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Recuperando a mi enemigo por Luluu

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Notas del capitulo:

He vuelto y traigo un capítulo nuevo! 
Bueno...2 capítulos ^^ 
Estaba escribiendo el capítulo y resultó más largo de lo que esperaba así que lo dividiré en dos.



Todo lo perteneciente al mundo mágico de Harry Potter es perteneciente de J.K Rowling.


*Van a haber muchos cambios entre la narración de Draco y Harry, no se vayan a confundir*

Pov Harry

 

Uno de los Carroñeros avanzó hacia las rejas y las sacudió.
-¿Cómo entramos? Están cerradas, Greyback, no puedo… ¿¡Pero qué!?

Apartó las manos. El hierro estaba cambiando y doblándose, y una voz metálica y retumbante se escuchó-¡Especifica tus intenciones!
-Traemos a Potter –dijo Greyback petulante.
No se escuchó nada más pero las puertas se abrieron.
-¡Vamos! –ordenó Greyback. Nos metieron por las rejas y avanzamos entre altos arbustos y estatus de apariencia antigua. Vi algo blanco y por instinto intenté alcanzar mi varita aun sabiendo que me la habían quitado y que tenía las manos amarradas. Después me di cuenta de que era un pavo real albino ¿Cuánto dinero tenían los Malfoys? Siempre supe que era una de las familias más ricas pero ¿en verdad podían permitirse realizar gastos tan innecesarios? Me tropecé y tuve que avanzar tambaleante ya que estaba atado a la espalda de los otros prisioneros. Mi cara se sentía hinchada y sentía un fuerte dolor en la cicatriz; ojala Voldemort aún no se hubiera enterado de que nos habían atrapado…

-¿Qué hacen aquí? –preguntó una voz que conocía muy bien, una voz parecida a la de Draco pero más fría y parca; Lucius Malfoy.
-Dicen que traen a Potter –dijo la esposa del rubio.
-Traemos –dijo Greyback para reafirmar –a Potter, a sus dos perros falderos y a otros dos prisioneros.
-¿Y cuál de esos se supone es Potter? Ninguno cumple con sus características –dijo Narcissa.
-Verá, creemos que el de la cara hinchada es Potter…
-¡CREEN! ¿¡Ustedes “creen” y aun así quieren que informemos al Señor Tenebroso!?
-No, no, estamos casi seguros –dijo uno de los acompañantes del hombre lobo –el pelirrojo y la otra son sus amigos.
-Sí, tiene razón, son Weasley y Granger –dijo Lucius –recuerdo haberlos visto en la librería del Callejón Diagon.

Una quietud se había instalado en la sala. Mi cicatriz estaba completamente dolorida, pero luché con todas mis fuerzas para resistirme a los pensamientos de Voldemort.

-Que Draco no se entere de esto –dijo el rubio a su esposa.


Pov Draco



Había pasado tanto tiempo. Alrededor de unos cinco meses desde que estoy aquí. Eventualmente había llegado a un estado de “paz” con los demás, como un trato silencioso para evitar pleitos mayores; no hablábamos, no interactuábamos pero ya salía de mi cuarto y aunque sólo hablaba con Dobby, que venía de vez en cuando para darme comida, el silencio constante no me molestaba.

Estaba sentado en uno de mis cuartos preferidos; el estudio. Había un librero enorme que abarcaba toda una pared, unos sillones suaves y una chimenea. El aroma del cuarto era de hojas viejas, madera quemada e incienso de lavanda. Perfecto.
Estaba sentado en un sillón leyendo la colección de libros de Sir Arthur Conan Doyle cuando algo inesperado pasó: Escuché como se acercaban pasos, ruidosos e indiscretos, como si estuvieran corriendo. De repente la puerta se cerró de golpe.
Me levanté y me acerqué a abrirla pero estaba cerrada con llave.
Un simple Alohomora podría abrirla pero, ¡Merlin y Morgana! Había dejado mi varita en mi cuarto.  
-Maldición –dije por lo bajo -¿Qué demonios está pasando?

¿Me habían encerrado para que muriera de hambre? No, era proco probable… ¿Entonces qué?

 

Pov Harry

 

Bellatrix llegó corriendo. Podía sentir mi sangre hervir de la ira que experimentaba en esos momentos.
-Así que éste es Potter –dijo señalándome –No lo hubiera reconocido… –dijo.
-Sí, suponemos ese era el plan de sus amigos –dijo su hermana.
-Bueno, ¿Qué esperamos? ¡Hay que avisar al Señor Tenebroso! –dijo la otra dirigiendo su mano a su brazo izquierdo.
-¡Detente! –gritó Lucius –aún no estamos seguros de que sea él y hasta no estarlo no daremos el aviso, si resulta no ser él nos iría peor.
-Pero… -empezó a decir Bellatrix.
Narcissa vaciló un momento, después se dirigió al hombre lobo.
-Lleva a estos prisioneros abajo a la celda, Greyback.
-Espera -dijo Bellatrix agudamente.
-Esta es mi casa, Bella, tú no me das órdenes en mi...
-Que se lleve a todos menos a la sangresucia.

Cortó la cuerda separando a Hermione, la arrastró por el pelo hasta el medio de la habitación, mientras Greyback nos obligaba a avanzar hacia otra puerta.
-¿Creen que me den un trozo de la sangresucia cuando acaben? -gaznó Greyback mientras los arrastraba a lo largo del pasillo-. Sigue siendo una belleza sin importar su estatus, ¿no crees, pelirrojo?

Podía sentir como Ron temblaba. Entramos en una húmeda y mohosa habitación que nos envolvió en su oscuridad al instante. Escuchamos como se cerraba una puerta y los pasos del hombre lobo al alejarse. Justo en ese momento también llegó el sonido de un grito desgarrador.

-HERMIONE –comenzó a gritar Ron -¡HERMIONE!
-¡Cállate! –dije –Cállate, necesitamos un plan para salir de aquí.

 

Pov Draco



Ese había sido sin duda un gritó y lo peor es que me sonaba… ¿conocido?… había escuchado esa voz en alguna otra parte.

Tenía que pensar, la puerta no iba a abrirse, no habían ductos de ventilación en esté cuarto… ¿Qué haría el brillante Sherlock Holmes en estos casos? Agarré uno de los libros pero lo dejé. Tenía que concentrarme.

Me acerqué a la ventana. Podía saltar pero había nieve y lodo, y arruinaría mis pantalones negros… Pero aparte, ¿qué haría después? Nada me aseguraba que la puerta principal estuviera abierta.

Los gritos empeoraron. Mis manos comenzaban a sudar y un mechón de cabello se posó en mi frente.

Tenía que hacer algo YA.

 

Pov Harry



Los gritos sonaban más fuerte. Ron lloraba y golpeaba la puerta. Luna, que había estado ahí, estaba intentando calmarlo.
Saqué la bolsita, que había sido un regalo de Hagrid, y busqué algo, cualquier cosa, en su interior.
Estaba la snitch, los pedazos de mi varita y el pedazo de espejo… pero ¡Había un ojo azul mirándome fijamente!
-Ayúdanos –supliqué. El ojo parpadeó y desapareció.
Dean estaba ayudando a Ollivander, que había estado con Luna, a levantarse. Griphook se dedicaba a sentarse apartando de todos nosotros.

Se oyó un grito detrás de la puerta –Quédense quietos –era Greyback –voy a pasar y no quiero que se muevan.
Abrió la puerta y fue a tomar al duende. Ambos salieron y volvieron a cerrar con llave.

Ron usó su Desiluminador para que la estancia se iluminara, aunque hubiera preferido que no lo hiciera, todos nos veíamos cansados y desesperados.
Me senté ¿acaso todo estaba perdido?

Notas finales:

Gracias por leer, los amo!


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