía hacerlo únicamente vistiendo un short que suelo usar para dormir. Tras mi corta búsqueda por alguna prenda logro obtener un buzo obscuro y un pantalón gris. No tardó mucho en ponerme las prendas y mirarme al espejo de tamaño “cuerpo entero”, que está en la puerta del mueble.

Mis cabellos castaños están algo desorientados y rebeldes gracias a la almohada y mi terquedad por no querer dormir en una sola posición, mis grandes ojos dorados tienen un pequeño brillo, incluso yo puedo notarlo, pese a todo lo que debieron haber visto ellos siguen con ese brillo, pues en estos 5 años no los eh visto cambiar. Siempre me pregunto si ese característico brillo de emoción y fortaleza estuvieron allí, o simplemente aparecieron luego del “accidente”… por lo visto, nunca lo sabré, solo será una pregunta de las tantas que no tendrán respuesta.

-“Eren ya estas despierto”, el sonido de golpecitos en la puerta y la voz dulce y suave como la voz de una madre, que resuena desde el otro lado de la madera me hacen salir de mis pensamientos

-“Si” respondo antes de apartar mi mirada del espejo, la persona que soy ahora, no sé si es diferente o igual a la de antes, pero desde hace un tiempo deje de preocuparme por ello

Ya caminando normalmente me dirijo a la puerta de la habitación, cuando giro la perilla y abro la  puerta me encuentro con una chica, su cabello negro esta suelto y es corto, pese a que no hace mucho frio, una bufanda de color rojo rodea su cuello y sus ojos grises casi negros me miran atentamente.

-“Feliz cumpleaños” me felicita con una pequeña sonrisa, yo solo sonrió y me rasco la cabeza

-“Ah… era hoy, jajaja me había olvidado completamente” finjo no recordarlo, pero ella enseguida se da cuenta de mi mentira, su rostro serio lo demuestra, sabe muy bien cuando miento y cuando digo la verdad

-“Tienes ojeras debajo de los ojos, ¿no pudiste dormir bien?” ella toca con su mano mi mejilla para luego con el dedo acariciar suavemente debajo de mis ojos

Aquel gesto me llena de vergüenza y sin pensarlo mucho aparto su mano, -“No hagas cosas como esas Mikasa” le digo enojado, pero ella simplemente me ignora

Tras un suspiro me hago paso hacia el baño.

En realidad hoy no es mi cumpleaños, para ser honestos ni yo mismo se cuándo es… cuando era pequeño fui encontrado a las orillas de un río por dos niños, una chica y un chico. Yo estaba inconsciente cuando ellos me encontraron, por lo que no se con exactitud qué fue lo que paso, lo único que sé, es que, cuando abrí los ojos estaba siendo llevado en la espalda de una niña, la luz molestaba un poco mis ojos y mi cabeza dolía horrores, llevaba una camisa más grande que mi cuerpo y un pantalón de mi talla, ambas prendas estaban empapadas y podía sentir claramente como pesaban y como las gotas caían al suelo. Además tanto la camisa como el pantalón estaban llenos de rasguños, cortadas y manchadas de rojo, en especial la camisa, la cual en el medio tenía un pequeño agujero que atravesaba la prenda. Pero aun así no sentía ningún dolor en mi cuerpo, solo la cabeza.

Los dos pequeños que me cargaban se presentaron como Mikasa y Armin, lo primero que me dijeron al ver que estaba consiente, fue que estaban sorprendidos de que estuviera vivo, puesto que parecía un muñeco a las orillas de aquel río, con toda la ropa rota y con sangre seca en el cuerpo, también me preguntaron qué había sucedido, pero no pude responder a ello, pues ni yo mismo lo sabía, mis recuerdos estaban confusos y mi cabeza dolía por lo que no podía responder con exactitud, lo único que si pude contestar fue mi nombre; Eren y mi edad; 10 años, pues no recordaba ni mi apellido. También, esos niños me preguntaron qué era lo que traía en la mano, ya que, lo que fuera, lo tenía muy bien agarrado, y no lo soltaba, ni yo sabía que era aquello, pero cuando abrí mi mano los tres miramos, era una llave, fuera de donde fuera, parecía importante.

Armin y Mikasa me llevaron a un hospital, donde me hicieron miles de pruebas, y donde estuve una semana entera metido. Los dos chicos siempre venían a visitarme y me encariñe mucho con ellos, me hacían sentir nostalgia de alguna manera. Pero fue Mikasa la que estuvo todo el tiempo junto a mí, las 3 primeras noches no podía dormir bien, distintas imágenes de una lucha entre animales y personas se aparecían una y otra vez, sangre derramada y varias personas muertas, todo eso se mostraba ante mi si decidía cerrar los ojos, pero ella siempre lograba escabullirse y pasar la noche en mi cuarto, y solo así, con la compañía de alguien más, podía dormir.

Los médicos que me estudiaron de pies a cabeza no encontraron ningún daño tanto interno como externo. Ellos crearon la hipótesis que había caído cascado abajo, y el agua me había arrastrado lejos, muy lejos por la noche, por este mismo motivo me revisaron tan minuciosamente, pues la altura de la cascada no era baja, sino todo lo contrario, contaba con varios metros de altura, y a los pies hay varias piedras filosas, por lo que es casi imposible sobrevivir. El que yo no tuviera siquiera una herida en el cuerpo tiraba abajo cualquier hipótesis de una ciada, pues, por donde quieras que vieras, el río por el cual obviamente fui transportado inconsciente estaba rodeado por muros de tierra de una altura considerable, y era imposible que saliera ileso. Pero una pequeña herida en mi cuerpo hizo que los doctores y policías a cargo se dieran cuenta de lo que paso, en mi cuello había unas maracas, para ser más exactos, una mordida.

La policía se encargó de darme la noticia, me dijeron que lo creían que paso fue que yo estaba con mi familia y alguna otras personas río arriba, quizás explorando o acampando, y que sorpresivamente lobos nos atacaron, la camisa que llevaba puesta obviamente no era mía, me la puse antes de ser arrastrado por el agua, pues ninguna herida coincidía con mi cuerpo, y  que seguramente en el proceso de escapatoria me golpeó fuertemente la cabeza, por no recordaba nada. Eso les pareció, a la gran mayoría una conclusión satisfactoria, puesto que explicaba la mordida, mi ropa, la falta de memoria y por qué no tenía ningún daño en el cuerpo. 

Aún recuerdo la mirada de lastima con las que las personas me miraron, en cuanto, el hecho de que los lobos habían matado a mi familia y yo era un milagroso sobreviviente que salió únicamente con una mordida en su cuello. Odiaba que la gente me mirara así, pero más me odiaba a mí mismo por no poder recordar lo que había sucedido, dentro de mí sentía como si me hubieran arrebatado algo importante y por las noches solía llorar mucho, por ello decidí, que en cuanto cumpliera 15 años me uniría a la milicia.

Dentro de las fuerzas armadas, existe un escuadrón conocido como “cazadores”. Ellos se encargan de rastrear, capturar y matar a los hombres lobos… aquellas bestias que me arrebataron a mi familia. Lamentablemente solo puedes salir en buscada de los lobos cuando cumples la mayoría de edad, a los 15 años puedes enlistarte y comenzar el entrenamiento, y si soportas el enteramiento una vez que cumplas la mayoría tu puesto es más alto que cualquier otro que se enlistara después.

Como hoy es “mi cumpleaños” número 15, es mi oportunidad de enlistarme y estar un paso más cerca de deshacerme de esas horribles creaturas.

-“Eren, si no te apresuras llegaremos tarde” la voz de alguien a mis espaldas logra asustarme, y con brusquedad me giro encontrándome con un chico de mi edad pero más bajo, su cabello es rubio y sus ojos son de un bonito azul

-“Descuida Armin… ya termine” contesto antes de salir del baño, recordar me hizo olvidar el tiempo

-“Ah, Eren… Feliz cumpleaños” me felicita con una bonita sonrisa y yo le respondo de igual forma

Tanto Mikasa como Armin siempre estuvieron allí para mí, por eso no quiero mostrarme débil o triste, prefiero mostrarles una faceta alegre y fuerte.

-“¡Bien!” grito a la nada “¡Hoy daremos lo mejor y nos alistaremos como cazadores!” el rubio simplemente sonríe

-“Primero debemos ir a clases, luego haremos lo que quieras, recuerda que hoy hay prueba” me dice Armin antes de golpearme levemente el hombro

En seguida siento como mis ánimos decaen de nuevo, soy pésimo en el estudio.

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Escucho las campanas de fin de clase sonar y me arrojo sobre mi mesa, siento como si mi cerebro hubiera tenido una especie de lavado mental, los profesores hablan y escriben tan rápido que no puedo escribir y entender al mismo tiempo, no logro entender como Armin logra entender todo y a su vez escribirlo.

-“La prueba de hace un rato fue de lengua ¿verdad?” pregunto desanimado

-“Así es” me contesta Armin antes de golpear levemente mi cabeza susurrando un “buen trabajo”, y así animarme un poco

-“Que suerte, de tantas pruebas creo que terminare escribiendo en ingles la historia sobre las matemáticas” me quejo mientras tiro de mis cabellos, “¿Quién fue el genio que invento tantas fórmulas para las cuentas?, con sumar, restar, dividir y multiplicar yo ya era feliz… Armin no entiendo, año tras año buscamos como hallar la X en una cuenta, para que el siguiente se vuelva a perder y en sima traiga amigos como la Y, o todo el jodido abecedario” sigo quejándome

-“Ya Eren… todos se han ido ya… Mikasa no debe tardar en salir de la reunión, en fin, yo debo llevar unas cosas a la sala de maestros, tu espérame aquí” sin más el rubio se fue dejándome solo en el salón

Yo lo único que hago es quedarme acostado, los gritos de los demás estudiantes practicando algún deporte llaman mi atención… Durante un tiempo yo también practicaba todo tipo de deportes, era el más rápido y ágil de todos los integrantes de mi equipo, pero carezco de resistencia física, me canso fácilmente y siento la respiración pesada, por ello nunca podía estar en la cancha durante un partido completo o me retiraba antes de los entrenamientos. Al principio no le daba mucha importancia pero, gradualmente mi cuerpo respondió de mala manera los enteramientos obligándome a abandonar el mundo de los deportes… ahora solo puedo mirar como las personas se esfuerzan en querer destacar.

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-“Se tardaron mucho” les digo mientras acelero el paso, Mikasa y Armin me siguen, como pueden

-“¡No corras Eren!” siento que la voz suave de Mikasa me grita, pero no puedo evitarlo y comienzo a correr, ellos deben esforzarse por seguirme después de todo, por su culpa no estoy seguro si llegaremos a tiempo

El viento mueve mis cabellos y se siente bien, con facilidad esquivo a las personas y aceleró aún más. Amo correr, y anqué lo hago rara vez por mi estado físico, nunca dejo de disfrutarlo.

Miro hacia atrás en un intento por visualizar a Mikasa o Armin, pero no hay ni rastro de ellos. Debido a que no están a la vista decido parar, pero, por estar viendo hacia atrás no me di cuenta que en frente había alguien y sin remedio choco contra esa persona, mi cuerpo con facilidad va a parar al piso.

Un olor extraño invade mi nariz, y con curiosidad levanto mi cabeza, encontrándome con una amplia espalda.

-“Te recomendaría mirar hacia el frente mientras corres Le…” el hombre hablo mientras se daba la vuelta, pero en cuanto  sus ojos azules se encontraron con los míos se callo

-“Lo siento mucho señor…” me disculpo antes de pararme, él no me responde, pero siento su seria mirada sobre mí

Quiero limpiar algo del polvo que quedo en mis pantalones pero cuando paso mi mano izquierda por ellos, los mancho con algo de sangre, percatándome en ese momento que me lastime.

En el suelo donde caí, hay algunos vidrios esparcidos, seguramente puse mi mano sobre uno de ellos y me corte.

-“Parece que estas herido” escucho decir al hombre, con lentitud vuelvo a subir mi mirada y noto que me sonríe de forma amable

-“No se preocupe, solo es una cortada” murmuro, por alguna razón no me siento muy cómodo con la mirada de ese hombre

-“¿Estás seguro?, parece una cortada profunda… está sangrando mucho… fue mi culpa el que te hayas lastimado, déjame ayudarte” sin poder contestar siento como me toma del brazo y comienza a arrastrarme  

Mientras soy llevado, puedo notar que los comercios y las casas no me son familiares, mientras corría me aleje demasiado, no sé dónde estoy… incluso estoy siendo arrastrado por alguien, obviamente mayor que yo.

-“Ahora que lo pienso, no me presentado” de repente se detiene y de nuevo mi cuerpo choca con el de él pero no logro caer al piso “Mi nombre es Erwin” se presenta con aquella sonrisa que por alguna razón en estos momentos me da escalofríos

-“Mi nombre es…” no llego a decirlo ya que me doy cuenta de un pequeño detalle, sin darme cuenta, fui arrastrado a un lugar apartado, no veo casas o locales cerca, únicamente hay un pequeña construcción con un letrero que dice “Librería”, pero parece estar en muy mal estado

Por simple reflejo intento soltarme, pero el agarre del hombre, el cual antes era suave, se hace más fuerte.

-“Me sorprendí bastante la primera vez que te vi” me dijo de la nada, para luego arrastrarme dentro de la biblioteca, donde por fin me suelta de forma brusca, casi arrojándome

Rápidamente miro a mi alrededor, hay varias ventanas puedo escapar fácilmente por una de ellas.

-“¿A que manda perteneces?” me pregunta Erwin llamando mi atención “Estoy seguro de que no sabes las reglas de aquí… veras si alguien de nuestra manada marca a otros que no pertenecen, lamentablemente tenemos que hacernos responsable de esa persona y aceptar algunos términos… por lo que veo tu aun no fuiste marcado, eso es bueno, aun así, tienes claramente el olor de alguien de mi manda”

-“¿Marcado?... ¿manada?... ¡¿de qué estás hablando?!” le grito enojado, luego de doy cuenta, escuche hablar de esto una vez “¡No soy un lobo!” grito enojado

-“… ¿oh en serio?” me pregunta con sarcasmo “Entonces, tendré otra excusa para matarte” esas palabras me dejan estático

No podía moverme, por alguna razón sentía mucho miedo, y no quería moverme. La presencia y el olor de aquella persona me estaban afectando por alguna razón.

Me grite a mí mismo en un intento por que mi cuerpo se moviera, y entonces entre en razón y en segundos me levante. Las ventanas estaban cercas y no era momento para pensar en que tan  lastimado podría salir luego.

Por ello mi primera opción fueron las ventanas, pero antes de poder lanzarme así aun, algo más las rompió.

Nadie salió. Solo algo más entro.

Frente a mis ojos había un lobo, me repasaba en altura y en tamaño, su pelaje era marrón y sus ojos de color esmeralda me miraban enojados. Abrió sus grandes fauces mostrándome sus afilados colmillos, y algo dentro de mí se estremeció.  

Miedo, rabia y coraje me invadió, sentí como mi corazón comenzó a latir de forma apresurada y la adrenalina empezó a esparcirse por mis venas. Sentía la necesidad de hacerle frente, de pelear con él, pero sé que es imposible.

Apreté con fuerza mis puños y mordiendo mi labio inferior, di dos pasos atrás, mientras que aquella bestia dio uno, me estaba examinado con la mirada podía sentirlo.

Sin esperarlo más me lance a un lado, donde había una ventana. Me cubrí el rostro con los brazos para así protegerme de los vidrios. Y sin siquiera mirar, una vez que sentí mis pies en el suelo comencé a correr.

Mis pies apenas hacían ruido cuando pisaba el suelo, lo hacía suavemente pero de forma rápida, tenía confianza en mí mismo, podía ganar en velocidad, solo tenía que adentrarme en lugares con varios obstáculos. Aun así podía sentir claramente como las pisadas del lobo muy claramente, no estaba muy lejos de mí.

 Sin sabes bien a donde me dirigía simplemente corrí en line recta, adentrándome en lo que parecía ser un bosque.

Algunas ramas golpeaban mi rostro y me lastimaban, pero no podía parar, o eso pensé, hasta que una raíz se interpuso en mi camino, haciéndome tropezar.

Mi rostro choco cruelmente con el piso, sentí como algunas piedras me lastaban.

El lobo, que antes me estaba persiguiendo, me había alcanzado, y con mucha facilidad, tomo con sus colmillos mi remera y me lanzo contra un árbol.

Mi espalda choco contra la dura corteza, podía sentir como algo liquido caía por mi rostro, seguramente estoy sangrando.  

Cerré mis ojos al ver cómo, a paso lento, el lobo se acercaba… seguramente está jugando con migo.

“Eres un inútil mocoso” una voz desconocida atravesó mi mente

Ya te lo he dicho un millón de veces, tú no puedes defenderte ante un lobo mocoso” la misma voz se repite

“Cuando algún idiota te ataque, tu solo repite dos palabras”

¿Dos palabras?...

Al abrir los ojos vi como el lobo me mostraba sus grandes dientes.

-“¡Quieto!” grite sin pensarlo y el animal pareció obedecer, “Tranquilo” murmure despacio y el animal simplemente me miro, “Tranquilo” volví a repetir

Note como el gran animal se acostó en el piso y me miró fijamente, no parecía que volviera a lanzarse sobre mí.

¿Por qué me obedece?...

-“¡Aaaahh!” grite en cuanto una punzada atravesó mi mente

El animal pareció asustarse o alterarse no sabría decirlo bien. Mi cabeza dolía y mi visión se iba tornando borrosa, apenas podía pensar con claridad.

Junte mis parpados y sentí algo cálido sobre mi regazo, también como algo rasposo se deslizo en mi mejilla. También escuche como aquel animal daba un aullido de forma lastimera, pero no lo hacía muy alto.

-“Tranquilo…” murmure, pese al dolor, yo quería… no, sentí la necesidad de calamar al animal, por eso lleve mi mano al lugar donde provenía aquel calor, acariciando tiernamente la zona peluda que había encontrado “Solo… me duele la cabeza” le hice saber, pareció que eso lo tranquilizo

 ¿Quién era ese tal Erwin? ¿Por qué el lobo me obedeció, si antes me estaba persiguiendo para matarme? ¿De quién era la voz que resonó en mi mente?

Esas fueron las últimas preguntas que pasaron por mi mente antes de perder la conciencia.


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