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What Am I to you? por TakamasaYuna

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Yoon Gi llevaba semanas sin saber nada de Jimin, lo había intentado interceptar en su universidad pero, Jungkook hacía lo posible para que eso no pasara. Se estaba desesperando y ya no sabía qué hacer, ni a quién recurrir.


Jimin se quedaba en la casa de Taehyung, el cual lo llevaba a clases y lo recogía. Y durante las clases, Jungkook no se despegaba de Jimin. No había ninguna oportunidad para que Yoon Gi se acercara a su ex-novio.


–¿Has intentado llamarlo? –preguntó Nam Joon viendo a su amigo intentando no derrumbarse.


Yoon Gi tenía los ojos rojos e hinchados, se le notaba que llevaba días llorando. Se encontraba tomando una tila para poder relajarse pero no surgía efecto, estaba cada vez mucho más nervioso.


–¿Qué crees que he estado haciendo todos estos día? –dijo el mayor rodando los ojos y volviéndose a centrar en su bebida.


–¿Y con Ho Seok?


Eso pilló totalmente desprevenido al mayor, que casi deja caer el vaso en el que bebía. La verdad no había pensado en Ho Seok desde hace mucho y todo se debía a que su cabeza solo estaba llena de arrepentimiento por haber estropeado la relación con Jimin.


Yoon Gi se recompuso un poco de la sorpresa y negó con la cabeza esperando que su amigo no dijera nada más, pero este no se dio por vencido.


–Si no puedes arreglar las cosas con Jimin por lo menos intenta volver a ser amigo de Ho Seok-hyung.


Nam Joon no decía esto con mala intención, sabía que lo mejor para todos era que de una vez por todas el pelinaranja dejara sus sentimientos por el castaño atrás. Para eso tendría que pasar tiempo con él y darse cuenta que de ninguna manera lo podría recuperar, ya que este se casaría dentro de poco.


–Lo llamaré –pronunció en un susurro Yoon Gi mirando a su amigo a los ojos.


 


+


 


Ho Seok esperaba pacientemente a que su ex-pareja llegara. No estaba muy seguro de por qué lo había citado allí pero no tenía nada mejor que hacer así que había aceptado. No recordaba mucho de su despedida de soltero y supuso que él y Yoon Gi habían arreglado las cosas –o algo así– en ella.


No tuvo que esperar mucho tiempo, pues el mayor llegó a la hora acordada.


–Hola.


–Hola –devolvió el saludo Ho Seok moviendo ligeramente la mano–. ¿Por qué me has citado aquí?


–Quería hablar.


Los dos chicos se sentaron en un banco cercano, tenían vistas a una fuente donde algunos niños tiraban monedas, seguramente con la esperanza de que uno de sus sueños se cumpliera. Contemplando a los niños, Yoon Gi sintió envidia, ellos no tenían preocupaciones y todavía creían que si se pedía con fuerza, tus sueños se realizarían. Todo eso se perdía con los años y con las malas vivencias de la vida, todo eso era algo que Yoon Gi había perdido al ser abandonado por su compañero. No había tenido más esperanzas ni sueños, hasta que Jimin le abrió los ojos y le hizo ver que todavía tenía una gran vida por delante.


–¿De qué quieres hablar? –Preguntó Ho Seok viendo que el mayor se había perdido en sus pensamientos.


–Deseo volver a ser amigos –respondió sin apartar su vista de la fuente–.Quiero que volvamos a confiar el uno en el otro.


Ho Seok no dijo nada, no hacía falta. Solo cogió la mano de Yoon Gi y la apretó con fuerza. Se quedaron así un largo rato sin hablar, solo agarrados de la mano y contemplando el paisaje.


No existían silencios incomodos para ellos dos, nunca los había habido y a pesar del paso del tiempo, nunca los habría. 


 


+


 


–Ho Seok-shi, vamos a ver a los monos.             


Yoon Gi tiraba del brazo del castaño desesperado por ver todos los animales del zoológico. No había ido en años y todo le parecía nuevo y sorprendente.


Ho Seok solo se dejaba llevar mientras reía por el comportamiento de niño de su amigo.


Hacía ya una semanas que habían quedado en el parque y se habían propuesto ser amigos, una semanas que fue suficiente para dejar sus rencores de lado y volver a fortalecer la amistad perdida. Volvían a considerarse mejores amigo y Ho Seok ya había ido un par de veces a comer donde los padres de Yoon Gi. Los progenitores del mayor se alegraban mucho de que los dos hubieran recobrado su gran amistad y, la verdad esa amistad había hecho olvidar a Yoon Gi todo el dolor del abandono de su amigo y, la ruptura con Jimin también.


En estos días Jimin había acudido a sus pensamientos muy pocas veces y ahora ya no le importaba no tener un novio, haber recuperado la amistad de Ho Seok era lo mejor que le había pasado en años.


–Deprisa o no alcanzaremos a ver todo –seguía insistiendo el mayor.


–Tranquilo Hyung, los animales no se van a ir a ningún lado.


Tras ver los dichosos monos, Ho Seok fue arrastrado a ver los pingüinos, las ballenas, los loros, y todo animal del parque. Dieron la vuelta a todas las jaulas como cuatro veces antes de que se le agotaran las pilas al mayor. Cansados se sentaron a tomar un helado y a recobrar energías.


–La próxima vez deberíamos venir con los chicos.


–Sí, a Jin y a Nam Joon seguro les hace ilusión.


–Ya es tarde, mejor te llevó a tu casa.


Ho Seok asintió y se pusieron camino a la casa del menor. La novia de Ho Seok ya se había acostumbrado a la presencia de Yoon Gi al lado de su novio, le agradaba aquel chico pero nadie nunca le había contado el pasado de los dos, tal vez si se hubiera enterado no hubiera estado tan contenta de tener cerca a Yoon Gi.


Tras los dos chicos despedirse, Yoon Gi se fue a su casa a descansar. Todas las salidas de amigos que habían hecho le traían buenos recuerdos. Recuerdos que nunca quería olvidar.


               


+


               


Yoon Gi despertó por el sonido de su teléfono móvil. Se desperezó y sonrió al ver la pantalla. Ho Seok le había mandado un mensaje, lo quería ver en la pastelería cerca de su casa en veinte minutos.


Se alistó rápidamente y salió después de mirarse unas cuantas veces en el espejo. No tardó en llegar al lugar por lo que le pareció raro ver ya a su amigo ahí. No había tardado ni quince minutos.


–Estabas aquí ya, ¿verdad? –preguntó Yoon Gi llamando la atención de Ho Seok.


–¿Desde qué te llamé? –Preguntó pero no esperó una respuesta para responder–. Sí.


–Nunca cambiaras –rio Yoon Gi por los hábitos de su amigo. Desde que conocía a Ho Seok este citaba a la gente cuando ya se encontraba en el lugar, y esperaba lo que hiciera falta–. ¿Y si te decía que no podía venir?


–Me hubiera ido –el castaño se encogió de hombros–. Sabes que no me molesta.


 Yoon Gi no dijo nada más y se dejó guiar por su amigo al interior del lugar. Una pequeña pastelería que servía los mejores chocolates calientes.


Se sentaron en una mesa al lado de la ventana y pidieron dos chocolates y unos pastelitos. La camarera solo anotó la orden y se fue.


 


                +


 


Ho Seok reía por el absurdo comentario que Yoon Gi había hecho. La risa del menor rápidamente se contagió al pelinaranja y los dos acabaron riendo hasta quedarse sin respiración. Para el mayor, ver lo feliz que parecía su amigo en estos momentos era grandioso. Extrañaba ver su sonrisa a todas horas.


Cuando Ho Seok pudo parar de reír se puso muy serio y miró a su compañero.


–¿Sabes que he aprendido a leer las manos? –soltó sin venir a cuento.


–No digas tonterías.


Ho Seok rodó los ojos por no ser tomado en serio y agarró la mano derecha de Yoon Gi. El pelinaranja no opuso resistencia y dejó que el menor observara su palma por unos minutos.


–Esta es la línea de la vida –dijo trazando con un dedo una de las líneas de la palma de la mano de Yoon GI–. Esta la del amor y esta la del dinero.


Ho Seok estaba tan concentrado en lo que decía que el mayor no quiso interrumpirlo. Tampoco quería dejar de sentir el hormigueo que el suave roce de los dedos de Ho Seok le producía. Yoon Gi solo se quedó mirando a su compañero, viendo como fruncía el ceño intentando leer las curvas de las líneas dibujadas en la palma de Yoon GI.


Yoon Gi no apartó la mirada de Ho Seok en ningún momento por lo que nunca se dio cuenta como desde el otro lado del cristal Jimin veía la escena sin ninguna expresión en el rostro. Había pasado por ahí para dirigirse a la casa de Yoon Gi. Después de esta semanas se había dado cuenta que quería escuchar las escusas de su ex-novio antes de cortar toda relación para siempre. Aunque nunca se imaginó encontrarlo con Ho Seok mirándolo como si fuera la única persona en el mundo. Como si lo único que necesitara para vivir fuera estar a su lado. Yoon Gi miraba a Ho Seok como Jimin lo miraba a él, con amor. Un amor profundo.


Jimin había deseado que el pelinaranja lo mirara de esa forma cientos de veces pero nunca fue así. Tampoco lo reprochó pues era él quien había insistido para salir, pero pensó que al menos con los años y la convivencia el amor surgiría.


Jimin solo dejó de mirar el cristal y retrocedió. Se fue por donde había venido y se grabó mentalmente lo que nunca quiso afrontar. Yoon Gi nunca lo iba a amar.


               


+


 


Pagaron la cuenta y salieron del local. Ho Seok no había soltado la mano de Yoon Gi desde que le intentó fallidamente leérsela. Sin embargo, Yoon Gi tampoco intentó deshacerse del agarre.


Salieron y Yoon Gi se despidió, aunque, no soltó la mano de su compañero.


–Si no me sueltas no me puedo ir –rio el menor.


–¿Y si no quiero que te vayas? –preguntó pícaramente el pelinaranja.


–Me tengo que ir, lo sabes –Ho Seok soltó la mano de su amigo y se acercó lentamente hasta depositar un suave beso en la mejilla de Yoon Gi, casi rosando la comisura de sus labios.


Ho Seok tal vez lo hizo a posta o solo fue un accidente. Yoon Gi no lo supo, pues solo vio alejarse al moreno. Sin embargo, si hubiera visto el rostro del menor, la sonrisa de oreja a oreja lo hubiera delatado.  

Notas finales:

Se viene el YoonSeok, ¡ay mi corazoncito que me da algo! Debo decir que ellos dos juntos me encantan <3 <3 <3 

Pobre mi Jimin hermoso, vete mejor con otra persona. 

 


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