Capítulo 1: La carta.
Me encontraba recostada en mi escritorio, volteando a cada cinco segundos a ver la ventana, en espera de ver a la lechuza que traería nuestra carta de Hogwarts. Ya hace unos días que tendría que haber llegado y mi hermano Scorpius era un completo manojo de nervios, que caminaba de un lado a otro sin cesar, recorriendo toda mi habitación y distrayéndome de mi tarea de fulminar mi ventana. Solté un leve suspiro de cansancio. No culpaba a Scorpius, si a estas alturas tu carta de Hogwarts no había llegado, solo había tres cosas en las que podías llegar a pensar:
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Eres Squib.
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Te toco la lechuza con el peor sentido de la orientación que pudieron encontrar. Y pensando que nadie le tenía especial afecto a mi familia, no me sorprendería.
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Obviamente eres Squib, pero sigues inventándote infinidad de excusas para no caer en la inevitable y deprimente categoría.
Aún así, yo mantenía mis esperanzas. Tanto mi hermano como yo, habíamos tenido muestras de talento mágico desde pequeños, así que si no llegaba nuestra carta para la próxima semana, nuestro padre no dudaría en mandarnos a estudiar a Beauxbatons. Y yo ni de coña iba a soportar estar rodeada de francesas fanfarronas, ni franceses estirados por más de diez minutos, mucho menos hasta que me graduara. Aunque no se podía decir que nos llevábamos mal con los hijos de los viejos amigos de nuestro padre, Scorpius y yo estábamos de acuerdo en que, era incómodo estar demasiado tiempo en su compañía.
-Phoebex.- la voz de mi hermano menor me trajo a la realidad, al mismo tiempo que noté que mi madre estaba en la habitación. No le presté demasiada atención y mire a Scorpius para que continuará .-Oh por Merlín, ¡Mira!- me señalo eufórico a nuestra madre, a lo que yo me levante de inmediato e hice mi camino hacia ella, logrando ver que en sus manos sostenía nuestras cartas de aceptación. Scorpius empezó a saltar como niño pequeño y yo solo abracé a mi madre.
-Según tengo entendido, si te llega una de éstas es porque has sido admitido. Pero aún así, me da curiosidad saber que dicen.- su sonrisa era radiante, mientras nosotros solo la veíamos.- ¿Que están esperando? Abran sus cartas.- nos dijo al mismo tiempo que nos entregaba a cada uno nuestra carta correspondiente. Mamá tuvo que ayudar a Scorpius a abrir la suya, porque a él le temblaban manos.
Por otro lado, yo me volví a sentar en mi escritorio para poder abrir la carta con extremo cuidado, desdoblando el papel pergamino y maravillándome con la perfecta letra escrita con tinta verde esmeralda, asegurándome de leer todo su contenido y no perderme ningún detalle.
COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA Y HECHICERÍA
Directora: Minerva McGonagall.
Querida señorita Phoebex Arctea Malfoy Alday.
Tenemos el placer de informarle de que dispone de una plaza en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Por favor, observe la lista del equipo y los libros necesarios. Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos su lechuza antes del 31 de julio.
Muy cordialmente,
Filius Flitwick
Subdirector
Uniforme
Los alumnos de primer año necesitarán:
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Tres túnicas sencillas de trabajo (negras)
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Un sombrero negro puntiagudo para uso diario.
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Un par de guantes protectores (piel de dragón o semejante)
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Una capa de invierno (negra, con broches plateados)
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Unas camisa de vestir blanca
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Unos chalecos (grises)
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Unos pantalones de vestir (negros)
(Todas las prendas de los alumnos deben llevar etiquetas con su nombre)
Libros
Todos los alumnos deben tener un ejemplar de los siguientes libros:
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El Libro Reglamentario de Hechizos Miranda Goshawk
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Una Historia de la Magia, Bathilda Bagshot
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Teoría Mágica, Adalbert Waffling
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Guía de Transformaciones para principiantes, Emeric Switch
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Mil Hierbas y hongos mágicos, Phyllida Spore
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Filtros y Pociones Mágicas, Arsenius Jigger
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Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos, Newt Scamander
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Las Fuerzas Oscuras. Una guía para la autoprotección, Quentim Trimble
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1 varita.
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1 caldero.
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1 juego de redomas de vidrio o cristal.
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1 telescopio.
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1 balanza de latón.
Los alumnos también podrán traer una lechuza, un gato, una rata (o ratón) o un sapo.
SE RECUERDA A LOS PADRES QUE A LOS ALUMNOS DE PRIMER AÑO NO SE LES PERMITE TENER ESCOBAS PROPIAS.
Al terminar de leer, me giré a ver a mi madre y a mi hermano, con la sonrisa más grande que recuerdo haber mostrado alguna vez. Ambos me la devolvieron y mi madre tomó la palabra.- Le diré a su padre que su carta ya llegó. A pesar de lo que les dijo, él también quería que llegara su carta, de seguro estará feliz.- nos dirigió una última sonrisa y salió rumbo al estudio de papá.
Scorpius se lanzó a abrazarme y yo lo apreté contra mi, ambos estábamos que reventábamos de felicidad, lo separé un poco de mi y, sonriéndole, lo miré a los ojos.- Está pasando, Scorpius.- sonreí aún más, si es que era posible.- Ahora, empieza nuestra aventura.- y con eso dicho, como si hubiera encendido un cronómetro, ambos empezamos a contar los segundos, emocionados de que llegará el dichoso 1 de Septiembre.
Continuará...