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Unidos por las estrellas por kina_chan

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Notas del capitulo:

Hola a todos! Lamento la tardanza, estoy trabajando en una serie de one short que publicare en octubre (porque aun no los termine u.u)

En fin, aqui esta el Epilogo de esta historia, es el cierre definitivo de este fic. *llora internamente*

Sin más que decir, pueden comenzar a leer.

Decir que no estaba nervioso y que se encontraba sumamente tranquilo ante la situación, era una gran mentira. Estaba nervioso, intranquilo y sentía que hasta le sudaban las manos. Trataba de animarse a sí mismo repitiéndose que no era la primera vez que se presentaría frente a los padres de una de sus novias. Sin embargo, no podía comparar esas situaciones con esa tan fácilmente, ya que no solo eran la familia de su novio, sino más bien, la familia de la persona que amaba.


- No tienes que estar tan nervioso, no te van a morder ni nada por el estilo. – Escucho la voz de Joel, soltando una pequeña risa y sonriéndole. - Solo estaremos aquí un par de horas y luego iremos a casa. – Intento tranquilizarlo un poco con sus palabras, pero Luis aun seguía preocupado.


- Tu no lo entiendes, voy a presentarme ante tu madre y, será la primera vez que la vea, y no sé cómo reaccionará ¿Qué hago si no le caigo bien? – Comenzó a hablar rápido, prácticamente como si cada palabra que dijo fuese una sola. Joel volvió a reírse, si, Luis estaba muy acostumbrado de que su novio se burlara de él cada tanto. – Deja de reírte, esto es serio. – Luis frunció el ceño y se cruzó de brazos, demostrándole a Joel que si estaba molesto.


- Lo siento, pero te ves tan lindo todo preocupado por esto. – Joel contuvo su risa, suspiro y le dio una leve palmada en la espalda a Luis. - Luis, yo ya había hablado con ellos sobre ti, todo va a estar bien. Además, eres un chico tan dulce y tierno, es imposible que no les caigas bien. – Luis suspiro, no muy convencido con lo que Joel había dicho. – Mira, hasta le trajiste flores a mi madre y pastelillos de chocolate para mi hermanita y su padre. – Hablo, señalando la caja azul con pastelillos que tenía Luis entre sus manos y el ramo de flores que sostenía Joel.


Joel y Luis se encontraban justo en frente de las rejas de la casa de la madre de Joel, esperando pacientemente a que alguien fuera a abrirle la puerta. Era sábado al medio día y Luis había recibido la invitación por parte de la madre de Joel para ir a almorzar y hablar un poco. Cosa que, no hizo más que preocupar a Luis desde el primer momento, quería dar una buena impresión y para eso, se aseguró de ir bien arreglado con ropa, no formal, pero nada casual. Se había cortado el cabello, teniéndolo tan corto que Joel se reía diciendo que pasar sus manos por su cabello se sentía de la misma manera que cuando las pasaba por su barba.


Joel ya conocía a los padres de Luis, y cuando este se presentó ante ellos como su novio, sus padres tardaron bastante en entenderlo, pero no se molestaron ni interfirieron en lo que le hacía feliz a Luis. Fue curiosos como el carisma de Joel logro que su madre lo adorase tanto como si fuese otro hijo más en tan poco tiempo. “El poder del gran encanto de Joel es impresionante, tanto que no podía ser cuestionado.”


La puerta de la casa por fin se abrió, y de allí salió la pequeña hermanita de Joel, vestida como si fuera Spider-Woman, pero sin la máscara. En su larga cabellera negra se podían ver algunas adorables y pequeñas trenzas. Ella se acercó hacia la reja con una gran sonrisa y con las llaves en mano.


- Hola, llegaron muy temprano, aún no está la comida. – Hablo la pequeña mientras ponía la llave en la cerradura del portón para abrirlo. - Pasen. – La pequeña abrió el portón para que Joel y Luis entrasen.


- ¿Se puede saber porque tienes puesto el disfraz de Spider-Woman? – Pregunto Joel, haciendo que la pequeña se avergonzase. Por lo que tenía entendido Luis y por las fotos que Joel le había mostrado de su hermanita, ese disfraz lo había mandado a hacer tan solo para un cumpleaños, pero ella no dejaba a de ponerse ese disfraz cada vez que podía.


- Déjala en paz Joel, yo pienso que le queda bonito. – Comento Luis, haciendo que la pequeña le sonriera y se ruborizase un poco por el alago. – Hola Abril. Ten, esto es para ti. – Luis le entrego la caja que tenía a la pequeña, haciendo que esta se alegrara. -Son pastelillos de chocolate que mi madre hizo, espero te gusten. – Luis lo admitía, ver a Abril tan alegre, logro que se olvidara un poco de sus nervios.


- Si, me encanta, gracias. – Ella acepto la caja y rápidamente entro en la casa, muy emocionada. Joel y Luis se rieron ante tal acción de Abril, y la siguieron para entrar a la casa. – Mira mami, el amigo de Joel nos trajo pastelillos de chocolate. – Se escuchó la voz de Abril desde la cocina.


Justo en ese momento, pudo ver como la madre de Joel salía de la cocina junto con Abril. Ella tenía un delantal rojo con bordes blancos puesto, y un gorrito negro en su cabeza, que tapaba el poco cabello que tenía. Ella se sorprendió un poco al ver a Luis, pero luego sonrió, acercándose a ellos me contenta.


- Hola. – Ella los saludo y Joel y Luis correspondieron su saludo de la misma forma. - Llegaron muy temprano, aun no termine la comida. Mi marido hoy se fue a casa del hermano a ayudar en la instalación en el hogar, así que solo seremos nosotros tres. Adelante, pónganse cómodos. – Hablo, señalando los sofás marrones que había en la sala.


- Es un placer conocerla señora Ramos, yo soy Luis Godoy y le agradezco mucho el que me haya invitado. – Se presentó Luis tratando de parecer tranquilo, aunque obviamente se notaba su nerviosismo al hablar.Luego de eso, con sus manos temblorosas tomo el ramo de flores que tenía Joel y se lo entrego a Patricia. -Tome, son para usted. –


- Oh, muchas gracias Luis. – Justo después de decir eso, Patricia comenzó a reírse, tapando con una de sus manos su boca. “Esa risa se me hace tan familiar.” - Lo siento, es que te ves tan nervioso, relájate un poco y confía en mí. – La mujer quito su mano de su boca y le volvió a sonreír, observando los jazmines que tenía el ramo de flores. - Eres justo como Joel dijo, tan dulce y caballeroso. –


- Eso mismo fue lo que le dije, tan solo relájate. – Agrego Joel a la conversación. Luis llego a pensar que Joel y su madre se parecían más de lo que creía, ya que ambos se reían cada vez que lo veía nervioso o como Joel dice “tan lindo”.


- Ah, cierto. Joel ¿Puedes ir a comprar una gaseosa de lima limón o alguna bebida que ustedes quieran? Justo estaba a punto de ir yo, pero me quede preparando la comida. – Le pidió Patricia a su hijo, quien asintió en el momento.


- Claro, yo la pago ¿vamos Abril? – Le pregunto a su hermanita, quien asintió alegremente, acercándose a su hermano para tomarle de la mano. - Bueno, volvemos en un rato. – Agrego Joel, para luego irse con su hermana de la casa, dejando a Luis y a Patricia solos.


- Luis ¿Puedo hablar contigo un poco? Hay muchas cosas que quiero decirte, siéntate conmigo en la mesa del comedor. – Le hablo Patricia, señalándole con el dedo la mesa que estaba allí.


- Claro. – Respondió, comenzando a seguirla. Patricia tomo el jarrón que estaba en el medio de la mesa y se lo llevo a la cocina. Segundos después, volvió con el jarrón, teniendo en este los jazmines que Luis le había traído. Volvió a dejar el jarrón en su lugar y luego se sentó en una de las sillas que estaban enfrente de la mesa, a lo que Luis hizo la misma acción, encontrándose uno en frente del otro. – Me alegra que le hayan gustado. –


- Son preciosas, de en serio, gracias. – Comento ella, acariciando los pétalos de una de las flores. Su mirada se encontraba en esas flores, ella sonreía y a Luis le parecía hermosa, y eso se debía a que su sonrisa tanto como su risa, le recordaban a Joel. - Luis, quiero agradecerte mucho lo que has hecho por Joel durante todo este tiempo. Supongo que Joel te habrá contado la estrecha relación que hemos tenido durante todos estos años y el porqué de eso ¿no? – Luis asintió a su pregunta.


- Si, Joel me ha contado un poco de eso. – Respondió. Extrañamente, al escuchar el tono de voz suave que tenía la madre de Joel al hablar, se tranquilizó un poco.


- Sé que soy la peor madre de todo el mundo y que he cometido muchos errores, pero siempre intente solucionarlos, aunque Joel jamás intento perdonarme. Nunca me lo dijo directamente, pero por sus acciones y su forma de ser conmigo, supe que me detestaba. – Su sonrisa se borró e hizo una pequeña mueca debido a lo doloroso que le resulto decir eso último.  - Pero desde que Joel comenzó a salir contigo, algo en él ha cambiado. Ya no era tan cortante conmigo, se veía más feliz y me empezó a contar sobre su vida, cosa que nunca hacía por más de que yo le preguntase. ¿Puedes creerlo? Era la primera vez en su vida que me hablaba sobre su pareja y debo admitir que me costó un poco asimilar que mi hijo salía con un hombre, pero ¿Quién soy yo para cuestionarlo? Sinceramente, te acepté desde el primer momento en que supe que eras quien lo hacía feliz. – La cara de Luis estaba tan roja que hasta sus orejas lo estaban. Nunca pensó que Joel había hablado tanto de él con su madre. Nuevamente, ella se rio al ver lo avergonzado que estaba. - Un día él llego a casa y me dijo que me perdonaba, que estaba dispuesto a empezar de cero conmigo ¿Sabes porque Joel hizo eso? –


- Sí, creo que tengo una idea de eso. – Luis lo recordaba perfectamente. Él mismo fue quien le sugiero a Joel que intentase arreglar las cosas con su madre. Sonrió al ver que Joel realmente estaba intentado arreglar la relación con su ella. – Yo, solo le dije que intentase hablar con usted, pienso que es mejor solucionar los problemas que vivir en el rencor. –


- Eres un buen chico Luis. Realmente me alegra que Joel tenga a alguien como tú en su vida. – Justo cuando Luis iba a hablar, se escuchó el ruido de la puerta abrirse. Joel sostenía una botella grande de tres litros de gaseosa de naranja.


- ¡Ya llegamos! mamá, no había gaseosa de lima limón así que compre de naranja. – Hablo Joel mientras caminaba hacia la mesa para dejar allí la gaseosa.


- ¿Cómo me llamaste? – Pregunto Patricia sorprendida, levantándose de su asiento para estar justo al lado de Joel.


- ¿mamá? – Pregunto Joel prácticamente reafirmándolo. Unas pequeñas lagrimas comenzaron a caer de sus ojos mientras se acercaba a abrazar a su hijo, con una sonrisa en sus labios.


Luis entendía porque Patricia reacciono de esa forma frente a su hijo. Hasta donde sabia, Joel siempre llamaba a su madre por su nombre. Pero eso ya no parecía ser así, porque la llamo “mamá” como si fuera la cosa más natural del mundo. Eso quizás no parecía la gran cosa para Joel, ya que no entendía la sorpresa de su madre, pero para ella debía significar mucho. Joel no dijo nada, solo correspondió el abrazo de su madre con una sonrisa.


 


Joel se encontraba con una gran sonrisa y eso era algo que Luis agradecía. Su novio había podido solucionar sus cosas con su madre y el almuerzo había resultado fantástico. Se podría decir, que su parte favorita fue cuando Patricia le mostro un álbum de fotos donde Joel estaba vestido como Spider-Man y con un peluche en brazos del mismo personaje.


Caminaron tranquilamente de la mano, durante toda su trayectoria hasta la casa de Joel. Estaba emocionado, ese día se quedaría a dormir a casa de su novio por primera vez, sin contar el día de su cumpleaños, ya que en aquel entonces no eran novios, solo amigos. Justo cuando llegaron, pudieron ver a Noah salir de la casa.


- Oh, ya llegaron, hola. – Saludo Noah con una sonrisa. - Justo ahora me iba a comprar las tapas para empanadas que comeríamos hoy en la cena. -  


- Bueno, mientras yo preparare la carne. – Hablo Joel mientras entraba a la casa junto con Luis.


- Te lo encargo. – Contesto Noah antes de irse. “Creo que no noto que estábamos tomados de la mano.”


- ¿Noah sabe que somos novios? – Pregunto Luis ni bien entraron a la sala. Joel simplemente se rio y comenzó a caminar hacia la cocina.


- Bueno, yo no se lo dije, creo que es demasiado obvio, pero él es un tanto inocente para algunas cosas. – Pudo escuchar una leve risa de parte de Joel al decir eso.


- ¿No quieres que te ayude a cocinar? – Pregunto Luis intentado entrar a la cocina, pero Joel rápidamente lo echo de allí, empujándolo hasta que llegara al comedor.


- No, yo puedo solo. Tu eres el invitado así que solo ponte cómodo y espera. – Luis no discutió contra lo que le pidió Joel, tan solo hizo caso y fue hasta el sofá de la sala a sentarse.


Al sentarse en el sofá, vio un cuadernillo viejo que tenía en la tapa una imagen de Batichica dibujada sobre la mesa de té. Fue fácil de deducir que ese cuadernillo era de Joel. Por mero impulso y curiosidad, extendió sus brazos y lo tomo. Sabía que revisar cosas ajenas era algo malo, pero pensó que quizás solo era un cuadernillo de apuntes. Se llevó una gran sorpresa al ver que era un cuaderno de dibujos.


“Joel dibuja bastante bien” Pensó al hojear las primeras hojas, encontrándose con dibujos de superhéroes, villanos y varios personajes femeninos en bolas. Pudo notar como después del ultimo dibujo de héroes, faltaban varias hojas que fueron arrancadas. No le dio mucha importancia a eso, tan solo se quedó mirando uno de los dibujos en particular.


“Diseño de tatuaje.”  Era el título que tenía el dibujo, tan solo era una hermosa rosa muy detallada y con el nombre de “Blanca”. Luis recordó que Joel le había dicho que tenía muchísimas ganas de hacerse un tatuaje en el brazo con el nombre de su abuela, jamás pensó que se lo tomaría tan en serio como para hacer su propio diseño. Se notaba lo mucho que Joel la quería y la extrañaba.


Paso de hoja para encontrarse algo aún más sorpréndete que el anterior dibujo y mucho más vergonzoso que los dibujos de chicas desnudas. Sus mejillas enrojecieron y siguió viendo las demás hojas. Eran como ocho hojas, ocho hojas donde el protagonista del dibujo, era el mismo. Joel lo había dibujado, y no solo lo dibujo con su típico rostro vergonzoso, sino que también lo dibujo desnudo y entre otras con lo que se suponía que era su cara en medio del orgasmo.


- Luis se me olvido preguntarte ¿Quieres algo de beber o…? – Joel estaba saliendo de la cocina y justo cuando vio que Luis tenía su cuaderno de dibujos, fue corriendo hacia él para quitárselo de las manos. - ¡Dame eso! Yo no me reiré de ti ni tú de mi si fingimos que nada de esto paso ¿ok? – Luis había tapado su rostro con ambas manos de la vergüenza que sentía, pero cuando las retiro, pudo ver a su novio sonrojado y desviando la mirada.


- ¿Acaso estas avergonzado? – Pregunto un tanto incrédulo, haciendo que Joel se pusiera un tanto nervioso.Luis no podía creerlo, Joel estaba avergonzado. Miles fueron las veces que intento avergonzarlo para ver como era su rostro avergonzado, en venganza por todas las veces en que Joel le hizo sentir así. Pero allí estaba, Joel estaba rojo de la vergüenza porque Luis vio sus dibujos. Inevitablemente, sonrió.


- Ya, que importa si viste mis dibujos, por mi puedes quedártelos. – Hablo al fin, ya un poco más tranquilo, pero aun con sus mejillas rojas. Se acercó hasta Luis y lo beso. - Después de todo, para que quiero tu cara orgásmica en papel y lápiz si puedo provocarla cuando yo quiero en la realidad. – Nuevamente, con eso ultimo dicho, logro tomar control de la situación.


“Esto no es justo.” No importa que tanto lo intentase, no podía evitar avergonzarse cuando Joel se ponía todo sexy y lo fastidiaba. Quizás debía rendirse y entender que el que llevabas las riendas de la relación siempre seria Joel. Pero, su rostro ruborizado era tan lindo, que la grabo en su memoria, después de todo, quién sabe cuánto tiempo más le llevaría esperar para volver a verlo de ese modo


*-*-*-*


Mientras Noah hacia el repulgue de las empanadas para luego dejarlas en la bandeja negra que ya estaba en mantecada, para luego llevarlas al horno. A Noah le gustaba cocinar, aunque en esos momentos, tenía el ceño fruncido porque lo estaban molestando constantemente gritándole “Tenemos hambre” una y otra vez. Lo que le hacía preguntarse nuevamente la misma pregunta que tenía hacer como media hora atrás.


- ¿Por qué estás aquí Migue? – Le pregunto a Miguel mientras dejaba una de las empanas sobre la bandeja. Miguel, también hacia la misma acción, ayudándolo a terminar de llenar la bandeja con empanadas.


- Porque mamá y papá salieron a cenar por su aniversario, no dejaron la cena hecha y tengo hambre. –


- Yo estoy aquí por la misma razón. – Hablo Micaela, quien se encargaba de pintar las empanadas con huevo con la brocha que tenía en mano.


- Y yo vine porque Micaela me mando mensaje diciendo que comerían empanadas. – Hablo Belén, quien estaba sentada al lado de Micaela. - Y él vino conmigo porque justo estábamos juntos. – Agrego, señalando a su novio Mariano, quien sonrió y saludo con la mano moviéndola de un lado a otro levemente, Noah le contesto de igual manera.


- Yo vine porque Belén me invito y traje las cervezas. – Hablo Sabrina que al ver que la bandeja estaba llena se la llevo justo para la cocina y luego volvió con un par de cervezas en sus manos. Joel y Luis estaban en la cocina, verificando que las demás empanadas estaban dentro del horno no se quemasen. “Bueno, ahora entiendo como pasamos de ser tres personas a ser ocho.” Pensó Noah después de escuchar las explicaciones.


- Bueno como sea, iré guardando lo que sobro para otro día. – Suspiro Noah, tomando la bolsa que tenías las tapas de empanadas que sobraron, el bol vacío donde estaba la carne y colocando dentro de este la taza con huevo y el pincel que había usado Micaela. Justo cuando entro a la cocina, se encontró con Joel y Luis besándose. Cuando Luis se dio cuenta de la presencia de Noah, rápidamente se apartó de Joel.


- Ah, Noah, lo siento. ¿Te incomodamos? – Se disculpó en el momento, avergonzado al ver como Noah los miraba sorprendidos.


- ¿Qué? ¿Por qué? ¿Ustedes son…? – Comenzó a hablar un tanto nervioso y confuso.


- ¿Novios? Si, hace como dos meses y medio. – Respondió Joel, siendo el más tranquilo de los tres en esa situación.


- ¿Pero ¿cómo…? ¿Por qué no me dijiste? – Pregunto Noah muy molesto con Joel por ocultarle una cosa tan importante como esa.


- Querías ver cuánto tiempo tardabas en darte cuenta. – Contesto Joel, mientras abría el horno con un pequeño trapo húmedo en sus manos para poder sacar una de las bandejas que estaba allí. – Listo, aquí hay una lista. Luis ¿podrías sacarlas y ponerlas en ese plato grande? – Le pregunto a Luis mientras dejaba la bandeja encima de la mesada. Luis asintió y comenzó a sacar las empanadas con una espátula de goma para luego dejarlas sobre el plato grande.


- ¿Qué paso? ¿Noah recién se enteró que ustedes dos son novios? – Pregunto Belén al entrar a la cocina, Joel asintió, contestando así su pregunta. - Ay Noah, sí que eres muy inocente aun… y eso que Migue ya debió a verte profanado hasta el alma. – Comento, haciendo que Noah se ruborizarse.


- ¿De enserio no sabías Noah? – Pregunto Miguel sorprendido. - Pero si hoy fueron juntos a ver a la madre de Joel. – Agrego y siguió. - Luis tuvo suerte de tener una suegra compresiva, al menos Patricia no te amenazo con un tenedor poco más clavándotelo en el cuello y diciéndote “Si vuelves a lastimar a mi hijo te cortare cada uno de sus cabellos teñidos con una cortadora de césped” como me hizo el padre de Noah. – Miguel imito la voz del padre de Noah, sonando muy idéntico a él, logrando que todos, excepto Noah, se riesen.


- Es que… se suponía que no debías ocultarme nada, lo prometiste Joel. – Hablo Noah ofendido y molesto, dejando las cosas que tenía en su mano sobre la mesada, para luego irse de la cocina. Joel le podía contar cada cosa estúpida que pasaba en los comics, podía contarle que soluciono las cosas con Sabrina y con Belén por sus estupideces, pero ¿nunca se le paso por la cabeza contarle algo tan importante como que ahora salía con Luis? Ahora si estaba molesto y su molestia se debía más que nada por el hecho de ser el único que no estaba enterado.


- Ay Noah, no te pongas a llorar. Sabes que te amamos y te queremos, pero molestarte es parte de nuestras vidas. – Belén se acercó rápidamente a Noah y lo abrazo, apegando su mejilla con la de él.


- No me iba a poner a llorar. – Hablo con un tono de voz un tanto más seria de lo común, demostrando que aún estaba molesto.


- Lo siento Noah, es solo que a veces se me olvida decirte las cosas, sabes que sufro amnesia cada cinco minutos. – Joel se acercó hasta sus primos y también los abrazo a ambos, mientras se disculpaba con uno de ellos en especial. Noah se rindió y sonrió, no podía estar molesto con ninguno de los dos, por más de que lo molestasen hasta el cansancio.


- ¡Abrazo grupal! – Menciono Miguel mientras se acercaban junto a los demás para abrazar a los tres primos. A los pocos segundos, Noah sintió una mano tocándole el trasero y dio un pequeño brinco por la sorpresa, lo que provoco que el abrazo se desasiera y que volviese a estar molesto.


- ¡Migue! ¿Por qué me tocaste? -


- ¿Qué? ¿Yo no hice nada? – Se defendió al instante de dicha acusación.


- Lo siento, fui yo, tus pompis se me hicieron irresistibles. – Admitió Belén con una gran sonrisa, tan desvergonzada como ella misma. -Bueno, ya salieron un par de empanadas y Sabrina trajo las cervezas así que a comer como cerdos. – Nadie se opuso a lo que dijo, simplemente comenzaron a comer como ella menciono, como cerdos.


*-*-*-*


Era casi como las una de la madrugada. Todos se había ido como hace una hora atrás y tan solo quedaron en esa casa; Luis que estaba en la habitación de Joel durmiendo con él, Micaela que se quedó dormida en el sofá cama, y Miguel, quien se había acostado en la cama de Noah. Al no sentir su presencia en la cama por un rato, no tuvo de otra que despertarse y levantarse de la cama para ir a buscarlo.


Se colocó las chancletas que Joel le presto, y salió de la habitación. Fue hasta la puerta del baño y la toco, al no recibir respuesta supuso que no se encontraba allí. Suspiro, y cuando estuvo a punto de ir a la cocina, vio por una de las ventanas que daba al patio trasero, como su amado se encontraba allí. Abrió la puerta que daba al patio y camino lentamente hasta donde se encontraba Noah.


- ¿Qué estás haciendo? – Pregunto Miguel un tanto adormilado aun, frotándose un poco los ojos para ver mejor. Escucho la voz de Noah reírse.


- Nada, hace poco vi que Joel le estaba explicando emocionado cosas de la astronomía a Luis y cuando se fueron me quedé aquí, quise ver las estrellas y los planetas un poco. – Respondió, moviendo un poco el telescopio negro. Miguel se sorprendió bastante al verlo, había pasado muchísimo tiempo desde la última vez que lo vio. Sonrió al escuchar que Joel había vuelto a ser el mismo de antes.


- Así fue la primera vez que nos conocimos, justo en este mismo lugar. Éramos solo unos niños que estaban emocionados por ver una lluvia de meteoritos. – Hablo Miguel, para luego abrazar a Noah por la espalda.


- Si… Aún recuerdo que cuando termine contigo, estaba tan enojado que desee nunca haberte conocido ese día…- Admitió, mostrando en su rostro una expresión de tristeza. Miguel no iba a negarlo tampoco, él también solía ser un niño tonto y en aquel entonces pensó en lo mismo. - Hoy en día lo recuerdo, y no tengo miedo de decirte que conocer a la persona que amo no es algo de lo que pueda arrepentirme. –


- Ni yo me arrepiento de haberte conocido Noah, ni mucho menos de haberme enamorado de ti mi estrellita. – Noah se dio vuelta, sin separarse mucho del cuerpo de Miguel. Llevo sus manos a las mejillas de Miguel y las acaricio, para luego acercar sus labios a los de él y besarlo. Sus corazones latían con intensidad mientras las estrellas en el cielo los observan.


Ninguno de los dos podía arrepentirse de ese amor que se tenían, ninguno podía borrar su pasado ni su presente, ni tampoco podían cambiar lo que sentían por el otro. Tan solo les quedaba rendirse el uno por el otro, y dejarse llevar por ese cariño y amor que se tenían. Y pensar que todo ese amor empezó aquel día, cuando fueron unidos por las estrellas.


Fin

Notas finales:

"Unidos por las estrellas" acaba de terminar y ya siento que voy a llorar. 

Amo este fic, amo a mis personajes y ame escribir esta historia >u<

Sinceramente, cuando comencé a idear la historia de este fanfic, era muuuuuuuy distinto a lo que es ahora. La personalidad de Joel era muy distinta, la existencia de otros personajes era nula y hasta la temática y el titulo del fic cambiaron xD! Y no me arrepiento de haberlo cambiado todo. 

Mi idea original de Joel era de un uke tan o más kawaii que Noah. (Ya vieron que tanto cambio mi idea principal de él)

Como ultima cosa me gustaría saber sus opiniones. 

¿Que les pareció el fic? ¿Cual fue su parte favorita? (La mia fue cuando Joel supero a Candela y muy recientemente cuando perdono a su madre.)

¿Cual es su personaje favorito? ¿Por qué? (El mio es Joel :D me recuerda mucho a mi en lo que es olvidadizo y es muy divertido)

¿Uke favorito? ¿Seme favorito? ¿Por qué? (Joel y Miguel, Joel porque es un uke fuera de lo común, muy dominante y "sádico" cuando se trata molestar a Luis, y Miguel porque es muy tierno, impulsivo y muy divertido cuando quiere)

Bueno, el fic podrá haber finalizado pero no mi imaginación. Como habran notado la saga "Estrellas" Comenzó a se poco. Donde los fanfic protagonistas son "Unidos por las estrellas" "Mi rayo de sol" y "Luz de luna" (Este ultimo estará disponible próximamente cuando termine Mi rayo de sol)

 Mi rayo de sol Aqui les dejo el link para que puedan seguirlo :D Como dije anteriormente, este es el fic de Nicolás >u<   Muchas gracias por leer esta historia! Nos leemos pronto! Bay nee besos y abrazos

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