Capítulo XII: Un campo de placer.
-Yo lo contare- Dijo Shaka con su siempre sabiduría y facilidad en explicar las cosas.
Todos estaban atentos antes el relato de la amistad que solo incluían a doce chicos…
-Desde luego que fue una gran casualidad encontrarlos ahora en la universidad- Agrego el rubio.
En realidad hace dieciséis años atrás habría un campamento exclusivo para niños en donde entrenarían algunos deportes y además de socializar mediante la sobrevivencia en un bosque canadiense.
Hubo muchas personas importantes que enviaron a sus hijos a ese campamento llamado “Happy Santuary”. Y al estar todos esos pequeños niños allí comenzaron a organizar el director Arles que era un guapo hombre pelo largo y rostro comprensivo. Luego de nombrar a los tres primeros escuadrones: Guardias, Bronce y Plata entonces Arles junto a Shion nombraron a los 12 dorados todo por medio de los papelitos en un envase de vidrio redondo.
-Milo, Camus, Giovanni, Saga, Moi, Aioros, Aioria, Aldebarán, Dohko, Shura, Shaka, Afrodita- Los doce alzaban la mano cuando les nombraron.
Los doce chicos se le fue entregado un carnet en una cuerda con los nombres respectivos del zodiaco. Los mayores que ayudarían serian Saga que tenia doce años junto a Aioros que tenia once mientras que el líder era Dohko, ya los demás eran niños de siete a ocho años.
En la noche se escucho un ligero llanto, un pequeño apodado Aries lloraba abrazado junto su compañerito Virgo.
-Ustedes dos ¿Por qué lloran?- Susurro con sueño y molestia Géminis de doce años al lado de sus camas.
-Extraño a mi mami- Dijo el rubiecillo.
-Yo quiero ir a comer manzanas con mi papi- Hablo temblando el apodado Aries.
-¡Sean hombres! mejor duérmanse ya, por lo que dijeron mañana será bastante animado ¿Sí les doy malvaviscos rellenos de chocolate dejarían de llorar?- Dijo el apodado Géminis.
-No, mejor deja los malvaviscos para mañana que los vamos a necesitar- Se escuchaba el chico de once llamado Aioros quien le entregaba una lamparita que no brillaba mucho de cerdito a ambos niños.
-Gracias, esos mocosos no me dejaban dormir- Desdeñaba un Géminis orgulloso.
No recordaban muchos de sus anécdotas en el campamento pero si sabían que lo habían pasado muy bien ya que fue muy divertido.
Y tras Shaka contaba se dio cuenta que “Moi” no era “Moi” sino Mü.
-Oigan, yo fui a ese campamento aunque no recuerdo bien- Y abrió los ojos sorprendido de haber conocido desde mucho antes a Saga ¡claro! Lo recordaba.
El pequeño Mü un día se había cortado con unas tijeras porque hacia unas bonitas pulseras y sus manualidades eran las más bonitas sin embargo eso no le quitaba que fuera un niño así que comenzó a llorar y para no incomodar a sus amiguitos se fue hacia los dormitorios y lloraba sosteniendo su mano con sangre que le goteaba de a poquito.
-Oye, Géminis. Es tu turno- Le mando Dohko y este fue de mala gana con su maletín de primeros auxilio.
Saga con su pelo suelto y su camisa amarilla de uniforme buscaba de mala gana hasta que vio tras las cabañas como un niño muy tierno lloraba sin querer ver su dedo índice que goteaba sangre mientras que un conejito gris estaba allí sin asustarse de aquel niño que lloraba, el pelo azulino suspiro.
-Vengo a curarte- Soltó como si nada mientras el conejito salía disparado a esconderse.
Tomo un algodón con agua oxigenada y limpio el dedo herido de Mü para ponerle una curita de caritas felices sin embargo lo que le molestaba era que Aries pequeñito no dejaba de llorar por lo bajo.
-Ya deja de llorar- Le regaño el chico mayor.
-Lo siento, no puedo parar- Decía el pequeño ya que cuando lloraba su mami lo detenía era con un abrazo o comprándole algún helado.
-Te hare un hechizo para que dejes de llorar- Sonrió malicioso.
Géminis acerco la cara del pequeño y le daba un beso pero un beso de verdad lo cual dejo al pequeño perdido y deteniendo su llanto al instante.
-No le digas a nadie o te golpeare, ahora larguémonos a hacer los portarretratos- Ordenaba como si nada el más grande.
-Gracias- Sonrió ampliamente el ariano.
-¡Espera! El niño que era bueno haciendo pulseras y tallando ¿Era Mü? ¿Tú?- grito Milo mirando al tibetano quien asintió y todos comenzaron a reírse.
-¡Sí!- Carcajeo Mü sin poder creerlo aún.
El leonino ya había planeado su sábado por la noche en su casa ya que Aioros no estaba pues, la casa situada en una residencia estaba solo para él. Aioria trabajo con Mü desde temprano, hicieron la sopa griega de mejillones que Aioria amaba mientras que el segundo plato preparo unos tomate rellenos de arroz y carne molida. El postre opto por portokalopita que era dulce de naranja al estilo griego.
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2 http://www.grecotour.com/blog-grecia/wp-content/uploads/2015/03/plato-tipico-griego-yemista.jpg
-Gracias por ayudarme, todos mis intentos de portokalopita terminaron malos- Aioria estaba feliz porque todo estaba listo mientras se despedía de su amigo tibetano en la puerta de afuera notando como los poster de la calle difuminaban la oscuridad.
-De nada- Le sonrió el de cabello malva.
-Allí viene tu novio- Suspiro el leonino con malestar al ver aquel auto que se aproximaba.
-Lo siento, nos vemos-
Ambos se abrazaron frente a la casa. ( http://decoarq.com/reforma-espectacular-en-dinamarca/ )
-Son las veinte horas, anda a arreglarte- Le ordeno Mü serio a lo que Aioria atendió y entro rápidamente a la casa.
-Móntate- Saga demando desde su auto con el vidrio bajo.
Mü se apresuro y subió. El geminiano lo saludo besándolo profundamente y luego limpio un poco con su dedo pulgar arriba de la fisura de los labios de su novio al haberle humedecido esa zona acción que dejo al tibetano algo desorientado.
-Gracias por haberme pedido que te viniera a buscar- Soltó Saga conduciendo ya.
-Me dijiste que te fastidiara así que por eso te lo pedí- Dijo Mü como lo más obvio del mundo.
-Te equivocas ¿Sabes cómo es el realmente fastidiarme?- Pregunto con una risilla malévola el que conducía.
-¿Cómo?- Pregunto intrigado.
-Que me dijeras que no en la cama, simple ¿No? Jeje- Sonrió por lo bajo Saga pensando en llevarse a su novio a su casa y no dejarlo en paz por un rato.
Eso hizo enrojecer al ariano quien le dio un codazo a Saga.
-¡Auch! Tienes el codo pesado- Se sobo Saga.
-No todo se trata de sexo-
-Mmm pero esta noche si se tratara de sexo ¿Entendido?- Sonrió ganando la partida un lujurioso cabello azulino.
Aioria estaba vestido ya frente al espejo que había en la puerta del closet, una camisa tres cuarta beige y unos casi ceñidos pantalones black jeans. Sonrió aunque estaba confundido por qué estaba tan serio ni que le fuera a proponer matrimonio.
¿O sí?
Ding-Dong… sonó el timbre y abrió los ojos muy sorprendido. Fue corriendo a la puerta, y allí estaba Shaka con su cabello sujeto en un moño alto con su ropa elegida cuidadosamente. Traía un suéter blanco y unos ceñidos pantalones de tela gris intenso.
-Buenas noches, Aioria- Sonrió mientras pasaba.
-Buenas noches-
Pasaron al comedor, en la mesa cuadrada de mantel marrón junto con un mantel pequeño blanco había un jarrón de cristal lleno de espigas doradas junto a dos copas y una botella de vino blanco.
-Me gusta la mesa- Añadió sintiéndose especial Shaka.
-Ven, siéntate para tomar una copa primero- Aioria esbozo una sonrisa llena de picardía y masculina que a cualquiera le mataría.
Le sirvió a su novio en la copa y luego en su copa.
-¿Qué tal Aioros en Italia?- Pregunto Shaka.
-Está bien aunque yo sé que se caso sin amor, al menos eso logro alejarlo del patán de Saga-
-Si, Aioros es una buena persona-
Hablaron por muchos minutos y luego el leonino trajo la sopa de mejillones. El rubio probó la sopa.
-Esta deliciosa- Añadió Shaka ya casi acabando su sopa.
-La hice lo mejor que pude, espera que traiga el segundo plato- Se levanto el castaño a buscar los tomates en la cocina y el postre.
-Huele rico, tenía mucho tiempo que no comía tan bien y a gusto-
Shaka estaba complacido sin embargo el sabía lo que su novio quería y desafortunadamente Shaka no iba a tener relaciones sexuales sin estar en un lazo sagrado, oficial y místico con el leonino.
Y así habían llegado al delicioso postre hecho con yogurt griego y naranja, todo eran risas por chistes y anécdotas del leonino.
-Sí, es que estaba algo borracho y como tú estabas de espalda en la fiesta pues, pensé que era como un sueño y comencé a decirte todo aquello jeje al darme cuenta que te había dicho que eras lo máximo y demás note mi error y como Death y Milo se reían a carcajadas-
-Sí, te escuche y no me importo mucho pero cuando iniciaron las clases comencé a notarte es decir, comencé a preguntarme si solo habías dicho eso en forma de broma o en un genuina forma tonta de atraer mi atención porque lo habías logrado- Shaka sonrió bastante principesco ¡tanto! Que Aioria se había sonrojado.
-Quiero besarte, ahora- Dictamino Aioria levantándose y yendo a acorralar a su presa, es decir; novio.
-Aioria- Shaka llamo seriamente al aludido que solo se detenía al detectar aquel timbre de voz seria.
-No te mentiré, me gustas incluso puedo decirte que estoy enamorado sin embargo-
-Shaka, somos novios y yo de verdad quiero tocarte, quiero ir más allá, yo-
-Tú eres un buen chico y he pensado que en vez de querer atarte pues, es mejor que te deje libre-
-Explícame ¿No te entiendo? Acaso no te gustan los hombres ¿es eso? Solo dime y yo-
-No. Por mí y mis creencias no quiero que me toques a menos que recibamos la bendición de un monje y con la unión del matrimonio pero eso es una locura porque estamos estudiando además que naturalmente muchas personas a nuestra edad no le gustaría la idea de casarse con alguien y eso te incluye. No quiero…-
-¡Basta! Solo quieres terminar- Suspiro el leonino agarrándose los cabellos y caminando a pasos cortos que iban y venían frente a la mesa.
-Si, búscate a alguien normal. Nunca debí ni de tratarte para llegar hasta aquí pero no se puede hacer nada-
-¡No quiero oír esa basura! Y no necesitamos terminar, quiero estar contigo ¿Está bien? Sigamos en noviazgo y casémonos pronto- El castaño con tono orgulloso tomo la mano de su ¿Novio? Mirándolo a los ojos.
-Dita me dijo que el sexo para ti es algo importante pero para mí es algo que tiene que ver con compromiso y seriedad, somos diferentes-
-No somos diferentes, me imagino que querrás formalidades como que tendré que conocer a tu hermano mayor y tú querrás conocer a mi familia-
Shaka le temblaban las manos y eso lo noto el leonino que hizo levantar de la silla a su novio para abrazarle mientras el otro le correspondía apretándolo muy fuerte.
-Te amo- Susurro un aliviado Aioria.
-¿Por qué soy débil contigo? ¿Por qué, Aioria?- Decía dentro del abrazo aún.
-Porque me amas y tienes miedo de hacer alguna locura por mi jeje como en las películas- Sonreía el leonino sobrado y presuntuoso de ojos azules oscuros mientras sus manos viajaban a las caderas de su novio.
-Siempre me provocas y no te apiadas de mi, eres un imbécil- Decía Shaka al sentir aquel tacto al que el siempre rechazaba pero ahora no.
-Amo tus caderas…-
-Mmm ¿Si?-
-No solo tus caderas, amo tus labios y tu lengua-
Esas palabras transportaban a un Shaka culto a un campo de placer que amenazaba con secuestrarle.
-Y tu nuca, es tan deliciosa-
Aioria lo iba acorralando hacia la pared hasta que Shaka impacto suavemente contra esta. Aioria iba lento, lo besaba con suavidad como invitándole a que pidiera más, le besaba la nuca y sentía como su novio culto se estremecía. Sabía que sí Shaka lo rechazaba justo en esos momentos podría ser grave hasta terminar la relación pero el placer ciega a cualquiera porque no es cuestión de debilidad es una cuestión de sentirse bien como a de lugar.
El leonino jalo la mano del rubio para subir por las escaleras quien accedió sin más. Entraron en el segundo cuarto que tenía la puerta abierta. Aioria sentó a Shaka en la cama y se arrodillo frente de su novio, con sus manos acerco su cara al otro para besarlo mientras sentía un temblor en el cuerpo del rubio.
-Lo siento, voy a comenzar- Hablo el castaño entrecortado por los besos que le daba en la frente cuando su novio se desamarro su cabello y lo dejaba caer hermosamente.
Desbrocho los pantalones grises oscuros y junto a la ropa interior los saco aunque el hindú se opuso con un reflejo de miedo y excitación en los ojos así que solo basto que Aioria lo besara para que este se calmara y así logro que este se quitara los zapatos oscuros y proceder a quitarse los pantalones con más facilidad.
Y allí estaba el miembro un poco duro y expuesto frente al rostro y manos del leonino que se lamia los labios. Alzo la mirada y Shaka estaba rojo de la vergüenza mirándole.
El castaño tomo el miembro en sus manos y lo introdujo en su boca para lamer tortuosamente hasta que succiono varias veces.
-Ah… ¡Aioria!- Hipó Shaka ahogándose en lujuria.
-Mm… delicioso-
-Yo también, quiero complacerte- Decía Shaka sonrojado.
Unos instantes más tarde ambos enamorados estaban en la cama, Aioria succionando el miembro de Shaka acostado y el otro estaba arriba de él quien estaba succionándole a su novio haciendo un perfecto sesenta y nueve.
-Voy a dilatarte, trata de no venirte antes- Decía el leonino metiendo sus dedos con esencia pre-seminal el esfínter del rubio en aquella posición tan erótica.
-Mm… no se siente bien- Opino Shaka después del rato de estar sintiendo como aquello dedos querían dilatarle.
-¡Ah! ¿Qué..?-
-Encontré tu punto mágico, amor- Sonrió galante y lleno de deseo el castaño que se levanto y acomodo a su novio que quedo acostado mientras Aioria subía sus piernas y se posicionaba para aprovechar a colocarse un condón que estaba sobre la mesa de noche de madera clara.
-¡No va a entrar!- Decía Shaka sufriendo porque la cavidad estaba tan estrecha ya que era su primera vez.
-¡No!- Grito Shaka después del tiempo que estuvo su novio tratando de introducírselo y de hecho no le gusto cuando su novio entro en el.
El leonino lamio los brazos de su amante para tratar de disimular el dolor que el otro sentía al ser penetrado.
-Va a pasar, deja tocar tu punto de nuevo- Decía en un vaivén suave que se tornaba rudo.
Shaka había traicionado a sus principios por andar de cualquiera con alguien que amaba sin embargo Aioria ya tenía un pacto con él, se casarían.
-¡Ai…! ¡Aioria!-Shaka se retorcía a ser embestido en cierto punto.
-¿Allí? ¿Me detengo?- Le pregunto Aioria casi deteniéndose a Shaka para escucharle pedírselo pero sintió como su novio se levantaba con ayuda de los codos y le abrazaba.
-Allí, hazlo fuerte- Le susurro Shaka al oído fue cuando las embestidas fueron más rápida.
Aioria lo beso y cuando se separaron ambos extendieron un hilo de baba, estaban babeando de placer y en situaciones placenteras el babear es algo que indica que el acto sexual está al límite. Las embestidas seguían en una posición diferente, Shaka boca abajo mientras explayaba sus manos por las sabanas blancas mientras su novio lo embestía arriba.
-¡Oh! ¡Dios!- Clamo el de cabellos dorados viniéndose mientras que se contraía también eso hacía que su novio diera un par de arremetidas más y se viniera.
-¡Shaka!-
Shaka quedo acostado boca abajo mientras que sus cabellos parecía una cascada que se desbordaba, Aioria lo cubrió con la frazada marrón y se colocaba a su lado, quedando cara a cara.
-Shaka, te amo- Le sonrió felinamente el recién complacido.
El aludido le rió y cuando subió una pierna arrugo el rostro.
-Auch, eres tan rústico Aioria- Dictamino Shaka dándole jalándole una oreja a su novio aunque luego le sonrió y le beso la frente.
-Yo también te amo, Aioria-