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Traición a la sangre por kaoryciel147

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Notas del capitulo:

Leer las notas al final. Información importante sobre el futuro de esta historia. 

Capítulo 23: La gloria del vencedor

Akasuna no Gaara se convirtió en un aliado principal del clan Uchiha. Sus móviles eran tanto políticos, comerciales, pero existía un ligero grado de motivación personal. No era del País del Fuego como todos los clanes que habían luchado, sino de un país vecino:  El País del Viento era un país totalmente diferente a Konoha, con costumbres distintas, clima seco, desértico; sin embargo, si algo tenían en común era el estado convulsionado en que estuvo por un periodo de tiempo en que se quiso eliminar al legítimo heredero a sultán, como era a quien llamaban al máximo gobernador de todo el país. Ese era Gaara, el real heredero el que pasó todas las pruebas y el único hijo de la anterior sultana, por lo cual el que debía heredar, inclusive por encima de sus hermanos mayores. Tenía varios, pero solo dos lo apoyaron Temari y Kankuro. Bajo la tradición, un sultán podía tener numerosas concubinas o concubinos, pero solo el hijo de su única sultana podía heredar el trono y título. No siempre se respetaba, por ello mismo cada muerte de gobernante podía significar un baño de sangre.

Cuando murió el anterior sultán, los hermanos mayores de Gaara, hijos de algunas concubinas que se aliaron decidieron eliminarlo, en ese momento solo tenía doce años, pero era ya un estratega y un luchador incansable y sanguinario. Gaara iba a vencer, estaba seguro, pero también que eso podría demorar años en los que el país y sus recursos se degastarían enormemente. Así que estaba abierto a posibilidades y Temari le comentó que en el país de Fuego las cosas eran diferentes, que en esos momentos se libraba una encarnizada lucha por quien gobernar el país ya que su emperador solo dirigía en el ámbito espiritual, un símbolo de unidad. Además, le contó la existencia de shinobis. Así que Gaara permitió que Temari viajara de incógnita al País de Fuego y averiguara más sobre eso. Ella regresó con los datos de los shinobis más letales. Contactarlos no fue fácil, pues primaban en su seguridad por sobre la ganancia. Así que en primera instancia contactaron con Kakashi. El contrato fue hecho, y gracias a este grupo lograron robar información útil que le permitió destruir a sus adversarios. Y en ultima instancia logró vulnerar todas las debilidades de Suna, la capital del país.

Cuando logró asesinar al último hermano que se la había opuesto se decidió a organizar las estructuras de su país antes de gobernarlo como sultán por eso aun solo llevaba el título de gobernador. Fue así que los Uchiha los contactaron para plantearle un trato que resultó conveniente, además de devolverles el favor de acelerar su victoria en Suna. Sobre sus pequeñas motivaciones personales, tenía que ver con un adorable y letal felino que llamaba su atención.

 

—Tenemos un trato con la sacerdotisa Uzumaki, Karin. —Comentó Sasuke ante los ojos de ansias de sangre de Gaara.

—Me lo informaron. —Replicó serio. — No te preocupes todos los que estén dentro del pabellón omega sobrevivirán.

—La gente del pueblo…

—Están siendo encerrados los no combatientes. La mayoría se ha rendido una vez ha visto al castillo caer.

Sasuke asintió. Miró por última vez los girasoles y siguió de regreso a Gaara hacia el castillo. En los alrededores no quedaría campos con los cuales mantenerse. Naturalmente, la gente del pueblo se rendiría. ¿Qué importaba la lealtad cuando había hambre?

Eso no aplicaba los guerreros que continuaban de pie. El ser traicionados por personas que creyeron ser sus camaradas era suficiente para luchas hasta quedar sin aliento.  El Uchiha se abrió paso con facilidad, liberando a varios de sus subordinados betas.

—¿Qué sucedió con Hinata? —Preguntó una vez sus betas estuvieron libres.

—Sasuke-san, Minato Namikaze la tenía muy encerrada. Sin embargo, le di la llave que robé de su celda. Espero haya entendido el mensaje. — No he podido ir por ella. Hanabi Hyuga está demasiado débil, parece que no fue alimentada hace mucho tiempo no sé si sobreviva. Cuando llegamos a su celda, los guardias estaban a punto de asesinarla. Neji Hyuga está protegido por Nagato Uzumaki. Y bueno él es el padre omega de la sacerdotisa Karin que es nuestra aliada…

—Entendido, reagrúpense. Y ordenen a la gente libre. No debería durar mucho. Jiraiya debe estar ahogándose adentro. Los Uzumaki se han rendido mediante Nagato. Naruto y Minato Namikaze están muertos.

Sus subordinados betas asintieron con respeto. Sasuke pudo notar que era la primera vez que le veían de esa manera solo por su nombre y no por ser parte de la familia principal. Ahora era temido y respetado, no sería más el hermanito del heredero.

Sasuke ahínco más a su caballo. Desde su caballo contrarrestó a cada guerrero Uzumaki Senju o Namikaze que aún se removiera. No todos los Uzumaki respondieron ante el llamado de rendición de Nagato. Después de todo, muchos de ellos sí seguían a voluntad a Yahiko. Las condiciones estaban dadas, todos los Uzumaki que no se rindieran junto con Nagato, debían ser asesinados.

Karin había pedido sus condiciones para ir hasta el final con ellos y eso era dejar vivos a sus padres Nagato, Yahiko y Konan además de sus hermanitos. Nagato a cambio se haría cargo de Yahiko, su esposo. Por lo que le informaron, Yahiko había sido sedado puesto en coma por Nagato. Algunos se rindieron al ver a su líder fuera de combate, otros siguieron llevados por la indignación. Ciertamente, una tropa sin líder no tiene demasiada resistencia.

Continuó avanzando, llegó a las lindes del castillo donde aún luchaban. Finiquitó la vida de decenas con facilidad. En ese momento, no sentía dolor, solo un manejo metódico de sus técnicas de combate que terminaban con sus enemigos. Con su fiel caballo, continuó cabalgando sin parar casi levemente parado. A lo lejos pudo divisar una cabellera negra ondeándose por el aire, era una omega que aparentemente protegía con su cuerpo a sus cachorros mientras corría asustada. Sasuke la reconoció de inmediato: Era Hinata,

Agitó su caballo para cambiar hacia su dirección, se acercó rápidamente hacia ella. Los cachorros de la mujer eran bebes, seguramente no aguantaría demasiado el humo y el hedor a sangre y muerte. Pero no fue el único en percatarse, algunos soldados Namikaze en caballo también lo hicieron. Se dirigieron a ella con las espadas levantadas.

Gaara a lo lejos le llamó. No hizo caso, sino que se aproximó más a la muchacha. Sabía que la asesinarían si se quedaba. Si la habían mantenido viva era solo porque la tenían como moneda de cambio contra los Inuzuka. Sino, habría acabado como Hanabi que no se sabía si sobreviviría.

—¡Hinata! —Gritó llamando su atención

Alzó su mano en su dirección. Ella lo comprendió y asintió fuertemente. Corrió con su caballo hacia ella, se sostuvo con una mano mientras la otra la encaminaba hacia la omega, ella alzó su mano, sujetando a sus dos gemelos contra su pecho con su mano libre. Cuando sus manos se tocaron se aferraron mutuamente muy fuerte. La levantó en vilo con fuerza, mientras ella se apoyaba con su pie sobre el de Sasuke. Se elevó y cayo sentada detrás de Sasuke. Se aferró de inmediato al omega Uchiha, con su brazos libre. Sus cachorros se quejaron, pero ambos se concentraron en no caerse del caballo.

A velocidad Sasuke dio la vuelta, manejando perfectamente a su caballo negro. Sus orejas felinas detectaron el sonido de los cascos de un grupo de caballos acercándose firmemente. Eran los últimos caballos del clan Senju, estaba seguro.

—¡Sasuke-kun!, nos están alcanzando.

Podría enfrentarlos, pero teniendo a Hinata y dos niños más sería peligroso para ellos, debía de llevarla al contingente formado por sanadores. Arrió más a su caballo para que aumentara su velocidad, su corazón se agitó incontrolable. Sin embargo, se concentró en el camino y en ir a una mayor velocidad.

—Sujétate bien y sujétalos con fuerza. No nos alcanzaran.

Como si respondiera a sus palabras, una flecha cruzó muy cerca de sus cabellos. Hinata grito y cubrió más a sus hijos contra su pecho.

—¡Sasuke-kun!

Sus orejas detectaron que al menos tres alfas con arcos en sus manos les daban alcance sobre sus caballos. Sin embargo, cuando sintió que uno de ellos tensaba la cuerda de su arco, una flecha más rápida del lado contrario cortó el aire. Sasuke y Hinata levantaron la mirada, por instinto se habían acurrucado intentando hacerse más pequeños para no ser alcanzados.

Gaara cabalgaba hacia ellos, aferrándose únicamente con sus muslos al caballo, lanzando flecha tras flecha a los costados de Sasuke. Escuchó el sonido de los hombres caer así como de los caballos parar. Los demás soldados continuaron. Ninguno tenía ya más que perder, solo pelear hasta la muerte como estaba predestinado desde que se convirtieron en caballeros.

—¡Apresúrate, Sasuke! —Le gritó.

Sasuke nuevamente arrió a su caballo, este excitado se levantó en dos patas para luego correr mucho más rápido. Los corazones de ambos omegas se sentían divididos.

Para ambos resultaba una gran ironía que estuvieran traicionado juntos en diferentes grados al esposo en común.

Cuando se pusieron al nivel de Gaara, este arrió hacia los jinetes y con su sable curvo cortó la cabeza de cada uno. Luego sonrió satisfecho.

—Sasuke ¿Quién es ella?

—Hinata Hyuga, la última de los Hyuga y sus herederos.

Gaara observó en los ojos de Sasuke un motivo fuerte del porque salvarla.

—Nos estamos replegando para terminar con esto. La única que queda en pelea es Tsunade y esos zopencos que acaban de morir bajo mi arco. Nos llegaron noticias de que los Hiruzen están perdiendo, pero hemos perdido buena parte de los nuestros también. Sasuke, necesitan nuestra ayuda. Es el territorio que vamos a dividirnos entre todos. Aquí ya no hay nada que hacer.

Sasuke asintió. El llamado de los Uchiha se escuchó. Era momento de liquidar a los últimos adversarios. Montaron rápidamente hasta llegar a donde su hermano peleaba contra Tsunade mientras los últimos generales aun en pie peleaban duramente contra Shisui.

Era curioso porque la gente Uchiha podría darles fin, pero había dejado que Itachi y Shisui se llevasen la gloria como sus futuros líderes.

Gaara y su gente gritaba extasiada. A los guerreros del desierto les encantaba ver los duelos y si uno de ellos era un omega era aún más excitante.

Su hermano lucía firme a pesar de algunos cortes aquí y allá que tenía, sudoroso, pero con la mirada fría y analítica sin apresurarse, analizando los movimientos de la última general en pie. Finalmente, Itachi se acercó en un movimiento veloz que sorprendió ala general que se veía magullada, agitada y adolorida.  Apuñaló a Tsunade en la espalda y luego se dirigió a su yugular para que muriese rápidamente. Ella cayó de rodillas gritando el nombre de Dan. A partir de ahí, Shisui no tuvo problema para acabar con los restantes. Los últimos generales se rindieron y cometieron seppuku frente a ellos.

Pronto les llegó la noticia que los Sarutobi habían sido eliminados por completo de parte de Kakashi y Obito. Todo había finalizado, la victoria era para el clan Uchiha y sus aliados. Los Namikaze habían sido exterminados, al igual que los Senju.

Itachi comenzó a repartir las ordenes.

—Ya he enviado un contingente en ayuda.

A pesar de la victoria debían cuidar contraataques, venganzas y demás contratiempos.

—Bien—Respondió Gaara.

Para Gaara, un omega podía ser igual de letal que un soldado alfa; sin embargo, no veía común que uno peleara, menos que dirigiera una tropa. Al menos, no en su país, salvo su hermana Temari que era una rareza. Aun así, Itachi Uchiha y todos los demás omegas shinobi se habían ganado su respeto.

Itachi se acercó con ese aspecto temible y esa mirada dura hacia Hinata que continuaba al lado de Sasuke sin comprender del todo qué sucedía.

—Hinata Hyuga…

Ella tembló y abrazó protectoramente a sus cachorros. No importa lo débil que sea, una madre que ama a sus cachorros los protegería hasta con su último aliento.

—¿Eres nuestra aliada no? —Preguntó el omega líder.

Ella tragó en seco, estaba asustada, sentía las respiraciones agitadas de sus dos cachorros. Simplemente se aferró a la espalda de Sasuke como si pudiera defenderla de todos, era en el único que confiaba pues ella sabía compartían el sentimiento de proteger a sus hijos. No importaba quien fuese realmente, estaba segura de que el amor maternal de Sasuke hacia Memma le permitiría comprenderla.

—Está de nuestro lado. —Respondió Sasuke con firmeza.

—Hinata, te puedo llevar con los sanadores para que te revisen a ti y a tus hijos—Comentó Sasuke hacia la mujer.

—No me dejes sola por favor.

El azabache simplemente asintió. La pelinegra se sorprendió de ver a Karin acercándose sin ser atacada.

—Karin….

—Ella está de nuestro lado—Se adelantó Sasuke.

—Pero…

–Ella sabe que no puede volver con su gente, se despidió de su madre y de su padre. Le pidió a Nagato que viniera con nosotros, pero no puede separarse de su alfa a pesar de todo.

—No los comprendo.

—Los Uzumaki fueron los primeros en rendirse de hecho. —Intervino itachi. —  Me informan que, en el territorio de la Alianza, Makoto Uzumaki hizo lo mismo. Solo pidió por su sobrina Karin. Este nexo entre todos estaba muy deteriorado desde hace mucho. Los Senju son los únicos que han peleado valientemente hasta el final. Es hora de irnos. No queremos las tierras Namikaze. Los clanes más pequeños que se aliaron a nosotros en último momento y los que mantuvieron neutralidad se los van a repartir cuando todo haya terminado. Después de todo, los Namikaze lo obtuvieron absorbiendo clanes débiles que ahora son nuestros aliados.

Todo parecido producto de un sueño, pero era entendible. El clan Namikaze originalmente era muy pequeño, crecieron con la conquista y las alianzas matrimoniales. En la generación de Minato se expandió el triple debido a su brutalidad. Así que ese gran ejército, una vez cortada la cabeza se despedazó. Era una lealtad creado bajo el miedo. Cuando vieron su oportunidad de recuperar lo suyo, lo tomaron; en cuanto vieron que ya no existía más el opresor, se rindieron sin ninguna culpa, solo intentando sobrevivir. En el caso de Hinata este levantamiento había sido su suerte. No le quedaba demasiado tiempo para ser asesinada y sus cachorros esclavizados. De inmediato, preguntó por su hermana.

—No sabemos si sobrevivirá. —Respondió Itachi.— Está con Orochimaru pero se encuentra demasiado débil, parece que no fue alimentada por mucho tiempo.

Ella comenzó a sollozar en silencio, mientras se aferraba a Sasuke. El entendió que para ella era necesario, así que no comentó nada más.

Shisui se acercó a los hermanos.

—Itachi, Sasuke como muestra del fin. Todos esperan que lo terminen. Ya han sido evacuados los que se rindieron y los omegas que Nagato protege ya marchan hacia las tierras Uzumaki que solo pueden ser dirigidas por Nagato al ser el último heredero. Creo que es momento de dar el fin.

El alfa le tendió un arco a Itachi quien lo tomó sin dudarlo. Izumi le tendió una flecha negra y acercó una antorcha a la punta.

—Itachi-sama, el aceite ha sido esparcido por todo el castillo, los alrededores y jardines.

—Tú también debes hacerlo, Sasuke.

El azabache vio hacia Gaara quien le tendía los mismos utensilios. A su alrededor los miembros líderes de sus aliados, su gente le miraba con admiración y confianza. Nunca le habían observado de aquella manera, siempre había sido el niño consentido protegido de los Uchiha, finalmente era reconocido. Había demostrado que podía protegerlos, que era confiable y leal.

—Sasuke-kun ¿Naruto-kun sigue ahí?

—Probablemente muerto junto a Jiraiya.

—¿Tú no lo amabas? —Preguntó la omega.

—¿Importa eso ahora?

—Pero…

—Es nuestra libertad, Hinata. ¿Acaso olvidas que dieron la orden de matar a tu padre y que tu hermana se encuentra luchando por su vida porque la mataron de hambre?

—Neji también debe seguir ahí.

—Se encuentra con los omegas protegidos por Nagato migrando hacia el Norte. Y aun así… ¿tu primo hizo algo por ti? ¿No fuiste tú la que lo salvaste y te traicionó? ¿No fue Naruto quien te encerró? ¿No fue Minato quien ordenó separarte de tus cachorros para ser criados como esclavos?

Hinata tembló, bajó su mano del arco de Sasuke. Ella los odiaba: Nunca le dieron su lugar, siempre la minimizaron, usaron a su gente hasta el final, les consumieron todas sus riquezas en tributos imposibles de pagar, la hicieron a un lado cuando Sasuke llegó. Mataron a su tío, a su padre y probablemente su hermana también muriera por su culpa.

—Nosotros juramos ante el templo amar a Naruto-kun hasta el fin y ahora traemos su fin.

—No te preocupes, quemaré esa promesa ahora. Y tú solo eres una víctima.

—No lo soy. Estoy apoyándote ahora solo que soy una cobarde para disparar por mí misma. Pero en mi corazón quiero que vengues a mi familia, que los destruyas.

Y Sasuke apuntó derecho hacia el templo donde había dado sus votos de lealtad y amor hacia Naruto, donde este le había jurado protegerle  y donde sus sangres se habían unido para ser una sola alma. Desde ese momento se declaraba en libertad, su vida no estaría unida a la de Naruto nunca más.

El templo ardió de inmediato comenzando caerse por pedazos. De esa magnífica construcción no quedaría ni un tablón.

Itachi hizo lo mismo con el centro del palacio donde estaban las habitaciones principales, donde después de su matrimonio le tocaría vivir encerrado con Minato. En su interior no había sentimientos confusos solo libertad, lamentación de no poder encontrar otra solución y convertirse en otro clan de la guerra. Gracias a Minato no podrían volver a las sombras, pero junto con ello habían dado un mensaje a la tierra de fuego de que no eran un clan fácil de tomar, que lucharían por su libertad hasta el fin.

Shisui apretó su hombro, sus ojos eran sinceros y de apoyo. Apretó su mano y sus dedos se entrelazaron.

Luego de unos minutos observando como las lenguas de fuego devoraban los últimos pedazos del castillo Namikaze construido hace cuatro generaciones, los Uchiha ordenaron abandonar el lugar.

Desde mucha distancia se podía observar el castillo envuelto en llamas, como una gran antorcha, iluminando la oscuridad de la noche, despuntando hacia un nuevo día y un nuevo capítulo de la revuelta historia del País del Fuego.

Descendieron del territorio aledaño al castillo hasta el pueblo en las faldas de la loma. Ingresaron por el camino central del pueblo, los sobrevivientes se arrodillaron ante los conquistadores. Algunos de ellos tenían sus cosas en carretas, sorprendiendo a Sauske.

—¿Se van con nosotros? —Murmuró hacia su hermano.

—Algunos fueron shinobis escondidos. Otros simplemente persiguen la fuerza. No creen posible que los Namikaze vuelvan a levantarse. Otros han sido reclutados por Gaara y los otros pequeños señores que van a reclamar este territorio. De igual manera ya no nos compete. Los que deseen marcharse o quedarse, es decisión de ellos.

Marcharon hasta dejar al pueblo atrás. Eran como sombras ejecutoras en la madrugada. Silenciosas interrumpiendo en la mitad de la noche. Continuaron sin parar durante la restante madrugada hasta el amanecer. Repartían agua, medicinas y alimentos cuando el día despunto. Luego de un descanso continuaron hasta llegar a la entrada del territorio de La Alianza, bautizado así por Minato por contener territorio de diferentes clanes, lugar que nombraría como su capital, donde viviría su nueva estirpe.

La situación estaba nominada por su gente y aliados. Tenían detenidos a varios generales que planeaban suicidarse junto a sus vasallos cercanos respondiendo a su honor de guerreros. Los Namikaze no tenían líder ni tampoco un pueblo que reinar así que las vidas de sus generales sobrevivientes no tenían sentido, sobre todo de aquellos que servían con lealtad.

Todo comenzaba a volverse tangible: Habían recuperado su hogar, habían aniquilado a sus enemigos. A lo lejos, Sasuke e Itachi vieron un rostro familia, a alguien a quien no habían visto hace mucho. Kakashi se acercó a ellos con una sonrisa.

Sasuke bajó del caballo se acercó rápidamente, pero se quedó en pie tieso sin saber qué hacer. Itachi se le adelantó, le tendió la mano, peor rápidamente Kakashi le atrajo para abrazarlo. Los niños Uchiha habían sido sus discípulos, los había visto crecer. Kakashi los había extrañado demasiado.

—No seas tímido, Sasuke.

El omega menor dio varios pasos y en silencio se unió al abrazo.

—Mis lindos sobrinos finalmente están con nosotros. —

Obito había llegado hace poco. Con la situación controlada pudo dejar a cargo de los consejeros el territorio Uchiha. Se unió al abrazo grupal con fuerza, todos inhalaron con fuerza los aromas extrañados.

—¿Dónde están Mikoto y Fugaku? —Preguntó Obito

—Nuestro padre está gravemente herido. Mamá y otros sanadores están haciendo lo posible, pero…

—¿Quién fue?

—El general Jiraiya del clan Senju.

—¿Lo asesinaron?

—Desapareció, probablemente haya muerto en el fuego del castillo.

…………..

¿Podría alguien pensar lo contrario? El castillo Namikaze ardía y se caía a pedazos, Naruto estaba herido y Jiraiya no estaba en su mejor mejor forma, pero el hambre de venganza y la voluntad de vivir podían cambiar los destinos de las personas.

Jiraiya estaba dispuesto a entregar su vida con tal de salvar a Naruto. Continuó caminando hacia las demás habitaciones buscando a Naruto. De pronto, se encontró con un alfa que tosía por el humo pero que intentaba arrastrar el cuerpo de Naruto. Este era el subordinado favorito de Naruto: Konohamaru.

—Jiraiya-sensei. —Murmuró sorprendido el joven alfa.

—¿Qué haces?

—Intento sacar de aquí a Naruto-sensei. Pero…es pesado.

Escucharon venir a mas shinobis así que se tensaron. Konohamru usó toda su fuerza y abrió una gaveta donde los sirvientes guardaban los implementos de limpieza, metió el cuerpo de su maestro ahí.

—Jiraiya-sensei, yo los detendré, usted y Naruto-sensei deben sobrevivir.

El chico le estaba sugiriendo esconderse con Naruto en aquella gaveta. Esconderse iba contra el honor de un guerrero.

—No, escóndete tú con Naruto.

—Mi abuelo, tío y padre acaban de ser asesinados. Mi esposa no pudo soportarlo también murió. Por favor, déjeme ser útil al final. No tendré la fuerza suficiente para curar a Naruto-sensei, pero júreme que me vengaran.

El maestro entendió: Él aún podría proteger a Naruto. Con cuidado se metió en la gaveta y cerró. Apenas entraba, pero guardó silencio.

Jiraiya sabía que el honor de un guerrero no le permitía esconderse, pero no estaban ante un enemigo que había dado la cara, sino ante traidores, manipuladores y delincuentes.

Contuvo la respiración lo mejor que pudo. Escuchó los gritos de mucha gente siendo asesinada, su cuerpo entero temblaba por salir a defenderla, pero a un lado observó a su nieto, Naruto. Si estuviera solo no le importaría morir, pero su joven nieto merecía una vida por delante.

Si era cierto lo que Orochimaru dijo a los omegas les iban a permitir vivir así que no tenía porque preocuparse por el esposo de Naruto. Ni siquiera pensó en los suyos. En ese instante decidió avocarse a proteger a Naruto y su descendencia por el juramento que le hizo a Minato.

Se prohibió desde ese instante dedicarle algún pensamiento a Orochimaru. Nunca pensó que los traicionaría de ese modo. Creyó, entonces, que realmente ama a Fugaku Uchiha.

“Se acostó conmigo solo para manipularme”

Definitivamente ese cachorro que esperaba debía de ser hijo del Uchiha. Lamentó no haber podido liquidarlo y también no haber podido derrotar a Orochimaru. Les deseó la muerte a todos ellos, incluso al pequeño que gestaba su antiguo amante. Se juró que, si sobrevivía, no descansaría hasta verlo muerto y a liquidar a toda la descendencia de Fugaku Uchiha.

Naruto murmuró cosas sin sentido. Jiraiya cubrió su boca. Vio la herida, esta se veía infectada. Su nieto ardía en fiebre. No tenía idea que hacer. No tenía artículos suficientes para ayudarle.

Y de pronto su nariz captó el humo. Comenzó a toser. Estaban quemando el castillo. Eso era algo bueno. Pues significaba que el enemigo ya los creía muertos y que se estaban marchando. Quizás podría alcanzar la caravana de omegas que iban al Norte. Algunos de ellos tenían nociones básicas de curar heridas para cuidar de sus alfas.

Cargó en sus hombros a Naruto. No era fácil pues este era un hombre fuerte. Pero la desesperación, euforia y furia le dio las fuerzas para caminar con Naruto encima.

Tenía la nariz y boca cubierta. Pero Naruo estaba aspirando ese humo empeorando su situación. Un pedazo de columna casi cae sobre ellos, logró esquivarlo, cayendo de rodillas. Su mano accidentalmente tocó la cabeza cercenada de un soldado. Por la sangre ni siquiera pudo notar de que clan era. Aunque había vivido innumerables batallas, en ese instante sintió asco, su estómago se removió enfermizamente.

Aunando su energía aguantó, se levantó nuevamente y continuó caminando.

Finalmente logró alcanzar el patio interior. Aspiró un poco de aire con fuerza. Aprovechó para remojar la cara de Naruto con el agua del pequeño lago.

Bebió agua. Y tomó a Naruto en brazos nuevamente. Debía de dejar el castillo lo más pronto posible pues el fuego seguramente se propagaría por el bosque.

Cuando llegó al bosque, observó hacia abajo como el hermoso castillo construido por la primera líder de un dorado que brillaba cegadoramente se quemaba hasta las cenizas. Para su suerte el fuego no llegó al bosque.

Arrancó de su ropa los estandartes y símbolos que delataran su posición. Lo mismo hizo con Naruto. Su cabello rubio ya era suficientemente llamativo. Así que se lo enlodó lo más que pudo.

—Pagaran por esto, Uchiha. Pagarás con tu vida y la de tu crio, Orochimaru.

El camino aún era inseguro, pero debía de continuar sin parar. Tenía demasiados motivos para no rendirse. Desde ese momento su principal motor era salvar a Naruto, protegerlo y ayudarlo a rehacer su linaje, haciendo justicia y vengándose de todos los traidores.

 

 

Notas finales:

Hola a todos!!!!!!!!!!!!!! wow desde octubre, no puedo creerlo. En serio lo lamento mucho. Eso sí, ya les tengo noticias sobre las nuevas actualizaciones y la segunda parte. Aunque ya estuve anunciando algo en mis redes, que por aquí se las dejo:

Fanpage: Kaory-Madness

Youtube: Kaory-Madness (sobre boys love, yao, frikismo y cultura asiática)

Ig: Kaoryciel-Madness

Twitter: Kaoryciel

Bueno, chicos quería decirle que ya tengo escrito hasta el capítulo 24. Cuando inicié a escribir este capítulo no más no pude dejar de hacerlo. Estos últimos capítulos serán cortos porque ya no veremos más del pasado. Decidí terminar la historia del pasado de Kakshi y Obito en la siguiente parte para conectarlo con los problemas que tiene en el presente y tendrán. Además, continuaremos con el pasado de Orochi. Luego, ya se los había aclarado, pero lo vuelvo a hacer. La segunda parte no tendrá como protagonistas a los hijos, pero sí que tienen importancia porque evidentemente influyen en los adultos. Y sí aparecerán Boruto y Himawari, pero no tendrán evidentemente la ascendencia que tienen en el manga original, especialmente en el caso de Boruto será muyyyyy diferente. 

¿Qué les pareció el nuevo capítulo?

¿Como se tomará Jiraiya la noticia de que el cachorro de Orochimaru es suyo? Eso no se verá en esta parte sino en la siguiente pero deseo saber como se lo imaginan. 

¿Pensaron que Sasuke salvaría a Hinata?

Debo decir que esa escena me gustó y la planee hace muchísimo. Me gustaba la idea de que un día fueron rivales o más bien el sistema los estableció como rivales que debían de luchar por el amor de su marido, pero ambos terminarían por traicionarlo y ayudarse mutuamente. 

¿Que piensan de los Uchiha? ¿Apoyan sus actos? ¿de que lado están?

¿Que creen harán en el futuro?

¿Qué esperan de Sasuke?

¿En quien piensan que Gaara está interesado? Aunque es medio evidente eso. XDXDXD

El próximo capítulo estará este fin de semana si nada se complica. Debería serlo ya que lo tengo escrito. Así que nos leemos pronto y nos vemos por mis redes para estar atentos, voy a ir publicando un poco de info de esta historia en mis redes. NOs leemos!!


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