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ADVERTENCIA: La Belleza es Peligrosa por jotaceh

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Día 23: Sospechas

¿Sabes qué tenía Francisca en la sangre?

Es lo que decía una nota que encontré en mi mochila. Otra vez ese alguien anónimo se comunicaba conmigo y seguía generándome dudas. ¿Qué quería decirme con eso? ¿Acaso ocurrió algo más con la fallecida? ¿Algo que no sabía y que podría cambiarlo todo?

Reconozco que algo en mi interior quiere creer que no tuve que ver con su muerte, que puedo vivir en paz, pero no, yo la detuve y provoqué que Vicente la matara.

Tenía algo pendiente con la Almeida y no me iba a quedar con las dudas. Tan solo que no era tan fácil como enfrentarla y preguntar si tenía algo que ver con la muerte de quien era su mejor amiga. ¿Cómo podría enterarme entonces? 

En estos momentos es cuando más extraño a Eunbyul, ella siempre sabía aconsejarme como es debido, tan solo que ahora ha desaparecido de mi vida.

Finalmente decidió marcharse del colegio, ahora asiste a otro, uno bastante alejado de la Scuola Bianchessi. Ni siquiera me lo comentó, tuve que enterarme por los profesores.

Me sentí rechazado, así es que la fui a visitar hasta su casa. Sus padres, quienes siempre me quisieron mucho, ahora fueron despectivos, casi tuvieron arcadas al verme.

-No quiero verte, tú eres el culpable de todo... Ahora márchate y no vuelvas nunca más por acá... Nuestra amistad se acabó y espero que no seas tan estúpido como para volver... Entiende que no quiero ver a quien destruyó mi vida... - me gritó la coreana.

No entiendo por qué me culpa a mí. Está bien, me obesioné con un estúpido, con quien al tratar de vengarse atacó a mi mejor amiga. Tan solo que no tengo responsabilidad en ello, no fui quien la atacó ni quien obligó al rubio a hacerlo. ¿Por qué me culpa si el único implicado es Vicente?

Me resigné a perderla, a olvidar que alguna vez se convirtió en la persona más importante de mi vida, cuando mis padres me rechazaron fue ella la única que se quedó a mi lado y me apoyó incondicionalmente.

Adiós querida amiga, si verme te hace tanto daño, entonces haré lo que deseas y me marcharé para siempre.

Estaba tan triste, que necesitaba el abrazo de alguien, y qué mejor que del muchacho a quien amó.

-Te necesito, ¿puedo ir a tu casa? - lo llamé por teléfono.

Borja dudó un momento, lo pensó como si escondieron algo, aunque al final aceptó mi propuesta y me señaló su dirección.

Vive en los suburbios, en una casa adosada. No es una mansión, ni mucho menos, pero es bella, bien cuidada y con un jardín repleto de flores.

El aroma a rosas tocó se impregnó en mi nariz y me hizo recordar un momento, un pasaje de mi vida que estaba escondido. Sé que había sentido aquel olor antes, tan solo que no puedo rememorar bien cuándo.

No le di mayor importancia y toqué el timbre. Al rato apareció mi novio. Lo abracé con vehemencia, lo único que anhelaba era el calor de su pecho. Creo que hace mucho no me sentía tan perdido.

El chico fue cariñoso, me llevó a su casa, me sentó en el sofá y me preparó una taza de chocolate caliente. Afuera estaba nublado, la humedad afloraba del pizo gélido y los árboles estaban bañados con la bruma.

Le agradecí de corazón. Luego me abrazó por mucho tiempo, sin palabra alguna, solo acariciando mi cabello.

No sé cuánto transcurrió desde que llegue, tan solo que al oscurecer fuimos sorprendidos por la maestra de matemáticas. Me asusté mucho y es que había olvidado que ella era también la madre de Borja.

Creo que mi novio no le había comentado sobre nuestra relación, porque quedó pasmada al verme en la sala de su casa. Su hijo se levantó apresurado y la llevó hasta la cocina, donde supongo intentó aclararle el mal entendido.

Me coloque nervioso por su puesto, siempre es difícil conseguir el beneplácito de una madre, y conociendo a Borja, supongo que sin él, decidiría terminar con nuestra relación.

Caminé en círculos por la sala, hasta que tropecé con algo oculto bajo la alfombra. Curioso decidí sacarlo mientras podía y al ver de qué se trataba quedé helado.

Ahí estaba, la chica que me ha pensado por tanto tiempo... La fotografía de Francisca estaba escondido bajo la alfombra, como si no quisieran que lo viera.. Que no lo viera yo.

¿Qué tiene que ver la profesora con aquella chica? ¿Qué tiene que ver Borja con ella?

 


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