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Traición a la sangre por kaoryciel147

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Notas del capitulo:

Preparen pañuelos y fuego, probablemente odien a alguien....

La noche en que su amada le dijo su nombre fue uno de los momentos más dulces de su vida. Mientras le hacía el amor, susurraba con afecto su nombre. Y en correspondencia, le dijo el propio. Escucharla llamarlo por su nombre y no por "danna" o "cliente", fue sublime. Sintió que después de mucho tiempo hacía el amor de verdad. Con su prometida nunca se habían sentido conectados realmente, mientras que con Kakashi toda caricia era opacada por sus terribles palabras.


En medio de aquel pequeño mundo de incienso y aromas florales iniciaron un tórrido romance. No permitió que nadie más la tocara, pagaba por la noche entera para así conocerla al completo. Rin era una desconocida aun en el mundo de los barrios rojos, así que no era especialmente solicitada. Si no tuviera un cliente tan asiduo como Obito, tendría que acostarse con diferentes personas por día hasta que se ganase un nombre y ascendiera en la escala de las flores.


Dentro de la casona de placer todos estaban sorprendidos. Pensaron que Obito definitivamente debería de pertenecer a una familia muy adinerada, por lo que le ofrecían los servicios de cada omega disponible desde las más bellas hasta las más dotadas en las artes, pero el alfa solo deseaba ver bailar y deslumbrar a Rin. Luego de una semana se rindieron y la madre de las flores fue rigurosa en el entrenamiento de Rin para que no dejase escapar a tan pudiente cliente. Era bastante ilógico que alguien pagara tanto por alguien poco conocida e inexperta.


Para Rin fue como un sueño hecho realidad. No había aprendiz de oirán que no hubiese soñado con el cuento de que un adinerado caballero comprase toda su deuda y se la llevase para convertirla en su esposa o al menos en concubina. Sin embargo, eso no solía suceder: al final, hasta el más fiel cliente terminaba cansándose o sus deberes en la milicia o familia les alejaban de ellas. Las hermanas mayores de Rin le aconsejaban que tratase lo mejor posible al alfa, pero que no se ilusionase con ello. Posiblemente, el alfa estaba dándose un tiempo de descanso, pero en algún momento debía de regresar con su familia. Sin embargo, no conocían lo terco y romántico que Obito podía llegar a ser.


Una vez arriesgó la seguridad de su familia y su propia vida salvando a un omega desconocido porque descubrió que era su destinado. ¿Por qué no haría lo mismo por una omega que sentía como especial? Rin podía no ser su destinada, pero para Obito era su milagro personal. Nadie más lograría opacar sus sentimientos por Kakashi. Era casi imposible que un omega lograse deslumbrarlo habiendo conocido a su destinado, pero ahí estaba Rin, logrando curar su corazón con su amor. Sin embargo, el dinero se le acababa a Obito.


Tomó una decisión: Compraría a Rin y la liberaría del yugo de la prostitución. Preguntó su precio total. La dueña de la casa se sorprendió. Hubo casos similares, pero nunca con una reciente debutada. Por lo que pensó que aquel joven posiblemente era un alfa virgen que se había apegado a la joven que desfloró. El precio total de Rin no era demasiado caro a comparación de una oirán con más tiempo. Sin embargo, fácilmente una persona podía vivir holgadamente por algunos años con esa cantidad.


—Rin ¿tú te sientes atraída por mí?


—Señor...


—Dime Obito.


Rin veía la mirada del alfa. Era tan dulce con ella. Todos los días le traía un regalo sencillo que hacía que su corazón se acelerara. A veces le hacía reír contándole sobre su familia. Así se había enterado que tenía un hermano y varios sobrinos a los cuales adoraba. Parecía que el alfa iba a rebelarle algo más sobre él.


—Yo realmente no soy de una familia tan adinerada, Rin, pero no quiero dejarte aquí. Si tu deseas puedo comprarte, dejarte libre o puedes casarte conmigo. Solo que yo no soy rico, no puedo darte una vida de reina. Una vez te compre habré gastado todos los ahorros de mi vida. Aun así, quiero hacerlo.


—Obito ¿no es riesgoso para ti? Yo siento que estoy enamorada de ti. No me importa si mendigamos juntos. Yo no recuerdo una vida antes de aquí, pero te juro que sé trabajar. Antes de debutar ayudaba a mis hermanas mayores a coser sus Kimonos, limpiar sus habitaciones, peinarlas. Puedo aprender mucho también. Sé leer y escribir, canto, tocó el shamizen...yo, por favor sácame de aquí, quiero ir contigo. No quiero quedarme aquí.


Los ojos llorosos de Rin le dieron aliento. No importaba ya el dinero que había ahorrado durante años si con eso podía tener a su amada. Ella debió ser su destinada, no Kakashi. Ella era por quien había esperado tantos años.


—¿Pero tu familia me aceptará? ¿Estás seguro de esto? Puedes tener una buena esposa, un buen omega. Yo... ni siquiera me acuerdo de mi familia.


—Solo te quiero a ti, Rin. Y aunque no pueda darte una vida de lujos, te prometo que te cuidaré y si tenemos cachorros, no les faltará nada. Te protegeré de todos.


Y ella le regaló una hermosa sonrisa que inflamó su pecho y su ego de alfa. No necesitaba a nadie más. Ningún omega del clan Uchiha podía ser su compañero porque todos eran más o menos igual de fríos que Kakashi. No por nada seguían con tanto fervor al peliblanco.


Así que dejó pagado por dos semanas más a Rin para que no la tocase nadie. Se dirigió de regreso a toda velocidad hacia su hogar. Tendría que iniciar desde cero prácticamente. En ese momento Obito no tenía tanto dinero, pero sí tenía ahorros grandes. Había iniciado a juntar desde joven, además recibió aumento cuando se iba a casar con su primera prometida. Luego guardó casi todo su dinero al convivir con Kakashi para darle un hogar digno. Además, como parte de la familia Uchiha, una parte del Castillo principal le pertenecía. Ahí formaría un hogar con su amada.


Fugaku se sorprendió de verlo tan contento. Se sintió aliviado de que así fuera. Para suerte, Kakashi se encontraba de misión junto con Shisui e Itachi. Pero Obito no pensaba más en él. Solo pensaba en Rin y en librarla de ese mundo. Iba a ser solo suya. Nadie más la tocaría. Como había supuesto, ella había sido una víctima. No le confesó que era un shinobi, pues aun guardaba a recaudo los secretos de su clan. No porque no confiase en ella sino porque temía que alguien más escuchase o la torturasen para sacarle información.


Pidió permiso nuevamente para salir de la aldea. Fugaku calculó que Kakashi estaba a punto de volver de su misión así que le concedió el permiso. Iba a liberar a su hermano de las siguientes misiones pues deseaba que se distrajera lo más posible. Además, Mikoto estaba probando un nuevo odorante para disminuir el aroma de Kakashi. En cuanto Obito se marchó, le sorprendió que no preguntase por él.


—¿No es un poco raro, Fugaku? —Preguntó Mikoto.


—Yo creo que solo estaba obsesionado con él


—Ese tipo de obsesiones solo se quitan por otra obsesión, esposo mío. Y Kakashi no fue una simple obsesión, es su pareja destino y estuvo enamorado de él por más de cinco años.


Mikoto se sentía un tanto preocupada. Kakashi había sufrido en su último celo. De ante mano le habían sedado. Y ella aun no encontraba una respuesta segura a cortar el lazo. Había pensado en sugerir que Yamato lo muerda, pero no estaba segura de si eso lo complicaría aún más. Si un alfa cualquiera mordiera en contra de su voluntad a Kakashi, no sucedería nada pues tenía la mordida de su destinado, pero si el omega marcado aceptaba a voluntad y deseo la mordida de otro alfa, entonces lo resentiría su alfa; si el alfa mordía a voluntad a otro omega lo sufría el omega. Era muy complejo. Por el momento, medicaba a Kakashi para que pudiera seguir manteniendo el control de sus instintos. Había estudiado textos antiguos, pero ninguno le daba una respuesta concreta. Algunos vacilaban sobre extracciones de glándula, otros de plantas especiales que mal aplicadas podían ser mortales.


Volviendo con Obito viajó con algunos subordinados a los cuales no les había comentado demasiado. Pues quería tener seguridad y sus sentidos estaban alterados. Tenía casi todos los ahorros de su vida con él. Además, el plazo de las dos semanas era cercano y estaba seguro que a los dueños de aquel burdel no les temblaría la mano a la hora de volver a vender a la bella muchacha.


Aun así, llegó a tiempo. En una rápida transacción Obito liberó a Rin.


—¡Obito!


La sonrisa de agradecimiento y felicidad de ella le cegó. Podía ver el agradecimiento en sus ojos. Ella le necesitaba, al fin se sentía necesario en la vida de alguien. Ella sería su omega, la madre de sus hijos y su compañera.


Sin dudarlo, la llevó a su aldea. Le cubrió los ojos en el camino, explicándole que era norma de su aldea. Ella tuvo un poco de miedo, pero el aroma de Obito siempre fue hogareño. Los subordinados estaban que no podían creerlo, pero no tenían autoridad para desobedecerlo.


Cuando llegó a la aldea, Obito se topó con la presencia de Kakashi. Y fue como un despertar duro. Su aroma parecía estar por toda la maldita aldea. Sus sentidos le indicaban claramente donde se encontraba, casi como un camino marcado hacia el omega peliblanco. Aun así, se contuvo y se aferró a su nueva pareja.


Una vez dentro, ella al fin pudo ver donde sería su nuevo hogar. Quedó impresionada con la estructura del castillo negro.


—Rin, debo explicarte quien soy realmente.


—¿Estos donde es? Viajamos hacia el Sur...


—Soy Obito Uchiha.


—El clan Uchiha...creo escuchar que es un clan neutral.


—Sí


Ella sonrió. Entendió por qué no poseía grandes cantidades de riqueza. Al ser un clan neutral pacífico, no amasaban tesoros como los clanes guerreros.


Antes de poder hablar más, Fugaku se acercó a ellos seguido de su corte: Kagami Mikoto, Itachi, Shisui y Kakashi. Además, que otros shinobis de diferentes edades se aglomeraban para conocer a la joven. El joven Obito Uchiha siempre siendo blanco de las murmuraciones por sus actos intempestivos.


—¡¿Quién demonios es ella?!—Estalló Fugaku.


Obito de inmediato la cubrió con su cuerpo. Todos miraban escépticos. Muchos recordaron el día que Obito llegó cargando en brazos a un desconocido y herido Kakashi. Y ahora arribaba protegiendo a una joven desconocida. Sin embargo, siendo panteras entrenadas, todos podían olfatear el aroma de él en ella lo que sugería que ya habían consumado una relación, lo cual era diferente a la llegada de Kakashi que no tenía el aroma de Obito en él.


Algunos rieron, otros rodaron los ojos, mientras que los de más rango murmuraban molestos e intranquilos por que el joven Uchiha arriesgara una vez más la seguridad de la aldea. Agradecían que Fugaku fura su líder y no Obito. Por otro lado, murmuraban preguntándose cómo se sentía Kakashi de ser reemplazado tan rápido.


"Kakashi-sama es demasiado fuerte. Vez, ni se inmuta. Fue un error del destino hacerlos destinados. Además, parece que pronto se casará con su segundo, Yamato"


Ciertamente en apariencia, Kakashi solo se veía serio, sin embargo, internamente sentía dolor, curiosidad, una afrenta a su orgullo, intranquilidad, ansiedad, nerviosismo, incomodidad, tantas emociones que no conectaban una con otra. Olfateo de lejos y notó que el aroma de Obito estaba impregnado en ella. Y entonces un vacío se abrió debajo de sus pies. Una parte de su instinto quiso atacarla para reclamar al alfa como propio, pero se contuvo. Debía de ser firme y analizar la situación pensando como líder, no como omega ofendido porque era consciente que no tenía nada que reclamar a Obito. Ella había hecho que Obito hiciera una locura al completo, así que debía de ser especial para él.


Shisui y otros guardias detuvieron a Obito y Rin. Los guiaron hacia el Castillo Negro para hablar en privado. Las conversaciones no se dispersaron. Todos en el clan Uchiha y los del clan de Kakashi estaban más que atentos a las decisiones.


Fugaku se sentó con su corte, Kakashi estaba a su lado. Obito intentó evitar la mirada del omega. Solo por curiosidad quiso saber que sentía este, pero a través del vínculo no halló nada.


Explicó a detalle de donde la había sacado, lo que había pagado por ella. Y le quitó toda culpa.


El líder Uchiha estaba a punto de sufrir un paro en el corazón. Ordenó que se llevaran a la muchacha a ser encerrada en alguna habitación. Ella gritó llamando al alfa, asustado pues nunca había recibido entrenamiento marcial por lo que era tan fácil lastimarla.


—¡No la lastimes! Ella no tiene la culpa, hermano. Rogó el pelinegro.


—Obito ¿Qué debería de hacer contigo? Si no fueras mi hermano te habría expulsado del clan, te juro que así sería.


Los presentes cesaron sus murmuraciones. El aroma de alfa de Fugaku no mentía: estaba hirviendo de ira y amenazaba a todos con este.


—Expúlsame entonces. Me iré con Rin y formaré una familia con ella


El líder expulsó una risa sarcástica.


—¿Con qué dinero? Acabas de gastártelo todo en comprarla.


Aquello acalló al pelinegro. Ciertamente no tenía una sola moneda encima, pero estaba dispuesto a cazar en el campo o a volverse un criminal a sueldo si era necesario. Todo ello se reflejó en su mirada de orgullo.


—¿Estás dispuesto a abandonarnos? ¿Abandonar a tu familia, tus sobrinos? No puedo creerlo. —Cuestionó Fugaku. — ¿Cuántos años tienes, Obito? La primera vez te lo perdoné porque no era tu culpa que en una misión te encontrarás con tu omega destino, pero ahora, tú has escogido ponernos en riesgo.


—Rin no sabe ni levantar un cuchillo. Puedes ver en su musculatura que no sabe pelear, sus manos son delicadas, su estructura frágil. ¿En qué peligro los pondría?


Fugaku estuvo a punto de ponerse de pie y agarrar a golpes a su hermano, pero Mikoto le detuvo y pidió ayuda a Kakashi con la mirada. Siendo el siguiente más poderoso ahí en rango su voz debía ser escuchada.


—Fugaku-sama, deje que explique cuáles son sus planes. —Intervino Kakashi.


El aludido resopló, pero permitió que su hermano hablase. Ciertamente había un gran respeto entre ambos líderes.


Obito no quiso quedarse prendado de su imagen: Kakashi tenía el cabello más largo y como estaba dentro de la aldea lo llevaba casi suelto, caía desenfadado por su espalda. Nuevamente, había pasado un tiempo desde que habían roto al completo. Su hermano carraspeó, recordándole porqué estaba ahí. Se concentró en explicar que se habían enamorado y que estaba decidido a formar una familia con ella.


Fugaku quería castigar a su hermano. ¿Cómo es que era tan imprudente? ¿Por qué no podía escoger una pareja de forma normal en el clan? No podían simplemente liberar a la muchacha, pues si en verdad era una espía terminaría por revelar su secreto. La única forma de que saliese de ahí era muerta. Pero su hermano parecía demasiado aferrado a ella. Obito era demasiado temperamental, emocional e impulsivo. Se golpeaba en la cabeza así mismo, porque él le dio el dinero para ir a aquel prostibulo. Pero quién diría que su hermano compraría a una prostituta para convertirla en su esposa.


—Kakashi ¿Qué piensas? —Giró su mirada hacia el omega. Sabía que, aunque hubiera un caos emocional dentro, el peliblanco hablaría pensando en su gente y en los Uchiha.


Kakashi había ganado mucho poder y respeto en la aldea Uchiha. Y siempre, para una decisión crucial, era consultado por Fugaku. Los más jóvenes, en especial omegas y betas lo tenían como ídolo a seguir. Era la inspiración de muchos y el anhelo y deseo lujurioso de muchos alfas sin pareja.


—Bueno, qué debería de decir. ...—Suspiró, controlando el mar de emociones que sentía.


—Kakashi...por favor. —Pidió Obito con aquella mirada de súplica que hacía temblar al omega.


De todas maneras, era lo que él había querido para Obito. Quizás una omega no shinobi era lo mejor para un alma tan sensible como él. ¿Quién era él para oponerse? Decidió actuar como su título le dictaba.


—Todos conocen nuestra historia. —Empezó Kakashi. —Sin embargo, Mikoto está intentando encontrar una cura a nuestro problema. Nuestro enlace fue un error. Creo que Obito haya encontrado una pareja por la que haya hecho tantos sacrificios es significativo y un avance. Si ambos tenemos parejas estables a las que amemos, entonces será más fácil. Por eso, Fugaku-sama aconsejo que permita quedarse a la omega, pero que la mantengan con vigilancia. Después de todo, nuestra gente está por encima. —Sugirió con serenidad. — Póngale un periodo de prueba, investigue bien todos sus antecedentes y que Mikoto-sama la examine. Nadie puede engañar a una sanadora como Mikoto. Ella sabrá si la muchacha miente y en verdad si ha sido entrenada como espía o shinobi.


Se inclinó luego de dar su punto de vista. Obito le agradeció con la mirada. Era interesante que Kakashi finalmente esté de acuerdo con él. No podía exigir más, pues como líderes Fugaku y Kakashi solo podían velar por su gente.


Fugaku decidió hacer caso a las palabras de Kakashi. Ordenó vigilarla constantemente, mantener alejado de ella a los menores, cualquier arma o vía de escape. Se le mantendría dentro del mismo castillo. Solo Obito y los miembros del consejo tenían autoridad para verla.


—Doy por cerrada la sesión.


Aun así, Fugaku no deseó ver a su hermano en mucho tiempo. Se retiró a sus aposentos junto a su esposa. Mientras que Shisui e Itachi guiaron a su tío a ver a su nueva pareja. Por su parte, Kakashi solo suspiró retirándose del castillo principal. Sus vidas se habían separado por completo.


Todo iba con tranquilidad en la aldea Uchiha. Había pasado un tiempo desde el escándalo de la llegada de Rin, el chisme aún era comidilla del día a día. Aun así, parecía que finalmente cada quien había encontrado su lugar y su compañía.


—¿Te encuentras bien, Kakashi?


El peliblanco alzó la mirada hacia su compañero, solo asintió.


—No lo estás. Es por la nueva droga que te están dando. Te duplicaste la dosis.


La expresión de Yamato demostraba toda la preocupación que sentía.


—Era necesario.


—¿Es por la omega del Uchiha?


—Mi parte omega es fastidiosa, territorial. Es mejor si me mantengo alejado.


—Nada de eso. Vamos a ir con la sanadora ahora mismo.


Yamato era demasiado insistente cuando se trataba de él, así que solo asintió. Sin embargo, su instinto se activó cuando llegaron. Era el aroma a canela de la muchacha, el cual estaba cubierto por el de Obito. No estaba marcada, pues lo habría sentido, pero era evidente del tipo de relación que tenían. Quiso irse, pero Yamato le retuvo.


—Hatake Kakashi no es un cobarde y no vas a evitar los lugares en los que este ella. Tu rango es superior. —Insistió.


—Podemos volver después.


—Es mejor que lo aceptes, Kakashi. Ella es su nueva omega y por lo que he escuchado es del tipo que te da un hogar cálido, justo lo que ese Uchiha desea. No se va a ir y tú autorizaste que se quedara en la aldea.


Siendo guiado por Yamato, Kakahi ingresó y ambos saludaron formales a la sanadora. Rin parecía estar aprendiendo a como limpiar heridas. En poco tiempo se había ganado el afecto de Mikoto quien al principio la había examinado de pies a cabeza. Pero ya habían pasado tres meses, ella no sabía más que una normal prostituta de clase alta. No habría escalado demasiado tampoco ahí, pues era evidente que no sabía coquetear con propiedad, menos se diga de seducir abiertamente.


—¡Kakashi-sama!


La muchacha se inclinó haciendo una reverencia profunda. Había escuchado muchas cosas de Mikoto, sus aprendices y de Sai que admiraban a Kakashi. Nadie comentó sobre la antigua relación que su pareja había tenido con este; así que ella parecía admirarlo profundamente. De hecho, estaba muy sorprendida de que tantos omegas cumplieran funciones tan diferentes desde sanadores, agricultores, shinobis, de todo. Pero quienes más resaltaban eran Mikoto, Kakashi e Itachi.


Había deseado encontrarlo pronto. Sabía que aún no tenía permitido andar libremente por la aldea y no quería causarle problemas a Obito. Quería mucho a su alfa, deseaba darle felicidad pronto. Ella no se cuidaba, se preguntaba por qué no habían concebido un cachorro. Aun no se casaban, pero para alguien que había tenido la perspectiva de ser una prostituta toda su vida, tener una familia era demasiado.


—Rin...—Murmuró Kakashi. —Señorita Rin, disculpa que interrumpa tus clases.


—No hay problema ¿está herido?


—Tenemos asuntos que tratar con la sanadora Uchiha. —Intervino Yamato, atento a todas las reacciones de su compañero.


Ella asintió. Mikoto los llevó a un ala más apartada. Rin quedó al lado de su escolta usual que la vigilaba. Obito se había ido de misión finalmente pues notó que ella se había ganado a Mikoto, se sintió aliviado. Además, su hermano le había dado un ultimátum: sino generaba ingresos al clan no se le daría comida y vestimenta tanto a él como a su pareja. Así que no le quedó de otra que salir de misión.


No coincidió con Kakashi, tampoco lo buscó pues debía de evitar cualquier tipo de tentación. Él mismo tomaba algunas medicinas que hacían disminuir su aroma cuando estaba en la aldea. La presencia de Kakashi era rápidamente sentida por él cuando acortaba distancia. Cada vez menos, pero ese lazo seguía presente. Cada uno intentaban dormir a esos animales internos que se llamaban insistentes, un martirio. No quería fallarle a Rin, así que también fue participativo de los experimentos que Mikoto hacía para romper su lazo. No podían seguir así, debía de haber una forma. Quería casarse con Rin, pero eso sería después de que se libre toda sospecha sobre ella. Y Mikoto le indicó que no se atreviera a morderla por el momento, pues debía de preparar todo para hacer dormir a Kakashi cuando sucediera. Kakashi sufriría cuando él marcara a otra omega. Aquella realidad le hacía temblar de pies a cabeza.


Aquella misión fue realmente dificultosa, había sido de asesinato a toda una familia. Sin embargo, parecía que sospechaban de la amenaza así que habían contratado a otro clan shinobi para ser vigilados. Obito logró acabar con todos, pero en el camino fue envenenado. Sus compañeros lo llevaron de regreso a la aldea lo más rápido posible. No tenían ningún antídoto para ese veneno, solo le dieron un tónico para impedir que se esparciera por su cuerpo.


Justamente cuando llegó a la aldea se topó con Kakashi en la puerta. Este lucía confundido. Había sentido su llamado. Obito estaba casi inconsciente, pero en cuando captó el aroma de Kakashi al fin pudo estar tranquilo. Era como el oasis encontrado luego de un largo camino. Avanzó débilmente con una sonrisa adolorida, su parte animal estaba complacida de saber que su omega se preocupaba por él. Cuando llegó a centímetros del peliblanco, se desplomó en sus brazos. Kakashi le sostuvo y cargo en su espalda.


El omega había estado entrenando a Sasuke, pero de repente sintió la presencia cercana de Obito. Aquello era normal, pero no la llamada de necesidad y auxilio: tuvo la certeza de que algo le había sucedido. Guiado por sus instintos corrió hacia la puerta y ahí lo vio.


La joven omega que estaba en la mansión Uchiha fue avisada y guiada hacia el espacio de sanación. Ella no había sentido nada al respecto. Pero en cuanto supo se sintió intranquila.


—¡Obito!


Vio que Kakashi era quien lo dejaba en la cama de sanación. Y se preguntó ¿Por qué lo traía él? Kakashi y Obto no habían ido a la misma misión.


Mikoto salió apresurada y le ordenó estar calmada y traer agua limpia en una palangana. La muchacha asintió corriendo, dejando las preguntas innecesarias atrás.


—Kakashi ¿Por qué lo trajiste tú?


—Yo...solo sentí que llegaba herido.


La sanadora suspiró, sabiendo a que se debía. Era una situación normal entre parejas destinadas enlazadas. Se sentía tan culpable de no lograr encontrar el método para poder romper su vínculo.


Vio la herida y supo que hierbas necesitaría para curarlo. Mandó a Sai a traerlas rápidamente.


Kakashi no pudo apartarse hasta que Mikoto terminó de curarlo. Le pidió a todos que salieron incluida Rin. El omega se obligó a ponerse de pie para retirarse, no le correspondía estar ahí; sin embargo, la sanadora pidió que se quedase.


—Necesito transmitirle tu energía. Esta muy débil.


—Yo no...


—Yo seré el medio. Eres su omega enlazado, quien mejor para hacerlo.


El peliblanco asintió y terminó por hacerlo.


Una vez terminó se sintió débil pero satisfecho consigo mismo. Mikoto le sugirió que sería bueno para el pelinegro si sentía su presencia cercana. Así que hasta que el alfa tuvo una respiración tranquila y se le pasó la fiebre fue que pudo sentirse tranquilo. Recién en ese momento decidió marcharse. Afuera le esperaba Rin.


—¿Por qué te pidió que te quedaras?


—Solo porque tengo energía suficiente.


—¿Acaso tú fuiste su pareja antes que yo?


—Yo...—Parpadeo confundido.


No podía mentirle. En ese momento se sentía voluble y cansado. Entendía por qué Obito no le había contado la verdad, pero él usaba toda la energía que tenía para no atacarla por instinto.


—Escucha, yo te admiro mucho. Me pareces grandioso, pero, aunque no sea fuerte, ni shinobi estudiaré muy duro la sanación para ser una compañera útil para Obito.


Sus palabras dulces hicieron que la admirara fácilmente. Sonrió apacible.


—Obito encontró a la omega ideal para él. No se preocupe, señorita Rin, muy pronto señora Uchiha, yo no soy competencia para ti.


Se marchó luego de una ligera venia. Rin se sintió más tranquila. Ingresó a la habitación y se quedó a cuidar de su alfa.


Unas semanas después, Obito ya se encontraba completamente sano. Se enteró de boca de Mikoto que Kakashi había dado su energía para acelerar su sanación. Y entonces su corazón se sintió liviano, así que decidió ir a agradecerle. Se aproximó a los terrenos cedidos al pueblo de Kakashi. Este se encontraba entrenando a los niños de su clan, jóvenes promesas.


—Kakashi.


El peliblanco había sentido tenso su corazón desde que la presencia de Obito se hizo cercana. Se preguntó si al final se acercaría o no.


—Sigan. —Ordenó el omega a los niños.


Kakashi se acercó a Obito.


—Pensé que solo entrenabas a Sasuke


—A ellos no los entreno yo, los entrena Yamato, pero yo superviso sus avances una vez por semana. —Explicó calmado.


Su presencia siempre le resultaba intoxicante, pero las promesas hacia Rin le mantenían estable.


—Quería agradecerte por brindarme tu energía y cargarme en tu espalda.


—No tienes nada que agradecer. Me has salvado la vida varias veces, Obito.


Tan cortante. Se preguntó ¿qué había pensado que sucedería? Debería de retirarse y buscar a su pareja.


—¿Dónde está Yamato?


—Está en el campo entrenando.


—Pensé que eran pareja.


—Lo somos, no tenemos por qué estar pegados el uno al otro todo el día. —Completó Kakashi.


Mientras Yamato lo autorizara seguiría mintiendo a todos. Ellos solo eran amigos, pero era mejor si Obito pensaba que Yamato era su pareja nuevamente.


—Yo quiero casarme con Rin, Kakashi. Solo que siento que podría lastimarte.


La confesión logró que Kakashi bajara sus defensas un poco. Inclusive en ese momento, Obito pensaba en él.


—Gracias por tenerme consideración, pero Rin se merece que la hagas tu esposa.


Al fin ambos se miraban a los ojos sin insultos, solo hablando, liberando un poco el peso que sentían por su lazo.


—No sé porque me duele que digas eso. En serio estoy enamorado de ella. Pero de alguna manera...


—¿Quisieras que te arme una escena de celos?


—La verdad creo que una parte de mí lo esperó cuando traje a Rin y aquello es egoísta.


Kakashi le invitó a caminar junto a él. Ambos caminaron en silencio, observando desde el bosque como la villa se desenvolvía.


—Obito, todo entre nosotros es confuso y lo seguirá siendo, pero no te detengas a pensar en mí. Se feliz y has feliz a Rin. Ella es una buena chica, muy decidida y valiente.


No había esperado que un omega tan territorial como Kakashi pudiera hablar así de su "rival".


—¿Has hablado con ella?


—Se dio cuenta que hubo algo entre nosotros y se paró firme ante mí diciendo que sería una pareja de la que tu estuvieras orgulloso ¿acaso esa chica no ha escuchado quién soy? Claro que sí, su parte animal le estaba diciendo que podía arrancarle el cuello en cualquier segundo y aun así ella permaneció firme. No vas a encontrar alguien mejor que ella.


Obito no se había enterado aquello, lo cual la hizo adorarla más. Recordó algo más que había querido agradecerle al omega que tenía en frente.


—No te agradecí por ponerte de nuestro lado. —Continuó.


—Era lo que menos podía hacer. Pero para serte franco, una parte de mi quería oponerse.


—¿De verdad? No lo creo.


—Yo tampoco. Pero fue cosa del instinto.


Era increíble que después de tanto tiempo ambos pudieran hablar sin gritarse nada. Kakashi se sentó en el pasto a seguir observando la puesta del sol sobre la aldea. Y sonrió ampliamente por lo que había conseguido.


—Obito, toda esa gente siendo feliz, mi gente estando protegido, esos niños que superviso, son el más grande regalo que alguien me ha dado y fuiste tú quien me lo dio. Jamás podré terminar de agradecértelo.


El alfa sintió su corazón retumbar ante aquella maravillosa visión de Kakashi sonriendo sin ninguna malicia, puramente, desde el fondo de su corazón. No había visto una sonrisa así provenir de él, pero ahí estaba siendo un regalo exquisito que no había anticipado.


—¿Obito?


.......................


....


Mientas el matrimonio se había llevado a cabo, Shisui había hecho las divisiones en unidades. La suya había comenzado a avanzar por todo el territorio de Fuego. Era un grupo pequeño, debía de ingresar sin levantar alarmas, mientras que los que vivían en el castillo Namikaze eran engatusados y envenenados por sus compañeros Uchiha presentes.


La gran fuerza Uchiha debía de hacerse con la recuperación del territorio que les pertenecía. La aldea Uchiha y el castillo negro estaban ocupados por gente que había delegado Minato.


Al ser un día de celebración, se había dado mayor libertad en todas las estaciones y castillos dominados por el gran líder. Todos debían brindar, celebrar y dar buenos deseos a aquel matrimonio.


Quienes dirigían el asalto era un grupo dirigido por Obito. Mientras que el territorio de La Alianza sería invadido por el gran grueso de gente del clan de Kakashi que también se había mantenido escondida, pues ellos no podían pasar desapercibidos ante los Namikaze. Era momento de ayudar a librar al clan Uchiha de sus enemigos, un clan que les había dado hospitalidad.


Antes de partir esa madrugada, Obito tuvo que despedirse de Kakashi. Ninguno estaba totalmente seguro de sobrevivir, pero eran sus deberes.


—Kagami puede dirigirlos y yo iré contigo. —Habló Obito.


Ellos habían estado peleados los últimos días por el incidente. Desde que se habían casado su situación no era la mejor, tuvieron un periodo llamado "luna de miel" donde nuevamente dieron lo mejor de sí, pero las heridas del pasado siempre volvían a la luz, eso aunado a que Kakashi no quería darle un cachorro y menos ser mordido en su celo, complejizaba todo.


Sin embargo, no era momento de recordar aquello pues podría ser la última vez que se vieran.


—Sabes que el único que puede dirigirlos eres tú.


Kakashi posó sus manos frías en las mejillas de Obito. Este le atrajo por la cintura y besó su boca con anhelo. Sus lenguas chocaron, jugueteando un largo momento entre ellas. La nariz de Obito fue hacia el cuello de Kakashi y olfateo a gusto el aroma de este.


—Tu aroma es tan perfecto.


—Es porque soy tu omega, tonto.


A Obito le gustaba escuchar esa simple frase. Le traía tranquilidad y le enardecía de valor para la batalla.


—Kakashi, si te sucede algo yo me haré seppuku


—De ninguna manera. Tienes que ser fuerte. Tus sobrinos están esperando que te nos unas ¿entiendes? Luego de que liquides a todos los invasores de nuestro hogar, debes darme el alcance en el territorio de La Alianza y luego juntos debemos de marchar sobre los demás territorios.


Obito asintió. Iba a ser un día largo y para ellos recién iniciaba. Eran aproximadamente la una de la madrugada. En el castillo Namikaze todos debían de estar durmiendo sin saber que al despertar en vez de tener un tranquilo matrimonio, tendrían la aniquilación de sus vidas tal y como lo conocieron.


El alfa apegó a Kakashi a su cuerpo y deseo hacerle el amor, pero este negó suavemente. Sabía que si era demasiado brusco solo encendería más al alfa.


—Debes irte de una vez, necesitas toda tu energía.


A cambio le regaló un beso en la boca. Les costaba separarse por el lazo que tenían, pero también porque ambos temían por la vida del otro.


—Ve, Obito.


—Si regresamos con vida. Kakashi ¿dejarás que te muerda en tu celo?


—Obito...por favor no me pidas eso.


—Prométemelo. —Urgió el alfa.


—Obito.


—Miénteme y dime que sí lo harás. Necesito creerlo para tener fuerzas.


Kakashi se acercó a él y le dio un beso apasionado en la boca.


—Te dejaré hacerlo. Me morderás en mi celo, te lo prometo.


Aquella entusiasmó al joven alfa. Por la puerta se asomó Yamato, pidió perdón por la interrupción. Obito se acercó a él y le confrontó. Por un momento, Kakashi pensó que lo golpearía por celos.


—Debes proteger a Kakashi incluso con tu vida. ¿Entiendes?


—No necesitas decírmelo. Lo haré.


Al menos de eso estaba seguro. Obito Uchiha tenía que reconocer que no podía confiarle a nadie más la vida de su persona amada. Así pues, cada uno partió dirigiendo su propio grupo.


Cercano al medio día, los invasores Namikaze estacionados en la mansión familiar Uchiha comían los platillos preparados por sirvientes Uchiha. Era una tarde sin muchos aspavientos, celebrando y mandando bendiciones a su líder y su esposo. Sin embargo, luego de una larga sesión de tragos, uno a uno comenzaron a sentirse mareado. De repente, unas bolillas que comenzaron a expedir humo negro se colaron a través de los tatamis. Esa madrugada, Obito se había infiltrado con su gente, ayudado de los sirvientes Uchiha y ahí habían permanecido atentos.


Cuando estas personas comenzaron a ahogarse, Obito y su gente tomaron el antídoto. Luego, los demás miembros a su cargo que habían esperado en los arboles aterrizaron dentro de la aldea familiar solo para finiquitar a los que se retorcían de dolor.


Nadie conocía mejor su territorio que los propios Uchiha incluso los que no eran shinobis. La población que se había quedado en las tierras Uchiha, atendiendo a la delegación dejada por Minato, eran campesinos que habían recibido instrucciones de Fugaku antes de la aparente rendición del clan. Ellos mismo habían ayudado a infiltrarse por la madrugada a Obito y su gente.


Obito ordenó camuflar todas las herramientas para buscar ayuda como las bengalas. De esa manera, quedaron aislados e incomunicados, servidos para encontrar la muerte en manos del alfa.


Rápidamente les dieron muerte a todos los invasores. Para las cuatro de la tarde, la villa Uchiha había sido limpiada casi en silencio.


Mientras tanto, Kakashi permanecía expectante, observando a detalle las acciones en el castillo de La alianza. Ellos debían de permanecer más tiempo en espera. Calculando el momento exacto antes del atardecer cuando la fiesta entrara en su cúspide en el territorio Namikaze, donde se encontraban Itachi y Sasuke.


En medio de tanta preparación, no fue demasiado difícil infiltrarse durante las últimas horas de la madrugada. Dejó inservibles las bengalas de ayuda, enfermó a los caballos que tenían para que nadie pudiera ir hasta el territorio de los Namikaze y desmayó a los que dirigían ese territorio en remplazo de Minato.


Los que seguían en la escalera de mando enviaron un mensajero a pie, pues encontraron a los dirigentes a cargo totalmente sedados. No habían escuchado ningún grito de ayuda. Pero estos mensajeros no llegarían demasiado lejos, Yamato lanzaba dardos venenosos a los mensajeros que intentaban llevar el mensaje.


El pueblo alrededor de la Alianza también estaba sorprendido porque sus caballos estaban enfermos. Crear esa peste temporal para todos los caballos había sido gracias a un aliado importante que los había surtido de productos que no se hallaban en la Tierra de Fuego.


Así pues, cuando el sol estaba casi puesto, Yamato ordenó el avance hacia el castillo, sabiendo que Kakashi se encargaría desde el interior. Y fue así, Kakashi pudo librarse rápidamente de varios de los guardias que ya lo habían encontrado. Sus movimientos eran rápidos y sigilosos. En un segundo había lanzado cinco kunais que cada cual dio a sus gargantas. Luego se paseó fácilmente entre todos para cortarles la garganta y dejarlos en el suelo para que no cayeran pesadamente.


Mientras tanto, Yamato comenzaba a trepar por las murallas. Desde arriba usando los dardos comenzó a debilitar varios guardias. Mientras que sus compañeros hicieron uso del arco y flecha.


Todo estaba listo para continuar con el avance.


......


Naruto estaba aún medianamente afectado por el veneno que le habían administrado. Sin embargo, sentía la energía de aquella bestia llenarle de poder. Pero aún era muy torpe, no sabía cómo más usarla. Intentó darle un zarpazo a Sasuke, pero este lo esquivó fácilmente. El omega hizo uso de su espada, la cual chocó contra las garras del alfa.


—Me decepcionas, Naruto.


De inmediato, un golpe impacto en la mejilla de Sasuke, logrando tumbarlo por completo al suelo. Naruto esperó verlo ponerse en pie, pero de repente escuchó algunos quejidos, luego un largo maullido de auxilio. Naruto soltó su arma en automático y todo su cuerpo se inclinó a ayudar al omega. Era la pantera interna de Sasuke. Un alfa no puede hacer daño a su omega cuando este emite ese suave llamado.


—En verdad, algunos alfas pueden ser tan inútiles. —Susurró Sasuke haciendo explotar una bomba de humo.


No pudo ver ni prevenir. Sasuke fue demasiado rápido: Un kunai quedó impactado en su pierna tumbándolo. Otro quedo en su brazo. Sasuke cayó encima suyo ahorcajadas.


Kurama ¿vas a dejar que me haga daño?


El azabache recordó como Kurama había insistido en decirle que era su omega también. Como su alfa, entonces debía de ir hasta el final protegiéndolo, así que no le importó nada más, uso su voz de omega contra Naruto y ahora la usaba llamando a Kurama para que recuperase el control.


Naruto no conocía el poder de Kurama, solo podía retenerlo. Su cabeza estaba mareada, su pecho quemaba, su alfa interno se sentía furioso, frustrado y herido. De repente, toda esa energía que había bullido hacia su parte animal fue desapareciendo, volviéndolo nuevamente un alfa humano.


Y entonces el humo esparcido comenzó a hacer efecto en él. Era venenoso, tosió sangre una y otra vez desgarrándose la garganta, quedándose sin voz.


"Adiós por el momento Uchiha"


Esa criatura en su interior estaba despidiéndose del omega que tenía encima. Fue tarde para reaccionar.


No pudo observar bien el rostro de Sasuke, solo que su ceño estaba levemente fruncido y que su expresión no era realmente fría e indiferente. Sintió que unas gotas de agua caían desde los ojos de Sasuke hacia su rostro.


"Dolor" "Mi omega está sufriendo" pensó. Y deseó nuevamente consolarlo, abrazarle, indicarle que le perdonaría, que encontrarían quizás alguna solución donde no terminase muerto. Pero sería una mentira, sus actos solo podían llevarle a un camino: la muerte.


Y en medio de aquellas lagrimas comenzó a caer sangre de los labios de Sasuke, este se estaba mordiendo su labio.


Toda la furia había desaparecido, solo la desesperación por curar y proteger al omega era lo que controlaba su instinto.


Y de pronto, un dolor frío atravesó su pecho, quitándole la respiración, enviando su consciencia a la oscuridad: Sasuke Uchiha había tomado su decisión.


Naruto no pudo sentir como el pelinegro apretaba sus solapas, como hundía su rostro en su pecho, ensuciándose con su sangre. Tampoco, como ahogó un maullido de dolor, como la locura amenazó con hundirle. La desesperación, la miseria, todo ello revuelto contra sí mismo. Sasuke sintió que bien podía quitarse la vida en ese instante: había cumplido su misión y su alfa destino había sido asesinado con sus propias manos, no había nada más en la vida para él. Tomó el kunai con el que atravesó el corazón de Naruto y se lo puso en la yugular e intentó presionar.


El cuerno de un grupo lo despertó. Era su gente, estaba llamando a sus aliados por ayuda. Solo podía significar que su hermano aun no había terminado su parte y él, como su segundo, debía de liberar el camino de su gente. "Mi hermano", pensó en él, en cómo le debía incluso la vida, pues le había salvado de su primera deshonrosa misión.


—Kurama...Kurama, lo siento, no puedo liberarte.


La bestia de nueve colas escuchó. Sasuke no tenía el poder para liberarlo, pero al menos una parte de él era libre a través de Memma.


"Ve con nuestro cachorroNos encontraremos de nuevo. Ya sea en esta o en la otra vida"


Lo escuchó apagado en su mente. Y recordó a Memma, nuevamente se sintió más controlado. Evitó mirar la laguna de sangre debajo de Naruto. No comprobó la respiración de este pues no tenía la fuerza suficiente para hacerlo.


—Si tengo suerte, no volveré a verte. Si no, te aseguro que me aseguraré de acabar con tu vida esta vez, Naruto Namikaze.


El olor a sangre, carne abierta, los aullidos de dolor, todo el fragor de la batalla llegó a él ni bien abandonó las estancias nupciales.


En el camino se topó con algunos soldados Namikaze. Sin mayores problemas, contrarrestó sus ataques, cortándoles la garganta a cada uno. Nadie de rango menor podría ser rival para Sasuke. En ese momento, bloqueó cualquiera de sus instintos y sentimientos, era un shinobi en misión, una herramienta de asesinato.


Como le había enseñado Orochimaru, convocó a algunas serpientes. Estas comenzaron a deslizarse para rematar a todos los heridos de los clanes enemigos.


A lo lejos, divisó a varios de sus compañeros y aliados en una batalla brutal y sangrienta. A veces, una sola persona puede cambiar el curso de la batalla. Y ese debía de ser Sasuke.


Izumi corrió hacia él, avisándole que su hermano aun no regresaba de su batalla con Minato. Ella le tendió a una vieja compañera: Tomó su katana "kusanagi" y comenzó a enfrentarse uno a uno a los comandantes y soldados que se avecinaban a él. Primero los detenía, giraba y los apuñalaba con la espada corta. A veces simplemente saltaba un puntapié al aire y luego de un tajo dejaba el pecho abierto.


Así continuó avanzando manchándose de sangre, incluso su boca la degustó. Los shinobis Uchiha que observaban a uno de los hermanos, a uno de los que habían dudado largamente, doblegar al enemigo sin piedad se llenaron de vigor. Cada uno utilizó sus artes más ocultas y comenzaron a responder sin piedad. Olvidando si alguna vez durante la misión habían compartido saludos, risas, besos o más. Todos volvían a ser orgullos Uchiha sin compasión. Si Sasuke Uchiha que había parido un hijo del heredero podía finiquitar la misión con firmeza, todos los demás podían.


—¡Sasuke! —Llamó Shisui.


—¿Itachi? —Fue lo primero que preguntó el menor al alfa.


—Él lo logrará. —Aseguró el alfa.


Sasuke simplemente asintió confiado en su hermano. Uno de los betas le llamó señalándole que habían llevado con ellos a "Amaterasu" su caballo. Subió a este en movimiento. Y junto a él esa noche sangrienta se ganó el sobrenombre de "pantera de la muerte".


El caballo estaba bien cubierto y adiestrado, juntos se volvieron como un solo ser. Con su espada se echó hacia atrás esquivando las katanas de los otros generales, mientras él clavaba su espada en los puntos abiertos de las armaduras de los generales.


Observó a Sarutobi, era grande. Este no le tembló la mano: había visto al joven esposo luchar y asesinar, así que decidió acabar con él. Terminar con el omega mellaría en la moral de los Uchihas. Sin embargo, Sasuke logró esquivarlo. Saltó sobre él tumbándolo al suelo del caballo. Esquivó nuevamente, y le mordió el cuello, sus dientes estaban envenados. El viejo comenzó a retorcerse en el suelo.


A lo lejos observó a Konohamaru Sarutobi, alumno de Naruto este se acercó con furia hacia Sasuke, pero en eso un cuerno logró oírse. Unas pisadas fuertes resonaron en el campo.


Todos alzaron su mirada: Era Itachi, su cuerpo estaba bañado en sangre pero no era la suya sino de todos los adversarios que se había topado en el camino. Sin embargo, sobre todos estas, hubo el aroma de una que todos alfas y omegas reconocieron: la de Minato Namikaze.


Los alfas Namikaze cayeron sobre sus rodillas; los betas les siguieron. Un grito lastimero se escuchó provenir de Jiraya. Él, presa del dolor, fue contra la pareja que había acorralado luego de golpear a Orochimaru a un lado. Ambos hermanos observaron como Fugaku giró, pero no pudo evitar recibir la estocada entregada con furia.


El tiempo se detuvo para los hermanos Uchiha: Ambos gruñeron y se lanzaron a la barbarie. Sus padres estaban en desventaja contra la bestia en la que se había convertido Jiraiya y ellos aún permanecían demasiado lejos. El general peliblanco brindó el último aliento de venganza de los Namikaze y sus aliados,


Orochimaru estaba preñado, sino no sería vencido tan fácilmente. Aun así, se lanzó contra Jiraiya para impedir que rematasen a Fugaku.


—Estás de su lado. Siempre lo supiste. —Soltó furibundo el alfa peliblanco.


—Ahora mismo tienes dos opciones. — Dijo interponiéndose entre la pareja Uchiha y Jiraiya. — Luchar contra mí a muerte o ir por tu sobrino y tu alumno. No te aseguro que los encuentres vivos, pero podrás verlos por última vez.


Jiraiya tembló. Como alfa había reconocido el aroma de Minato, el de su sangre en las manos de aquel omega. Su mente todavía no terminaba de procesar todo el giro de los acontecimientos, pero tenía claro que sus personas más queridas estaban en riesgo. Así que, en vez de continuar contra sus enemigos, corrió hacia el interior del castillo.


Orochimaru, ayudado de Suigetsu ,subió a Fugaku a uno de los caballos. Mikoto subió detrás de él, llorosa y agitada pues su marido solo murmuraba en baja voz, la vida se le estaba escapando.


—Suigetsu, Juugo, protéjanlos. Vayan hacia la guardia.


Jiraiya no tuvo piedad contra quienes se cruzaron en su camino. Minato y Naruto eran sus hijos, a quienes amaba por quienes hubiera dado la vida.


"Soy un viejo, esto no es justo"


En su mente rogaba a todos los dioses por piedad para ambos. Sin demora, corrió hacia las habitaciones principales donde iba a ser la noche de bodas de Minato. La puerta de la habitación tenía charcos de sangre proveniente de los guardias que habían estado custodiándola. Tragó en seco. Ingresó y lo vio. Cayó de rodillas, gritó furioso y dolido ¿Por qué Minato? Hubiera preferido morir en su lugar. Minato era aún joven, tenía metas, objetivos, un hijo que necesitaba su guía.


Se arrastró presa del dolor hasta el cuerpo del rubio. Atrajo el cuerpo pálido sin vida ligeramente hinchado y amoratado. Había muerto de estocadas envenenadas, ni siquiera en un combate limpio. Lo habían asesinado sin ningún honor de por medio.


Gruñó a los Dioses, rogando por venganza contra los traidores. Apretó el cuerpo de quien consideraba su hijo y derramó todas las lágrimas que le quedaban.


—Minato. Van a pagarlo.


Los gritos desesperados de su gente se dejaron escuchar. El humo comenzó a inundar las estancias del palacio. Realmente iban a destruir todo. Debía salvar a Naruto, mientras quedase un Namikaze, el heredero aun había esperanza. Se despidió de a quien amo como un hijo, jurando proteger a Naruto y guiarlo por el camino correcto.


....


La guardia de los Senju llegó como lo esperaron, estaba dirigida por Tsunade. No era extensa, pero seguían firmemente por honor a su general, no desistirían hasta morir. Sin embargo, al mismo tiempo, uno de las más grandes alianzas que habían logrado los Uchiha llegó: Gaara, gobernador de Suna y próximo Sultán del Pais de La Arena, llegó con sus famosos guerreros del desierto, la confortación chocó, llevándose vidas de ambos bandos.


A diferencia de los Senju, los restantes Namikaze, Uzumaki, Hyuga estaban confundidos; además de desmoralizados por no ver a su líder ni a los siguientes al mando. De los grandes generales solo se mantenía luchando Tsunade. La mayoría de los líderes de los clanes pequeños habían perecido o se habían rendido.


Viendo que por el momento la situación estaba controlado y esperando que Orochimaru pudiera curar a su padre, Sasuke bajó hacia los campos de cultivo. Recordó la última vez que estuvo ahí junto a Naruto. Encendió tres flechas y las disparó. Pronto el fuego se expandió el campo. Sin tierras del cultivo los sobrevivientes –si quedaba alguno- tendrían que migrar hacia el Norte.


—Bien pensado, Sasuke.


La voz solo podía pertenecerle a alguien específico.


—Gaara. —Susurró girando su vista hacia su aliado.


—Acabemos con esto. No debe quedar rastro de nadie. — Declaró con aquella mirada que hacía temblar a todos sus adversarios. 


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Notas finales:

Hola a todos!!Bueno casi casi que pude actualizar en la semana pactada como había anunciado en mis redes. Antes que nada quiero agradecer a quienes siguen esta historia, además de anunciarles que sí habrá una secuela y seguirán a nuestros protagonistas en otra etapa de sus vidas eso puede ser un spoiler de lo que ya leyeron aquí. También quería mencionarles que he abierto un canal de youtube sobre Boys love y cultura japonesa. Mi canal se llama Kaory-Madness así que espero verlos por allí. Además, recordarles que ahora sí que sale mi novela original omegaverse. Tuve problemas que mencioné por mis redes pero ya estoy escribiendo de nuevo.


Volviendo a la historia ¿que les pareció? ¿Creen que Naruto sobrevivió?(bueno es obvio que de alguna manera vivirá ya que habrá segunda parte. ¿Será Jiraiya quien lo salve? ¿Como?


Sip Sasuke estuvo a punto de suicidarse ya que su parte instintiva no podía soportar la idea de haber asesinado a su propio alfa destinado. Sin embargo, pudo controlarse ¿como lidiará con esto? ¿Que creen que suceda con Sasuke? ¿La distancia le ayudará? recuerden que no fue marcado.


Pues que decir, imagine que Obito haría algo similar. Es demasiado romántico así que pagó por Rin ....recuerden que los Uchiha tienen una especia de sistema ninja-aldea así que cada quien recibe dinero que es administrado por Fugaku y ahora por kakashi que administra el de su gente. La parte de Rin es del pasado, en el presente Kakashi y Obito están casados ¿como pasó? teorías locas vengan a mí. Es resaltante que a pesar de estar casados no se llevan 100% bien, pero ya ven que cuando la situación se pone seria y peligrosa se centran en lo que deben. ¿Que habrá pasado con Rin?


¿Qué creen que sucederá en general con todos? ¿Shisui e Itachi? ¿Fugaku y Mikoto? ¿Orochimaru? ¿Jiraiya? ¿Tsunade? Minato si ya estiró la patita.... primer caído conocido. 


¿Quienes más no ven la luz del mañana?


Apareció Gaara! grrrr mi sultan!! ya veremos como es que conoció a los Uchiha y porque se mete en una pelea interna de otro país ¿tendra razones conquistadoras?


Y cadavez más se acerca el pasado de Madara y Hashirama, habrá muchas lagrimas con ellos. Eso sería todo. Nos estamos leyendo, espero que pronto!!!Si quieren estar al día y ver más contenido de esta obra y de las otras pues visítenme en mis redes sociales mi fanpage Kaory-Madness, mi Ig Kaoryciel-madness, mi twitter Kaoryciel y mi canal de Youtube


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