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Caballeros pesados por shi san

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Notas del capitulo:

Aqui el 2do Capitulo !wow! muajaja ¬u¬

Capítulo II: Té con mantequilla.

 

-¡Por la abuela de Tarzan! se me hizo tarde y ese profesor la tuvo agarrada conmigo el año pasado ¡demonios!- Venia un escorpiano bostezando después de bajarse de su Ferrari obviamente rojo.

-¡Buenos días! Tarde como siempre- El castaño con auriculares dorados en el cuello saludo al pelo azul índigo bajando de su motocicleta con toques dorados.

-Igual tu loco ¿Por qué se te hizo tarde?-

-Regulus estaba hablando por teléfono con papá y terminaron muy mal al parecer él quiere casarse con una tipa que tiene mala reputación y es mayor que él-

-Una cosa es que sea casi un prodigio pero eso es diferente a ya casarse a los quince- Maquino Milo desdeñoso del asunto.

-Oye mira quien viene, el nuevo ja-

-Buenos días, se me hizo tarde- Dijo el pelo malva.

-¿En serio? No nos dimos cuenta- Dijo con sarcasmo Aioria riendo al ver el aura de rápido que tenía su nuevo amigo.

 

     Mientras tanto ya era hora de la clase de francés con el señor Wyvern que no había llegado.

-Orden todos ¡Orden! ¿Qué no escuchan? ¡Hostia!- Decía Shura molesto, porque simplemente la clase no se callaba y podía correr el riesgo de un mal llamado de atención lo cual sería malo para su expediente.

     Justo le arrojaron una bola de papel arrugada.

-¿Quién fue? Acaso están en primaria imbéciles ¡¿Fuiste tú Death`?- El pelinegro apunto al italiano con una vena atravesada en su frente.

-Bueno ya esta, dejen la estupidez todos- Era el rubio señor Wyvern que venía con unos pantalones color caqui y suéter gris oscuro cargando su maletín de cuero y carpetas negras hizo calmar las cosas.

       Su cabello enmarañado era el culpable de que Afrodita se llevara su lápiz a su labio inferior y lo mirara con ganas de comérselo, DeathMask se dio cuenta y le lanzo una bola de papel al rostro.

-Imbécil- Murmuro el cabello celeste entrecerrando los ojos con desprecio a DeathMask.

- Bonjour et vous asseoir, je n'avais pas de bonnes vacances, ouvrez vos livres. Je vais faire un quiz-

     El salón completo, menos Camus, quedo observando al alborotado cabello del profesor y sus ojeras un poco marcadas en interrogativa.

-Dios dame paciencia… Les hare un examen ¿Entienden?-

-Oh si profesor pero faltan dos jóvenes prometedores-

-¿Eh?- Miro el rubio hacia todo el salón.

-¡Aioria, Milo!-

-Death, no vengas a mi cuando Milo te meta tu solo puño- Le dijo Shura a cáncer quien solo subió los hombros.

-No soy escaparate de nadie-

-¡Buenos días!- Soltó Milo contento entrando al salón.

     Mientras Aioria solo pasaba por un lado disimuladamente.

-Milo, ¡Aioria! ¿A dónde crees que vas?- Indago el profesor tratando de reunir todo el autocontrol que podía.

-A clases, buenos días profesor-

     Justo el rubio mayor miro un muchacho más allá, curioso se le acerco mirándolo con esa sobria expresión que cobraba realmente agresividad por su casi sola ceja.

     Shura se dio cuenta de que era el nuevo y solo tuvo la astucia de calmarlo.

-Pasa Mü, no te preocupes el señor Wyvern solo se estresa con el comienzo de cada año-

     Este se sintió aliviado a su vez se escuchaba de fondo:

“Malcriados ya me tienen al borde y ni siquiera ha comenzado bien el año”.

“Sí solo durmiera bien no tendría esa aptitud de perro”.

“Sí tuviera novia no estaría de mal humor, profe”.

“Por indoctos como ustedes no tengo hijos”.

“Sí solo se cortara esa uni-ceja vería las cosas de otro modo”.

“Los voy a ahorcar y luego a revivir y a repetir el proceso hasta que me dé la gana”.

“Suelte, ¡suelte el cuello!”…

     El pelinegro solo sonreía casualmente incitando a pasar por completo al ariano como tratando de difuminar el problema tras. Shura se dirigió al profesor y le puso una mano en el hombro.

     Wyvern se calmo y soltó a sus revoltosos estudiantes. Estos sin necesidad de que su profesor los mandara a sentar, fueron solos a sus asientos.

-¿Mo?- Leyó la nota el profesor luego de que todo el salón estuviese tranquilo.

-Se pronuncia “Mü” y vine del Tibet- Sonrió nervioso el nuevo alumno.

     Pudo notar el ingenio de su nuevo estudiante en la guía sin embargo miro a la materia que le importaba fue cuando se llevo una mano a la frente, agarro sus cosas y salió del salón.

-¿A dónde va profesor?- Preguntaba Afrodita quien no obtuvo respuesta.

-¡Wow! ¿Qué es lo que vio?- Dijo Milo curioso así que fue al escritorio y le siguieron Shura y hasta DeathMask.

-Por Dios, eres un asco en francés- Rió el pelo azul.

-Lo espantamos en tiempo record ¡Eso es nuevo!- Sonrió DeathMask.

-No te asustes, el profesor solo va a tomar café y quizás a hacer terapia-

     Justo los demás alzaron sus manos en señal de tomar un largo trago.

 

     Rhadamanthys Wyvern iba por los pasillos del plantel cuando se fijo en que venían sus hermanos Minos y Aiacos, sobretodo en el pelinegro que traía un delicioso café humeante en un vaso blanco y papel verde, Rhadamanthys le quito el café y siguió su camino.

-¡Son  treintados con cuarenta y ocho coronas!- Exclamo Aiacos decepcionado sin café.

-Por cierto, no te ves muy bien- Rió Minos quien se quedo mudo cuando noto que hacia él se dirigía una larga cabellera celeste con un dulce aroma.

-Buenos días Aiacos, Minos ¿Cómo amanecen?- Dijo Albafica con su voz masculina y recta pasándose unos mechones tras de su oreja.

     Albafica era un hermoso hombre quien daba clases en el castillo, portaba unos pantalones café medio un poco ceñidos y un suéter de algodón manga larga blanca con pequeñas rayas rojas horizontales CK.

      Aiacos saludo con la mano y al notar que Minos parecía perdido en una galaxia lejana llamada “Albafica” le dio un codazo.

-¡Oh! Buenos días Albafica, vaya que te hicieron bien las vacaciones- Dijo Minos asombrosamente relajado con su ropa elegida con cuidado por sí  precisamente se cruzaba con el pisciano; unos pantalones grises muy oscuros y una camisa tres cuartas negra que combinaba con un chaleco negro de pequeños botones patentes grises.

-Creo, bueno quizás después tomemos un café para hablar de eso ahora me dirijo a mi clase de botánica, nos vemos- Se alejo con la elegancia y hermosura que a Minos siempre lo dejaba desarmado.

-Vaya que te deja mal ¿por qué no has hecho ningún movimiento?- Dijo el pelinegro de ropaje casi casual en negro y gris siguiendo su camino.

-Lo hare colega, lo hare… convertirlo en una deliciosa marioneta en mi cuarto- Los labios de Minos se curvearon malévolamente en una sonrisa.

 

     Albafica iba llegando a su salón cuando reconoció la familiar melena ondulada de su hermano menor.

-Oye ¿A dónde vas? No corras en los pasillos que pueden llamarte la atención-

     El de labios carnosos y obvio con brillo labial candy se detuvo y miro seriamente al mayor.

-Voy a cumplir con lo que me prometí, me confesare- Su voz era decidida.

-Oh, no lo hagas mira que ese tipo es un ser demasiado problemático y tu eres muy borde a pesar de todo- Albafica cruzo sus brazos para ver como había sido ignorado y su hermano seguía rumbo a la sala de profesores.

     Entro al salón de profesores que estaba desierto menos por el hombre rubio que tomaba café y revisaba su celular negro.

-Dios, esto debe ser una broma ¿Qué es lo que quieres, Afrodita?- Cuestiono el profesor.

-Yo, profesor quería decirle que mis compañeros son una idiotas. No debería de hacerles caso porque usted es mi profesor favorito- Destrabó nervioso el pisciano mirando a los ojos amarillos y agresivos de Rhadamanthys.

-A nadie le gustan los lame botas- Se volteo.

-¡No! Usted me gusta como hombre-

      El señor Wyvern comenzó a toser atragantándose con un poco de café.

     Justo sonó un portazo y la tos de alguien como aclarándose la garganta.

-Afrodita ¿Qué haces en la sala de profesores?- Hablo con su típica rectitud el gran profesor Shion de pelo verde alimonado largo vestido con pantalones azules oscuros un poco ceñidos y camisa tres cuartas marrón oscura de pequeños botones transparentes.

     El pisciano solo echo a un lado su rostro preguntándose internamente ¿cuán inoportuno podría ser ese profesor?

-Nada, Afrodita como que se siente mal. Deberías más bien de irte a casa y pensar bien las cosas. Demonios, pensé que el que estaba mal era yo ¡ja!- Lo ultimo lo dijo muy bajo el señor Wyvern mientras que sacaba una botella plateada de su maletín y vertía un poco de ese liquido a su café.

      Afrodita solo salió de allí molesto.

-Cómo un ebrio, profesor de quinta podría rechazarme ¿a mí? Yo de estúpido rogándole- Murmuraba por los pasillos, furioso.

 

     Y así pasaron un par de semanas…

     El gran reloj en el centro del castillo daba las once y cuarenta y cinco, hora de almuerzo ¡al fin!

-No tuve tiempo de desayunar, tengo hambre- Dialogo Mü agarrando sus libros y metiéndolos en el compartimiento de su asiento para terciarse su morral.

-¡Vamos a comer!- Aioria también tenía hambre y también estaba ansioso por ver a alguien.

     Llegaron a la fila del bufé de comida; Milo opto por pollo asado, ensalada cesar, de bebida un rico té de hiervas helado y un pastelillo de moras azules. Por la parte del leonino prefirió carne asada, ensalada verde con papas fritas y coca-cola. El cabellos malva con su boca echa agua escogió un plato de sopa de fideos con carne de yak y verduras, un pequeño cubo de mantequilla junto a una taza de té de hiervas junto un rico Baozi (bollo chino caliente).

     Al sentarse ambos quedaron asombrados cuando Mü agarro la mantequilla y se la echo a su té humeante.

-Sí quieres engordar fácilmente debiste solo de escoger pizza, hamburguesa y una ración de papas- Dijo Milo como si nada y luego se llevo a la boca algo de carne blanca.

-Es una excelente bebida, con un toque de sal se toma bastante mejor- Sonrió el tibetando tomando su bebida a lo cual Milo le pareció genial.

     De pronto Aioria comenzó medio a toser ahogado.

-Sí, recuerdo que a mi viaje al Tibet me dieron de tomar una excelente bebida, fue nuevo y tranquilizador por la mantequilla de yak- Se escucho tras el tibetano quien se giro feliz al escuchar que alguien de allí disfrutaba también del Bö cha (té con mantequilla de yak).

-Soy Shaka y soy de India- Se presento el rubio sentándose en la mesa justo al frente del castaño que no sabía qué hacer.

      Para la calma del castaño sintió una mano en su hombro.

-Hermano, relájate. Por cierto Regulus me acaba de enviar un mensaje y dijo que está bien y se mantendrá en contacto- Es lo que le dijo Aioros lo cual tranquilizo a su hermano menor.

-Aioros, vamos a sentarnos quiero que me ayudes con unos transacciones además que tengo hambre- Una voz gruesa tiro del sagitariano.

-Ok Saga, nos vemos muchachos- Se despidió amablemente Aioros.

-Vaya que Saga no quiere soltar al pobre de Aioros ¿Qué tal? Me sentare aquí- DeathMask con su carne a término medio (casi cruda) se sentó.

     Milo estaba tranquilo pero enseguida le salió una vena de furia en la frente al ver como Camus platicaba como si nada con Shura quien estaba demasiado cerca para su gusto mientras que Afrodita solo se miraba en el espejo y tomaba de su carísimo té de aloe vera importado.

-¿Han sabido algo del Toro?- Pregunto entre bocados DeathMask.

-Creo, creo que tiene zika- Dijo cohibido Aioria mirando al rubio, quizás estaba soñando.

-Tengo entendido que es un virus bastante poderoso estos días y más que todo en Brazil- Le contesto Shaka.

-Shaka eres tan…- Una melosa voz salió de repente de un leonino perdido en una galaxia lejana y cuando todos en la mesa se le quedaron viendo pareció reaccionar.

-¡Raro! Es decir; eres inteligente, oh que tarde- El castaño se levanto para salir de la cafetería.

     Shaka arrugo un poco la cara y se levanto de la mesa también para seguir a Aioria.

-Shaka no dejaba de mirar a Aioria- Sentencio DeathMask pensando.

-¿Cómo lo sabes? El otro se la vive con los ojos cerrados- Replico Milo al escuchar tal cosa.

-Ahora que lo dices, Shaka tenía cierto interés en entablar una conversación con él- Maquino Mü.

-Por Dios, esto ya parece telenovela barata- Bromeo DeathMask agarrando las papas del plato del leonino.

     En eso Milo escribía un mensaje:

“Sí las cosas son así, está bien. Ya no te voy a fastidiar más, gracias a Dios tengo nuevos amigos y a alguien que puede tratarme millones de veces mejor que tu bloque de hielo con patas. Por cierto, te elimine de todas mis cuentas sociales. Paz”.

     El escorpiano envió el texto y guardo su celular dorado suspirando para mirar a Mü quien le sonrió amablemente.

-¿Quieres ayudarme a hacer un pastel? Hare una pequeña reunión en mi casa por el cumpleaños de Shaka, sus amigos Agora y Shiva me pidieron ayuda-

-Claro, cuenta conmigo. Quería preguntarte sobre la clase de derecho internacional público, hay que repartirse los puntos de la exposición entre los tres-

-No te preocupes, ya les envió los puntos desde mi celular- Sonrió Milo pícaramente.

Notas finales:

Nos leemos mañana :) por cierto mañana si habra lemon OMG! Cuidense.


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