Sus oídos retumbaban con la palabra fiesta en ellos, otra noche de música alta alcohol a mas no poder y si tenía suerte un ligue y si había muchísima suerte dos, pero no le apetecía realmente, no lo mal interpreten amaba ir de fiesta con sus amigas como cada jueves, pero había sido un día de mierda, obviamente porque lo despertaron temprano, y ahora solo sentía el urgente deseo de volver a su cama
-Dante, que esperas anda a cambiarte- replico Shirley algo impaciente
-pero. Pero yo quería dormir- puso sus ojos de cachorro aunque igual no servirían no perdía nada con intentarlo
-después duermes, anda a cambiarte!- sentencio y a eso no había como refutarlo
-yo escojo tu ropa- salto de inmediato Celeste corriendo hasta la habitación del chico para que este no tuviese tiempo de impedirlo, el solo miro a sus otras dos amigas pidiendo ayuda pero ambas negaron con la cabeza definitivamente esta noche tendría que complacer a su amiga.
Entro a su alcoba y vio a Celeste muy sonriente al lado de lo que sería su outfit de la noche, sobre la cama descansaban sus jeans negros, que le quedaban algo apretados por cierto, una camisa blanca, una chaqueta de cuero gris oscura y una bufando café con botas del mismo color, a su opinión era muy hípster pero si la niña lo quería él se lo pondría, Celeste
Salió muy sonriente en lo que él se vestía, una vez terminado su trabajo volvió a la habitación de sus amigas donde estaban arreglándose
-Dante me ayudas con el delineador- pregunto Alice quien traía jeans sus botines café claro una blusa delgada y un abrigo negro sobre este
-Claro ven aquí- tomo el pincel del delineador y trazo una delgada línea sobre el parpado de la chica sonriendo satisfecho cuando termino- listo, nos vamos?- pregunto viendo a Shirley quien traía un sweater rojo, zapatos del mismo color y unos jeans oscuros, su largo cabello negro recogido en una coleta y sus labios pintados de rojo
-sí, ya vamos solo esperemos que Celeste salga del baño listo- la nombrada hizo su aparición traía jeans y unos zapatos con algo de tacón, para como ella misma decía no verse tan pequeña junto a las demás, una blusa de tela sencilla junto con su chaqueta de cuero azul eran parte del outfit de la chica –vamos?- pregunto viéndose adorable a los ojos de Dante quien de inmediato le pellizco la mejilla ganándose un gruñidito inconforme por parte de la chica, todos tomaron sus cosas y salieron de casa abordaron un taxi rumbo a su destino.
Llegaron a uno de los más emblemáticos sitios de la ciudad la plaza que tenía miles de lugares de diversión nocturna a su alrededor y del cual las chicas y el eran clientes frecuentes, paseando por ahí encontraron uno de sus lugares favoritos era concurrido por todo tipo de gente, aunque no siempre agradable, al entrar luego de mostrar sus identificaciones y pagar su cover recibieron un coctel de cortesía, obviamente con licor barato, pero servía bien hasta que se animaran a pedir algo más de la barra, se situaron en una mesa y miraron el ambiente, la música estaba a tope y la gente bailaba, chicos con pareja y chicas en grupo, les pareció la mejor idea del mundo salir a bailar, Dante se retiró la bufando y siguió bailando con las chicas, un par de movimientos sensuales suyos y de Shirley quien parecían los más animados, tomando en cuenta lo conservadora que era Alice y lo tímida que a veces podía ser Celeste que más podían pedir, en un momento dado un par de chicos invitaron a Celeste y a Alice a bailar, Celeste se negó alegando estar con sus amigas, pero Alice no corrió con tanta suerte y termino bailando con el chico, claro alejándolo de ella por lo menos un metro y mirando como sus amigos se reían de ella, Dante se disculpó y fue se dirigió al baño, cuando caminaba noto una mirada sobre él, no le prestó atención , de seguro seria alguna chica, al entrar al baño, se miró al espejo arreglando un poco su cabello y mojando su cara, “ por los dioses hace calor aquí “, tomo una toalla de papel y luego de secarse las manos la arrojo al basurero para salir de ahí, nuevamente sintió esa mirada penetrante y pudo percatarse a quien le pertenecía, un chico más alto que él y porque no decirlo algo atractivo lo miraba desde un lugar de la barra, con las luces de una discoteca y tragos encima, era difícil saber si en serio era guapo o si solo su mente le jugaba una mala pasada.
Las chicas estaban solas de nuevo bailando en la pista se acercó y continuo bailando, la música se tornó más lenta digna de demostrar toda su “sensualidad” porque con la risa que les daba y el alcohol en sus venas, de sensual no tenía ni todas las letras, en un momento sintió a alguien a sus espaldas, era el chico de antes , bueno viéndolo de cerca si era atractivo, l chico lo invito a bailar y sus amigas compartieron una mirada cómplice, pero sus amigas no se salvaron ya que ellas también fueron invitadas y esta vez Celeste no pudo negarse, ambos bailaban muy cerca el uno del otro y ni siquiera se dio cuenta cuando se encontraba en un lugar algo más alejado de donde estaba, con la vista busco a sus amigas encontrándolas casi al instante y suspirando con alivio, entonces oyó por fin la voz del muchacho y como no, no escucho lo que decía
-qué?- pregunto acercándose al oído del contrario
-pregunte tu nombre guapo- dijo acercándose peligrosamente al rostro de Dante
-emm Dante y el tuyo?- pregunto apartando un poco su rostro
-Aleck- respondió el joven ahora que lo veía de cerca era bastante guapo con el cabello negro corto de los lados con su lis flequillo sobre el ojo izquierdo y espera también tenía un piercing, solo que sobre su ceja derecha además de varios en su oreja derecha, se veía interesante
-lindo nombre- sonrió con coquetería, ya que estaba ahí aprovecharía
-no tanto como tú, cuántos años tienes-
-diecinueve- mintió, o más bien no tanto le faltaba solo un mes para cumplirlos
-vaya que bien- intento calcular la edad de Aleck en vano
-qué edad tienes tú?- la curiosidad lo mataría
-veinte y tres, apuesto a que me calculabas más- dijo divertido
-oh para nada jeje después de todo soy muy malo en eso – puso su mejor sonrisa inocente cosa que al parecer funciono porque el chico lo atrajo más a el
-me gusta mucho tu piercing- dijo Aleck acercándose peligrosamente a los labios del menor
-y a mí los tuyos- dijo intentando en vano cambiar de tema, mas no pudo seguir puesto que sus labios fueron atrapados en un lento beso el cual era observado por sus amigas quienes veían todo si sorprenderse pero no perdiéndolo de vista por si acaso; al separarse sus frentes se mantuvieron unidas por un rato ambos mirándose a los ojos
-eres muy dulces y tienes los labios muy suaves- lijo Aleck sonriendo
-bueno tu tampoco lo haces mal- dijo el más joven tratando de restarle importante
-sabes eres muy agradable- dijo Aleck mas fue interrumpido antes de decir algo mas ya que Celeste había venido a decirle a Dante que era hora de irse – anda no te vayas- suplico el chico
-tengo que cuidarlas, no las dejare solas- sonrió mirándolo
-bien, pero eso te deja en deuda conmigo, así que dame tu numero- repuso en tono de orden que a los oídos de Dante no sonó para nada, para nada bien
-sí, claro cómo no, te lo dará tu madre cariño, no me hables así- dijo indignado irse donde sus amigas
-hay espera, los seguía muy cerca pero Dante seguía ignorándolo, las chicas llamaron a un taxi y por fin Aleck alcanzo a Dante, tomándolo del brazo lo miro- lo siento mucho, no quise hablarte así, era un juego me perdonas?- puso una cara adorable y de no ser porque estaba molesto le hubiera pellizcado las mejillas
-vale te perdono- dijo serio cruzándose de brazos
-me das tu numero ahora? Por favor- dijo despacio, a lo que ya no pudo negarse y se lo dio, y esta vez recordó perfectamente el orden de los números, abordo el taxi junto a sus amigas, pero Aleck llego al lado del taxista pidiéndole que los dejara sanos y salvos en casa y pagándole de antemano.
E el trayecto a casa las chicas no dejaban de fastidiarlo, y una vez llegaron cada quien se fue a su cuarto, al fi n podía tirarse en su cama, después de todo el viernes no tenía clases descansaría como se debe, un sonido lo alerto, era su celular
Llegaste bien? –
Era todo lo que decía y sabía perfectamente quien era el remitente, después de todo la noche no había sido tan mala