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Traición a la sangre por kaoryciel147

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Notas del capitulo:

Hola a todos!! Este fue una actualización record, espero lo disfruten!! Nos vemos en las notas finales. 

 

Capítulo 24: Los caídos de la guerra

Jiraiya siempre había contado con una gran fortaleza corporal, eso le había valido escalar rápidamente en el ejército y hacerse de un gran nombre; pero, sobre eso, era un hombre que cuando se ponía un propósito no paraba hasta lograrlo. El único que no había logrado era hacer de Orochimaru su omega y esposo. Escapar del Castillo Namikaze no había sido fácil, tuvo que trepar los restos del muro mientras continuaba teniendo a su sobrino en sus hombros. Fue lo más silencioso que pudo y uso la oscuridad de la noche como su aliado. 

Había caminado durante toda la madrugada hasta que sus fuerzas no dieron más. Se arremolinó entre los arbustos y revisó las heridas de Naruto. Se rasgó sus vestiduras y envolvió las que tanteaba. Ahí apoyado contra un árbol protegido por arbustos esperó hasta que la mañana llegó.

Revisó las heridas, estas no tenían mejor aspecto. Así que simplemente se limitó a limpiarlas con el agua de un arroyo cercano. Necesitaba hierbas que le ayudaran con la infección, pero solo recordaba un par que había visto a su ex amante usarlas. En casi todas sus misiones Orochimaru siempre estuvo, así que cuando era herido, él le curaba y él siempre dejaba en sus manos su vida. ¿Qué tan miserable era la vida de Orochimaru como para traicionarlo? ¿En qué momento decidió pasarse al otro lado? Decidió ignorar esas preguntas pues solo le distraían.

En adelante solo contaba con el bosque silvestre que se había salvado. No le quedó de otra que volver a vendar las heridas de Naruto con tela de sus propias ropas y continuar el camino.

Luego de otro largo trecho de caminata, a lo lejos vio una caravana de cabelleras pelirrojas. Eran omegas y betas siervos dirigidos por Nagato. Cuatro siervos llevaban a un hombre inconsciente en unas camillas. Ese era Yahiko. Konan iba a su lado mirando con recelo a Nagato.

Normalmente no temería a un grupo de omegas y betas, pero se encontraba débil y Naruto inconsciente. Sin embargo, no podían continuar así, era su última oportunidad de salvar a su discípulo y ahijado.

—ALTO AHÍ.

Los omegas temblaron al escuchar la voz de mando de Jiraiya. Nagato volteó. Konan y Neji de inmediato corrieron hacia ellos. Al menos sabía que contaba con dos de su lado. Aunque ambos omegas lucían más como prisioneros que como parte del grupo de Nagato.

—Nagato Uzumaki es un traidor, mantiene a nuestro marido dormido. —Denunció Konan en cuanto llegó hasta Jiraiya.

Ella estaba confundida y asustada. No comprendía las acciones de Nagato. Siempre había pensado que se encontraba en sintonía con Nagato, que eran el ejemplo de que un matrimonio de tres funcionaba, pero en ese instante deseaba tomar a Yahiko y huir de ahí.

Jiraiya tenía una espada. Los betas de Nagato también. El alfa tiró su katana a un lado. Tenía a Naruto moribundo y él mismo se encontraba herido y deshidratado.

—Nagato, hablaremos sobre ello después, necesito que salves a Naruto. Es tu sobrino, te lo suplico.

El pelirrojo abrió los ojos sorprendido. Su sangre Uzumaki le dictaba que el zorro aún seguía ahí y justamente era lo único que mantenía con vida a Naruto. El zorro era inmortal así que de Naruto morir, reencarnaría y volvería a la naturaleza o que aprovechando su debilidad pudiese liberarse del humano. Era posible que Kurama aun desease permanecer en ese tiempo, algo o alguien por que seguir y por ello aun le brindaba su energía para mantener a Naruto con vida, sin muchas ganas cabía decir. Jamás podrían comprender a los Dioses al completo. Eran caprichosos y deseaban que todo se hiciera a su modo.

Nagato ordenó a sus betas darle permiso. Jiraiya adoraba a Yahiko, Minato y Naruto. Sabía que era capaz de enfrentarse solo a todos por protegerlo. Su deber como miembro del clan Uzumaki era proteger al mundo del zorro, intentar la manera de controlarlo y protegerlo de la ambición de los otros clanes.  

—Permíteme.

Jiraiya no deseaba confiar en Nagato, pues era evidente que los había traicionado, pero no existía alguien más que supiera mejor sobre sanación en esos momentos.

—Ustedes son los únicos sobrevivientes—Murmuró el alfa.

—No. Han enviado por otros rumbos a otros grupos de omegas. Otros simplemente se quedaron en el pueblo. Han perdido su razón ya que sus esposos, padres, hijos o hermanos alfas han muerto.

La sangre del alfa se enardeció ante la injusticia. Tantas familias, tantos inocentes asesinados…

—¿Por qué permitiste esto? —No pudo evitar reclamar.

—No lo supe hasta muy tarde. No podía entregar a mi hija. Además…lo comprendo.

Jiraiya vio rendirse rápidamente a muchos Uzumakis. Les odiaban, odiaban a los Senju y a los Namikaze en el fondo de sí. Desde cuando acumularon resentimiento…era difícil de saberlo.

—Estoy seguro que tu primo Makoto está festejando con ellos. —Escupió Jiraiya.

—No lo creo, pero tampoco creo que lamente lo que ha sucedido. Seguramente se despedirá de Karin y se irá en paz sabiendo que otros han cobrado revancha por él.

 

…………..

Muy lejos de ahí, en las tierras llamadas “La Alianza” se encontraban los hermanos Uchiha ante los generales que habían caído o se habían rendido en batalla. Era el momento de darles fin y permitirles tomar acción sobre sus propias vidas y honras.

Por su parte, Makoto Uzumaki podía reír ante lo que sucedía y lo karmico del asunto. Otros habían tomado revancha que desde hace mucho tiempo deseo lograr: Traerle fin al clan Namikaze y a Minato Namikaze. Lamentaba la muerte de su sobrino, hijo de su hermana, pero sabía que el chico era más Namikaze que Uzumaki. Nunca les devolvería el control sobre su propio clan. Él debió ser el líder de clan, pero Minato designó todas las tareas de líder a Yahiko, su primo y un Namikaze. Subió la mirada y notó que tenía en frente a su sobrina Karin y solo podía sentirse orgulloso de ella por el valor que tuvo.

—Tío, perdóname—Murmuró entre quejidos.

—Sabes que nunca entendía bien todo ese misticismo, pero era tu labor como sacerdotisa de nuestro clan. Y estoy orgulloso de que hayas preponderado tu sangre Uzumaki a Namikaze.

Ella solo asintió. Sabía que su tío odiaba a su padre por robarle la posición de líder de clan.  Sus pensamientos se fueron hacia sus padres y hermanos. Los extrañaba, pero también fue por el bien del clan Uzumaki al que ella pertenecía.

—Supongo que Nagato no pudo venir contigo.

—No.

—Bueno, el clan queda en sus manos y cuando todo quede dicho podrás volver a casa ya que los invasores Namikaze han muerto.

Para Makoto y muchos Uzumaki los Namikaze nunca dejarían de ser invasores. Minato había intentado absorber sus secretos, eliminar la casta sacerdotal, cambiar sus costumbres. Los Uzumaki eran un clan aún más antiguo que los Namikaze, así que tenían su orgullo herido. Y, la clase sacerdotal odiaba a los Namikaze. Solo se aliaron en matrimonio por la presión y el miedo que vivieron.

—Tío, puedo salvar tu vida si se la pido a Sasuke. —Intervino ella.

—Ohhh cuanto subestimamos a veces a los omegas. Dos omegas traicionando a sus maridos por su clan. Tú, traicionado a tu padre por tu clan y tu deber. De admiración. Pero no, me acobardé, caí ante los Namikaze permití que me arrebataran lo que por honor me correspondía, el liderazgo de los Uzumaki, así que déjame morir con honor esta vez.

Karin supo que su tío se iría en paz sabiendo que su clan quedaba libre del yugo de los Namikaze. Yahiko estaba vivo, ella no podría matar a su padre, pero un Namikaze solo no podría hacer demasiado. Además, los Uzumaki volvían a ser mayoritarios y construirían lo que siempre quisieron para ellos. Quizás cuando todo se calme podría volver a ver a su padre omega.

Los Uchiha permitieron que Makoto y sus generales tuvieran intimidad a la hora de hacerse el seppukku. No necesitaban exhibirlos públicamente y había sido decisión de ellos. Los Uchiha debían ocuparse de sus propios duelos.

 

Mientras tanto, en una de las habitaciones más grandes del castillo negro, los hermanos Uchiha estaban reunidos alrededor de Fugaku quien se encontraba demasiado débil. Su cuerpo no resistía más, parecía que solo había aletargado su muerte para ver una vez más a sus hijos y su esposa.

Orochimaru dijo que su cuerpo era tan débil que inclusive dándole el veneno de Orochi no lo asimilaría bien, además, Orochi escogía a quienes deseaba darle su veneno. No había vuelta atrás. Al menos tenían la oportunidad de despedirse de él.

—Shisui, Itachi, ustedes dos son mis herederos. El camino que nos espera no va a ser fácil para ustedes. —Habló Fugaku. —No somos más el clan shinobi oculto que Madara transformó. Pero sé que ustedes sabrán tomar mejores decisiones que yo. Antes de irme quiero bendecir su unión y anunciar a todos que nombro a Itachi como nuevo líder de clan y a Shisui como alfa líder de nuestros ejércitos.

Todos asintieron mientras algunas lágrimas escapaban de Itachi, quien era confortado por Shsui. Mikoto se sentía tan inútil como nunca al no poder salvar a su alfa. Era una sanadora, pero no podía curar la gran herida en su esposo, solo podía cumplir con el destino de todo omega enlazado.

—Fugaku, te seguiré. —Anunció firme.

—Mi amada y leal esposa. Aun no puedes seguirme, debes conocer a nuestros nietos y cuidar de Memma. Sabes que no tendrá una vida fácil aquí.

Su mirada temblorosa se dirigió hacia Sasuke, tomó su mano y el omega se la apretó. Sasuke no pudo evitar que sus lágrimas cayeran sin parar. Era su padre quien pagaba el precio de la traición y de la libertad de su clan.

—Mi hijo pequeño, perdóname si alguna vez te sentiste solitario. Ahora comprenderás lo que como adultos y padres debemos sacrificar por el bienestar de nuestros hijos y de la aldea.

Sus lágrimas continuaban cayendo, quisiera mantenerse firme, pero no podía. Sentía su corazón siendo estrujado, perder energía y que el mundo perdía su brillo.

—No tengo nada que reprocharle, padre. —Susurró. — Me ha ayudado a crecer, madurar y le prometo que defenderé la aldea con mi vida.

El alfa observó orgulloso en el gran omega poderoso y letal en que se había convertido su hijo pequeño. A veces creyó que habían sobreprotegido a su cachorro menor, pero no pudo evitarlo. En ese instante, desfilaron uno por uno los recuerdos compartidos con él. Algunos eran alegres, otros nostálgicos, recordó como la preocupación le consumía cuando tuvo su primera misión.

—Cuida bien de ti porque Memma depende de ti también. —Pidió el líder. —Todo líder necesita de alguien confiable y tú comprobaste que no hay nadie más leal que tú al clan. Así que serás el segundo de tu hermano, así como un día tu tío Obito fue el mío.

Sasuke besó la mano de su padre aceptando el cargo. Juró ante su padre de manera silenciosa que no descansaría hasta que el clan Uchiha pudiera volver a sus días de paz, encontraría la manera en que pudieran mantener a su gente protegida, apoyaría a su hermano y le sería leal el resto de su vida.

Fugaku giró su vista hacia los otros miembros familiares, entre ellos Obito y Kakashi. Esa pareja que tantos problemas le había causado, deseó que pudiesen encontrar el equilibrio que él disfrutó al lado de Mikoto.

—Hermano, cuida de mis hijos, por favor. —Su voz se alentaba y quebraba. Un shinobi siempre está preparado para la muerte, pero sintió pánico de no poder continuar protegiendo a sus hijos, su esposa, su familia y su clan. —Serás su guía de ahora en adelante y un miembro del consejo. —Giró hacia el peliblanco. — Kakashi, cuida a mi hermano y a mi gente. Lamento ya no poder brindarles el anonimato a los tuyos.

Obito estaba llorando, no podía creer que su hermano mayor, el más poderoso e imbatible muriese. La estocada que había recibido de Jiraiya había sido demasiado profunda. Mikoto ni Orochimaru habían podido salvarlo, solo detener la hemorragia y aletargar el momento final. El alfa apuntó mentalmente que, si aquel sujeto llamado Jiraiya había sobrevivido, lo asesinaría personalmente.

—No fue culpa suya. —Respondió Kakashi con la garganta seca, conteniendo las lágrimas. — Pelearemos por nuestro hogar las veces que sean necesarias, Fugaku Uchiha, muchas gracias por abrirnos las puertas de su hogar.

El líder dio un vistazo final a todos los presentes. Estaba orgulloso de todos, habían vencido a un clan tan poderosos, juntos. Finalmente se enfocó en su esposa, acarició su mejilla una última vez y cerró los ojos siendo arrastrado por la negrura de la muerte.

Todo el clan Uchiha se hundió en el dolor. No había miembro que no adorase a Fugaku como su líder. Mikoto lloró largamente. En su interior su pantera gimió de dolor y desesperación, sentía como una parte de su alma había muerto al lado de Fugaku. Solo se aferró a la vida pensando en la última misión que su alfa le había encargado: cuidar de su nieto.

Sasuke e Itachi se abrazaron y lloraron por su padre, pero se consolaron y sobrepusieron pues tenían el deber de proteger el clan que su padre les había dejado. Todos dependían de ellos y del futuro que supieran labrarles. No podían dejarse caer, sino que debían prepararse para lo que les viniera encima.

Los dos meses siguientes mantuvieron el luto por la muerte del líder Uchiha. A la misma vez que Hinata mantenía el luto por su hermana alfa. Hanabi estaba demasiado desnutrida y tampoco pudo resistir, al menos conoció que el linaje de los Hyuga no había terminado pues los hijos alfas de Hinata serían los herederos. En sus últimas palabras los nombró los herederos de los territorios Hyuga, desconociendo a Neji como parte del clan. Hinata tenía la misión de reencontrarse con su alfa destino y juntos reclamar el territorio que les pertenecía.  

Por el momento, ella no podía quejarse, sus hijos habían sido tratados por el propio Orochimaru mientras el vientre de este crecía levemente. Era alimentada como un miembro más del clan, tenía su propi habitación en el Castillo Uchiha y era tratada con respeto, como la representante de los Hyuga. Ella sabía que no le alcanzaría la vida para agradecer a Sasuke y los Uchiha por todo. Sus bebés crecieron saludablemente y se repusieron de la mala alimentación a la que fueron sometidos en el clan Namikaze.

 Así los dos meses se convirtieron en cuatro y finalmente todos pudieron reponerse de sus propios lutos.

Hinata nombró a Sasuke padrino de los cachorros, así que él les otorgó nombre en una ceremonia sencilla dentro del Castillo Uchiha. Los dos alfas cachorros se llamaron: Akiyama y Daiki. Ella estuvo complacida con los nombres, esperaba pronto encontrarse con el padre de sus cachorros para que él los conociera y les brindase su apellido.

En la aldea Uchiha todos intentaban volver a sus actividades diarias usuales, pero no era posible del todo conectarse con su hogar. Fue una sensación agridulce pues era evidente que otras personas estuvieron ocupándolo. Debían de permanecer constantemente alertas. Y los tratos con los guerreros de la arena y los otros aliados no se cerraron por completo.

Itachi y Shisui pasaban tarde y noche deliberando y planeando en cómo prepararse para una guerra. Sabían que los Namikaze habían sido aniquilados, pero eso dejaba carta abierta a los otros clanes menores que tarde o temprano tendrían el valor de marchar al Sur, los principales, seguro serían la Alianza Yamanaka Nara y Akkimchi. Ellos estaban unidos más que por lazos de matrimonio por real lealtad así que desunirlos era muy difícil. Era tanta la presión que no podían disfrutar de su amor, antes que amantes y prometidos eran los dos pilares de su comunidad.

Gaara, por su parte, aún continuaba administrando lo obtenido de las batallas, las riquezas que sustrajeron del Castillo Namikaze les vendrían muy bien para iniciar su gobierno en sus propias tierras. Sin embargo, había cobrado interés en dos personas de ese clan. Aunque ninguna le daba una respuesta favorable. En su nación la poligamia era usual así que no desestimaba la idea de ser aceptado por ambos omegas.

Sasuke observaba el atardecer con recelo. Sentía una sensación en su yo animal que le inquietaba. Por supuesto, no se había enlazado a Naruto, pero su sufrimiento debería de ser mayor ante la muerte de su alfa destino, solo que no la percibía. Además, era consciente de que no tardaría mucho en que tuvieran que alistarse para pelear. Las riquezas de los otros dos castillos que asaltaron no serían suficientes y ya no podían cumplir misiones como antes. Por suerte, tenían sus propias tierras. Colonizar territorios como hacían los clanes de guerra para cobrar tributo iba en contra de sus ideales. Además, no solo tenían enemigos a los clanes de guerra sino a incontables clanes shinobi a los que se habían enfrentado y ahora eran evidentemente un blanco, necesitaban protección. Tomó una decisión.

—Memma se ve muy saludable. —Apareció Karin con el pequeño en brazos. — Está creciendo muy fuerte y mantiene en control la energía que le dio Kurama.

—Eso es bueno. ¿No se saldrá de control entonces?

—Lo dudo.

Karin observaba cierta frialdad de Sasuke hacia su hijo ¿acaso era porque le recordaba al padre de este? Quiso entregárselo para que lo sostuviera, pero Sasuke rechazó el contacto.

—Sasuke, Memma no es su padre y te necesita. Eres su padre omega, como cachorro necesita que lo arropes y le des afecto.

Memma lloraba en las noches por su padre omega, pero Sasuke había decidido no dormir con su cachorro, sino que dejarlo en manos de Karin o de su madre. Como ya no necesitaba ser amamantado, tampoco se acercaba a alimentarlo. Solo se aproximaba a supervisar que estuviera bien y volvía a alejarse. Además de sus deberes, Sasuke se ocupaba de entrenar duramente y ponerse en forma. Intentaba mantener el desapego lo mejor posible, pues sabía que no podría estar a su lado mucho tiempo. Lo mejor es que Memma se acostumbrase a no verlo.

—Lo que necesita es que le brinde un entorno seguro. —Respondió Sasuke.

—¿Acaso no estamos seguros dentro de tu clan?

El omega se tomó su tiempo para responder. El rostro de su hijo estaba lloroso, alzaba sus bracitos hacia él en busca de ser cargado. Parecía que el aroma le indicaba al cachorro que su “madre” era Sasuke, ni Karin ni Mikoto.

—No por mucho. —Respondió. — Itachi se va a convertir en líder oficialmente pronto, luego de su matrimonio con Shisui, pero yo como su segundo debo facilitarle las cosas.

Sasuke finalmente tomó a Memma en brazos. El cachorro se aferró a su padre omega y emitió un sonido de complacencia. Sin embargo, el omega pronto lo separó de su pecho y junto sus frentes levemente. Le soltó un “lo siento” y se lo devolvió a Karin.

—Cuídalo.

La pelirroja no comprendió porque parecía que se despedía otra vez, Memma llamó a su “mamá” pero este no respondió. Se dio la vuelta y se alejó del cachorro, aunque ese instinto materno le instaba a volver con su cría. Se mantuvo firme y continuó avanzando.

 

…………..

 

En las Tierras Uzumaki, Jiraiya se mantenía escondido junto a un inconsciente Naruto en los aposentos de Nagato Uzumaki. Era menester que nadie se enterase de que se encontraban ahí.

Naruto no despertaba, parecía en estado vegetativo; es decir, respiraba, pero no recuperaba la consciencia. Nagato aseguró el selló de Kurama dentro de Naruto. Lo habían debilitado, pero no habían logrado liberarlo. En esos momentos, no tenían a un contenedor cerca por lo que lo mejor era devolverlo a Naruto por completo. El omega sabía que cuando Naruto despertase lo odiaría y a su hija, pero siempre el deber de mantener controlado a Kurama era primero, aunque arriesgase su vida y la de su familia.

Por el momento, mantenían hidratado a Naruto ayudándolo a beber, inyectando nutrientes. Sin embargo, a Nagato le pareció que Kurama estaba brindándole energía suficiente para ir recuperándose. Aun así, mandó a uno de sus sirvientes más confiables a mantener sus heridas limpias.

Lo mismo sucedía con Jiraiya. Solo que él sí que sentía el dolor de las heridas de batalla. Aun así, nunca se movía del lado de su ahijado. No confiaba en nadie. Nagato mantuvo encerrada e incomunicada a Konan, al igual que Neji. Ni bien llegó, los ancianos decidieron que debía hacerse cargo del clan hasta encontrar un líder alfa adecuado.

…………

Itachi se encontraba junto a su prometido actualizándose sobre todos la actividad de Danzo y los otros clanes shinobi. Era necesario estar preparado contra un ataque de ambos. Además, debían de restablecer la economía y el modo de supervivencia de su gente. Toda la economía se había desactivado por completo. Mientras estuvieron bajo el mando de los Namikaze, solo se mantuvo la pesca y la agricultura, pues con ello se pagaba el tributo a Minato. Este fue disminuyendo conforme el interés de Minato por Itachi crecía, pero aun así su gente había tenido suficiente. Había sido un plan exitoso, al menos no habían sido explotados; si se hubieran enfrentado en campo abierto, probablemente el número de muertes hubiera sido más del triple.

No había conversado sobre su relación con Shisui. Ambo daban por echo su matrimonio, todos lo hacían; además su padre los había bendecido. El luto aun no pasaba oficialmente así que aun no podían celebrar la ceremonia.

Amaba a Shisui, su relación iba más allá de lo sexual o físico. Todo había sucedido demasiado rápido, así que no habían unido sus cuerpos, solo habían compartido besos suaves y dulces. Itachi tenía que mostrarse imbatible; pero durante las noches se quebraba en llanto y ansiedad por la carga y la muerte de su padre. Así que Shisui le acompañaba, se acostaba a su lado y él se refugiaba en sus brazos. Su alfa le envolvía tiernamente, acariciaba su espalda y cabeza hasta que el mega se quedaba dormido. Desde aquel momento ambos dormían juntos, arropados en el aroma del otro.

Sus tíos, su madre y la madre de Shisui se encontraban con ellos, intercambiando información crucial. Esperaban a Sasuke quien oficialmente era parte del alto mando.

Su hermanito ingresó, tenía un porte firme y una mirada decidida. Entonces, temió.

—Hermano, Shisui, tíos, me marcho.

 

 

…………….

En el Castillo de los Uzumaki, se encontraba tendido sobre un lecho, Naruto. Jiraiya le había pedido a Nagato que no hablase con nadie de que habían logrado salvar a Naruto. Jiraiya sabía que los Uzumaki vivían resentidos de los Namikaze sobre todo los sacerdotes.

Una parte de los Uzumaki celebraba la caída de los Namiakze al poder tomar las riendas de sus destinos, mientras que otra estaba asustada porque el poder de Kurama estuviera en mano de los Uchiha. Nagato los tranquilizó diciéndole que ahí se encontraba su hija Karin para cuidar de que no se saliera de control y que ella misma había dirigido la transferencia de poder.

Dentro de la habitación en las estancias de Nagato, Naruto comenzaba a resonar junto con la energía de Kurama que seguía atrapada ahí.

“Despierta, solo te salve la vida porque quiero ver a mi cachorro”

El rubio se removió; el rostro de Sasuke mirándolo fríamente enturbió sus sueños. Esto ocasionó que despertase sudando y con el corazón agitado. Se palpó a la altura del pecho y se dio cuenta del vendaje que tenía. Estaba sorprendido, asustado, se preguntó dónde se encontraba hasta que las insignias en forma de remolino en los estandartes le respondieron. Todo calló sobre él brutalmente.

Jiraya que ingresaba para limpiar las heridas del menor se sorprendió de verlo despierto, presionándose los cabellos como intentando aclarar su mente.

El ex general se acercó y posó su mano sobre su hombro. Naruto saltó, de sus ojos azules caían lagrimas sin cesar.

—¿Es cierto? ¿Los Uchiha nos traicionaron?

Jiraiya se sentó en un cojín y asintió. Estaba emocionado por al fin luego de cuatro meses ver despertar a Naruto, pero sabía que sería una dura charla.

—¿Papa?

—Murió

Las lágrimas salieron con mayor fuerza de las cuencas azules. Su mundo se tambaleó y su pecho se llenó de resentimiento.

 

 

 

Notas finales:

Hola a todos!!!!!!! Creo que es una de las contadas veces que actualizo rápido esta historia, pero como lo había comentado en redes, los últimos tres capítulos los escribí al mismo tiempo. Este fue duro por la decisión de que algunos personajes debían de morir. Espero que les haya gustado mucho. Y no se olviden de seguirme en mis redes:

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Y estamos a solo un capítulo de terminar esta historia. Estoy muy emocionada. Sé que debido a mi tardanza muchos dejaron de leerlo, pero me alegra por las personas que aun siguen aquí. Muchas gracias!!! Y espero que me sigan en la segunda parte, creanme que van a quedar flipando con lo que se viene. Esta historia termina en el capítulo 25 y de ahi del 26 al 30 será la historia de Hashirama y Madara. Al mismo tiempo en otra historia pondrél la segunda parte así que estén atentos. 

Diganme ¿que les pareció las muertes? (Haré una lista de caídos)

Creo que las relaciones de todos se han visto trastornadas. ¿Creen que Yahiko podría perdonar a su esposo e hija por la traición? ¿Qué le sucederá a Nagato?

¿Creen que Sasuke está haciendo lo correcto? No solo en mantener distancia con su cachorro. ¿Adonde creen que irá Sasuke? Teorías. 

MI shisuita hermoso, escribiré más de ellos en el siguiente capi y mucho más en la siguiente parte ¿creen que su relación se vea afectada por todo lo que ha sucedido. La responsabilidad con que cargan es muy grande. 

¿Cómo irá la relación entre Kakashi y Obito? ¿Que habrá sucedido con Rin?

¿Cuales serán las siguientes acciones de Naruto?

Nos estamos leyendo en el último cap!!!!!!!!!!!!!!!!


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