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Natural por Ojou_Sama_F

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Notas del capitulo:

El gran día ha llegado, es el cumpleños de Skoll y el día de sembrar su semilla.

 

- - - - -

 
El último mes, Skoll hizo menos actividades tanto en el templo, como en el palacio.
 
Los visitantes que iban a pedir ayuda, a veces se retiraban sin siquiera verlo, pues el niño prefería pasar gran parte del tiempo en su cama, dormido. Ulltek seguía buscando al sacerdote que iba a reemplazar a Naruk, pero, no había tenido suerte y, temía que, al llegar la siguiente luna, no estuvieran completos para el ritual, así que, todos los demás sacerdotes, también estaban ayudándolo en su tarea, de indagar sobre los postulantes a puesto de sacerdote; con esto, Skoll también aprovechaba para dormir plácidamente en la habitación que usaba en el templo.
 
A pesar de que su padre le había dicho que él y su madre volverían antes de esa luna, no había mensaje de su regreso; en el fondo, no eran noticias desagradables para Skoll, pues si regresaban después, él estaría como sin nada, ya sin la semilla en su vientre.
 
Una noche antes de la luna llena, después de regar la semilla por última vez, Nyrn le anunció que sus hermanos estarían ahí, cuando plantaran la semilla; a pesar de que eso a Skoll se le hacía un poco vergonzoso, no pudo objetar ante las razones del mayor. Siendo el albino un humano, al abrirse su vientre para sacar la semilla, debía ser curado con rapidez para que nada malo le sucediera; pero, como Nyrn también debía estar al pendiente de la semilla, los otros Dioses se encargarían de velar por la salud de Skoll.
 
Durante el desayuno, el peliblanco recibió las felicitaciones de los sirvientes, por ser su cumpleaños, además de ser una bendición que fuese también en luna llena. Los cocineros le prepararon una comida sustanciosa, acompañada de un pastel con miel y manzanas; después, pasó a uno de los salones, el cual, desde antes del amanecer, empezó a llenarse con obsequios para él, pues todos querían quedar bien con el sumo sacerdote, cumpleañero. Skoll solo dio un ligero vistazo y le ordenó a Oren que otro siervo empezara a escribir las cartas de agradecimiento, y tomar nota para enviarles un regalo cuando tuvieran algún evento.
 
Al medio día, al llegar al templo, los once sacerdotes que quedaban, lo estaban esperando; el día anterior Ulltek ya se había disculpado por no haber podido encontrar un nuevo sacerdote digno, pero eso a Skoll no le importó en lo más mínimo.
 
Antes de ir al manantial, observó la túnica que ese día usaría.
 
El color carmesí predominaba en la tela, pero había sido bordada en hilos de plata; en los bordes del cuello, mangas y falda, se podían notar adornos de flores que destellaban a la luz, gracias a los mismos hilos. El albino sonrió con ilusión, ese día, cumplía dieciséis y, la pequeña semilla en su interior, sería sembrada, para que, en cincuenta años, un nuevo Dríade acompañara a Nyrn en su soledad, ya que él no podría hacerlo por mucho tiempo.
 
Skoll limpió sus ojos, un par de lágrimas delatoras habían escapado, más, debía seguir manteniéndose serio ante las otras personas; era momento de ir al manantial a purificarse.
 
En el agua, sus manos acariciaban con insistencia su vientre; no sabía si después, podría demostrarle amor y cariño al pequeño árbol, o si había alguna manera especial de hacerlo, por tanto, quería que supiera, hasta el final, que lo amaba.
 
-Esta noche, también te pondremos un nombre – anunció con emoción – me gustaría llamarte Narn, como la madre de mi señor, pero, no sé si vayas a ser niña o niño – suspiró – así que, posiblemente Nyrn quiera ponerte otro nombre… Solo espero que te guste… – rió – pero, te prometo que sea cual sea, voy a amarte y a cuidarte, para que crezcas fuerte y tu árbol de vida sea tan grande como el de tu padre.
 
Skoll se sentía eufórico por la emoción de saber lo que seguía, pero también, estaba triste, de no poder seguir llevando la semilla en su interior. Se había acostumbrado a escucharla, a sentirla, a tenerla presente en su vida cotidiana y disfrutar su compañía; ya no podría sentarse en esa silla mecedora, acariciando su vientre, observando el bosque a través de su ventanal; ya no podría escuchar ese murmullo tranquilizador mientras se purificaba en el manantial; ya no podría sentirse tan feliz, por llevar un pequeño pedacito de su Dios en su interior, uniéndolo a él de una manera que ningún otro humano podría comprender.
 
-Hora de salir… – anunció al ver que la tarde empezaba a caer.
 
Skoll salió del manantial y caminó hacia la entrada de la cueva; solo faltaba unas horas para el plenilunio, así que, ya no tenía mucho tiempo. En la salida, su nueva túnica estaba sobre el maniquí que habían usado para las medidas; empezó a cambiarse tras el biombo, mientras escuchaba a Ulltek y Hakon hablar, pues no había anunciado su llegada.
 
-Las nubes se alzaron con suma rapidez – dijo el anciano, al observar el horizonte gris.
 
-Sí, posiblemente llueva durante la noche, ¿cree que sea buena idea que el señor Skoll esté en el exterior? – indagó el otro con preocupación.
 
-Pues, si la luna no brilla, el ritual podría ser cancelado, ya se ha hecho antes, aunque normalmente esto molesta a los dioses – aseguró el peliverde.
 
-Sí, pero, si desearan que se llevara a cabo el ritual, el Dios del bosque no permitiría que lloviera.
 
-En parte tienes razón – Ulltek suspiro y pasó la mano por su barba – deberíamos cancelarlo…
 
-No es necesario – Skoll salió tras el biombo con la túnica puesta y se sentó en la silla que estaba ahí mismo – el Dios del bosque Nyrn me protegerá esta noche, no tengan cuidado – sentenció con seguridad.
 
Ellos dos se observaron de soslayo, mientras otro sacerdote iba a colocar un tocado en la cabeza del menor, después de pasarle el cepillo para quitar el exceso de agua y hacerle una trenza.
 
-¿Está todo listo? – preguntó el peliblanco con una sonrisa.
 
-Sí, mi señor – respondió el mayor y, con una señal, otro sacerdote trajo el báculo con la linterna preparada y otros, los incensarios para el camino.
 
-Entonces, no perdamos más tiempo.
 
Skoll se puso de pie y empezó a caminar hacia las piedras, con todos los sacerdotes tras él.
 
 
* * *

Notas finales:

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por si quieren leerlo, es shota XD


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