Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Recuperando a mi enemigo por Luluu

[Reviews - 35]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola! Buenas noches! (Sip, son las 11:32 pm y yo estoy escribiendo esto) 

Todo es obra de J.K Rowling, yo sólo escribo fanfics. 

No sabía como continuar... quería matar a todos pero no matar a nadie. De pronto odie mis fanfics y sentí asco por lo que había escrito... pero eso sólo fue momentáneo :) ya volvi. En realidad estoy bastante feliz con como quedo este cpítulo.  

Pov Remus

Tonks me mandaba cartas casi a diario. Estaba preocupada, pero no me lograba convencer de contestarle. ¿Cómo le explicaría todo lo que pasaba por mi cabeza? ¿Cómo la volvería a ver a los ojos?
Sabía que Tonks estaba ahora mucho peor que después de la muerte de Sirius, y bastante más deprimida. Incluso me reveló que su Patronus era una especie de perro… por mí.
Pero por más que intentaba obligarme a sentir algo por ella, por corresponder sus sentimientos, simplemente no podía.

Incluso antes, nunca había sentido nada por ella. Cuando me juntaba con Sirius y James, siempre la veía observándome pero yo… ella… ella era como mi hermana… y yo observaba a Sirius. Sí, durante mucho tiempo me había intentado convencer de que era mi imaginación y después de que era una simple etapa de adolescencia pero muy en el fondo sabía que no era cierto.

Y ahora. Ahora ella seguía aquí para mí, sin que yo tuviera que pedírselo. Y yo no podía corresponderle. ¿Qué tan cruel podía llegar a ser?

Aún no había hablado con Tonks ni con Severus. La ansiedad me estaba volviendo loco. Al igual que la situación en el castillo y no saber nada de Harry.
¿Cómo es que habían tantos dementores alrededor del colegio? Simplemente no dejaban de aparecer más.
…¿Cómo estarían Harry y sus amigos? Ellos eran como mi familia, no sólo porque Harry me recordara a James, más bien porque siempre habían estado ahí para mi sin importar los peligros y sentía la necesidad de protegerlos.

Miré al cielo. En poco más de una semana sería luna llena. Esas eran las peores noches. Otra vez tenía que pasar el día encerrado odiándome a mí mismo, con miedo de llegar a lastimar a alguien. Soportando el dolor y esperando a que todo ese proceso terminara.

Busqué en mi cajón pero no pude encontrar la poción que me tomaba en esos días. Tendría que ir a pedirle más a Severus.

Me encaminé hacia el despacho del profesor sin saber muy bien como dirigirme a él. Hace varios días que no lo veía o simplemente lo ignoraba.

Llegué y toqué la puerta, El profesor estaba preparando una poción y simplemente dijo “Adelante” sin siquiera mirar a la puerta.
Avance unos pasos cuando me miró.
-Remus –dijo.
-Hola –contesté quedamente –me preguntaba si… podías prepararme más poción  de matalobos.
-Eh… claro, déjame ver si aún tengo acónito –dicho esto se volteó hacia su armario y revolvió algunos frascos y contenedores.
No sabía que decir. Severus se volteó nuevamente, ahora con un frasco con pétalos azules.
-Creo que para mañana en la noche estará lista –dijo. Esto era incómodo.
-Bien… gracias. Ahora me retiraré –dije.
Caminé hacia la puerta cuando su voz me detuvo.
-¿Hice algo mal?

-¿Qué?
-Ya no me hablas, ya no me vienes a visitar… ni siquiera me miras a los ojos. ¿Me estás evitando? ¿Te hice algo?
-No… Severus, yo…
Y no pude más, salí al corredor sin mirar atrás.

Al día siguiente en la noche la poción estaba en mi despacho pero no había ni rastro del profesor Snape.

 

 

Pov Draco

No podía creer lo que había pasado en tan sólo unos días.

Primero estábamos en casa de Bill Weasley y ahora acabábamos de saltar del lomo de un dragón. DE UN DRAGÓN que además de todo era ciego. ¿Este era un día normal en la vida de estos tres? Porque aunque Hermione no dejaba de sollozar, los tres se veían bastante tranquilos mientras que yo había tenido que hacer uso de toda mi dignidad y autocontrol para no desmayarme.

Primero había tenido que hacerme pasar por Bellatrix; claro que era el más indicado ya que conocía a la bruja mejor que los otros. Ron fingía ser mi acompañante, Harry y Griphook se escondían bajo la capa invisible y Hermione había improvisado fabricando una a partir de una capa de viaje común, encantada mediante un encantamiento desilusionador excepcionalmente fuerte.

El plan no había salido a la perfección pero de alguna manera habías logrado escapar montados en un dragón del banco, vivos y con el horrocrux pero sin Griphook. Sí, el desgraciado nos había traicionado y se había quedado con la espada de Godric Gryffindor.

-Estamos vivos –dije incrédulo.
-Bienvenido al club –dijo Ron –te acabarás acostumbrando.
-Draco, traigo ropa para que te cambies la ropa de mujer… -permaneció callada unos segundos -Pero… ¿Qué va a pasar con el dragón?
-Hermione, acabamos de robar en Gringotts, creo que el dragón se encuentra más a salvo que nosotros.
Los cuatro nos miramos y comenzamos a reír.
-Mamá estaría muy enojada conmigo –dijo Ron.
-Tu mamá siempre está enojada contigo –dijo Harry.
-Hey –dijo el otro dándole un golpe en el hombro –pero así son los padres, ¿quién los entiende? –y se rió, aunque ni Harry, Hermione o yo reímos.

 

Pov Harry

Iba a cambiar de tema, buscar algún comentario que acabará con el incómodo momento cuando algo me paralizó.
Todo desapareció. El cielo, el olor del agua del lago, el sonido de la voz de Ron y Hermione, el tacto de la mano de Draco en mi espalda. Dolor atravesó mi cabeza, irrumpió en mis profundidades y me dejó sin aliento.
Estaba de pie en una habitación débilmente iluminada, y un semicírculo de magos estaba frente a mí, y en el suelo a mis pies estaba arrodillada una pequeña y temblorosa figura.

-Repite lo que acabas de decir –mi voz retumbó en el cuarto, inundando todo con la oscuridad que evocaban mis palabras. Lo único que había temido… pero no podía ser cierto, no podía entender cómo…
El duende estaba temblando, incapaz de hablar.
-¡REPÍTELO!
-¡M… mi Señor —tartamudeó el duende, sus ojos negros muy abiertos de terror—, m… mi Señor… t… tratamos de de… detenerlos… Impostores…
-¡Creía que Gringotts tenía formas de descubrir a los impostores! ¿Quiénes eran?
-Eran… Potter y sus amigos… también el chico Malfoy…
-¿Y que se llevaron?... ¡Respóndeme!
-Nada… Nada más una… una pequeña copa dorada…
Hubo un momento de silencio que fue roto por una risa psicópata. Mi risa.
-Sólo una pequeña copa –repetí haciendo énfasis en cada palabra.
Lancé un grito de furia. Estaba enloqueciendo. No podía ser cierto, era imposible, nadie se había enterado. ¿Cómo era posible que el chico hubiera descubierto mi más grande secreto. Seis… ¿cuántos más había destruido? ¿No debería de haberse dado cuenta? ¿Haberlo sentido? Hogwarts… ese sería imposible que lo encontrara… y Nagini siempre estaba con él, era imposible que el chico lo lograra… Aun así…

La Varita de Sauco cruzó rotundamente el aire y luz verde estalló por toda la habitación, el duende cayó de lado muerto. Los magos observaban aterrorizados. Bellatrix y Lucius Malfoy corrieron hacia la puerta, mientras aquellos que quedaron atrás fueron asesinados…
¿Cuántos habían sido? ¿Diez? ¿Doce mortífagos? Su sangre adornaba ahora el suelo y yo no podía calmar mi furia…

Abrí mis ojos, alzándome de golpe y aspirando la mayor cantidad de aire posible. El pecho me dolía y mi cabeza parecía querer estallar. La intensidad de esa furia que había sentido ahora estaba presente como una grave migraña y sudor frío cubría mi cuerpo.
Estaba recostado en el regazo de Malfoy, quien me sujetaba con fuerza. Me aferré con fuerza a su ropa. Los tres me miraban con temor.
-Tenemos que ponernos en marcha –dije alzándome.
La mano de Draco tomó la mía y me detuvo –Harry ¿de qué hablas?
-Los horrocruxes, tenemos que destruirlos. Voldemort sabe que lo estamos intentando, no podemos tardar más.
-Harry, detente. No podemos ir sin un plan.
-Ya acabamos con el diario, el guardapelo, Dumbledore destruyó el anillo y tenemos la copa. Son cuatro de seis. Nagini es uno de los que nos faltan y el otro… el otro está en alguna parte de Hogwarts, no estoy seguro de que pueda ser.
-¿Cómo puedes saber eso, Harry?
-Ocurrió otra vez… Estaba en su mente, veía a través de sus ojos, oía sus pensamientos… sentía su furia.
-Harry, entiendo lo que dices pero…
-Tenemos que ponernos en marcha -dije firmemente -¿Qué pasa si mueve el Horrocrux de Hogwarts, si decide que no está lo suficientemente a salvo?
-¿Pero cómo vamos a entrar? –preguntó Draco todavía sosteniendo mi mano.
-Nos dirigiremos a Hogsmeade. Podemos meternos los cuatro bajo la capa… es tarde, nadie notará nuestros pies.
-¿Harry, no crees que te estás apresurando mucho?
-Vamos, ya.

Y los cuatro nos propusimos a aparecernos en Hogsmeade. 

Notas finales:

Gracias por leer. 

Espero les guste ^^


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).