CAPÍTULO VII
La casa de Yong Guk era muy grande, bueno debía de ser grande pues sino donde criaría a Momo ya que él era un perro de raza grande, pero todo era un desastre la cosas de Momo estaban por doquier, su ropa, sus juguetes, si mi mamá viera esta casa se moriría pues ella era una persona muy ordena.
-Lo siento por el desorden- dijo Yong Guk apenado.
-No les caería mal una limpieza- dije mientras me adentraba a la casa.
-Gukki, ¿eres tú?- preguntó Yong Nam desde el segundo piso.
-Sí, ¿Dónde está Momo?- pues este no salía.
-En el patio- dijo- recuerda que lo tienes que llevar al entrenamiento- mencionó.
-Ok- dije y fue a traer a Momo.
-Mong, mong- vino Momo ladrando hacia mí y me comenzó a saltar encima.
-Hola pequeño- saludé, Yong Guk le puso la cadena.
-Vamos- me dijo- Adiós Nam- pero este no respondió.
-¿Entrenamiento?- pregunté.
-Sí estamos llevando a Momo para que sea acompañante de personas invidentes- informó.
-Pero eso significa que Momo…- me quede callado.
-Sí Momo ya no estará más con nosotros, pero para eso fue que lo adoptamos.
-¿Adoptaron?- repetí pues pensé que Momo era su mascota.
-Sí, a Momo lo conocí en un refugio, la diferencia de ese refugio con los otros es que todos los perros que van a parar ahí son entrenados para ayudar a personas invidentes- explicó- yo me encariñé con Momo cuando iba a visitar a Yong Nam, ya que él trabajaba ahí, Momo me hacía lo mismo que te hace a ti, así que decidí criarlo hasta que esté preparado para ayudar a las personas.
-Oh- dije apenado.
-Sí, yo sabía cuál era el futuro de Momo, pero igual lo quería tener por un tiempo aunque sea corto lo quise criar- se sinceró.
-Qué lindo de tu parte- lo miré- ¿y qué harás después de que Momo ya no este con ustedes?
-Criaré a otro- dijo sonriendo- los perros, mi hermano y ahora tú son los únicos a quienes cuidaré.
-¿Yo?- pregunté.
- Sí- dijo y se me acercó, de pronto sentí sus labios sobre los míos, pero fuimos interrumpidos por Momo, quien apartaba a Yong Guk de mí- ¡Que celoso!- le dijo y sonrió para luego seguir caminando, pero yo me quedé parado.
-¿Por qué yo?- cuestioné sin moverme ni levantar mi cara.
-Porque Momo te trató de la misma manera que a mí, cuando Nam me contó que él se había abalanzado sobre alguien como lo había hecho conmigo cuando lo conocí, quise saber quién era esa persona, y cuanto te conocí supe que eras especial Zelo- me acercó y levantó mi rostro- desde que te vi no dejo de pensar en ti, algo me dice que debo de estar contigo; cuando conocí a Momo no era el mejor momento de mi vida pero él hizo que cambie y sé que tú también estas pasando por un mal momento, tus ojos me lo dicen, no sé de qué se trate pero sé que no estás bien.
De repente mis lágrimas comenzaron a caer, él tenía razón no estaba pasando por un buen momento, mis sueños/pesadillas eran más recurrentes que antes y no me sentía bien anímicamente, pero desde que conocí a Momo mi corazón se sentía un poco mejor, no estaba por completo curado pues aún sus heridas no cerraban, pero ya no dolía como antes, quizás él tenía razón y Momo se acerca a personas rotas, aunque no sé en qué circunstancia Yong Guk lo conoció, pero no debió ser la mejor; lo único que hice, fue abrazarme a él y llorar en silencio, este solo acariciaba mi cabeza y de vez en cuando la besaba.
-Vamos- me dijo mientras me separaba de él- debes llegar a tu trabajo y estamos un poco retrasados.
-Está bien- fue lo único que pude pronunciar y me deje llevar por él que aún me tenía abrazado.
9:30
Llegamos por fin a mi trabajo, en ese momento Dae estaba abriendo recién la tienda, así que corrí a ayudarlo, al terminar de abrir la puerta se dio cuenta de la presencia de Yong Guk.
-¿Qué haces aquí?- preguntó molesto.
-Vine a acompañar a Zelo- respondió.
-¿Qué te dije Zelo?- ahora me miraba a mi furioso.
-Hyung yo…- no salían palabras de mi boca.
-Alejate de él Yong Guk- soltó sin mirarlo a él sino a mí- y tú ¿qué diría tu mamá si se enterara qué eres amigo de alguien como él?
-Hyung él no…- fui cortado por Yong Guk.
-Ya no estoy más metido en eso- dijo serio- si no me crees, pregúntale a Him Chan, ni siquiera a Nam sino a él, hace ya dos años que salimos.
-¿Y quién dice que no vas a regresar a eso?- refutó
-Estoy tan ocupado con la cafetería y el entrenamiento de Momo que no tengo tiempo para nada- respondió- ¿Crees que le haría daño?
-Tienes tiempo para acosarlo por lo visto- contraatacó.
-Dae debes creerme, ya no salgo como antes, mucho menos bebo- confesó.
-Es tu decisión Zelo- me miró- pero si alguna vez le veo un solo moretón, te alejaré de él, tenlo por seguro- advirtió
-De acuerdo- aceptó- Ya ve a trabajar- me dijo, para luego despedirse con un pequeño beso- Adiós, te paso a buscar.
-Está bien- acepté- Adiós.
Todo esto pasó bajo la fija mirada de Dae, estaba a punto de lanzarme a sus pies y pedir perdón, pues había roto una promesa, era nuestra primera promesa rota y fui yo el culpable.
-¿Estás seguro de lo que haces?- cuestionó.
-Hay algo en el hyung que hace que no lo pueda alejar de mí- me sinceré- tu sabes que he evitado a cada uno de las personas que me dijiste, pero él…
-Solo cuídate, ¿sí?- pidió- no quiero que te lastime, no lo soportaría.
-Lo haré hyung- afirmé- pero ¿qué es eso de “un solo moretón”?
-Yo no soy el indicado de decírtelo- evitó mi mirada
-Hyung- lo jale- solo quiero…
-No Zelo- me cortó- hay cosas que cada persona oculta, pues no se sienten orgullosas de ellas- se calló por un momento pero prosiguió- Yo no soy quién para contarte de la vida pasada de Yong Guk, quizás te lo contará él a su debido momento.
-Entonces ¿ún no es el momento que yo me entere sobre tu pasado?- cuestioné.
-¿Qué quieres saber?- preguntó.
-Yo no sé.
-Ah..- suspiró con rudeza- no sabes que quieres saber, pero quieres saber algo- comentó
-Sé que has hecho cosas malas en tu pasado, pero que tan malo pudo ser como para que digas “Entonces también te tendrías que alejar mí”- repetí sus palabras- te lo he dicho una y mil veces y te lo vuelvo a repetir- puse una cara seria e hice que me mirara a los ojos- Yo nunca, dejaré de ser tu amigo por tu pasado, no me importa lo que hayas hecho, eso ya quedó atrás, lo que importa es quién eres ahora y lo que haces- lo abracé y este correspondió el abrazo
-¿Y si mis manos están manchadas de sangre? ¿Seguirías siendo mi amigo?- abrí mis ojos, pero igual respondí.
-No me importa, porque sé que en ese momento no eras tú, no era el Dae que esta frente a mí ahora, ese Dae puedo haber cometido mil atrocidades, pero no es él Dae a quien yo adoro, respeto y admiro.
-¿Y si ese Dae regresara?- derramó lágrimas.
-Nunca va a regresar, yo no lo permitiré, tú no regresarás a esa vida porque siempre, recuerda lo que digo, siempre voy a estar contigo, no soltaré tu mano y tú no soltarás la mía.
-Gracias Zelo- me abrazó más fuerte- gracias por permitirme entrar a tu vida, por estar estos años ayudándome y sobre todo por ser mi mejor amigo.
-Y a ti por ser el mío y protegerme de todo lo malo; por no dejarme ser como él- agradecí.
-Tú nunca podrás ser como él, tú eres la persona más decente que he conocido, porque aunque vives bajo su mismo techo no te has corrompido. Te amo.
-Yo también.
Nos quedamos un buen rato alejados, estaba seguro que lo que dijo Dae de tener sus manos manchadas de sangre no era del todo cierto, él siempre ha sido un extremista, pero también sé que por conseguir un poco de droga las personas pueden hacer lo que sea, hasta matar. Pero de todo lo que hablamos, en algo si tenía razón a quien debía preguntarle sobre el pasado de Yong Guk es a él mismo, y como me dijo Dae no lo presionaría dejaría que ambos me cuenten su tormentoso pasado cuando estén seguros de hacerlo, quizás va a demorar, pero estoy dispuesto a esperar y cuando lo haga ambos me van a tener ahí para apoyarlos y darles el amor que necesitan, pues contar cosas que nadie más sabe es difícil y quizás te haga daño recordarlo, pero más daño hace si te lo guardas, pues sufres por dentro y nadie te puede ayudar a superarlo, es por ello que trato de hacer que Dae me cuente su pasado, pero él tiene razón esperaré hasta cuando él esté preparado, y también cuando Guk lo esté.
El día paso tranquilo, aunque hubo muchos clientes a quién atender no fue tedioso. Ya se acercaba la hora de salida y no podía estar tranquilo, Yong Guk me iba a venir a recoger
-Zelo- llamó Dae.
-Si hyung- lo miré.
-¿Por qué esa cara?- preguntó- no me digas que es porque vas a salir de Yong Guk- desvié mi mirada-¿es en serió?- gritó- han estado saliendo varios días y ahora que es casi “oficial” estas nervioso.
-Hyung, ya- me fui al almacén y él me siguió.
-¿En verdad te gusta?- fue directo.
-No lo sé- dije- pero hay algo en él que me atrae, que no me deja alejarlo de mí.
-Ah…- suspiro- si es lo que quieres lo aceptaré, pero hasta que no sea oficial no se lo digas a nadie ¿sí?
-¿Ni a mi mamá?-asintió- ¿Por qué?- no sabía porque no le podía decir que estaba “saliendo” con alguien.
-No hasta que sea oficial, no te agradará presentar a alguien como un enamorado cuando la relación no es en serio- expresó.
-Está bien no hasta que no sea oficial- prometí, esta vez si cumpliría.
Pensamientos de Dae Hyun “así me darás tiempo de verificar si Yong Guk ha cambiado o no”
Suena la campana de la tienda
-¿Estás listo?- preguntó Yong Guk mientras se acercaba.
-Si- asentí para luego coger mis cosas, darle un beso a Dae e ir con Yong Guk.
-Cuídalo Yong Guk- dijo Dae mientras salíamos y este solo asintió.
Salimos de la tienda y la caminata hasta el parque fue silenciosa, no sabía de qué hablaban las personas que estaban saliendo pues Yong Guk era con el primero que salía.
-¿Cómo te ha ido en el trabajo?- deshizo el silencio entre nosotros.
-Bien y ¿a ti?
-Bien- respondió
-¿Him Chan sunbae no te dijo nada por lo de su cocina?- indagué, pues en la mañana lo dejamos furioso.
-Ah…si pero ya estoy acostumbrado a sus gritos- dijo sin importancia- toda una vida soportándolo que ya me es indiferente.
-¿Llevan mucho tiempo de amigos?- pregunté
-Sí, lo conozco desde los 6 y ya cumpliré 26- respondió- así que ya son 20 años de amistad.
-Wow- me sorprendí- 20 años es mucho tiempo.
-Si- confirmó- y tú ¿Cuántos años de amistad llevas con Dae Hyun?
-Lo conocí hace 6 años - mencioné
-¿Y desde cuándo son tan cercanos?- preguntó un poco serio.
-Después de algunos meses que ingresó a trabajar-mencioné- al principio era distante y frio conmigo, pero con el tiempo nos hicimos más cercanos y al año ya éramos mejores amigos.
-¿Y ya se te declaró?
-Si- dije y después me di cuenta de lo que había dicho.
-Jajaja- rió- entonces ¿yo no soy tu primer enamorado?- dijo haciendo un puchero.
-Nunca fuimos enamorados- aclaré- Dae es como mi hermano mayor, mis sentimientos hacia él nunca han sido más allá que de una amistad verdadera.
-Oh, ya veo porque Dae te protege mucho- confirmó y yo asentí.
-Igual que yo a él- mencioné.
-Así que debo suponer que él ya te contó sobre mí- sonó como una afirmación.
-La verdad es que no- declaré- él me dijo que no era el indicado para contarme sobre tu pasado, sino tú.
-¿Así qué le preguntaste sobre mi pasado?- indagó a lo cual yo asentí- ¿y puedo saber qué quieres saber sobre él?
-Dae me dijo que tú no eras bueno como lo aparentas- solté- así que le pedí solo una razón por la cual yo debería alejarme de ti.
-¿Y no te la dio?- preguntó. Cederá
-No- suspiré- me dijo que si me daba una razón para alejarme de ti, también me tendría que alejar de él, por eso no me la dio, porque sé que aún no está preparado para contarme sobre su pasado.
-¿Aún sigues interesado en el mío?- cuestionó.
-Sí, pero esperaré a que me lo quieras contar- mencioné- no te obligaré a hacer algo que no quieras- finalicé.
-Gracias- me besó- ya tienes que entrar, sino se van a preocupar.
No me había dado cuenta de que ya habíamos llegado a mi casa.
-¿No quieres entrar?- lo miré.
-¿Le dirás a tus padres que estamos saliendo?- respondió
-No- hizo un puchero- no hasta que se haga oficial que estamos saliendo.
-Yo pensé que ya era oficial- me pegó a él.
-Yo no he aceptado ser tu enamorado.
-Tienes razón- aceptó- ya anda- me besó- mañana paso por ti en la mañana.
-¿Para qué? ¿Por qué tan temprano?
-Hay mucho que dé hablar- lo quedé mirando fijamente.
-Me vas a contar ¿sobre tu pasado?- indagué.
-Sí y tú sobre el tuyo- me besó otra vez- ya entra sino no te voy a dejar ir- sonreí ante lo dicho.
-Hasta mañana- lo besé y abrí la puerta de mi casa- duerme bien- volteé para mirarlo por última vez él asintió y yo entré.