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Recuperando a mi enemigo por Luluu

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Notas del capitulo:

Todo es obra de J.K Rowling, yo sólo escribo fanfics. 

Lean la nota final ^^

 

Como veran he estado intentado darles más protagonismo a Zabini, Neville y Pansy... Espero les esté gustando :) 

Pov Harry

Miré hacia afuera. Al océano, el atardecer, la paz del paisaje…
No podía recordar la última vez que había pasado tanto tiempo en cama, descansando. Tenía los brazos de Draco rodeándome y no nos habíamos movido desde la noche anterior, ni siquiera para ir por comida.

Mi cicatriz todavía dolía, y sabía que Voldemort venía hacia aquí también; no dejaría de buscarme hasta acabar conmigo. Lo entendía pero… no quería entenderlo.
Mi instinto me decía que corriera, que me escondiera; mi cerebro que tenía que alejarme de la gente a la que amaba; mi corazón dictaba que me quedara aquí, con la cabeza de Draco en el espacio entre mi hombro y mi cuello, su respiración rebotando en mi cachete y sintiéndome completo al encontrar un espacio para mí en su pecho.

Pero no podía librarme del sentimiento de que Dumbledore me había dejado pistas, señales, para que pudiera cumplir con mi destino.
Ron tenía el Desiluminador... entendía esa parte... le había dado una manera de volver.
Hermione tenía el libro, el libro que tenía la historia de los tres hermanos.
Pero… ¿Qué esperaba Dumbledore de mí? ¿Qué podía hacer con la snitch? ¿Estoy destinado a encontrar la solución? ¿Por qué me lo había puesto tan difícil?

Estaba inmóvil, mis ojos congelados, observando el lugar donde un brillante rayo de luz dorada del sol se alzaba en el horizonte. Luego miré los brazos que me rodeaban… ¿estaba haciendo lo correcto? Nunca me había detenido a pensar en eso. Siempre había vivido dependiendo de lo que la gente esperaba de mí, ¿Qué esperaban de mí ahora?

Y suspiré. Estaba cansado. Apenas tenía diecisiete años, ni siquiera había acabado el colegio y aun así el mundo mágico dependía de mí. Estaba muy cansado.
También estaba cansado de llorar y huir. Parecía que era lo único que hacía desde hace meses. Ya no quería hacerlo más, quería enfrentarme a lo que viniera con la fuerza que todos esperaban que tuviera. ¿Y el miedo e incertidumbre que sentía? Quería usarlos para impulsarme a seguir adelante y no para que me siguiera paralizando.

Estaba cansado y eso tenía que acabar ya.

Me giré quedando de frente con Draco, quien seguía dormido, y recargué mi cabeza en su pecho inhalando su aroma.
-Buenos días –escuché.
Solté un gruñido.
-Potter –dijo. Miles de recuerdos pasaron volando, miles de memorias venían con ese “Potter” y lo miré. Me sonrió dulcemente y me sonrojé.
Draco carraspeó levemente –Harry, sigo esperando que me digas “Buenos días”, ¿cómo se supone que comience mi día si mi princesa no me dice…?
-¿Princesa? –lo interrumpí.
-Pues sí, tú eres mi princesa –dijo convencido.
-¿Por qué no puedes ser tú mi “princesa”?
-Sabes… creo que es mejor que Pansy te dé esa plática –y sonrió coquetamente.
Me volví a sonrojar.
-Te ves tan tierno –comentó.
-Ugh –dije –no seas tan cursi. Aun así no entiendo porque tiene que ser específicamente “princesa”.
-Bueno, puede ser osito, bebé, pastelito, relampaguito...
-Puede ser Harry.
-No, me quedo con “princesa”.
Fruncí el ceño.
Me besó rápidamente –Harry también está bien –dije.
-“Harry” está muy bien –dijo.



Pov Draco

Bill y Fleur estaban a los pies de las escaleras. Harry iba delante de mí.
-Necesito hablarles a Griphook y Ollivander -dijo Harry.
-No -dijo Fleur- Vas a teneg que espegag. Ambos están muy cansados…
-Lo siento -dijo él calmadamente, -pero no puedo esperar. Necesito hablarles ahora. En privado… y por separado. Es urgente.
-Harry, ¿qué demonios está pasando?- preguntó Bill-. Llegaste aquí con un elfo doméstico muerto y un duende semi-inconsciente, Hermione está como si la hubieran torturado, un Malfoy está con nosotros y Ron acaba de negarse a contarme nada…

Aquí fue cuando perdí la paciencia. No me importaba que me siguieran juzgando, solo necesitaba la aprobación de Potter, pero mencionar a Dobby así como si nada…
-Tal vez, Weasley, es porque Dobby murió; Griphook es un cobarde; Hermione fue torturada; yo estoy de su lado, por lo menos del de Harry, Ron y Hermione; y Ron no puede contarte nada. Eres parte de la Orden, sabes que Dumbledore les encargó algo y sabes que no pueden decirte. Ahora necesitamos hablar con Ollivander y Griphook, en privado, por separado y que sea rápido –lo miré con un semblante inexpresivo y hablé con esa voz mandona que usaba en mis primeros años en Hogwarts.

Fleur hizo un ruido de impaciencia, pero Bill no la miró; estaba mirándome. Su profundamente asustado rostro era difícil de descifrar. Finalmente, Bill dijo –Está bien, síganme.
Caminamos hasta encontrarnos frente a tres puertas.
-¿Con quién quieres hablar primero?
Harry se veía indeciso.
-Griphook –decidió al fin –También necesito que Ron y Hermione estén conmigo.
Bill desapareció unos segundos para luego aparecer con sus dos amigos.
-Aquí -dijo Bill, abriendo la puerta que daba al cuarto de él y Fleur –Ahora traigo a Griphook.
 Bueno… no estaba seguro de que fuera requerido ahí así que hice ademán de irme pero Harry agarró mi brazo evitándome avanzar.
-¿A dónde vas?
-¿También quieres que te acompañe?
-Pensé que eso era obvio –dijo sonriéndome.
Ok, me quedaría pero… no porque Harry fuera adorablemente tierno ni porque me haya dicho que también quería que lo acompañara… no, sólo me quedaría porque… estaba curioso.

 

Pov Zabini

No podía encontrar a Neville por ninguna parte. Tenía una sorpresa para él.

Cuando los dementores y mortífagos habían invadido Hogwarts todo se había ido al infierno; entre esas cosas estaba el hecho de que los invernaderos de las clases de Herbología habían sido cerrados por Amycus: no consideraba esa clase lo suficientemente necesaria y la había cancelado. La profesora Sprout seguía en la escuela, Snape se había asegurado de eso, pero ahora la mujer se veía apagada, había perdido su brillo. Y lo mismo pasaba con Neville. Ya no era el mismo. Aunque eso no era algo malo; se había vuelto más… fuerte, decidido y dispuesto a actuar. Pero si veías fijamente sus ojos podías darte cuenta de que en verdad estaba herido, le dolía todo esto, tal vez más que a mí, pero no dejaba que nadie se diera cuenta.

Así que cada noche, cuando me aseguraba que todos estuvieran en el cuarto y que Neville estuviera dormido, salía y arriesgándome a… cualquier cosa, entraba al séptimo invernadero y comenzaba a arreglar y limpiar. Había tomado bastante tiempo pero por fin estaba listo.

En el camino me encontré con un niño llorando. Me arrodillé junto a él, ¿Desde cuándo me importaban los demás?
-¿Qué pasa? –pregunté.
-Perdí a mi sapo –dijo el pequeño. No pude evitar sonreír, no era la primera vez que escuchaba esas palabras.
-Tranquilo –limpié sus lágrimas y revolví su rubio cabello –ya verás que regresará.
Extendí mi mano para que la agarrara y el niño lo hizo al instante.


Cuando volteé al pasillo vi a Neville viéndonos con una tierna sonrisa en su rostro.
Se acercó y en sus manos traía a un sapo.
-¿Lo encontraste? –preguntó el niño.
-No, pero este es Trevor, mi sapo, tal vez quieras cuidarlo mientras encontramos al tuyo.
Los ojos del niño brillaron y cargó a Trevor.
-Gracias, Neville –dijo.
Neville nos sonrío a ambos. En verdad era… demasiado bueno para ser real.
-Me encontré con Cody hace rato, perdió a Roy, su sapo, así que pensé en darle a Trevor –explicó.
Ja ¿Quién llama a su sapo Roy? Aunque tenía que admitir que la escena había sido muy tierna.
-Vamos, Cody. Te llevaremos a la Sala –dijo Neville y caminamos con el niño hasta dejarlo seguro en el cuarto.
-Neville –llamé –Tengo algo que mostrarte.
-¿Qué?
-Emm… bueno, tiene que ser en la noche –expliqué.
-Oh, ok –dijo y se sentó junto a los niños para poder contarles un cuento, algo que hacía muy seguido.

 

----------En la noche------

-Vamos –dije arrastrándolo por los pasillos.

-Blaise, no podemos salir a estas horas.
Lo miré –prometo que vale la pena –dije.
-¿Y si nos descubren?
-No lo harán.
-¿Y si nos encontramos con algún dementor?
-Siempre podemos hacer aparecer un patronus.
-Bueno… vamos –dijo.

Lo empujé hasta que estábamos frente a la puerta del invernadero pero estaba tan oscuro que no se veía nada.
-Alohomora –dije y ambos entramos.
-¿P-por qué me tra-aes aquí? –preguntó él –Está muy oscuro.
-Cierra los ojos –pedí.
Él obedeció sin preguntar –Ya –dijo.
-Incendio –dije y repetí el hechizo hasta haber prendido todas las velas que había puesto alrededor de invernadero.

 

Pov Neville

-Ya puedes abrirlos –dijo.
Abrí mis ojos y lo que vi casi me quita el aliento.
Blaise había prendido velas en todo el perímetro del invernadero, lo que dejaba ver lo que había dentro y también agregaba un sentimiento de intimidad.
-¿Qu-ué pasa si alguien nos descu-cubre? –pregunté nervioso.
-No lo harán –dijo –hice los hechizos necesarios para que nadie pueda ver esto desde afuera… ni escucharnos.
Entonces me permití admirar todo.
Muchísimas plantas: colgadas, en el piso, enredaderas y en pequeños estanques.
Todas se veían verdes, bien cuidadas y tenían colores asombrosos.
Lo que más me sorprendió fue que estaban acomodadas dependiendo sus características como clima en el que crecen, cantidad de agua que necesitan y colores.

Me tomó de la mano y me llevó al centro del invernadero. En el piso había un Cerezo cuyas flores caían en la Flor Voladora que estaba bajo de él. La Flor Voladora es similar al Lazo del Diablo sólo que no es violenta. Y sobre la Flor Voladora habían unos cojines. Nos sentamos en ellos.
No podía hablar, esto era demasiado.

-¿Qué te parece? –preguntó Zabini cansado de esperar algún comentario mío.
-Yo… Esto… Es que… -dije.
-¿Qué?
No pude más y escondí mi cara entre mis piernas mientras comenzaba a llorar.
-¿Ne-Neville? ¿Estás bien? –preguntó acercándose más a mí.
-Claro que sí –dije. Sin aguantar más abracé a Zabini –gracias, gracias, muchas gracias. Es el mejor regalo que me han dado. Esto es… simplemente asombroso y pensar que gastaste tu tiempo en hacer todo esto… -comencé a llorar más.
-Lo hice por ti así que no es tiempo gastado. Aparte de que aprendí mucho de plantas… por ejemplo, ¿sabías que el Lazo del Diablo es bastante peligroso?
Solté una risita.
-¡Hablo en serio! Casi muero –dijo dramáticamente.
Acerqué nuestras caras y uní nuestros labios. Blaise se calló al instante y correspondió. Ésta era una de las pocas veces donde yo había tomado la iniciativa. El puro roce de nuestros labios mandó una sensación electrizante por todo mi cuerpo. Zabini puso sus manos en mis caderas y yo crucé mis brazos en su cuello.

Nunca me había sentido tan bien, no quería que el momento acabara y había logrado olvidar por unos segundos todo lo malo que ocurría día a día.

Notas finales:

Bueno... había estado pensando.. en la batalla final planeo que muera un Weasley: ¿Les importaría mucho que fuera Fred como en la historia? ¿Prefieren que muera Percy (es mi segunda opción)?

Gracias por leer <3


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