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¿Amor o enfermedad? SS por kmichaelis

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Ya no sentía las manos ahora si que esto me estaba por quitar el sentido del tacto y como van las cosas terminarían amputándome las manos y eso es lo que menos quiero y necesito en este momento. 

 

La casa se encuentra muy silenciosa lo que me hace pensar que en verdad estoy solo. Sin darme cuenta de mi ojo izquierdo comenzó a salir una lágrima, extraño a kuroko, realmente lo extraño. 

 

En ese momento escucho el sonido de la puerta mientras obviamente esta se abre no sabia si era para bien o para mal pero estaba sucediendo y no estaba en condición de averiguarlo en este momento. Cuando por fin se abrió en su totalidad dejo ver a un castaño, supongo que era el cómplice de mi raptor del cual aun no sabia su nombre, ya que el se auto denominaba "el amor de mi vida", cuando claramente eso no era así. 

 

—Hola kagami-san, vine para llevarlo a su nueva habitación. —Menciono con seriedad el menor, yo por mi parte no respondí al saludo y tampoco deje nada al respecto, después de todo no pude dejar de notar un semblante de tristeza en su rostro y un tono de melancolía en su voz, ahí fue cuando lo comprendí todo este chico esta enamorado de "el amor de mi vida".

 

Se acercó hasta mi y soltó los grilletes de mis muñecas, al estar cologado y luchando contra la gravedad creía que la caída seria acompañada de un gran golpe contra el apestoso y sucio suelo de madera, no tenía fuerza en mis brazos para sostenerme por lo que no me quedaba de otra más que recibir el golpe con los brazos abiertos, pero este nunca llegó, al contrario sentí como el castaño me sostenía para evitar que mi cuerpo se golpeara y quedará más lastimado de lo que de por sí ya se encontraba. —¿Se encuentra bien? —me impacte ante tal acto de ¿generosidad? ¿Qué ganaba con ser amable conmigo en estos momentos? 

 

—Gracias pero... —Me solté abruptamente de su agarre a pesar de no tener demasiada fuerza en los músculos de todo mi cuerpo. —No lo entiendo, primero me tratan como si fuese una vil basura y ahora se supone que eres amable conmigo. —En sus ojos se reflejaba la confusión y como mis palabras lo habían tomado por sorpresa y vaya que a mi también me habían sorprendido de la misma manera pues no creí poder decir todo eso en esta situación. Pero sin duda cabe mencionar que me encuentro desesperado. —Pero supongo que tu no tienes nada que ver con esto, ya que solo sigues las ordenes de tu jefe. —Me sentía cansado y la fatiga sin duda ya se encontraba con el control de todo mi cuerpo y una gran parte de mi mente y corazón. 

 

—Tiene razón, yo solo sigo las ordenes que se me dan. Lo siento. —El chico me volvió a tomar por mi brazo en la parte posterior de mi codo derecho y me sirvió de apoyo para poder levantarme de donde me encontraba, el hecho de llevar tres días sin comer no me favorecía en nada en lo absoluto. En estos momentos maldecía el hecho de tener un gran apetito puesto que ahora mi hambre era insaciable y ya comenzaban los grandes estragos en mi sistema tanto digestivo como motor. 

 

Recorrimos un pasillo no muy largo pero si demasiado oscuro para mi gusto, llegamos a unas escaleras y me di cuenta que estas si eran un poco largas por lo que no estaba seguro del poder llegar en buenas condiciones a la cúspide. Y también me tomo por sorpresa el acto qué realizó el castaño, del cual por cierto no conozco su nombre, paso mi brazo derecho por sobre sus hombros debió a que era ligeramente más bajo de estatura qué yo, y posteriormente tomo mi mano derecha con su mano del mismo lado y pocos coloco su izquierda en mi cintura para evitar que me cayese y poder mantener un buen soporte al subir. A pesar de que me sentía incomodo e inútil, no me podía quejar ni negarme a la ayuda ya que de no ser por el no subiría ni cinco míseros escalones. 

 

—¿Cómo te llamas? —le pregunte para romper de alguna manera ese espantoso silencio que se sentía tan palpable. 

 

—Sakurai Ryo. —Simplemente me respondió de una manera muy simple. 

 

—¿Por qué haces esto? —Al parecer nunca espero que esa pregunta viniese de mi parte ya que pude sentir como se tenso su agarre por sobre mi cintura y podría apostar a que su piel se erizo. 

 

—Con todo respeto pero no es de su incumbencia. —Y eso yo no me lo espere se ve una persona tan dócil qué nunca imagine que un tono tan severo pudiese salir de esos labios, qué piden constantes disculpas. 

 

—Perdón no era mi intención el incomodarte, y por favor te pido que no me llames de usted, puedes hablar contigo de tu. —Su agarre se relajo, supongo que hice lo que debía hacer en este momento. 

 

—Kagami, yo se que quizá no comprendas mucho de tu situación o del por qué estás aquí privado de tu libertad, pero si esto te sirve de apoyo, él realmente te ama, tal vez no de una manera tradicional o común pero a pesar de todas las locuras qué cometa ese idiota el amor que te tiene es sincero, un poco enfermo pero sincero al fin y al cabo. —No supe que pensar al respecto de lo que Sakurai me estaba diciendo, el tenía razón era un amor enfermo y quizá hasta imposible. Pero según el castaño era verdadero y existente. 

 

—No se a que te refieres con esto... —La conversación se estaba volviendo incómoda y no me sentía en condiciones de poder seguir el curso que fuese a tomar dicha platica. Ninguno de los dos hablo después de mi comentario y el silencio fue lo que se podía sentir latente en el ambiente. Las escaleras cada vez se hacían más largas y mi cuerpo mucho más pesado pero a la vez ligero, qué poco a poco se iba relajando haciendo que de una manera lenta se comenzará a desvanecer de las manos y el cuerpo del otro. 

 

No se cuando, no se como, tampoco porque, pero de un momento a otro ya había perdido la conciencia y el dominio sobre de mi mismo.

 

—Solo piensa lo que te digo. 

Notas finales:

Hola y gracias por leer. 


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