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Caballeros pesados por shi san

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Notas del capitulo:

 

Bueno! se me olvido actualizar el viernes, el sabado todo el bendito dia sin interntet ya saben ExcusaTime, como sea este capitulo para mi fue triste y feliz aunque ustedes ya sabran porque :(

Capítulo XX: Pétalos de rosa  y éxtasis sin desenlace.

 

-¡Shaka, espérame!- Aioria venia corriendo desde el estacionamiento llamando al rubio.

-Buenos días, Aioria- Dijo secamente el rubio deteniéndose.

     El leonino se mordió el labio arrojando su vista a un lado ¿Y si ya no le quería?

-Buenos días- Le saludo dándole un beso en la mejilla que derritió al otro por dentro sin embargo logro ocultarlo.

     Ambos siguieron hacia dentro del castillo.

 

     Al término de la clase de seguridad laboral IV, Shaka fue el primero en salir del aula. Esto era raro ya que él se quedaba a anotar apuntes extras o quizás repasar alguna guía en el salón ya que era muy aplicado e inteligente en eso una pregunta le surgió.

     ¿Lograría tener su preciado titulo en Ingeniería en prevención y riesgos?

      Iba por los pasillos sin rumbo, había ido a casa en año nuevo con la esperanza de buscar un nuevo diagnostico. Lo paso muy bien con su querido padre Asmita y su tío Shijiro.

-Hey ¡¿Qué demonios significan esas fotos tuyas con el profesor Aiacos?!- Aioria le gritaba apareciendo de pronto.

     Aioria estaba encolerizado y le sujetaba muy fuerte de un brazo ya que apenas veía las fotos que Shaka había subido a una de sus redes sociales, las fotos mostraba a un pelinegro que abrazaba al rubio desde atrás sonriendo mientras que el titulo de la imagen era: En familia, alegre.

-Ya suéltame- Shaka se soltó bruscamente.

-¿Qué pasa? ¿No me quieres? ¿Andas con alguien más?-Dijo el leonino dolido pero atroz como un león.

       Shaka le dio una cachetada mientras su cara estaba roja. Está bien, había subido esa foto con su estimado y amigo profesor para que Aioria fuera alejándose de él sin embargo se sentía sucio tan solo de pensar que Aioria pensara algo tan malo de su persona le hacía enloquecer, Shaka era muy correcto y accedió a su romance con el leonino porque le amaba.

-Como te doy esa impresión ¿entonces por qué sigues conmigo?- Soltó Shaka bastante recto aunque por dentro se desmoronaba como una montaña de arena blanca mojada.

-¿Por qué? Je obvio idiota, porque te amo-

      Shaka se sonrojo, era demasiado para él así que miro hacia ambos lados del pasillo y no había alguna persona así que llevo sus manos a las mejillas de su prometido y subió solo un poco para plantarle un beso, saboreándolo casi fugazmente y luego dar un paso atrás.

-Yo también te amo- Murmuro mirándolo con esos ojos azules cual mar.

-Dime qué relación tienes con ese tipo entonces- Aioria pregunto todavía algo molesto porque aun así quería saber.

-El profesor Aiacos es mi tutor, un muy buen profesor y además conoce a mi familia. Es todo-

-¿Quisieras cenar conmigo?- Pregunto suavemente el leonino a una distancia.

-Vamos, Aioria- Dijo el rubio acercándosele con una leve sonrisa y comenzar a caminar agarrados de la mano.

      Shaka mando al demonio todo ese plan inconsistente de alejarse de su novio por los momentos solo por una razón que no quería hacer sufrir tanto a su amado, por ahora quería apreciar su compañía y sentir su tacto en la piel. En esos meses se negó rotundamente a él mismo sobre terminar con el leonino no obstante a veces se necesita ser egoísta porque la felicidad es algo que lo vale.

 

-Jajaja necesitaba aire, sentí que me iba a morir cuando le pregunte que si aun le seguía gustando con todo y panza- Un celeste divertido decía acostado en la cama mientras hablaba amenamente a sus amigos en el cuarto de Mü.

-Sé de lo que hablas, a veces me siento incomodo con Saga pero luego se me pasa- El de melena larga malva comía palomitas sentado en la cama al lado de su amigo.

-Tanto les incomoda sus panzas que aun así van y terminan  revolcándose, no creo que eso sea incomodidad- Decía Camus sentado en el escritorio con tu habitual gesto impasible.

-Mis planes incluían tenerle un bebe a Aioria para cuando me graduara pero no será así- Ese era Shaka que estaba sentado al lado del de melena verde jade.

-Lo que tenias que decirnos ¡estas embarazado!- Pregunto Dita emocionado sin embargo el semblante lastimero del rubio disto bastante de aquella posibilidad.

-Ojala, sería una bendición de los cielos. De hecho me hice varios exámenes para determinar si podía ser fértil-

-Shaka, para reunirnos debe ser algo importante así que adelante- Ese era Camus, el acuariano tenía una coraza helada sin embargo sus sentimientos eran los más cálidos de todos.

-Ustedes son los verdaderos amigos que he tenido luego de tomar clases particulares a lo largo de toda mi vida, por eso decidí decírselo- El rubio suspiro tranquilo.

      Todos estaban callados sabían que Shaka tenía algo revelador que decir, la intuición de Dita estaba latente ya que sabía que los rechazos del virgo por el leonino no eran común.

-No soy una persona egoísta pero en todo lo que podía pensar cuando me entere de mi situación era que Aioria un día iba a olvidarme- El rubio no quebraba su voz.

     Dita se levanto ¿Qué demonios era lo que sucedía?

-El miedo que me dio fue que ya no estaría con Aioria- Continúo desviando su azul mirada hacia la ventana.

        La cara de los muchachos era de confusión, se podía notar que Dita se ponía a llorar mientras que Camus abrazaba al rubio quien no se amainaba.

 

-Si, Shaka anda extraño conmigo pero ese no es su estilo ¡me preocupa!- Suspiro el leonino frunciendo el ceño al hablarle a su amigo Milo en el almuerzo.

-Creo que tiene algo con ese imbécil de Aiacos pero ¿Él? Ese tipo qué tiene, sí me llego a enterar mato a ese profesor de quinta- Hablaba con su tono feroz el leonino.

-Mmm ten cuidado de que te dejen viendo para los lado- Le aconsejo Milo sacando de su bolso una botella dorada con ron.

-Oye, te pasas ¿Bebiendo a esta hora? Muchas ganas las tuyas-

-Si, como sea. Qué dices de ir esta noche a un pub que conocí hace un par de días, hay hermosas chicas y chicos dispuestos a complacerte-

-Amigo, como que Kardia tiene razón, pareces alcohólico- Dijo Aioria mirando extraño al escorpiano.

-Si claro, por fin ¿Te anotas o no?- Dijo Milo levantándose de la mesa para irse.

-Si ¿A qué hora?-

-A las once-

       Ambos se despidieron con un gesto de mano.

 

      Ya la canción estrambótica electro y demás géneros comerciales pegajosos se escuchaban en el antro que hacía perder la vista en escaleras de mármol, lámparas que parecían sauces brillantes y varios DJ. Milo entraba a aquel pub VIP y tomaba una de las copas pequeñas de colores que traía una pequeña morena camarera de piel bronceada y ojos achinados.

-¡Toma una, son gratis!- Le grito la chica al leonino pero este paso, noto el morado, azul, amarillo, verde, los colores eran muy vivos para ser solo alcohol.

-Oye, eso tiene éxtasis como mínimo ¡Hey, Milo!- Decía Aioria viendo como este saludaba de la mano a unos extraños tipos con auras de chicos malos.

-Es nuestro amigo, ven Aioria él es Valentine- Presentaba Milo a Valentine de la Harpía, un hombre blanco con cabello rosa bastante pálido de un semi largo en puntas, traía una gran chaqueta estilo cardigan blanca con rombos negros la cual era adornada por una enorme cadena que parecía guaya de platino.

-Un placer, hermano-

-Y él es Queen- Decía el escorpiano refiriéndose a Queen de la Alraune, un chico de tez blanca con una melena semi corta de color malva oscuro. Llevaba una camisa cuello V  negra mientras que tenía un enorme reloj costoso plateado y varias cadenas doradas       

-Gusto en conocerte-

     Aioria asintió, esta gente no era gente sana o normal, no le gustaba para nada sin embargo pidió una cerveza y notaba como Milo hablaba con ellos, él estaba un poco alejado en las barras de las escaleras.

      Pensaba en su rubio, en que quería terminar ya la carrera para casarse con su prometido y así entrar a trabajar con su tío en la empresa de seguros más prestigiosa de europa porque con eso mantendría a Shaka como se merecía. ¿Quizás estaba obsesionado? Claro que no, sonrió pensando en que lo amaba de una manera pulcra, buena aunque rozando la locura ¿Qué tal intentar tener un bebe con Shaka y este le saliera con la belleza del rubio?

-Aioria, me voy con Queen por allí. Perdón por dejarte pero necesito algo de Queen- El escorpiano golpeaba la espalda del leonino para despertarlo de sus pensamientos y llamar su atención para despedirse.

-Oye, pero…- Aioria no dijo más ya que solo lo vio alejándose.

 

     El mundo es como es con sus bajos, con sus altos e intermedios. El mundo es la vida en que todo parece injusto hasta para el exitoso pero Buda dejo una buena frase para todo: Ama, vive y deja vivir sin apegarse a nada, sin apegarte a nadie.

 

      Y allí fue donde Milo comenzó una vida de fiestas y libertinaje, viajo a Grecia dejando sus estudios sin prioridad para ir a varias islas donde ayudaba a Queen a vender sustancias ilegales y allí aprovechaba a drogarse.

      El tiempo transcurría y Shaka aun estaba con Aioria sin embargo su cuerpo estaba débil, mucho más delgado y además habían días en que se desaparecía del leonino quien se preocupaba demasiado.

-Ven acá ¿Qué te pasa?- Aioria le agarraba por los hombros a un Shaka pálido que le abría las puertas de su departamento.

-¿Quién es?- Preguntaba Aiacos desde la cocina.

      Aioria abrió sus hermosos ojos azules cual estanques oscuros, estaba furioso con su típica odiosidad, Shaka se asusto un poco.

-¿Estas… revolcándote con ese maldito?- El leonino veía fijo a su amado.

-¿Disculpa?- Ese era Aiacos sorprendido de aquellas palabras aun así sabia que Shaka no estaba muy bien por eso decidió acercarse y quitárselo al castaño para sentar al rubio.

 -Oye, tranquilízate. Los celos te están cegando ¿Ves bien a Shaka?- Le decía el pelinegro que cuando ya le se disponía a golpearlo miro a Shaka, no estaba muy bien.

-Tiene dolor de estomago y además tiene mareos-

-¿Qué es lo que tienes amor?- Aioria fue a su lado rápido, pero aun dudaba ¿Qué significaba esto? Aiacos, sus mareos y nauseas…

-Tengo problemas con mi estomago, una bacteria estaré en tratamiento al menos no es nada grave- Sonrió como pudo.´

      Aioria prefirió creer aquel testimonio a dudar y buscarle cinco patas al gato.

 

     Tres meses después…

 

-Auch, no puedo ni levantarme- Decía un Afrodita con un vientre de siete meses.

-Ven cariño, te ayudo- Era Shura bajándose de la camioneta negra.

     La pareja estaban vestidos elegantemente, el español con un traje de Armani lucia un palto con corte americano gris verdoso y junto una corbata gruesa gris de pequeños círculos brillantes. Mientras que Afrodita con mucho esfuerzo lucia un pantalón en un tono verdoso caqui con una correa de hebilla ovalada plateada y una camisa negra la cual cubría con un abrigo de piel en beige con destellos diminutos en dorados, esta opción “disimulaba” un poco su embarazo lo cual estaba bien además que el atuendo lo complementaba un par de gafas oscuras negras en forma de mariposa.

       La ceremonia de Minos y Albafica se iba a llevar a cabo ese diecinueve de abril.

      El tibetano llego vestido con un elegante suéter estilo cardigan en gris y camisa de igual color pero cómodo por su estado ya que tenía siete meses de gemelos, no era fácil. Este llegaba con su novio Saga quien estaba elegante con un traje gris cobalto Cavalli.

-¿Estás bien?- Pregunto Saga una vez sentado el embarazado en la ceremonia ya que estaba rojo.

-Sí, es solo que de pronto tengo calor- Le sonrió dulcemente.

      Saga le devolvió la sonrisa porque nunca se había preocupado tanto por una persona como ahora.

      La ceremonia se llevaba a cabo en una mansión tipo castillo medieval  con un hermoso patio verde, de hecho allí seria la fiesta también. El arco era acaudalado de tiernos helechos verdes con rosas blancas en el fondo era el altar y el juez quien era Dohko ya estaba allí. Se podían ver al frente el padre del novio; Cardinal con Shijiro usando trajes formales que se les veía muy bien. También estaban los padrinos que serian Afrodita y Shura.

     Camus estaba pulcro con su traje azul índigo de corte italiano mientras miraba aquello con alegría y tristeza, hacia ya casi tres meses que él y el escorpión habían terminado su relación por obvias razones, Milo se había perdido en Grecia y cuando regresaba le ignoraba. Justo llego Milo de saco negro con rayas verticales blancas al igual que su pantalón mientras tenía una camiseta marrón con algo escrito lo cual lo hacía ver sexy aunque no había duda de que no llevaba la mejor de las vidas por sus ojeras.

       Aioria le señalaba que se sentara cerca de él y Shaka. El leonino llevaba un saco y pantalones vino con camisa blanca y corbata negra lo cual combinaba con su piel y músculos, por parte de Shaka a pesar de su cansancio y debilidad sin razón aparente, según podía notar Aioria, lucía un traje que le hacía ver su belleza innata porque lucia un chaleco y pantalón de color caqui mientras su corbata era azul oscura y contrastaba con la camisa tres cuartas de un azul en menor tono. Este tomaba la mano de su amado y sonreía.

 

     Minos estaba esperando en el altar frente a todos los invitados que se reducían a amigos y familia más allegada. El plateado estaba esplendido con una cola baja amarrada en su cabellera plateada. Este estaba feliz y orgulloso ya que Alba le complementaba ¿Qué si estaba nervioso? Si lo estaba, pero veía a su hija Dafne sonriéndole y eso le daba orgullo porque ver a su hija en primera fila lo hacía calmarse. Minos estaba elegantemente vestido con un Armani de palto y pantalones negro con chaleco gris plateado al igual que la corbata que lo hacía ver apuesto (https://s-media-cache-ak0.pinimg.com/736x/a1/18/8c/a1188c1bd0657188c2392c5c428c7d04.jpg   ).

       Albafica tenía su melena suelta y hermosa mientras lucia un Ottavio Nuccio azul terciopelado, su palto estaba abierto mientras que dentro estaba un chaleco de igual tela y color mas la camisa por dentro era negra con una elegante corbata azul seda oscura esta tenía un prendedor negro y plateado lo cual lo hacía ver más elegante y hermoso que nunca (http://www.ottavionuccio.com/album/ongala-1480-1.jpg ). Estaba lejos del altar, iba a pasar caminando y lo más increíble era que no tenía dudas, Minos y el no tenían exactamente la misma opinión o el mismo temperamento pero ambos se amaban, se sentían bien. Alba se sentía nervioso pero bien porque si estaba dispuesto a formar una familia con Minos con sus desigualdades y todo. Una sonrisa hermosa se dejo ver del pisciano mayor.

        El pisciano mayor camino hacia el altar y al llegar vio a ese hombre que le hacía suyo con cada mirada, era un sentimiento de orgullo y miedo que le abrumaba de la mejor manera.

-Estamos aquí para unir en matrimonio a estas dos grandes personas que se entregan el uno al otro con cada paso que dan…- Dohko decía un hermoso discurso que hizo sollozar a un pisciano embarazado aunque también Mü sollozaba y trataba de disimularlo sin embargo sintió una mano sujetarle fuertemente, era Saga que le apoyaba.

      Cuando ambos ya habían dado el “si” comenzaron los aplausos y los pétalos rojos comenzaron a volar por el aire de gozo

-Cuando nos casemos, será un día especial y allí te hare por completo mío- Le susurro Shura a su amado quien le beso fugazmente aplaudiendo para ir a saludar a los novios.

 

      Albafica se había cambiado en uno de los cuartos de aquella mansión optando por un jean y una franela blanca cuello V mientras que Minos le besaba bajando las escaleras y le quitaba su maleta marrón de diseñador para bajarla junto a su maleta negra. Ambos se montaron en la nueva camioneta negra cuatro por cuatro de los ojos miel para irse al aeropuerto.

-Diviértete, cariño ¿No te olvidas de ningún papel?- Esa voz era de Cardinal.

-No papá, todo bien- Sonrió Alba con su mano enlazada a la de su esposo.

      La pareja saludo desde el auto y con la poca luz del sol de la tarde partieron.

-Esta noche te quiero amarrar- Dijo Minos sonriendo de medio lado sensualmente.

-Mmm… a cambio tienes que ser salvaje sí no, no hay trato- Dijo con deje de picardía.

-Eres un sádico, cariño-

-Y justamente por eso soy tu esposo- Dijo divertido un celeste que besaba la mano de Minos.

-¡Tendremos sexo salvaje en Aruba! ¡Wo!- Grito el pateado.

 

      Había sido como uno de esos días con una mágica ceremonia que lamentas que hubiera sido tan corta. La fiesta estaba pautada para unas cinco horas. Milo andaba ebrio y este estaba con Queen  quien estaba sobrio, todos no podían creer lo bajo que había llegado Milo de andar drogado por allí sin importarle nadie y así como en toda boda tiene que pasar algo que se le salga de las manos a los organizadores pues… justamente el escorpiano mareado y en estado de felicidad por narcóticos no podía soportar que el tibetano no le hablara y anduviera de mil amores con Saga quien lo sacaba a bailar.

     Milo solo pensó en éxtasis y fue al baño  mientras que Queen hablaba con Aiacos y Wyvern que parecían conocerle de algún lado. El escorpiano se miro en el espejo ¿Quizás tres pastillas le harían olvidar a ese ingrato? Sin embargo mezclar alcohol de varios tipos, ninfetamina y creepy junto con tres pastillas de éxtasis no era una brillante idea al menos no para su sistema humano.

     El de cabello azul rebelde y sexy salió del baño. No se sentía caminar y se tropezó con Saga.

-A mi no te me cruces así- Dijo Milo enfureciéndose de la nada enviándole un golpe al mayor que fue a dar contra el suelo, el tibetano se tapaba la boca del susto.

-Milo- Decía el de cabello malva que veía con miedo ¿Qué le pasaba a Milo? El no era quien había conocido, era otro.

-Y tú te vas arrepentir de andar con ese imbécil que no te quiere jaja porque lo cómico es que no te ama y jamás lo hará mientras que yo si- Le hablaba violentamente al embarazado, justo Mü sintió un jalón.

-Vamos- Camus lo alejaba, en el estado que estaba el escorpiano podía hacer una locura.

-Déjenme ¡suéltenme basuras!- Esos gritos eran de Milo que forcejaba con los de seguridad y de repente todo quedo en silencio así que el ariano y el acuarino se miraron inexpresivos.

     Camus aparto como pudo y observo como Milo estaba en el suelo con una baba espesa en la boca mientras que sus ojos estaban en blanco. Kardia estaba en el suelo agarrándolo por la cabeza para que no se golpeara y le colocaba de almohada un saco que le pasaba Degel.

-¡Milo!- Camus estaba desesperado y justo era sujetado por Aioria.

     Kardia tenía miedo, era su hijo que estaba presentando una convulsión. Así que comenzó a desgarrarle la camisa y abriendo su cinturón para ayudar a abrir más zona de respiración. El azulino comenzaba a moverse descoordinadamente, Camus se tapaba la boca porque era doloroso ver así a quien aun amaba, el padre ponía a su hijo de lado una vez que paso la convulsión.

     La ambulancia llego y se lo llevaron, los semblantes de los paramédicos no era alentadores.

     Saga abrazaba a un tibetano que no paraba de sollozar por su amigo quien ya no conocía y había convulsionado por efecto de una sobredosis.

 

      En la sala del hospital donde estaba Camus que abrazaba a Dita, Mü estaba siendo calmado por los brazos de Shaka mientras que Saga, Aioria, Shura solo estaban pensativos en aquel largo pasillo. Kardia no dejaba de caminar de un lado a otro en el pasillo con un Degel que le llevaba café fue cuando atendió una llamada.

-Milo, tranquilízate ¡no es tu culpa! Nuestro hijo solo eligió mal pero… si- Kardia hablaba por teléfono con la madre de Milo.

      Sin embargo hubo un silencio espectral al ver al médico especialista en ropaje azul.

-¿Familiares de Milo Scarlet?- Dijo el pelirrojo de piel muy blanca quien noto como el mayor peliazul asentía seriamente.

-Me temo que tengo malas noticias. Milo entro en coma, algunos de sus órganos dejaron de funcionar, esperamos que vuelvan a funcionarle conforme le desintoxiquemos o despierte, lo lamento mucho-

-¿Qué órganos?- Pregunto Degel al lado del escorpiano mayor.

-Me temo que el cerebro, el hígado y estamos evaluando a ver si los riñones dejaron de funcionar-

      Escuchar aquello fue como un baldé de agua fría.

-¿Ya puedo ver a mi hijo?-

-Aun no, mañana a primera hora si podrá-

-Pero ¿Cuándo despertara?- Pregunto Camus nervioso.

-No lo sabemos, fue una fuerte cantidad de alcohol y narcóticos que su cuerpo no soporto, quizás despierte en un par de días o meses… o quizás no despierte- 

Notas finales:

Ok, muchos odian a Milo o no le toman en cuentan pero YO SI LO AMO! el y su forma de ser rebelde y adsjadjsjajdsjsa de villano y a la vez de buena persona siempre me ha matado T^T no me gusto como termino Milo y OJO aun no se sabe nadie de quien sera exactamente el ersonaje que ira con Hades, si quieren dejarme su opinion o lo que sea dejenlo en la cajita blanca de abajo y nos vemos el viernes...

PD: No te pierdad el...

Capítulo XXI: Solo es un sueño.

 

-Jeje vaya que algunas personas pueden ser muy hermosas así traten de ahogar sus lagrimas- Una voz un poco indiferente se escucho, Camus se limpio de algunas lagrima y miro a la izquierda notando a un medico muy guapo pero de expresion arrogante...

 

-Aioria yo…- Estaba exhausto el rubio.

-¡No! No pasa nada, entremos a ver que dice tu padre porque yo-

-¡Aioria!- 

-¿No te has preguntado porque no puedo rendirte cuando hacemos el amor? ¿Por qué no tenemos intimidad desde hace un mes o más? O ¿Por qué me veo como un cadáver andante?- Suspiraba el rubio con un tono arrogante pero lento, no era muy fácil decir aquello.

 

PD: Quien sera llamado por Hades? ---  https://www.instagram.com/p/BFM0ZLrgYCs/?taken-by=abrilsalo


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